viernes, 17 de enero de 2014

El traje del prisionero

El Buche, el cerillero, llegaba antes que nadie a la estación de al-Zagazig cuando iba a pasar el tren. Recorría los andenes incomparablemente ligero, ojeando a los clientes con sus ojos pequeños y expertos. Si alguien hubiese preguntado al Buche por su trabajo, el Buche habría echado pestes de él. Porque el Buche, como la mayoría de la gente, estaba harto de su vida, descontento con su suerte. Si hubiese sido dueño de elegir, hubiera preferido ser chofer de algún rico y vestir ropa de effendi y comer lo mismo que el bey y acompañarle a sitios selectos en todo tiempo, una manera de ganarse la vida que parecía diversión, placer. Tenía además otros motivos particulares y razones sutiles para desear un trabajo como aquel; lo deseaba desde un día en que vio cómo el Fino, el chofer de uno de los Importantes, paraba a la Nabawiyya, la criada del comisario, y la requebraba, descarado y seguro. Incluso, una vez, oyó que le decía frotándose las manos satisfecho: "Pronto vendré con el anillo..." Y vio que la joven sonreía con arrumaco mientras levantaba el borde de la milaya como si lo estuviese arreglando (lo que quería es que se viera su pelo negrísimo y abrillantinado). Vio aquello y el corazón se le inflamó y los celos lo mordieron dolorosamente; los ojos de ella eran sus dolores y sus enfermedades. La siguió a poca distancia y en una calleja le salió al paso aquí y allí e hizo volver a sus oídos lo que le había dicho el Fino: "Pronto vendré con el anillo". Pero ella torció la cabeza, frunció la frente y dijo desdeñosa: "Mejor cómprate unos zuecos". Y él se miró los pies como si fueran una sima de significados misteriosos, su galabeyya sucia, su taqiyya mugrienta y se dijo: "Éste es el motivo de mi miseria y el ocaso de mi estrella", y envidió al Fino, su trabajo y su suerte... Sólo que estas esperanzas, en lugar de apartarle de su oficio le hacían enfrascarse en él con mayor afán y satisfacer sus esperanzas con sueños.

Aquella tarde subió a la estación con su caja a atender al tren del crepúsculo que todavía no era más que una nube de humo en el horizonte, pero que avanzaba, se acercaba. Ya se distinguían las distintas unidades y se percibía el estrépito; ya está parado junto a los andenes... Al lanzarse a los vagones vio el Buche con sorpresa que en las puertas había centinelas y que por las ventanillas asomaban caras extrañas con ojos ausentes, rotos. Preguntó y le enteraron de que eran prisioneros italianos que habían caído a montones en manos del enemigo y que les conducían a campos de concentración.

El Buche se quedó perplejo pasando los ojos por los rostros polvorientos, y luego le tomó la desilusión; cuando estuvo cierto de que aquellas caras pálidas, hundidas en la miseria y la necesidad difícilmente podrían saciar su ansia de cigarrillos... Se dio cuenta de que devoraban su caja y les repelió con una mirada irritada y desdeñosa. Pensaba darles la espalda y volver por donde había venido cuando oyó que una voz le gritaba en árabe con acento europeo: "cigarrillos". Le echó una mirada sorprendida y desconfiada, luego frotó el dedo índice con el pulgar: "¿hay dinero?". El soldado comprendió y contestó afirmativamente con la cabeza. El Buche se acercó cauteloso y se detuvo fuera del alcance de las manos del soldado, El soldado se quitó calmosamente la guerrera y le dijo mostrándosela: "Este es mi dinero". El Buche quedó deslumbrado y escudriñó la guerrera gris con botones dorados entre sorprendido y ávido. Le había ganado el corazón, pero como no era un cándido ni un palurdo disimuló lo que se había levantado en él para sacar ventaja de la avidez del italiano. Con estudiada parsimonia exhibió una cajetilla y extendió el brazo para recoger la chaqueta. El soldado frunció la frente y le gritó: "¿Una cajetilla por la guerrera?... ¡Diez!" El Buche dio un respingo y se echó para atrás; su deseo recedió. Iba a irse por otro lado, pero el soldado le gritó: "Una cosa razonable... nueve... ocho..." El Buche sacudió la cabeza negando tercamente. "Entonces, siete." Pero él sacudió la cabeza como antes y fingió que se iba. El soldado se dio por satisfecho con seis y luego bajó a cinco. El Buche hizo un gesto con la mano: nada que hacer. Se volvió hacia un banco y se sentó. El soldado le gritó enloquecido: "Ven... me conformo con cuatro..." Ni se dio por aludido, y para demostrar su falta de interés encendió un cigarrillo y se puso a fumar paladeándolo pausadamente. La desazón del soldado aumentó, se puso rabioso, parecía que el único fin de su existencia era conseguir cigarrillos. Bajó su demanda a tres, luego a dos. El Buche siguió sentado, dominando sus violentas ganas y su dolorosa impaciencia. Pero cuando el soldado hubo bajado a dos no pudo evitar un movimiento delator. El soldado, nada más verlo, extendió la mano con la guerrera: "Toma", y el Buche no tuvo más remedio que levantarse, acercarse al tren, recoger la guerrera y dar al soldado las dos cajetillas. Escudriñó la guerrera con ojos alegres y satisfechos y rompió sus labios una sonrisa triunfante. Dejó la caja en el banco y se puso la guerrera y la abotonó. Le quedaba ancha, pero no le importó.

Estaba maravillado, feliz. Recogió la caja y empezó a cortar el andén orgulloso, transportado. Evocó la imagen de Nabawiyya envuelta en su milaya y murmuró: "Si me viese ahora". Sí, a partir de ahora no me evitará ni me apartará la cara con desdén, y el Fino no tendrá motivo de qué presumir delante de mí. Aquí recordó que el Fino llevaba uniforme completo, no una simple guerrera. ¿Cómo conseguir los pantalones? Caviló un tiempo, luego echó una mirada de inteligencia a las cabezas de los prisioneros que asomaban por las ventanillas del tren. El deseo le jugaba en el corazón y le inquietaba el alma cuando casi la tenía satisfecha. Se lanzó al tren pregonando decidido: "Cigarrillos, cigarrillos. Un pantalón la cajetilla si no hay dinero. Un pantalón la cajetilla". Repitió el pregón por segunda y tercera vez. Temiendo que no comprendiesen lo que pretendía, señaló la guerrera que llevaba puesta y mostró una cajetilla. Su gesto produjo el efecto apetecido: un soldado no vaciló en quitarse la guerrera. El Buche corrió hacia él y le hizo gestos de que fuese despacio y le indicó los pantalones. El soldado se encogió de hombros desdeñoso, se quitó los pantalones y el cambio se completó. La mano del Buche se engarfió en los pantalones; casi volaba de gozo. Volvió al banco de antes y se puso los pantalones en un santiamén: estaba hecho todo un soldado italiano... ¿o le faltaba algo?... Era una auténtica pena que estos soldados no llevaran tarbús... ¡Pero llevan botas! Las botas le son indispensables para estar a la altura del Fino, que le amarga la vida. Cargó con la caja y se abalanzó al tren gritando: "Cigarrillos... un par de botas la cajetilla". Como la otra vez, se ayudaba de gestos... Pero antes de que diera con un cliente el tren hizo oír su pito; iba a arrancar. Se produjo una ola de agitación entre los centinelas. El manto de la sombra había cubierto los rincones de la estación; el pájaro de la noche planeaba en el espacio. El Buche se detuvo desconsolado, en los ojos una mirada de aflicción y rabia. Cuando el tren se puso en marcha le vio el centinela del vagón delantero y la exasperación apareció en su cara. Le gritó, primero en inglés, luego en italiano: "Sube ligero. Tú, preso, al tren". El Buche no entendió lo que decía y quiso consolarse remedándole, seguro de que no podía hacerle nada. El centinela gritó otra vez mientras el tren se alejaba lentamente: "Sube, te lo advierto, sube". El Buche apretó los labios desdeñoso y le volvió la espalda dispuesto a marcharse. El centinela crispó el puño que esgrimió amenazante, apuntó su fusil contra el inocente Buche y disparó. A la detonación, que atronó los oídos, sucedió un grito de dolor y de espanto. El cuerpo del Buche perdió el movimiento, la caja se le cayó de las manos y se desparramaron las cajetillas de cigarros y cerillas. Luego, la cara del Buche se mudó en la de un cuerpo exánime.


 Por Naguib Mahfuz 1911-2006

“Nadie puede extorsionar portando armas”

Tras un pedido del gobernador, y para “evitar acciones de carácter extorsivo”, según explicó Capitanich, la Nación dirigió 1200 agentes de Gendarmería, Policía Federal y de Seguridad Aeroportuaria a la provincia. El intento de levantamiento parecía controlado.
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.

El gobierno nacional envió ayer a Córdoba 1200 efectivos de distintas fuerzas federales de seguridad para frenar un nuevo intento de levantamiento de la policía provincial. “Lo que tiene que quedar claro y en evidencia es que nadie que porte armas en resguardo de la seguridad ciudadana puede extorsionar a los gobiernos portando armas”, sostuvo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al anunciar por la mañana la decisión presidencial. “No vamos a permitir la extorsión por parte de algunos pequeños grupos dentro de la policía que todavía no se adaptan a vivir en convivencia con la democracia”, agregó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, antes de viajar a Córdoba para supervisar la llegada de los efectivos de Gendarmería, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria. El envío de las fuerzas federales fue solicitado por el gobernador José Manuel de la Sota luego de que la propia jefatura policial pasara a “situación pasiva” a cuatro policías que promovían la rebelión de la fuerza frente a la decisión judicial de detener a 17 uniformados por su participación en el levantamiento de diciembre, que dejó indefensa a la población y abrió paso a saqueos en la capital provincial. En el transcurso de la jornada, el intento de protesta policial se desvaneció, pero el gobernador pidió que se extienda la estadía de los federales en la provincia.

El objetivo es “evitar acciones que impliquen medidas de carácter extorsivo”, manifestó Capitanich al anunciar ayer el envío de fuerzas federales a Córdoba. “Es imprescindible hacer valer la autoridad legítimamente constituida en democracia y el orden institucional”, remarcó el jefe de Gabinete.

Esta vez todos actuaron con celeridad. “El Tribunal de Conducta Policial de Córdoba sancionó a cuatro efectivos como una medida preventiva en virtud de que han promovido un proceso de acuartelamiento similar a lo registrado” el 3 de diciembre pasado, “con los disturbios y saqueos acaecidos que han involucrado a miembros de la fuerza”, detalló Capitanich.

“Me comentaron que hay grupos minúsculos de policías que no tienen una vocación de servicio”, afirmaba ayer el propio jefe de la policía de Córdoba, Julio César Suárez, quien ratificó que los policías pasados “preventivamente” a situación pasiva el miércoles por la noche querían “promover” un acuartelamiento. Los movimientos de insubordinación surgieron tras conocerse la orden de detención solicitada por el fiscal de Córdoba, Raúl Garzón, para 17 personas –16 policías y una ex agente y esposa de un efectivo– por su participación en el levantamiento policial de diciembre pasado por reclamos salariales. Todos fueron detenidos ayer y trasladados a la cárcel Bouwer, para ser indagados el próximo lunes.

“No vamos a permitir que se produzca ningún hecho de alteración de paz social como ocurrió en diciembre”, advertía en tanto el ministro de Gobierno y Seguridad de Córdoba, Walter Saieg. El funcionario cordobés fue el encargado de confirmar que la provincia gestionó el pedido de fuerzas federales “para garantizar el orden constitucional y público”, a los efectos de prevenir y evitar nuevos conflictos en la policía provincial.

Pasado el mediodía, también había fracasado la protesta de una veintena de “esposas” de policías que se habían concentrado por la mañana frente a la Jefatura de la fuerza, en rechazo de las sanciones aplicadas el miércoles. Las mujeres no encontraron adhesión para sostenerla, a lo que se sumó la detención de una de las líderes, Adriana Rearte, en el marco de la causa que investiga la Justicia. El propio abogado que representó a los uniformados durante el levantamiento de diciembre, Miguel Ortiz Pellegrini, le bajó el tono a la protesta de las mujeres, al afirmar que se trataba de un grupo minoritario ajeno a los que firmaron el acuerdo salarial que entonces puso fin al conflicto policial.

“Nosotros estamos acá por decisión de la Presidenta, porque no vamos a permitir que ninguna fuerza policial extorsione al poder político. Porque las armas que les dio la Constitución son para defender los derechos de los ciudadanos”, remarcó Berni en su arribo a Córdoba.

El secretario de Seguridad nacional explicó que su llegada a la provincia se produjo como respuesta a un pedido del gobernador, quien el miércoles por la noche se comunicó con el gobierno nacional a través de Capitanich para solicitar “trabajo conjunto” debido a la reestructuración iniciada dentro de la policía local. Berni definió esa reestructuración como “un esfuerzo para avanzar en una seguridad democrática con mayor participación ciudadana”, al tiempo que explicó que la decisión está relacionada con “los actos de inconducta” de la policía de Córdoba y que tiene por objetivo “avanzar en el control político de esa fuerza”.

A su lado estaba el ministro de Gobierno y Seguridad cordobés, quien se encargó de destacar el carácter “preventivo” del trabajo coordinado entre la Nación y la provincia. Saieg también había afirmado durante la jornada que el pase a retiro de cinco comisarios generales de la policía cordobesa no estaba vinculado con los hechos de diciembre, pero tampoco los había relacionado con la reestructuración policial. “Los recambios son cíclicos y se cumplen”, había sintetizado. De todas maneras, Saieg intentó llevar tranquilidad a los cordobeses: sostuvo que la policía provincial “cumple sus funciones” y que no tuvieron novedades sobre otros intentos de acuartelamiento de los uniformados.

Por su parte, Berni se mostró esperanzado en que la Justicia cordobesa “avance para dar con los actores intelectuales” de los saqueos de diciembre “y no se quede sólo en los autores materiales”. También volvió a aclarar que “no toda la policía” estuvo involucrada en aquellos hechos y estimó que entre los uniformados “son mucho más los buenos”. “A los que extorsionan al poder político no sólo los tenemos que exonerar, sino que debemos ponerlos en el banco de la Justicia”, enfatizó Berni antes de partir para reunirse con De la Sota.

“Pedí la Gendarmería cuando me informaron que algunos policías estaban agitando un nuevo acuartelamiento”, dijo el gobernador en rueda de prensa, tras la reunión de media hora que tuvo en el Centro Cívico con Berni, quien le confirmó la disponibilidad de 1200 efectivos de las distintas fuerzas federales. El nuevo intento de rebelión policial se había frustrado, pero el gobernador le pidió a Berni que ampliara la estadía de los federales en la provincia.

17/01/14 Página|12

Bergoglio recibió a una delegación del Movimiento Evita

Al término del encuentro, el excanciller y actual legislador porteño Jorge Taiana sostuvo que Francisco "tiene una visión general" del mundo: "No se centra en Argentina porque ahora es un referente mundial, aunque dejó en claro que tiene una visión positiva del proceso que lleva adelante la región. El papa se siente muy identificado con América latina”.
En el encuentro de ayer, que se prolongó durante dos horas en la residencia Santa Marta, del cual participó también Fernando "Chino" Navarro, el exarzobispo de Buenos Aires escuchó a los dirigentes argentinos "muy atentamente, con gran comprensión, sobre todo cuando le expusimos nuestra mirada del proceso de transformación que realizamos y cuáles son nuestras expectativas”, explicó Taiana en declaraciones a Radio del Plata.
"Hablamos mucho de las zonas marginales urbanas que quedan, de las zonas rurales y sus campesinos habitantes. Conversamos de la economía familiar y coincidió en lo importante que es apoyar a los sectores más marginados, en todas partes del mundo", agregó el legislador, quien aseveró que también abordaron "la desigualdad del capitalismo, que hace quedar al dinero en el centro de todo, de lo importante que es seguir en el camino de la inclusión".
"Fue un encuentro diferente y emotivo. Ver que aquella persona que conocí como Jorge Bergoglio ahora es referente mundial, es el papa Francisco, hizo el encuentro muy interesante y valioso para nosotros. Pensemos que (Barack) Obama acaba de pedir un encuentro con él", concluyó el excanciller.

"Puede haber más detenciones"

El fiscal de Instrucción Raúl Garzón aseguró que en los próximos días podrían producirse nuevos arrestos de efectivos de la Policía de Córdoba, en el marco de la investigación por el acuartelamiento de diciembre. Ayer fueron detenidos 16 policías. En tanto, desde el gobierno cordobés aseguraron que la situación es de "absoluta normalidad" en la fuerza.
"Estamos trabajando en la causa y puede haber más detenciones, teniendo en cuenta que las 17 detenciones ordenadas ayer (16 policías y una agente penitenciaria retirada) corresponden únicamente a la labor investigativa de diciembre", precisó el fiscal Garzón. Aclaró que esas detenciones "tienen que ver con la conducta en el ámbito de las funciones que le corresponden como policías y no con los saqueos", no obstante sostuvo que la eventual participación de efectivos en los actos de vandalismos es un tema que "se está investigando".
Garzón también detalló que a la decisión de detener a los policías por el acuartelamiento de diciembre "se le suma la necesidad de preservar la investigación y la prueba", al dejar en claro que estando en funciones y dentro de la fuerza podrían obstaculizar el proceso investigativo, particularmente en lo referente a las pruebas testimoniales.
Por su parte, el ministro de Gobierno y Seguridad de Córdoba, Walter Saieg, sostuvo esta mañana que la situación en la policía es de "absoluta normalidad" en toda la provincia y que no se ha registrado "malestar" en ninguna dependencia. Además destacó la presencia preventiva de las fuerzas federales que lleva "tranquilidad" a los cordobeses.
Al respecto, el jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, afirmó hoy que la situación en Córdoba "está debidamente resuelta" por la acción "coordinada" del gobierno nacional y provincial para evitar que se repitan acuartelamientos policiales y saqueos como los ocurridos a principios de diciembre. "Hubo una acción decidida por la Presidenta de la Nación, con la presencia en Córdoba del secretario de Seguridad, Sergio Berni", señaló Capitanich esta mañana desde Casa de Gobierno en rueda de prensa.
La posibilidad de un nuevo acuartelamiento fue detectada el miércoles por las autoridades policiales y de Gobierno, razón por la cual el Tribunal de Conducta Policial resolvió rápidamente separar de la fuerza policial a cuatro efectivos que fueron sindicados como instigadores del intento de sublevación. A partir de esos datos el gobernador De la Sota solicitó al jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, el envío de fuerzas federales, solicitud que se materializó ayer con la presencia en Córdoba del secretario de Seguridad Sergio Berni, junto a 1200 efectivos.
A esos indicios de acuartelamiento se había sumado la protesta, frente al edificio de la Central de Policía, de un grupo de esposas de efectivos policiales, argumentando que el gobierno provincial no estaba cumpliendo con el acuerdo firmado en diciembre que permitió levantar el acuartelamiento. "No hubo ni un solo incumplimiento de los 14 puntos firmados con los policías", afirmó anoche De la Sota y advirtió que "se terminó el hecho de que cualquiera cree que siendo policía puede protestar de cualquier manera y abandonar a la sociedad a los ladrones".

SU INEFICACIA HA QUEDADO DEMOSTRADA"

El padre de una chica a la que le anularon la vacante "por errores formales derivados del sistema" de inscripción online solicitó la urgente intervención de la Corte Suprema de Justicia. La niña había sido anotada con éxito en el jardín del Normal 1, pero luego recibió un aviso en el que se informó que "la asignación fue incorrecta". Más de 17.000 alumnos tuvieron problemas con el nuevo sistema implementado por el gobierno de la Ciudad.
Mediante un escrito que suscribe el abogado Daniel Igolnicov, el padre de la pequeña reclama que "se habilite la feria" judicial para el tratamiento del tema y que "se investigue la conducta del funcionario Jorge Aguado, Director General de Tecnología Educativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires".
En una presentación de dos carillas, el padre de la niña explicó que "habiendo solicitado como se requería la inscripción vía on line, se adjudicó y le asignan la vacante en la escuela ENS 1 (Escuela Normal Superior) y en el turno mañana" pero luego "me informan que la asignación fue incorrecta".
Igolnicov recordó que "se formuló un reclamo, al cual se sumó otro porque figuraba mal el documento de la presentante, la madre de la niña", tras lo cual se les solicitó "la presentación de una nota para el seguimiento del reclamo, pero esta vez ante el Ministerio de Educación" de la Ciudad de Buenos Aires, pero no tuvieron respuesta de las autoridades.
"El sistema pernicioso que ha implementado el Gobierno de la Ciudad, a los efectos de hacer creer que se armó para resolver las vacantes no es más que una actitud soberbia y demagógica, cuya ineficacia ha quedado demostrada por la implementación de un plan de reasignación de 17 mil vacantes", se enfatiza en el escrito. En esa línea apunta que "los padres que creemos, como nuestros mayores, en la escuela pública nos sentimos defraudados y preguntamos ¿quién gana con este sistema?: los adjudicatarios, quizás. ¿Algún funcionario?" y concluye: "La familia es víctima como miles de niños y niñas y adolescentes".

La lucha contra el narcotráfico estará a cargo de la Secretaría de Seguridad

El decreto 48/2014 publicado hoy en el Boletín Oficial, firmado por la presidenta, Cristina Kirchner; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, establece que "resulta menester efectuar una nueva conformación de los objetivos de la Secretaría, transfiriendo los relativos a la lucha contra el narcotráfico a la órbita de la Secretaría de Seguridad del Ministerio de Seguridad, a los fines de facilitar el cumplimiento de las misiones y funciones que le competen, asegurando una más eficiente gestión y coordinación con las otras jurisdicciones nacionales y provinciales vinculadas con la materia, y posibilitando una más rápida respuesta a las demandas de la sociedad".
Por su parte, el titular de la SEDRONAR, Juan Carlos Molina, señaló que el organismo concentrará su trabajo en la prevención de las adicciones, la capacitación y la asistencia a los pacientes. "Todo lo que tenga que ver con la lucha contra el narcotráfico y la persecución de los narcotraficantes pasa a la órbita del Ministerio de Seguridad, con lo cual la SEDRONAR toma una nueva forma, que es la de hablar de la inclusión, de sujetos de derecho, de sacar a los chicos de la calle y de un proyecto de vida para ellos", expresó.
Molina añadió que la SEDRONAR va "a acompañar a las comunidades, a los municipios y a las organizaciones sociales en esta tarea de que la droga no nos gane".

LEEMOS, Y COINCIDIMOS EN/CON TIRANDO AL MEDIO.BLOGSPOT.COM

El gobierno nacional no las tiene todas consigo. La oxigenación por el fallo de la corte a favor de la ley de medios y el recambio de gabinete fue arrasada en el último mes del año por las insurrecciones policiales más la ola de calor que puso en evidencia que algo no está del todo bien en materia de regulación de servicios públicos esenciales. La famosa imagen del “pato rengo” se cierne de manera feroz sobre la administración kirchnerista y se empieza a notar de manera preocupante la ausencia de la presidenta en lo referido a la línea política. El kirchnerismo ha tenido como impronta una muy fuerte presencia de Néstor y Cristina, eso es un dato que describe una forma de funcionamiento bien de arriba para abajo. Entonces cuando se prolonga el silencio “de arriba”, el abajo queda medio a la deriva.
A cualquier otro gobierno, los sucesos de diciembre lo habrían malherido, si embargo el de Cristina resistió ¿Porqué? porque sigue contando con un tercio de la sociedad que lo acompaña y lo hace incluso a pesar de formularle críticas de diverso tenor pues sigue convencido de que lo que hay enfrente en líneas generales es un retroceso a los tiempos de la hegemonía de los mercados con fuerzas políticas que le manejen el cotillón.
Pero la muchachada está esperando línea, quiere saber para dónde ir. El embate de los factores de poder es vehemente y era sabido que llegaría más tarde o más temprano. Las variables de la economía están complicadas, pero la necesidad más imperiosa de la hora es de tipo política. El instrumental económico podrá ser peor o mejor, pero por sí sólo no podrá dar respuesta que habrán de surgir ineludiblemente desde lo político.
Ahora le toca mover a la presidenta…