miércoles, 2 de abril de 2014
Antecedente : El vuelo de Miguel Fitzgerald en 1964 Memorias de un aviador solitario y su aventura en las islas Malvinas
Miguel Fitzgerald fue el primer argentino en volar a las islas y plantar la bandera nacional. Lo hizo en 1964, piloteando un Cessna, el día de su cumpleaños. Dejó una proclama y regresó.
Miguel Fitzgerald había hecho dos años antes otra hazaña, un vuelo a Nueva York sin escalas.
Por Sandra Russo, septiembre 2006
En la casa de Miguel Fitzgerald hay mucho movimiento, porque le festejan sus 80 años. Y él, hijo de padre y de madre irlandeses, acomoda su cuerpo alto y flaco en un sillón del living para relatar la hazaña de su vida. Es su propio festejo. Quizá Miguel no lo sabe. Al menos por la forma en que lo cuenta, pareciera que aterrizar en las islas Malvinas en l964, difundir una proclama y plantar una bandera argentina en ese suelo fue una ocurrencia que tuvo. Va desgranando paso a paso esa historia tan familiarizada con él, que una primera impresión puede hacerle a uno pensar que Miguel no le da demasiada importancia, que hizo algo que creía que debía hacerse, y ya. Pero Miguel llevó a cabo, hace 42 años, un sueño que tuvo, y su Cessna quedó estampado en ese año que lo tuvo por protagonista.
Miguel Fitzgerald había hecho dos años antes otra hazaña, un vuelo a Nueva York sin escalas.
Por Sandra Russo, septiembre 2006
En la casa de Miguel Fitzgerald hay mucho movimiento, porque le festejan sus 80 años. Y él, hijo de padre y de madre irlandeses, acomoda su cuerpo alto y flaco en un sillón del living para relatar la hazaña de su vida. Es su propio festejo. Quizá Miguel no lo sabe. Al menos por la forma en que lo cuenta, pareciera que aterrizar en las islas Malvinas en l964, difundir una proclama y plantar una bandera argentina en ese suelo fue una ocurrencia que tuvo. Va desgranando paso a paso esa historia tan familiarizada con él, que una primera impresión puede hacerle a uno pensar que Miguel no le da demasiada importancia, que hizo algo que creía que debía hacerse, y ya. Pero Miguel llevó a cabo, hace 42 años, un sueño que tuvo, y su Cessna quedó estampado en ese año que lo tuvo por protagonista.
Ser piloto civil, dice, es una vocación. "Ya a los seis años tenía esa chifladura", sintetiza. A los 16 voló planeadores y a los 20 aviones con motor. Trabajó en Aerolíneas, hizo fotografía aérea, taxi aéreo, remolque de carteles. El aclara: "Menos fumigación y contrabando, hice de todo".
Ese año, 1964, Malvinas estaba en la agenda de la ONU. No por iniciativa del gobierno argentino, sino por decisión de la Asamblea, se iba a tratar el tema de las colonias en América. Y en los hangares del país, en las charlas entre pilotos, aparecía y reaparecía un sueño: mandarse, plantar bandera.
Miguel decidió que lo haría. Un amigo suyo trabajaba en La Razón y averiguó si al diario le interesaba la cobertura. A Miguel a su vez le interesaba la difusión, porque podía ser sancionado por la Fuerza Aérea con una suspensión severa. El viejo Félix Laiño (editor del diario de los Peralta Ramos) no se interesó para nada. Pero acababa de salir otro diario, Crónica, y a su joven director se le subió ese viaje a la cabeza. "Me ofreció el avión, la nafta, los gastos, si viajaba conmigo un fotógrafo del diario. Pero ese viaje era mío. Yo solamente quería que me hicieran una nota cuando volviera, para cubrirme."
El Cessna se lo prestó finalmente Siro Comi, el presidente del Aeroclub de Monte Grande, que era representante de esa marca de aviones. Fue redactada la proclama que reivindicaba a las islas como argentinas, y Miguel partió rumbo a Río Gallegos, hacia su hazaña personal. Era el 8 de septiembre de 1964 y ese mismo día él cumplía 38 años.
Quince minutos
"Cuando uno está volando y está haciendo algo arriesgado, no piensa en nada más que en eso. Está concentrado en lo que está haciendo. Yo soy así, muy cerebral", dice Miguel, como si haber hecho lo que él hizo no exigiera al menos un impulso fenomenal. En Río Gallegos, su pista de despegue fue la del Aeroclub, que no tenía torre de control monitoreada por la Fuerza Aérea. Y se mandó. Y cuando lo cuenta vuelve atrás.
El Cessna se lo prestó finalmente Siro Comi, el presidente del Aeroclub de Monte Grande, que era representante de esa marca de aviones. Fue redactada la proclama que reivindicaba a las islas como argentinas, y Miguel partió rumbo a Río Gallegos, hacia su hazaña personal. Era el 8 de septiembre de 1964 y ese mismo día él cumplía 38 años.
Quince minutos
"Cuando uno está volando y está haciendo algo arriesgado, no piensa en nada más que en eso. Está concentrado en lo que está haciendo. Yo soy así, muy cerebral", dice Miguel, como si haber hecho lo que él hizo no exigiera al menos un impulso fenomenal. En Río Gallegos, su pista de despegue fue la del Aeroclub, que no tenía torre de control monitoreada por la Fuerza Aérea. Y se mandó. Y cuando lo cuenta vuelve atrás.
[Proclama que Fitzgerald entregó en mano a un poblador de Malvinas] |
"Yo salgo de Gallegos, vuelo mar adentro, a las tres horas y quince minutos veo el archipiélago. Desde arriba se ve un rectángulo como de cien islas e islotes. Voy diciendo ‘operación normal’, y en Gallegos hay gente que entiende lo que digo. Cuando sobrevuelo el archipiélago, una capa muy densa de nubes me impide ver. No puedo zambullirme entre las nubes, porque en alguna parte de ese rectángulo hay un cerro de seiscientos metros de altura. Espero un claro. Lo veo. Y me lanzó hacia debajo de la capa de nubes, identifico Puerto Stanley, busco la pista de cuadreras, y aterrizo. Me bajo del avión, saco la bandera y la cuelgo del enrejado de la cancha. Viene un hombre de los que se habían juntado a ver el aterrizaje. Me pregunta si necesito combustible. No se le ocurre que soy argentino. Le doy la proclama y le digo: ‘Tome, entréguele esto a su gobernador’. Me subo al avión y vuelvo a Gallegos. Habré estado en Malvinas unos quince minutos."
Cuando llegó a Río Gallegos, Héctor Ricardo García, el director de Crónica, empezó a jugar su papel. Crónica tenía la primicia. El título en letra catástrofe fue: "Malvinas: hoy fueron ocupadas". Ese día, 8 de septiembre de l964, no se habló de otra cosa. La Razón registró uno de los días de más bajas ventas de su historia. Su competidor llamó la atención e inauguró un estilo periodístico. Cuenta la leyenda que hasta ese día los diarios no aceptaban devoluciones, pero los canillitas presionaron tanto a La Razón para devolverle sus ejemplares que ese antecedente después modificó el negocio y la relación entre los dueños de los diarios y los repartidores.
Al volver a Buenos Aires, en Aeroparque, los muchachos de Tacuara esperaban a Miguel. Lo subieron a un jeep y lo llevaron a dar vueltas por la ciudad, como a un héroe. Ese recibimiento y el festejo popular impidieron a la Fuerza Aérea suspender la matrícula de piloto de Miguel: fue solamente apercibido.
Miguel busca la tapa de Crónica, y no la encuentra. No es de extrañar en un hombre que hizo lo que hizo y ni por un momento se lamentó de no tener una foto que hubiese registrado la hazaña. Miguel es un piloto solitario que ya dos años antes había hecho el primer vuelo sin escalas desde Nueva York a Buenos Aires. Ayer, cumplió ochenta años, y parecía satisfecho de la vida que ha vivido.
Fuente: Página/12, 09/09/06
Cuando llegó a Río Gallegos, Héctor Ricardo García, el director de Crónica, empezó a jugar su papel. Crónica tenía la primicia. El título en letra catástrofe fue: "Malvinas: hoy fueron ocupadas". Ese día, 8 de septiembre de l964, no se habló de otra cosa. La Razón registró uno de los días de más bajas ventas de su historia. Su competidor llamó la atención e inauguró un estilo periodístico. Cuenta la leyenda que hasta ese día los diarios no aceptaban devoluciones, pero los canillitas presionaron tanto a La Razón para devolverle sus ejemplares que ese antecedente después modificó el negocio y la relación entre los dueños de los diarios y los repartidores.
Al volver a Buenos Aires, en Aeroparque, los muchachos de Tacuara esperaban a Miguel. Lo subieron a un jeep y lo llevaron a dar vueltas por la ciudad, como a un héroe. Ese recibimiento y el festejo popular impidieron a la Fuerza Aérea suspender la matrícula de piloto de Miguel: fue solamente apercibido.
Miguel busca la tapa de Crónica, y no la encuentra. No es de extrañar en un hombre que hizo lo que hizo y ni por un momento se lamentó de no tener una foto que hubiese registrado la hazaña. Miguel es un piloto solitario que ya dos años antes había hecho el primer vuelo sin escalas desde Nueva York a Buenos Aires. Ayer, cumplió ochenta años, y parecía satisfecho de la vida que ha vivido.
Fuente: Página/12, 09/09/06
Montoneros silvestres Historias de militantes que sobrevivieron al terrorismo de Estado sin abandonar la resistencia.
El escritor y periodista Mariano Pacheco se propuso rescatar del olvido las luchas que varios integrantes de la Juventud Peronista protagonizaron en el Sur del Gran Buenos Aires durante la última dictadura en "Montoneros Silvestres", libro que narra el derrotero de militantes que sobrevivieron al terrorismo de Estado sin abandonar la resistencia.
"En los años `90 cuando empecé a militar en las organizaciones sociales, escuché relatos de compañeros más grandes que modificaron la idea que tenía sobre cómo actuó la militancia durante la dictadura", señala Pacheco en diálogo con Télam.
Nacido en 1980 en Quilmes, y residente actualmente en Córdoba, Pacheco se sumó al Frente Darío Santillán con poco más de 20 años y poco después abrazó el periodismo con la vocación de dar cuenta de las acciones que libraban las organizaciones sociales y piqueteras en las décadas del `90 y 2000.
Así fue como escribió "Darío Santilán, el militante que puso el cuerpo" (en coautoría con Ariel Hendler) y "De Cutral Co a Puente Pueyrredón, genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados".
Convencido de que la existencia de los movimientos de desocupados no pudo ocurrir de forma aislada en la historia, y que debía tener vasos comunicantes con otras experiencias de participación popular, Pacheco se propuso reconstruir lo sucedido con la militancia en tiempos de la dictadura cívico militar.
"La idea que tenía de la dictadura, y que compartíamos con varios de mi generación, era que en aquellos años todo había sido terror y miedo, y realmente no era así. Hubo mucha gente que puso el cuerpo y combatió como pudo al proyecto económico y social de la dictadura", afirma el autor.
Pacheco comenzó a recabar relatos en su Quilmes natal, en el territorio en el que había comenzado su actividad política y social, pero rápidamente el rastro lo llevó hacia otras localidades de la zona Sur como Lanús, Lomas de Zamora y Avellaneda.
"Después del golpe, la dictadura comienza la cacería sobre las organizaciones revolucionarias, y diezmado el ERP en los primeros meses de 1976, el accionar represivo se concentra en Montoneros. En el Gran Buenos Aires se elimina a la columna Norte, a la Oeste y a La Plata. Los sobrevivientes se repliegan entonces en la zona Sur", reseña Pacheco.
Y agrega: "A la zona Sur llegaron militantes de otras zonas del país buscando refugio, cobertura. Durante un tiempo se prosigue con la lucha armada, pero cuando se plantea la imposibilidad, comienza la resistencia y la política".
Esta resisten presión en el paro ferroviario de 1979, el primero que sufrió la dictadura.
"No es casual que después de Malvinas haya habido en la zona experiencias de movilización popular como el lanusazo o tomas colectivas de tierras en Quilmes que protagonizaron grupos cristianos. Fue una militancia que tuvo que dejar la revolución, pero no la política", remarca.
Narrado con un estilo directo y ágil, "Montoneros Silvestres" es un relato que se estructura en tres etapas: Del golpe al Mundial; De la Contraofensiva a Malvinas; y Resistencia y apertura electoral.
Pacheco sostiene que en estas acciones estuvo el germen del movimiento de Intransigencia y Liberación, una expresión de la izquierda peronista que surgió tras la apertura electoral de 1983.
"Se trató de una generación de luchadores que creció sola, sin cuidados, pero se fortaleció y maduró sólida, curtida ante las inclemencias, como hacen las plantas silvestres", explica el escritor en relación a la metáfora que eligió para titular su obra.
Télam
"En los años `90 cuando empecé a militar en las organizaciones sociales, escuché relatos de compañeros más grandes que modificaron la idea que tenía sobre cómo actuó la militancia durante la dictadura", señala Pacheco en diálogo con Télam.
Nacido en 1980 en Quilmes, y residente actualmente en Córdoba, Pacheco se sumó al Frente Darío Santillán con poco más de 20 años y poco después abrazó el periodismo con la vocación de dar cuenta de las acciones que libraban las organizaciones sociales y piqueteras en las décadas del `90 y 2000.
Así fue como escribió "Darío Santilán, el militante que puso el cuerpo" (en coautoría con Ariel Hendler) y "De Cutral Co a Puente Pueyrredón, genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados".
Convencido de que la existencia de los movimientos de desocupados no pudo ocurrir de forma aislada en la historia, y que debía tener vasos comunicantes con otras experiencias de participación popular, Pacheco se propuso reconstruir lo sucedido con la militancia en tiempos de la dictadura cívico militar.
"La idea que tenía de la dictadura, y que compartíamos con varios de mi generación, era que en aquellos años todo había sido terror y miedo, y realmente no era así. Hubo mucha gente que puso el cuerpo y combatió como pudo al proyecto económico y social de la dictadura", afirma el autor.
Pacheco comenzó a recabar relatos en su Quilmes natal, en el territorio en el que había comenzado su actividad política y social, pero rápidamente el rastro lo llevó hacia otras localidades de la zona Sur como Lanús, Lomas de Zamora y Avellaneda.
"Después del golpe, la dictadura comienza la cacería sobre las organizaciones revolucionarias, y diezmado el ERP en los primeros meses de 1976, el accionar represivo se concentra en Montoneros. En el Gran Buenos Aires se elimina a la columna Norte, a la Oeste y a La Plata. Los sobrevivientes se repliegan entonces en la zona Sur", reseña Pacheco.
Y agrega: "A la zona Sur llegaron militantes de otras zonas del país buscando refugio, cobertura. Durante un tiempo se prosigue con la lucha armada, pero cuando se plantea la imposibilidad, comienza la resistencia y la política".
Esta resisten presión en el paro ferroviario de 1979, el primero que sufrió la dictadura.
"No es casual que después de Malvinas haya habido en la zona experiencias de movilización popular como el lanusazo o tomas colectivas de tierras en Quilmes que protagonizaron grupos cristianos. Fue una militancia que tuvo que dejar la revolución, pero no la política", remarca.
Narrado con un estilo directo y ágil, "Montoneros Silvestres" es un relato que se estructura en tres etapas: Del golpe al Mundial; De la Contraofensiva a Malvinas; y Resistencia y apertura electoral.
Pacheco sostiene que en estas acciones estuvo el germen del movimiento de Intransigencia y Liberación, una expresión de la izquierda peronista que surgió tras la apertura electoral de 1983.
"Se trató de una generación de luchadores que creció sola, sin cuidados, pero se fortaleció y maduró sólida, curtida ante las inclemencias, como hacen las plantas silvestres", explica el escritor en relación a la metáfora que eligió para titular su obra.
Télam
Linchamientos Berni: “No estamos hablando de vecinos, estamos frente a asesinos”
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, condenó hoy la muerte de un joven en Rosario a manos de vecinos que lo acusaban de un robo y dijo que se trata de "asesinos", al tiempo que afirmó que "tener un discurso demagógico, de mayor castigo, no resuelve el problema".
"Lo de Rosario ha sido trágico. No estamos hablando de vecinos, estamos frente a asesinos. Y eso se debe repudiar y condenar con toda la rigurosidad del Código Penal", dijo Berni en declaraciones a Radio La Red.
En cuanto a otros casos de violencia que se registraron en Capital Federal y otras partes del país contra delincuentes, el funcionario indicó que "es preocupante", aunque consideró que "un conjunto de vecinos no hace a toda la sociedad argentina".
"No hay que ser demagógico ni tan punitivo en los discursos. La sociedad tiene un hartazgo de la puerta giratoria de la justicia, y todos somos responsables de dar los instrumentos legales a los jueces para resolver los problemas", dijo Berni, al cuestionar declaraciones del diputado del Frente Renovador, Sergio Massa, quien había dicho que los linchamientos se producían porque hay "un Estado ausente".
En ese marco, dijo que lo que hay que hacer es "sentarse juntos, para entre todos legislar y darles las herramientas a los jueces para evitar las puertas giratorias, y tener una justicia más rápida y más cerca de los problemas de la gente".
Berni cuestionó a Massa -quien habló de "Estado ausente" frente estos casos de violencia- y señaló: "Si el Estado estaría ausente, no tendríamos detenidos todos los días; acá hay un sector de la justicia que no quiere trabajar y otro que no tiene las herramientas procesales".
"Este tema no lo solucionamos solamente con el tema penal. Hay que agilizar la justicia pero también generar mecanismos de inclusión para que esa persona no vuelva a delinquir sino que sea reinsertada en la sociedad como hombre de bien", añadió.
Asimismo, cuestionó el hecho de mantener un "discurso tan punitivo y demagógico" y aseveró que "llevamos 10 años con las leyes Blumberg que fueron cada vez más duras y no tuvieron los resultados que los legisladores esperaban".
"Tener un discurso demagógico, de mayor castigo, no resuelve el problema", concluyó el funcionario.
Télam
"Lo de Rosario ha sido trágico. No estamos hablando de vecinos, estamos frente a asesinos. Y eso se debe repudiar y condenar con toda la rigurosidad del Código Penal", dijo Berni en declaraciones a Radio La Red.
En cuanto a otros casos de violencia que se registraron en Capital Federal y otras partes del país contra delincuentes, el funcionario indicó que "es preocupante", aunque consideró que "un conjunto de vecinos no hace a toda la sociedad argentina".
"No hay que ser demagógico ni tan punitivo en los discursos. La sociedad tiene un hartazgo de la puerta giratoria de la justicia, y todos somos responsables de dar los instrumentos legales a los jueces para resolver los problemas", dijo Berni, al cuestionar declaraciones del diputado del Frente Renovador, Sergio Massa, quien había dicho que los linchamientos se producían porque hay "un Estado ausente".
En ese marco, dijo que lo que hay que hacer es "sentarse juntos, para entre todos legislar y darles las herramientas a los jueces para evitar las puertas giratorias, y tener una justicia más rápida y más cerca de los problemas de la gente".
Berni cuestionó a Massa -quien habló de "Estado ausente" frente estos casos de violencia- y señaló: "Si el Estado estaría ausente, no tendríamos detenidos todos los días; acá hay un sector de la justicia que no quiere trabajar y otro que no tiene las herramientas procesales".
"Este tema no lo solucionamos solamente con el tema penal. Hay que agilizar la justicia pero también generar mecanismos de inclusión para que esa persona no vuelva a delinquir sino que sea reinsertada en la sociedad como hombre de bien", añadió.
Asimismo, cuestionó el hecho de mantener un "discurso tan punitivo y demagógico" y aseveró que "llevamos 10 años con las leyes Blumberg que fueron cada vez más duras y no tuvieron los resultados que los legisladores esperaban".
"Tener un discurso demagógico, de mayor castigo, no resuelve el problema", concluyó el funcionario.
Télam
“No son ajusticiamientos, son homicidios calificados”
El juez de la Corte Suprema diferenció entre la legítima defensa y el linchamiento: “No se trata de ajusticiamientos, sino de homicidios calificados”, aseguró. Sobre Massa, dijo que “lo único que hace es juntar votos con mentiras”.
“No se trata de ajusticiamientos, sino de homicidios calificados”, sostuvo de manera tajante el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni sobre los linchamientos, y diferenció: “Una cosa es detener al sujeto y ejercer cierta violencia para retenerlo, y otra es matar a patadas a una persona”. En este marco, el ministro del máximo tribunal de Justicia criticó a Sergio Massa por los dichos con los que justificó los violentos episodios de justicia por mano propia como casos “que aparecen porque hay un Estado ausente”. Massa “es un personaje lamentable políticamente hablando”, sostuvo Zaffaroni, que ya tuvo otros fuertes cruces con el líder del Frente Renovador.
El jurista fue entrevistado en el programa Mañana más, de Radio Nacional. Lo primero que le preguntaron fue por las declaraciones de Massa. “Creo que un señor que se va a pasar el 24 de marzo a los Estados Unidos, va a hablar con la gente del Tea Party, se saca fotos con el chanta de (el ex alcalde de Nueva York Rudolph) Giuliani, que es una especie de chanta internacional que cobra por las fotos y las entrevistas, y todavía se llama peronista... creo que si el general Perón tuviera que juzgarlo lo consideraría un vendepatria”, contestó el ministro. “Pero independientemente de eso, y de que es un mentiroso que lo único que hace es juntar votos con mentiras, lo que acaba de decir es una barbaridad total.”
Zaffaroni ya había reaccionado ante los argumentos que utilizó Massa para hacer campaña contra el anteproyecto para reformar el Código Penal, que el juez redactó junto a otros cuatro especialistas, representantes de las principales fuerzas políticas. Tras aclarar, por ejemplo, que era “disparatado” plantear que el nuevo Código “va a excarcelar, porque el Código Penal no rige las excarcelaciones”, Zaffaroni había acusado al massismo de “montar un show mediático” y “hacer campaña” a costa de él. “Que vuelva un rato a la Facultad de Derecho y lea los libros, que no muerden”, le recomendó entonces a Massa.
Ante el nuevo cruce, el massismo salió de inmediato en defensa del jefe del Frente Renovador. Los intendentes José Eseverri (Olavarría) y Joaquín de la Torre (San Miguel) advirtieron que Zaffaroni “se sacó la careta y muestra sin descaro su camiseta K”. “Que salga de su lugar de falso prócer del Derecho y camine la calle para ver qué piensa la gente. Se va a dar cuenta de que Massa defiende a la gente y Zaffaroni a los delincuentes”, acusó De la Torre. Por su parte, Eseverri dijo que el magistrado “debería opinar imparcialmente como juez de la Corte, pero se sacó la careta y muestra que en realidad es el empleado militante en la Corte del Gobierno”. Massa también tuvo de defensora a la diputada nacional del PRO Laura Alonso, que le exigió a Zaffaroni que “pida disculpas” por “su violencia verbal”.
Al analizar los linchamientos, Zaffaroni apuntó, por otra parte, contra los medios que asocian todo el tiempo a los jóvenes pobres con el delito. “Me parece que este episodio es el resultado natural de una campaña de medios que lo que está haciendo es estigmatizar terriblemente a los adolescentes de barrios precarios. Esta estigmatización los convierte en chivos expiatorios, y el resultado cada vez que se construye un chivo expiatorio es que los matan.”
El juez deslindó entre lo que es una situación de legítima defensa y una de justicia por mano propia. “La legítima defensa es una defensa contra la agresión y cesa cuando cesa la agresión. Naturalmente que si alguien se mete dentro de mi casa, tengo todo el derecho del mundo a defenderme, aunque lo mate, cosa que también puede ser si es necesario, si está dentro de la racionalidad para defenderme. Ahora, la legítima defensa no hace esto (por el linchamiento). Eso es un homicidio doblemente calificado, calificado por alevosía y por ensañamiento, y está en el artículo 80 del Código Penal, al que el texto vigente fija penas de 30 años.”
“No se trata de ajusticiamientos, sino de homicidios calificados”, sostuvo de manera tajante el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni sobre los linchamientos, y diferenció: “Una cosa es detener al sujeto y ejercer cierta violencia para retenerlo, y otra es matar a patadas a una persona”. En este marco, el ministro del máximo tribunal de Justicia criticó a Sergio Massa por los dichos con los que justificó los violentos episodios de justicia por mano propia como casos “que aparecen porque hay un Estado ausente”. Massa “es un personaje lamentable políticamente hablando”, sostuvo Zaffaroni, que ya tuvo otros fuertes cruces con el líder del Frente Renovador.
El jurista fue entrevistado en el programa Mañana más, de Radio Nacional. Lo primero que le preguntaron fue por las declaraciones de Massa. “Creo que un señor que se va a pasar el 24 de marzo a los Estados Unidos, va a hablar con la gente del Tea Party, se saca fotos con el chanta de (el ex alcalde de Nueva York Rudolph) Giuliani, que es una especie de chanta internacional que cobra por las fotos y las entrevistas, y todavía se llama peronista... creo que si el general Perón tuviera que juzgarlo lo consideraría un vendepatria”, contestó el ministro. “Pero independientemente de eso, y de que es un mentiroso que lo único que hace es juntar votos con mentiras, lo que acaba de decir es una barbaridad total.”
Zaffaroni ya había reaccionado ante los argumentos que utilizó Massa para hacer campaña contra el anteproyecto para reformar el Código Penal, que el juez redactó junto a otros cuatro especialistas, representantes de las principales fuerzas políticas. Tras aclarar, por ejemplo, que era “disparatado” plantear que el nuevo Código “va a excarcelar, porque el Código Penal no rige las excarcelaciones”, Zaffaroni había acusado al massismo de “montar un show mediático” y “hacer campaña” a costa de él. “Que vuelva un rato a la Facultad de Derecho y lea los libros, que no muerden”, le recomendó entonces a Massa.
Ante el nuevo cruce, el massismo salió de inmediato en defensa del jefe del Frente Renovador. Los intendentes José Eseverri (Olavarría) y Joaquín de la Torre (San Miguel) advirtieron que Zaffaroni “se sacó la careta y muestra sin descaro su camiseta K”. “Que salga de su lugar de falso prócer del Derecho y camine la calle para ver qué piensa la gente. Se va a dar cuenta de que Massa defiende a la gente y Zaffaroni a los delincuentes”, acusó De la Torre. Por su parte, Eseverri dijo que el magistrado “debería opinar imparcialmente como juez de la Corte, pero se sacó la careta y muestra que en realidad es el empleado militante en la Corte del Gobierno”. Massa también tuvo de defensora a la diputada nacional del PRO Laura Alonso, que le exigió a Zaffaroni que “pida disculpas” por “su violencia verbal”.
Al analizar los linchamientos, Zaffaroni apuntó, por otra parte, contra los medios que asocian todo el tiempo a los jóvenes pobres con el delito. “Me parece que este episodio es el resultado natural de una campaña de medios que lo que está haciendo es estigmatizar terriblemente a los adolescentes de barrios precarios. Esta estigmatización los convierte en chivos expiatorios, y el resultado cada vez que se construye un chivo expiatorio es que los matan.”
El juez deslindó entre lo que es una situación de legítima defensa y una de justicia por mano propia. “La legítima defensa es una defensa contra la agresión y cesa cuando cesa la agresión. Naturalmente que si alguien se mete dentro de mi casa, tengo todo el derecho del mundo a defenderme, aunque lo mate, cosa que también puede ser si es necesario, si está dentro de la racionalidad para defenderme. Ahora, la legítima defensa no hace esto (por el linchamiento). Eso es un homicidio doblemente calificado, calificado por alevosía y por ensañamiento, y está en el artículo 80 del Código Penal, al que el texto vigente fija penas de 30 años.”
“La humanidad retrocede en cuatro patas”
La Asociación Argentina de Actores repudió los hechos de violencia conocidos como "linchamientos", y criticó a los medios de comunicación y a los candidatos presidenciales que intentan justificarlos. "Ante la ola de 'linchamientos' que sufrimos, la Asociación repudia enérgicamente estos hechos de violencia", señaló la entidad a través de un comunicado. Agregó que "es bochornoso ver en los zócalos de los noticieros, que desde su discurso bordean la justificación de esos hechos, acusar a la sociedad de 'sacada', después de envenenarla cotidianamente".
"También es lamentable ver a candidatos presidenciales, que solapadamente habilitan la justicia por mano propia aludiendo al Estado ausente", indicó la Asociación. En ese marco, rescató "el ejemplo constante de nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que jamás impulsaron hechos de esta naturaleza pese a haber sufrido los más horrendos crímenes cometidos desde el terrorismo de Estado instalado en Argentina a través del golpe cívico militar de 1976".
"Cada vez que ocurren estas cosas, como dijera María Elena Walsh (refiriéndose a la pena de muerte)la humanidad retrocede en cuatro patas", señaló la entidad, que agregó: "Esta frase de María Elena nos representa ante estos hechos que no tienen ninguna diferencia con la pena de muerte. Anteponer el valor de la vida a cualquier otro interés es deber de todo ser humano que se precie de tal".
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