El especialista Norberto Emmerich analiza Nordelta, el barrio privado que
sobresale en el municipio del norte del GBA. Narconegocios en el exclusivo
country.
Por Norberto Emmerich
La operación “Fondo Blanco” consistió en varios procedimientos realizados en
Tigre a fines del año 2013 donde se incautaron 114 kilos de cocaína y se detuvo
a varias personas de nacionalidad colombiana acusadas de narcotráfico y lavado
de dinero. Según afirma la diputada nacional de UNEN, Elisa Carrió, el ex
intendente de Tigre, Sergio Massa, habría alertado a los implicados, a través de
Walter Mosca, un arquitecto acusado de lavado de dinero en esa misma causa,
sobre inminentes procedimientos en su contra.
Por su parte Sergio Berni, secretario de Seguridad, había afirmado en medio
de las campañas legislativas del año 2013 que los narcos colombianos habían
elegido al complejo Nordelta, en el partido de Tigre, para vender drogas,
invertir, lavar dinero y refugiarse.
A pesar de los fines electorales de las declaraciones de Sergio Berni lo
cierto es que la justicia y la policía están preocupadas por el despliegue de
los carteles colombianos en Argentina, sobre todo Los Rastrojos, y en segundo
lugar Los Urabeños.
Allí en Nordelta, la ciudad privada más grande y exclusiva del país, sigue
viviendo bajo arresto domiciliario la esposa del narco colombiano Jesús Yepez
Gaviria, jefe del grupo apresado en el operativo Fondo Blanco. También vivió
allí la esposa y los dos hijos de Henry de Jesús Londoño, alias “Mi Sangre”. Los
hermanos John y Anthony Grajales, socios de Yepez Gaviria, se instalaron en Las
Glorietas, uno de los barrios de Nordelta. El narco extraditado Ignacio Álvarez
Meyendorff también vivió allí. Ruth Martínez, la ex esposa del “loco” Daniel
Barrera, líder de Los Rastrojos, vivía y fue detenida en Nordelta.
“Tanto Nordelta como la Asociación Vecinal Nordelta desde hace un tiempo
prolongado colaboran con las autoridades correspondientes de los poderes
Ejecutivo y Judicial para el proceder correspondiente frente al flagelo terrible
del delito de narcotráfico”. Así dice un comunicado difundido por los
Administradores de la Ciudad privada.
Llama mucho la atención que la administración de un barrio, responsable de
cobro de expensas, alumbrado, limpieza y algunas pocas cosas más deba
pronunciarse expresamente como colaboradora de las autoridades en temas de
narcotráfico.
Un sector de la oposición política argentina considera a Tigre como el
bastión de las políticas de seguridad. Para el intendente de la localidad,
Sergio Massa, la seguridad debería transformarse en la carta de presentación
exitosa de su carrera a la presidencia.
Sin embargo
los "1000 ojos" que todo lo ven en las calles y generan una
fuerte sensación de control no consiguen aún desarmar la
percepción de
inseguridad en Tigre, donde se apostó a la tecnología para intentar acorralar al
delito.
En el partido los agentes de vigilancia particular duplican a los uniformados
de la Policía de la provincia porque un 35% de la población vive en barrios
privados. A varios kilómetros de ahí, sobre la avenida Constituyentes en General
Pacheco, muchos comercios trabajan enrejados y los comerciantes se quejan por la
insuficiencia del patrullaje y la falta de vigilancia en algunos barrios. Tigre
es un municipio con una seguridad fuertemente desigual.
El crimen organizado convierte a la “Pequeña Colombia” (Nordelta) en una
ciudad privada hipersegura para sí que disemina inseguridad en los barrios más
pobres y alejados del propio partido y del país.
José Sbatella, titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) de la
AFIP, cuenta que los guardias de seguridad de Nordelta les pidieron que se
sacaran los chalecos para no asustar a los vecinos. La principal desarrolladora
de Nordelta, Oda Constructora, está investigada por narcotráfico y sus bienes
están congelados por la justicia. Walter Mosca, el conocido arquitecto del
Operativo Fondo Blanco, es su titular. El monto congelado por lavado de dinero
asciende a 600 millones de dólares, considerado por Sbatella como el mayor
congelamiento de fondos en la historia de América Latina.
En consecuencia, los narcos no viven en Tigre porque es más seguro, sino
porque allí realizan sus negocios de lavado de dinero proveniente del
narcotráfico colombiano. Ese lavado se realiza a través de negocios
inmobiliarios en la ciudad privada de Nordelta y se concretan específicamente a
través de Oda Constructora, la empresa de Walter Mosca, el protegido por Sergio
Massa