domingo, 8 de septiembre de 2013
¿Por qué EE.UU., Gran Bretaña, Francia e Israel odian tanto a Siria? Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/salbuchi/view/104942-eeuu-uk-francia-israel-odian-siria
Identificándose como "siria, antineoconservadora, anti nuevo orden mundial, y antisionista", a principios del año pasado abrió su propio canal en YouTube (YouTube/User/SyrianGirlpartisan).
En un breve video en inglés de apenas nueve minutos, ella explica las "ocho razones por las que el nuevo orden mundial odia a Siria". Haremos bien en prestarle mucha atención…
Ese breve mensaje se desarrolla como una suerte de 'Manual del Sentido Común' que explica las razones por las que Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido, la Unión Europea (especialmente Francia) e Israel se muestran tan decididos a destruir Siria, un país cuyos líderes rehúsan a arrodillarse antes los Dueños del Poder Global profundamente enquistados dentro de las estructuras de poder públicas (los Gobiernos) y privadas (el mundo corporativo y bancario) de los países occidentales.
Ella describe estas ocho razones de manera sucinta y convincente, dándonos a todos mucho para pensar y evaluar. Particularmente, a los pueblos estadounidense, británico, europeo y judío, que son las únicas poblaciones que pueden ejercer la necesaria presión directa sobre sus gobernantes elegidos en Washington, Londres, París, Tel Aviv y otras capitales occidentales. Ellos deben obligarlos a dejar de comportarse como criminales globales fuera de control, y empezar a escuchar la voz de sus respectivos pueblos de una manera responsable y democrática.
Ochos razones por las que el Nuevo Orden Mundial odia a Siria
1) El Banco Central de Siria sirve al pueblo y no a los banqueros. En otras palabras, Siria tiene un banco central que administra su propia moneda de manera que sirva al pueblo sirio y no a los megabanqueros globales controlados por el entorno Rothschild operando desde sus guaridas en Nueva York, Londres, Frankfurt, Tel Aviv, Basilea y París.
Esto significa que el volumen de moneda que emite está correctamente sincronizado con las verdaderas necesidades de la economía real del trabajo, la producción, los servicios y todo aquello que resulta útil para la vida de los sirios, en lugar de operar subordinado a los deseos de un conjunto de financistas extranjeros parasitarios, usureros y especuladores. Estos exigen controlar a los bancos centrales del mundo para poder así limitar artificialmente el volumen de moneda disponible para sus genuinas necesidades de la economía real, especialmente el crédito sin interés para financiar cosas útiles: plantas de energía, autopistas, redes de gas, viviendas, empresas privadas e innumerables otras iniciativas lícitas.
Los megabanqueros exigen así obligar a todo actor productivo –sea público o privado– a tener que recurrir forzosamente a sus préstamos con sus mortales componentes de interés compuesto usurario. Así inician la cadena mortal de deuda eterna que no puede hacer más que crecer, crecer y crecer, tal como lo atestiguan las 'crisis de deuda soberana' que golpean a país tras país a lo largo de las últimas décadas. En todos los casos, esas deudas criminales que aplastan a los pueblos fueron generadas en connivencia con los gobernantes de turno, que cumplen la función de desgobernar como 'pagadores seriales' siempre al servicio de los megabanqueros.
Al limitar artificialmente el volumen de 'dinero público' sin interés emitido por sus bancos centrales, se obliga a las naciones a tener que recurrir al 'dinero privado' (créditos bancarios) con sus intereses usurarios, manejado por los Rothschild, Rockefeller, Warburg, Goldman Sachs, HSBC, CitiCorp y JP Morgan Chase.
Claramente, una muy buena razón para que los banqueros parasitarios exijan la destrucción de Siria.
2) Siria no mantiene deudas con el FMI (Fondo Monetario Internacional). Ello significa que los líderes sirios entienden perfectamente que el FMI –un ente multilateral público constituido por sus Estados miembro– es controlado por los banqueros globales operando como sus auditores y policía recaudadora cada vez que alguno de sus miembros más débiles cae en el pozo de no poder pagar sus 'deudas soberanas'; o sea, cuando países endeudados llegan al punto en el que no pueden extraer más dinero de sus economías reales del trabajo, producción y esfuerzo de sus pueblos, siempre para entregárselo a los megabanqueros globales.
En cierta forma, la verdadera función del FMI consiste en operar como 'agencia recaudadora de impuestos' de los Dueños del Poder Global –su 'AFIP' o 'IRS', por así decirlo– solo que, en lugar de cobrarle impuestos directamente a las personas, lo hace a través de Gobiernos títeres que succionan el producto del pueblo trabajador para entregárselo a los banqueros.
¿Se empieza a comprender cuáles son las verdaderas raíces de las 'crisis de deuda' que sistemática y recurrentemente golpean a Grecia, Chipre, Irlanda, Argentina, España, Brasil, Indonesia, Italia, Portugal, México, EE.UU., Reino Unido, Francia…?
Cuesta imaginar un modelo de esclavitud planetaria más diabólico.
El Islam rechaza el interés sobre el dinero y el mecanismo de préstamo fraccional bancario, por considerarlos inmorales y antisociales. Este concepto rigió en la Libia de Muammar Gadafi; y hoy en Siria e Irán.
Claramente, una muy buena razón para que los megabanqueros parasitarios exijan la destrucción de Siria, tal como exigieron la destrucción de Libia y ahora apuntan contra Irán.
3) Siria ha prohibido las semillas y alimentos genéticamente modificados (GM). El presidente sirio, Bashar al Assad, los prohibió "para preservar la salud humana", comprendiendo que empresas como Monsanto se proponen controlar la provisión de alimentos en todo el mundo, sabiendo que las venideras crisis globales no serán tan solo del petróleo sino también de la capacidad de los Gobiernos para alimentar a sus poblaciones.
Por eso, luego de invadir a Irak, EE.UU. dio la orden que sus granjeros solo utilizaran semillas patentadas de Monsanto. Claramente, una muy buena razón para que Monsanto exija la destrucción de Siria.
4) La población siria está muy bien informada acerca del nuevo orden mundial. Sus multimedios locales y círculos académicos debaten en forma abierta la influencia excesiva que los Dueños del Poder Global detentan sobre los Gobiernos del mundo. Entienden cabalmente que en Occidente el verdadero poder no está ni en la Casa Blanca, ni en 10 de Downing Street, ni en el Congreso o Parlamento, sino en una compleja y ponderosa red de bancos de cerebros ('think-tanks') conducidos por el neoyorquino Consejo de Relaciones Exteriores, la Conferencia Bilderberg, la Comisión Trilateral, la Americas Society, el Foro Económico Mundial y el londinense Instituto Real para las Relaciones Internacionales. Estos a su vez interactúan estrechamente con los megabancos, los multimedios globales, las principales universidades, las fuerzas armadas, las grandes multinacionales y todo el mundo corporativo supranacional.
Como lo explica esta muchacha siria, los ciudadanos sirios también osan hablar abiertamente acerca de la influencia ilegítima de sociedades secretas como la francmasonería y la logia Skull & Bones de la Universidad Yale, que cuenta entre sus miembros a poderosos personajes como el presidente George W. Bush y el actual secretario de Estado, John Kerry.
Claramente, una muy buena razón para que estos mismos poderosos le exijan a su empleado Obama que destruya a Siria.
5) Siria dispone de importantes reservas de petróleo y gas. ¡Otra vez el petróleo! Cada vez que las potencias occidentales van a la guerra para "proteger la libertad, los derechos humanos y la democracia", siempre nos topamos con el olor nauseabundo del petróleo, sea en Irak, Libia, Kuwait, islas Malvinas, Afganistán…
Siria dispone de importantes reservas de petróleo y gas en su territorio y costas afuera en el mar Mediterráneo, y colabora con Irán en la construcción de un enorme oleoducto sin la participación de las grandes petroleras occidentales.
Claramente, la militarización de toda la producción del petróleo, sus zonas de reservas y sus vías de acceso para 'llevárselo a casa' –esté donde esté– conforma una geoestrategia prioritaria conjunta anglonorteamericana.
Claramente, una muy buena razón para que BP, Exxon, Royal Dutch Shell, Texaco, Total, Repsol y Chevron exijan la destrucción de Siria.
6) Siria se opone al sionismo y a Israel de una manera clara e inequívoca. Como potencia ocupadora militar en Palestina, Israel practica el 'apartheid' racista sobre los palestinos. Los líderes sirios no tienen pelos en la lengua, llamando a las cosas por su nombre: Israel es un Estado racista, imperialista y genocida, señalando entre tantos ejemplos el muro del oprobio que levantaron los israelíes encerrando a toda Palestina en lo que solo puede describirse como un gigantesco campo de concentración donde se maltrata, asesina y humilla a los palestinos. ¡Israel administra un auténtico Auschwitz en Oriente Medio!
Esta misma visión preclara era compartida por el libio Gaddafi y el iraquí Saddam, y hoy también lo es por los líderes de Irán, China, Rusia y la India.
Claramente, una muy buena razón para que grupos de choque político como AIPAC (Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos), el Congreso Mundial Judío, la ADL (Liga Antidifamación), el Likud, Kadima y el dúo Netanyahu-Lieberman exijan al unísono la destrucción de Siria.
7) Siria es uno de los últimos estados seculares en Oriente Medio, mientras que los supremacistas judeosionistas –al igual que sus cristianos renacidos 'bushianos' y sus fanáticos proponentes de "Israel primero" en EE.UU. y Occidente– necesitan que todos los pueblos obedezcan la supuesta "voluntad de Yahweh", un oscuro demiurgo que tiene su 'pueblo elegido'.
La orden implícita de los Dueños del Poder Global es clara: todos deben aceptar una supuesta superioridad israelí, mientras que nuestra muchacha siria señala que jamás pudieron imponerle a Siria semejante barbaridad, como jamás pudieron convencer al Irak de Saddam, a la Libia de Gaddafi, y por supuesto tampoco al Irán de los ayatolás.
Ella explica que en Siria "preguntarle a alguien sobre su religión es de mala educación", ya que Siria ha sido tierra fértil en la que crecieron las principales religiones del mundo a lo largo de milenios, lo que ha enseñado a los sirios a ser discretos, tolerantes y respetuosos con todos los credos.
Esto no lo respetan los reinos de ricos jeques árabes prooccidentales, ni la paranoia antiislámica que reina en EE.UU., Gran Bretaña y la Unión Europea, donde se ha llegado a sancionar legislación que impone las más desfachatadas mentiras culturales, políticas e históricas según lo exigen sus propios fanáticos religiosos que insisten en que su dios solo acepta una única clase de holocausto.
Claramente, una muy buena razón para que los fanáticos neoconservadores y su policía del pensamiento salida del '1984' de Orwell exijan la destrucción de Siria.
8) Siria conserva y protege con orgullo su identidad nacional política y cultural. La muchacha siria enfatiza la voluntad de su pueblo de "proteger su individualidad" al tiempo que respeta la de los demás. Los artífices del venidero Gobierno Mundial simplemente odian a quienes se opongan a la estandarización que imponen en el pensamiento, el comportamiento y los 'valores'. Un mundo donde la dictadura de las grandes marcas occidentales, sus 'shoppings', modas y estilos "hacen que todos los lugares del mundo se parezcan, lo que nos lleva a un mundo muy aburrido".
Hoy en día, el pensamiento 'revolucionario' occidental ha quedado limitado a elegir entre Coca y Pepsi.
Claramente, una muy buena razón para que Coca, Pepsi, McDonald’s, Levis, Lauder, Planet Hollywood y Burger King exijan la destrucción de Siria.
El mensaje de esta muchacha siria concluye recordando al mundo que "si Siria cae, bien podría ser la batalla decisiva que conduzca a la victoria del Nuevo Orden Mundial", agregando que hoy "Siria es el frente de batalla contra el Nuevo Orden Mundial".
Sabias palabras de una joven que comprende el fracaso estrepitoso de la clase política de las potencias occidentales que solo parece haber logrado poner a todo el mundo patas para arriba, envenenando a Gobiernos y estructuras de poder privadas, sea en Washington, Nueva York, Londres y París, o en Berlín, Roma, Bogotá, Madrid, Tokio, Seúl, Ámsterdam o Riad.
Si a veces la industria del 'entretenimiento' de Hollywood ha de servirnos de guía que refleje los rincones más oscuros de la psiquis enferma de los Dueños del Poder Global, podríamos decir que los gobernantes occidentales están actuando el drama hollywoodense de aquella famosa película, 'El planeta de los simios'.
En la misma Hollywood imagina un mundo en el que una horrorosa e infernal inversión genética encumbra a ignorantes y destructivos animales –los simios– en el poder mundial, al tiempo que nobles y derrotados seres humanos son esclavizados y arrojados dentro de jaulas.
¿Será esta la metáfora que mejor describe la agresión irracional de Estados Unidos contra Siria?
Las ocho razones descriptas conforman una buena guía que nos permitirá recuperar a nuestras naciones, para volver a colocarlas en el camino recto y correcto, arrancándolas de las garras de los dueños de este mundo, que claramente hoy están totalmente fuera de control.
Más allá de que seamos americanos, europeos, árabes, musulmanes, cristianos, judíos, budistas, hindúes o sintoístas, ha llegado la hora de los pueblos.
Ha llegado la hora en que los pueblos hagan tronar sus voces en las calles y plazas de nuestras ciudades, demandando que los Gobiernos 'democráticamente' elegidos en todo Occidente dejen de hacer las locuras que hacen y empiecen a hacer lo que los pueblos demandan de ellos.
Nuestra joven amiga siria innegablemente nos ha dado un ejemplo a seguir.
Adrian Salbuchi para RT
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentador de radio y televisión en Argentina. www.proyectosegundarepublica.com, www.asabuchi.com.ar
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/expertos/salbuchi/view/104942-eeuu-uk-francia-israel-odian-siria
Seguridad, clima electoral y después
Por Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com
OSTRAS NOTAS EN MIRADAS AL SUR.
Mariotto con los pantalones largos
A fines de 2006, el entonces gobernador Felipe Solá contaba con amplias simpatías para ir por la re-reelección en la gobernación bonaerense. Contaba, además, con el apoyo de Néstor Kirchner. Un día, Solá citó a este cronista a la sede de la gobernación. “Necesito que me ayudes con un plan de comunicación para un plan de abordaje integral en la zona más compleja del conurbano”, me dijo el gobernador frente a un mapa satelital que tenía como foco un territorio atravesado por la contaminación del río Reconquista y los terrenos de relleno de la Ceamse.
Qué tiene de bueno Scioli
En las últimas dos semanas, Daniel Scioli reforzó su instalación como referente para 2011. Lo inquietante no es sólo la ambigüedad respecto de si su ambición es continuar al frente de la gobernación o si, como dicen los voceros del establishment, Scioli se postula como una alternativa para las presidenciales de octubre. Su aparición el jueves en Mar del Plata junto a dirigentes claramente kirchneristas fue parte de un juego pendular. La ratificación de “lealtad a Cristina” es apenas una fórmula más de su armado electoralista.
Cambios en la policía: un maquillaje de Scioli
Más que una purga, fue la definición de una interna. La que mantenían los dos pesos pesados de la Bonaerense: Juan Carlos Paggi, el Uno, titular de la policía provincial, y Salvador Baratta, el Dos, virtual subjefe de la fuerza. El detonante final fueron los asesinatos por gatillo fácil en José León Suárez y en Baradero: el tiro al pichón, una práctica nefasta llevada a cabo por muchos uniformados. Con la Bonaerense en el ojo de la tormenta, el gobernador Daniel Scioli pidió tener a disposición la renuncia de los quince miembros de la cúpula policial.
La seguridad es lo más inseguro del mundo
La (in)seguridad es un asunto serio, y también riesgoso, porque suele costar vidas. Por eso debería tratárselo con cuidado, como una cuestión de Estado, evitando en lo posible sujetarlo a necesidades de otro tipo: como por ejemplo las de una fugaz coyuntura electoral.
Seguridad y sistema político
El diputado bonaerense de Nuevo Encuentro Marcelo Fabián Sain, con un largo historial académico e institucional, conversó con Miradas al Sur sobre una preocupación que sobrevuela amplios sectores de la sociedad argentina: la inseguridad.
–Desde 1983 a la fecha ninguno de los gobiernos democráticos logró resolver esta cuestión, incluso con formas diametralmente opuestas. ¿Cree que hoy, tanto la administración nacional como la provincial, han tomado de una manera más decisiva el asunto?
Junín, muerte, seguridad y especulación política
La ciudad de Junín, ubicada en el norte de la provincia de Buenos Aires, tiene poco más de 90 mil habitantes, una población relativamente escasa como para que en un año haya habido doce asesinatos. El sábado 9 rebasó el vaso cuando la joven Karen Campos fue, en ese distrito, una nueva víctima de la inseguridad. Esta vez, los vecinos salieron a la calle protagonizando, principalmente el domingo por la noche, una verdadera pueblada.
La decisión de partir en dos el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense estuvo marcada, como señalan la mayoría de los observadores, más por las urgencias de las elecciones que por un cambio de modelo en las políticas respecto de qué cosas tienen que cambiar en la policía, el ministerio público y la Justicia para que la provincia más grande del país pueda brindar mejores servicios a la comunidad. En efecto, la figura de Ricardo Casal había quedado en el ojo de la tormenta. No sólo por el resultado de las urnas del 11 de agosto pasado sino también por internas del propio entorno del gobernador Daniel Scioli, donde Casal fue perdiendo espacio y aislándose. Pero hubo un elemento que mostró a Casal sin mucha fuerza. Fue en la noche del 2 de abril de este año, durante la inundación en La Plata, cuando el comando de emergencia se reunió en la sede del Ministerio de Seguridad y Justicia pero que, en los hechos, fue conducido por los mandos policiales y el ministro actuó como informante ante distintos programas de televisión en esa misma noche afirmando que los muertos habían sido 51 y, con el correr de las semanas, se fue comprobando que la cifra llegaba a 67. Un episodio nada menor fue la desautorización al juez Luis Arias quien, desde el primer momento afirmó que los fallecidos por la tragedia eran más. Casal quiso correr a Arias de su derecho a investigar, incluso prohibiendo su entrada a un hospital. Quien se había sumado a brindar pruebas sobre el tema fue el defensor del Fuero Juvenil Julián Axat (ver relacionadas), contra quien había cargado Casal. El ministro afirmaba que las cifras de Axat no habían sido cotejadas con la mesa de crisis ni con la Policía Científica. El tiempo, sin tanta resonancia mediática, fue mostrando que Arias y Axat no estaban motivados por protagonismo personal ni por morbosidad sino que contaban con información real.
Sin embargo, cinco meses después de las inundaciones, el pasado martes 3, la movilización frente a la sede municipal mostró muy poca concurrencia. En la misma línea puede pensarse lo que ocurrió con el Candela Rodríguez, de cuya muerte acaban de cumplirse dos años: la comisión especial creada en el ámbito del Senado bonaerense juntó infinidad de testimonios que podrían haberse convertido en un caso testigo sobre las relaciones entre grupos narcos, barrios pobres, malas actuaciones de fiscales y jueces y, sobre todo, peligrosa connivencia policial con el oscuro mundo de los delincuentes que actúan con cobertura o desidia de ciertos uniformados. La comisión legislativa quedó prácticamente desactivada y Martha Arriola, una funcionaria de trayectoria en temas de seguridad, terminó convocada por las autoridades de la provincia de Río Negro porque no tiene ningún interés en transar con los silencios que imponen los grupos de interés que manejan los hilos de la inseguridad. Arriola formó parte del equipo de León Arslanián cuando este jurista fue ministro hasta diciembre de 2007 y trabajó con foros comunitarios, particularmente con consumidores de drogas en barrios pobres y villas miseria, y más de una vez pudo comprobar que los kioscos y cocinas de paco no estaban tan ocultos, al menos para los grupos policiales que debían controlar en vez de quedarse con una parte del dinero de ese negocio ilegal.
Llega Granados. Pese a los avances en materia de derechos humanos de esta década, las reformas policiales y judiciales de corte democrático fueron postergadas o desdeñadas por las más altas autoridades de la provincia de Buenos Aires. En la Nación, tras la represión policial del parque Indoamericano en diciembre de 2010, Cristina Fernández de Kirchner tomó cartas en el asunto y se jugó por los cambios de cúpulas y de políticas asumidos por la entonces ministra Nilda Garré. Por motivos que algún día terminarán de conocerse, la llegada de Sergio Berni a ese ministerio derivó en una cantidad de internas y disputas de espacios de poder que terminaron con Garré fuera del ministerio y ahora en Washington, como embajadora ante la Organización de Estados Americanos.
Es decir, sin avances reales en materia de mejoramiento de la calidad de las políticas de seguridad llegaron las elecciones del 11 de agosto. Tras los resultados, como si se tratara de una profecía autocumplida, surgió el coro de quienes atribuyeron los resultados a lo que decían las encuestas: el problema de la inseguridad no es una sensación mediática sino un problema de los vecinos. Esa burda simplificación fue tomada como un caballito de batalla para explicar la buena performance del Frente Renovador de Sergio Massa. Es más, contando con una veintena de intendentes de la provincia, impulsó un proyecto de ley provincial para crear policías municipales. Una propuesta que tiene apenas valor electoralista: pretende seducir a otros jefes comunales en un momento donde los estudios de opinión lo ponen en una buena posición. La realidad es que 135 fuerzas policiales no son ningún camino para mejorar la seguridad en la provincia.
En este contexto se conoció la designación del hasta hace tres días intendente de Ezeiza Alejandro Granados al frente de Seguridad. Su nombre ya había sonado cuando el fiscal Carlos Stornelli dejaba el ministerio y era el turno de Casal en mayo de 2010. Ahora, el clima electoral preocupante llevó a Scioli a mover el tablero de los nombres y apareció de nuevo Granados, cuya hermana, la senadora provincial Leonor Granados, había dado el salto al massismo por el solo hecho de sentirse identificada con quien resultaba ganador. Lo cierto es que varios intendentes bonaerenses le transmitían a Scioli que las fuerzas policiales no cumplen con los pedidos de los funcionarios comunales respecto de dónde poner el acento. Reclaman falta de prevención, escasez de patrulleros y abundancia de internas policiales. Y aunque lo más visible resulte el desafío electoral, en muchos casos, los funcionarios comunales conocen con precisión el avance de los narcos, sobre todo en los barrios pobres y valiéndose de mano de obra juvenil. La pregunta del millón es quiénes son los narcos y cuáles son las conexiones que tienen en las fiscalías antinarcóticos, con jueces, grupos o punteros políticos y, por supuesto, con fuerzas policiales.
Así llegó Granados. Con la necesidad del gobierno nacional y provincial de intentar mejorar la performance el 27 de octubre próximo. Sería ingenuo pensar que en un clima electoral se van a realizar foros vecinales para discutir cuáles son las maneras de mejorar lo que en tres décadas de democracia no se pudo encarar en un distrito donde la policía, como en la mayoría del país, estuvo bajo las órdenes operacionales de las Fuerzas Armadas en plena dictadura cívico militar. La decisión de llevar a Granados la tomó el gobernador Scioli pero antes hizo las consultas del caso con la Presidenta, quien estaba de viaje y pudo enterarse en medio de la estresante reunión del G-20 en San Petersburgo. Cristina avaló a Granados y Sergio Berni fue, de algún modo, el vocero de ese apoyo al salir en los medios a sumar fe en que ese cambio podría resultar favorable.
Granados salió a decir que llenará el inmenso territorio bonaerense de policías y cámaras. Habrá una porción de los habitantes de la provincia que se sientan protegidos con estas decisiones, otros quizá crean que se tratan de declaraciones electoralistas y una buena parte mantendrá la misma sensación de confusión y temor que siente al confirmar que las cosas, en una materia tan compleja como la seguridad, no cambian por el nombramiento de un nuevo ministro.
El futuro. De momento, lo que puede percibirse es que se afirma el poderío de los jefes policiales y que para la política queda el desafío de pensar cambios de fondo. Es cierto que las academias policiales están oxigenadas por alguna carrera en las universidades bonaerenses. Pero deben ponderarse las capacidades: la Bonaerense es la única institución que está presente en los 135 distritos, tiene un mando centralizado y posee una doctrina incorporada entre sus cuadros de que los temas policiales se resuelven dentro de la fuerza. Siempre la Bonaerense se queja de la falta de presupuestos adecuados y abundan los mecanismos de recursos paralelos, en algunos casos de turnos adicionales y en otros de cajas ilegales, para financiar un entramado secreto de dinero, siempre conocido y generalmente tolerado por funcionarios provinciales y municipales así como por jueces y fiscales. Es más, esas cajas negras suelen ser compartidas y de ningún modo exclusivas de las fuerzas policiales.
Resultaron muy poco afortunadas, en este contexto, las declaraciones del intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado del Frente Para la Victoria Martín Insaurralde respecto de promover la imputabilidad penal a jóvenes desde los 14 años.
Es poco creíble que esto sea fruto de un análisis sereno, sobre todo porque va en contra de los criterios que el kirchnerismo barajó en esta década sobre la potencia de las políticas de inclusión social en cambio de las de mano dura. Pero resulta preocupante que en estos dos años el kirchnerismo haya dado poca importancia a los temas de inseguridad y calidad democrática de las fuerzas policiales y, ahora, en pleno proceso electoral utilice conceptos que van en la dirección opuesta. En muchos sectores de la militancia peronista el pragmatismo es más importancia que ciertos modelos teóricos, pero eso es un riesgo para la principal fuerza política nacional que vivió los años de Carlos Menem y de Eduardo Duhalde acompañando ideas y liderazgos que el kirchnerismo no dejó hasta ahora de calificar como entreguistas y neoliberales con Menem como de mafiosas con Duhalde. Hay que decirlo, aunque Granados hoy sea un intendente K, fue un fervoroso defensor tanto de Menem como de Duhalde. La lógica de consolidar poder territorial al amparo de llevarse bien con autoridades provinciales y nacionales es de tiro corto. En estos años, la consigna Memoria, Verdad y Justicia no sólo sirvió para consolidar una política de derechos humanos sino para estimular a millones de personas que creen realmente en mejorar la democracia y conseguir terminar con las brutales desigualdades que tiene la Argentina. Muchos de esos millones no provienen de familias peronistas ni tampoco sufrieron en carne propia las barbaridades dictatoriales. En todo caso, se sintieron convocados por el kirchnerismo por el afán de vivir en una sociedad democrática y justa. Por eso, los vaivenes de campaña electoral no deben ser sobredimensionados a la hora de analizar el impacto real de la llegada de Granados. Pero tampoco se puede desdeñar que el 28 de octubre se vivirá un escenario distinto y que la militancia popular, la que quiere un país justo, debería dar con valentía los debates para evitar perder el rumbo de las grandes causas nacionales y populares con las que muchos se sintieron identificados desde el 25 de mayo de 2003 y con los que se fueron sumando al corroborar el rumbo tomado por Néstor Kirchner.
La seguridad es lo más inseguro del mundo
Por Daniel Cecchini
dcecchini@miradasalsur.com
La (in)seguridad es un asunto serio, y también riesgoso, porque suele costar vidas. Por eso debería tratárselo con cuidado, como una cuestión de Estado, evitando en lo posible sujetarlo a necesidades de otro tipo: como por ejemplo las de una fugaz coyuntura electoral.
El fragor de las campañas suele producir discursos políticos que casi siempre se desbarrancan hacia lo paranoico. En la Argentina, la oposición mediática y sus voceros partidarios los producen todos los días. Cualquier visitante desprevenido que se guiara solamente por las tapas de los diarios de mayor circulación y las propaladoras radiales y televisivas del Grupo Clarín y sus aliados podría creer que la llegada del apocalipsis es sólo cuestión de horas y entonces trataría de rajar, espantado, de regreso a Ezeiza para subirse al primer avión y salvar su vida. Pero sucede que de esos discursos –en realidad, de sus consecuencias cuando los hace propios el Estado– aquí, en la Argentina, más de cuarenta millones de habitantes no pueden rajarse.
El sujeto del discurso es fundamental. Aquí y en cualquier otro lugar del mundo la oposición es eso: oposición. Y, por lo tanto, no gobierna. En la Argentina, la oposición ha hecho de la inseguridad una de sus banderas, quizás la que enarbola con mayor entusiasmo para ganar votos fogoneados por el miedo, sobre todo en los amplios sectores de una mediocre clase media que, dada la composición del electorado, terminan definiendo una elección.
Aunque la fórmula ya se ha transformado casi en un lugar común no deja de ser cierta: un fascista no es otra cosa que un pequeño burgués asustado. Y los pequeños burgueses –cuando se asustan, que es casi siempre, porque se asustan de cualquier cosa– compran compulsivamente la famosa “mano dura” como solución del problema.
Porque el problema de “la” inseguridad –más allá de su utilización político electoral– existe y afecta la vida cotidiana de los argentinos. Que la Argentina sea uno de los países más seguros de América latina es relevante a nivel general, pero de poco sirve saberlo cuando se trata del contagio del susto provocado. Y desde ese susto individual pero mediáticamente contagioso se termina clamando por la mano dura. Es decir: bala para los delincuentes, baja de la edad de imputabilidad, detenciones preventivas o arbitrarias por simple portación de cara, represión a los piquetes... y no me vengan con garantismos y más que nada saquenmé de encima (de una vez por todas y para siempre) a estos negros de mierda para que no (me) jodan más.
Desde esa sensación enajenada –que provocan y, a la vez, los retroalimenta– es que los medios hegemónicos y gran parte de la dirigencia política opositora generan una agenda. Su propia agenda electoral, la que apenas pueden. Pero, claro, ninguno de ellos gobierna.
El problema, mucho más grave, es cuando por necesidades electorales esa misma agenda termina siendo tomada por quienes sí gobiernan. Porque entonces el discurso paranoico se encarna, produce hechos concretos y tiene consecuencias sobre la vida de todos los habitantes. Ya no es cualquier discurso: es un discurso de Estado. Y el discurso del Estado, inevitablemente, se hace impronta en la vida de los otros.
El traslado desde la frontera norte del país de 4.000 gendarmes al Conurbano bonaerense dispuesto por el Gobierno Nacional es una medida que puede tener efectos positivos. La Gendarmería es una fuerza de seguridad altamente profesionalizada y (tal vez, casi) ajena a la red de corrupción y connivencia con el delito que caracteriza –a pesar de los intentos por desactivarla– desde hace décadas a la Policía Bonaerense. Lo que preocupa –por lo menos a este cronista– es que en el norte los gendarmes fueron reemplazados por tropas del Ejército. El problema (otro más) es que, de acuerdo con la Ley de Defensa, las Fuerzas Armadas no pueden intervenir en operativos de frontera ni tampoco hacer inteligencia interna. ¿Para qué van entonces? Según el ministro Agustín Rossi, el Ejército no podrá realizar detenciones ni derribar avionetas sospechadas de narcotráfico. Simplemente colaborará con la Gendarmería. “Cuando detecten una fuerza irregular (¿?) se comunican inmediatamente con las fuerzas de seguridad. Tenemos una Ley de Defensa Interior que tiene especificaciones muy claras”, dijo.
Es cierto que la norma es clara; pero también la experiencia ha demostrado que, en la práctica, las cosas suelen ser mucho más oscuras. Por ejemplo: ¿qué es “una fuerza irregular”? La historia –cuyos efectos no son cosa del pasado sino del presente– debería ayudar a definir lo que el ministro no define. Aquí un punto, que como siempre se pone a la derecha de la oración.
Mientras tanto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, envió a la Legislatura provincial un proyecto de ley para partir en dos el Ministerio de Seguridad y Justicia provincial. El de Justicia estará a cargo del hasta ahora ministro de todo, el (nunca ex) penitenciario Ricardo Casal, en tanto que el de Seguridad será conducido por el casi eterno intendente de Ezeiza, Alejandro Granados.
La elección de Granados para el puesto es, por una parte, una fuerte concesión a los intendentes, cuyo desempeño en la obtención de votos en cada uno de sus distritos será determinante en las elecciones de octubre. Por otro lado, es una fuerte señal a la sociedad, sobre todo a los asustados a quienes se mencionaba unas líneas más arriba. El repaso del archivo periodístico hace innecesario cualquier comentario: en 1999, Granados repelió a los tiros un intento de asalto a su vivienda, un lujoso casco de estancia en la localidad de Tristán Suárez. Los delincuentes huyeron. “Ojalá les hubiera pegado. Lamentablemente tuve mala puntería”, dijo en aquella ocasión. Y agregó: “Estamos en guerra con ellos (los delincuentes) y la guerra hay que librarla: es a matar o morir”. Toda una señal para el sector de la población que reclama “mano dura”... y también una pontentísima señal, un modelo, un verdadero ejemplo para una Policía Bonaerense que, como se sabe, suele usar armas de gatillo deliberadamente celoso.
A poco de conocida la designación de Granados, el secretario de Seguridad de la Nación,
Sergio Berni, apoyó la decisión de Scioli. “Estamos para trabajar con cada ministro que nombre el gobernador. No es mi responsabilidad emitir opinión, pero Granados ha mostrado compromiso, responsabilidad y coraje en su gestión como intendente y eso es necesario para llevar a cabo una cartera tan complicada”, dijo. (Cómo es eso: Berni dice que no es su responsabilidad emitir opinión, pero la emite... Entonces: ¿irresponsablemente? ¿O qué? Todavía hay mucho que trabajar sobre la eficaz oquedad de los discursos de derecha).
Y de paso Berni se pronunció una vez más por la baja de la edad de imputabilidad de los menores: “En casi todos los delitos hay involucrados menores, que son reincidentes por la facilidad con que son entregados a sus padres”, agregó también desde su atávica diestra. Casal y Granados, de acuerdo. Dale que va.
La seguridad –si se la mira bien– es la cosa más insegura del mundo.
Obama planea enviar tropas
Por Walter Goobar
wgoobar@miradasalsur.com
Stealth b-2. La casa blanca tiene bajo su mando bombarderos equipados con armas nucleares.
Un conflicto interminable
En estos días la nueva reunión del G-20 ha tenido como tema estelar el conflicto en Siria. Dos posiciones son omnipresentes: la occidental y de los países del Golfo de castigar al régimen sirio por la supuesta utilización de armas químicas en los suburbios de Damasco; y la de Rusia, que impide evitar esta intervención hasta al menos confirmar que verdaderamente ha sido el gobierno sirio el autor de aquellos actos. Irán es ambiguo y Hezbollah permanece en silencio.
Cortinas de humo en Siria
Las columnas de fuego sobre Damasco parpadeando en las pantallas de televisión en la madrugada del domingo 5 de mayo, mientras las explosiones sacudían la ciudad en lo que fue descripto como el segundo bombardeo israelí en Siria, causaron multitud de bajas infligidas –no entre las brigadas de la milicia libanesa Hezbollah que combate en Siria, sino contra las unidades de elite sirias estacionadas en torno del monte Qassioun.
El show de la línea roja Siria-Irán
Este asunto eminentemente “bushista” de la línea roja de Obama, aplicado a Siria, Irán, o ambos, está cayendo un poco en el ridículo.
Por ejemplo, el tour de Israel y del “amistoso” CCG (en realidad, el Club de la Contrarrevolución del Golfo) del jefe del Pentágono Chuck Hagel la semana pasada. Los contratistas de la defensa hicieron correr el Moët Chandon mientras Hagel se reunía alegremente con ese prodigio de la democracia –el príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) Mohammed bin Zayed– para celebrar la venta de 25 cazabombarderos F-16.
Más armas para la guerra
Al mismo tiempo que el embargo sobre los envíos de armas a los rebeldes sirios caducaba el pasado día 31 por decisión de la Unión Europea, la oposición siria en el exterior anunciaba que no concurrirá a la conferencia de paz convocada por Estados Unidos y Rusia para mitad de junio en Ginebra. De mantenerse esta postura, el gobierno sirio convalidará en el campo político y diplomático su actual supremacía militar. La conferencia fracasará y la guerra civil se prolongará, con el riesgo de que incendie toda la región.
Entrevista a Tariq Alí. Escritor
El presidente Assad parece estar aferrado al poder en Siria. ¿Piensa que existe alguna hipótesis de que salga en un futuro próximo?
–Parece improbable que salga por voluntad propia. Necesita ser empujado. El pueblo sirio evidentemente está haciendo todo lo posible, dentro del país. Lo que es más peligroso son las presiones externas, especialmente en Estambul y de la Otan, para intentar organizar una intervención. Eso sería desastroso y conduciría a un enorme baño de sangre. Mucho, mucho peor de lo que sucedió en Libia.
Siria, el Vietnam de Irán
El asesinato de Wisam al-Hassan fue la primera señal de que Irán había tomado la decisión de intervenir directamente en la lucha en Siria, y naturalmente, todas las consideraciones árabes, occidentales y locales concernientes coinciden en que Hezbollah perpetró el asesinato del jefe de los Servicios de Inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interior para terminar de meter mano en Líbano a través de la seguridad.
La elevación de la alerta nuclear por parte de Estados Unidos y Rusia a Defcom3 es un claro indicio de que la mente de Obama esta comenzando a pensar en lo impensable; es decir, comprometer tropas terrestres estadounidenses en otra guerra más en Medio Oriente. Esto se inscribe en un contexto en el que “una guerra siria de alcance regional se está transformando en una guerra regional alrededor de Siria”, según explica un funcionario estadounidense en el muy completo informe que publica el International Crisis Group (ICG).
Lo cierto es que una nueva “guerra fría” divide a Oriente Medio, similar a aquella que en los cincuenta y sesenta vio enfrentarse al Egipto nasserista, aliado de los soviéticos, con la Arabia Saudita, aliada de Estados Unidos. Si uno lee la letra chica de la resolución propuesta por por la Casa Blanca al Congreso de Estados Unidos titulada Autorización para el Uso de Fuerza Militar (AUMF), se habilita al presidente para que utilice las fuerzas armadas “como determine que sea necesario”.
Sin duda, el ensayo conjunto estadounidense-israelí de misiles en el Mediterráneo Oriental revela el cambio en el modo de pensar de Obama.
Hay indicios claros de que los Estados Unidos han trasladado y reestructurado los principales comandos nucleares previendo una eventual confrontación nuclear con Rusia sobre Siria. Hay dos escuadrones de bombarderos nucleares puestos directamente bajo el mando de la Casa Blanca. Más de 2.000 armas nucleares han sido trasladadas clandestinamente y ahora están almacenadas en una antigua base de submarinos.
El Pentágono ha convencido a a la Casa Blanca sobre el peligro que representa entrar en Siria sin tropas en el terreno, lo que es equivalente a pelear con un brazo atado a la espalda. Ello contradice un principio básico de la doctrina militar de Estados Unidos que propugna el máximo uso de la fuerza para establecer la supremacía sobre el enemigo. Pero lo que terminó por convencer a Obama fue el bolsillo: los aliados del Golfo Pérsico le han ofrecido a Estados Unidos costear gran parte del peso financiero de la guerra.
El secretario de Estado, John Kerry, argumentó a favor de que el Congreso de Estados Unidos apruebe el uso de tropas terrestres estadounidenses aunque el gobierno de Obama pueda no tener la intención de recurrir a una acción semejante.
Kerry habló el martes en una audiencia del Congreso flanqueado por el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto. La cuidadosa selección de palabras de Kerry indicó que el despliegue de tropas terrestres en Siria es algo que se está evaluando en la Casa Blanca. “No quiero sacar de la mesa una opción que podría estar a disposición de un presidente de Estados Unidos para asegurar nuestro país”, dijo Kerry.
Luego añadió la advertencia de que el presidente Obama sólo recurrirá a la opción de desplegar tropas terrestres en Siria si hay una amenaza potencial de que las armas químicas caigan en manos de extremistas. Dijo: “peores elementos”.
En la revista Asia Times Online, el ex diplomático indio M K Bhadrakumar cita al profesor Jack Goldsmith de la Escuela de Derecho de Harvard (que antes fue Fiscal General Adjunto de Estados Unidos en la Oficina del Consejero Jurídico y también Abogado Especial del Departamento de Defensa, aparte de ser miembro de la Fuerza de Tareas sobre Seguridad Nacional y Derecho de la Hoover Institution), quien advirtió el domingo: “Hay mucho más en la propuesta girada al Congreso de lo que se ve a primera vista”.
En un comentario detallado para la revista Lawfare, el profesor escribió:
La resolución autoriza al presidente a utilizar cualquier elemento de las Fuerzas Armadas y cualquier método de fuerza. No contiene límites específicos sobre los objetivos ni en términos de la identidad de los objetivos (por ejemplo, el Gobierno sirio, los rebeldes sirios, Hezbollah, Irán) o la geografía de los objetivos.
1. ¿Autoriza la AUMF propuesta al presidente a tomar partido en la Guerra Civil Siria, o a atacar a rebeldes sirios asociados con al Qaida o a remover a Assad del poder? Sí, siempre que el presidente determine que alguna de esas entidades tiene una (mera) conexión con el uso de armas de destrucción masiva (ADM) en la guerra civil siria y que el uso de fuerza contra una de ellas podría impedir o disuadir del uso o la proliferación de ADM en Siria, hacia Siria o desde Siria, o proteger a Estados Unidos o a sus aliados –por ejemplo, Israel– contra la amenaza planteada por esas armas. Es muy fácil imaginar que el presidente tome una decisión semejante respecto de Assad o de algunos de los grupos rebeldes.
2. ¿Autoriza la AUMF propuesta al presidente a utilizar la fuerza contra Irán o Hezbollah, en Irán o Líbano? De nuevo, sí, mientras el presidente determine que Irán o Hezbollah tienen una conexión con el uso de armas de destrucción masiva en la guerra civil siria, y el uso de fuerza contra Irán o Hezbollah podría impedir o disuadir del uso o proliferación de esas armas en Siria, hacia Siria o desde Siria, o proteger a Estados Unidos o a sus aliados (por ejemplo, a Israel) contra la amenaza planteada por esas armas.
Alain Gresh señala en Le Monde Diplomatique que el presunto uso del gas sarín por parte del ejército sirio, muy controvertido, aparece como lo que es: un pretexto. Pero ¿para qué?
Siria se convirtió en un campo de batalla regional e internacional, y ninguno de los dos bandos puede aceptar la derrota de sus combatientes.
Para Irán, la implicación de la República Islámica en Siria, constituye una decisión estratégica racional que la elección del nuevo presidente Hassan Rohani probablemente no modifique.
Teherán no escatimó ningún medio para salvar a su aliado. Este compromiso lo llevó a incitar a Hezbollah, con el aval del Kremlin, a involucrarse directamente en los combates.
En cuanto a Rusia, sus razones para involucrarse superan ampliamente la personalidad de Vladimir Putin. Reflejan ante todo la voluntad de Moscú de poner fin a su desaparición de la escena internacional. Para el Kremlin, la caída del régimen de Al-Assad significaría un serio revés: constituiría una nueva victoria de los islamistas, y correría el riesgo de afectar, dentro de la misma Federación Rusa, a las poblaciones musulmanas en cuyo seno se agita una propaganda wahabita activa.
Alain Gresh vaticina: “Mientras los protagonistas externos sigan viendo el conflicto como un juego de suma cero, el calvario sirio continuará. Con el riesgo de arrastrar a toda la región en la tormenta”.
Fernández Meijide: "Fue agresivo bajar el cuadro de Videla"
La exministra de Desarrollo Social acaba de lanzar "Eran humanos, no héroes", que trata sobre las responsabilidades de las organizaciones armadas en los años 70 y afirma que lo hizo porque sintió "que estábamos en un momento peligroso de utilización del tema por parte del Gobierno". La Conadep, Massa, la AUH y los derechos humanos.
Por:
INFOnews
Al preguntarle si piensa que durante la gestión kirchnerista no se reconoció el trabajo de la Conadep, la exministra de Desarrollo Social de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, afirma que "parte de eso que se llama el relato incluye la idea de que 'los derechos humanos empezaron con nosotros', cuando en realidad, no es así".
"La verdad es que si hubo un mérito en el primer Gobierno de la democracia es haber investigado y enjuiciado. Yo creo que fue el umbral de nuestra democracia. A nadie hoy se le pasaría por la cabeza pensar que los militares pueden gobernar", sostiene la ex funcionaria, que acaba de lanzar su tercer libro, "Eran humanos, no héroes", que trata sobre las responsabilidades de las organizaciones armadas en los años 70.
"Me pareció horrible el hecho de entrar en la ESMA en 2004 y decir 'es la primera vez que el Estado entra en la ESMA', cuando, en realidad, los integrantes de la Conadep entramos muchas veces y éramos funcionarios del Estado", afirma, y enfatiza que le "pareció agresivo sacar el cuadro de Videla". Para Meijide, había "que dejarlo porque fue; en la historia, no tiene sentido eliminar".
"Si avanza Massa, todos los sectores del peronismo se van a pasar con él, vaciando al kirchnerismo"
Respecto a si apoya la política de enjuiciamiento, en la entrevista publicada en Ámbito Financiero afirma que le "pareció bien que se reanudaran los juicios", pero aclara: "Me pareció mal que no se aprovechara lo que es la figura del arrepentido, que ahora es admitida para delitos económicos, porque en ese momento se podría haber negociado menos años de castigo por información".
Sobre porqué se decidió a escribir este libro ahora, Fernández Meijide afirma: "Sentí que estábamos en un momento peligroso de utilización del tema por parte del Gobierno, de idealización de aquella juventud, de búsqueda de atraer a una juventud a la que se le puso La Cámpora y a la que se la imbuía de la convicción de que aquello que había ocurrido en los 70 era legítimo, cuando en realidad, fue una década perdida. No quedó nada rescatable. Retrocedimos terriblemente, primero en vidas, después en la calidad de los grupos económicos y en la democracia".
La ex funcionaria tambien habla de las elecciones de este año y afirma: "Si avanza Massa, todos los sectores del peronismo se van a pasar con él, vaciando al kirchnerismo", aunque aclara: "De todas maneras, prefiero ese resultado a que tuviéramos la idea de que este Gobierno pudiera eternizarse sin ninguna alternancia, porque eso no es democracia".
08.09.2013 | El Sumo Pontífice inició la jornada de ayuno y oración a la que convocó Francisco rezó por la paz: "La guerra es una derrota para toda la humanidad"
Cien mil personas de todos los credos, razas y religiones llenaron la Plaza San Pedro de Roma para orar junto al Papa en pos de evitar un ataque a Siria y dar inicio a negociaciones. Dijo que otra vía es posible para resolver todos los conflictos.
Por:
Dolores Álvarez
Diócesis italianas, cantantes, movimientos católicos, judíos, ministros del gobierno, musulmanes, parlamentarios, grandes y chicos. Cien mil personas de todos los credos, razas y religiones coparon ayer la Plaza San Pedro de Roma para rezar junto al Papa Francisco por la paz en Siria. Vigilia, rezo, meditación, ayuno y confesión acompañaron las cuatro horas de introspección que coronaron una jornada entera dedicada a la reflexión y a promover un examen de conciencia mundial sobre el compromiso de todos y cada uno para evitar la guerra en Medio Oriente.
"Perdón, diálogo, reconciliación, son las palabras de la paz: en la amada nación siria, en Medio Oriente, en todo el mundo", dijo el Pontífice argentino con un rostro preocupado y serio, en sus palabras de introducción a las cuatro horas de meditación y oración, en el día de la víspera de la Natividad de María, la reina de la Paz. Interrumpido en más de una oportunidad por los aplausos de los presentes –el más caluroso, cuando el Pontífice recordó el encuentro interreligioso de 2000 en Buenos Aires– y luego de la entronización de la Virgen "salus populi romani" (protectora del pueblo romano), Jorge Mario Bergoglio rezó el rosario y aseguró que "la guerra es una derrota para toda la humanidad" y todos debemos "trabajar por la paz", para que "termine el rumor de las armas".
Ante líderes islámicos y de todas las religiones que ocupaban las primeras filas, el Papa mandó un mensaje muy claro: "no" a la guerra, pero también "no" a la indiferencia frente a lo que pasa en los países que atraviesan situaciones de conflicto. Para Francisco, "cada uno de nosotros, desde el más pequeño hasta el más grande, hasta los que son llamados a gobernar", tiene algo que aportar para que la paz reine en cada ángulo del mundo y otra vía (la de la negociación diplomática) es posible para resolver todos los conflictos.
Desde el altar colocado en el exterior de la Basílica de San Pedro y sin hacer referencia a ningún país en particular, Francisco aseguró que "perfeccionamos nuestra armas" pero "nuestra conciencia" está adormecida y, como si fuese la normalidad, "seguimos sembrando destrucción, dolor y muerte".
El argentino pidió que cada uno de nosotros "mire en lo profundo de su conciencia" y escuche "esas palabras que dicen: salí de tus intereses que atrofian tu corazón, superá la indiferencia hacia el otro que vuelve insensible al corazón, vencé tus razones de muerte y abrite al diálogo, a la reconciliación".
Apadrinado por el ex arzobispo de Buenos Aires, quien se transformó en un referente para quienes se oponen a la solución militar contra Damasco, el día de la pacificación patrocinado por la Santa Sede –que, desde finales de agosto, se está movilizando para encontrar una "solución política" en Siria–, logró una amplia adhesión en Italia y traspasó las fronteras de la península obteniendo la participación de millones de personas –creyentes y no creyentes– en todo el mundo. «
08.09.2013 | El cura Alberto Espinal será indagado por delitos de lesa humanidad Los capellanes militares y su rol activo en el ejercicio del terrorismo de Estado
Fue el hombre de la Iglesia en el aparato represivo de La Pampa. Aliviaba la conciencia de los torturadores e intervenía en interrogatorios. Un caso que desnuda el verdadero cariz de las tareas pastorales en los cuarteles.
El sacerdote Alberto Espinal no está en su mejor momento. A los 82 años, confinado en una silla de ruedas, habita –por ahora– un austero departamento del Instituto San Francisco de Sales, en la calle Don Bosco 4002, de Almagro. El 13 de noviembre deberá prestar declaración indagatoria en el Juzgado Federal de Santa Rosa, La Pampa, por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Lo cierto es que su ominoso currículum constituye un caso testigo en la materia. Un caso por cuyas hendijas corre la verdadera naturaleza de la complicidad eclesiástica con el ejercicio del terrorismo de Estado.
No es un secreto que la jerarquía de la Iglesia Católica estuvo implicada en el apoyo político y espiritual a la dictadura y en el ocultamiento de sus crímenes. Entre las razones de tal apego resalta la enorme influencia ejercida entre sacerdotes y militares por la organización ultraderechista francesa La Cité Catholique, creada por Jean Ousset, cuya cosmovisión bailaba sobre los siguientes pilares: la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria, el método de la tortura y su fundamento dogmático tomista. Al respecto, el sacerdote Louis Delarue, un capellán del ejército colonial, acuñó una frase difundida luego en los cuarteles argentinos: "Si la ley permite, en interés de todos, suprimir a un asesino, ¿por qué se pretende calificar de monstruoso el hecho de someter a un delincuente, reconocido como tal y por ello pasible de la muerte, al rigor de un interrogatorio penoso, pero cuyo único fin es, gracias a las revelaciones que hará sobre sus cómplices y jefes, proteger a inocentes?" Con esa lógica, los capellanes reconfortaban las almas de los represores, a veces muy turbadas por sus actos aberrantes en personas indefensas. En este punto, un interrogante: ¿A semejante "asistencia" se reducía el papel de los sacerdotes en las unidades de inteligencia o acaso les tocó un rol más activo y condenable?
En la historia del cura Espinal se desliza al respecto una posible respuesta.
LA ESPADA Y LA CRUZ. En el atardecer del 24 de diciembre de 2011, el ministro de Gobierno boliviano, Wilfredo Chávez, brindó una conferencia de prensa para informar sobre la detención del ex teniente coronel argentino Luis Enrique Baraldini, de 73 años, buscado allí por su participación en un complot terrorista y prófugo de la Justicia de su país por graves violaciones a los Derechos Humanos. El viejo represor fue luego exhibido ante las cámaras.
La imagen de ese hombre de rasgos afilados y mirada gélida, transmitida al mundo por la CNN, hizo que esa Navidad al padre Alberto se le tornara turbia.
Es posible que el cura jamás haya leído un artículo publicado el 22 de abril de 2007 en el diario santacruceño El Deber. Su título: “La salud sobre cuatro patas”. Y se refería a un centro de equinoterapia situado en las afueras de la ciudad, al cual acudían niños con dificultades motrices. El sitio era regenteado por un tal Luis Pellegri. Argentino y profesor de equitación, este sujeto era en Bolivia muy prestigioso en lo suyo. Pero –según la nota– nada lo entusiasmaba tanto como la rehabilitación de sus pequeños alumnos. Al respecto, diría: "Trabajo mucho la relación con ellos: el beso y el cariño, con mucha buena onda. Y en un ambiente natural, donde se sienten libres." Conmovedor. En realidad, aquel hombre no era otro que Baraldini.
Siete lustros antes, el tipo no tenía necesidad de usar un apellido imaginario. Residía en un modesto chalet situado en la esquina de Mitre y Belgrano, de Santa Rosa. Y daba rienda suelta a su pasión por los equinos en el Club Hípico Maracó, al cual acudía cada mañana a bordo de un Chevy azul manejado por un suboficial del Ejército. Es que Baraldini era oficial de Caballería. A fines de 1975, prestaba servicios en el Regimiento 101, emplazado en la localidad de Toay; su jefe era nada menos que el coronel Ramón Camps.
En aquellos días, el cura Espinal era el capellán de la unidad.
Y frecuentaba el hogar de Baraldini con asiduidad. Allí solía ser agasajado con té y masitas por Olga Ricci, la esposa del dueño de casa, mientras sus dos pequeñas hijas –Rosana y Sandra Mabel– jugueteaban en el jardín. El padre de ellas, un sujeto aún joven, extremadamente delgado y con cara aindiada, gozaba de una excelente reputación entre sus vecinos, quienes el 24 de marzo de 1976 asimilaron con sumo beneplácito su designación como jefe de la Policía de La Pampa.
El padre Alberto lo acompañaría con entusiasmo en aquella gestión.
Baraldini, quien sólo exhibía grado de mayor, alternó su cargo con la jefatura operativa de la Sub Zona 14. En consecuencia, también controlaba el centro clandestino que funcionaba en la comisaría 1ª de Santa Rosa. Él, en persona, se encargaba de interrogar a los cautivos. Dicen que su voz resultaba más sobrecogedora que los choques de picana con los que solía matizar las preguntas. Se calcula que por aquellas mazmorras pasaron unas 300 víctimas; sólo media docena logró sobrevivir. Uno de ellos, el psicólogo Esteban Tacnoff, aún recuerda que el mayor le preguntó si atendía guerrilleros. La respuesta fue negativa. Entonces, Baraldini impostó un rictus piadoso, y dijo: "Vos tenés mucha suerte: te vas a ir en libertad. Pero no te dediqués más a tu profesión; es subversiva. Dedicate a otra cosa." El padre Alberto permanecía parado junto a él.
Tal vez el padre Alberto aún atesore una añeja foto en la que se lo ve con el obispo de La Pampa, Adolfo Arana –otro reputado cómplice de los militares–, junto a Baraldini y Camps. Ese retrato fue tomado durante un acto al cual él asistió en su carácter de capellán. Esa misma imagen tendría consecuencias nefastas para su persona, al ser reconocido en ella por la sobreviviente Ana María Martínez Roca, quien declaró en el juicio oral conocido como Causa Sub Zona 14, celebrado en La Pampa a principios de 2010.
Sus palabras fueron: "Cuando estaba cautiva en la Seccional Primera me fue a ver el cura Espinal. No eran visitas de cortesía. Me interrogó. Quería saber si era de Montoneros, y si sabía de las cosas que hacía entonces mi compañero (el historiador Hugo Chumbita). Incluso, cuando yo ya había sido liberada, el cura fue una vez a la casa de mi madre para ver si era cierto que vivía allí y cómo vivíamos." Otros testimonios acreditan idénticas tareas del religioso en aquella misma catacumba.
En 1982, Espinal fue trasladado a Córdoba. Cuatro años después, regresó a La Pampa, antes de culminar su carrera en un colegio de La Plata.
Por su parte, Baraldini, quien permaneció en Santa Rosa hasta 1979, fue uno de los militares argentinos que en 1980 organizaron en Bolivia el narcogolpe del general Luis García Meza. Y ya a fines de esa década participó en Argentina de las rebeliones carapintadas, por lo que estuvo preso hasta 2002. Tras ser derogadas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, huyó a Santa Cruz de la Sierra, donde –además de formar parte de una conspiración contra el gobierno de Evo Morales– viviría hasta ser capturado. Actualmente cumple una condena a perpetuidad.
LOS CONFESORES. En una comunicación telefónica efectuada por Tiempo Argentino al Instituto de la calle Don Bosco, el cura Espinal, asombrosamente, se puso al habla. Su voz sonaba quejumbrosa. Y se le escuchó un jadeo casi canino, al asimilar la primera pregunta:
– ¿Cuál fue su reacción al enterarse de las denuncias en su contra?
–No sé de qué me está hablando. ¿Denuncias en mi contra?
–Sí. Por delitos de lesa humanidad.
– ¡Qué barbaridad! Eso no tiene ningún fundamento.
–Se lo acusa de interrogar cautivos bajo tortura.
–¡Infamia! Sólo cumplí con la misión encomendada por monseñor (Victorio) Bonamín: brindar asistencia espiritual a los soldados.
–¿No siente culpa ante el recuerdo de esos cuerpos ultrajados?
–No he visto ningún cuerpo ultrajado. Sólo cumplí una misión.
–¿Se enorgullece de esa misión?
–Claro que sí; de eso no tenga ninguna duda.
Dicho esto, se oyó el click que dio por finalizada la comunicación.
El cura Espinal es una muestra viviente del rol protagónico de ciertos hombres de la Iglesia en el ejercicio del terrorismo de Estado. ¿Pero se trata de un ejemplo aislado? ¿El tipo se extralimitó en sus tareas pastorales o su siniestra trayectoria forma parte de una generalidad? Las estadísticas, por cierto, se inclinan hacia la segunda alternativa.
En este punto, resulta insoslayable la figura de Christian von Wernich, condenado en 2007 a reclusión perpetua por 34 casos de privación de la libertad, 31 casos de tortura y siete homicidios en las mazmorras del llamado "circuito Camps". En un espectro más amplio, sólo en el lapso de los últimos dos meses, hubo en la prensa al menos tres noticias sobre sacerdotes seriamente comprometidos en la dictadura con delitos de lesa humanidad. A saber: la presencia del padre José Mijalchik –un habitué del centro clandestino del Arsenal Miguel de Azcuénaga– como acusado en el juicio que en la actualidad investiga la represión en Tucumán; las actividades inquisitoriales del padre Eduardo McKinnon en el centro clandestino La Perla y en la Penitenciaría del barrio San Martín, según los testimonios vertidos por sobrevivientes en el juicio que en la actualidad investiga la represión en Córdoba, y el proceso de extradición para el cura ítalo-argentino Franco Reverberi Boschi –refugiado en una parroquia de la ciudad italiana de Sorbolo–, por interrogar a cautivos en el campo de exterminio conocido como La Departamental", en Mendoza.
A ese lote, claro, se suma el padre Alberto Espinal.
No es muy probable que Dios los ilumine. «
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