viernes, 2 de mayo de 2014

Macri in fraganti mirando a Violetta: la foto que revolucionó las redes sociales

Tras bambalinas, y con una multitud de infantes esperando el recital de la ídola en el Planetario, al Jefe de Gobierno porteño se les fueron los ojos y un fotógrafo captó el momento justo. Los usuarios de la red social se deshicieron en ironías.

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A una semana de su "a todas las mujeres les gustan los piropos, aunque les digan qué lindo culo tenés", el jefe de Gobierno de  la Ciudad, Mauricio Macri, fue captado por un fotógrafo justo en el momento en que estaba mirando sin tapujos a la ídola adolescente Tini, más conocida como Violetta.
Ante la imagen, los usuarios de Twitter explotaron en frases e ironías por la actitud del mandatario porteño e hicieron hincapié en su parecido con Charles Montgomery Burns, el mítico personaje de la serie animada Los Simpsons.

FARC: Ante la muerte de Gabriel García Márquez

La muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez en México, pese a ser uno de esos hechos previsibles por cuenta de sus largos años de vida y la enfermedad que lo consumía, no deja de estremecer en los más hondos cimientos la nacionalidad colombiana. Con su partida pierde el país a uno de los hijos más geniales de su historia, a una de las mentes más creativas e inquietas que haya brotado del ardiente suelo de la costa atlántica, a uno de los símbolos más auténticos del talante colombiano y latinoamericano en el mundo.

En los archivos históricos de las FARC-EP reposa para el estudio de todos los combatientes una conferencia del Camarada Jacobo Arenas en los principios de los años ochenta, conocida después como El Don de Mando de Jacobo, en cuya introducción el comandante guerrillero expone entre otras estas apreciaciones:

“Cuando alguien hace cosas bien hechas, cosas que son ejemplo, cosas que perduran en la mente de la gente, en su conciencia, con suficiente inteligencia, cosas que llaman la atención en todo sentido, cosas que revelan acierto, se le dice que es de talento… En la narrativa y en la novelística se dice que Gabriel García Márquez es el escritor de mayor talento en los últimos tiempos. ¿Por qué? Porque sus obras responden al nivel de desarrollo técnico, científico, cultural y humano de la sociedad y además porque la técnica narrativa de García Márquez ha logrado encarnar en sus personajes lo común de los hombres y fenómenos de estas sociedades subdesarrolladas, y porque va directo a la psiquis del lector y pone en acción sus más hondas fibras humanas”.

El reconocimiento a la genialidad de Gabriel García Márquez por cuenta de uno de los fundadores de las FARC, bautizado con razón como el ideólogo de nuestra organización, es cabal demostración de cómo la pluma del escritor cataquero logró penetrar las más disímiles concepciones y concitar el aprecio y la admiración general por encima de las diferencias ideológicas, políticas, económicas y sociales. Más allá de la grosera imposición cultural mediática en boga, que suele ubicar en el primer lugar de la cultura nacional a personajes de muy discutible identidad que no cabe ni mencionar aquí, Gabriel García Márquez ocupa sin lugar a dudas el peldaño más alto en la expresión cultural colombiana y latinoamericana.

Nos duele sincera y profundamente la muerte de Gabriel García Márquez. Con su vida parece irse para siempre un capítulo inmenso del drama colombiano, un referente que abarca magistralmente nuestra historia desde las guerras civiles del siglo XIX, pasando por la hegemonía conservadora y la brutal violencia partidista de mediados del siglo XX. Allí reside la clave del conflicto nacional actual, tan íntimamente ligado a la presencia de las multinacionales gringas, la brutalidad de las fuerzas militares colombianas, el 9 de abril y la intolerancia política madurada al interior de los partidos tradicionales. Nos quedan sus obras, verdaderos consuelos y estímulos para soñar y trabajar por una Nueva Colombia.


SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP
Montañas de Colombia, 18 de abril de 2014.

Fuente: http://www.noticiaspia.org/ante-la-muerte-de-gabriel-garcia-marquez/

Desventuras políticas de los herederos del peronismo Por Alejandro Horowicz

Si Cristina designara a un candidato a sucederla, fracturaría su propia tropa. ¿Qué hizo que cambiara tanto un sistema acostumbrado al dedo?

Una especie de acuerdo regula la lectura de los analistas políticos, más allá de sus inclinaciones personales: el gobierno no está en posibilidad de lanzar un candidato presidencial de su riñón. En todo caso, no en la pool position. Comparto ese enfoque. Pero en ese punto termina el acuerdo. Y en caso de intentarlo, si Cristina Fernández designara a dedo un hombre o una mujer explícitamente K, fracturaría su propia tropa. 

Una pregunta surge nítida: ¿una corriente que gobernó 12 años puede ser tan débil? Si algo caracteriza al presidencialismo nacional es la capacidad, aptitud del titular del Ejecutivo, para elegir sucesor. Desde Roque Sáenz Peña en adelante, desde que los procesos electorales son relativamente transparentes, el presidente saliente somete a plebiscito a su candidato. Y por lo general gana. 

¿Qué pasó para cambiar tanto las cosas? 

EL FACTOR SCIOLI. La decisión de Daniel Scioli, de disputar la candidatura oficialista de 2015, no puede sorprender a nadie: el gobernador del mayor distrito electoral, la exhibió en privado y en público todo el tiempo. Fiel a su estilo subrayaba su condición de "sometido" voluntario, que conservaba la posibilidad de independencia a futuro, la presidencia de la Nación. Para evitar todo barroquismo confuso: nunca ocultó su proyecto, siempre le pusieron un techo, Néstor y Cristina. Si uno de ambos podía o quería continuar se haría a un lado; la muerte de Néstor redujo la lista a uno, si se trata de cualquier otro (un ungido por el dedo del Ejecutivo), no. En ese punto haría valer su propio capital político. Y el "sometido" terminó produciendo contra su voluntad una declaración de guerra. 

Cristina le cobró sus aspiraciones; Scioli ni perdió la vertical, ni resignó su candidatura, que hoy por hoy encabeza el pelotón pejotista. Ningún otro postulante, por el momento, le hace sombra. El problema es y no es Sergio Massa, que juega y no juega en la misma cancha. 

Cuando Scioli sostuvo "no tengo que dar ningún test de lealtad, de compromiso con el peronismo" dijo, en sus términos, la verdad fáctica. En su naturaleza reside parte del problema. Ese compromiso "con el peronismo" incluyó a Carlos Saúl Menem y a Néstor Kirchner. Menem no fue otra cosa que la profundización de la "democracia de la derrota". El cuarto peronismo. 

María Estela Martínez de Perón, de la mano de José López Rega y Celestino Rodrigo, tras la muerte del presidente Juan Domingo Perón, inicia ese ciclo. Abandona la última variante del Plan Pinedo, para abrir el curso a las procelosas aguas de José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo. Entre 1975 y 2001 ese proyecto económico fue el hilo conductor de la política del bloque de clases dominantes. 

El tránsito del menemismo al kirchnerismo no incluye tan sólo a Scioli. El peronismo en masa –incluso los que "rompieron" como Chacho Álvarez– a la hora de la verdad siguió por la misma huella. Basta recordar el gobierno de Fernando de la Rúa, por iniciativa de Álvarez, reubicó en la poltrona del quinto piso del Palacio de Hacienda al padre de la Convertibilidad. Aun buena parte de los integrantes de la Izquierda Nacional, con Jorge Abelardo Ramos a la cabeza, justificaron el gobierno menemista. Entonces, ¿en qué se diferencian de Scioli, si menemistas fueron casi todos los que importan? 

Es posible responder desde el realismo. Político es aquel que conserva su lugar en la cancha. Para conservarlo es preciso aceptar las reglas del juego. Las reglas no se eligen. Para bailar el minué las habilidades del rock, incluso el nacional, no sirven. Pero existe la oportunidad, y cuando aparece –como durante la crisis de 2001– las reglas cambian. Eso sí, los jugadores siguen siendo los mismos. Entre esos jugadores sobrevivientes surge un nuevo jefe; siempre fue así, ¿acaso el propio Perón no fue un oficial del liberal y proscriptivo general Agustín P. Justo? Así suele ser el barro de la historia. Kirchner entendió la oportunidad y facilitó el cambio de las reglas, la reorientación del rumbo. En cambio, Elisa Carrió y Ricardo Alfonsín no pueden desprenderse ni siquiera hoy de la vieja receta. Esa es toda la diferencia, y lo demás es voluntarismo ingenuo. 

La amoralidad de este abordaje está a la vista. Todo vale, y las "almas bellas" sólo hacen comentarios políticos. La política contante y sonante la hacen otros desde esta lectura posibilista. Un poder vertical, sin intervención de los sectores populares, un clásico poder oligárquico. 

El reaccionario viraje del '75 contiene una derrota histórica de los trabajadores. Esa derrota se profundizó en el tiempo. El primer escalón del infierno se abrió en marzo del '76, con el arribo de Videla, Massera y Agosti. La cacería de militantes populares, la masacre instrumentada por la dictadura burguesa terrorista terminó estabilizando –más allá de la peripecia de Malvinas en abril del '82– un nuevo orden político. Ese fue el segundo escalón de la derrota. En ese orden parlamentario, el de democracia de la derrota, el partido que gobernara carecía de importancia decisiva. Radicales o peronistas no cambiaban demasiado las cosas. Mientras los analistas liberales batían palmas por la "continuidad democrática" (madurez cívica, decían) la sociedad argentina se hundía sin límite. Hasta que los que terminaron fuera del "mercado" –necesidades básicas insatisfechas– resultaron más que los otros. Ese fue el tercer y último escalón. Cuando el modelo se volvió absolutamente inviable, sin que la resistencia popular fuera capaz de pergeñar un nuevo rumbo; entre las ruinas humeantes del corralito y el corralón, tras la fuga de las reservas del Banco Central, Eduardo Duhalde posibilitó una mutación sin salirse de la cancha. Tres candidatos con los colores del PJ, una interna externa, para las elecciones nacionales de 2003. 

El nivel de daño que supuso el periplo 1975-2001 todavía no se terminó de asimilar. Si De la Rúa hubiera salido de la Convertibilidad cuando asumió, en 1999, tendría otro lugar en esta historia; no lo hizo y terminó causando el estallido de 2001. Kirchner empezó a desarmar las bombas desparramadas, mediante un viraje desde arriba. Conviene no equivocarse, el valor del kirchnerismo es el valor del viraje. Y ese viraje está a medio hacer. 

¿Scioli es el hombre para la nueva etapa? ¿O sólo un sobreviviente de la anterior? ¿Cristina elegirá a Scioli? 

El dilema se presenta complejo. El destino de los "herederos naturales" en el peronismo termina siendo manifiesto. Perón liquidó al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires. El coronel Mercante era junto con Evita un heredero natural. Perón se ocupó de que no lo fuera. La escena se repite entre Menem y Eduardo Duhalde. Los jefes del peronismo no prohíjan herederos naturales. Más bien los impiden. Néstor jamás pensó en otro heredero que Cristina. El postulado vale a la recíproca, pero Néstor murió, y el peronismo es el más impiadoso de los órdenes políticos. 

La única carta fue la reelección. Nunca se consideró seriamente otra. Desde el momento en que la reforma Constitucional quedó definitivamente bloqueada, cuando la elección de medio tiempo angostó el capital político, y los números parlamentarios dejaron claro que ya no era una posibilidad, la oposición respiró aliviada. El motivo es simple, no existía un candidato cuyo nombre garantizara la victoria. Todavía no existe. Massa encabeza la intención de voto, pero carece de armado nacional. Y si bien fue muy útil para limar el poder K, no es punto de recomposición, no asegura la victoria, pero le resta al oficialismo. 

En este punto Scioli recupera valor. Si se trata de una victoria pejotista es la mejor baraja. Si Cristina lo acompaña, si no lo lima, tiene espacio para crecer. Es cierto que carece del menor contorno épico, y desde ese punto de vista no acomoda con expectativas de la militancia juvenil. El peronismo tiene la curiosa habilidad de impulsarlas primero y frustrarlas después. Pero pensar que esto no tiene costo, que alcanza con un cínico encogimiento de hombros, supone desconocer los últimos 40 años de historia nacional. 

Infonews
 

LEEMOS EN RAMBLE TAMBLE

heterogeneidad del mercado de trabajo: nuevos efectos




Mientras las agrupaciones tradicionales, opositoras u oficialistas pugnan por aumentar el piso del MNI para beneficiar a la cúpula de los trabajadores formales, surgen otras alternativas de agrupamiento que responden a las transformaciones recientes del mercado de trabajo, con otras demandas y visión estratégica acerca del modelo de sindicalización argentina post crisis del neoliberalismo y tras la década ganada. 

Veremos cómo sigue esta experiencia , más allá de las internas inevitables, ayer recordando el día del trabajador , se movilizaron solos.

jueves, 1 de mayo de 2014

POLÍTICA (?) SHOWMATCH (?)El guiño de Tinelli a Massa y Scioli preocupa al Gobierno

Críticas al Gobierno con tono humorístico, un rating de 30,1 puntos, guiños a dos candidatos presidenciales no kirchneristas son sólo algunas de las cosas que dejó el primer programa de Marcelo Tinelli en el nuevo ciclo y que despertó preocupación en el Gobierno.
Aunque algunos funcionarios buscaron minimizar la vuelta de Tinelli a la pantalla chica, admitieron que la llegada que tiene es masiva. “El público al que apunta es históricamente parte del piso electoral del Frente para la Victoria y en un momento donde no se tiene un candidato firme, es complicado”, admitió un legislador kirchnerista.
El oficialismo aunque buscó levantar su perfil el domingo en el acto militante, sabe que es un período de transición que abrirá la puerta a otro gobierno que no tendrá a la cabeza a un kirchnerista. Tinelli mencionó tres veces a Sergio Massa –líder del Frente Renovador– y a Daniel Scioli –gobernador bonaerense–, y esto marcó una pauta. “Él (por Tinelli) va a jugar con los dos por igual, en su discurso dejó claro que si hay segunda vuelta es entre ellos”, manifestó una fuente de la Jefatura de Gabinete.
El conductor de ShowMatch será parte de la campaña electoral donde por primera vez el kirchnerismo busca un candidato al menos para garantizar la segunda vuelta y no el triunfo rotundo. “Plantean en cámara que el futuro es Scioli o Massa parece que no existe nadie más para ellos y ese mensaje lo recepcionan sectores populares que es una importante fracción electoral”, opinó un dirigente K que mira con ilusión el 2015.
Algo quedó claro en la dirigencia política con el arranque deShowMatch y es que el conductor no va a dejar pasar por alto haber quedado afuera de “Fútbol Para Todos”. Entre las imitaciones de políticos está la del jefe de Gabinete –Jorge Capitanich- que ya tiene pautada como marca registrada sus traspiés en la Casa Rosada. “Se va a enfatizar que no maneja nada, que lo desdicen, que te llama para algo y después se hace otra cosa”, contaron fuentes del programa televisivo. Sorprendió en la Casa Rosada que no hubo un mensaje duro contra La Cámpora, y sí una enfático agradecimiento a la Línea de Bandera, que dirige el militante Mariano Recalde.
El primer “imitado” del programa es el gobernador Daniel Scioli a cargo de Fredy Villareal. También hay pautadas imitaciones de Martín Insaurralde (un dato, su novia Jéssica Cirio baila mañana), Axel Kicillof, Aníbal Fernández, el Papa Francisco. La gran incógnita es si definirán imitar a Cristina Kirchner. No faltará la imitación de Massa, a quien ayer saludó afectuosamente Tinelli y con quien se “mensajeó” en la madrugada con la promesa de un asado de por medio (Ver “Tweets”). El sciolismo por su lado, tomó con buen humor el guiño de Tinelli.

PD SCIOLI CONTENTO O CONDICIONADO? Y SI DICE QUE EL NO ES AMIGO DE TINELLI?
O SI LO ES....HUMMM TENDRA MIEDITO DANIEL?

Nestor Kirchner (SCIOLI O MASSA?)

Sin Codificar - El Intendente VIOLENCIA POLITICA