viernes, 7 de noviembre de 2014
Casamiento como lanzamiento de campaña Jésica Cirio y Martín Insaurralde se casaron y luego atendieron a varios programas de televisión. Imagen: DyN
Mediático desde su inicio, el romance entre Insaurralde y Cirio quedó ayer formalizado en el Registro Civil de Lomas de Zamora. Mañana será la fiesta en la que se mezclarán políticos y farándula: Scioli, Massa, Tinelli y Mirtha Legrand.
El diputado por el Frente para la Victoria Martín Insaurralde dio ayer el sí en el Registro Civil y contrajo matrimonio con la modelo Jésica Cirio, con quien comenzó a salir hace poco más de un año, cuando él –por entonces intendente de Lomas de Zamora– era el principal candidato del kirchnerismo para los comicios legislativos de 2013. En ese entonces, Insaurralde se imaginaba como el futuro gobernador de la provincia, objetivo que aún mantiene, aunque nunca termina de quedar claro si lo buscará dentro del oficialismo o en el Frente Renovador de su amigo Sergio Massa, uno de los invitados estelares de la fiesta de casamiento que realizará mañana.
Pese a que Insaurralde no deja de repetir que durante estos días no quiere hablar de política –incluso discutió ayer con un periodista que a la salida del Registro Civil le hizo una consulta sobre su futuro electoral–, lo cierto es que este evento vuelve a ponerlo en el candelero. Consultado sobre cómo puede influir en su carrera política, Ricardo Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), explicó que al mismo tiempo que este tipo de exposición lo beneficia, al aumentar su conocimiento e imagen positiva, también puede perjudicarlo porque sus idas y vueltas pueden no convertirlo en un candidato atractivo ante una elección ejecutiva, donde la gente busca programas y propuestas.
Luego de que la lista que encabezaba fuera derrotada en los comicios de octubre de 2013 por la que postulaba a Massa, Insaurralde se fue acercando al ex intendente de Tigre, con quien se fotografió en más de una ocasión. Y en esas circunstancias, que nunca parecen casuales, no importaba que Massa agudizara las críticas al gobierno nacional. El pase, que en ambas bancadas daban por hecho hasta hace algunos meses, finalmente no ocurrió. El gobernador Scioli mantuvo un encuentro reservado con Insaurralde, quien le ratificó su pertenencia al Frente para la Victoria.
Los motivos de las idas y vueltas nunca quedaron claros. En el Frente Renovador ya hay bastantes precandidatos a gobernadores, intendentes que dieron su estructura a la victoria de Massa y que no veían con buenos ojos la llegada de un nuevo contrincante. A la cabeza de esta rebelión estuvo el ex jefe comunal de Almirante Brown Darío Giustozzi. Por otro lado, la posición de Insaurralde en Diputados, donde dio quórum y votó junto al bloque del Frente para la Victoria, le valió desencuentros con el hombre de Tigre, que acabaron por arruinar los planes de cambio de bando.
Con todo, Massa ya anticipó su intención de concurrir al casamiento mañana en La Manea Polo Club, en la localidad de Tristán Suárez, en los pagos del ministro de Seguridad, Alejandro Granados, obviamente invitado. También se supone que concurrirán el gobernador Scioli y el intendente del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús, que ayer ofició de testigo de la ceremonia. Entre los opositores, otro que irá será el senador macrista Diego Santilli, quien ahora también está en pareja con una modelo. Dado que Jésica Cirio participa en el concurso de baile del programa de Tinelli, tanto la boda como algunas invitaciones fueron anunciadas al aire en momentos de alto rating. Tinelli, como es lógico, también estará en la mesa de invitados especiales, así como otros notorios representantes de la farándula como Mirtha Legrand y Chiche Gelblung.
Según los encuestadores, la gran ventaja de Insaurralde en la disputa interna por la candidatura a gobernador es el elevado nivel de conocimiento que consiguió durante la última campaña y que aumentó a partir de sus apariciones en lo de Tinelli y demás programas de chismes –casi nunca participa de programas políticos–, comentando las alternativas de su romance. Entre los aspirantes del kirchnerismo a la gobernación y posibles rivales se ubican el intendente de La Matanza y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinosa; el intendente de Berazategui, Patricio Mussi, y el titular de la Anses, Diego Bossio. Además, varios aspirantes a la presidencia son de la provincia de Buenos Aires, por lo que podrían saltar de un objetivo al otro: Florencio Randazzo, Julián Domínguez y Aníbal Fernández. Son algunos, la lista es mucho más larga.
“Se viven tiempo muy extraños, de mucha farandulización de la política”, aseguró Bacman, quien destacó que, si bien Insaurralde “ha mejorado mucho su imagen”, el perfil que eligió “no le aporta ningún anclaje político”. Para el especialista es importante que “la elección del año que viene no es de medio término, donde la gente vota castigo o vota para equilibrar, sino que es un comicio ejecutivo, donde se votan proyectos y propuestas” y, “en ese sentido, su vaivén entre dos partidos no lo ha ayudado mucho”.
Galmarini no lo quiere
El suegro de Sergio Massa y dirigente del Frente Renovador, Fernando Galmarini, aseguró hoy que “no todos” en ese espacio “estarían de acuerdo” en sumar al diputado Martín Insaurralde. “Yo no sé dónde está Insaurralde y no me preocupa demasiado, no debe ser la preocupación de ninguno del Frente Renovador que esté o no”, expresó Galmarini en declaraciones radiales. En este sentido, afirmó que el ex intendente de Lomas de Zamora “poco tiene que ver con el Frente Renovador” porque “por ahora ha seguido los pasos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner”, aunque eso “no quiere decir que el día de mañana pida pista y se le otorgue pista”.
07/11/14 Página|14
AY MI DIOS Y EL CONURBANO BONAERENSE BAJO AGUA AY MI DIOS INSAURRALDE Y LA LILITA QUE TE CARRIO.
El Mercado de la injuria
La versión electrónica de los grandes diarios hace tiempo ha elegido abrir una sección de comentarios, por lo general anónimos, que se caracterizan por insultos de un tenor antes desconocido, aun en las tradiciones más ostensibles de la prensa amarilla y panfletaria. Este nuevo idioma del sumidero de los periódicos de circulación nacional, llama la atención por la virulencia injuriante con que se expresan y por la que son festejados esos comentarios.
Por Horacio González*
La versión electrónica de los grandes diarios hace tiempo ha elegido abrir una sección de comentarios, por lo general anónimos, que se caracterizan por insultos y deshonras de un tenor antes desconocido, aun en las tradiciones más ostensibles de la prensa amarilla y panfletaria. Este nuevo idioma del sumidero de los diarios más tradicionales -periódicos de circulación nacional-, llama la atención por la virulencia injuriante con que se expresan y por la que son festejados esos comentarios, repletos de calificada vileza.
Se sitúan debajo de artículos que aunque muy duros en el estilo con que tratan su materia, guardan ciertas formas civiles y muchas veces irónicamente refinadas, integrando sin embargo una curiosa unidad de significado con lo que viene luego: los ultrajes y procacidades antes reservados a fórmulas privadas del trato, mediando siempre una aquiescencia pactada. Pero lo que implícitamente es aceptado en un cenáculo particular o circunspecto, para el goce íntimo de la insidia reservada, cobra aquí un carácter definitorio en cuanto al uso de la lengua colectiva. Fenómeno de la industria de mercancías informacionales globalizadas, estos envíos pseudo-participativos significan oscuros desahogos y un goce en la impudicia del trato. La procacidad múltiple y desenfadada en la lengua es un hecho que ni es simple ni puede ser reglado por nadie Pero debe ser observado en cambio en debates críticos que pongan la dimensión lingüística como parte de la reconstrucción del significado de la política.
Es cierto que estas intervenciones originariamente estaban concebidas como verdaderos foros o blogs, y se apuntaba a la creación de un ágora que no está ausente de muchas manifestaciones de la red llamada “social”, ni tampoco dejan de existir algunas opiniones fundadas en esos mismos ámbitos que promueven los grandes matutinos. Pero allí es imposible sostener una discusión por el nivel cloacal que es lo que les da vida y sigiloso atractivo a estos flechazos descarnados, frente a los que no es raro ver a la Real Academia en actitud de festejo, en brazos de una demagogia que parece llevarlos a pensar que allí hay nuevas floraciones idiomáticas a las que apenas hay que facilitarles una gramática más accesible.
Es que estas “opiniones” son de algún modo termómetros de las pulsiones secretas de una gran ciudad, además de contener numerosas “operaciones políticas” al servicio de tal o cual interés inmediato. Si por un lado son indicadores que un periódico tiene en cuenta una vez que decide tocar esa cuerda oscura del espíritu colectivo, por otro lado revelan el irresponsable proyecto de hacer de estas pseudo-opiniones un acto de la democracia argumentativa. En verdad, son actos destructivos de los vínculos de lenguaje, que anudan lazos sin los cuales no hay subjetividad libre ni discusión pública aceptable.
No nos asustamos de las palabras viscosas, ni creemos que haya que ensayar un moralismo de mate lavado contra un hecho de gran significación en los procesos de zarandear al límite los lenguajes públicos. Pero se abre una polémica que por el momento no prospera porque el mercado de la injuria –presentado como trama discursiva de la genuina opinión pública- es una vasta transacción producida por el negocio del capitalismo libidinal de la información. A las empresas comerciales de noticias les importa más esas comezones y necias diatribas que sus aúlicos editorialistas de turno. Estos están en el cielo y sus opinadores anónimos en el infierno. Lógicamente, unos están en función de los otros.
Pero desde el Dante hasta la actualidad, el Infierno es más atractivo que el “cielo”. Solo que hay un equívoco. En vez del gran poeta italiano, con la cadencia exquisita del idioma y la suma de preciosas alegorías, tenemos a nuestro servicio las más turbias escatologías que corroen el alma de un país. Propongo pues un ejercicio. Comentaré un diario de la época de Rosas, La Moda de Juan Bautista Alberdi, para ver como hubiera funcionado en aquel tiempo, prolífico en acciones virulentas e insultos públicos, este método de pudrición idiomática que se instaló entre nosotros. Conste que es mejor esta oscura violencia verbal que la violencia física y las guerras que abundan en el mundo. Pero si bien la primera parece “literaria”, “fruto de una pasión escritural”, introduce un tono abismal en la conversación colectiva que consigue pulverizarla. Y entonces sí, puede alojarse en ella otro tipo de arrebato donde la excitación prefigura el acto físico de agresión.
Veamos entonces que hubiera pasado si tales despropósitos hubieran ocurrido hace más de un siglo y medio, cuando la prensa de por sí era batalladora y panfletaria. Aceptemos, a modo de ucronía, este ejemplo. Previamente, una breve reseña sobre “La Moda”.
La Moda de Alberdi hace la primera encuesta social en relación con los lectores de un periódico. Se entiende más, así, su separación un tanto incomprensible de los dominios ya fijados del romanticismo. Alberdi escribe con el pseudónimo de Figarillo, y comentaremos especialmente un artículo suyo sobre la relación entre periodismo y lectura popular, titulado Un papel popular. En este artículo encontramos un anticipo de un tema que recorre la historia del mundo moderno: ¿qué lee el hombre social en sus diferentes estratos y formas de vida? ¿qué lee el pueblo? Éste debe ser también el primer autoexamen del periodismo en la historia nacional, si no consideramos los escritos de Mariano Moreno llamando a que un órgano gubernamental, la Gazeta, cumpla con la tarea de hacer transparentes las decisiones oficiales.
Para Figarillo, “es necesario escribir para el pueblo”. Pero antes “es necesario explorar ese campo”. He aquí como describe lo que hoy llamamos encuesta: “¿Qué mejor medio para ensayar el pueblo que el que se observa con el vino? No es decir esto que sea bueno venderlo ni tragarlo, sino probarlo. Para esto separaré un poco de pueblo, haré un pueblo en miniatura y lo interrogaré sobre cómo quiere que se le escriba”.
No conocemos mejor definición, algo irónica es cierto, de lo que muchas décadas después, se conoció como “técnicas de muestreo social”. Esto ocurre en 1837. Comparecen en esta composición una mujer, un pulpero, un comerciante, un artesano, un anciano letrado y un zapatero, representantes de “las clases de la sociedad”. Las respuestas son adversas a la circulación de los periódicos, cada personaje dando razones específicas para tal razonamiento. Incluso el “anciano letrado” no desentona. Quizás no sea este personaje enteramente ficcional como los demás. Ha sido educado en las universidades de Chuquisaca y Córdoba y responde rechazando la economía política, el derecho público, la ciencia administrativa, la filosofía, la historia y la literatura, el cálculo, el griego y el francés, para recomendar “un abismo de ciencia legislativa, canónica y teológica”.
Este personaje tiene, sí, un nombre supuesto, don Hermogeniano, quien remata diciendo, en consonancia con los demás interrogados: “¡Hombre, que les ha dado a ustedes por escribir papeles públicos! En mi tiempo los mozos no escribían; bien que entonces no había papeles públicos, ellos han venido a la vanguardia de nuestras desgracias públicas. Ninguna falta hacen al público los papeles periódicos, como dijo Polignac, en todo tiempo han sido y de suyo no pueden menos que serlo, un instrumento de sedición y desorden”.
¿Qué conclusiones saca Alberdi de su encuesta burlona? Tropieza con la dura tarea de definir, él, un ironista, al pueblo. Primero lanza el dolido sarcasmo: “Sí: el pueblo es el oráculo sagrado del periodista, como del legislador y del gobernante. Faro inmortal y divino, él es nuestra guía, nuestra antorcha, nuestra musa, nuestro genio, nuestro criterio, él es todo y todo para él ha sido destinado”. Pero luego se pone serio: no se trata de aquel tendero ni del zapatero, ni de don Hermogeniano.
El pueblo no es “el pueblo masa, el pueblo multitud, el pueblo griego ni romano, sino el pueblo representativo, el pueblo moderno de la Europa, el pueblo moderno de Europa y América, el pueblo escuchado en sus órganos inteligentes y legítimos –la ciencia y la virtud”. ¿Y en cuanto a sus encuestados? Ellos cuentan, sí, pero debe escribirse para ellos sin que necesariamente deba contar su opinión, y menos las de los ineptos que critican a La Moda –aquí Alberdi se muestra dolido con los ataques que ha recibido de los federales puros– que por envidia critican al periódico de Figarillo pero si llegaran a escribir sus pobres líneas en él, serían los primeros “en trompetear que no hay papel como La Moda”.
Abierto a los comentarios
Caletre 37: Calláte, Figarillo, roñoso, homosexual, te queda poco tiempo, mierdita de salón. Metete tus minués en el ortito, ¿sabés Alberdi cuanto tiempo te queda en esa redacción apestosa? Já já já
Dr Pedrotelmo: Te vamos aponer un cohete en el orificio, alberdito, montonerito de jacquet, tucumano conchudo, no te recibiste en la universidad, no podés mostrar el título y mostrás tu traserito enroñado, vago que dilapidaste recursos públicos, prohijado por un gobernador burócrata. Si te cruzo por la calle del Cabildo te escupo esa cara de nenito intelectualoide…já já já
Biscocho asado: Alberdi… rajá de nuestra ciudad, provinciano lamebotas, andá turrito con tu filosofía a París, aprovechá ahora que ya no tenés mucho tiempo. ¡Culorroto! ¿No se la mamaste a Echeverría? ¡Otro truhán! Vengan, que los consuelo… já, já, já.
Solitario de la Recova: Te espera el paredón Alberdi, a vos y a tu amiguito Estebancito. Te bajaste los lienzos con el tirano, y más de uno te corrió de atrás. ¿Te gustó no? te vamos a estrenar la desembocadura, y si apretás el esfínter va a ser peor, mugriento de levita engrasada, exilate puto.
Baqueano del Bajo: Alberdi, cobarde, confesá que son un percherón aburrido, un cajetilla invertido. La tenés adentro, autorcito del Fragmento al estudio del Derecho! Qué derecho, si sos un torcido, y lo único derecho que conocés es cuando te la sirven de retaguardia. Putito romanticoide, tomátelas a Montevideo.
Juan pueblo: ¿Recién ahora descubrís lo que es el pueblo, mariquita? ¿Cómo te van a leer a vos, petimetre, mierdita ensobrada? já já já, ¡Cómo estamos afinando el violín para cuando te toque, soretito disminuido, caquita olvidada en la vereda! Já, Já, Já.
El moderador se frota las manos. Ha bochado una o dos intervenciones pues les faltaba el vigor denigrante que es necesario. ¡Hay que mantener el nivel, mierditas! ¡El nuevo periodismo precisa vida, pasión, jugarse por ideas, hablar con verdades conmovedoras, destructivas, que aplasten a quienquiera que asome la testuz! ¡He dicho!
La Tecl@ Eñe. Revista Digital de Cultura y Política
http://lateclaene6.wix.com/revistalateclaene
Por Horacio González*
La versión electrónica de los grandes diarios hace tiempo ha elegido abrir una sección de comentarios, por lo general anónimos, que se caracterizan por insultos y deshonras de un tenor antes desconocido, aun en las tradiciones más ostensibles de la prensa amarilla y panfletaria. Este nuevo idioma del sumidero de los diarios más tradicionales -periódicos de circulación nacional-, llama la atención por la virulencia injuriante con que se expresan y por la que son festejados esos comentarios, repletos de calificada vileza.
Se sitúan debajo de artículos que aunque muy duros en el estilo con que tratan su materia, guardan ciertas formas civiles y muchas veces irónicamente refinadas, integrando sin embargo una curiosa unidad de significado con lo que viene luego: los ultrajes y procacidades antes reservados a fórmulas privadas del trato, mediando siempre una aquiescencia pactada. Pero lo que implícitamente es aceptado en un cenáculo particular o circunspecto, para el goce íntimo de la insidia reservada, cobra aquí un carácter definitorio en cuanto al uso de la lengua colectiva. Fenómeno de la industria de mercancías informacionales globalizadas, estos envíos pseudo-participativos significan oscuros desahogos y un goce en la impudicia del trato. La procacidad múltiple y desenfadada en la lengua es un hecho que ni es simple ni puede ser reglado por nadie Pero debe ser observado en cambio en debates críticos que pongan la dimensión lingüística como parte de la reconstrucción del significado de la política.
Es cierto que estas intervenciones originariamente estaban concebidas como verdaderos foros o blogs, y se apuntaba a la creación de un ágora que no está ausente de muchas manifestaciones de la red llamada “social”, ni tampoco dejan de existir algunas opiniones fundadas en esos mismos ámbitos que promueven los grandes matutinos. Pero allí es imposible sostener una discusión por el nivel cloacal que es lo que les da vida y sigiloso atractivo a estos flechazos descarnados, frente a los que no es raro ver a la Real Academia en actitud de festejo, en brazos de una demagogia que parece llevarlos a pensar que allí hay nuevas floraciones idiomáticas a las que apenas hay que facilitarles una gramática más accesible.
Es que estas “opiniones” son de algún modo termómetros de las pulsiones secretas de una gran ciudad, además de contener numerosas “operaciones políticas” al servicio de tal o cual interés inmediato. Si por un lado son indicadores que un periódico tiene en cuenta una vez que decide tocar esa cuerda oscura del espíritu colectivo, por otro lado revelan el irresponsable proyecto de hacer de estas pseudo-opiniones un acto de la democracia argumentativa. En verdad, son actos destructivos de los vínculos de lenguaje, que anudan lazos sin los cuales no hay subjetividad libre ni discusión pública aceptable.
No nos asustamos de las palabras viscosas, ni creemos que haya que ensayar un moralismo de mate lavado contra un hecho de gran significación en los procesos de zarandear al límite los lenguajes públicos. Pero se abre una polémica que por el momento no prospera porque el mercado de la injuria –presentado como trama discursiva de la genuina opinión pública- es una vasta transacción producida por el negocio del capitalismo libidinal de la información. A las empresas comerciales de noticias les importa más esas comezones y necias diatribas que sus aúlicos editorialistas de turno. Estos están en el cielo y sus opinadores anónimos en el infierno. Lógicamente, unos están en función de los otros.
Pero desde el Dante hasta la actualidad, el Infierno es más atractivo que el “cielo”. Solo que hay un equívoco. En vez del gran poeta italiano, con la cadencia exquisita del idioma y la suma de preciosas alegorías, tenemos a nuestro servicio las más turbias escatologías que corroen el alma de un país. Propongo pues un ejercicio. Comentaré un diario de la época de Rosas, La Moda de Juan Bautista Alberdi, para ver como hubiera funcionado en aquel tiempo, prolífico en acciones virulentas e insultos públicos, este método de pudrición idiomática que se instaló entre nosotros. Conste que es mejor esta oscura violencia verbal que la violencia física y las guerras que abundan en el mundo. Pero si bien la primera parece “literaria”, “fruto de una pasión escritural”, introduce un tono abismal en la conversación colectiva que consigue pulverizarla. Y entonces sí, puede alojarse en ella otro tipo de arrebato donde la excitación prefigura el acto físico de agresión.
Veamos entonces que hubiera pasado si tales despropósitos hubieran ocurrido hace más de un siglo y medio, cuando la prensa de por sí era batalladora y panfletaria. Aceptemos, a modo de ucronía, este ejemplo. Previamente, una breve reseña sobre “La Moda”.
La Moda de Alberdi hace la primera encuesta social en relación con los lectores de un periódico. Se entiende más, así, su separación un tanto incomprensible de los dominios ya fijados del romanticismo. Alberdi escribe con el pseudónimo de Figarillo, y comentaremos especialmente un artículo suyo sobre la relación entre periodismo y lectura popular, titulado Un papel popular. En este artículo encontramos un anticipo de un tema que recorre la historia del mundo moderno: ¿qué lee el hombre social en sus diferentes estratos y formas de vida? ¿qué lee el pueblo? Éste debe ser también el primer autoexamen del periodismo en la historia nacional, si no consideramos los escritos de Mariano Moreno llamando a que un órgano gubernamental, la Gazeta, cumpla con la tarea de hacer transparentes las decisiones oficiales.
Para Figarillo, “es necesario escribir para el pueblo”. Pero antes “es necesario explorar ese campo”. He aquí como describe lo que hoy llamamos encuesta: “¿Qué mejor medio para ensayar el pueblo que el que se observa con el vino? No es decir esto que sea bueno venderlo ni tragarlo, sino probarlo. Para esto separaré un poco de pueblo, haré un pueblo en miniatura y lo interrogaré sobre cómo quiere que se le escriba”.
No conocemos mejor definición, algo irónica es cierto, de lo que muchas décadas después, se conoció como “técnicas de muestreo social”. Esto ocurre en 1837. Comparecen en esta composición una mujer, un pulpero, un comerciante, un artesano, un anciano letrado y un zapatero, representantes de “las clases de la sociedad”. Las respuestas son adversas a la circulación de los periódicos, cada personaje dando razones específicas para tal razonamiento. Incluso el “anciano letrado” no desentona. Quizás no sea este personaje enteramente ficcional como los demás. Ha sido educado en las universidades de Chuquisaca y Córdoba y responde rechazando la economía política, el derecho público, la ciencia administrativa, la filosofía, la historia y la literatura, el cálculo, el griego y el francés, para recomendar “un abismo de ciencia legislativa, canónica y teológica”.
Este personaje tiene, sí, un nombre supuesto, don Hermogeniano, quien remata diciendo, en consonancia con los demás interrogados: “¡Hombre, que les ha dado a ustedes por escribir papeles públicos! En mi tiempo los mozos no escribían; bien que entonces no había papeles públicos, ellos han venido a la vanguardia de nuestras desgracias públicas. Ninguna falta hacen al público los papeles periódicos, como dijo Polignac, en todo tiempo han sido y de suyo no pueden menos que serlo, un instrumento de sedición y desorden”.
¿Qué conclusiones saca Alberdi de su encuesta burlona? Tropieza con la dura tarea de definir, él, un ironista, al pueblo. Primero lanza el dolido sarcasmo: “Sí: el pueblo es el oráculo sagrado del periodista, como del legislador y del gobernante. Faro inmortal y divino, él es nuestra guía, nuestra antorcha, nuestra musa, nuestro genio, nuestro criterio, él es todo y todo para él ha sido destinado”. Pero luego se pone serio: no se trata de aquel tendero ni del zapatero, ni de don Hermogeniano.
El pueblo no es “el pueblo masa, el pueblo multitud, el pueblo griego ni romano, sino el pueblo representativo, el pueblo moderno de la Europa, el pueblo moderno de Europa y América, el pueblo escuchado en sus órganos inteligentes y legítimos –la ciencia y la virtud”. ¿Y en cuanto a sus encuestados? Ellos cuentan, sí, pero debe escribirse para ellos sin que necesariamente deba contar su opinión, y menos las de los ineptos que critican a La Moda –aquí Alberdi se muestra dolido con los ataques que ha recibido de los federales puros– que por envidia critican al periódico de Figarillo pero si llegaran a escribir sus pobres líneas en él, serían los primeros “en trompetear que no hay papel como La Moda”.
Abierto a los comentarios
Caletre 37: Calláte, Figarillo, roñoso, homosexual, te queda poco tiempo, mierdita de salón. Metete tus minués en el ortito, ¿sabés Alberdi cuanto tiempo te queda en esa redacción apestosa? Já já já
Dr Pedrotelmo: Te vamos aponer un cohete en el orificio, alberdito, montonerito de jacquet, tucumano conchudo, no te recibiste en la universidad, no podés mostrar el título y mostrás tu traserito enroñado, vago que dilapidaste recursos públicos, prohijado por un gobernador burócrata. Si te cruzo por la calle del Cabildo te escupo esa cara de nenito intelectualoide…já já já
Biscocho asado: Alberdi… rajá de nuestra ciudad, provinciano lamebotas, andá turrito con tu filosofía a París, aprovechá ahora que ya no tenés mucho tiempo. ¡Culorroto! ¿No se la mamaste a Echeverría? ¡Otro truhán! Vengan, que los consuelo… já, já, já.
Solitario de la Recova: Te espera el paredón Alberdi, a vos y a tu amiguito Estebancito. Te bajaste los lienzos con el tirano, y más de uno te corrió de atrás. ¿Te gustó no? te vamos a estrenar la desembocadura, y si apretás el esfínter va a ser peor, mugriento de levita engrasada, exilate puto.
Baqueano del Bajo: Alberdi, cobarde, confesá que son un percherón aburrido, un cajetilla invertido. La tenés adentro, autorcito del Fragmento al estudio del Derecho! Qué derecho, si sos un torcido, y lo único derecho que conocés es cuando te la sirven de retaguardia. Putito romanticoide, tomátelas a Montevideo.
Juan pueblo: ¿Recién ahora descubrís lo que es el pueblo, mariquita? ¿Cómo te van a leer a vos, petimetre, mierdita ensobrada? já já já, ¡Cómo estamos afinando el violín para cuando te toque, soretito disminuido, caquita olvidada en la vereda! Já, Já, Já.
El moderador se frota las manos. Ha bochado una o dos intervenciones pues les faltaba el vigor denigrante que es necesario. ¡Hay que mantener el nivel, mierditas! ¡El nuevo periodismo precisa vida, pasión, jugarse por ideas, hablar con verdades conmovedoras, destructivas, que aplasten a quienquiera que asome la testuz! ¡He dicho!
La Tecl@ Eñe. Revista Digital de Cultura y Política
http://lateclaene6.wix.com/revistalateclaene
*Director de la Biblioteca Nacional. Sociólogo, ensayista y escritor.
Obama, el perdedor
Por Camila Bonetti
Como era de esperarse, el Partido Demócrata esta vez perdió el control de las dos Cámaras del Congreso por primera vez desde que asumió Obama, complicando el panorama legislativo en los dos años de gobierno que le restan. Los Republicanos, en auge, apuntan a las presidenciales de 2016.
Con resultados ajustados, el Partido Republicano ganó en Estados clave e históricamente demócratas, y obtuvo un resultado tan anhelado como importante: controlar las Cámaras Alta y Baja del Congreso y para poder frenar definitivamente los proyectos demócratas y sacar adelante los suyos. La reforma en el sistema de salud se convirtió en uno de los principales caballos de batalla de Obama pero también en el principal objeto a desmantelar de los republicanos. También, la prometida e incumplida reforma migratoria tampoco podrá ver el visto bueno de aquí en más, o al menos hasta 2016, cuando se dispute la presidencia y se renueven más bancas.
El voto latino, clave para los demócratas, también perdió peso en esta oportunidad, y es que a pesar del mayoritario apoyo de esta cada vez más importante parte del electorado hacia Obama y compañía, se sintió desilusionado ante la falta de cumplimiento efectivo de varias promesas nunca concretadas, como la reforma migratoria. Es que el presidente, que no puede volver a postularse de aquí en más, iba a tener un segundo mandato sin el peso de tener que hacer buena letra para conseguir la reelección, y por ende con una mochila más liviana sería más fácil salir a batallar contra los republicanos en estas leyes clave, pero para frustración de muchos resultó ser tibio de las puertas para adentro. Sin embargo, en política exterior sí mostró más dureza que antes, enfilado en "la lucha contra el terrorismo" del Estado Islámico, frase norteamericana si las hay, esa misma que usó Bush para invadir Irak y Afganistán a principios de la década pasada. Siria y Rusia también son preocupaciones del presidente, mientras que ponerle fin al bloqueo a Cuba o cerrar Guantánamo, mejor ni hablar.
Obama significó la esperanza de muchos, no sólo por ser negro, joven y tener un discurso prometedor, sino también porque los estadounidenses venían de dos gobiernos de Bush que se fue con las cuentas en rojo, desempleo, dos guerras y atentados que dejaron al país en llamas. Las minorías, y entre ellas los latinos, claro, encontraron en él a la persona que podía alzar su voz en medio de la soledad. Sin embargo, la tibieza de Obama se vio reflejada en los comicios del martes donde hubo menos apoyo a los demócratas y baja participación, quizá, justamente, ante tanta desilusión.
Julian Assange, amado y odiado a su vez por la sociedad norteamericana, hace análisis interesantes sobre varias cuestiones internacionales, y entre ellas hace unos meses declaró que los demócratas tienen más fuerza y logran más cosas como opositores que cuando son gobierno. Y su planteo entra en este contexto, porque como gobierno (al menos en esta etapa) se quedaron a mitad de camino a la hora de cumplir con las promesas de campaña, pero desde el rol de opositores el progresismo sale de su pecho como nunca. Los republicanos, en cambio, son iguales adentro o fuera del gobierno y suelen salirse con las suyas excepto cuando la interna con el Tea Party hace flaquear su credibilidad.
Dos años le quedan ahora a los demócratas en el poder, sin el control del Congreso y sin posibilidad de reelección. Varias estructuraciones tendrán que hacer dentro del partido si quieren tener posibilidades en las elecciones presidenciales del 2016. Una de ellas va a tener que ser la de encontrar la manera de cumplir con las promesas, ni más ni menos.
Diario Registrado
Como era de esperarse, el Partido Demócrata esta vez perdió el control de las dos Cámaras del Congreso por primera vez desde que asumió Obama, complicando el panorama legislativo en los dos años de gobierno que le restan. Los Republicanos, en auge, apuntan a las presidenciales de 2016.
Con resultados ajustados, el Partido Republicano ganó en Estados clave e históricamente demócratas, y obtuvo un resultado tan anhelado como importante: controlar las Cámaras Alta y Baja del Congreso y para poder frenar definitivamente los proyectos demócratas y sacar adelante los suyos. La reforma en el sistema de salud se convirtió en uno de los principales caballos de batalla de Obama pero también en el principal objeto a desmantelar de los republicanos. También, la prometida e incumplida reforma migratoria tampoco podrá ver el visto bueno de aquí en más, o al menos hasta 2016, cuando se dispute la presidencia y se renueven más bancas.
El voto latino, clave para los demócratas, también perdió peso en esta oportunidad, y es que a pesar del mayoritario apoyo de esta cada vez más importante parte del electorado hacia Obama y compañía, se sintió desilusionado ante la falta de cumplimiento efectivo de varias promesas nunca concretadas, como la reforma migratoria. Es que el presidente, que no puede volver a postularse de aquí en más, iba a tener un segundo mandato sin el peso de tener que hacer buena letra para conseguir la reelección, y por ende con una mochila más liviana sería más fácil salir a batallar contra los republicanos en estas leyes clave, pero para frustración de muchos resultó ser tibio de las puertas para adentro. Sin embargo, en política exterior sí mostró más dureza que antes, enfilado en "la lucha contra el terrorismo" del Estado Islámico, frase norteamericana si las hay, esa misma que usó Bush para invadir Irak y Afganistán a principios de la década pasada. Siria y Rusia también son preocupaciones del presidente, mientras que ponerle fin al bloqueo a Cuba o cerrar Guantánamo, mejor ni hablar.
Obama significó la esperanza de muchos, no sólo por ser negro, joven y tener un discurso prometedor, sino también porque los estadounidenses venían de dos gobiernos de Bush que se fue con las cuentas en rojo, desempleo, dos guerras y atentados que dejaron al país en llamas. Las minorías, y entre ellas los latinos, claro, encontraron en él a la persona que podía alzar su voz en medio de la soledad. Sin embargo, la tibieza de Obama se vio reflejada en los comicios del martes donde hubo menos apoyo a los demócratas y baja participación, quizá, justamente, ante tanta desilusión.
Julian Assange, amado y odiado a su vez por la sociedad norteamericana, hace análisis interesantes sobre varias cuestiones internacionales, y entre ellas hace unos meses declaró que los demócratas tienen más fuerza y logran más cosas como opositores que cuando son gobierno. Y su planteo entra en este contexto, porque como gobierno (al menos en esta etapa) se quedaron a mitad de camino a la hora de cumplir con las promesas de campaña, pero desde el rol de opositores el progresismo sale de su pecho como nunca. Los republicanos, en cambio, son iguales adentro o fuera del gobierno y suelen salirse con las suyas excepto cuando la interna con el Tea Party hace flaquear su credibilidad.
Dos años le quedan ahora a los demócratas en el poder, sin el control del Congreso y sin posibilidad de reelección. Varias estructuraciones tendrán que hacer dentro del partido si quieren tener posibilidades en las elecciones presidenciales del 2016. Una de ellas va a tener que ser la de encontrar la manera de cumplir con las promesas, ni más ni menos.
Diario Registrado
“Buscan asustar a las organizaciones sociales” La marcha de este año estaba prevista para el 15 de noviembre, aunque ahora su organización está puesta en duda.
Los organizadores denunciaron que Macri los obliga a ejercer el poder de policía en el acto y los responsabiliza por la seguridad de las miles de personas que asisten. Sostienen que la medida es anticonstitucional y que afecta la libertad de expresión.
La comisión organizadora de la Marcha del Orgullo Gay advirtió que peligra su realización porque el gobierno de Mauricio Macri, para autorizarla, pone como condición que los organizadores se hagan cargo de la seguridad de los concurrentes y los peatones que eventualmente pasen por el lugar. Esta pretensión de delegar el poder de policía en las organizaciones sociales fue rechazada por el colectivo que convoca a la manifestación, que reclamaron al Estado porteño que asuma sus responsabilidades de brindar seguridad y garantizar la libertad de expresión. Además, alertaron sobre un antecedente concreto: la Justicia condenó a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) a pagar una indemnización de medio millón de pesos porque una persona que se acercó a un acto que realizaron en la Reserva Ecológica fue atacada por un tercero, ajeno a la concentración.
La Marcha del Orgullo Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual y Queer tiene 23 años de historia y es un acto emblemático de la democracia. En cada edición, miles de personas se congregan en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para caminar hasta la Plaza del Congreso.
“Todavía no tenemos la autorización. Lo que nos está diciendo el gobierno de Macri es que la comisión organizadora debe asumir el poder de policía y en consecuencia debe actuar para prevenir delitos. Es inaudito, porque una cosa es ser responsables si alguien se cae del escenario y otra es si una persona es lastimada en la plaza porque le quisieron robar. Al querer hacernos responsables de la seguridad, nos obliga a actuar como si fuéramos policías. Esto es algo que no queremos, pero además que resultaría ilegal”, planteó Marcelo Suntheim, de la CHA.
Los organizadores de la marcha remarcaron que la condición puesta por el macrismo “no tiene sustento legal, ya que viola un principio constitucional que dice que el deber del Estado de dar seguridad es indelegable”. Por otra parte, la medida es un aval tácito a la justicia por mano propia. “En los hechos, es permitir la creación de un grupo parapolicial”, apuntó Suntheim.
El dirigente insistió en el ejemplo de un robo para dar una idea de lo que está en juego: “Supongamos que mientras se realiza la marcha, en la zona por donde pasamos, alguien trata de robarle la cartera a una señora, la empuja y la fractura. Nos acusarían por no haber actuado como si fuésemos policías, evitando el robo”.
Para el dirigente, la intención del macrismo es “asustar, amedrentar a las organizaciones sociales para que no se manifiesten en el espacio público”. La condición puesta por el gobierno porteño no es nueva, sino que viene desde los comienzos de la gestión PRO. Si se denuncia recién ahora es porque nadie la había tomado demasiado en serio hasta que la Justicia condenó a la CHA a pagar una indemnización de cerca de medio millón de pesos por una agresión que sufrió una persona en Puerto Madero, mientras estaba en la zona donde se realizaba una actividad de la campaña Stop-Sida. Es decir, durante un evento de interés público realizado en un espacio público.
Ocurrió el 15 de enero de 2005. La actividad organizada por la CHA en el anfiteatro del Parque Micaela Bastidas consistió en el reparto de material informativo sobre la prevención en salud, mientras un Dj pasaba música. La gente de la CHA no recibió ninguna denuncia ni pedido de ayuda sobre ningún hecho violento, pero días más tarde fue notificada de que había sido denunciada ante la Justicia por un hombre que dijo haber sido atacado por un tercero en la vereda, y que también responsabilizó al gobierno porteño, la Prefectura y la Policía Federal.
El denunciante dijo que paseaba por Puerto Madero con amigos cuando escuchó música y se acercaron, que a unos metros vio a una persona sobre el piso y quiso ayudarla, pero antes de llegar sintió un fuerte golpe en la cabeza y quedó inconsciente. Sus amigos lo llevaron al puesto de la Prefectura. El denunciante dijo que no vio policías en el lugar y que sus amigos no encontraron a los organizadores del evento. Una vez recuperado, inició una demanda por daños.
El juez Enrique Lavié Pico condenó en primera instancia al Gobierno de la Ciudad –“porque el deber de seguridad es indelegable”– y también a la CHA, con el argumento de que era responsable como organizadora del evento. Este fallo fue apelado y a mediados de octubre la Sala II de Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal exculpó al gobierno porteño y responsabilizó exclusivamente a la CHA, y le fijó como condena el pago de una indemnización de 450 mil pesos. El caso está actualmente con un recurso de queja en la Corte Suprema.
Una consecuencia directa del requisito puesto por el macrismo para las manifestaciones de las organizaciones sociales –a las que se trata como si fueran empresas organizando un espectáculo comercial, en un espacio privado– es que sólo aquellas que cuenten con fondos podrán hacer actos públicos. En principio, porque para cubrirse deberán contratar un seguro de responsabilidad civil que las cubra ante eventuales juicios de cualquier peatón que sufra un daño en la zona, más allá de que quien se lo haya provocado no tenga nada que ver con los manifestantes. Desde la CHA apuntan que “si bien la ley ordena comprar un seguro de responsabilidad civil, sus alcances están limitados a lo que suceda arriba del escenario. Es decir que hay que tener cuatro o cinco mil pesos para poder manifestarse, y encima no quedás cubierto”, señaló Suntheim.
En un comunicado de prensa, las 30 organizaciones convocantes de la marcha denunciaron por esto que este año su realización peligra. La movilización estaba prevista para el 15 de noviembre, “pero no están dadas las garantías para ejercer la libertad de expresión, debido a que el Gobierno de la Ciudad no se hace cargo de la seguridad del encuentro”.
“Denunciamos el peligro potencial de quiebra económica de las organizaciones sin fines de lucro que representa el fallo (de la Cámara de Apelaciones) y el debilitamiento de nuestro derecho a la libertad de expresión en la vía pública, en tanto que sólo quienes puedan soportar tales pérdidas económicas y quienes puedan pagar seguros que valen miles de pesos se atreverán a hacer uso de ese derecho. Peligra sin dudas la continuidad de la organización de las marchas del orgullo Lgtbiq, uno de los actos democráticos más grandes del país”.
La nota lleva las firmas de, entre otras organizaciones, la Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina, Casa Brandon, 100% Diversidad y Derechos, Club de Osos de Buenos Aires, Comunidad Homosexual Argentina, Cóncavos y Convexos, Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, La Fulana, Mesa Nacional por la Igualdad, Nexo A.C, Putos Peronistas, La Cámpora Diversia, UCR Diversidad, Partido Humanista, Juventud Radical, Asociación del Personal Legislativo, Nuevo Encuentro y grupos Lgbtiq de diferentes ámbitos y partidos políticos.
07/11/14 Página|14
La comisión organizadora de la Marcha del Orgullo Gay advirtió que peligra su realización porque el gobierno de Mauricio Macri, para autorizarla, pone como condición que los organizadores se hagan cargo de la seguridad de los concurrentes y los peatones que eventualmente pasen por el lugar. Esta pretensión de delegar el poder de policía en las organizaciones sociales fue rechazada por el colectivo que convoca a la manifestación, que reclamaron al Estado porteño que asuma sus responsabilidades de brindar seguridad y garantizar la libertad de expresión. Además, alertaron sobre un antecedente concreto: la Justicia condenó a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) a pagar una indemnización de medio millón de pesos porque una persona que se acercó a un acto que realizaron en la Reserva Ecológica fue atacada por un tercero, ajeno a la concentración.
La Marcha del Orgullo Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersexual y Queer tiene 23 años de historia y es un acto emblemático de la democracia. En cada edición, miles de personas se congregan en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para caminar hasta la Plaza del Congreso.
“Todavía no tenemos la autorización. Lo que nos está diciendo el gobierno de Macri es que la comisión organizadora debe asumir el poder de policía y en consecuencia debe actuar para prevenir delitos. Es inaudito, porque una cosa es ser responsables si alguien se cae del escenario y otra es si una persona es lastimada en la plaza porque le quisieron robar. Al querer hacernos responsables de la seguridad, nos obliga a actuar como si fuéramos policías. Esto es algo que no queremos, pero además que resultaría ilegal”, planteó Marcelo Suntheim, de la CHA.
Los organizadores de la marcha remarcaron que la condición puesta por el macrismo “no tiene sustento legal, ya que viola un principio constitucional que dice que el deber del Estado de dar seguridad es indelegable”. Por otra parte, la medida es un aval tácito a la justicia por mano propia. “En los hechos, es permitir la creación de un grupo parapolicial”, apuntó Suntheim.
El dirigente insistió en el ejemplo de un robo para dar una idea de lo que está en juego: “Supongamos que mientras se realiza la marcha, en la zona por donde pasamos, alguien trata de robarle la cartera a una señora, la empuja y la fractura. Nos acusarían por no haber actuado como si fuésemos policías, evitando el robo”.
Para el dirigente, la intención del macrismo es “asustar, amedrentar a las organizaciones sociales para que no se manifiesten en el espacio público”. La condición puesta por el gobierno porteño no es nueva, sino que viene desde los comienzos de la gestión PRO. Si se denuncia recién ahora es porque nadie la había tomado demasiado en serio hasta que la Justicia condenó a la CHA a pagar una indemnización de cerca de medio millón de pesos por una agresión que sufrió una persona en Puerto Madero, mientras estaba en la zona donde se realizaba una actividad de la campaña Stop-Sida. Es decir, durante un evento de interés público realizado en un espacio público.
Ocurrió el 15 de enero de 2005. La actividad organizada por la CHA en el anfiteatro del Parque Micaela Bastidas consistió en el reparto de material informativo sobre la prevención en salud, mientras un Dj pasaba música. La gente de la CHA no recibió ninguna denuncia ni pedido de ayuda sobre ningún hecho violento, pero días más tarde fue notificada de que había sido denunciada ante la Justicia por un hombre que dijo haber sido atacado por un tercero en la vereda, y que también responsabilizó al gobierno porteño, la Prefectura y la Policía Federal.
El denunciante dijo que paseaba por Puerto Madero con amigos cuando escuchó música y se acercaron, que a unos metros vio a una persona sobre el piso y quiso ayudarla, pero antes de llegar sintió un fuerte golpe en la cabeza y quedó inconsciente. Sus amigos lo llevaron al puesto de la Prefectura. El denunciante dijo que no vio policías en el lugar y que sus amigos no encontraron a los organizadores del evento. Una vez recuperado, inició una demanda por daños.
El juez Enrique Lavié Pico condenó en primera instancia al Gobierno de la Ciudad –“porque el deber de seguridad es indelegable”– y también a la CHA, con el argumento de que era responsable como organizadora del evento. Este fallo fue apelado y a mediados de octubre la Sala II de Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal exculpó al gobierno porteño y responsabilizó exclusivamente a la CHA, y le fijó como condena el pago de una indemnización de 450 mil pesos. El caso está actualmente con un recurso de queja en la Corte Suprema.
Una consecuencia directa del requisito puesto por el macrismo para las manifestaciones de las organizaciones sociales –a las que se trata como si fueran empresas organizando un espectáculo comercial, en un espacio privado– es que sólo aquellas que cuenten con fondos podrán hacer actos públicos. En principio, porque para cubrirse deberán contratar un seguro de responsabilidad civil que las cubra ante eventuales juicios de cualquier peatón que sufra un daño en la zona, más allá de que quien se lo haya provocado no tenga nada que ver con los manifestantes. Desde la CHA apuntan que “si bien la ley ordena comprar un seguro de responsabilidad civil, sus alcances están limitados a lo que suceda arriba del escenario. Es decir que hay que tener cuatro o cinco mil pesos para poder manifestarse, y encima no quedás cubierto”, señaló Suntheim.
En un comunicado de prensa, las 30 organizaciones convocantes de la marcha denunciaron por esto que este año su realización peligra. La movilización estaba prevista para el 15 de noviembre, “pero no están dadas las garantías para ejercer la libertad de expresión, debido a que el Gobierno de la Ciudad no se hace cargo de la seguridad del encuentro”.
“Denunciamos el peligro potencial de quiebra económica de las organizaciones sin fines de lucro que representa el fallo (de la Cámara de Apelaciones) y el debilitamiento de nuestro derecho a la libertad de expresión en la vía pública, en tanto que sólo quienes puedan soportar tales pérdidas económicas y quienes puedan pagar seguros que valen miles de pesos se atreverán a hacer uso de ese derecho. Peligra sin dudas la continuidad de la organización de las marchas del orgullo Lgtbiq, uno de los actos democráticos más grandes del país”.
La nota lleva las firmas de, entre otras organizaciones, la Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina, Casa Brandon, 100% Diversidad y Derechos, Club de Osos de Buenos Aires, Comunidad Homosexual Argentina, Cóncavos y Convexos, Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, La Fulana, Mesa Nacional por la Igualdad, Nexo A.C, Putos Peronistas, La Cámpora Diversia, UCR Diversidad, Partido Humanista, Juventud Radical, Asociación del Personal Legislativo, Nuevo Encuentro y grupos Lgbtiq de diferentes ámbitos y partidos políticos.
07/11/14 Página|14
Murió a los 45 años con un nombre falso en una clínica de Buenos Aires A 39 años de la muerte de Agustín Tosco, un símbolo del Cordobazo
Lo detuvo la dictadura de Juan Carlos Onganía, tras el Cordobazo y lo juzgó un Consejo de Guerra. Estuvo detenido en Rawson y amnistiaron. Lo persiguió la Triple A, y murió en la clandestinidad. El rol de un referente gremial que luchó también contra la burocracia sindical.
Por Natalia Biazzini
Fotos: www.agustintosco.com.ar
Miles de personas concurrieron al entierro del referente sindical Agustín Tosco en Córdoba, hace exactamente 39 años. Cuando el cotejo llegó al cementerio San Jerónimo, matones de la Triple A, apostados en los techos de los panteones, dispararon contra la gente y hubo varios heridos. Un grupo de trabajadores dejó el féretro en una bóveda ajena y recién por la noche pudieron trasladarlo al panteón de la Unión Eléctrica, donde todavía están sus restos.
Por Natalia Biazzini
Fotos: www.agustintosco.com.ar
Miles de personas concurrieron al entierro del referente sindical Agustín Tosco en Córdoba, hace exactamente 39 años. Cuando el cotejo llegó al cementerio San Jerónimo, matones de la Triple A, apostados en los techos de los panteones, dispararon contra la gente y hubo varios heridos. Un grupo de trabajadores dejó el féretro en una bóveda ajena y recién por la noche pudieron trasladarlo al panteón de la Unión Eléctrica, donde todavía están sus restos.
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