lunes, 20 de enero de 2014

ORENZO DE VEDIA, PADRE TOTO, PARROCO DE LA IGLESIA DE CAACUPE EN LA VILLA 21

Lorenzo de Vedia, el padre Toto, reemplazó al padre Pepe en la Villa 21. Del ninguneo a una mirada donde sólo se resaltan los aspectos negativos. La propuesta de los curas en la villa es la de “integración urbana”, es decir, una relación en ambos sentidos del adentro y el afuera de la villa.
 

 Por Andrew Graham-Yooll
Cada pocos minutos alguien golpeaba a la puerta. Cada uno necesitaba algo importante, aunque más no fuera atención. Comentamos al cura Lorenzo de Vedia, padre Toto, párroco de la iglesia de la Virgen de Caacupé, que antes no parecía tan intensa la actividad de todo tipo de los vecinos del barrio. Dijo que sí, que antes también. Bueno, pero seguramente la presencia pública se había incrementado desde la entronización del cardenal Jorge Bergoglio como papa Francisco I. Eso, un poco más, admitió. Sí, dijo, desde marzo sí, pero no sólo gente de la Villa 21. Venían interesados, periodistas, fotógrafos –“yo les tengo mucha simpatía a los periodistas...”–, gente que quería conocer nomás. Esos primeros días del papa Francisco habían sido abrumadores. “Fíjese que un día tuve que ir al baño. No me di cuenta de que en otra parte ya había entrado una persona, un camarógrafo. Y yo ahí sentado y este hombre me quería apuntar la cámara para entrevistarme. Bueno, ahí sí llegué al límite.” Se rió. La conversación transcurrió entre las cosas serias, el buen humor y las llamadas. Sobre el escritorio, observado desde la pared de hace años por una foto del Padre Mujica de la Villa 31, había tres celulares.
–Usted, recién nomás, antes de que entráramos a la oficina comentó que aquí ustedes funcionaban casi como una intendencia... –Bueno, la parroquia Caacupé funciona dentro de la Villa 21 y es caja de resonancia de las múltiples situaciones sociales, humanas, de las cosas que vive la gente. Entonces, por un lado los curas que estamos acá tenemos una percepción muy directa de lo que necesita la gente (suena un teléfono, atiende)... Es esto, lo que acaba de ocurrir, llaman muchos, necesitan... es así y es importante que estemos para responder a cada necesidad. Uno viene por un difunto y necesita saber dónde y cómo hacer los trámites porque en alguna oficina no se los quieren hacer... Usted vio que antes de que pasáramos aquí adentro vino una vecina a la oficina de la entrada para pedir un certificado de domicilio... Otro, que lo echaron de la casa, necesita chapas porque está viviendo sin chapas... otro viene para confesarse, otro más pide pan dulce, otro necesita remedios, otro que va a una oficina de la ciudad a cobrar algo pero como hay cortes de luz no puede y necesita unos pesos... y así. Ya le dije, la parroquia es una caja de resonancia para todos los que viven en estas sesenta hectáreas. Nosotros tenemos un concepto muy distinto al de una oficina, o las oficinas, de gobierno donde la forma es que la gente tiene que acercarse por su cuenta y adaptarse a los esquemas de horarios, a lo que hay y no hay. Aquí no hay horarios y como siempre sucede, en oficinas de gobierno y aquí, la gente que viene son los más pobres y la realidad va más allá de horarios de oficinas. Ahí es donde es importante guiar, enseñar, no hacerle las cosas, pero que las aprendan a hacer. De una oficina se van todos y ya está, no se atiende. Pero en una parroquia no se puede bajar la cortina. Además, hay que ver que en un año como éste, donde el asueto amplía la duración de los feriados y el mes hasta parece más corto, los problemas de cada uno parecen más grandes. Claro, siempre sucede con el gobierno, tanto de la ciudad como de la nación, se atiende en el barrio a la gente con una lejanía mental. No están.
–Recuerdo cuando vinieron los políticos en campaña, en pocas ocasiones, claro, vinieron con custodias, apoyo de equipos y vehículos... –Macri no viene y ni siquiera sabe de nuestra radio FM. Se ha pasado de una ausencia de políticos bastante importante a una presencia interesada algo mayor. Esa presencia todavía no es muy ordenada y necesitamos que la presencia de las instituciones y autoridades se vaya ordenando un poco más. Es lo que la sociedad está necesitando, no sólo para el adentro de la villa sino que también para su contacto con el afuera de los límites de la villa. Hace seis años que venimos trabajando más en los lazos con el resto del entorno urbano. (Alguien golpea a la puerta, informa al cura que debe llamar a...)
–La FM, veo que le dieron una linda piecita en la medianera de la iglesia, ¿qué alcance tiene? –No sé exactamente, llega a toda la villa, que se extiende de aquí dos kilómetros en las cuatro direcciones. La FM llega a todos esos límites. Siempre se transmite la información de lo que pasa en el barrio. Naturalmente, también se transmiten las misas.
–La vida en la villa ahora es mucho más intensa que como la vi cuando llegué la primera vez, hace diez años. ¿Cuántos curas están aquí ahora? –Más o menos como siempre. Somos tres curas por el momento. En un momento éramos cuatro, ahora somos tres y tenemos muchas más actividades que antes. Tenemos 13 capillas, cuatro comedores, un colegio secundario, una escuela de oficios, centro de recuperación de adictos, hogar de día para chicos de la calle, la radio, un periódico, centro de día para abuelos, mil chicos en los exploradores, campamentos...
–¿Mil chicos en exploradores? Eso es muchísimo, ¿cuánta gente se necesita para organizar y conducir esa cantidad de chicos? –Están conducidos por ciento treinta jóvenes que son todos pibes del barrio. Es decir, unos ocho o nueve chicos por cada coordinador. El proyecto nuestro se basa en que buscamos formar líderes positivos, tanto jóvenes como adultos que pueden luego servir a su vez como líderes, en el barrio y más allá también.
–Si se puede decir que la intendencia del barrio es acá (en una puerta lateral al gran tinglado adjunto a la iglesia hay una chapa azul enlozada que anuncia que ahí está el Ministerio de Justicia de la Nación)... –Hay un convenio entre la vicaría de la Villa y el gobierno nacional que establece una oficina del Ministerio de Justicia en cada iglesia de la parroquia, cuyo fin es apoyar el acceso a la Justicia. Todos los días hay abogados del ministerio y trabajan articulando con nosotros (suenan dos teléfonos).
–Se están movilizando en una integración social mucho más moderna e interactiva... Antes se veía a la Villa como a una isla peligrosa. –Cuando yo era chiquito en las viejas guías de calles de Buenos Aires, como ser la Guía Peuser, las villas no figuraban como tales, se las representaba como un espacio verde. Ya había villas, no eran tan grandes como ahora, pero había. O sea, no existían las villas, eran ninguneadas. Después del 2001, por dar una fecha, la sociedad se empezó a anoticiar seriamente de la existencia de las villas –no le digo que no sucedía antes–, porque mucha gente perdió lo que tenía y tenía que mudarse a una villa. Hoy por hoy, también en todo lo que se refiere a las villas como grupo urbano hasta en algunos casos podemos decir que está de moda hablar de las villas, en programas de televisión. Incluso hay series, también está la película Elefante Blanco (dir. Pablo Trapero, 2012). Yo creo que la problemática urbana y social de las villas hizo que la sociedad abriera los ojos. Abrieron los ojos a las villas, pero hay que recordar que pasamos del ninguneo total a una mirada distorsionada. Todavía siento que hay lejanía. Por ejemplo, ¿qué se muestra? La parte que hace ruido en la villa, la toma de tierras, el narcotráfico, los peligros... Pero no muestran la parte más real de la villa, de trabajadores, de las riquezas culturales, las humanas, el sentido de solidaridad, hermandades y vecindades, sin otra consecuencia que hacer notar la condición de exclusión que viven muchos en la villa, entonces se resaltan la delincuencia, el paco, etcétera.
–¿Cómo es que circula o se generó el temor a que de aquí, de la Villa 21, sale todo el paco y la cocaína a la ciudad? Exagero, pero ese tipo de rumor se ha pasado y necesita poco combustible para hacerlo andar. –Yo creo que hay una mirada donde se ve una cosa, pero no se ve el fondo. Viviendo acá nosotros los curas podemos ver las cosas que pasan y se percibe mucho más. No es lo que se ve sólo cuando traen un móvil de televisión. Percibimos todo lo valioso que hay en la villa, se ven muchas cosas buenas, obvio que también las malas (suena el teléfono, atiende, conversa un rato)... Las vistas parciales y desde una lejanía producen prejuicios, estigmatizaciones, en algunos casos se provoca una mirada romántica, las menos, claro. Pero las hay, esas de que somos todos oprimidos o qué sé yo. Es como la que viene al revés, la que nos ven a todos como delincuentes, o chorros... Viviendo acá uno entiende que esto es un conglomerado urbano donde hay gente humilde, hay pobreza, que hay de todo. Hay alguna gente que manda a sus hijos a escuelas privadas, no es la mayoría, pero la hay. Hay colegios privados que becan a algunos chicos de la villa. Va creciendo de a poquito la conciencia social que prioriza la educación, diría que especialmente desde la condición de villa está la búsqueda de lo que a cada uno le puede parecer lo mejor.
–¿Cómo sigue? –Nosotros los curas acuñamos un término que es “integración urbana”. Antes se hablaba de “erradicación” de las villas. No es muy amable porque significa desalojar, despedir. Después se empezó a hablar de “urbanización”. A no-sotros no nos gusta la erradicación. Y si vamos a la urbanización sin más suena a una especie de colonialismo. ¿Quién piensa que puede instalarse en un concepto de “estoy urbanizado”? Proponemos la “integración urbana” según la cual la villa tiene mucho para darle a toda la ciudad y la ciudad puede darle mucho a la villa.
–En una época la Villa 21 parecía estar muy dividida, no sé si en términos políticos o sociales, pero la gente decía, es más, sentía que estaban divididos. –Digamos que cuando empezó el padre Pepe acá la Villa 21 estaba bastante dividida, en diferentes sectores. Pepe se empezó a mover en los diferentes sectores, cruzando de uno a otro, hablando con la gente. Nosotros nos propusimos hacer de pastores y guías y mucho se logró.
–¿Cuál es el legado del padre Pepe? Con él nos encontramos hace poco en una situación social, pero hacía mucho que no lo veía. (Golpean la puerta, informan a Toto que hay que comprar pan en la escuela de oficios antes de que cierre. El cura saca un bollito de billetes chicos del bolsillo y se lo entrega al hombre.) –Dejó una parroquia organizada desde el punto de vista comunitario, pastoral, evangelizador. Estableció las líneas, la impronta de la labor de misión de encuentro con el pueblo, la apertura hacia la gente. Evangelización y promoción social para nosotros son dos caras de la misma moneda.
–¿Hay mucha competencia con los nuevos cultos? ¿Tienen mucha presencia? –Los nuevos cultos pescan en la pecera que los católicos hemos dejado cuando vamos a dormir la siesta. En los lugares donde la Iglesia Católica se mueve los cultos no prosperan. Dentro de todo con lo que hacemos todos los días no les queda demasiado lugar. Hay muchos, pero no prosperan, ni son fuertes, no tienen una influencia fuerte como sí, lamentablemente, en otros lugares. Pero eso es donde la iglesia está dormida, por diferentes motivos, claro. En el Gran Buenos Aires hay muchos barrios donde se expanden.
–¿Cómo afecta o ayuda a la villa y a la labor de ustedes la entronización del nuevo Papa? –Para mí, Bergoglio, Francisco I, no es que sea sólo él. Tuvo la genialidad de saber expresar y la capacidad de moverse para llegar a donde está. Pero lo esencial es que encarna un buen sentir y un modo de ser iglesia que venimos deseando desde hace mucho tiempo, en Latinoamérica. Se puede decir que esto es el fruto del Concilio Vaticano II, de la encíclica de Pablo VI a los diez años del Concilio, después la Carta de los Obispos del Tercer Mundo, en Medellín, que sigue siendo muy importante hoy. Bergoglio, que es parte de esa historia y encarna el proceso, es lo que produce el gran sentir popular desde hace tiempo, “Esto es lo que veníamos queriendo”: una iglesia más sencilla, más austera, más despojada de los arrastres que trae de la historia, más servidora, con menos requisitos. Sí, sorprende que esto esté sucediendo en el Vaticano. Muchos han querido expresar esto, seamos honestos, pero han sido más torpes, o no lograron hacerlo o darse cuenta el bien que está haciendo. Bergoglio tiene muchas cualidades que le permitieron colocarse en el lugar donde está... Para nosotros es bueno porque es un aliento para seguir como veníamos trabajando. Nosotros nos sentimos herederos de Medellín, por prolongación del curso histórico. Yo era chico, obvio, pero igualmente influyó en mi formación.
–¿Se filtra para abajo la comprensión de lo que está sucediendo en la Iglesia? –Depende de lo que se llame más abajo. Aquí en la villa se sentía que una pastoral más abierta, más popular ya se venía. Otros necesitan que el Papa lo diga claramente, pero aquí el pueblo sentía venir los cambios. Lo que podemos llamar las audacias de ahora son parte de la Iglesia de mañana.
–Hay mucho para hablar, pero creo que usted tiene mucho que hacer y quiere que me vaya, ¿no? –No, yo no quiero que se vaya, pero hace media hora tenía que estar en la otra punta de la Villa, en Pepirí, y llego tarde.

› LA DISPUTA INTERNA EN LA ALIANZA DEL RADICALISMO, EL SOCIALISMO, LA CC Y PROYECTO SUR

Sanz y Binner quieren avanzar con la institucionalización del frente, pero Carrió y Solanas prefieren esperar. En el PS critican que hay “una brutal pelea por espacios de poder”. En la CC acusan a la UCR de “oligarquizar” la alianza para evitar competir en las primarias.
 
      
 Por Sebastian Abrevaya
Viejas peleas, desconfianza, diferencias ideológicas y ambiciones personales antagónicas... No son pocas las dificultades que deberán sortear en el frente que intentan armar la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, la Coalición Cívica, Proyecto Sur, el GEN y Libres del Sur de cara a las elecciones de 2015. Terminaron el año pasado con una primera cumbre que sirvió como gesto de unidad y una manifestación de buena voluntad, pero los conflictos no tardaron demasiado en salir a la luz. En los últimos días, Fernando “Pino” Solanas les pasó factura a “las cúpulas partidarias” por excluirlo de esa reunión y, tras fotografiarse con Julio Cobos, los acusó de no tener en cuenta los liderazgos territoriales. Por lo bajo, cerca de los distintos candidatos dejan trascender los recelos de una construcción que tiene como motor casi excluyente la necesidad de terminar con la atomización para poder terciar en la polarización entre los dos sectores del peronismo. “La única alternativa que tenemos es juntar al no peronismo”, advierte un operador radical de diálogo con varias fuerzas.
El mensaje de las urnas en 2011 fue demasiado claro como para dejarlo pasar. Hermes Binner sacó el 17 por ciento, Ricardo Alfonsín el 11, Elisa Carrió el 1,8 y Alcira Argumedo, la candidata de Solanas, no pasó siquiera el piso de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Si bien saben que las suma no es exacta, consideran probable que en un frente se hubieran acercado al 30 por ciento de los votos, creando un panorama muy diferente ante el 54 por ciento que sacó la presidenta Cristina Fernández. En ese marco, en la última elección legislativa hubo experiencias locales de alianzas en el sector no peronista, que hoy son reivindicadas por cada partido, dependiendo de su conveniencia.

Con los tiempos de Unen

La Coalición Cívica y Proyecto Sur prefieren emular la experiencia porteña de Unen, movidos por el buen resultado de sus principales figuras, Carrió y Solanas. “Nosotros no vamos a estar de acá para allá con las fotos. Nos vamos a manejar de la misma manera que en Unen. En el debido momento, aparecerá Lilita firmando lo que haya que firmar. Lo que pasa es que algunos están muy apurados en sumar a Lilita a la fórmula”, advierte uno de los hombres más cercanos a Carrió. La particularidad de Coalición Sur dentro de Unen es que esperaron hasta último momento para anunciar su incorporación al frente, una vez que Carrió se recuperara del crítico resultado de 2011. En el entorno de la chaqueña creen que tanto Binner como el titular de la UCR, Ernesto Sanz, tienen como objetivo “que no haya internas abiertas”. “Nosotros no queremos caer en la lógica oligárquica de resolución de candidaturas que plantea Jesús Rodríguez”, disparó un lilito en referencia al histórico dirigente radical que acompaña a Sanz en las sombras. Según esta teoría, Binner teme que Carrió y Pino le resten votos en las primarias. Sin apuro, los lilitos aseguran que las precandidaturas recién se definirán en marzo de 2015 y, mientras tanto, trabajarán en fortalecer el frente porteño.

El modelo Santa Fe

“Nosotros vamos a privilegiar lo institucional. Hay que administrar las aspiraciones personales, que son válidas, junto con la necesidad de darle institucionalidad para que los que deciden tengan responsabilidad”, explica una de las personas más cercanas a Binner, en un mensaje diplomático a figuras como Carrió, Solanas o Cobos, más acostumbrados a manejarse individualmente. “Los dirigentes tienen que responder a su base. El camino no es el del atajo, porque si no, no le vamos a dar gobernabilidad al acuerdo”, sigue la misma fuente, que en un acto de sinceridad reconoce que “hoy hay una brutal discusión por pequeños espacios de poder dentro de cada fuerza”. Sin desmerecer la experiencia porteña de Unen en la que están involucrados los mismos partidos, los socialistas y los radicales se inclinan más por reivindicar el modelo del Frente Progresista Cívico y Social santafecino, que no tuvo solamente una buena elección legislativa, sino que es gobierno provincial desde 2007. Además, desde el socialismo aclaran que “confundir el distrito Capital con el frente nacional es un error muy grueso. La Capital no es la Nación”.

El gran desafío

Más allá de mantener la unidad y evitar que las figuras del frente provoquen una ruptura irreconciliable, los estrategas de los distintos partidos coinciden en que tienen un desafío enorme por delante si quieren pensar en entrar a un ballottage y/o ganar la elección presidencial: “Tenemos el distrito más importante no resuelto, Sergio Massa y Daniel Scioli se llevaron el 80 por ciento de los votos. Tenemos que ver cómo nos volvemos competitivos en la provincia de Buenos Aires”, aseguró un importante operador bonaerense del FAP. Desde el GEN, cuya líder Margarita Stolbizer es la única candidata en ese distrito, plantearon la necesidad de impulsar diez candidatos a intendentes competitivos en el Gran Buenos Aires, con el objetivo de suplir la falta de candidato a gobernador. En otros partidos, creen que la ayuda vendrá por arriba, con el apoyo de los referentes nacionales. “Eso lo puede hacer Carrió y en algún punto Cobos. Si decís Sanz, en provincia te preguntan quién es. ¿Alejandro Sanz?”, ironizan dirigentes que no ven con buenos ojos al senador mendocino.
Con todas estas dificultades, el desafío para la nueva alianza no será fácil. Tienen un incentivo grande, que es la necesidad de no quedar eclipsados por la disputa entre peronistas. Además, a diferencia de 2011, no tendrán enfrente el liderazgo de Cristina Fernández que concitó el apoyo mayoritario del PJ.

OPINION Los lazos del nudo gordiano: inflación, corrida cambiaria y restricción externa

Por Mónica Peralta Ramos *
Cuenta la leyenda griega que estando el reino de Frigia al borde de la guerra civil, Gordio –un pobre campesino que sólo poseía un carro tirado por bueyes– fue elegido rey gracias a la intervención de un oráculo. En agradecimiento, Gordio ofreció su carro al templo de Zeus atándolo con un nudo muy intrincado cuyos cabos se escondían misteriosamente hacia el interior del mismo. Según su profecía, el que consiguiese desatarlo conquistaría al mundo. Tiempo después, al iniciar su campaña para conquistar el Imperio Persa, Alejandro Magno intentó desatar el nudo. Luego de varios intentos fallidos, sacó su espada y lo cortó. Así, de un modo tajante enfrentó la esencia del problema y pudo solucionarlo.
Desde los orígenes de la humanidad, todas las sociedades han enfrentado problemas aparentemente insolubles, que condenan al conflicto permanente y a la destrucción. Encontrar la esencia de los problemas y resolverlos ha sido el camino de la civilización. Lo opuesto es la barbarie que condena a la violencia y a la desintegración. Nuestro país ha enfrentado y enfrenta periódicamente los espasmos bárbaros de la destrucción. Estos no se dan al azar, son consecuencia de un nudo gordiano que desde tiempo atrás reproduce el estancamiento económico y el canibalismo social. Conocer este nudo implica perforar la coyuntura –es decir, el momento que vivimos y sus reverberaciones inmediatas– y encontrar las causas estructurales que explican los conflictos. En este sentido, el momento actual es particularmente aleccionador porque expone a la luz del día los lazos que atan a nuestro nudo gordiano.
En una nota publicada en este diario (13/11/2011) decíamos que profundizar el proyecto de desarrollo con inclusión social y democracia participativa implicaba enfrentar el nudo gordiano de un proceso de acumulación del capital en condiciones de dependencia tecnológica. Este proceso, generado a lo largo de los últimos 70 años, ha configurado una industrialización liderada por grandes empresas –generalmente multinacionales– ubicadas en los sectores relativamente más intensivos en capital, sectores que generan una demanda creciente de importaciones de tecnología incorporada en bienes intermedios y de capital. Esta necesidad de importaciones no puede ser satisfecha con las divisas que en su mayor parte provienen de las exportaciones agropecuarias y agroindustriales. De ahí que este proceso tienda a culminar en una crisis del sector externo. Este fenómeno, comúnmente llamado “restricción externa,” constituye una característica intrínseca a este proceso de acumulación del capital. Todo crecimiento industrial, al ser liderado por estas grandes empresas más intensivas en capital tiende a desembocar en una crisis del sector externo, independientemente del crecimiento del volumen y de los precios de las exportaciones agropecuarias. Sobre esta paradoja se ha asentado el conflicto entre campo e industria que ha marcado a fuego nuestra historia contemporánea.
A lo largo del tiempo, el Estado ha impulsado la industrialización argentina con distintas políticas: desde los subsidios, la protección arancelaria y las exenciones impositivas de todo tipo hasta los contratos de provisión de bienes y servicios, la licuación de deudas y la venta de activos públicos a precios de remate. Inicialmente, estas políticas tuvieron por objetivo estimular el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas nacionales. Muy pronto, los principales beneficiarios fueron las grandes empresas (nacionales y extranjeras) y la inversión privada fue reemplazada por subsidios. Estos subsidios tuvieron como contrapartida diversos gravámenes que en esencia implicaron transferencias de ingresos del campo a la industria. Al mismo tiempo, la capacidad de generar divisas ha sido clave para la reproducción del sistema, otorgando así un enorme poder económico y político a los exportadores y a los grandes productores agropecuarios.
Dos fenómenos han agravado la dependencia tecnológica en las últimas décadas. En efecto, el mundo asiste hoy a una nueva forma de expansión de la acumulación global, centrada en la integración compleja de las grandes corporaciones multinacionales. Esta integración ha dado origen a una nueva división internacional del trabajo basada en la desintegración de la cadena productiva a nivel mundial y en el control de segmentos cruciales de las cadenas de valor por parte del capital transnacional. Esto ha tenido un enorme impacto sobre la concentración de las decisiones y del poder tecnológico. La otra cara de este fenómeno es una enorme fragmentación y dispersión de las actividades productivas que recorta cada vez más el poder de los Estados nacionales para planificar políticas en su propio territorio. Los sectores mas dinámicos de la industria argentina, están hoy integrados en cadenas de valor global y muestran la vulnerabilidad de nuestro desarrollo industrial a procesos que ocurren en otros países (Brasil, entre otros) y a decisiones que se toman en el centro de algunas corporaciones multinacionales. Por otra parte, el espectacular avance del cultivo de la soja transgénica en las últimas décadas ha atado al propio desarrollo del agro a un modelo de negocios centrado en la necesidad creciente de importaciones de un paquete tecnológico cuyos proveedores son unas pocas empresas multinacionales que controlan sectores claves del sistema agroalimentario a nivel global.
La acumulación del capital en condiciones de dependencia tecnológica ha dado lugar a una creciente concentración y centralización de capitales en la industria, al dominio del capital extranjero en sectores clave de la producción, del acopio y del comercio exterior e interior y al control monopólico u oligopólico de segmentos de la economía que tienen importancia estratégica para el crecimiento del país. Las grandes empresas –sean nacionales o extranjeras– que dominan estos segmentos son formadoras de precios en los puntos “neurálgicos” de la economía y tienen, por eso mismo, una capacidad decisiva sobre la formación de precios en el mercado interno y sobre el control de las divisas provenientes del comercio exterior. Esto les permite retener y desabastecer productos de importancia estratégica: desde el dólar hasta los alimentos pasando por la chapa y otros insumos de producción. Les permite además obtener ganancias extraordinarias, aprovechar los estímulos oficiales al mercado interno y ejercer su poder de veto sobre las políticas que consideran nocivas a sus intereses. De ahí, su capacidad para afectar la estabilidad política e institucional del país.
De este modo, los procesos estructurales que conforman la dependencia tecnológica se expresan en una estructura de poder que constituye el nudo gordiano de nuestro desarrollo. Los lazos invisibles de este nudo aparecen hoy expuestos a la luz del día expresados en tres fenómenos: la inflación, las corridas cambiarias y la restricción externa. Estos lazos tienen un común denominador: el control monopólico u oligopólico de sectores claves de la economía. En los últimos meses del 2013, estos lazos han adquirido especial relevancia en virtud de las vicisitudes del proceso electoral y de sus resultados. Constituyen la principal fuente de desestabilización y un desafío crucial frente al 2015.
En efecto, el año 2013 finalizó envuelto en la polvareda levantada por la inflación, las corridas cambiarias, la pérdida de reservas del Banco Central y el crecimiento desmedido de las importaciones de tres sectores industriales dinámicos –automotriz, productos electrónicos y productos químicos– integrados a cadenas de valor global en niveles relativamente poco sofisticados. A estos fenómenos se sumó la retención por parte de los productores de parte de la cosecha de cereales del 2013 y el persistente rechazo a liquidar las divisas de exportación por parte de las grandes empresas exportadoras agudizando así el faltante de divisas necesarias para cubrir las importaciones de la industria y fogoneando una especulación interminable con el dólar. Todo esto ocurrió en un contexto político marcado por los fuegos de artificio de un supuesto “fin del ciclo K” anunciado por la oposición luego de los resultados de las PASO.
En un escenario político traumatizado por la súbita ausencia de CFK, la provincia de Buenos Aires pasó a ser el principal campo de batalla y el fragor del enfrentamiento entre dos versiones del duhaldismo (Massa/Scioli) dominó la escena política nacional. En este contexto político, frente a la embestida de “los mercados” y de la oposición política y mediática, el oficialismo no tuvo una respuesta adecuada. Particularmente, notable es el caso de la inflación donde por años el Gobierno negó su existencia embarcándose al mismo tiempo en una negociación poco transparente y espuria con algunas empresas y con los principales supermercados a fin de congelar los precios de algunos bienes de consumo popular. Esto permitió el accionar impune de los formadores de precios erosionando la credibilidad de muchos de los objetivos perseguidos por el Gobierno. En consecuencia, el tema de la inflación fue cooptado por la oposición y tuvo una incidencia decisiva en el resultado electoral.
La reaparición de CFK a fines de noviembre, los cambios en el equipo de gobierno, la reiteración de los objetivos propuestos y el énfasis puesto en una nueva forma de enfrentar la inflación y la inseguridad convocando a la participación popular pusieron en evidencia que CFK continúa definiendo la agenda política del país. Muestran además que, a pesar de haber perdido votos en las elecciones, el kirchnerismo no está terminado y mantiene la decisión de profundizar su proyecto político de aquí al 2015. Los primeros anuncios del nuevo equipo de gobierno plantearon tres cuestiones fundamentales: el control de la formación de precios y de la apropiación del excedente en las cadenas de valor, la revisión de la orientación dada hasta ahora a la industria y la racionalidad de los subsidios otorgados. Abordar el problema de cómo se distribuye y apropia el excedente en las cadenas de valor remite necesariamente a preguntarse por el rol del capital monopólico y su relación con la industrialización y los subsidios. Esto implica empezar a arrojar luz sobre una cuestión que hasta ahora había permanecido invisible, siendo sin embargo central a los conflictos que ha vivido y vive el país. El rol de la dependencia tecnológica, el modo en que la misma reproduce el poder del capital monopólico y oligopólico en los distintos sectores de la economía, y la incidencia que este poder tiene sobre la vida de todos los ciudadanos, son temas que deberían ocupar el centro del debate político. Esto implica empezar a preguntarse por los factores que perturban nuestra integración productiva y nuestra identidad nacional y nos condenan al canibalismo político.
El nuevo equipo económico ha anunciado que ejercerá todo el poder que el Estado tiene para hacer cumplir los nuevos acuerdos de precios. Esto es de importancia crucial. Sin embargo, el Estado no es un simple instrumento inerte. Es, en cambio, un campo de relaciones de fuerza. Para que el control de las políticas de precios, de sustitución de importaciones o de subsidios sea efectivo no basta con tener estrategias y regulaciones. Es necesario además legitimar los objetivos y las decisiones que se toman haciéndolos transparentes y promoviendo el debate y la negociación entre todos los actores sociales. Más aún, es necesario una participación organizada de la ciudadanía en el control de gestión y en el debate de estas políticas en todos los niveles de la vida social: desde las cadenas de valor, los barrios y las empresas, hasta el nivel municipal, provincial y nacional. El conocimiento de lo que está en juego y la movilización ciudadana constituyen la espada que permitirá cortar nuestro nudo gordiano. No dejemos pasar esta oportunidad.
* Socióloga, autora de La economía política argentina. Poder y clases sociales.


ECONOMIA › TEMAS DE DEBATE: QUE HACER FRENTE A LA PERDIDA DE DIVISAS QUE SUFRE LA AUTORIDAD MONETARIA

 

Producción: Javier Lewkowicz
debate@pagina12.com.ar



Sustitución de importaciones


Por Martín Burgos *

La caída de las reservas se ha constituido, y con razón, en el tema de este principio de 2014. Si nos enfrascamos en la contabilidad económica de la cuestión, veremos que esa caída se debe a una mayor salida de divisas debido al pago de deuda y la demanda de dólares de inversionistas, consumidores, turistas y “atesoradores”. Si miramos del lado de las entradas de dólares, las mismas son menores debido a una menor liquidación de divisas de los exportadores de granos en proporción a años anteriores y a que las entradas por turismo se pierden en el circuito privado (mercado paralelo), y por lo tanto no entran en el Banco Central.
Frente a esa problemática, el Gobierno está tratando de unificar el tipo de cambio aumentando el tipo de cambio oficial y tratando de reducir el tipo de cambio paralelo, principalmente mediante la venta de Boden 2015. El Boden 2015 es un bono que se compra en pesos y por el cual el gobierno nacional se compromete a devolver un equivalente en dólares en 2015, es decir: es una deuda estatal en dólares. Se supone que el dólar paralelo está alineado con la cotización de ese bono, por lo cual con una mayor oferta de esos bonos, debería bajar su precio y por lo tanto debería reducirse el “dólar blue”.
Esa estrategia trae aparejados dos problemas que ya se avizoran: por un lado, el aumento del tipo de cambio oficial empuja los precios al alza, tanto de los productos importados como de los productos que exportamos. Este efecto negativo trata de ser corregido mediante los acuerdos de precios que, por más institucionalizados que sean, deberán ser controlados por el Estado nacional. Caso contrario, es posible que aparezca una reducción de la demanda o un aumento de la conflictividad laboral. Por otro lado, el aumento de la oferta del Boden 2015 constituye un endeudamiento en dólares a corto plazo del cual, el año que viene, deberemos dar cuenta. Por lo tanto, la estrategia seguida pareciera ser la de ganar tiempo para estabilizar durante este año el tipo de cambio y el nivel de reservas.
La otra alternativa, la que prefería el equipo económico, era la de desdoblar el tipo de cambio financiero asumiendo un premio para la entrada de capitales y un castigo para su salida. Este se podía realizar de manera institucional, o en los hechos: comprando los Boden 2015 en pesos para que aumente sus precios y por consiguiente que aumente el “dólar blue”. Esto último ofrecía la ventaja adicional de reducir la carga de la deuda en dólares para el año que viene, pagándola en pesos. Sin embargo, pareciera que tal propuesta no tuvo el aval político, donde sin dudas habrán influido los ecos del conflicto del campo por una propuesta similar, ya que las retenciones a las exportaciones son un desdoblamiento impositivo del tipo de cambio.
Si miramos a nuestros vecinos de América latina, nuestra situación de escasez de divisas parece ser bastante excepcional. ¿Como la resuelven los demás países del continente? Endeudándose. ¿Por qué no lo podemos hacer? Porque aún vivimos las consecuencias del no pago de la deuda externa de fin del año 2001. Saliéndonos del traje de economista, podríamos decir incluso que aquel default fue constitutivo del gobierno de los Kirchner, un gobierno nacido en la debilidad y que fue obligado a ir solucionando los problemas económicos, negociando con el poder económico pero en varias instancias enfrentándolo, porque la solución de endeudarse, de patear adelante el problema, no existía más. ¿Acaso se hubiese nacionalizado YPF si el déficit energético se podía financiar mediante la deuda externa? Tal vez no: nacionalizar YPF era enfrentarse con Repsol. Endeudarse hubiera sido más fácil: el Gobierno quedaba bien con los españoles, y mejor con los financistas de Estados Unidos.
Por lo tanto, la solución a largo plazo ante la restricción externa que vivimos es la de la sustitución de importaciones. ¿Han avanzado los demás países de América latina en un proceso? Casualmente, muy poco. Allí radica sin lugar a dudas una de las contradicciones de nuestra situación actual: nuestro modelo es el de un país que creció sin cuenta capital, como pasaba con los países periféricos durante los años de posguerra. Pero la solución a nuestros problemas, la sustitución de importaciones, entra en contradicción con el mundo actual, donde rigen las cadenas de valor globales como forma de producir a nivel global, y los límites a toda política sectorial de la OMC. Por lo tanto, la tarea pendiente es pensar cómo realizar esa sustitución de importaciones en tiempo de globalización.
* Coordinador del departamento de economía del CCC.



Crisis internacional, precios y reservas


Por Ariel Geandet *

Sobre la crisis internacional de 2008 en Estados Unidos ya se ha dicho mucho. Lo que muchas veces no se hace es ligar sus efectos a los desafíos económicos que enfrenta nuestra región. La política económica de nuestro gobierno es mantener los niveles de empleo y crecimiento con distribución del ingreso. Para lograrlo, los instrumentos son variados y van mutando con el tiempo tanto en su uso como en su eficacia. Utilizar la política fiscal y la monetaria para proteger el mercado doméstico y nuestro incipiente proceso de reindustrialización, habiendo creado más de 200 mil empresas, es correcto y ha sido acertado. Es importante tener en claro lo anterior porque, si no, se pierde de vista la discusión global de lo que se debate.
La emisión monetaria ha servido concretamente como política anticíclica para proteger al mercado doméstico, pero nos hemos equivocado en ligar su evolución a las necesidades de mantener niveles de subsidios sobre los servicios que consumen principalmente los sectores urbanos y de mayor poder adquisitivo. Es claro el cambio en el uso de esos instrumentos.
Como un claro ejemplo de discusión parcial, hay que notar que si la emisión monetaria se utiliza para financiar las partidas de subsidios, entonces, en primera medida están siendo antiinflacionarias y anticíclicas ante el aumento internacional de los precios de recursos estratégicos como la energía. Sin embargo, hoy genera más inequidades que beneficios sociales, por ende, hay que cambiar de instrumento para preservar la política original.
Es interesante además ver la poca importancia que se le da al hecho de que, luego de la crisis internacional, las políticas monetarias de los países centrales han hecho que los bienes “reales” como los alimentos (70 por ciento), el petróleo (75 por ciento) y el oro (150 por ciento) hayan aumentado tanto de valor en dólares desde 2008.
Es decir, producir alimentos de nuestra canasta de consumo y que puedan ser exportados implica tener que resolver un conflicto de intereses, y para proteger el mercado doméstico y el empleo es necesario que el salario no sólo alcance para comprar comida sino también tener un excedente para poder comprar bienes industriales (intentando que se fabriquen en nuestro país).
Ahora, para adentrarnos en la evolución de las reservas, es importante explicar dos facetas del problema, una de corte más histórico y otra más coyuntural. La primera versa en que nuestro país hasta 1968 dependía de su relación entre exportaciones e importaciones. Desde los ’70 en adelante, y principalmente durante la dictadura y los petrodólares, se desindustrializa y comienza a endeudarse. Luego, durante la época de la “plata dulce”, comprar dólares se hizo algo sencillo (compra para atesorar). Durante los ’80 no pudimos crecer por el peso de la deuda externa que heredó la democracia. Todo esto llevó a una renegociación de deuda y al Plan Brady (Consenso de Washington), y a la llegada del Plan de Convertibilidad. Entonces, durante los ’90, con la transnacionalización de la industria y con el masivo endeudamiento público, se profundizaron dos canales de salida de dólares. En definitiva, la historia no termina bien, con la crisis de 2001 y con un peso estructural de factores financieros que afectan la balanza de pagos y la evolución de las reservas. Eso hizo imperativo recuperar una política monetaria independiente.
Desde lo coyuntural y lo heredado, tenemos el desafío de querer industrializarnos con precios de la energía históricamente elevados, precio de los bienes industriales bajos a nivel internacional, y las cadenas de producción muy concentradas y transnacionalizadas; también queremos redistribuir el ingreso con precios de los alimentos elevados a nivel internacional, lo que fuerza una puja redistributiva local. En este contexto, es muy importante destacar: que la Argentina no reprimarizó sus exportaciones, que al resto de la región también se le están fugando dólares y que están expuestos a los flujos de capitales golondrina, que Brasil depende del influjo por Inversión Externa Directa y de inversiones financieras para compensar su cuenta corriente, y la incertidumbre de la renegociación de deuda de los países europeos, donde lo que pase con la Argentina y los fondos buitre es clave para ese escenario.
En definitiva, las tensiones sobre las reservas, por utilizarlas para pagar deuda externa, financiar créditos para sustituir importaciones y sostener una determinada política cambiaria que ayude a no trasladar el aumento de precios de los alimentos, tuvo su momento y debe ser modificado. La intención de regularizar los acuerdos con el Club de París también va en ese camino. Es importante que cambiemos el 35 por ciento del impuesto a cuenta por un verdadero impuesto a la compra/venta de moneda extranjera, y que comencemos de a poco a dar mayor liquidez en dólares para volver a controlar formalmente todos los canales de compra/venta de moneda extranjera.
* Docente UBA y Mesa de Economía-Movimiento Evita.

› LAS ECONOMIAS REGIONALES REGISTRARON FUERTES AVANCES EN LA ULTIMA DECADA

Más allá de la soja, la realidad de las producciones regionales cambió radicalmente en los últimos diez años, con record de producción y exportaciones en legumbres, peras, manzanas, algodón, tabaco, cítricos, miel, ajo, cebolla y uva de mesa.
 

 Por Sebastián Premici
Durante la década menemista, y sin retenciones a la vista, una postal del sector rural mostraba campos embargados o próximos a la quiebra a lo largo y ancho del país. Era una situación que afectaba tanto a la Pampa Húmeda como a las economías regionales. Durante la segunda parte del menemismo hasta el comienzo del kirchnerismo (1995-2003), las exportaciones de las economías regionales crecieron 46 por ciento en dólares. Sin embargo, en el período 2003-2011, las ventas al exterior de las economías regionales aumentaron 212 por ciento, es decir que se multiplicaron por tres. A pesar de las críticas que recaen sobre el Gobierno y su relación con el sector agropecuario, los datos relevados por la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo) dan cuenta de que la mayoría de las provincias postergadas durante los ’90 (Centro, NOA, NEA, Cuyo y Patagonia) mejoraron su posición en el conglomerado exportador.
Por ejemplo, las provincias que conforman el NEA recibieron en 2011 un ingreso en dólares por comercio exterior superior en 343 por ciento al de 2003. Las exportaciones de la región de Cuyo crecieron 254 por ciento, seguidas por el NOA (239 por ciento), Centro (212 por ciento) y Patagónica (99 por ciento).
“En la Región Pampeana se obtuvo el nivel record en toneladas vendidas en soja, maíz y trigo. Pero también se percibieron exportaciones record, tanto en cantidades vendidas como en valor comercializado, en legumbres, peras, manzanas, fibras de algodón, tabaco sin elaborar, cítricos, miel, ajo, cebolla y uva de mesa”, destacó el informe de la Corriente Agraria Nacional y Popular, que analizó los últimos diez años del sector, con los aciertos, errores y correcciones hechas en el camino.
Las exportaciones de frutas como peras y manzanas, con un peso fuerte en la zona patagónica del Alto Valle y Cuyo, tuvieron record de exportaciones en la última década. Las ventas al exterior de manzanas alcanzaron un pico de ventas de 300 mil toneladas en 2007 y en el caso de las peras fueron de 472 mil toneladas en 2011. Las zonas de Río Negro, Neuquén y Mendoza recibieron, en 2011, 600 millones de dólares de exportación por estas frutas.
Los volúmenes exportados descendieron en 2012, pero el precio internacional continuó en alza. En el caso de la manzana, el valor comparado con 2003 se elevó 117 por ciento, al pasar de 409 a 889 dólares la tonelada. Para las peras, la tonelada tuvo un incremento del 103 por ciento. En 2003 valía 453 dólares la tonelada y en 2012 se ubicó en los 921 dólares. Más allá de la baja en los volúmenes exportados, los precios se mantuvieron en alza con un impacto positivo para las regiones mencionadas.
Otras producciones intensivas de peso para las economías regionales con un buen comportamiento durante la última década fueron las de ajo, cebollas y legumbres. Estos cultivos se originaron en Buenos Aires, San Juan y Mendoza, mientras que las legumbres tienen su impacto en el NOA. Los tres rubros sumaron exportaciones por 3427 millones de dólares en el período 2003-2011, explicado tanto por el aumento de las cantidades exportadas como por el valor de la tonelada (FOB). En el caso del ajo, el incremento del precio de las exportaciones fue de 241 por ciento y la cebolla escaló un 195 por ciento.
Con estos valores, las ventas de ajo al exterior se multiplicaron por dos entre 2003 y 2012, aunque registraron una fuerte caída del valor FOB durante 2012. Las exportaciones de cebollas crecieron en el mismo período un 71 por ciento. Por su parte, las ventas de legumbres se multiplicaron por cinco durante el período bajo análisis.
En cuanto al tabaco sin elaborar, con un peso regional en Salta, Jujuy y Misiones, las exportaciones alcanzaron un record de ventas en 2011 con casi 370 millones de dólares, es decir 2,5 veces el valor registrado en 2003. Y el área sembrada de algodón se recuperó durante la última década, a partir de la sanción de la ley 26.060. Con esta normativa, aprobada en 2005, la superficie se multiplicó por 2,3 veces y la exportación tuvo su primer record en 2012 con más de 90 mil toneladas de fibra, lo que benefició a todo el NEA.
Los records alcanzados en las exportaciones de las economías regionales han sido en productos primarios, es decir, sin valor agregado. El ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, insistió la semana pasada en la necesidad de profundizar la generación de valor agregado. Para estas producciones podrían incluirse incentivos como una mejora en los costos del transporte y el acceso a los centros de exportación.

No todo es soja

En la campaña 2001/2002, la producción agrícola rondaba las 70 millones de toneladas. En el período 2010/2011, el sector logró romper el techo de las 100 millones de toneladas (104,36 millones) y en la cosecha de 2012/2013 alcanzó un nuevo record con 105,76 millones. De punta a punta en los períodos analizados, el crecimiento fue del 53 por ciento. Si bien la soja es el cultivo que ocupa una mayor superficie sembrada, no es la producción con mayor crecimiento en los últimos diez años.
Según el trabajo realizado por la Canpo, sobre un total de 12 cultivos extensivos, 9 mostraron incrementos de producción entre 2003 y 2012, de los cuales siete se ubicaron por encima del promedio nacional. La cebada aumentó 900 por ciento. El trabajo destacó la recuperación de cultivos con alto impacto regional, como el arroz, con un incremento del 120 por ciento, el algodón (149 por ciento) y el maní (181 por ciento). Por su parte, el maíz aumentó su producción en un 99 por ciento, mientras que la soja lo hizo un 72 por ciento.
En cuanto al trigo, grano en discusión por estas horas, alcanzó un volumen exportado en 2012 de 11,51 millones de toneladas, con retenciones del 23 por ciento incluidas y cupo para el consumo interno. En las campañas 2008/2009 y 2009/2010, la producción disminuyó por razones climáticas. En 2010, las exportaciones de trigo cayeron hasta 4,04 millones de toneladas. Entre la baja de ese año y el resultado de 2012 hubo un incremento de las exportaciones de 179 por ciento, según los registros de la Canpo. Es decir, con el mismo esquema de retenciones vigente hasta el momento, al igual que el esquema de regulación del comercio exterior (ROE), las ventas al exterior de trigo lograron su recuperación luego de una fuerte caída.

ECONOMIA › EL PROPIO FRENTE RENOVADOR ESTIMO UN COSTO FISCAL DE ENTRE 8 MIL Y 10 MIL MILLONES DE PESOS POR BAJAR RETENCIONES

El coordinador del equipo económico de Sergio Massa y uno de los autores del proyecto de ley para bajar retenciones reconocieron a Página/12 el costo fiscal de la medida. Equivale a entre 20 y 25 por ciento del Presupuesto para la Asignación Universal por Hijo.
 
              
 Por Sebastián Premici
El costo fiscal del proyecto de Sergio Massa para la eliminación de retenciones al trigo y una fuerte reducción en maíz y carne oscilaría entre 8 mil y 10 mil millones de pesos. Así lo reconocieron Gilberto Alegre, uno de los legisladores que presentará en el Parlamento la iniciativa junto a Felipe Solá, y Ricardo Delgado, economista de ese espacio político. Para tener una dimensión del costo fiscal, este proyecto equivaldría a reducir en un 57 por ciento los recursos por la Asignación Universal por Hijo o bajar un 42 por ciento las inversiones en transporte. El líder del Frente Renovador explicó que la eliminación de los derechos de exportación tiene por objetivo incentivar la siembra del trigo para la próxima cosecha. Sin embargo, el propio Delgado reconoció a Página/12 que sería “difícil estimar la superficie sembrada, ya que eso depende también de los precios del producto y de la relación de precios con otros cultivos”. Es decir, no existe una relación directa entre retenciones y expectativas de siembra.
En la campaña 2008/2009, la producción triguera disminuyó por razones climáticas hasta 8,3 millones de toneladas, 50 por ciento menos que la anterior. En 2009/2010, la producción quedó en 9 millones de toneladas. Sin embargo, en las dos campañas siguientes, con el actual nivel de retenciones y el mismo sistema de exportación basado en cupos, la producción creció hasta 15,8 y 14,5 millones de toneladas, respectivamente. En 2012, además, se vendieron al exterior 11,5 millones de toneladas de trigo.
El gobierno nacional estima que por la campaña 2013/2014 se exportarán 78,2 millones de toneladas de granos, aceites y otros subproductos derivados del trigo, soja, sorgo, cebada, maíz y otros. Las retenciones al agro sobre la recaudación total representarán el 6,05 por ciento. En la campaña anterior, el peso de los derechos de exportación fue del 6,12 por ciento. Es decir, la tan mentada presión fiscal del gobierno sobre el sector, vía retenciones, no subirá sino que caerá en la campaña en curso, según determinó un trabajo de Economía del Bicentenario.
Este instrumento de política económica cumple un rol central para el Estado. El total de estas ventas al exterior representarían divisas para el país por un total de 32.450,2 millones de dólares. A partir de la aplicación de los distintos derechos de exportación, el Estado recibiría 9753 millones de dólares, es decir, 66.415 millones de pesos.

Presupuesto

Una eliminación total de retenciones al trigo o una drástica reducción en otros cultivos provocaría una transferencia de recursos en favor del sector agropecuario, que beneficiaría más a los productores más grandes. En base a la estimación de Alegre y Delgado de un costo fiscal de entre 8 mil y 10 mil millones de pesos, Página/12 calculó la incidencia potencial del proyecto del Frente Renovador en base al Presupuesto 2014.
- Las asignaciones familiares presupuestadas para este año ascienden a 39.786 millones de pesos. De prosperar el proyecto de Sergio Massa, su costo fiscal equivale a entre 20 y 25 por ciento de esas partidas.
- Las inversiones en transporte fueron calculadas para este año en 23.362 millones de pesos. El costo fiscal de la iniciativa del FR es equivalente al 34 y 42 por ciento del presupuesto en esta área.
- Otro rubro sensible para el conjunto de la población tiene que ver con las inversiones en agua potable y alcantarillado. Para 2014 se prevé una inversión de 10.320 millones de pesos. La reducción de retenciones propuesta por Massa equivale a una pérdida presupuestaria de entre 77 y 96 por ciento, si todo lo recaudado por esas retenciones fuera sólo para estas obras.
- En el rubro educación y cultura, el Estado nacional estimó recursos por 8360 millones de pesos. La relación en este caso va del 95 al 119 por ciento.

Soja

Luego del conflicto por las retenciones móviles, el gobierno nacional creó el Fondo Federal Solidario, que toma el 30 por ciento de las retenciones a la soja y lo distribuye directamente a las provincias, bajo el esquema de coparticipación.
Según las estimaciones del Ministerio de Agricultura para la campaña 2013/2014, los ingresos por retenciones a la soja serían de 55.600 millones de pesos. De ese total, el 30 por ciento se destinará a las provincias, es decir un total de 16.700 millones. Un estudio elaborado por la Gran Makro determinó que si estuvieran vigentes las retenciones móviles, al mismo tiempo que el Fondo Federal Solidario, las provincias hubieran recibido, entre marzo de 2009 y abril de 2013, 6081 millones de pesos más.
“Frente a los desbalances de la economía, el Estado tiene que regular, distribuyendo las rentabilidades de los sectores económicos o en este caso los superávit de un sector que tiene baja presión impositiva y que ha logrado reducir los derechos de exportación en casos como el trigo y que ahora pide la eliminación de las retenciones, lo que hará que se incremente aún más este desbalance”, señaló Ernesto Mattos, del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (Ciges).
“Más allá de situaciones puntuales, el problema de fondo es la racionalización de un sector que no quiere contribuir a un proyecto colectivo. A los que les va bien, quieren quedarse con toda la renta y que la Nación se quede sin recursos. La propuesta de eliminar las retenciones al trigo es inaceptable, por su fuerte impacto en los precios internos de los alimentos”, consideró ante Página/12 el economista Ricardo Aronskind, de la Universidad Nacional General Sarmiento.
Para el economista de la Gran Makro, Federico Vaccarezza, magister en relaciones comerciales internacionales de la Untref, la discusión de fondo pasa por la potestad regulatoria del Estado. Desde este espacio elaboraron un proyecto para crear una unidad con capacidad de compra y venta de granos, al estilo de la vieja Junta Nacional de Granos, que le permita al Estado negociar directamente con otros Estados la colocación de los granos de exportación y productos elaborados.
“Esta empresa o unidad dentro del Estado se dedicaría a la compra de stock para el país, les pagaría el precio pleno a los productores para evitar los abusos de las multinacionales. Con este esquema no habría que eliminar retenciones sino que estaríamos incentivando la producción con herramientas diseñadas desde el propio Estado”, concluyó Vaccarezza.
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