sábado, 15 de noviembre de 2014

ECONOMIA › OPINION Puro humo

Por David Cufré
Economistas de distintas tendencias coinciden en que el ingreso de 814 millones de dólares a las reservas del Banco Central por el swap con China ayudó a revertir las expectativas de devaluación que se habían instalado hasta la llegada de Alejandro Vanoli a la presidencia del Banco Central. El acuerdo con el gigante asiático es por el equivalente a 11.000 millones de dólares. Sin embargo, varios de los economistas más críticos del Gobierno eran escépticos o sarcásticos, según el caso, respecto de las posibilidades de éxito de la operación. Un repaso de sus declaraciones públicas sirve para poner en perspectiva un debate que fue intenso hasta no hace mucho.
El 19 de julio pasado, por ejemplo, Carlos Melconian decía que el entendimiento “es tan próximo a que Racing juegue el domingo con la camiseta de Independiente”. En una entrevista radial, el hombre del PRO sostuvo que el préstamo chino “es una absoluta fantasía”. “Yo dividiría esto (las negociaciones) entre comercio, infraestructura y acuerdos financieros. El acuerdo financiero es una absoluta fantasía, como el que firmó Redrado en 2010, donde se supone que hay un aporte de yuanes para fortificar las reservas del Banco Central, que están en cero.”
Redrado sólo corrigió a Melconian en un aspecto: el convenio anterior era de 2009. Pero su evaluación general sobre la trascendencia del arreglo y las chances de que diera lugar a un aumento de las reservas era similar. “Le veo muy bajo efecto. Argentina necesita otra cosa, no espejitos de colores como un canje de monedas con China. Si nos dan yuanes no entran como reservas, porque no es una moneda de reserva internacional, por eso no contará como reservas para el BCRA”, aseguró en Radio Mitre. “Transformar los yuanes (por dólares) era complejo (en 2009) y requería de una pericia técnica que hoy el Banco Central no tiene”, agregó. “Es difícil que (los yuanes) puedan contabilizarse como reservas y el efecto (del acuerdo) sería hoy inexistente”, insistió.
En la misma línea se ubicó otro hombre del Frente Renovador, Aldo Pignanelli, también ex presidente del Banco Central. El 20 de julio, el diario El Cronista lo consultó sobre el tema. “El yuan todavía no es una moneda calificada como el dólar o como el euro. Yo no sería tan optimista como dicen en el Central de que (el swap) se pueda contabilizar como reservas. Tal vez nos ayude a importar más cosas desde China, pero nada más”, evaluó. “No es que van a ingresar dólares a la Argentina, nos dan un crédito para importar máquinas y equipos chinos”, descartó. “Además, si el país entra en default el acuerdo chino se cae”, advirtió, haciendo propia una versión de aquellos días.
Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora de Orlando Ferreres, coincidió en que el swap no impactaría en las reservas porque el yuan no es una moneda de “valor” a nivel mundial. Las monedas más utilizadas con este fin, aseguró, son el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina, según el mismo artículo del diario El Cronista que consultaba a Pignanelli. Allí también aparecía la opinión de Nicolás Dujovne, economista ligado a los equipos técnicos del radicalismo, quien daba el mismo argumento. “El yuan no es una moneda convertible. Es decir que no se puede salir fácilmente a cambiar yuanes por dólares.” Dujovne estimaba que para que el convenio con China surtiera efecto habría que esperar una década y media. “Quizá en 15 años la historia sea distinta, pero por el momento este swap no sirve para recomponer reservas.”
Pese a todas esas consideraciones, el Banco Central activó el 30 de octubre el primer tramo del swap y anunció la incorporación a las reservas de 814 millones de dólares. “En la actualidad –indicó en un comunicado–, el yuan puede ser convertido libremente en dólares, euros o cualquier otra moneda en plazas internacionales como Hong Kong, Londres o Singapur. Esta condición ha llevado a que diversos bancos centrales ya hayan decidido invertir una porción de sus reservas en la moneda china.” Y seguía: “Su volumen de pagos ha desplazado a otras monedas de reserva tradicionales, como el franco suizo”. La semana pasada, en tanto, la prensa internacional reflejó que China y Canadá acordaron un canje de divisas por 200.000 millones de yuanes, que representan 32.670 millones de dólares.
Con todo, hay economistas que no se rinden. José Luis Espert sostuvo que “son 800 millones de dólares que se van en diez días”. Y agregó: “El acuerdo con el banco central chino es puro humo”.

ECONOMIA › PANORAMA ECONOMICO Economistas

 Por Alfredo Zaiat
La figura del economista ha adquirido un espacio desproporcionado en la consideración pública como analista, promotor y actor principal de la gestión de políticas. Es una distorsión que inunda de confusiones la interpretación de los acontecimientos económicos y sociales. El origen de esa desviación no se encuentra en la expansión de las finanzas, el desarrollo mediático y la ansiedad social por saber qué va a pasar, sino en la formación del profesional dedicado a estudiar la ciencia económica que luego se desempeña en el sector público y privado. Esa (de)formación no es accidental, sino que es la expresión de las relaciones de poder en un determinado contexto histórico. Es una crisis global sobre cómo se despliega el saber económico. La debacle económica en los países centrales provocó el cuestionamiento a postulados que hasta hace pocos años eran considerados sagrados. Mientras la recesión, el estancamiento y el default sucedían en la periferia del capitalismo, el debate se dispersaba en culpar a gobiernos y políticos, pero cuando alcanzó a Europa y Estados Unidos la critica se orientó también hacia el rol de los economistas y qué se estudia en la universidad. La impugnación adquirió intensidad porque los conocimientos convencionales no brindan herramientas para comprender por qué estalló la crisis en el centro y, en especial, por qué las propuestas tradicionales no sirven para salir del atolladero, sino que lo agudizan.
Desde la irrupción a mediados de año del “Llamamiento internacional de estudiantes de Económicas a favor de una enseñanza pluralista” se han ido sumando hasta totalizar 65 asociaciones de 30 países. El manifiesto suscripto comienza así: “No es sólo la economía mundial que está en crisis. La enseñanza de la economía está en crisis también, y esta crisis tiene consecuencias mucho más allá de los muros universitarios”. La mecha de esta rebelión la encendieron los estudiantes de Economía de la Universidad de Manchester, que crearon una sociedad llamada “Post-Crash Economics” para denunciar que sólo se les enseñaba una visión neoliberal de la economía y exigir cambios en sus planes de estudios. Desde entonces, decenas de asociaciones de estudiantes de todo el mundo se han ido sumando a la iniciativa.
El documento (www.isipe.net/open-letter/) plantea que es el momento de reconsiderar la forma en que se enseña economía, puesto que la falta de diversidad no sólo perjudica la educación y la investigación, sino que limita la capacidad para lidiar con los desafíos del siglo XXI. “El mundo real debe ser traído de nuevo a las clases, así como el debate y un pluralismo de teorías y métodos. Este cambio ayudará a renovar la disciplina y, en última instancia, a crear un espacio en el que las soluciones a los problemas de la sociedad se puedan generar”, indican. Explican que el pluralismo no sólo ayudará a enriquecer la enseñanza y dar un nuevo impulso a la disciplina, sino que conlleva la promesa de traer de vuelta a la economía al servicio de la sociedad. Plantean que tres formas de pluralismo (teórico, metodológico e interdisciplinario) deben estar en el centro de los planes de estudio. El teórico, para ampliar la gama de corrientes de pensamiento representadas en los planes de estudio, alentando el debate y el aprendizaje críticamente de las ideas. Afirman que la uniformidad “es algo inaudito en otros campos; nadie tomaría en serio un programa de grado en Psicología que se centre sólo en Sigmund Freud o un programa de Ciencia política que estudie sólo el socialismo de Estado”. El pluralismo metodológico implica la necesidad de ampliar la gama de herramientas que los economistas emplean para lidiar con cuestiones económicas. Está claro que las matemáticas y las estadísticas son cruciales para esta disciplina. Pero, con demasiada frecuencia, los estudiantes aprenden a dominar los métodos cuantitativos sin tener que discutir por qué deben ser usados, la elección de los supuestos y la aplicabilidad de los resultados. La enseñanza de la economía debe incluir además enfoques interdisciplinarios, puesto que la economía es una ciencia social; y fenómenos económicos complejos rara vez se pueden entender si se presentan en un vacío, separados de sus contextos sociológicos, políticos e históricos.
La insatisfacción ante la labor de los economistas también está presente en la corriente liberal. Uno de sus miembros, el dominicano Frederic Emam–Zadé Gerardino, publicó Los economistas como armas de destrucción masiva. Afirma que “los economistas no sabemos tanto como le hacemos creer a todo el mundo, y no debemos ser tan economicistas en nuestros enfoques y diseños de políticas públicas. Las personas no piensan sólo en términos económicos, ni son tan racionales como supone la mayoría de las teorías económicas, ni la realidad es tan simple como para sintetizarla en unas cuantas ecuaciones, ni siquiera en miles o cientos de miles de ecuaciones”. Observa que “esperar que la realidad vaya a comportarse de la misma manera que los números reaccionan a las variaciones de otros números en una hoja de cálculo en una computadora no tiene fundamento científico y el economista que pretenda que tiene ese conocimiento, es un peligro público”.
Desde otra posición del pensamiento económico, el documento de debate “Enseñanza y ensañamiento del neoliberalismo en la Facultad de Ciencias Económicas-UBA”, elaborado por Andrés Asiain, Rodrigo López y Nicolás Zeolla, también aborda el abuso de las matemáticas en el análisis económico. Calcularon que, en el plan de estudios de esa facultad, el 16 por ciento de la carga horaria de la carrera está compuesta por la enseñanza de matemáticas, y sube a casi el 30 por ciento si se agrega estadísticas y econometría. Comparan ese porcentaje con el destinado a la ciencia política o a la sociología, que no supera en cada caso el 3 por ciento, concluyendo que la utilización excesiva de las matemáticas es el resultado de un proceso que buscó separar a la economía de la política y los conflictos sociales para presentarla como un conjunto de conocimientos científicos presuntamente neutrales. “De esta manera se infunde en el estudiante una formación tecnocrática que elude discutir las implicancias políticas y sociales de las diferentes teorías económicas. Esta prestidigitación fue funcional al avance acrítico de la escuela neoclásica, cuyas recomendaciones de políticas de libre mercado favorables para una determinada minoría de la sociedad global, y en desmedro de las mayorías mundiales, fueron implementadas bajo el disfraz de que se trataba de medidas técnicas que eran el resultado de rigurosos análisis científicos”, señala esa troika de investigadores. Menciona a la vez que la descontextualización entre la realidad económica nacional y la formación que reciben los economistas se evidencia “en hechos insólitos como que la mayor parte de los egresados no haya estudiado la explotación de recursos naturales vitales para el país, como el petróleo y la minería. También se encuentra ausente el estudio de las economías regionales, así como el de las economías latinoamericanas”. El resultado es que el egresado de la carrera carece de elementos para comprender el funcionamiento de la economía argentina, ámbito central donde debería desarrollar su profesión.
Esta controversia de alcance mundial, a partir de la crisis en los países centrales sobre la formación y actuación de los economistas, es un marco conceptual inicial para abordar lo que parece incomprensible: la sucesión de papelones de gran parte de los economistas locales, analizando los diferentes acontecimientos económicos.
azaiat@pagina12.com.ar

› LA JUSTICIA AVALO LA SANCION QUE IMPUSO EL GOBIERNO A CARREFOUR POR INCUMPLIR EL ACUERDO Si no hay precios cuidados, llega la multa

La decisión de la Cámara en lo Contencioso Administrativo es el primer antecedente a favor de las atribuciones de la Secretaría de Comercio para sancionar a comercios en el marco de Precios Cuidados. Las multas llegan a 37 millones de pesos.
Carrefour fue la primera empresa con multa confirmada, pero otras cadenas también fueron sancionadas.
Imagen: Arlando Pampillon.
La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó la primera multa a un supermercado por el incumplimiento en el programa Precios Cuidados. Es el primer antecedente de una resolución judicial a favor de las atribuciones que posee la Secretaría de Comercio para sancionar comercios en el marco del programa mencionado. Se trata de la firma Carrefour. La reciente ley que regula las relaciones de consumo establece un cambio de paradigma en cuanto a los regímenes sancionatorios, por el cual las empresas deberán pagar primero la multa y luego recurrir a los tribunales. “Con la nueva legislación que aprobó el Congreso ya no vamos a tener que esperar a que la Justicia ratifique la multa. A partir de ahora la empresa primero tiene que pagar y después recurrir a la Justicia. Así, las multas van a tener el efecto que tienen que tener, es decir, disuadir a las compañías de incumplir con los compromisos”, sostuvo Augusto Costa, secretario de Comercio.
A partir de esta resolución judicial, Carrefour deberá pagar 202.000 pesos en concepto de sanción por una serie de irregularidades constatadas el 29 de enero de este año en un establecimiento de la localidad de Avellaneda. El fallo destaca la obligación que contrajo el supermercado al suscribir con la Secretaría de Comercio el acuerdo por el programa Precios Cuidados y lo convalida como herramienta en la defensa de los precios de venta al consumidor de forma constante e ininterrumpida.
En el marco de esta política, la Secretaría de Comercio labró infracciones y multas por un total de 37.200.000 pesos, distribuidas entre Coto (2.643.043 pesos), Chango Más y Walmart (13.097.366), Día (4.419.218), Jumbo/ Disco/Vea (11.330.527) y Carrefour (5.737.578). Todas las causas se encuentran en la Justicia, luego de que las empresas presentaran las apelaciones correspondientes. La legislación vigente al momento de aplicarse las sanciones estipulaba que ante la presentación del recurso en la Justicia, el pago de la multa quedaba suspendido hasta que hubiera una resolución judicial.
“Si bien se trata de una noticia positiva (el fallo de Cámara), los tiempos de resolución no acompañan las necesidades de los consumidores, ya que se tardó diez meses para conseguir que la multa sea ratificada por la Justicia. Con la nueva legislación ya no vamos a tener que esperar a que la Justicia ratifique la multa. Buscamos darle al consumidor las herramientas necesarias para que cuando detecte un abuso o una falta haga su denuncia sabiendo que habrá una resolución. Que cuando reclame obtenga una respuesta efectiva”, afirmó Costa.
Una de las principales quejas del sector empresario al paquete de leyes pensados para proteger a los usuarios y consumidores frente a los abusos de algunos sectores fue al principio jurídico solve et repete (pague y después reclame). El argumento era que cercenaba el derecho a la defensa de las empresas. Pero este cambio permitirá que ante un incumplimiento de un acuerdo, en este caso el programa Precios Cuidados, las firmas deban afrontar la multa y después apelar ante la Justicia, al revés de como actuaron hasta ahora y del mismo modo que las compañías hacen con los usuarios.
El Poder Ejecutivo justifica que “los sujetos multados son esencialmente empresas con gran poder económico, como compañías telefónicas, servicio de cable, entidades bancarias, supermercados”. Además, “el que recibe el pago es el Estado nacional, que tiene sobrada solvencia para devolver el dinero si la Justicia anula la multa aplicada”. La norma prevé que si el abono previo es imposible de afrontar para la empresa, por su capacidad económica o porque está en situación de quebranto, la firma no está obligada al pago al momento de apelar. El objetivo de este principio es lograr que la multa funcione como un elemento disciplinador para evitar conductas abusivas.
Por otro lado, el Gobierno lanzó recientemente una nueva etapa del programa Precios Cuidados, que regirá durante el último trimestre del año. La lista del acuerdo incorporó 62 productos, con lo que totalizan los 383. La suba promedio para los artículos que ya estaban en el programa fue de 4,3 por ciento. Por eso, el alza total de los precios de los bienes que forman parte del plan desde comienzos de enero será en promedio del 11,9 por ciento hacia fin de año, muy por debajo de la inflación general. Los productos incorporados lo hicieron con una reducción de precios del 9 por ciento con respecto a los que muestran actualmente en las góndolas. La demanda de los productos del acuerdo subió un 75 por ciento desde su implementación. El programa de Precios Cuidados continuará el año que viene.

Kicillof: "La reestructuración de la deuda será uno de los temas del G-20

Después de participar de la primera sesión de la cumbre en la ciudad australiana de Brisbane, el ministro de Economía estimó que la declaración de mañana mencionará el problema que representan los fondos buitre para los países endeudados que buscan cumplir con sus compromisos, y advirtió sobre la necesidad de que exista "un instrumento internacional legal" para no estar a "merced de los sectores más especulativos".

"Argentina espera tener todo el apoyo, porque lo hemos sentido en los diferentes foros internacionales", afirmó Axel Kicillof quien encabeza la actividad de la delegación argentina, que comenzó en la media mañana de hoy en la sede del Parlamento del Estado de Queensland, donde el titular del Palacio de Hacienda y Timerman mantuvieron un encuentro cerrado junto con los demás jefes de Estado y líderes de los países que integran el G-20.
Al finalizar esta reunión, hubo un almuerzo de trabajo entre los jefes de Estado en el que estuvo presente Kicillof en representación de la presidenta Cristina Kirchner, quien no pudo viajar a Australia por cuestiones de salud.
En la primera sesión, cada jefe de Estado planteó la posición de su país. Kicillof se refirió a la cuestión de la reestructuración de la deuda soberana: "La Argentina ha hecho, por instrucciones de la Presidenta, una intervención que marca la cuestión de que en una economía mundial que no arranca, uno de los problemas centrales es el peso de las deudas soberanas y la relación deuda producto", relató.
"Esta crisis empieza con un problema de deuda, sigue con un problema y transcurre hoy todavía, con un problema de deuda y son los países que más problemas tienen para salir de los procesos recesivos los que más peso tienen de la deuda sobre el producto", agregó.
Kicillof volvió a advertir la necesidad de que exista "un instrumento internacional legal" que permita a los países con problemas de deuda contar con "un marco jurídico" para resolver estas cuestiones sin estar a "merced de los sectores más especulativos, de los fondos buitre".
Dijo que la situación actual desatada por el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa se debe a "fallas de coordinación entre los diferentes países del planeta", que permiten que pequeños sectores altamente especulativos se favorezcan con este tipo de situación.
La Cumbre finalizará mañana alrededor de las 15 hora local (2 de la madrugada en Argentina), con la lectura del documento que estará a cargo del primer ministro australiano, Tony Abbott, como anfitrión del encuentro.

Angel y Demonio - Juan Carlos Baglieto

BAGLIETTO ECLIPSE DE MAR

Sin piedad: Boca "gasta" a River por perder el invicto