jueves, 14 de enero de 2016

ECONOMIA › OPINION La grasa

Por Alfredo Zaiat
Los empleados públicos ya no son los malhumorados y vagos estigmatizados en el pasado por Antonio Gasalla, en lo que fue un aporte artístico involuntario para desprestigiar el papel del Estado en la sociedad. Ahora son ñoquis que pasan a cobrar por la ventanilla el 29 de cada mes sin trabajar. En la conferencia de prensa de ayer, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, sumó otra definición despectiva para personal estatal: son grasa. Y además son “grasa militante”. El ministro que intenta con escasa habilidad ser simpático con frases de Moria Casán, puntuando comentarios de uno de los periodistas elegidos para preguntar y cayendo en una laguna en la última pregunta, que lo obligó a dar por terminada la conferencia, expresó de ese modo que los despidos de empleados públicos forman parte de la estrategia de ajuste fiscal del gobierno de Mauricio Macri. Quedó en evidencia la concepción Prat-Gay acerca de una parte del empleo público: Es grasa sobrante en el cuerpo del Estado.
El empleo, público y privado, no parece ser una cuestión central en la estrategia de gestión de la economía del ministro. Ese desinterés lo dejó expuesto cuando se refirió a empleados estatales como “grasa que sobra”, al desentenderse de los despidos en empresas privadas y al advertir acerca de la posibilidad de la pérdida de puestos si la demanda en paritarias es más elevada que la tasa de inflación que él estima para el 2016.
Para bajar el déficit fiscal de 2,3 por ciento del PIB en 2015, que lo infló con contabilidad creativa hasta alcanzar el 7,0 por ciento con el único objetivo de sobrecargar la herencia económica para habilitar el ajuste, Prat-Gay informó que el reordenamiento del gasto implicará una reducción del déficit en 0,8 puntos porcentuales. Mencionó acciones sobre licitaciones irregulares que no precisó, en cambio se extendió con los denominados ñoquis. Aquí fue más explícito. Despedir empleados públicos, o en sus propias palabras: “Eliminar la grasa de la militancia”.
Varias compañías están reduciendo personal –metalúrgicas, Cerámica San Lorenzo, autopartistas, talleres textiles– y, ante una consulta acerca de esta situación, el ministro afirmó que es por culpa de la herencia de la economía kirchnerista. Si así fuera, cuestión que es discutible, el Estado exhibió en los últimos años una estrategia activa para frenar los despidos, que hoy está ausente con el macrismo. Mediante políticas específicas se pudo defender el empleo a través del plan Recuperación Productiva (Repro) que consistía en el pago de una porción del salario por un tiempo determinado por parte del Estado. O mediante subsidios directos por un lapso hasta la recuperación del mercado. Justificó despidos en empresas privadas por la supuesta pesada herencia del kirchnerismo. Para Prat-Gay es lógico entonces dejar desamparados a trabajadores.
Otro de sus mensajes al mundo del trabajo es que no tienen que ser muy exigentes con la demanda de recuperación salarial en paritarias luego del shock inflacionario que él provocó. El ministro difundió que la tasa de inflación esperada es del 20 al 25 por ciento. “Me tienen que creer” porque si no es así la economía “ajustará por cantidad”. Es la propuesta a sindicalistas y empresarios para fijar un techo a la paritarias. Advirtió que si no lo hacen y definen un aumento salarial más elevado que esos porcentajes ambos correrán riesgos. A las empresas les dijo que “venderán menos” y a los trabajadores los amenazó con que “habrá menos empleo”.
La economía que quiere Prat-Gay es con “menos grasa” pero no sólo del sector público. El adelgazamiento general del empleo está en función del ajuste fiscal y de establecer un nuevo estadio regresivo en la distribución del ingreso.

Dios y el diablo en el taller - J. C. Baglietto

RECALDE DIXIT

CON LOS SUELDOS EN LA MORSA

Recalde: “Defenderemos todos los derechos que sean violados"

El presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, salió al cruce de los anuncios del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y afirmó que “no se puede extorsionar con las paritarias" porque "la naturaleza jurídica del salario es alimentaria y estos son derechos humanos”. También rechazó la declaración del funcionario sobre "la grasa de la militancia" y sostuvo que "la descalificación a los militantes políticos es una ofensa al ser humano”.

A PESAR DE LAS CAUTELARES CONTRA LOS DNU DE MACRI

Desalojo y más policía en la Afsca

Los trabajadores de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual denunciaron que se desalojó y cerró el edificio con el argumento de un “asueto administrativo”, luego de que el juez Garbarino ratificara la vigencia de la precautelar que suspende los decretos que disolvieron el organismo. "Otra vez Macri despliega la Infantería en la puerta de Afsca para resistir una orden judicial", dijo Martín Sabbatella, titular del organismo, a quien volvieron a impedirle ingresar.

SUMA Y SIGUE

Más despidos en el área de Derechos Humanos

Los trabajadores del Centro Ulloa denunciaron y exigieron la reincorporación de un grupo de empleados despidos en el organismo encargado de brindar asistencia integral a las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Además, resaltaron "la violencia y arbitrariedad" con la que se manejaron las nuevas autoridades. Los despidos en los organismos dependientes del Ministerio de Justicia comenzaron ayer con el pase a retiro de personal afectado al Programa Verdad y Justicia, y al Registro Nacional de Reincidencias.

NO DIJO MACRI QUE AHORA HABIA COLABORACION Y UNIDAD

DE PAPELÓN EN PAPELÓN

La falsa doble captura

Luego de la conferencia de prensa del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, en la que aseguró que "por orden del presidente (Mauricio Macri)" analizaban un video para confirmar si la Policía de Santa Fe había capturado y dejado huir el sábado a los prófugos Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, el dueño del auto registrado en el video se presentó ante el fiscal Estanislao Giavedoni y declaró que, luego de ser demorado, continuó camino. "Se sigue sembrando sospecha desde Buenos Aires por quienes no fueron capaces de apresarlos", lamentó el gobernardor de Santa Fe, Miguel Lifstchitz.

Juan Carlos Baglietto - En este barrio