“Los pequeños y medianos productores no tienen capacidad de mantener en silos y silobolsas su producción. Generalmente venden cuando van sacando cosecha. Quien tiene stock de soja cuenta con una espalda financiera importante. Hace tres meses, los exportadores, a través de la Mesa de Enlace, reclamaban una devaluación. Y ahora con el nuevo tipo de cambio siguen presionando. Según nuestros cálculos, hay 8 millones de toneladas de granos, mayormente soja, sin liquidar. Esto equivale a 3500 millones de dólares que podrían ingresar al país.” El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, cuestionó en diálogo con Página/12 a la dirigencia agropecuaria y a los exportadores por llevar adelante una estrategia de especulación, al no vender su producción, con el objetivo de erosionar al gobierno nacional. El funcionario aclaró que en enero del año pasado se había liquidado el 97 por ciento de la cosecha de soja, mientras que en la actualidad sólo alcanza un 83 por ciento.
“Uno presupone que la decisión de no vender soja se había tomado con un dólar en torno de los cinco pesos. Hoy la situación es totalmente diferente. Después de esta devaluación, vemos una estabilidad manifiesta del tipo de cambio, lo que presupone que deberían vender”, agregó el funcionario.Si bien la producción primaria de granos supera las 100 millones de toneladas, con 73.000 productores distribuidos en todo el país, sólo el 6 por ciento concentra el 54 por ciento de la producción. En el caso de la soja, un poco más de la mitad de la totalidad de la cosecha es exportada por Cargill, Noble Grain, ADM, Nidera y Bunge. Las diez primeras cerealeras del país explican el 96 por ciento de las ventas al exterior.
En el conflicto por la Resolución 125, los dirigentes de la Mesa de Enlace explicaban que con el nivel de retenciones que se pretendía aplicar, la ganancia del productor quedaría en prácticamente cero.
Su argumento era que con los derechos de exportación móviles el Estado se quedaría con casi todo el valor de la cosecha de soja. Dentro de esa ecuación, en ningún momento aparecían los grandes exportadores. Ahora ocurre lo mismo.
“No creo que esto (por el dólar a 8 pesos) sea un incentivo a liquidar, más cuando hay un proceso inflacionario en pesos. Hoy no sabemos el tipo de cambio, no sabemos en dónde se va a parar y por ahora no se va a liquidar”, manifestó Carlos Garetto, titular de Coninagro. Página/12 habló con varios productores sojeros, pequeños, y les consultó si estaban dispuestos a vender soja con el actual tipo de cambio. La respuesta fue que ellos no tenían los granos, sino que ya habían sido vendidos a los exportadores.
Entonces, cuando los dirigentes de la Mesa de Enlace explicitan que “no hay incentivos para liquidar la cosecha retenida”, no estarían reclamando por la rentabilidad de los pequeños productores como declaman, sino que hablarían en nombre de los grandes exportadores. Esta es la visión que prima en distintas áreas del Poder Ejecutivo.
La campaña 2013-2014 prevé una cosecha total superior a los 103 millones de toneladas, de las cuales 54,5 millones serán de soja. De ese total, el saldo exportable en granos de la oleaginosa (el resto se destina a aceite y otros derivados exportables, como pellets) sería de 12 millones de toneladas. El Ministerio de Agricultura calculó un valor promedio de 480 dólares por tonelada. Esto generaría 5760 millones de dólares de divisas para el país, de las cuales 2016 millones de dólares quedarían para el Tesoro en concepto de retenciones. Si se toma el valor actual del tipo de cambio, en torno de los 8,03 pesos, la ganancia para los exportadores, descontadas las retenciones, sería de 30.000 millones de pesos. “Con este nivel de rentabilidad, si no liquidan a partir de marzo, es porque quieren una mayor devaluación o porque están pensando más en sus pretensiones políticas que en sus negocios”, explicaron a este diario desde la cartera de Agricultura.
“Las cámaras empresariales del campo que especulan con la venta, y que decidieron retirarse del mercado granario para evitar liquidar divisas al Banco Central, constituyen uno de los sectores con más renta del país, que menos invierten en mano de obra y que más explota nuestros recursos naturales. Con su maniobra, de neto corte especulativo, están atentando contra el crecimiento y la estabilidad económica y consecuentemente el poder adquisitivo del salario de los trabajadores”, sostuvo un reciente trabajo de la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), donde también se propuso un nuevo sistema de comercio exterior. “El eje central de la política de comercialización debe ser la regulación estatal del comercio exterior, con la creación de una Agencia Nacional de Comercialización que garantice a los pequeños y medianos productores el real valor de su producción”, concluyó la Canpo.
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