sábado, 15 de noviembre de 2014
jueves, 13 de noviembre de 2014
La "provocadora" Laura Gutman
La mediática Laura Gutman publicó un artículo sobre el abuso sexual infantil
en el que la autora se reconoce entre los abusadores y los abusados. Por
Santiago Gómez.
Por Santiago Gómez*
La mediática psicopedagoga y escritora Laura Gutman difundió un texto titulado “La sistematización del abuso sexual sobre los niños” que tuvo un merecido rechazo y repudio en los lectores. En él, la autora aborda la sensible problemática del abuso infantil con la liviandad típica de los gurúes y maestros del buen vivir, llámese Bucay, Coelho o la mismísima Laura Gutman. El reconocimiento que estos sujetos tienen en la sociedad debe llamarnos a reflexionar al respecto. La problemática del abuso infantil merece un análisis profundo y cuidadoso, que como bien dice la autora va más allá de las demandas punitivas. El hecho de que la autora escribió su artículo en primera persona, complejiza aún más un análisis sobre el mismo, ya que exige el respetuoso cuidado que merece el testimonio de una víctima de abuso.
La autora se reconoce entre los abusadores y los abusados. Pero eso no nos exime de las críticas pertinentes ante el relativismo cultural que expresa, que nos recuerda a otro “especialista”, el condenado por pedofilia Jorge Corsi, diciendo que "si llevamos las cosas al extremo, tendríamos que decir que San Martín fue un pedófilo porque Remedios tenía 13 años". Sabemos que Laura Gutman no hace más que lucrar con las inseguridades de miles de mujeres que, condicionadas por la venta del ideal de “la buena madre”, con fe intentan alcanzarlo. Son las hijas de la generación "Ser padres hoy", las que compran sus libros.
“Los abusos no los cometemos las personas de mente atormentada”
Con esa frase la autora comienza su artículo, por lo que se presenta entre los que cometen abusos. Se reconoce entre los adultos que se enamoran de niños y de un modo, que no puede generar más que asco, describe el tipo de niños que elige. Afirma que los niños le generan una atracción automática y se pregunta cuál es el problema. Uno de los problemas, además de que es delito, es que esta mujer tiene miles de lectores y atiende. La autora reconoce que cuando se relaciona con un niño tierno, siente deseos de devorarlo y lo devora tocándolo, frotándose contra él, por lo que le compra regalos para que guarde el secreto.
El texto de Laura Gutman es de difícil lectura, por la perversidad del mismo. Describe el patrón difundido de los abusadores que les exigen a los niños no contar nada y se pregunta. “¿Pero acaso no nos damos cuenta que estamos haciendo algo malo? Depende. Podemos percibir que es una relación socialmente condenable. Pero honestamente, también es condenable que nuestra infancia haya sido horrible, que nadie se haya ocupado de nosotros o incluso que la única persona que nos cuidó, nos haya proporcionado amor bajo la misma forma de abuso. ¿Entonces? ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal? Desde nuestro punto de vista de adultos con emocionalidad de niños…sólo tratamos de satisfacer nuestro vacío”. Ante esto solo voy a decir: sé de un abusado, que luego de abusar de una niña, se fue de su ciudad creyendo que así escaparía de sí, y al no poder evitar repetirlo con otra criatura, se suicidó.
No hay “depende” en el abuso
La referencia a “adultos con emocionalidad de niños”, no debe ser tomada más que como una referencia personal de la autora. El abuso sexual de un niño es condenable social y jurídicamente. Lamentamos que la Laura Gutman haya padecido abusos, y alarma que cuestione lo que está bien y lo que está mal, para justificar por qué se frota lo que no debe. Podrán decirme que no se trata de un testimonio, que la narración en primera persona no se trata más que de un recurso literario, pero hasta el momento no leí ningún historiador narrar el nazismo diciendo “nosotros los nazis”. “¿Pero cómo vamos a afirmar algo así tan alegremente, sin tomar en cuenta las horribles repercusiones que tiene el abuso sistemático sobre un niño? Por supuesto que las consecuencias son nefastas. Sin embargo es preciso que comprendamos las dinámicas completas con la lógica que las sostiene, si nos interesa abandonar las instancias cotidianas de dominación”. Esperamos que no haya sido alegremente que escribió un texto como ese.
¿El peligro de comprender al pedófilo?
Entre las respuestas al texto de Laura Gutman, encontramos un artículo en Infobae titulado “Abuso infantil: el peligro de comprender al pedófilo” y citó la declaración de una profesional (a quien no nombro porque no sé si fue así su afirmación), que señaló que el artículo en cuestión “Es un texto que ante todo no piensa en las víctimas. Y lo que hace, con una enorme ligereza y desconocimiento del tema, es ignorar las profundas consecuencias del abuso sexual infantil. Pareciera que el escrito está pensado para comprender la psicología del pedófilo. Y eso es algo grave para quienes trabajamos con víctimas". En lo único que concuerdo de esa afirmación es en la ligereza de Laura Gutman, pero comprender o analizar el comportamiento humano, la psicología humana, aún de los seres humanos más aborrecibles, está dentro del campo de la psicología y el psicoanálisis. Esto no quiere decir que porque uno comprenda justifique. Adentro del campo psi se puede hablar de una perversión, afuera se trata de un o una hijx de puta. Comprender la psicología o la estructura de un sujeto no es grave para quienes trabajamos con víctimas, sino que nos ayuda a pensar en nuestro trabajo. Cuando Freud y Lacan se referían a la perversión, no estaban pensando ni en Santos ni Carmelitas descalzas. Si comparto con la colega que citó Infobae que “el pedófilo tuvo una elección ética si fue abusado en la infancia; puede tomar la elección de no dañar a nadie como lo han dañado a él. La víctima, en cambio, no tuvo ninguna elección".
La peligrosa Laura Gutman
La autora en cuestión no es más que la expresión de una época. Ayer era Coelho, antes de ayer Bucay y hoy los libros de moda son los de ella. A quienes compran sus libros les decimos que el comportamiento humano, la constitución subjetiva, es producto de diversas variables sociales, a las que si se quiere abordar o se tiene deseo de conocer al respecto, no va a ser a través de un autor de best seller que lo conseguirán. Recordemos que pasaron décadas hasta que Freud consiguió reconocimiento internacional, y Laura Gutman ya se vende en Brasil. Lacan, Melanie Klein, Winnicott, Bion, Jorge Alemán, por citar algunos, no escribieron libros de fácil lectura ni escribían frases para señalador, que hoy van a Twitter, como cuando la gurú en cuestión afirma “Si –siendo niños- sostenemos y satisfacemos a nuestra madre, se trata de abuso materno”. Dios nos libre de estos personajes. De lo que no tengan dudas es que si la miran, la sostienen comprándoles los libros, se está abusando de ustedes, no tengan dudas.
Ante el malestar que genera la cultura capitalista, aparecen los mercaderes de la miseria humana a vender recetas de felicidad, sin vergüenzas como la autora, que no asumen la responsabilidad de asumir el lugar de formadores de opinión que la sociedad les otorga, y dar el debido cuidado a las palabras que dicen y escriben, ya que las mismas tienen efecto sobre miles de personas. Cualquier artículo que uno agarre de Laura Gutman no muestra más que su voracidad de fama y reconocimiento, como fiel reflejo de una época.
Pero debemos reconocer algo, por honestidad intelectual, porque algo de lo que dice es cierto. La autora afirma “Luego -cuando devenimos mayores- quizás recordemos el abuso sexual como una experiencia terrible pero no tendremos conciencia de la entrega de nuestra madre o de quienes tenían que cuidarnos. Al contrario, nos convertiremos en los más firmes defensores de quienes nos lanzaron a la fosa de los leones”. Ello muestra una realidad conocida por quienes hemos escuchado y acompañado a víctimas de abuso. Muchas veces, el trauma radica en que aquel que debía sancionar el abuso, no lo hizo y tampoco hizo nada para evitar que el mismo se repitiera. Esto merecería un profundo análisis que excede lo que aquí nos hemos propuesto.
Para finalizar, manifiesto mi expreso deseo de que dejen de comprar los libros de esta mujer y de todos aquellos que vendan recetas de vida.
* El autor es periodista y psiconalista
La mediática psicopedagoga y escritora Laura Gutman difundió un texto titulado “La sistematización del abuso sexual sobre los niños” que tuvo un merecido rechazo y repudio en los lectores. En él, la autora aborda la sensible problemática del abuso infantil con la liviandad típica de los gurúes y maestros del buen vivir, llámese Bucay, Coelho o la mismísima Laura Gutman. El reconocimiento que estos sujetos tienen en la sociedad debe llamarnos a reflexionar al respecto. La problemática del abuso infantil merece un análisis profundo y cuidadoso, que como bien dice la autora va más allá de las demandas punitivas. El hecho de que la autora escribió su artículo en primera persona, complejiza aún más un análisis sobre el mismo, ya que exige el respetuoso cuidado que merece el testimonio de una víctima de abuso.
La autora se reconoce entre los abusadores y los abusados. Pero eso no nos exime de las críticas pertinentes ante el relativismo cultural que expresa, que nos recuerda a otro “especialista”, el condenado por pedofilia Jorge Corsi, diciendo que "si llevamos las cosas al extremo, tendríamos que decir que San Martín fue un pedófilo porque Remedios tenía 13 años". Sabemos que Laura Gutman no hace más que lucrar con las inseguridades de miles de mujeres que, condicionadas por la venta del ideal de “la buena madre”, con fe intentan alcanzarlo. Son las hijas de la generación "Ser padres hoy", las que compran sus libros.
“Los abusos no los cometemos las personas de mente atormentada”
Con esa frase la autora comienza su artículo, por lo que se presenta entre los que cometen abusos. Se reconoce entre los adultos que se enamoran de niños y de un modo, que no puede generar más que asco, describe el tipo de niños que elige. Afirma que los niños le generan una atracción automática y se pregunta cuál es el problema. Uno de los problemas, además de que es delito, es que esta mujer tiene miles de lectores y atiende. La autora reconoce que cuando se relaciona con un niño tierno, siente deseos de devorarlo y lo devora tocándolo, frotándose contra él, por lo que le compra regalos para que guarde el secreto.
El texto de Laura Gutman es de difícil lectura, por la perversidad del mismo. Describe el patrón difundido de los abusadores que les exigen a los niños no contar nada y se pregunta. “¿Pero acaso no nos damos cuenta que estamos haciendo algo malo? Depende. Podemos percibir que es una relación socialmente condenable. Pero honestamente, también es condenable que nuestra infancia haya sido horrible, que nadie se haya ocupado de nosotros o incluso que la única persona que nos cuidó, nos haya proporcionado amor bajo la misma forma de abuso. ¿Entonces? ¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal? Desde nuestro punto de vista de adultos con emocionalidad de niños…sólo tratamos de satisfacer nuestro vacío”. Ante esto solo voy a decir: sé de un abusado, que luego de abusar de una niña, se fue de su ciudad creyendo que así escaparía de sí, y al no poder evitar repetirlo con otra criatura, se suicidó.
No hay “depende” en el abuso
La referencia a “adultos con emocionalidad de niños”, no debe ser tomada más que como una referencia personal de la autora. El abuso sexual de un niño es condenable social y jurídicamente. Lamentamos que la Laura Gutman haya padecido abusos, y alarma que cuestione lo que está bien y lo que está mal, para justificar por qué se frota lo que no debe. Podrán decirme que no se trata de un testimonio, que la narración en primera persona no se trata más que de un recurso literario, pero hasta el momento no leí ningún historiador narrar el nazismo diciendo “nosotros los nazis”. “¿Pero cómo vamos a afirmar algo así tan alegremente, sin tomar en cuenta las horribles repercusiones que tiene el abuso sistemático sobre un niño? Por supuesto que las consecuencias son nefastas. Sin embargo es preciso que comprendamos las dinámicas completas con la lógica que las sostiene, si nos interesa abandonar las instancias cotidianas de dominación”. Esperamos que no haya sido alegremente que escribió un texto como ese.
¿El peligro de comprender al pedófilo?
Entre las respuestas al texto de Laura Gutman, encontramos un artículo en Infobae titulado “Abuso infantil: el peligro de comprender al pedófilo” y citó la declaración de una profesional (a quien no nombro porque no sé si fue así su afirmación), que señaló que el artículo en cuestión “Es un texto que ante todo no piensa en las víctimas. Y lo que hace, con una enorme ligereza y desconocimiento del tema, es ignorar las profundas consecuencias del abuso sexual infantil. Pareciera que el escrito está pensado para comprender la psicología del pedófilo. Y eso es algo grave para quienes trabajamos con víctimas". En lo único que concuerdo de esa afirmación es en la ligereza de Laura Gutman, pero comprender o analizar el comportamiento humano, la psicología humana, aún de los seres humanos más aborrecibles, está dentro del campo de la psicología y el psicoanálisis. Esto no quiere decir que porque uno comprenda justifique. Adentro del campo psi se puede hablar de una perversión, afuera se trata de un o una hijx de puta. Comprender la psicología o la estructura de un sujeto no es grave para quienes trabajamos con víctimas, sino que nos ayuda a pensar en nuestro trabajo. Cuando Freud y Lacan se referían a la perversión, no estaban pensando ni en Santos ni Carmelitas descalzas. Si comparto con la colega que citó Infobae que “el pedófilo tuvo una elección ética si fue abusado en la infancia; puede tomar la elección de no dañar a nadie como lo han dañado a él. La víctima, en cambio, no tuvo ninguna elección".
La peligrosa Laura Gutman
La autora en cuestión no es más que la expresión de una época. Ayer era Coelho, antes de ayer Bucay y hoy los libros de moda son los de ella. A quienes compran sus libros les decimos que el comportamiento humano, la constitución subjetiva, es producto de diversas variables sociales, a las que si se quiere abordar o se tiene deseo de conocer al respecto, no va a ser a través de un autor de best seller que lo conseguirán. Recordemos que pasaron décadas hasta que Freud consiguió reconocimiento internacional, y Laura Gutman ya se vende en Brasil. Lacan, Melanie Klein, Winnicott, Bion, Jorge Alemán, por citar algunos, no escribieron libros de fácil lectura ni escribían frases para señalador, que hoy van a Twitter, como cuando la gurú en cuestión afirma “Si –siendo niños- sostenemos y satisfacemos a nuestra madre, se trata de abuso materno”. Dios nos libre de estos personajes. De lo que no tengan dudas es que si la miran, la sostienen comprándoles los libros, se está abusando de ustedes, no tengan dudas.
Ante el malestar que genera la cultura capitalista, aparecen los mercaderes de la miseria humana a vender recetas de felicidad, sin vergüenzas como la autora, que no asumen la responsabilidad de asumir el lugar de formadores de opinión que la sociedad les otorga, y dar el debido cuidado a las palabras que dicen y escriben, ya que las mismas tienen efecto sobre miles de personas. Cualquier artículo que uno agarre de Laura Gutman no muestra más que su voracidad de fama y reconocimiento, como fiel reflejo de una época.
Pero debemos reconocer algo, por honestidad intelectual, porque algo de lo que dice es cierto. La autora afirma “Luego -cuando devenimos mayores- quizás recordemos el abuso sexual como una experiencia terrible pero no tendremos conciencia de la entrega de nuestra madre o de quienes tenían que cuidarnos. Al contrario, nos convertiremos en los más firmes defensores de quienes nos lanzaron a la fosa de los leones”. Ello muestra una realidad conocida por quienes hemos escuchado y acompañado a víctimas de abuso. Muchas veces, el trauma radica en que aquel que debía sancionar el abuso, no lo hizo y tampoco hizo nada para evitar que el mismo se repitiera. Esto merecería un profundo análisis que excede lo que aquí nos hemos propuesto.
Para finalizar, manifiesto mi expreso deseo de que dejen de comprar los libros de esta mujer y de todos aquellos que vendan recetas de vida.
* El autor es periodista y psiconalista
EAAF: ninguno de los restos analizados son de los 43 normalistas
El Equipo Argentino de Antropología Forense informó que ninguno de los restos
humanos encontrados en Iguala y Cocula corresponden a los 43 estudiantes
desaparecidos de Ayotzinapa.
Comunicado oficial Equipo Argentino de Antropología Forense.
A la opinión púbica:
‘‘En relación con la conferencia de prensa realizada por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, el viernes 7 de noviembre del año en curso, sobre los 43 jóvenes desaparecidos de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) desea señalar lo siguiente:
‘‘A partir del 5 de octubre de 2014, en acuerdo con los familiares de los 43 normalistas y a pedido de organizaciones de la sociedad civil, estatales y nacionales (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Servicios y Asesoría para la Paz y Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón), el Equipo Argentino de Antropología Forense actúa como perito independiente de las familias.
‘‘Esto significa que los profesionales del EAAF han sido nombrados como peritos en la correspondiente averiguación previa y acceden al examen de evidencias correspondientes al igual que los peritos oficiales, pero emiten sus propios dictámenes. La Fundación para la Justicia y el Estado de Derecho actúa como asesor legal del equipo argentino. Como perito independiente, el grupo ha intervenido en las siguientes actividades:
‘‘La exhumación de 2 de los 30 restos recuperados en Cerro Viejo/ Pueblo Viejo, Iguala, Guerrero, y en el examen forense de los 30 restos. Cabe señalar que sobre la totalidad de restos recuperados en este sitio, 28 de ellos fueron recuperados inicialmente por la PGJ de Guerrero de cinco fosas y los dos restantes por la PGR de una sexta fosa.
‘‘La exhumación de uno de los 9 restos recuperados por la PGR en la localidad de La Parota/ Cerro de Lomas de Zapatero, Iguala, Guerrero. Además, el equipo ha sido autorizado por la PGR para trabajar en el examen forense de la totalidad de los restos recuperados en dicho sitio. El levantamiento de restos humanos y evidencia asociada a los mismos en el basurero de Cocula y a la vera del río San Juan, Cocula, Guerrero.
‘‘El equipo forense coordinado por el EAAF es multidisciplinario e internacional con forenses provenientes de Argentina, Colombia, México, Uruguay, Francia y Estados Unidos de América.
‘‘Uno de los puntos centrales del peritaje es la identificación de restos. El equipo ha obtenido resultados genéticos del laboratorio The Bode Technology Group, ubicado en Estados Unidos, sobre 24 de 30 restos recuperados en Cierro Viejo. Ninguno de éstos mostró probabilidad de parentesco biológico con los 43 normalistas. Los seis restos adicionales se continúan trabajando y se esperan resultados a la brevedad.
‘‘Con fines comparativos, el equipo argentino solicitó a la PGR copia de los dictámenes en genética forense de exclusión identificatoria entre los restos recuperados en Cerro Viejo/Pueblo Viejo y los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, así como también los dictámenes en genética forense de identificación sobre cuatro de los restos de Cerro Viejo, con personas no relacionadas con los normalistas. Ambos resultados fueron publicitados por PGR en medios de comunicación.
‘‘En síntesis, hasta el momento, no ha habido identificaciones entre los restos recuperados en las tres localidades mencionadas y los 43 normalistas. Se sigue trabajando para identificar los restos recuperados, al mismo tiempo que los peritos oficiales. La política del equipo argentino es informar resultados primero a los familiares de las víctimas, así como a las autoridades a cargo de las investigaciones.’’
A la opinión púbica:
‘‘En relación con la conferencia de prensa realizada por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, el viernes 7 de noviembre del año en curso, sobre los 43 jóvenes desaparecidos de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) desea señalar lo siguiente:
‘‘A partir del 5 de octubre de 2014, en acuerdo con los familiares de los 43 normalistas y a pedido de organizaciones de la sociedad civil, estatales y nacionales (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Servicios y Asesoría para la Paz y Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón), el Equipo Argentino de Antropología Forense actúa como perito independiente de las familias.
‘‘Esto significa que los profesionales del EAAF han sido nombrados como peritos en la correspondiente averiguación previa y acceden al examen de evidencias correspondientes al igual que los peritos oficiales, pero emiten sus propios dictámenes. La Fundación para la Justicia y el Estado de Derecho actúa como asesor legal del equipo argentino. Como perito independiente, el grupo ha intervenido en las siguientes actividades:
‘‘La exhumación de 2 de los 30 restos recuperados en Cerro Viejo/ Pueblo Viejo, Iguala, Guerrero, y en el examen forense de los 30 restos. Cabe señalar que sobre la totalidad de restos recuperados en este sitio, 28 de ellos fueron recuperados inicialmente por la PGJ de Guerrero de cinco fosas y los dos restantes por la PGR de una sexta fosa.
‘‘La exhumación de uno de los 9 restos recuperados por la PGR en la localidad de La Parota/ Cerro de Lomas de Zapatero, Iguala, Guerrero. Además, el equipo ha sido autorizado por la PGR para trabajar en el examen forense de la totalidad de los restos recuperados en dicho sitio. El levantamiento de restos humanos y evidencia asociada a los mismos en el basurero de Cocula y a la vera del río San Juan, Cocula, Guerrero.
‘‘El equipo forense coordinado por el EAAF es multidisciplinario e internacional con forenses provenientes de Argentina, Colombia, México, Uruguay, Francia y Estados Unidos de América.
‘‘Uno de los puntos centrales del peritaje es la identificación de restos. El equipo ha obtenido resultados genéticos del laboratorio The Bode Technology Group, ubicado en Estados Unidos, sobre 24 de 30 restos recuperados en Cierro Viejo. Ninguno de éstos mostró probabilidad de parentesco biológico con los 43 normalistas. Los seis restos adicionales se continúan trabajando y se esperan resultados a la brevedad.
‘‘Con fines comparativos, el equipo argentino solicitó a la PGR copia de los dictámenes en genética forense de exclusión identificatoria entre los restos recuperados en Cerro Viejo/Pueblo Viejo y los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, así como también los dictámenes en genética forense de identificación sobre cuatro de los restos de Cerro Viejo, con personas no relacionadas con los normalistas. Ambos resultados fueron publicitados por PGR en medios de comunicación.
‘‘En síntesis, hasta el momento, no ha habido identificaciones entre los restos recuperados en las tres localidades mencionadas y los 43 normalistas. Se sigue trabajando para identificar los restos recuperados, al mismo tiempo que los peritos oficiales. La política del equipo argentino es informar resultados primero a los familiares de las víctimas, así como a las autoridades a cargo de las investigaciones.’’
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