Claudio Ruiz, Secretario General de la Defensoría del Pueblo de Avellaneda y su esposa amenazaron a una agente de seguridad con "un sumario" y "hablar con María Eugenia Vidal", por un cartel contra despidos del gobierno nacional en un Centro de Acceso a la Justicia. MIRÁ EL VIDEO
lunes, 1 de febrero de 2016
ODIO Y REVANCHA
Macri descolgó los cuadros de Kirchner y de Chávez
El Gobierno nacional ordenó retirar de la Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada los retratos del expresidente Néstor Kirchner y de su colega de Venezuela, Hugo Chávez. "Se trata de una decisión política, cada gobierno le da su impronta a la Casa de Gobierno", adujeron fuentes oficiales mientras los empleados de mantenimiento trasladaban los cuadros a través de las escaleras al museo del subsuelo.
Según informó personal de la Casa de Gobierno a la agencia DyN, la orden de descolgar ambos cuadros la dio el secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis. Las fuentes consultadas por DyN indicaron que ambos ejemplares "serán llevados al Museo del Bicentenario de la Casa Rosada", ubicado en el subsuelo, en custodia "hasta definir qué destino se les dará".
En tanto, el resto de los cuadros colgados durante la gestión de Cristina Kirchner en la misma galería, entre ellos el de Juan Domingo Perón, Ernesto "Che" Guevara, Eva Perón e Hipólito Yrigoyen, continuarán colgados en sus respectivos lugares en la planta baja de la Casa de Gobierno.
ECONOMIA › OPINION El modelo nicaragüense
Por Fernando Krakowiak
Para intentar amortiguar el impacto que provocará el tarifazo, el gobierno anunció que le bonificará el consumo de hasta 150 kwh por mes a los hogares vulnerables, exclusivamente en lo que refiere al costo de generación eléctrica. Esa energía puede ser suficiente para una persona que vive sola, está gran parte del día afuera de su casa y no tiene aire acondicionado, pero es prácticamente imposible que una familia numerosa consuma sólo 150 kwh por mes, sobre todo en los barrios más pobres del conurbano bonaerense, donde es común ver viviendas sin acceso al gas natural por redes, lo que obliga a cocinar y calefaccionarse con electricidad. La nueva política energética diseñada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, obligará a esas familias a recortar sus consumos hasta un límite difícil de tolerar si quieren eludir el aumento que empieza a regir hoy, el cual es sólo la primera escala de una serie que se completará con la revisión tarifaria integral prevista para este año. En ese sentido, el modelo nicaragüense parece ser el camino elegido por el gobierno de Mauricio Macri, al menos para los sectores populares.
El 7 de marzo de 2014, el Nuevo Diario de Managua publicó una crónica titulada “La batalla por los 150 kilovatios” donde se narraban las peripecias que todos los días debían llevar adelante los ciudadanos más pobres de Nicaragua para mantener su consumo por debajo de los 150 kilovatios y así conservar el subsidio a la electricidad. Entre las costumbres más comunes de las familias figuraba no planchar la ropa, conectar la heladera solo cuando habían comprado carne, aprovechar la luz del día para la mayoría de sus actividades y no encender las lamparitas de las habitaciones, salvo cuando tenían que hacer las camas. Manuela de Jesús Tenorio, una vecina del barrio Memorial Sandino, que vivía con una hija adulta y cinco menores, contaba en el artículo que prendían la televisión solo tres horas por día para que los chicos pudieran ver los dibujos animados. “Si usted pasa a las siete u ocho de la noche en una zona donde la gente es subsidiada, va a ver las casas a oscuras, con tal vez solo una lámpara encendida, porque esa gente está ahorrando energía para no perder el subsidio; tienen que hacer un gran esfuerzo”, contó Marvin Pomares, director del Instituto Nacional de Defensa del Consumidor de ese país.
VARIOS PAGINA 12
SUMA Y SIGUE
Moyano, sin apuro por los despidos
El titular de la CGT Azopardo se manifestó en desacuerdo con los 20 mil despidos registrados en los organismos públicos, aunque consideró que "los que tienen que salir a la pelea son primero los gremios estatales, que están afectados" y "si el Gobierno sigue con esta iniciativa", entonces, habrá medidas generalizadas. Por otro lado, advirtió que la suba de precios será "mucho más alta" de lo que pronostica el gobierno.
A LA VELOCIDAD DE LA LUZ
El tarifazo sigue con el gas
Con los nuevos cuadros tarifarios del servicio eléctrico en vigencia, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, confirmó que se está "haciendo un análisis similar" para el servicio de gas natural y aclaró que "el retraso en el precio es menor al del sistema eléctrico porque en los últimos dos años la administración anterior reconocía un precio diferencial para el gas adicional". Según Aranguren, los aumentos van de la mano con la "búsqueda del objetivo de pobreza cero".
CONECTIVIDAD O GANANCIA
La "rentabilidad" como único destino
La exCeo de General Motors y presidente de la aerolínea de bandera, Isela Costantini, explicó que se está realizando una auditoria para saber "dónde está la rentabilidad y ver de qué forma se pueden maximizar los recursos" y precisó que "hay rutas que son muy rentables, otras que no lo son" porque la "empresa ha sido gestionada desde lo político". Costantini prometió un déficit "cero como máximo en cuatro años".
CÓRDOBA
Schiaretti, con más elogios para Macri
Al dejar inaugurado el 138° período de sesiones ordinarias de la Legislatura unicameral, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, revalidó las buenas relaciones con el gobierno nacional al celebrar que su provincia "volvió a la normalidad institucional" y aseguró que "junto al presidente (Mauricio) Macri, pusimos fin a un largo período de discriminación en contra de nuestra provincia y de desencuentros". La semana pasada, Macri visitó la provincia y ordenó por decreto un "adelanto financiero".
NUEVA YORK
En la mesa de los buitres
El secretario de Finanzas, Luis Caputo, mantiene una reunión con el mediador Daniel Pollack para presentar una nueva propuesta de negociación a los holdouts, que no aceptaron ingresar a la reestructuración de la deuda. La oferta del gobierno nacional consistiría en reconocer la deuda reclamada por los fondos buitres, pero acordar una quita en los intereses.
VARIOS PAGINA12
FIN DE FERIA
Macri y su gabinete denunciados por "delito constitucional"
El abogado Eduardo Barcesat presentó una denuncia por el Decreto de Necesidad y Urgencia por el cual el Ejecutivo declaró la "emergencia en seguridad pública". Sostiene que el presidente Mauricio Macri y sus ministros violaron los "deberes de funcionario publico" y cometieron "abuso de autoridad". "Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable", advierte la denuncia.
GREMIALES
Jornada de protesta contra los "despidos por venganza"
Los trabajadores de la Asociación Bancaria iniciaron esta mañana una serie de medidas de fuerza a nivel nacional por las 47 cesantías producidas la semana pasada en el Banco Central y las seis registradas en el Banco Provincia.
CIUDAD DE BUENOS AIRES
Reclamos en Radio Nacional
Un grupo de periodistas cesanteados de Radio Nacional se presentó esta mañana en las puertas de la emisora acompañados por un escribano para pedir explicaciones por su situación laboral, ya que no recibieron ninguna comunicación oficial. La nueva directora de la emisora, Ana Gerschenson, aseguró que "no encontró contratos firmados" de los comunicadores y confesó que revisaron el Twitter de, al menos, uno de los periodistas.
FIN DE FERIA
Piden otro procesamiento contra Boudou
El fiscal federal Carlos Rívolo elevó la solicitud al juez federal Norberto Oyarbide en una causa que investiga al exvicipresidente por el presunto delito de dádivas a raíz de haber realizado, sin pagar, dos vuelos a Necochea el 17 de diciembre de 2011 para asistir a un acto político. Rívolo también solicitó procesar al exintendente de Necochea Héctor Telllechea y a los empresarios Nazareno Natale y Marcelo Scaramellini.
Para que nunca más llore por nosotros la Argentina Por Mempo Giardinelli
En cualquier conversación los arrepentidos se cuentan por miles. Son trabajadores de todas las ramas de la producción despedidos masivamente, junto con votantes del FpV también cesanteados, e innumerables otros trabajadores del sector público, considerados todos y al boleo “ñoquis”.
En menos de dos meses hay decenas de miles de desempleados, volvió la represión policial y se desmadraron los abusos jurídicos como la cárcel para Milagro Sala en Jujuy.
Sin embargo, casi todos los dirigentes sindicales hasta noviembre tan “combativos” –en particular Hugo y Facundo Moyano, Luis Barrionuevo y el “trabajador rural” Venegas– ahora hacen un silencio miserable. Y no son los únicos distraídos a la hora de defender a las bases.
Es evidente que el gobierno del Sr. Macri, con la típica ferocidad de los restauradores que siguen al pie de la letra el guión que le dictan sus patrones, retrocede 30 años no sólo en legislación laboral y social sino también en materia de Derechos Humanos, siguiendo el también miserable libreto de un pérfido sujeto de penosa actuación delarruista y un ministro con cara de piedra.
Desde un antiperonismo que atrasa medio siglo, al modo de algunos articulistas de La Nación y de casi todos sus fanáticos, horribles “comentaristas”, muchos votantes macristas celebran que el presidente arrase con la Constitución Nacional y se invente a medida una Corte Suprema de Justicia adicta y servil. Ni los dictadores se atrevieron a tanto.
Es enorme también el odio y resentimiento revanchista, que ya se conocían, es cierto, pero no se esperaba que fuesen tan groseros, urgentes y violentos. Eso conlleva el peligro de que semejante conducta gubernamental no genere otra cosa que odio y resentimiento inversos. Así, la “grieta” tan cacareada por los mentimedios y casi todos sus periodistas a sueldo podría degenerar en imposibilidad de mantenimiento de la paz social. El riesgo, cabe repetirlo, es que todo termine mal, o sea violentamente.
Y es que no se puede gobernar con tan necio criterio empresarial, ni con ceguera de patrón de estancia que reparte los porotos tan estúpidamente desabalanceados. La historia argentina está llena de ejemplos que estos no miran, como no los miró CFK el último año y así nos fue. En la política y sobre todo cuando se está en la cima del poder, hay que abrirse, hay que escuchar, hay que ceder un poco y moderarse, y a la vez hay que erradicar dogmatismo y fundamentalismo. De lo contrario se los va a llevar el tren, como dicen en México cuando una crisis se descarrila.
Es patético que este gobierno, que no lleva en la Rosada ni dos meses, se mueva con cero tacto y tanta soberbia. Como si tuvieran el apoyo incondicional de enormes mayorías y consensos, y fueran a gobernar para siempre.
Hay que ser muy pavos para no darse cuenta de que están jugando con fuego. Y el fuego popular argentino, nada menos, que ya se sabe no es de fosforitos. Debieran preguntarle a los memoriosos del alfonsinismo, el menemismo y el delarruismo, por lo menos. Y sobre todo debieran no confundirse si ahora el kirchnerismo está grogui y el pejotismo en oferta. Eso pasa, es circunstancial. Los elefantes, cuando se ponen de pie, siempre hacen temblar el piso.
Ha de ser cuestión de tiempo, nomás. Porque el pueblo argentino siempre acaba del lado de la soberanía y la autodeterminación. Por más basura periodística y televisiva que le tiren, al final siempre reacciona, llena las plazas y expulsa a los que lo explotan o medran con el sudor de los laburantes. La historia se repite desde 1945. Es pura necedad si el macrismo lo olvidó.
Obvio que es por eso que están tan apurados con esa reforma política de morondanga que les validan urtubeyes, massas, pichetos y algunos distraídos. A la primera reunión asistió una mayoría de cadáveres políticos, partiditos casi inexistentes como “Renovador Federal”, “Tercera Posición”, “Nacionalista Constitucional” y “FE”, junto a otros que son apenas sellos con historia, como el Demócrata Cristiano, el MID y el Socialista Auténtico. Parece broma que todos “coincidan” con la boleta única, el voto electrónico y la mar en coche, olvidando que con el vigente sistema electoral jamás una elección presidencial nacional fue fraudulenta, ni siquiera la que ganaron ellos.
La verdadera reforma política que este país necesita ya fue propuesta por diversos colectivos, y entre ellos El Manifiesto Argentino en 2002. Pero a ésa no la va a hacer jamás este gobierno, ni sus aliados y lameculos, porque no se lo permitirían sus patrones y publicistas.
Es sospechable, además, que si llegan a imponer estas patrañas tecnológicas –que rechazaron Alemania y otras naciones del llamado primer mundo– los costos serán enormes y los negociados de los amigos del Sr. Macri y demás endeudadores serán fabulosos y obviamente tapados por Clarín y La Nación.
No hay que olvidar, ni por un segundo, que la campaña para las elecciones legislativas de 2017 y las nacionales de 2019 ya empezó. Por eso urge renovar el kirchnerismo, el FpV, el peronismo y -ojalá los dioses escuchen- también el radicalismo, el socialismo y los diversos movimientos populares de provincias.
El macrismo ya está contagiado de la misma, vieja y lamentable tara infantil de la política de este país: creer que el poder es perpetuo y que los demás no se van a dar cuenta. Sería graciosísimo si no fuese insensato. Claro que el kirchnerismo tampoco se vacunó frente a esa tara (y bien haría en meditar el asunto). Pero por ahora, en pleno festival de decretos, autoritarismo, despidos y quebrantos a la Constitución Nacional, incapaz de aprender esa lección, quizá el macrismo esté caminando alegre, irresponsablemente, hacia su propio funeral político. Será en uno, dos o cuatro años, y dejando detrás un nuevo desastre político, económico y social.
Eso sí: ojalá que sea en paz y sin más compatriotas inmolados. Para que nunca más llore por nosotros la Argentina.
En menos de dos meses hay decenas de miles de desempleados, volvió la represión policial y se desmadraron los abusos jurídicos como la cárcel para Milagro Sala en Jujuy.
Sin embargo, casi todos los dirigentes sindicales hasta noviembre tan “combativos” –en particular Hugo y Facundo Moyano, Luis Barrionuevo y el “trabajador rural” Venegas– ahora hacen un silencio miserable. Y no son los únicos distraídos a la hora de defender a las bases.
Es evidente que el gobierno del Sr. Macri, con la típica ferocidad de los restauradores que siguen al pie de la letra el guión que le dictan sus patrones, retrocede 30 años no sólo en legislación laboral y social sino también en materia de Derechos Humanos, siguiendo el también miserable libreto de un pérfido sujeto de penosa actuación delarruista y un ministro con cara de piedra.
Desde un antiperonismo que atrasa medio siglo, al modo de algunos articulistas de La Nación y de casi todos sus fanáticos, horribles “comentaristas”, muchos votantes macristas celebran que el presidente arrase con la Constitución Nacional y se invente a medida una Corte Suprema de Justicia adicta y servil. Ni los dictadores se atrevieron a tanto.
Es enorme también el odio y resentimiento revanchista, que ya se conocían, es cierto, pero no se esperaba que fuesen tan groseros, urgentes y violentos. Eso conlleva el peligro de que semejante conducta gubernamental no genere otra cosa que odio y resentimiento inversos. Así, la “grieta” tan cacareada por los mentimedios y casi todos sus periodistas a sueldo podría degenerar en imposibilidad de mantenimiento de la paz social. El riesgo, cabe repetirlo, es que todo termine mal, o sea violentamente.
Y es que no se puede gobernar con tan necio criterio empresarial, ni con ceguera de patrón de estancia que reparte los porotos tan estúpidamente desabalanceados. La historia argentina está llena de ejemplos que estos no miran, como no los miró CFK el último año y así nos fue. En la política y sobre todo cuando se está en la cima del poder, hay que abrirse, hay que escuchar, hay que ceder un poco y moderarse, y a la vez hay que erradicar dogmatismo y fundamentalismo. De lo contrario se los va a llevar el tren, como dicen en México cuando una crisis se descarrila.
Es patético que este gobierno, que no lleva en la Rosada ni dos meses, se mueva con cero tacto y tanta soberbia. Como si tuvieran el apoyo incondicional de enormes mayorías y consensos, y fueran a gobernar para siempre.
Hay que ser muy pavos para no darse cuenta de que están jugando con fuego. Y el fuego popular argentino, nada menos, que ya se sabe no es de fosforitos. Debieran preguntarle a los memoriosos del alfonsinismo, el menemismo y el delarruismo, por lo menos. Y sobre todo debieran no confundirse si ahora el kirchnerismo está grogui y el pejotismo en oferta. Eso pasa, es circunstancial. Los elefantes, cuando se ponen de pie, siempre hacen temblar el piso.
Ha de ser cuestión de tiempo, nomás. Porque el pueblo argentino siempre acaba del lado de la soberanía y la autodeterminación. Por más basura periodística y televisiva que le tiren, al final siempre reacciona, llena las plazas y expulsa a los que lo explotan o medran con el sudor de los laburantes. La historia se repite desde 1945. Es pura necedad si el macrismo lo olvidó.
Obvio que es por eso que están tan apurados con esa reforma política de morondanga que les validan urtubeyes, massas, pichetos y algunos distraídos. A la primera reunión asistió una mayoría de cadáveres políticos, partiditos casi inexistentes como “Renovador Federal”, “Tercera Posición”, “Nacionalista Constitucional” y “FE”, junto a otros que son apenas sellos con historia, como el Demócrata Cristiano, el MID y el Socialista Auténtico. Parece broma que todos “coincidan” con la boleta única, el voto electrónico y la mar en coche, olvidando que con el vigente sistema electoral jamás una elección presidencial nacional fue fraudulenta, ni siquiera la que ganaron ellos.
La verdadera reforma política que este país necesita ya fue propuesta por diversos colectivos, y entre ellos El Manifiesto Argentino en 2002. Pero a ésa no la va a hacer jamás este gobierno, ni sus aliados y lameculos, porque no se lo permitirían sus patrones y publicistas.
Es sospechable, además, que si llegan a imponer estas patrañas tecnológicas –que rechazaron Alemania y otras naciones del llamado primer mundo– los costos serán enormes y los negociados de los amigos del Sr. Macri y demás endeudadores serán fabulosos y obviamente tapados por Clarín y La Nación.
No hay que olvidar, ni por un segundo, que la campaña para las elecciones legislativas de 2017 y las nacionales de 2019 ya empezó. Por eso urge renovar el kirchnerismo, el FpV, el peronismo y -ojalá los dioses escuchen- también el radicalismo, el socialismo y los diversos movimientos populares de provincias.
El macrismo ya está contagiado de la misma, vieja y lamentable tara infantil de la política de este país: creer que el poder es perpetuo y que los demás no se van a dar cuenta. Sería graciosísimo si no fuese insensato. Claro que el kirchnerismo tampoco se vacunó frente a esa tara (y bien haría en meditar el asunto). Pero por ahora, en pleno festival de decretos, autoritarismo, despidos y quebrantos a la Constitución Nacional, incapaz de aprender esa lección, quizá el macrismo esté caminando alegre, irresponsablemente, hacia su propio funeral político. Será en uno, dos o cuatro años, y dejando detrás un nuevo desastre político, económico y social.
Eso sí: ojalá que sea en paz y sin más compatriotas inmolados. Para que nunca más llore por nosotros la Argentina.
01/02/16 Página|12
Seguro para militantes Por Martín Granovsky
Dice que atendió porque no era una promoción cualquiera sino un llamado del banco donde le depositan el sueldo.
Fue amable y por eso escuchó la oferta completa de la operadora del call center. Era un seguro privado en caso de desempleo. Si pagaba una suma fija por mes y llegaba a quedarse sin trabajo podría cobrar un monto en seis cuotas. Seis reintegros de 700 pesos o seis de 1400. La oferta no le interesó pero siguió escuchando. Se sintió inquieta por la primera pregunta de la operadora:
–¿Usted trabaja en el Estado?
Cuando respondió, la inquietó la segunda pregunta:
–¿Y tiene militancia política?
Esa segunda pregunta no la respondió. El escenario quedaba claro. El banco –su banco– estaba a la pesca de clientes para un servicio en auge y algún jefe pícaro de call center venía leyendo los diarios con la esmerada atención de un carancho.
La conversación, relatada a Página/12 por la persona que recibió la llamada, es absolutamente real. Muchos bancos ofrecen hoy lo que llaman “seguro de ingreso protegido” ante la posibilidad de un “desempleo involuntario”. En las páginas web incluso aclaran que el seguro funciona si el despido se produce por participar de una acción gremial.
En la web no figura la palabra “militancia”, lo cual es muy razonable porque los bancos no dejan todo escrito. Es que ni los bancos son tan salvajes como el editorial de La Nación que puede leerse entero en http://bit.ly/23fHjZN. Fue publicado el martes 19 de enero con el título de “El oportunismo como sucedáneo de la política” y su tema suena un poco insólito para un diario que no es el órgano partidario de la Unión Cívica Radical: “Resulta destacable la decisión de la UCR de expulsar a dos dirigentes cuya conducta significó un profundo daño para el partido, sus principios y valores”. Alude a la decisión del Tribunal de Etica radical de expulsar a Leopoldo Moreau y Eduardo Santín, dos ex diputados que formaron el Movimiento Nacional Alfonsinista y adhirieron al kirchnerismo. Lo asombroso no es el análisis, porque cualquier noticia lo merece si alguien tiene ganas de escribir y alguien tiene ganas de leer, sino la presentación del asunto en tono de condena. El “salto de Moreau al kirchnerismo”, como dice La Nación, sería un hecho único de la historia argentina, y por alguna razón misteriosa configuraría una conducta distinta de la que adoptaron, por ejemplo, muchos dirigentes de la Unión del Centro Democrático, la UCeDé que nutrió al menemismo (María Julia y Alvaro Alsogaray), al kirchnerismo (Amado Boudou), al macrismo (Juan Curutchet) y al massismo (Sergio Massa).
Moreau y su correligionario Santín, que se hizo conocido como diputado cuando se opuso a la privatización de las jubilaciones en tiempos de Carlos Menem, merecen el castigo de La Nación porque olvidaron que “la política es una rama de la moral”, afirmación que ya tenía gusto a viejo en tiempos de Tomás de Aquino, el teólogo muerto en 1274.
Pero lo más notable del texto es una frase incluida en el último párrafo. Dice: “Prácticas como la militancia y el clientelismo quedarán relegadas en una sociedad que ya demostró, con la asistencia de las nuevas tecnologías, la rapidez con la que puede cambiar la adhesión de los votantes”. Conviene leer despacio. Efectivamente pone junto al clientelismo, una lacra de la política, nada menos que a la militancia, que vendría a ser para La Nación otra lacra.
El problema es que no solo tienen militantes los movimientos populistas, los partidos de izquierda, las organizaciones sociales o los sindicatos. También los partidos de centro, los de centroderecha y los de derecha, incluyendo a la UCR, el PRO, la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela y Renovación Nacional de Chile.
El ñoquismo es una lacra como el clientelismo. Deberían hacerse cargo de terminar con esa práctica sus beneficiarios directos, los empleados del Estado que solo pasan a cobrar a fin de mes hagan lo que hagan en esos 30 días, incluso si militan full time, porque el Estado no tiene por qué pagar militantes rentados de ninguna ideología. Y deberían hacerse responsables los dirigentes o las organizaciones que promueven o estimulan la conversión del aparato estatal en una fábrica de pastas.
Pero durante este mes parece haber aumentado la falta de diferenciación entre los ñoquis y los empleados estatales que cumplen con su trabajo y luego militan en un partido o, también, entre los ñoquis y los empleados que están tan entusiasmados con el servicio público que le agregan a su trabajo un plus de energía. Ese plus también se llama militancia. Si los editoriales siguen por el mismo camino, que presten atención los jóvenes oficialistas si alguno es designado funcionario y luego trabaja más de ocho horas con ganas y encima habla de política en el almuerzo. Cuidado porque a la mañana los condenará La Nación y a la tarde un banco los pondrá nerviosos.
martin.granovsky@gmail.com
01/02/16 Página|12
Fue amable y por eso escuchó la oferta completa de la operadora del call center. Era un seguro privado en caso de desempleo. Si pagaba una suma fija por mes y llegaba a quedarse sin trabajo podría cobrar un monto en seis cuotas. Seis reintegros de 700 pesos o seis de 1400. La oferta no le interesó pero siguió escuchando. Se sintió inquieta por la primera pregunta de la operadora:
–¿Usted trabaja en el Estado?
Cuando respondió, la inquietó la segunda pregunta:
–¿Y tiene militancia política?
Esa segunda pregunta no la respondió. El escenario quedaba claro. El banco –su banco– estaba a la pesca de clientes para un servicio en auge y algún jefe pícaro de call center venía leyendo los diarios con la esmerada atención de un carancho.
La conversación, relatada a Página/12 por la persona que recibió la llamada, es absolutamente real. Muchos bancos ofrecen hoy lo que llaman “seguro de ingreso protegido” ante la posibilidad de un “desempleo involuntario”. En las páginas web incluso aclaran que el seguro funciona si el despido se produce por participar de una acción gremial.
En la web no figura la palabra “militancia”, lo cual es muy razonable porque los bancos no dejan todo escrito. Es que ni los bancos son tan salvajes como el editorial de La Nación que puede leerse entero en http://bit.ly/23fHjZN. Fue publicado el martes 19 de enero con el título de “El oportunismo como sucedáneo de la política” y su tema suena un poco insólito para un diario que no es el órgano partidario de la Unión Cívica Radical: “Resulta destacable la decisión de la UCR de expulsar a dos dirigentes cuya conducta significó un profundo daño para el partido, sus principios y valores”. Alude a la decisión del Tribunal de Etica radical de expulsar a Leopoldo Moreau y Eduardo Santín, dos ex diputados que formaron el Movimiento Nacional Alfonsinista y adhirieron al kirchnerismo. Lo asombroso no es el análisis, porque cualquier noticia lo merece si alguien tiene ganas de escribir y alguien tiene ganas de leer, sino la presentación del asunto en tono de condena. El “salto de Moreau al kirchnerismo”, como dice La Nación, sería un hecho único de la historia argentina, y por alguna razón misteriosa configuraría una conducta distinta de la que adoptaron, por ejemplo, muchos dirigentes de la Unión del Centro Democrático, la UCeDé que nutrió al menemismo (María Julia y Alvaro Alsogaray), al kirchnerismo (Amado Boudou), al macrismo (Juan Curutchet) y al massismo (Sergio Massa).
Moreau y su correligionario Santín, que se hizo conocido como diputado cuando se opuso a la privatización de las jubilaciones en tiempos de Carlos Menem, merecen el castigo de La Nación porque olvidaron que “la política es una rama de la moral”, afirmación que ya tenía gusto a viejo en tiempos de Tomás de Aquino, el teólogo muerto en 1274.
Pero lo más notable del texto es una frase incluida en el último párrafo. Dice: “Prácticas como la militancia y el clientelismo quedarán relegadas en una sociedad que ya demostró, con la asistencia de las nuevas tecnologías, la rapidez con la que puede cambiar la adhesión de los votantes”. Conviene leer despacio. Efectivamente pone junto al clientelismo, una lacra de la política, nada menos que a la militancia, que vendría a ser para La Nación otra lacra.
El problema es que no solo tienen militantes los movimientos populistas, los partidos de izquierda, las organizaciones sociales o los sindicatos. También los partidos de centro, los de centroderecha y los de derecha, incluyendo a la UCR, el PRO, la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela y Renovación Nacional de Chile.
El ñoquismo es una lacra como el clientelismo. Deberían hacerse cargo de terminar con esa práctica sus beneficiarios directos, los empleados del Estado que solo pasan a cobrar a fin de mes hagan lo que hagan en esos 30 días, incluso si militan full time, porque el Estado no tiene por qué pagar militantes rentados de ninguna ideología. Y deberían hacerse responsables los dirigentes o las organizaciones que promueven o estimulan la conversión del aparato estatal en una fábrica de pastas.
Pero durante este mes parece haber aumentado la falta de diferenciación entre los ñoquis y los empleados estatales que cumplen con su trabajo y luego militan en un partido o, también, entre los ñoquis y los empleados que están tan entusiasmados con el servicio público que le agregan a su trabajo un plus de energía. Ese plus también se llama militancia. Si los editoriales siguen por el mismo camino, que presten atención los jóvenes oficialistas si alguno es designado funcionario y luego trabaja más de ocho horas con ganas y encima habla de política en el almuerzo. Cuidado porque a la mañana los condenará La Nación y a la tarde un banco los pondrá nerviosos.
martin.granovsky@gmail.com
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