Cerca de dos tercios de los incidentes terroristas citados por el Departamento de Estado estadounidense provienen de “conflictos armados”, la mayor parte de los cuales se vinculan a disputas étnicas, insurgencias locales, desposesión de tierras.
Por Jeremy Keenan. Open Democracy
La mayor parte de la llamada actividad “terrorista” es un producto derivado de la actual crisis del neoliberalismo y de la marginación de una creciente proporción de la población mundial que éste produce.
En 1997, un grupo de americanos neoconservadores (neocons) establecieron un centro de estudios (think-tank) conocido como “Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense” (en inglés, “Project for the New American Century o PNAC”). Su objetivo era la dominación mundial por parte de los Estados Unidos de América. Sus miembros formaron la retaguardia de la administración Bush, que accedió al poder en 2000, con al menos 18 de ellos colocados en posiciones clave en esta administración.
En septiembre del 2000, apenas cuatro meses antes del acceso a la presidencia de Bush, la PNAC publicó un informe llamado “Reconstruyendo las Defensas Americanas: Estrategia, Fuerzas y Recursos para un Nuevo Siglo” (en inglés, “Rebuilding America’s Defenses: Strategy, Forces and Resources for a new Century”). Consagrado a asuntos tales como el mantenimiento de la preeminencia estadounidense, como la frustración de potencias rivales y como la formación de un sistema global de seguridad de acuerdo con los intereses estadounidenses. La sección V del informe, llamada “Creando la Fuerza Dominante del Mañana” incluye una frase torpemente escrita: “Además, el proceso de transformación, incluso si aporta un cambio revolucionario, parece que será largo, salvo que ocurra algún evento catastrófico y catalizador –como un nuevo Pearl Harbor–”.
Existen numerosas teorías acerca del 11-S. Lo que resulta claro es que cumplió ampliamente la mencionada función de “nuevo Pearl Harbor”, presentando a los neocons –quienes efectivamente controlaban el Pentágono y gran parte del resto de posiciones más altas en la Administración de Estados Unidos– la oportunidad que deseaban. La puesta en marcha de la Guerra Global contra el Terrorismo (En inglés Global War on Terror o GWOT) era el medio ideológico necesario para asegurar la militarización de regiones como África, requerida por los intereses imperiales estadounidenses. En efecto, Deepark Lal, asesor económico del Banco Mundial y un economista íntimamente relacionado con los think-tanks conservadores, dijeron que la Guerra Global contra el Terrorismo podría ser percibida como “simplemente una extensión de la defensa del mercado capitalista”.
Durante las primeras dos semanas de su mandato, el Presidente Bush estableció el Grupo de Desarrollo de la Política Energética Nacional (En inglés National Energy Policy Development Group), presidido por Dick Cheney. Su informe publicado en Mayo de 2001, cuatro meses antes del 11-S, resaltaba que el petróleo africano pronto cubriría del 25% de las necesidades energéticas estadounidenses. La importancia del petróleo africano para los Estados Unidos en aquel momento era tal, que el Senador Ed Royce, Presidente del Subcomité de África en el Congreso, pidió que el petróleo africano fuera “considerado como prioritario para la seguridad nacional post 11-S de los Estados Unidos” y el presidente Bush definió el petróleo africano como un “interés nacional estratégico”, y por tanto, un recurso que los Estados Unidos podían optar por controlar mediante la fuerza militar.
Gracias a la producción estadounidense de petróleo de esquisto bituminoso, la dependencia de provisiones energéticas extranjeras es algo del pasado, pero es ya muy tarde para salvar a África de su destino.
En lugar de reconocer que la intervención militar estadounidense en África tenía que ver con el control de recursos, la administración Bush usó el pretexto de la reciente puesta en marcha de la Guerra Global contra el Terrorismo para justificar su militarización de África. Sin embargo, con la falta de incidencia del terrorismo en África –en el sentido del término dado tras el 11-S–, esta actuación era difícil de sostener. Por ello la solución fue fabricar este terrorismo.
En 2002, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld creó un “Grupo de Operaciones proactivo y preventivo” (Proactive, Preemptive Operations Group, P2OG), una organización encubierta para llevar a cabo misiones secretas para “estimular reacciones” en los grupos terroristas, incluyendo el incentivo para llevar a cabo actividades terroristas.
La primera operación de este Grupo, a principios de 2003 supuso el secuestro de 32 turistas europeos en el Sahara argelino, por parte del “Hombre de Bin Laden en el Sahara”, tal y como lo apodó George Bush. El hombre era en realidad un oficial del servicio de inteligencia argelino, que en aquel momento trabajaba para Estados Unidos en el marco de la Guerra Global contra el Terrorismo. Esta operación de “bandera falsa” fue empleada para justificar el lanzamiento de un nuevo frente africano (del Sahara-Sahel) en la Guerra Global contra el Terrorismo.
Al mismo tiempo, el Pentágono elaboró una serie de mapas de África, caracterizando toda la región del Sahara-Sahel como un “espacio incontrolado”, un “Corredor Terrorista” y un “Área Terrorista”.
Antes de esta operación P2OG, no había terrorismo en el Sahel. Pese a estar sumida en la pobreza, se trataba de una de las regiones más seguras de África.
Hoy en día, después de 10 años de falsa política antiterrorista en África, la profecía del Pentágono se ha cumplido. El Sahel se ha convertido en una zona de guerra. Alrededor de 4.000 Fuerzas Especiales francesas están “combatiendo el terrorismo” en Mali, Niger y Chad. En total, Francia tiene actualmente 10.000 tropas en África. Aproximadamente 8.000 tropas de mantenimiento de paz de la ONU se encuentran en Mali. Cerca de 1.000 “instructores” europeos y estadounidenses están proporcionando respaldo a los servicios de inteligencia y “entrenamiento”. Alrededor de 10.000 tropas nacionales se encuentran en alerta. Varios miles de personas han sido asesinadas.
Incluso con anterioridad al cambio de milenio, los límites del neoliberalismo habían sido puestos de manifiesto. “Globalización”, palabra de moda de los noventa, no se caracterizó por una expansión del capitalismo mundial sino por su implosión. La mayor parte de segmentos de la humanidad, el “Cuarto mundo” de Manuel Castells, ha sido excluida de los mercados mundiales, tanto como productores como consumidores. En “La globalización y el Mundo post-colonial” (“Globalization and the Poscolonial World”), Ankie Hoogvelt sugiere que al menos la mitad de la población mundial ha sido excluida del sistema global.
El milenio actual es un milenio de políticas de exclusión y contención. Mark Duffield, por ejemplo, teorizó que la “nueva agenda de asistencia” invierte los anteriores objetivos desarrollistas de “incorporación” de áreas periféricas en el sistema mundial y por el contrario hoy sirve como una política de dirección y contención de territorios políticamente inseguros situados en los límites de la economía global. En el ámbito militar, Africom, el nuevo Comando de combate estadounidense para África, acogió con entusiasmo el lenguaje del nuevo discurso del “desarrollo de la seguridad” (Security-development) propio de la Comisión por África de Tony Blair, que nos lleva a hablar de “militarización del desarrollo”.
Durante el período colonial y finales del precolonial, los remanentes de modos de producción precapitalistas procuraron cierta seguridad a aquellas secciones de la población excluidas del sistema capitalista. Sin embargo, dado que las industrias extractivas y la agroindustria se expandieron e hicieron mella en las reservas tradicionales, a través de lo que podemos considerar una “acumulación primitiva”, la supervivencia de los excluidos se ha tornado todavía más precaria.
La gente, sin embargo, ni se rinde ni muere. Tienen esa cualidad humana fundamental de resistencia. Se organizan, generalmente de forma democrática, para luchar por sus derechos humanos, sus derechos indígenas, derechos de propiedad y su derecho a una buena gobernanza. Sus gobiernos, agentes del sistema neoliberal, regímenes autoritarios represivos preocupados por su propia supervivencia, sirven para contenerlos. En esta tarea de convención, les asiste la Guerra Global contra el Terrorismo, que sirve para deslegitimar las organizaciones civiles, con el consecuente desgaste del empoderamiento de la sociedad civil y sus demandas de “gobernanza democrática”.
Una de las características de la Guerra Global contra el Terrorismo ha sido que numerosos de estos gobiernos se han vuelto aún más represivos, sabiendo que tienen tras ellos a los americanos y a “Occidente”.
Los gobiernos, como los del Sahel, Argelia y demás, han buscado “rentas terroristas” a través de la generosidad militar y financiera por parte de Estados Unidos. Mauritania, Mali, Níger y Chad, entre otros, son acusados de haber provocado a las minorías étnicas y a la sociedad civil para que tomen las armas, de haberlos “criminalizado” y de designarlos no ya como “rebeldes”, término que reviste cierta dignidad, sino como “terroristas” o, en palabras del Departamento de Estado estadounidense, como “terroristas putativos”.
04/01/15 Miradas al Sur
martes, 6 de enero de 2015
La trampa y el arma Por Héctor Germán Oesterheld
“¿Le gustarán al señor Massini los tres enanitos que le llevo? Son los más grandes y los más pintarrajeados que pude encontrar...”.
Anselmo Lima era el patrón, único peón y repartidor del “Jardín La Siempreviva-Proyectos y Realizaciones de Parques y Jardines”, según rezaba la pomposa leyenda pintada con letras blancas en la portezuela de la chatita, pero la verdad era que Anselmo se ganaba la vida a duras penas vendiendo flores y plantitas de almácigo en la feria franca del barrio.
Por eso era tan importante conformar al señor Massini, el primer cliente importante que tenía; cosa nada fácil porque el señor Massini era un italiano rezongón que ya le había rechazado el pato y la cigüeña de yeso que le llevara para decorar el jardín.
Anselmo Lima, treinta años, delgado pero lo bastante ágil y resistente corno para
No podía imaginar que, unas quince cuadras más allá, a la altura del Aeroparque, lo acechaba un problema mucho, pero muchísimo más difícil de resolver.
Un problema de vida o muerte.
***
A mil quinientos siete años luz de Anselmo Lima, su chatita y sus enanitos pintados, en el quinto planeta de la estrella Lisa, un cinco-tentáculos llamado Hori miraba con tres ojos cargados de aprensión la bola de metal blanco que se detuvo delante de la puerta de su cueva, la más lujosa de toda la colina.
Hori sabía lo que le diría la bola. Pero igual la alzó y la apretó por el diámetro medio con el tercer tentáculo.
Una voz aterciopelada pero firme le hizo estremecer las antenas auditivas:
–Hori, la Comisión te saluda y te anuncia que te llegó el turno. Ya has vivido el término máximo en tu Nivel. Si quieres ascender al Nivel Superior tendrás que pasar por la Prueba. Si te niegas, serás degradado al Nivel Inferior.
Hori suspiró. Ya sabía lo que seguiría, pero volvió a apretar con el tentáculo.
–La Comisión realizó ya el sorteo: te toca batirte con un terráqueo (habitante del tercer planeta de la Estrella Sol, de la galaxia Vía Láctea). Ya conoces las reglas: lucha a muerte, sin armas, en el Coliseo Magno; si vences, ascenderás al Nivel Superior. Si eres derrotado, todos tus bienes serán entregados a tu vencedor. La Comisión te saluda y te desea la victoria.
Hori suspiró más hondamente aún que antes, un temblor le recorrió el corpacho macizo: Hori no se hacía ilusiones, sabía que no era valiente, la sola idea de la violencia física lo enfermaba.
Pero las leyes eran las leyes, y había que respetarlas. Si quería seguir gozando de la vida tendría que batirse. Por supuesto, el dilema que enfrentaba no podía ser más claro: por un lado estaba la vida en el Nivel Superior, una vida que era un sueño, un sueño de placeres y satisfacciones sin límites; por el otro estaba la vida de un Degradado, un espanto mil veces peor que la muerte: los Degradados eran los esclavos, los sirvientes de los tres-tentáculos, los primitivos habitantes de Uksa, los encargados de las tareas “bajas”.
Una sombra oscureció la entrada de la cueva. Era Mikkoh, el tres-tentáculos experto en duelos, siempre aparecía cuando alguien recibía la bola blanca.
–Ya lo sé todo –empezó Mikkoh luego de inclinar su cuerpo larguirucho y cubierto de escamas triangulares; no se sabía cómo pero Mikkoh se las arreglaba para enterarse antes que nadie de las decisiones de la Comisión.
–Tienes suerte, Hori. El adversario que te toca es un ser de físico mediano, dos piernas rudimentarias, dos tentáculos prensiles muy torpes, poca fuerza en general. Estoy seguro de que lo vencerás...
–¿Estás realmente seguro? –Hori lo miró con recelo: Mikkoh se ganaba su arcilla nutritiva preparando a los futuros duelistas para que, sin violar la ley, llegaran al combate con las máximas garantías de victoria.
–Claro... seguridad ciento por ciento nunca hay... Suele haber sorpresas, el adversario a veces pelea mejor de lo previsto... Pero, tú sabes, Hori, tomando algunas precauciones puede irse al combate con la seguridad total de vencer... Y sin, desde luego, violar la ley que ordena no usar armas...
–¿Por ejemplo?
Mikkoh no contestó. Una lengua larga como una víbora asomó con picardía por la boca en punta.
Hori comprendió:
–¿Cuánto quieres?
–Lo habitual... Tres “imágenes”... Supongo que tendrás...
Hori resopló. Era caro, endemoniadamente caro. Pero valía la pena... ¿Qué eran en verdad tres “imágenes” comparadas con su vida?
Se incorporó: si había que apelar a la ayuda de Mikkoh lo mejor era hacerlo trabajar a fondo, para asegurarse realmente de la victoria.
–Ven –Hori se desplazó con movimiento suave sobre sus cinco tentáculos; Mikkoh lo siguió, un ser grotesco con sus tres tentáculos y su cuerpo doblado en dos porque el techo bajo le impedía andar erguido.
–Lo que pides es mucho... –Hori empujó la puerta de su tesoro.
Los ojos de Mikkoh se agrandaron.
Allí, en el piso, y ocupando casi toda la cámara, brillaba cantidad de extrañas figuras de roca traslúcida; aquellas eran las “imágenes”, que representaban con fidelidad asombrosa las diferentes razas inteligentes que la civilización de Uksa había ido dominando en su larga y nunca terminada conquista del Universo.
–Tengo más de doscientas... –Hori infló el vientre peludo: tenía motivo para sentirse orgulloso, muy pocos cinco-tentáculos de su Nivel podían alardear de semejante colección–. Si salgo vencedor en el duelo te daré seis...
–¿Seis? –los ojos hexagonales de Mikkoh se achicaron, incrédulos.
–Sí, seis “imágenes” para ti si salgo vencedor. ¿No te parece que sería una lástima que te pierdas tamaña suma porque yo sufra un... digamos... un accidente en el duelo?
–¡No habrá “accidente”, te lo aseguro! –brillaron de codicia los ojillos de Mikkoh–. ¡Yo te aseguro que con la “precaución” que yo te daré no correrás el menor peligro en el duelo!
–Trato hecho. –De un momento a otro Hori sería transportado al lugar del duelo, no había tiempo para perder. –¿Cuál es tu “precaución” para asegurarme la victoria?
–Aquí la tienes. –Mikkoh sacó un frasco cilíndrico–. Estudiando los antecedentes de los terráqueos he descubierto que basta hacerles respirar ciertos gases para que se duerman al instante...
–¿Gases?
–Gases anestesiantes... Los más usados son el cloroformo y el éter... Para nosotros, ya lo sabes, el más cómodo es el éter... Toma, aquí tienes una bala de éter comprimido... Llénate de éter el reservorio... Cuando te batas con el terráqueo aplícale al rostro la ventosa del reservorio... Se dormirá enseguida, y entonces podrás estrangularlo con toda facilidad...
–Hum... una bala de éter... –Hori sopesó con el tentáculo el cilindro de vidrio–. ¿Estás seguro de que esto no podrá ser considerado un arma? Tú sabes que por nada del mundo quisiera violar la ley, una cosa es hacerle trampa al terráqueo y otra muy distinta es trampearle a la Comisión... Además de que es imposible usar un arma, el combate será ante millares de testigos.
–No, no es un arma, Hori, puedes estar seguro. Además, mi sistema tiene la gran ventaja de que los espectadores no podrán ver nada, creerán que has vencido a pura fuerza de coraje y de músculos, hasta es posible que te asciendan de una vez dos Niveles...
Hori no dijo más: tomó la “bala”, la implantó en el reservorio, a un lado del cuello; Mikkoh abrió la válvula, retiró el tentáculo con presteza; Hori contrajo la boca del reservorio, el gas quedó atrapado dentro.
–Nadie notará que tienes escondida semejante forma de ataque –brillaron de orgullo profesional los ojillos de Mikkoh–. Será una gloria verte darle la gran paliza al terráqueo...
–Sí... Y ganarte de paso las seis “imágenes”...
–Si te parece excesivo el precio que tú mismo fijaste, retiramos el éter y aquí no ha pasado nada...
Hori se calló. La “laguna” central, el órgano que regulaba el ir y venir de los fluidos vitales dentro de su cuerpo latió con fuerza desconocida: Hori estaba pensando que, dentro de muy poco tiempo, estaría gozando de las delicias sin cuento del Nivel Superior...
No pudo pensar mucho: una bola rojiza centelleó por un momento ante la cueva.
–Me vienen a buscar para trasladarme al Coliseo, llegó el momento... Hasta luego, Mikkoh.
–Hasta luego, Hori... ¡Y buena victoria!
Una luz vivísima envolvió a Hori, un torbellino giró a su alrededor, por un instante no vio nada...
***
Con las toses y estornudos de siempre ya la chatita de Anselmo Lima llegaba frente al Aeroparque; iba despacio, muy despacio, Anselmo no quería que se le rompiera alguno de los tres enanitos. Total no tenía prisa, el tiempo le sobraba.
“Con tal de que los enanitos le gusten al señor Massini y que...”.
Anselmo Lima no terminó el pensamiento.
Una luz vivísima lo envolvió, se sintió girar dentro de un torbellino, por un instante no vio nada...
Al instante siguiente Anselmo Lima se encontró frente a algo que le pareció un enorme objetivo de máquina fotográfica, hubo un destello enceguecedor, todo se apagó de pronto, Anselmo se vio en el centro de una amplia pista circular, de paredes altísimas, brillantes como si fueran de metal bruñido...
“El terráqueo no tiene armas”, en algún lado resonó una voz, un eco interminable quedó repitiendo la frase.
Desconcertado, Anselmo miró a los lados, hacia arriba. Las paredes, más allá de cierta altura, parecían de cristal, entrevió una multitud pero no pudo distinguir rostro alguno.
Además, ni tiempo tuvo de fijarse: allí, delante suyo, viniendo quién sabe de dónde, porque ninguna puerta se abrió para dejarlo pasar, había aparecido un rarísimo ser de cuerpo macizo, erguido sobre dos tentáculos flexibles; otros dos tentáculos se desplegaban a los lados del cuerpo, a la altura de la cintura, un quinto tentáculo se estiraba hacia adelante, a la altura del pecho. La cabeza era una masa casi esférica, achatada, con pequeñas antenas que vibraban en la parte superior; dos ojos enormes, circulares, se abrían sobre una gran boca armada de dientes agudos, desiguales... A un lado de lo que parecía el cuello, el extraño ser tenía como una gran ventosa de bordes ondulantes, sostenida por un delgado tallo flexible...
“Terráqueo del planeta Tierra...”, de alguna manera alguien volvía a hablar, era una voz torpe, lenta, pero las palabras se formaban con claridad meridiana en el cerebro de Anselmo; “tu adversario se llama Hori y no tiene encima arma alguna... Hori y tú lucharán a muerte... si vences serás devuelto a tu planeta... y tuya será la fortuna de Hori... si eres derrotado, que tu Dios se apiade de ti... ¡Queda iniciado el combate!”.
Era mucho lo que Anselmo hubiera querido preguntar, pero ya Hori se le venía encima, apoyándose con cuidado en los tentáculos inferiores, desplegados los restantes en toda su longitud.
Anselmo retrocedió, estaba perplejo, era demasiado desconcertante todo aquello.
Pero no pudo retroceder mucho, sintió contra la espalda la dura, helada superficie de la pared metálica.
Hori seguía avanzando...
Por un momento Anselmo tuvo delante a Hilda, su mujer, y a Ernestito, el chico... El recuerdo relampagueó en el cerebro de Anselmo, vio a Hilda en la casita a los fondos del vivero, cantando y lavando la ropa, sin dejar de vigilar a Ernestito, que andaría por ahí, en cuatro patas, muerto de risa porque se le pegaban las manos en el barro...
Rabia. Eso fue lo que sintió Anselmo, rabia contra la suerte, rabia contra la voz que le hablara, rabia contra aquel ser repugnante que ya casi lo estaba tocando... ¿Por qué habría de someterse a todo aquello?
Un latigazo en el cuello, bajo la oreja.
Haciéndose a un lado eludió apenas otro golpe de tentáculo. Y corrió hasta el otro lado de la pista, Hori era de movimientos lentos y Anselmo necesitaba tiempo para pensar, para trazarse algún plan de acción.
“... lucharán a muerte...”, había dicho la voz.
Era su vida la que se jugaba.
Hilda y el chico...
El cinco-tentáculos se había movido apenas. Pero estaba cerca, mucho más cerca que antes...
Anselmo comprendió que, de alguna manera, las paredes circulares se cerraban, limitando el lugar del combate. No podría seguir huyendo.
“Al fin y al cabo, no es más grande que yo...”.
Anselmo tomó impulso contra la pared metálica y contraatacó.
Eludió un tentáculo y descargó el puño contra la cabeza de los grandes ojos.
Hori reculó, Anselmo volvió a golpear a la cabeza, Hori trastrabilló.
Anselmo repitió el golpe, pero se apuró demasiado, él no era boxeador, el puño pasó de largo.
Y algo duro, sólido como el acero, lo sujetó por los muslos. Un tentáculo...
Dos rápidos golpes al corpacho velludo, la boca de los dientes desiguales soltó un resoplido pero otro tentáculo inmovilizó el brazo izquierdo de Anselmo.
Forcejeó con desesperación, perdió el equilibrio, los dos cayeron sobre el piso pulido, Anselmo debajo.
Trató de librarse pero no pudo, los tentáculos lo inmovilizaban con firmeza.
La boca de los dientes desiguales se entreabría, cada vez más cerca de su rostro.
Anselmo hizo un esfuerzo, logró apartarse algo. Tenía todavía la derecha libre, si pudiera volver a golpearlo...
Pero... ¿y eso?
La ventosa junto al cuello de Hori... Casi le estaba tocando ahora la cara...
Un olor penetrante.
“Parece éter...”.
Se revolvió una vez más, casi liberó una pierna, pero el tentáculo volvió a sujetarlo. Quedó casi de bruces, con Hori encima, aplastándolo con su peso.
Y la ventosa que volvía, a buscarle la cara...
La mano derecha le había quedado bajo el cuerpo, trató una vez más de liberarla. Algo duro le lastimó la muñeca, el encendedor que tenía en el bolsillo...
La ventosa le tocaba ya la mejilla, más olor a éter, se sintió embriagar, se revolvió frenético, logró apartar la cabeza unos centímetros.
Pero la ventosa siguió acercándose. Comprendió que quería adormecerlo. Para que quedara indefenso. Sería un sueño sin despertar...
Hilda y Ernestito...
Una idea le centelleó en la angustia de la desesperación, con un supremo esfuerzo se hizo algo a un lado, consiguió liberar la mano derecha, ya tenía en ella el encendedor.
Metió el puño en la ventosa, apretó el disparador del encendedor.
Una detonación apagada, como un gran bufido, un golpe de aire caliente en el rostro de Anselmo.
Aturdido, tardó en reaccionar.
Ya los tentáculos no lo oprimían más.
El Hori no se movía.
Con un esfuerzo se lo fue sacando de encima.
Se incorporó con trabajo, todo el cuerpo le temblaba.
El Hori siguió sin moverse. Lo tocó con el pie, no hubo reacción. Algo oscuro le salía por la ventosa, era una mancha que crecía y crecía. El Hori estaba muerto, no cabía duda.
Miró a los lados, había como un violento zumbido en el aire.
Una luz vivísima lo envolvió, un torbellino...
***
–¿Mucho sueño, eh? ¡No hay que correrla tanto de noche! –Anselmo se despertó con un sobresalto.
Estaba en la Costanera, sentado al volante de la chatita. Un “zorro gris” se apoyaba en la ventanilla.
–Debería cobrarle multa por estacionar en lugar prohibido... Pero hoy me pescó de buenas... Váyase en seguida, antes de que aparezca un inspector.
Aceleró, no mucho, estaba tan aturdido todavía...
Notó algo raro en el coche, como si fuera muy cargado. ¿Tendría acaso alguna goma baja?
Se detuvo, echó un vistazo a las ruedas. Y entonces las vio. Una cantidad de estatuitas, a cual más extraña, como escapadas de la mente de un escultor borracho.
Recordó... ¿Sería aquélla la fortuna de Hori? Entonces... ¿no había sido un sueño el combate a muerte?
Miró en derredor, nadie venía a reclamar las estatuas... eran suyas, no cabía duda...
Se alzó de hombros. Si el señor Massini no quería los enanitos pintados, ya tenía con qué reemplazarlos y dejarlo contento.
Las razones y la historia de este texto
Este es un cuento fantástico de tinte localista en el que Oesterheld utiliza uno de sus argumentos preferidos: hace que la rutina cotidiana de un hombre común se vea interrumpida por un enemigo extraterrestre que lo obliga a enfrentar –sin elegirla ni esperarla– una situación límite que jamás imaginó.
Dado que se trata de un relato que permanecía inédito hasta hoy y que sólo llegó hasta nosotros sin título (el título del relato nos lo facilitó Felipe Ávila, que contaba con una versión diferente de este texto) y en páginas mecanografiadas halladas entre los manuscritos de Héctor, resulta imposible determinar con certeza la fecha en que fue redactado. Al dorso de una de esas páginas, sin embargo, figuran borradores a mano alzada de tres de los “supercortos” que conforman “Sondas” (“Sondas”, serie que abarca los cuatro “supercortos”: “Ciencia”, “Amor”, “Génesis” y “Exilio”. Publicada por primera vez en la antología de ciencia ficción titulada Los argentinos en la Luna, de 1968). Presumimos por ende que “La trampa y el arma” data de algún momento entre 1965 y 1968.
21/12/14 Miradas al Sur
Crisis del capitalismo e inclusión social Por Mónica Peralta Ramos *
La temperatura política del momento que vivimos lleva, muchas veces, a perder de vista la esencia de los problemas que enfrentamos. Esta reside, en última instancia, en las formas de organización social y en los valores que engendran y reproducen diariamente. De dónde venimos, por qué somos lo que somos y hacia dónde vamos: éstos son los interrogantes que los seres humanos se formulan desde el origen del tiempo. En su búsqueda de respuesta, la humanidad se ha dado formas de organización social que cristalizan la identidad colectiva y plasman relaciones de poder específicas a cada época y lugar. En las sociedades modernas, la necesidad de maximizar ganancias individuales en el mercado es el principio que organiza la producción y la apropiación del excedente económico. Este principio ha configurado una estructura de poder cuyo núcleo central hoy reside en el dominio monopólico de distintos aspectos de la vida social. Los limites de esta estructura de poder salen a la luz del día a través de una crisis de índole económica, política y cultural. Esta crisis no nació de un día para el otro. Afecta al mundo entero, pero su esencia permanece fuera de discusión y muy poca información circula sobre ella.
El control monopólico de recursos estratégicos de la vida social pone en evidencia la prevalencia descontrolada de los intereses individuales por encima del interés general de la sociedad y la consiguiente erosión del contrato social que dio origen al Estado moderno. La búsqueda de ganancias ilimitadas ha dado lugar a una irracionalidad social que estalla en conflictos sin aparente salida. En lo que sigue intentaremos analizar algunas características del crecimiento económico de los países más desarrollados que, a nuestro entender, provocan una creciente irracionalidad social que afecta al mundo entero.
Acumulación intensiva en capital, restricción del mercado de trabajo, estancamiento y caída de los salarios, sobreproducción, deflación y caída de la inversión productiva son algunos de los rasgos que han caracterizado la economía de los países centrales en las ultimas décadas. La búsqueda de solución a estos problemas ha seguido distintas vías: desde las inversiones directas en regiones más atrasadas y la integración de la producción mundial a cadenas globales de valor, hasta el impulso dado al gasto militar, al enorme gasto superfluo y al consumo masivo a partir del endeudamiento creciente de la población.
Estos procesos desencadenaron un acelerado incremento de la especulación financiera y del endeudamiento de las economías centrales. La puesta en escena de una alocada ingeniería de transacciones con derivados financieros (instrumentos de distinto tipo cuyo valor deriva del valor de otro activo subyacente: acciones, bonos corporativos, bonos soberanos, swaps de tasas de interés, crédit default swaps etc.) produjo una acumulación de deuda “basura” imposible de respaldar con activos y llevó al sistema financiero norteamericano al borde del colapso en el 2008. (M. Peralta Ramos, Página/12, 15.7.2014)
Con el fin de superar la crisis, la Reserva Federal adoptó una política de facilitación monetaria (quantitative easing) cuyo resultado ha sido un aumento de la concentración del capital, del endeudamiento y del riesgo de default. En efecto, la deuda total norteamericana es hoy veintisiete veces superior a lo que era hace cuatro décadas y la deuda pública ha crecido exponencialmente pasando de cinco trillones y medio en el 2000 a los 18 trillones de dólares de hoy día (www.treasurydirect.gov). Desde el 2008 a la fecha han desaparecido mil cuatrocientos bancos y los activos de los seis bancos más grandes han crecido 37 por ciento. Hoy estos bancos concentran el 67 por ciento de los activos del sistema financiero y el 42 por ciento de los préstamos. Un solo banco tiene un tercio de los préstamos y otro banco controla el 12 por ciento del dinero en circulación (S. Gandel, fortune.com 13/09/2013). La deuda con derivados de los veinticinco bancos más grandes asciende a 236 trillones de dólares. La proporción de esta deuda en relación con los activos financieros de estos bancos es de 25 a 1. (OCC’s Quarterly Report on Bank Trading and Derivatives Activities, 2Q 2014). Sin embargo, estos datos subestiman la situación pues la mayor parte de estas transacciones no son reguladas y permanecen en la oscuridad.
La fragilidad del sistema financiero norteamericano se replica a nivel de las finanzas internacionales. Mientras el PBI mundial es de 72 trillones de dólares, la deuda global con derivados supera ampliamente los 700 trillones de dólares (Bank of International Settlements, 8 de mayo de 2014). El endeudamiento con derivados del mayor banco europeo, el Deutsche Bank, asciende a 75 trillones de dólares, monto que es veinte veces superior al PBI de Alemania (T. Durden www.zerohed ge.com, 29.4. 2014). La insolvencia de los principales bancos europeos ha llevado recientemente al Banco Central Europeo a adoptar medidas de salvataje similares a las que adoptara en 2008 la Reserva Federal en los Estados Unidos.
La actividad económica de los países más desarrollados está pues estrechamente ligada al endeudamiento masivo y a la especulación financiera con derivados. Los principales bancos del sistema financiero internacional están seriamente endeudados, con enorme exposición de sus activos. La intervención económica de la banca central de estos países no sólo ha salvado a los grandes bancos del default sino que ha impulsado el aumento de su control sobre el sistema financiero. Esta intervención destruye el mito capitalista de la “mano invisible” del mercado y expone la irracionalidad social de un sistema financiero cuyo único norte es la ganancia especulativa a partir del endeudamiento masivo.
La contrapartida de este casino financiero es la persistencia del estancamiento de la producción. Las inversiones productivas a nivel mundial son hoy un 40 por ciento inferiores a las existentes al momento de la crisis. La recesión y la deflación amenazan a las economías de los países centrales y tienen un impacto devastador sobre el empleo y los salarios. Esto ocurre conjuntamente con la introducción de alta tecnología e inteligencia artificial a los procesos productivos. La robotización del proceso de trabajo explica el 60 por ciento de la pérdida del empleo industrial en los Estados Unidos entre el 2000 y el 2010. Sólo el 20 por ciento de la pérdida de empleo industrial se debe a la relocalización de empresas en países con mano de obra más barata. (A Regalado, tecnhologyreview.com 16.1. 2013). Esta robotización se expande hoy a otras áreas de actividad, desde el transporte, logística y comercio hasta la ciencia y la ingeniería. Se estima que, dentro de veinte años, el 47 por ciento del total del empleo norteamericano será automatizado (C. Frey y M. Osborne, Oxford University www. futuretech.ox.ac.uk, 17 de septiembre de 2013). La introducción de alta tecnología persigue la disminución de costos, especialmente del costo laboral. Sin embargo, al impactar negativamente sobre el empleo y los salarios termina afectando a la demanda y a la propia inversión productiva. La necesidad de reducir costos bloquea la inclusión social y acelera la desigualdad en la distribución de los ingresos.
Por otra parte, estudios recientes de la distribución de las ganancias y del patrimonio en los países desarrollados a lo largo de tres siglos muestran que el capital genera creciente desigualdad social. Muestran además que la base de la riqueza ha sido y sigue siendo la herencia y la propiedad y que el progreso no depende del trabajo y del mérito individual. (T. Picketty, El Capital en el siglo XXI, 2014; E Saez y G Zucman nber.org/pa pers/w20625).
Hoy el 20 por ciento de la población de los Estados Unidos posee el 89 por ciento de la riqueza de dicho país. El 11 por ciento restante se distribuye entre el 80 por ciento de la población norteamericana. (G. Domhoff, Wealth Income and power, www.whorulesameri ca.net 16.7.2014). La concentración de la riqueza sin embargo es aún mayor de lo que indican estos datos: el uno por ciento del sector más rico norteamericano posee el 35.4 por ciento de la riqueza y ha capturado el 95 por ciento del total del crecimiento económico del país posterior a la crisis del 2008. Las tendencias a la desigualdad social se replican en los países más desarrollados de Europa (OECD, Directorate For Employment Labour and Social Affairs, mayo de 2014). Hoy día casi la mitad de la riqueza mundial es propiedad del 1 por ciento de la población (Oxfam 20.1.2014).
Es evidente, entonces, que no hay una “mano invisible del mercado” ordenando a la sociedad. Tampoco existe un “derrame” (trickle down) del progreso económico a partir del mérito y del esfuerzo individual. En lugar de estos mitos del capitalismo encontramos una activa intervención del Estado en la economía de los países centrales impulsando la concentración del capital y el endeudamiento masivo. Estos son los mecanismos que reproducen una estructura de poder asentada en una creciente desigualdad en la distribución de la riqueza y de los ingresos. El nudo gordiano que bloquea nuestro desarrollo (M. Peralta Ramos, Página/12 13/11/2011, 20/1/2014; y 14/3/2014) hunde sus raíces en esa estructura de poder mundial. Esta ha dejado su rastro indeleble en el control monopólico de sectores claves de la economía y de la sociedad, en la dependencia tecnológica de nuestro desarrollo industrial y agropecuario, en el ataque de los fondos buitres a la deuda externa reestructurada.
La estructura de poder local ha adquirido mucha visibilidad a lo largo del año que termina. El ataque del poder concentrado a la política oficial ha contribuido a mostrar los mecanismos económicos que se utilizan para desestabilizar políticamente. Sin embargo, más allá de lo que se piense respecto de lo que este gobierno podría haber hecho y no hizo o hizo mal, el liderazgo de CFK ha contribuido en forma decisiva a iluminar la estructura de poder. Con definiciones políticas cada vez más claras y apoyándose en la movilización de la militancia supo mantener la iniciativa política ante el embate corporativo. A fin de contrarrestarlo, en los últimos meses el Gobierno ha empezado a ejercer mayor control sobre las actividades ilícitas de los más poderosos en el mercado de cambios, en las finanzas, en el comercio exterior y en la cuestión impositiva. La investigación de las “cuentas suizas,” destino de una sangría de impuestos evadidos de enorme magnitud, constituye un hito inédito en la historia contemporánea.
La víspera electoral y el aleteo de los buitres internos y externos auguran un futuro inmediato complicado. De ahí la necesidad de contrarrestar el embate corporativo y mediático informando sobre lo que ocurre en los países centrales, meca de la “sociedad de consumo” a la cual aspiran vastos sectores sociales. De ahí también la importancia de impulsar la participación de la población en un amplio debate sobre la crisis, sus causas y su impacto, tanto en nuestro país como en los países desarrollados. Esta discusión trasciende el episodio electoral. Insumirá su tiempo y seguramente dará lugar a interrogantes cuya respuesta hoy desconocemos. Sin embargo, esto no puede desanimarnos. Atreverse a pensar es comenzar a conocer. Sólo conociendo las causas de nuestros problemas podremos eventualmente superarlos.
* Socióloga. Autora de La Economía Política argentina. Poder y clases sociales.
06/01/15 Página|12
El control monopólico de recursos estratégicos de la vida social pone en evidencia la prevalencia descontrolada de los intereses individuales por encima del interés general de la sociedad y la consiguiente erosión del contrato social que dio origen al Estado moderno. La búsqueda de ganancias ilimitadas ha dado lugar a una irracionalidad social que estalla en conflictos sin aparente salida. En lo que sigue intentaremos analizar algunas características del crecimiento económico de los países más desarrollados que, a nuestro entender, provocan una creciente irracionalidad social que afecta al mundo entero.
Acumulación intensiva en capital, restricción del mercado de trabajo, estancamiento y caída de los salarios, sobreproducción, deflación y caída de la inversión productiva son algunos de los rasgos que han caracterizado la economía de los países centrales en las ultimas décadas. La búsqueda de solución a estos problemas ha seguido distintas vías: desde las inversiones directas en regiones más atrasadas y la integración de la producción mundial a cadenas globales de valor, hasta el impulso dado al gasto militar, al enorme gasto superfluo y al consumo masivo a partir del endeudamiento creciente de la población.
Estos procesos desencadenaron un acelerado incremento de la especulación financiera y del endeudamiento de las economías centrales. La puesta en escena de una alocada ingeniería de transacciones con derivados financieros (instrumentos de distinto tipo cuyo valor deriva del valor de otro activo subyacente: acciones, bonos corporativos, bonos soberanos, swaps de tasas de interés, crédit default swaps etc.) produjo una acumulación de deuda “basura” imposible de respaldar con activos y llevó al sistema financiero norteamericano al borde del colapso en el 2008. (M. Peralta Ramos, Página/12, 15.7.2014)
Con el fin de superar la crisis, la Reserva Federal adoptó una política de facilitación monetaria (quantitative easing) cuyo resultado ha sido un aumento de la concentración del capital, del endeudamiento y del riesgo de default. En efecto, la deuda total norteamericana es hoy veintisiete veces superior a lo que era hace cuatro décadas y la deuda pública ha crecido exponencialmente pasando de cinco trillones y medio en el 2000 a los 18 trillones de dólares de hoy día (www.treasurydirect.gov). Desde el 2008 a la fecha han desaparecido mil cuatrocientos bancos y los activos de los seis bancos más grandes han crecido 37 por ciento. Hoy estos bancos concentran el 67 por ciento de los activos del sistema financiero y el 42 por ciento de los préstamos. Un solo banco tiene un tercio de los préstamos y otro banco controla el 12 por ciento del dinero en circulación (S. Gandel, fortune.com 13/09/2013). La deuda con derivados de los veinticinco bancos más grandes asciende a 236 trillones de dólares. La proporción de esta deuda en relación con los activos financieros de estos bancos es de 25 a 1. (OCC’s Quarterly Report on Bank Trading and Derivatives Activities, 2Q 2014). Sin embargo, estos datos subestiman la situación pues la mayor parte de estas transacciones no son reguladas y permanecen en la oscuridad.
La fragilidad del sistema financiero norteamericano se replica a nivel de las finanzas internacionales. Mientras el PBI mundial es de 72 trillones de dólares, la deuda global con derivados supera ampliamente los 700 trillones de dólares (Bank of International Settlements, 8 de mayo de 2014). El endeudamiento con derivados del mayor banco europeo, el Deutsche Bank, asciende a 75 trillones de dólares, monto que es veinte veces superior al PBI de Alemania (T. Durden www.zerohed ge.com, 29.4. 2014). La insolvencia de los principales bancos europeos ha llevado recientemente al Banco Central Europeo a adoptar medidas de salvataje similares a las que adoptara en 2008 la Reserva Federal en los Estados Unidos.
La actividad económica de los países más desarrollados está pues estrechamente ligada al endeudamiento masivo y a la especulación financiera con derivados. Los principales bancos del sistema financiero internacional están seriamente endeudados, con enorme exposición de sus activos. La intervención económica de la banca central de estos países no sólo ha salvado a los grandes bancos del default sino que ha impulsado el aumento de su control sobre el sistema financiero. Esta intervención destruye el mito capitalista de la “mano invisible” del mercado y expone la irracionalidad social de un sistema financiero cuyo único norte es la ganancia especulativa a partir del endeudamiento masivo.
La contrapartida de este casino financiero es la persistencia del estancamiento de la producción. Las inversiones productivas a nivel mundial son hoy un 40 por ciento inferiores a las existentes al momento de la crisis. La recesión y la deflación amenazan a las economías de los países centrales y tienen un impacto devastador sobre el empleo y los salarios. Esto ocurre conjuntamente con la introducción de alta tecnología e inteligencia artificial a los procesos productivos. La robotización del proceso de trabajo explica el 60 por ciento de la pérdida del empleo industrial en los Estados Unidos entre el 2000 y el 2010. Sólo el 20 por ciento de la pérdida de empleo industrial se debe a la relocalización de empresas en países con mano de obra más barata. (A Regalado, tecnhologyreview.com 16.1. 2013). Esta robotización se expande hoy a otras áreas de actividad, desde el transporte, logística y comercio hasta la ciencia y la ingeniería. Se estima que, dentro de veinte años, el 47 por ciento del total del empleo norteamericano será automatizado (C. Frey y M. Osborne, Oxford University www. futuretech.ox.ac.uk, 17 de septiembre de 2013). La introducción de alta tecnología persigue la disminución de costos, especialmente del costo laboral. Sin embargo, al impactar negativamente sobre el empleo y los salarios termina afectando a la demanda y a la propia inversión productiva. La necesidad de reducir costos bloquea la inclusión social y acelera la desigualdad en la distribución de los ingresos.
Por otra parte, estudios recientes de la distribución de las ganancias y del patrimonio en los países desarrollados a lo largo de tres siglos muestran que el capital genera creciente desigualdad social. Muestran además que la base de la riqueza ha sido y sigue siendo la herencia y la propiedad y que el progreso no depende del trabajo y del mérito individual. (T. Picketty, El Capital en el siglo XXI, 2014; E Saez y G Zucman nber.org/pa pers/w20625).
Hoy el 20 por ciento de la población de los Estados Unidos posee el 89 por ciento de la riqueza de dicho país. El 11 por ciento restante se distribuye entre el 80 por ciento de la población norteamericana. (G. Domhoff, Wealth Income and power, www.whorulesameri ca.net 16.7.2014). La concentración de la riqueza sin embargo es aún mayor de lo que indican estos datos: el uno por ciento del sector más rico norteamericano posee el 35.4 por ciento de la riqueza y ha capturado el 95 por ciento del total del crecimiento económico del país posterior a la crisis del 2008. Las tendencias a la desigualdad social se replican en los países más desarrollados de Europa (OECD, Directorate For Employment Labour and Social Affairs, mayo de 2014). Hoy día casi la mitad de la riqueza mundial es propiedad del 1 por ciento de la población (Oxfam 20.1.2014).
Es evidente, entonces, que no hay una “mano invisible del mercado” ordenando a la sociedad. Tampoco existe un “derrame” (trickle down) del progreso económico a partir del mérito y del esfuerzo individual. En lugar de estos mitos del capitalismo encontramos una activa intervención del Estado en la economía de los países centrales impulsando la concentración del capital y el endeudamiento masivo. Estos son los mecanismos que reproducen una estructura de poder asentada en una creciente desigualdad en la distribución de la riqueza y de los ingresos. El nudo gordiano que bloquea nuestro desarrollo (M. Peralta Ramos, Página/12 13/11/2011, 20/1/2014; y 14/3/2014) hunde sus raíces en esa estructura de poder mundial. Esta ha dejado su rastro indeleble en el control monopólico de sectores claves de la economía y de la sociedad, en la dependencia tecnológica de nuestro desarrollo industrial y agropecuario, en el ataque de los fondos buitres a la deuda externa reestructurada.
La estructura de poder local ha adquirido mucha visibilidad a lo largo del año que termina. El ataque del poder concentrado a la política oficial ha contribuido a mostrar los mecanismos económicos que se utilizan para desestabilizar políticamente. Sin embargo, más allá de lo que se piense respecto de lo que este gobierno podría haber hecho y no hizo o hizo mal, el liderazgo de CFK ha contribuido en forma decisiva a iluminar la estructura de poder. Con definiciones políticas cada vez más claras y apoyándose en la movilización de la militancia supo mantener la iniciativa política ante el embate corporativo. A fin de contrarrestarlo, en los últimos meses el Gobierno ha empezado a ejercer mayor control sobre las actividades ilícitas de los más poderosos en el mercado de cambios, en las finanzas, en el comercio exterior y en la cuestión impositiva. La investigación de las “cuentas suizas,” destino de una sangría de impuestos evadidos de enorme magnitud, constituye un hito inédito en la historia contemporánea.
La víspera electoral y el aleteo de los buitres internos y externos auguran un futuro inmediato complicado. De ahí la necesidad de contrarrestar el embate corporativo y mediático informando sobre lo que ocurre en los países centrales, meca de la “sociedad de consumo” a la cual aspiran vastos sectores sociales. De ahí también la importancia de impulsar la participación de la población en un amplio debate sobre la crisis, sus causas y su impacto, tanto en nuestro país como en los países desarrollados. Esta discusión trasciende el episodio electoral. Insumirá su tiempo y seguramente dará lugar a interrogantes cuya respuesta hoy desconocemos. Sin embargo, esto no puede desanimarnos. Atreverse a pensar es comenzar a conocer. Sólo conociendo las causas de nuestros problemas podremos eventualmente superarlos.
* Socióloga. Autora de La Economía Política argentina. Poder y clases sociales.
06/01/15 Página|12
Año nuevo, problemas viejos Por Jorge Muracciole
El 2015 no avizora cambios en la vida cotidiana de los habitantes del maltratado planeta a pesar del estado de situación al que llevó el modelo civilizatorio imperante en el mundo globalizado.
ás allá de los componentes simbólicos, y de los deseos genuinos de la grandes mayorías del planeta, que el nuevo año traiga en sus alforjas soluciones o por lo menos morigere sus carencias. El 2015 a escala planetaria no avizora cambios trascendentes en la vida cotidiana de los habitantes del maltratado planeta Tierra. Si intentamos abordar los problemás esenciales pendientes de resolución y sus perspectivas para el nuevo año, nos permitirá concebir en su real magnitud el estado de situación al que nos ha llevado el modelo civilizatorio imperante en el mundo globalizado. Si comenzamos por la dimensión ecológica, el problema irresuelto de la contaminación ambiental y el consecuente cambio climático, no sólo no ha disminuido sino que el efecto invernadero generado por los gases contaminantes producidos por el accionar desaprensivo de un modelo de desarrollo basado en los combustibles fósiles. Han generado como consecuencia el aumento de la temperatura del aire y de los océanos, el derretimiento de hielos y glaciares, y el crecimiento de los niveles del mar a nivel mundial junto a otras diversas señales claras de cambio.
Mientras tanto, en la Conferencia de las Naciones para el Cambio Climático, realizada hace unas semanas en la ciudad de Lima, los representantes de 194 gobiernos, no han cumplido con sus objetivos preparatorios para el encuentro de París, a realizarse en el curso del presente año. Según el informe de los expertos en el tema, la contaminación siguió avanzando desde el lejano e incumplido acuerdo de Kioto, principalmente por EE UU y China. En dicha Conferencia no se ha logrado un acuerdo sostenible entre los intereses de los países más desarrollados y las restricciones que se le intenta imponer a la periferia capitalista, que intenta la vía de un modelo industrializador a imagen y semejanza de la génesis de los países centrales. Según este informe, el estado de situación es que el incremento del dióxido de carbono en el aire no sigue creciendo y esto ha determinado que el aumento de la temperatura global debería limitarse a 2º C para evitar daños irreversibles al planeta.
Si el análisis parte de la dimensión económica, las distintas regiones del planeta culminaron 2014 inmersos en crisis o en serios problemas de estancamiento. El viejo continente desde hace más de un lustro en plena política de austeridad, comandada por la Troika (Banco Central Europeo, el FMI y la Comisión Europea) no sólo afrontará el nuevo año con incertidumbre sino que la crisis política tanto de Grecia como en España, junto con las medidas de cirugía mayor en Italia y la creciente impopularidad del gobierno galo de Françoise Hollande, y su primer ministro social-liberal Manuel Valls, no logran encauzar la economía y revertir la virtual recesión. Con más de 24 millones de trabajadores sin empleo, la desocupación, más que solucionarse, sólo se intenta combatir con los acuerdos empresariales-gubernamentales que apuestan a la creación de empleo precario, violando normas convencionales, en un horizonte que, según las últimas declaraciones del responsable del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, las perspectivas de deflación en la zona euro son algo que se avizora en el presente año, con sus efectos nocivos en la tan anhelada recuperación económica pendiente.
Por otra parte, la marcada reducción del crecimiento de la gran potencia emergente China, y su necesaria re-adecuación en materia de efectos contaminantes de su modelo de desarrollo, es otro elemento significativo a tener en cuenta para cualquier proyección económica del año en curso escala planetaria. Sólo los indicadores favorables de la economía en los EE UU son la excepción, eclipsada por el marcado retroceso electoral del partido gobernante, y los obstáculos que tendrá la administración demócrata ante el bloqueo parlamentario de la oposición republicana hasta el fin de su mandato.
En paralelo las guerras inconclusas son hoy en día el común denominador de las intervenciones de los EE UU, como gendarme imperial desde 2001 a nuestros días; la guerra de Afganistán en su batalla contra los Talibán no sólo no ha concluido sino que sus perspectivas de resolución son a 14 años de iniciada más complejas. La evacuación de las tropas americanas en Irak, con el surgimiento del Estado Islámico y su avance sobre Siria e Irak, ha quedado en la historia y la recurrencia intervencionista de los EE UU es uno de los hechos más destacados que nos acompañará en este nuevo año. Las guerras crónicas en África seguramente se incrementarán desde la intervención francesa en Mali contra los Tuareg, que sigue sin resolverse, hasta el surgimiento de distintas ramas de Al Qaeda en Yemen, Somalia, Irak, Siria y Nigeria. Junto con la emergencia de la guerra secesionista en Ucrania que ha puesto en vilo a la Europa Comunitaria, con el interrogante abierto en relación con el suministro de gas y petróleo, que ha agudizado junto con la baja del precio del petróleo y las sanciones económicas, la crisis de la Federación Rusa, son otros focos de conflicto.
Sumado al nuevo fenómeno de integración a las filas del Estado Islámico de jóvenes nacidos en las entrañas de Europa, con y sin ascendencia musulmana según el informe de distintos gobiernos europeos. Se estima que en 2013 había en Siria un total de 90 milicianos daneses, 184 franceses, 240 alemanes, 30 noruegos, entre 100 y 200 belgas, y 75 suecos. Reino Unido ha dicho que unos 400 británicos han entrado y salido del conflicto. Que abren un panorama preocupante para el año en curso, como claro síntoma de las grietas existentes en el modelo de integración europeo con los millones de inmigrantes arribados a sus tierras desde hace varias décadas.
Infonews
ás allá de los componentes simbólicos, y de los deseos genuinos de la grandes mayorías del planeta, que el nuevo año traiga en sus alforjas soluciones o por lo menos morigere sus carencias. El 2015 a escala planetaria no avizora cambios trascendentes en la vida cotidiana de los habitantes del maltratado planeta Tierra. Si intentamos abordar los problemás esenciales pendientes de resolución y sus perspectivas para el nuevo año, nos permitirá concebir en su real magnitud el estado de situación al que nos ha llevado el modelo civilizatorio imperante en el mundo globalizado. Si comenzamos por la dimensión ecológica, el problema irresuelto de la contaminación ambiental y el consecuente cambio climático, no sólo no ha disminuido sino que el efecto invernadero generado por los gases contaminantes producidos por el accionar desaprensivo de un modelo de desarrollo basado en los combustibles fósiles. Han generado como consecuencia el aumento de la temperatura del aire y de los océanos, el derretimiento de hielos y glaciares, y el crecimiento de los niveles del mar a nivel mundial junto a otras diversas señales claras de cambio.
Mientras tanto, en la Conferencia de las Naciones para el Cambio Climático, realizada hace unas semanas en la ciudad de Lima, los representantes de 194 gobiernos, no han cumplido con sus objetivos preparatorios para el encuentro de París, a realizarse en el curso del presente año. Según el informe de los expertos en el tema, la contaminación siguió avanzando desde el lejano e incumplido acuerdo de Kioto, principalmente por EE UU y China. En dicha Conferencia no se ha logrado un acuerdo sostenible entre los intereses de los países más desarrollados y las restricciones que se le intenta imponer a la periferia capitalista, que intenta la vía de un modelo industrializador a imagen y semejanza de la génesis de los países centrales. Según este informe, el estado de situación es que el incremento del dióxido de carbono en el aire no sigue creciendo y esto ha determinado que el aumento de la temperatura global debería limitarse a 2º C para evitar daños irreversibles al planeta.
Si el análisis parte de la dimensión económica, las distintas regiones del planeta culminaron 2014 inmersos en crisis o en serios problemas de estancamiento. El viejo continente desde hace más de un lustro en plena política de austeridad, comandada por la Troika (Banco Central Europeo, el FMI y la Comisión Europea) no sólo afrontará el nuevo año con incertidumbre sino que la crisis política tanto de Grecia como en España, junto con las medidas de cirugía mayor en Italia y la creciente impopularidad del gobierno galo de Françoise Hollande, y su primer ministro social-liberal Manuel Valls, no logran encauzar la economía y revertir la virtual recesión. Con más de 24 millones de trabajadores sin empleo, la desocupación, más que solucionarse, sólo se intenta combatir con los acuerdos empresariales-gubernamentales que apuestan a la creación de empleo precario, violando normas convencionales, en un horizonte que, según las últimas declaraciones del responsable del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, las perspectivas de deflación en la zona euro son algo que se avizora en el presente año, con sus efectos nocivos en la tan anhelada recuperación económica pendiente.
Por otra parte, la marcada reducción del crecimiento de la gran potencia emergente China, y su necesaria re-adecuación en materia de efectos contaminantes de su modelo de desarrollo, es otro elemento significativo a tener en cuenta para cualquier proyección económica del año en curso escala planetaria. Sólo los indicadores favorables de la economía en los EE UU son la excepción, eclipsada por el marcado retroceso electoral del partido gobernante, y los obstáculos que tendrá la administración demócrata ante el bloqueo parlamentario de la oposición republicana hasta el fin de su mandato.
En paralelo las guerras inconclusas son hoy en día el común denominador de las intervenciones de los EE UU, como gendarme imperial desde 2001 a nuestros días; la guerra de Afganistán en su batalla contra los Talibán no sólo no ha concluido sino que sus perspectivas de resolución son a 14 años de iniciada más complejas. La evacuación de las tropas americanas en Irak, con el surgimiento del Estado Islámico y su avance sobre Siria e Irak, ha quedado en la historia y la recurrencia intervencionista de los EE UU es uno de los hechos más destacados que nos acompañará en este nuevo año. Las guerras crónicas en África seguramente se incrementarán desde la intervención francesa en Mali contra los Tuareg, que sigue sin resolverse, hasta el surgimiento de distintas ramas de Al Qaeda en Yemen, Somalia, Irak, Siria y Nigeria. Junto con la emergencia de la guerra secesionista en Ucrania que ha puesto en vilo a la Europa Comunitaria, con el interrogante abierto en relación con el suministro de gas y petróleo, que ha agudizado junto con la baja del precio del petróleo y las sanciones económicas, la crisis de la Federación Rusa, son otros focos de conflicto.
Sumado al nuevo fenómeno de integración a las filas del Estado Islámico de jóvenes nacidos en las entrañas de Europa, con y sin ascendencia musulmana según el informe de distintos gobiernos europeos. Se estima que en 2013 había en Siria un total de 90 milicianos daneses, 184 franceses, 240 alemanes, 30 noruegos, entre 100 y 200 belgas, y 75 suecos. Reino Unido ha dicho que unos 400 británicos han entrado y salido del conflicto. Que abren un panorama preocupante para el año en curso, como claro síntoma de las grietas existentes en el modelo de integración europeo con los millones de inmigrantes arribados a sus tierras desde hace varias décadas.
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Heroico Paysandú: prólogo de la Guerra del Paraguay Por Javier Trímboli
Hace 150 años Paysandú, sobre el río Uruguay y frente a Entre Ríos, fue víctima del ensañamiento de las fuerzas que poco después arrasarían con el Paraguay de Francisco Solano López. Nuestro vasto rincón del continente accede a una nueva y fundamental instancia de la modernidad política, cultural y económica, a través de una de las experiencias más desgarradoras que, aunque se pretendió desactivar, sigue animándonos.
Desde los primeros días del mes de diciembre de 1864, la ciudad oriental de Paysandú es asediada sin pausa y sometida a la destrucción. Los bombardeos parten desde la escuadra bien pertrechada que ocupa el río Uruguay. Esta vez no se trata de embarcaciones francesas o inglesas, sino de Brasil, del Imperio de Brasil. Por tierra la acechan tropas compuestas también por orientales pero, las que definen la superioridad que es inmensa, son nuevamente las brasileñas, imperiales. La rendición incondicional del millar de hombres que han quedado en su defensa es el objetivo. La caída de Paysandú sería ejemplar y dejaría abierto el camino hacia Montevideo.
¿Cómo se llega a semejante batalla que, de tan despareja, hace dudar de que le corresponda ese nombre? Año y medio atrás, en abril de 1863, uno de los principales generales de Mitre, el uruguayo Venancio Flores, zarpa desde Buenos Aires en un barco de la armada. Está decidido a emprender la guerra contra el gobierno legítimo de su país, el de Bernardo Berro y el Partido Blanco. Los blancos son los federales de nuestra tradición política, se ligan con Artigas, con los “treinta y tres orientales” y Oribe pero, acorde con la hora que corre, con moderación. Junto al único jefe que reconoce, Flores viene de combatir en Pavón y de protagonizar la masacre de Cañada de Gómez. A la expedición la bautizan “Cruzada Libertadora”. Banderas de fondo colorado con derroche de cruces. Un incidente minúsculo entre el gobierno blanco y la Iglesia alienta esta identificación.
Que sepamos, en junio y septiembre de 1955 no se cita este antecedente, sin embargo, ante la escasez de recursos ideológicos, el aire de familia es innegable.
Después de que Urquiza abandona el campo de batalla de Pavón, el liberalismo argentino se anima a todo. Las montoneras y el Chacho son perseguidos en Cuyo y La Rioja. En cuanto a la Cruzada Libertadora, Mitre se hace el distraído. Simula preocupaciones de alta política y deja a la vez que La Nación Argentina desde sus páginas le clave banderillas a Berro y bañe de ideales civilizatorios la empresa de Venancio Flores. La pieza decisiva, el Imperio de Brasil, se suma en 1864. Es fiel a sus intereses histórico –siempre se quiso engullir a la Banda Oriental-, pero ahora además hay gabinete liberal, con fuerte influencia de los hacendados de Rio Grande. “Californias” llaman a las incursiones en las que ocupan tierras y de las que vuelven con ganado y con algún negro esclavo que se había escapado para ganar un poco de libertad.
Como la del Chacho hasta que su cabeza queda clavada en un poste en Olta, la expectativa de los federales está puesta en Urquiza que parece inmóvil. Sólo Paraguay, gobernado desde 1862 por Solano López, levanta la voz por lo que entiende es la ruptura del equilibrio en el Plata. Y les devuelve el alma a los federales de este lado del Uruguay. Proclama: “Venimos por nuestra voluntad a combatir al infame invasor Venancio Flores y sus hordas de bandoleros alimentados y sostenidos por el oro de nuestros encarnizados enemigos los porteños unitarios. (…) Días más, y el mismo general Urquiza no podrá resistir el jadear de los pueblos que le gritan: ¡Qué hacéis! ¿Por qué dejáis que nos asesinen?” Mientras tanto, en las Puntas del Rosario, junio de 1864, con la excusa que van a mediar, se fragua la alianza que será funesta para Paraguay. Con la presencia del representante de la corona británica, Edward Thornton. Por el norte, en octubre la invasión imperial toma la villa de Melo. En noviembre, Salto.
Diciembre de 1864, el río Uruguay concentra todas las miradas. Sin víveres, sin municiones, en un campo de ruinas, Paysandú resiste, con el general Leandro Gómez a la cabeza. “La contemplación paciente de semejante cuadro era insoportable. Entre Ríos ardía indignado ante el sacrificio de un pueblo hermano, consumado por nación extraña. Urquiza no sabía ya cómo contener a los que no esperaban sino una señal para ir en auxilio de tanto infortunio.” (Victorica)
Algunos como Rafael Hernández cruzan, pero la señal -la decisión política y los recursos- no llega nunca. Endeudado Urquiza con el Imperio desde la campaña que terminará en Caseros, hay pruebas que aporta José María Rosa de que un general del Imperio le compra la caballada de su provincia a precio generoso. El 2 de enero, exhausta, cae Paysandú. Leandro Gómez se rehúsa a entregarse a las fuerzas extranjeras, reclama ser prisionero de sus compatriotas que, lo mismo que a otros tantos, lo fusilan. “El saqueo de la ciudad fue inaudito” escribe Busaniche. Victorica la recorre el 2 de enero: “Paredes demolidas y techos derrumbados demostraban los estragos del bombardeo. A cada paso se encontraban osamentas de animales muertos de hambre o heridos por las balas. Aquello aterraba”. Mitre se enoja con el chileno Vicuña Mackenna que no puede dejar de recordar que el Imperio de Brasil es “esclavócrata” y, en contrapunto, hace el elogio de sus instituciones liberales. Nuevamente un 20 de febrero tropas imperiales ingresan triunfales, esta vez a Montevideo, para lavar la derrota de Ituzaingó. Postergar el episodio de Paysandú cuando se habla de la guerra del Paraguay, busca difuminar todo lo que ésta tuvo de guerra civil. (Alberdi)
Desde que ocurre el sitio y la defensa de Paysandú se lo narra con vena clásica. Nueva Numancia y Troya americana. Hacia ese mismo entonces, Baudelaire inquiere sobre el tema de la belleza y el heroísmo en la vida moderna, donde lo clásico y permanente se combina con lo fugaz y circunstancial. “Heroico Paysandú” cantará Gabino Ezeiza, el Robert Johnson del Plata (Arispe).
Lo interpretará más tarde Gardel y lo aplaudirá Hugo del Carril –que ya es la voz de la Marcha Peronista- en la película de Homero Manzi, El último payador. Rosa una y otra vez habla de la gallardía de los orientales de Paysandú. En su libro sobre América Latina de fines de los sesenta, Halperin Donghi poco dice sobre este episodio; tampoco sobre la guerra que se avecina pero, aunque burlón con la industrialización de la nación gobernada por los López, señala “el heroísmo paraguayo”. A partir de la primavera democrática, aunque se celebrara la modernidad, la mera inquietud por la heroicidad que vive en los acontecimientos dio vergüenza, como una antigualla inconveniente.
En cuanto a Urquiza, en un impresionante cuento del año 1965 -Las actas del juicio- Piglia le hace decir a su matador que en verdad “ya estaba muerto desde antes.” Ni siquiera es un traidor y el drama salpica para todos lados. “Pedí seis hombres y antes de que clareara me apuré a hacerlo, como quien le revienta la cabeza a un potro quebrado”.
Télam
Desde los primeros días del mes de diciembre de 1864, la ciudad oriental de Paysandú es asediada sin pausa y sometida a la destrucción. Los bombardeos parten desde la escuadra bien pertrechada que ocupa el río Uruguay. Esta vez no se trata de embarcaciones francesas o inglesas, sino de Brasil, del Imperio de Brasil. Por tierra la acechan tropas compuestas también por orientales pero, las que definen la superioridad que es inmensa, son nuevamente las brasileñas, imperiales. La rendición incondicional del millar de hombres que han quedado en su defensa es el objetivo. La caída de Paysandú sería ejemplar y dejaría abierto el camino hacia Montevideo.
¿Cómo se llega a semejante batalla que, de tan despareja, hace dudar de que le corresponda ese nombre? Año y medio atrás, en abril de 1863, uno de los principales generales de Mitre, el uruguayo Venancio Flores, zarpa desde Buenos Aires en un barco de la armada. Está decidido a emprender la guerra contra el gobierno legítimo de su país, el de Bernardo Berro y el Partido Blanco. Los blancos son los federales de nuestra tradición política, se ligan con Artigas, con los “treinta y tres orientales” y Oribe pero, acorde con la hora que corre, con moderación. Junto al único jefe que reconoce, Flores viene de combatir en Pavón y de protagonizar la masacre de Cañada de Gómez. A la expedición la bautizan “Cruzada Libertadora”. Banderas de fondo colorado con derroche de cruces. Un incidente minúsculo entre el gobierno blanco y la Iglesia alienta esta identificación.
Que sepamos, en junio y septiembre de 1955 no se cita este antecedente, sin embargo, ante la escasez de recursos ideológicos, el aire de familia es innegable.
Después de que Urquiza abandona el campo de batalla de Pavón, el liberalismo argentino se anima a todo. Las montoneras y el Chacho son perseguidos en Cuyo y La Rioja. En cuanto a la Cruzada Libertadora, Mitre se hace el distraído. Simula preocupaciones de alta política y deja a la vez que La Nación Argentina desde sus páginas le clave banderillas a Berro y bañe de ideales civilizatorios la empresa de Venancio Flores. La pieza decisiva, el Imperio de Brasil, se suma en 1864. Es fiel a sus intereses histórico –siempre se quiso engullir a la Banda Oriental-, pero ahora además hay gabinete liberal, con fuerte influencia de los hacendados de Rio Grande. “Californias” llaman a las incursiones en las que ocupan tierras y de las que vuelven con ganado y con algún negro esclavo que se había escapado para ganar un poco de libertad.
Como la del Chacho hasta que su cabeza queda clavada en un poste en Olta, la expectativa de los federales está puesta en Urquiza que parece inmóvil. Sólo Paraguay, gobernado desde 1862 por Solano López, levanta la voz por lo que entiende es la ruptura del equilibrio en el Plata. Y les devuelve el alma a los federales de este lado del Uruguay. Proclama: “Venimos por nuestra voluntad a combatir al infame invasor Venancio Flores y sus hordas de bandoleros alimentados y sostenidos por el oro de nuestros encarnizados enemigos los porteños unitarios. (…) Días más, y el mismo general Urquiza no podrá resistir el jadear de los pueblos que le gritan: ¡Qué hacéis! ¿Por qué dejáis que nos asesinen?” Mientras tanto, en las Puntas del Rosario, junio de 1864, con la excusa que van a mediar, se fragua la alianza que será funesta para Paraguay. Con la presencia del representante de la corona británica, Edward Thornton. Por el norte, en octubre la invasión imperial toma la villa de Melo. En noviembre, Salto.
Diciembre de 1864, el río Uruguay concentra todas las miradas. Sin víveres, sin municiones, en un campo de ruinas, Paysandú resiste, con el general Leandro Gómez a la cabeza. “La contemplación paciente de semejante cuadro era insoportable. Entre Ríos ardía indignado ante el sacrificio de un pueblo hermano, consumado por nación extraña. Urquiza no sabía ya cómo contener a los que no esperaban sino una señal para ir en auxilio de tanto infortunio.” (Victorica)
Algunos como Rafael Hernández cruzan, pero la señal -la decisión política y los recursos- no llega nunca. Endeudado Urquiza con el Imperio desde la campaña que terminará en Caseros, hay pruebas que aporta José María Rosa de que un general del Imperio le compra la caballada de su provincia a precio generoso. El 2 de enero, exhausta, cae Paysandú. Leandro Gómez se rehúsa a entregarse a las fuerzas extranjeras, reclama ser prisionero de sus compatriotas que, lo mismo que a otros tantos, lo fusilan. “El saqueo de la ciudad fue inaudito” escribe Busaniche. Victorica la recorre el 2 de enero: “Paredes demolidas y techos derrumbados demostraban los estragos del bombardeo. A cada paso se encontraban osamentas de animales muertos de hambre o heridos por las balas. Aquello aterraba”. Mitre se enoja con el chileno Vicuña Mackenna que no puede dejar de recordar que el Imperio de Brasil es “esclavócrata” y, en contrapunto, hace el elogio de sus instituciones liberales. Nuevamente un 20 de febrero tropas imperiales ingresan triunfales, esta vez a Montevideo, para lavar la derrota de Ituzaingó. Postergar el episodio de Paysandú cuando se habla de la guerra del Paraguay, busca difuminar todo lo que ésta tuvo de guerra civil. (Alberdi)
Desde que ocurre el sitio y la defensa de Paysandú se lo narra con vena clásica. Nueva Numancia y Troya americana. Hacia ese mismo entonces, Baudelaire inquiere sobre el tema de la belleza y el heroísmo en la vida moderna, donde lo clásico y permanente se combina con lo fugaz y circunstancial. “Heroico Paysandú” cantará Gabino Ezeiza, el Robert Johnson del Plata (Arispe).
Lo interpretará más tarde Gardel y lo aplaudirá Hugo del Carril –que ya es la voz de la Marcha Peronista- en la película de Homero Manzi, El último payador. Rosa una y otra vez habla de la gallardía de los orientales de Paysandú. En su libro sobre América Latina de fines de los sesenta, Halperin Donghi poco dice sobre este episodio; tampoco sobre la guerra que se avecina pero, aunque burlón con la industrialización de la nación gobernada por los López, señala “el heroísmo paraguayo”. A partir de la primavera democrática, aunque se celebrara la modernidad, la mera inquietud por la heroicidad que vive en los acontecimientos dio vergüenza, como una antigualla inconveniente.
En cuanto a Urquiza, en un impresionante cuento del año 1965 -Las actas del juicio- Piglia le hace decir a su matador que en verdad “ya estaba muerto desde antes.” Ni siquiera es un traidor y el drama salpica para todos lados. “Pedí seis hombres y antes de que clareara me apuré a hacerlo, como quien le revienta la cabeza a un potro quebrado”.
Télam
CFK DIXIT
Cristina Fernandez de Kirchner agregó 2 fotos nuevas.
Olivos. Me alcanzan comentarios de vocero de Radio Buitre de hoy por la mañana. Tema económico sobre temporada turística en Argentina. Textual: ”Estoy en la Costa Atlántica. No sabés lo que es la calle acá. Explotan Pinamar y Cariló. No se puede caminar por la gente que hay. Esto es claramente consecuencia del "cepo" cambiario y de la devaluación del peso.” Textual.
No se puede creer!!!! Vos decís que haya tanta gente? No! Lo que no se puede creer es que las cosas buenas que pasan en la Argentina son resultado de las “cosas malas” que “hace” el Gobierno… o sea que los argentinos veranean no porque tienen poder adquisitivo, y por eso Mar Del Plata batió el récord histórico en diciembre con ingreso de 840.000 turistas, sino, según Radio Buitre, por el “cepo” y la devaluación.
Se ve que los que trabajan para el monopolio tienen prohibido leer otros diarios, o no saben inglés… Por qué decís lo de inglés? Y, porque no deben haber leído el Buenos Aires Herald del día 2/1/15. Sí, el que se publica acá en Argentina. Sí, así como lo leés: “Turistas argentinos rankean terceros en Miami”… Y además, por si no te alcanza el título, el articulo sigue: “Son el 14º contribuyente más grande al mercado norteamericano de turismo. Mientras que los visitantes continúan aumentando.” Leíste bien no? Te repito, en turismo: 3º en Miami y 14º en EEUU… Te aclaro que en la ONU están registrados 193 países. Qué tal? Ni “cepo”, ni devaluación: Poder adquisitivo y políticas públicas de Gobierno, salario mínimo, vital y móvil más importante de la región, inclusión y movilidad jubilatoria, aumentos salariales en convenciones colectivas de trabajo como en ninguna parte del mundo, etc.
Ah! Antes de que me olvide, con tantas cosas... Recaudación tributaria de diciembre récord, 42,8% más que en diciembre del año pasado, y si querés algo mas… en Recursos Tributarios este diciembre rompimos el récord del mes de julio… en I.V.A neto e Impuesto al Cheque batimos el récord anterior de noviembre de 2014… Son los impuestos que marcan el nivel de actividad económica y sobre todo el fracaso de tanta mala onda, profecías y mentiras de Radio Buitre, “anche” algunos mas.
Bueno, una para la ciencia y el deporte: el ARSAT 1, ya sabés, primer satélite geoestacionario Made in Argentina (es para acompañar al Herald), debuta hoy en trasmisiones deportivas: partido de básquet entre San Lorenzo y Ferro en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA).
Quedate tranquilo que nada de lo que te conté serán “noticias”… Pero que las hay, las hay. Como las brujas, viste? Por favor abstenerse de titular “catarata de tweets de Cristina”. Más creatividad muchachos que empezó el 2015… Perdón, y “muchachas”, también.
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