sábado, 5 de abril de 2014

ECONOMIA › PANORAMA ECONOMICO La banca

Por Alfredo Zaiat
El efecto inmediato de una devaluación brusca es un aumento acelerado de precios y una transferencia de ingresos a grandes atesoradores de dólares y exportadores. El shock del primer trimestre del año es una prueba contundente de que el mercado cambiario es una de las principales fuentes de las tensiones inflacionarias en la economía argentina. El sonoro silencio en estos meses del nutrido grupo de economistas ortodoxos y heterodoxos conservadores es sugestivo. Dejaron de mencionar a la emisión y al gasto público como responsables de la inflación. ¿No será que esos dos motivos no han impulsado el alza de precios en estos años? La respuesta negativa no la pueden considerar porque se les derrumbaría su línea teórica argumental. Se enfrentarían a un conflicto existencial. Nunca dejarán que la realidad los distraiga de sus certezas.
Además del fuerte aumento de precios que provoca una pérdida del poder adquisitivo de los sectores con ingresos fijos hasta que pueden recuperarlo con aumentos posteriores (paritarias, aumento de jubilaciones y asignación universal), algunos sectores económicos obtienen una ganancia extraordinaria por la devaluación. El beneficio a los exportadores del complejo agrario es conocido porque con una paridad cambiaria más elevada reciben más pesos por los mismos despachos al exterior. La retención de cosecha sin vender equivalente a 4000 millones de dólares tuvo una valoración adicional de 8000 millones de pesos por el salto que describió el tipo de cambio. Este es el cálculo conservador porque si se considera que la cosecha 2013 fue casi 15 por ciento superior a la anterior, el sector no ingresó por lo menos 8000 millones de dólares, que eleva a 16 mil millones de pesos la renta extraordinaria por la devaluación. Pese a esa ganancia sus voceros mediáticos ya están adelantando que quieren una segunda vuelta devaluatoria en el segundo semestre. Si bien no hay inmunidad, existe un antídoto fresco por los costos socioeconómicos de la última devaluación.
Esa sustancial mejora patrimonial obtenida por una medida cambiaria es la cuantificación de lo que se menciona como transferencia de ingreso regresiva debido a una devaluación. Otro sector que ha contabilizado una renta adicional es el integrado por los grandes atesoradores de dólares, que no son pocos. Aumentaron el poder adquisitivo medido en pesos de sus ahorros en dólares, obteniendo un importante efecto riqueza. Existe otra actividad que ha registrado una ganancia extraordinaria por la última devaluación: el sistema financiero.
La utilidad de enero pasado es abrumadora: 10.149 millones de pesos. La de un mes ha sido un tercio de la contabilizada en el último año y casi igual a la de todo 2010.
La sobrevida de la banca es asombrosa, como queda en evidencia a nivel internacional luego de la debacle de 2008. En Argentina, luego del corralito que generó un repudio social masivo hacia los bancos, el sistema ha tenido una recuperación notable. El recorrido de la evolución de las ganancias anuales después del pago del Impuesto a las Ganancias revela el desempeño extraordinario que ha tenido la banca. Después de tres años con quebrantos (2002-2004), anotaron los siguientes saldos positivos, en millones de pesos:
Como se mencionó, en enero de este año la ganancia contable fue de 10.149 millones de pesos.
Para alcanzar semejante resultado en apenas un mes los bancos tuvieron que acumular sumas importantes de dólares y activos dolarizados, cuando el grueso del flujo de negocios habitual de depósitos y préstamos lo tienen pesificado. Los bancos fueron acumulando activos dolarizados y la estrategia para valorizarlos fue especular con una devaluación. Fue lo que hicieron hasta conseguirla. La resistencia del Gobierno fue vencida de ese modo luego de 78 meses de corrida permanente, y el logro relativo del equipo económico en ese escenario desfavorable fue poder clavar la paridad en 8 pesos, cuando la presión de un grupo de bancos era subirlo primero a 10 pesos y luego a 14 pesos. En un par de dependencias de la administración central observaron en esos días turbulentos una participación muy entusiasta de los bancos Macro, Citi, HSBC y BBVA Francés para obligar a esa megadevaluación. Luego de evitarla, pero sin poder eludir un fuerte ajuste cambiario, recién a comienzos de febrero el Banco Central obligó a desdolarizar la cartera de las entidades, al restablecer el límite para la Posición Global Neta (PGN) positiva de moneda extranjera que deben verificar las entidades (Comunicación “A” 5536), en un monto equivalente a 30 por ciento de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) del mes anterior o los recursos propios líquidos de dicho mes, lo que fuere menor. Introdujo también un nuevo límite para la posición a término positiva de moneda extranjera de los bancos en un nivel igual al menor valor entre 10 por ciento de la RPC y de los recursos propios líquidos del mes anterior.
En esta misma columna (“Datos duros”, 15 de marzo pasado) se detalló el comportamiento de un sector productivo clave en la provisión de divisas: los exportadores de soja y cereales. Este fue un sector que motorizó la devaluación con la desaceleración de la liquidación de dólares. Mientras, los bancos fueron acumulando activos dolarizados para desplegar sus herramientas especulativas para forzar el ajuste cambiario. Esa conducta quedó ahora reflejada en sus balances que difunde en forma consolidada el Banco Central.
El shock inflacionario junto a las rentas extraordinarias de bancos y del complejo exportador agrario debería inducir a una mayor prudencia a promotores de la devaluación, que tienen el privilegio de ser la voz dominante en el debate económico.
El Informe sobre Bancos de enero pasado es un aporte esclarecedor para corroborar en términos cuantitativos el fabuloso beneficio que significó para las entidades financieras la devaluación. En la categoría “Diferencia de cotización” en el cuadro de resultado se anota una ganancia de 9737 millones de pesos, cuando en enero de 2013 había sido de 427 millones de pesos. La aceleración del ajuste de la paridad en los meses anteriores ya había elevado la utilidad en ese renglón del balance, al contabilizar en noviembre 1492 millones de pesos y en diciembre 2538 millones. O sea, en el período noviembre-enero la ganancia total de los bancos ascendió a 13.767 millones de pesos por la devaluación.
En la presentación del Informe sobre Bancos, el BCRA no hace mención al impacto de la devaluación en el balance de las entidades. Señala en su primer párrafo que “la actividad bancaria tuvo un desempeño moderado en el inicio de 2014, en línea con los factores estacionales que caracterizan al período estival”, indulgente definición para un enero que tuvo un evento cambiario perturbador de la estabilidad económica.
El ciclo político del kirchnerismo ha avanzado en varios frentes en materia de regulación, control e incluso desplazamiento de operadores privados por el Estado en áreas clave de la economía, como en el petrolero con la estatización de YPF. En el financiero se destacó la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que fue un cambio sustancial en el ordenamiento del sistema y para la recuperación de manos de los privados de un organismo clave de la gestión económica. Está pendiente una regulación y control más intenso sobre la banca para, si bien es imposible anular los movimientos especulativos, minimizar el factor perturbador de su accionar en el mercado.
azaiat@pagina12.com.ar

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ECONOMIA › 35 ALLANAMIENTOS DE SUPERMERCADOS Evasión al por mayor

La Justicia de La Plata allanó 35 supermercados y una empresa de software investigados por realizar maniobras de evasión impositiva contempladas en la Ley Penal Tributaria. La denuncia fue impulsada por el director de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Iván Budassi, quien estimó que la evasión fiscal llegaría a los 50 millones de pesos. La maniobra se llevaba adelante a partir de un sistema de doble facturación, provisto por la empresa Iposs SA, distribuidor del software (legal) Scantech, creación de empresarios uruguayos, según lo informado por ARBA. La causa es investigada por la fiscal de delitos complejos Victoria Huergo y por el juez de instrucción Juan Pablo Masi, titular del Juzgado de Garantías N° 4 de La Plata.
“Las actuaciones se iniciaron tras una denuncia realizada en Twitter a través del hashtag #PediFactura, que ventilaba la existencia de supermercados que contaban con un software para generar un sistema de doble contabilidad, registrar sólo una parte de las ventas y subdeclarar ingresos al fisco”, confirmó Budassi, quien agregó: “A partir de esa información iniciamos controles impositivos que revelaron notorias inconsistencias en la operatoria comercial de estos locales y una evasión estimada en más de 50 millones de pesos”.
En la fiscalización realizada por ARBA se determinó que estas empresas realizaron compras vinculadas a su actividad por montos que superaban ampliamente el nivel de ventas que declaraban. El caso extremo fue el de un supermercado que facturaba el equivalente a la quinta parte de lo que compraba a sus proveedores. A partir de estos datos aportados por ARBA, se procedió a realizar la denuncia penal.
El operativo se realizó en 35 supermercados de distintos lugares del conurbano y el interior de la provincia. Los allanamientos fueron en Vicente López (dos supermercados), San Isidro (1), Tigre (2), Pilar (1), San Fernando (1), Escobar (1), Quilmes (2), Lanús (1), San Vicente (1), Morón (2), Almirante Brown (1), Lomas de Zamora (2), San Miguel (4), José C. Paz (1), La Matanza (1), Hurlingham (2), Esteban Echeverría (1), San Martín (1), Ituzaingó (1), La Plata (5), Berisso (1) y Pinamar (1). La empresa que proveyó el software para realizar la “contabilización paralela” está radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En Vicente López, el supermercado allanado fue Golden City, en Tigre Rincon Express, en Pinamar fue al comercio denominado La Proveeduría y en Lomas de Zamora, Autoservicios Nuria, entre otros.
En el operativo se secuestraron computadoras, controladores fiscales, documentación contable y otros elementos de las empresas, que serán analizados por expertos en el marco de una investigación judicial por evasión tributaria. Los comercios allanados son empresas medianas, cuya facturación promedio, en blanco, es entre 20 y 30 millones de pesos, cada una.
Del operativo participaron instructores de la Procuración General, miembros de la Policía Judicial, peritos informáticos, contadores y abogados de ARBA. Además, inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y personal de la policía de la provincia de Buenos Aires.

ECONOMIA › EL BANCO CENTRAL SUMO 200 MILLONES, LA MAYOR SUBA DESDE LA DEVALUACION Las reservas, para arriba

Por Cristian Carrillo
El Banco Central adquirió ayer en el mercado de cambios 280 millones de dólares, el mayor monto en el segmento mayorista –sin contar su intervención en futuros– desde mediados de 2012. La participación del organismo se dio en un contexto de fuerte liquidación de las exportadoras de cereales y aceiteras y de parte de los fondos provenientes de la colocación de bonos de la petrolera estatal YPF, según fuentes oficiales. La contrapartida fue un desembolso de 60 millones de dólares para el pago de importación de energía. El resultado fue un incremento en el stock de reservas internacionales de 200 millones de dólares, hasta los 27.207 millones. Fue la primera suba significativa después de la devaluación de enero. En el mercado minorista, el dólar finalizó en 8,01, mientras que el precio del paralelo continuó en descenso y se ofreció a 10,60 pesos, con un retroceso de 15 centavos y un movimiento marginal. Las acciones líderes y los bonos finalizaron la rueda en baja.
La paulatina normalización del ingreso de divisas por parte de cerealeras y aceiteras comienza a darle espacio al Central para recuperar reservas. Los vencimientos de ruedas anteriores impidieron que las compras del organismo se reflejaron en el volumen de reservas. En la jornada anterior la entidad que preside Juan Carlos Fábrega afrontó el pago de 200 millones de dólares en Boden 2015, de los cuales sólo salieron del sistema unos 100 millones. El resto correspondió a inversores locales y organismos públicos, que permaneció depositado en bancos. Analistas prevén que ese monto se reinvierta en títulos de características similares (de corto plazo y en dólares). Sin vencimientos en la jornada, la intervención quedó reflejada en las reservas, que aún mantienen una baja de 11,7 por ciento en el año.
El abultado monto de compras del Central explicó los 698 millones negociados en el mercado. El organismo negoció además 89,50 millones en el mercado de futuros, una operación que se contrata y cancela con pesos.
El precio del dólar para la venta en cuevas de la city y el implícito en opciones de mercado cerraron la semana con fuertes bajas, con lo que algunos valores se ubicaron incluso por debajo de las variantes formales para acceder a la divisa. El dólar paralelo finalizó en 10,60 pesos, precio que no tocaba desde el 5 de marzo último. La cotización implícita para las operaciones de contado con liquidación, que consiste en la compra de bonos y acciones en pesos y su venta en el exterior, finalizó en 9,80 pesos y para la liquidación en el país (dólar-MEP) se ubicó en 10,20. Con estos valores, la brecha se ubica en torno del 32 por ciento respecto de la cotización oficial. La compra de dólares con fines de turismo y gastos de tarjeta en el exterior se mantuvo a 10,81 y para la versión ahorro quedó a 9,80 pesos.
La caída del precio del blue –producto de una menor operatoria ilegal– tiene su correlato en un nuevo escenario de flexibilización en la compra de moneda extranjera y suba de tasas de interés. Fuentes oficiales coinciden en el diagnóstico de que la “mayor apertura para la compra de divisas, principalmente para turismo, permitió que se reduzca la presión en el paralelo. La AFIP informó que ayer se efectivizaron 17.432 operaciones de compra de moneda extranjera por el equivalente a 11,9 millones de dólares. Desde que se habilitó la opción, se realizaron 770.838 operaciones por unos 448,2 millones de dólares. En cuanto al nivel de tasas, sostienen que el actual desestimula tomar crédito en pesos en vez de deshacer cartera en dólares. “Con tasas bajas y una devaluación mensual de 2 por ciento, los especuladores tomaban crédito en pesos. Ahora no es negocio”, explicó una fuente. El costo de dinero para préstamos entre bancos a 72 horas subió del 16 al 17,5 por ciento anual, mientras en el segmento de depósitos a plazo fijo se ofreció un 25,50 por ciento anual y la Badlar promedió el 26,7.
La estabilidad del dólar renovó el interés de inversores en instrumentos bursátiles. De todos modos, el balance de ayer para las acciones líderes fue negativo, con un retroceso del MerVal de 1,7 por ciento y un volumen de negocios de 132 millones de pesos. Las principales bajas fueron para las petroleras, con retrocesos de hasta 3,9 por ciento. Los títulos se negociaron en baja, en una rueda en la que se conoció que la calificadora de riesgo Standard & Poor’s mantuvo la nota de la deuda argentina de largo plazo en moneda local y extranjera. Entre las emisiones más negociadas, el Bonar X bajó 0,75 por ciento, seguido por el Boden 2015, con un 0,7 por ciento, mientras que el Global 17 se ajustó apenas 0,1. La mayor caída fue para el Cupón PIB (ver aparte).

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Debate/Organizaciones Armadas Sobre la “demonización de Montoneros”

¿Cuál es la razón por la cual se viene generando desde sectores políticos, intelectuales y desde el interior mismo del movimiento peronista, la demonización de Montoneros? No es el propósito de esta nota la defensa de Montoneros sino reconocer que, con sus aciertos y errores, la organización formó parte de la resistencia peronista, la misma que hoy lleva adelante el pueblo argentino en el marco de un gobierno democrático.

Por Susana Ramus*

Mucho se ha hablado y escrito sobre los años 70 y la militancia de esa época, en especial la de los grupos guerrilleros (tildándolos de grupos “armados”, como si fueran sólo organizaciones militares y no político-militares). En Uruguay los Tupamaros, en Chile el MIR, en Argentina FAP, FAR, ERP y Montoneros.

Hay algunos puntos o aspectos que creo indispensables para tener en cuenta cuando se analiza esa militancia. Y digo “esa” militancia, porque está muy de moda cargar las tintas sobre los errores y en especial sobre la “violencia”, práctica común entre estos grupos. Y estas opiniones se dan no sólo entre los políticos e intelectuales sino también desde dentro del movimiento peronista. Los Montoneros siempre fueron peronistas, mal que les pese a los grupos de derecha del peronismo. No podemos olvidar que el primer hecho emblemático, por cierto, de esta organización, consiste en el ajusticiamiento de uno de los militares que más combatió al peronismo y que hasta ese momento había provocado la muerte de muchos militantes de la “resistencia”, desde el golpe perpetrado contra el general Perón en 1955, el General Pedro Eugenio Aramburu.

Habría que preguntarse cuál es el motivo de tamaño ensañamiento, teniendo en cuenta que fueron derrotados y asesinados por esa dictadura antiperonista.

Como si la teoría de los dos demonios no sólo siguiera vigente sino que además, hubiera un demonio peor que el otro y ése fuera Montoneros. Desde muchos sectores del peronismo y otros ámbitos políticos y sociales ajenos a él, aparece como la organización que “provoca” y “convoca”, por así decir, a la represión. Sin embargo, hay una opinión consensuada en considerar que la represión, (o el mal llamado “Proceso de Reorganización Nacional”) que comienza el 24 de marzo de 1976, es un plan sistemático para instalar un modelo económico y social liberal y antidemocrático que necesitaba el aniquilamiento de toda oposición al mismo.

Me pregunto cómo alguien - dotado de un mínimo de pensamiento lógico- puede hoy en día y después de casi 40 años de la represión más grande de nuestra historia, seguir afirmando que la “culpa” de los 30 mil desaparecidos es de Montoneros, cuando en todo caso, si tuvieron tanto seguimiento popular, no se les puede achacar a ellos sino a todo un pueblo que quiso resistir contra la dictadura militar.

¿Qué fue- o es- lo que genera la demonización de Montoneros? ¿La utilización de las armas? En este sentido, es un hecho consabido que esa violencia se ejercitaba sólo contra los que habían violado sistemáticamente los derechos del pueblo, y lo seguían haciendo.Por otra parte era parte de una estrategia de “marcar” al enemigo, de afuera (EEUU y su Pentágono, CIA, y corporaciones multinacionales), y de adentro (los liberales, conservadores, los dueños del poder político y económico, responsables de la esclavitud, pobreza y marginación de la mayor parte de los argentinos). ¿Se podría haber hecho de otro modo? ¿Cómo lo sabremos? Lo que si sabemos es que todos ellos fueron honestos, sacrificados, patriotas, luchadores incansables por la justicia social, herederos de la resistencia peronista iniciada en 1956, con la instauración de la dictadura militar de Rojas y Aramburu.

No es el propósito de esta nota la defensa de Montoneros, sino en todo caso reconocer que, con sus aciertos y errores, Montoneros formó parte de la resistencia peronista, la misma que hoy lleva adelante el pueblo argentino, con el liderazgo de nuestra presidenta Cristina, desde dentro de un gobierno democrático.

Quiera Dios que los argentinos no debamos lamentar nunca más la dolorosa pérdida de nuestra mejor juventud.

* Socióloga
** Autora del libro "Sueños sobrevivientes de una montonera" de Ed. Colihue
La Tecl@ Eñe Revista Digital de Cultura y Política
http://lateclaene6.wix.com/revistalateclaene

CONTRATAPA El buen nombre de David Moreira

Por Sandra Russo
Gracias a La Garganta Poderosa, que de estas cosas –de víctimas que nunca son visualizadas como tales, ni por las instituciones ni por los medios– sabe más que muchos, se pudo oír la voz de la madre de David Moreira, el chico señalado como un ladrón y asesinado a patadas en el barrio Azcuénaga de Rosario, donde tampoco eran nuevas esas confusiones: dos semanas antes, otros dos jóvenes que andaban en moto fueron también confundidos con ladrones por un grupo de remiseros, que los persiguieron a tiros. Los de la moto creían que los perseguían para robarles la moto, hasta que se cayeron y a uno de ellos lo molieron a palos, sin enterarse y a esa altura sin que tuviera importancia si eran ellos los culpables de algo o eran otros. Es necesario retener en la memoria el peso del asesinato de David, porque aunque él hubiese sido el verdadero ladrón de carteras, su asesinato seguiría siendo un homicidio. Pero su familia y sus amigos dicen que David no era un ladrón. Eso reclamó enseguida su familia: salvar su buen nombre. No se podrá esclarecer ese caso, porque David ya fue declarado culpable y escarmentado hasta la muerte en el medio de la calle. Las crónicas sobre su muerte fueron el disparador de otras similares aunque no tan extremas. El nombre de David quedó sepultado entre otros sin nombre. La cosificación de los pobres, en las oleadas de mano dura, es lo primero que sucede.
En este equívoco de la turba que persigue al ladrón pero termina linchando al que se le parece –porque al que se persigue es a un fantasma–, se basa la cosificación del otro, sea cual fuere el otro, si una mujer, si un negro, si un pibe, si un sin techo. El linchamiento de David fue uno de los primeros, y a pesar de que terminó con su muerte y a pesar de que su familia afirma que no era él el ladrón, esa confusión, esa posibilidad de equivocación quedó tapada en los debates televisivos. Ese dato –¿y si nos equivocamos?– no perturbó a ninguno de los exaltados que brotaron como un herpes en diversos puntos del país, ya evidentes contagiados mediáticos con ansias de liberar eso que no tuvo un repudio unánime ni general. Los grandes medios –y otros más chicos que ya se alinearon con ellos– lo presentaron como un debate posible: “¿Está bien o mal linchar?”. A la historia de la confusión de los vecinos de Rosario se la tragaron la dinámica periodística y la miseria política de sus líneas editoriales. Pero no es menor esa confusión, y el margen que este estallido de barbarie le deja a esa confusión. Por esa grieta delgada se filtra la violencia social indiscriminada y sin más salida que el crescendo.
Cuando se desatan estos bajos instintos sociales, es en esa posibilidad de equívoco en el que intentan hacer pie sus promotores: el “caos” es precisamente la ruptura de las causas y las consecuencias. La aprobación o la justificación de una condena a muerte ejecutada de facto por una banda de exaltados que aunque sean designados con la palabra “vecinos” actúan como bestias, la justificación, decía, es la piedra libre para que sea linchado cualquiera. Es el ABC del terror. No hay que saber teoría del Derecho –en lo que Sergio Massa se excusa–, para advertir que si se animan las turbas, el linchado no será necesariamente el ladrón, sino el que pase corriendo y al que le griten ladrón. Ese es el núcleo duro del escenario que vienen a proponerle a esta sociedad ahora, treinta y ocho años después del último golpe militar, quienes se llaman a sí mismos “renovadores” y que se dejan asesorar y rodear por los residuos del funcionariado judicial que acompañó a la dictadura. En ese escenario basta un grito señalando a alguien para direccionar la furia bestial en su contra.
La cosificación consiste en borrar todas las huellas personales de alguien, para reducirlo a un vago objeto de odio, de un odio que tampoco es estrictamente personal. Da lo mismo cómo se llame, da lo mismo si tiene o no familia, da lo mismo lo que hizo o lo que no hizo. Algo habrá hecho, parecen decir las patadas a mansalva de quienes se animan unos a otros para ver quién es más macho en la acepción más caricaturesca del término. Es un instinto de eliminación que lo primero que elimina es la subjetividad del que lo experimenta. Por eso las turbas son turbas y capaces de cualquier cosa, porque ellas también están integradas por cosas. Porque quienes las componen se descomponen en ellas, degradados. Todavía mucho más debajo de nuestros impulsos animales, de allí sale esa fuerza que hace del otro una cosa a disposición para vomitar sobre ella la descarga de furia.
Gracias a la madre de David Moreira –esa cosa de 18 años pateada por otras cosas que terminaron matándolo–, nos enteramos de que había nacido un 4 de enero y que en su último cumpleaños había decidido, con sus ahorros, tatuarse en el tobillo el nombre de sus hermanitos menores, Micaela, Elías y Tomás. Nos enteramos de que como su papá era vendedor ambulante y estaba poco en la casa, David ayudó a criar a esos hermanitos. Que había dejado el secundario y que su mamá se enojó mucho, pero quiso ayudar en la casa y empezó a trabajar como albañil. Que él creció rodeado de cariño. Que tuvo padres y tíos que lo quisieron mucho. Que era muy tímido, que se ponía colorado enseguida, pero que igual tenía muchos amigos. Nos enteramos de que ese chico muerto por las patadas de esos extraviados no era de los que viven en la calle. Que tenía una relación tan estrecha con su madre que la llamaba siempre para decirle dónde estaba o a qué hora iba a llegar. Que era hincha de Central. Que esa tarde que no llegó a su casa su madre creyó que tal vez había ido a la cancha, pero después averiguó que no, que David había decidido, tal como le había dicho, no gastar en la entrada. Cuidaba cada peso. Su billetera, cuando cobraba, se la daba a su madre, y le decía “sacá lo que necesites”. Hasta de su cuerpo hubo otros que pudieron sacar lo que necesitaban: la familia de David donó sus órganos a siete personas que estaban en lista de espera. “Se fue mi mano derecha, mi David querido, pero hay muchos como David que pueden ser asesinados o maltratados”, escribió su madre en la carta a La Garganta Poderosa.
Pero el agite mediático se olvidó de él. No está en agenda. El debate vergonzante que surgió de su asesinato insiste en si está bien o está mal linchar ladrones. David ha quedado sumergido bajo la maraña de falacias y reducciones que perforan los tímpanos desde las pantallas o las radios. Fue privado de la vida y de la oportunidad de un buen nombre. El proyecto de país que late bajo este tipo de violencia reintroduce la idea de la población sacrificable.
  

EL PAIS › PANORAMA POLITICO Lo que vendrá

Por Fernando Cibeira
Imagen: DyN.
¿Y qué será del kirchnerismo? Luego de un ciclo histórico de tres períodos consecutivos en el gobierno, de varias elecciones ganadas como primera fuerza en todo el país y de ejercer una supremacía llamativa en el escenario político, parece difícil que deje de existir de un día para el otro sin dejar rastros. Tampoco la tiene fácil para su continuidad, dado que su as electoral, la presidenta Cristina Kirchner, ya avisó que no habilitará experimentos como el de presentarse como candidata en la provincia de Buenos Aires, una idea que meses atrás algunos operadores habían empezado a manejar. La ilusión de una “organización” del kirchnerismo como fuerza propia, separada del peronismo tradicional que apunta a encolumnarse detrás de Daniel Scioli, volvió a tomar movimiento en los últimos días, por ahora más como intención que como certeza.
Desde hace semanas vienen floreciendo precandidaturas presidenciales alrededor del Frente para la Victoria; hasta el momento, ninguna se despegó del resto. Jorge Capitanich sigue en carrera, pero tropezó rápidamente con las dificultades de la marcha del gobierno. En su entorno evalúan sus posibilidades íntimamente ligadas a la suerte de la gestión, algo que también vale para el resto de los aspirantes K. Una mejora en la economía y un cierto cambio en el humor social, con un buen Mundial mediante, quién dice qué podría suceder en un país donde los ánimos suelen ser fluctuantes. El jefe de Gabinete debió cambiar su estrategia briosa de los primeros días, cuando parecía buscar cambiar del día a la noche el estilo del Gobierno. Tal como se lo vio el jueves ante los diputados, Capitanich se convirtió desde entonces en defensor a capa y espada de la administración kirchnerista y tenaz replicador de cualquier ataque opositor. Así, esperaría hasta mitad de año para definir su futuro, incluyendo la posibilidad de pedirle a la Presidenta una venia para lanzarse como candidato K hecho y derecho. “Va a hacer lo que la jefa diga. Ahora su preocupación es resolver los problemas del Gobierno, quiere encontrarle una vuelta a la cuestión de la seguridad”, explicaban en su entorno.
Son varios los anotados en la lista. El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, es quien despierta las mayores simpatías entre la dirigencia kirchnerista y ya comenzó a recorrer la provincia de Buenos Aires, aunque choca con el inconveniente de un bajo nivel de conocimiento. El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, está a la espera de subirse al tren del éxito. “Cuando lleguen los trenes puede convertirse en el tren bala”, bromeaba un diputado K. Más atrás corren el salteño Juan Manuel Urtubey, el senador Aníbal Fernández y los que van lanzando desde cada agrupación en busca de ganar posiciones, como el sector de la Corriente de la Militancia que echó al ruedo el nombre del ministro de Defensa, Agustín Rossi, o el Movimiento Evita, que empuja al ex canciller Jorge Taiana. Que sean tantos es una señal explícita de que no se reconoce a ninguno por encima, un claro mensaje para Scioli.
La falta de un heredero tiene que ver tanto con las características del liderazgo vertical que caracterizó al kirchnerismo –en definitiva, una particularidad del peronismo– como por la falta de audacia de quienes podrían haber aspirado a ese lugar. Demasiado tarde para lágrimas, la pretensión pasa ahora por poblar la grilla con todos los candidatos posibles, esperar y ver. Lo que pide la Presidenta, lo viene haciendo desde hace tiempo, es una “organización” de los diferentes espacios que mojan sus pies en la fuente kirchnerista. Unidos y Organizados fue la primera experiencia en ese sentido, pero su dinámica es tirando a lenta. La Cámpora, con el sello de ser la agrupación que mejor representa a la Presidenta, viene tratando de articular a los diferentes sectores que forman la constelación kirchnerista preparándose para lo que vendrá. Así como en la reunión de la conducción del PJ del jueves pasado quedó establecido que La Cámpora tendrá un lugar en el futuro Consejo Nacional y el camporista Mariano Recalde será electo mañana vicepresidente del PJ porteño, también el diputado Andrés Larroque apareció el fin de semana pasado en el primer acto de Convocatoria Popular, otro espacio en busca de darle un orden a lo difuso.
La transversalidad es una idea tan antigua como el kirchnerismo; la idea de un centroizquierda K no peronista siempre está dando vueltas. Ahora se renovó por el temor de un sector de quedar fuera del rearmado que se geste dentro del oficialismo. Larroque, recibido allí como un enviado de Cristina Kirchner, habló en el acto y dio aire a la propuesta, así como viene haciendo con otras similares.
Dotado de un poder de movilización fuerte y de un piso de electores que se ha mantenido más o menos estable –“minoría intensa” es el término que les gusta utilizar a los politólogos–, el principal obstáculo con el que choca hoy el armado kirchnerista es la falta de un horizonte claro, llámese a esto una hipótesis electoral ganadora. El ánimo que prevalece es no apoyar a Scioli y sostener un candidato propio en las PASO, el que decida Cristina Kirchner o quien asegure la mejor performance de acuerdo con las encuestas. Los análisis difieren. Hay quienes piensan que un candidato kirchnerista podría tener alguna posibilidad de vencer a Scioli en las primarias y después enfrentar muchos problemas para imponerse en la general, donde el gobernador bonaerense tendría las cosas más sencillas. Otros creen que no hay chances, pero igual hay que competir y que el kirchnerismo debe apoyar a Scioli en la general, tanto si llega a un acuerdo para integrar su gobierno como si no. “Urribarri o Capitanich serían la continuidad de este modelo; Scioli sería la desaceleración, pero Sergio Massa significa la derrota. Y no podemos apostar a la derrota para pensar después en volver, eso es gorila”, evaluaba un dirigente kirchnerista, aunque aceptaba que no todos eran de su misma idea.
Lentamente, aquella idea de Néstor Kirchner de reorganizar el fragmentado escenario político argentino en centroizquierda, centro, centroderecha va convirtiéndose en realidad. Así como el kirchnerismo se agrupa, dentro de dos semanas radicales, socialistas y aliados lanzarán el Frente Amplio Unen. La experiencia de gestión que lleva un frente por el estilo en Santa Fe más la buena recepción que tuvo la alianza en la última elección en la ciudad de Buenos Aires los convenció de las posibilidades de extenderlo a nivel nacional. Aquí también abundan los presidenciables: Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Pino Solanas y Elisa Carrió, de arranque. Puede que alguno se baje o que decida competir en algún distrito, como podría pasar con Solanas o Carrió en la Ciudad. Las discrepancias internas son numerosas, en algunos distritos como Córdoba, históricas. Pero ellos confían en resolverlas.
“Cuando lo lanzamos en la Capital Federal dijeron que no llegaríamos a las PASO, después que se rompería al otro día de las elecciones, que nos íbamos a pelear en el Congreso. No pasó nada de eso, ahora vuelve la misma historia”, analizaba uno de los participantes del armado. La alianza Unen fue la primera agrupación en sacar provecho de las PASO, herramienta que volverán a utilizar para dirimir su liderazgo el año que viene. Están a favor de modificar la ley electoral para que en las primarias se elija sólo al candidato a presidente en lugar de la fórmula –les facilitaría el reacomodamiento posterior–, pero tampoco harán una cuestión si no hay consenso con el resto de las fuerzas políticas.
Un tema no resuelto es qué hacer con Mauricio Macri. Carrió insiste en la necesidad de sumarlo, algo que radicales y socialistas, a priori, rechazan. Pero, al mismo tiempo, aceptan que necesitan del macrismo y de sus electores para tener chances de llegar a un ballottage contra el mejor peronista. En Frente Amplio Unen calculan sus votantes entre un cuarto y un tercio del electorado –llegan a ese número a partir de la suma de la intención de voto a sus candidatos por separado, algo que no siempre ocurre–, pero ascender desde allí es la cuestión. Cómo incorporar los votos macristas es algo que aún no está resuelto, lo mismo que presentar una opción electoral competitiva en la provincia de Buenos Aires, el talón de Aquiles del frente.
Ya están Scioli, el kirchnerismo, Massa, el Frente Unen, Macri. La gran diferencia de esta contienda electoral con las dos últimas presidenciales es que el resultado es aún incierto. Esto, que a primera vista podría resultar atractivo y hasta apasionante, choca ante la realidad del terrorífico debate generado en los últimos días alrededor de la reforma del Código Penal y los linchamientos.

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EL PAIS › SEGUNDO ENCUENTRO DE JUSTICIA LEGITIMA CON EL TRASFONDO DE LA DISCUSION POR LA REFORMA AL CODIGO PENAL Y LOS LINCHAMIENTOS “Nos preocupa qué sociedad queremos tener”

“Los que golpearon a David Moreira hasta matarlo ¿eran conscientes del delito que cometieron? ¿Habrán pensado que era mejor tener un ladrón menos que decenas de asesinos sueltos? Cuando el protagonista de un crimen es un joven de un barrio marginal, se habla de violencia homicida, y cuando ese crimen es protagonizado por señores y señoras de barrios pudientes se pasa a hablar de ajusticiamiento o de palizas. ¿Es que acaso puede haber justicia cuando se parte de la idea de que algunas vidas no tienen valor?”, se preguntó anoche la procuradora Alejandra Gils Carbó al cerrar el segundo encuentro de la agrupación Justicia Legítima, en la Biblioteca Nacional. “Es inevitable asociar esos episodios brutales con una campaña que se de-sarrolló contra un anteproyecto de Código Penal, con eslóganes simplistas y falsos, auguraba una liberación masiva de violadores o autores de crímenes violentos, que causaron miedo y rechazo en la población. Ya no nos preocupa el Código Penal, ahora nos preocupa qué clase de sociedad queremos tener y qué cambio cultural estamos necesitando”, agregó la funcionaria en referencia a los cuestionamientos del diputado Sergio Massa al borrador de reforma del Código y a los ataques de grupos de personas contra presuntos ladrones.
La jefa del Ministerio Público resaltó que “los hechos de los últimos días nos conmovieron y volvieron a poner en el tapete la responsabilidad de los medios de comunicación en un estado de derecho. Hemos visto azorados cómo se pretendió desvirtuar la razón de ser de la Justicia a través de linchamientos o intentos de linchamientos en distintos puntos del país, luego de escenas de arrebatos o intentos de robos en la vía pública”. Y aseguró que “es imposible construir una sociedad sana con criterios de marginación que sólo conducen a profundizar las diferencias sociales y a instigar a la violencia. Ya no se trata de un debate jurídico, sino de generar los mecanismos para que todos podamos llevar adelante una vida digna, y combatir el delito con plena igualdad, porque la realidad es que las cárceles están llenas de pobres, la mayoría sin condena, y la respuesta de la Justicia para los grandes delitos económicos sigue siendo deficitaria”, tras lo cual fue aplaudida por el público que desbordaba el salón Jorge Luis Borges.
Para Gils Carbó, “la falacia de la neutralidad judicial consiste en trasladar las asimetrías de la sociedad y del mercado a los procedimientos judiciales. Desde que ingresamos al derecho nos machacaron con tratar a las partes con estricta igualdad, pero ¿es que siempre las partes son iguales? Una Justicia legítima debería tener a jueces, fiscales y defensores proactivos en la defensa de las vulnerabilidades de los más débiles”. De esa manera se refirió al primer panel de la jornada, dedicado a la Justicia ante las asimetrías sociales. En el primer encuentro de Justicia Legítima había quedado claro que sus integrantes cuestionaban el sometimiento del Poder Judicial a la ideología dominante del poder político y económico, según recordó. “Y nos acusan a nosotros de ideologizados”, dijo al mencionar el tema de la segunda mesa.
Luego dio paso al cierre “con un invitado de lujo”, dijo Gils Carbó al presentar al conductor Víctor Hugo Morales. “El canal de cable dominante ayer pasó durante horas un mismo episodio repetido 24 veces, el mismo delito funcionó como si fueran 24, para habilitar la idea de una Justicia ausente, y entonces estará bien que la gente haga justicia por su propia mano”, dijo. “Estos episodios nos permiten ver que hay un altísimo porcentaje de la población que se sentiría más cómoda con un gobierno autoritario que aplicara una justicia de la dictadura, pero cuando hay alguien apaleado en el piso nos están apaleando a todos”, agregó. Y le dijo al público, “con una frase tan simplista como ‘el que las hace las paga’ (que Massa usó recientemente) entra en la cabeza de la gente de una manera tan directa que los miles de libros que ustedes puedan acumular quedan indefensos, porque la imbecilidad es invencible”. Sin embargo, elogió a Justicia Legítima al expresar que “es un canto al corazón y la ilusión de muchos de nosotros”.
Poco antes, el periodista Mario Wainfeld había cuestionado “la oscuridad de una jerga imposible”, en alusión al lenguaje utilizado por los jueces, que cuando hablan de “‘alzada’ no se refieren a una mujer entusiasmada”, y cosechó risas y aplausos. Luego contó anécdotas de la época en que ejerció como abogado laboralista, con la idea de que criticar la distancia temporal y espacial del Poder Judicial respecto de “ese gran sujeto de derecho que pisa una vez en su vida los Tribunales” porque “la gente de a pie necesita un poder más cercano y humano”. Para Wainfeld. “una de las terapias homeopáticas es esta discusión a cielo abierto”.
En tanto, Omar Palermo, juez de la Corte Suprema de Mendoza, había cuestionado en durísimos términos al Poder Judicial. “Silenciamos la tortura, por complicidad o indiferencia, somos cínicos respecto de la reincidencia, no controlamos las condiciones en que se cumplen las penas privativas de la libertad”, dijo el magistrado. “La puerta no es giratoria, sólo encierran pobres; el Poder Judicial tampoco se hace cargo de la resocialización de los presos”, agregó. Respecto de la violencia policial, afirmó que “la estrategia de la impunidad es similar a la que se usaba en el terrorismo de Estado; las cifras muestran un alto grado de impunidad, invocan la legítima defensa, cuando al funcionario no le cabe”.
Horacio Corti, defensor general de la Ciudad de Buenos Aires, sostuvo que “la comunidad jurídica considera que no tiene ideología, por lo tanto habla de un lugar de ideología al cuadrado, y lo hace con una visión liberal conservadora del derecho, arrogándose el sentido común, lo universal”. Lo había antecedido en la palabra el juez del Tribunal Oral de Mar del Plata Mario Portela, para quien “la ideología es como los anteojos que usamos, y para entender la del Poder Judicial hay que saber dónde compraron sus anteojos los jueces”. A su criterio, “la mayoría de los jueces tiene una ideología de clase media, y por lo tanto incurren en todas las zonceras que describió Arturo Jauretche, en especial las del medio pelo, que se sintetizan en el terrible temor de que los de abajo puedan acceder a ellos, y de perder lo que tienen”. Su discurso, en el que habló de sí mismo como parte de una “gerontocracia militante”, tuvo formato de stand up, cada dos frases lo interrumpían los aplausos.

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