sábado, 23 de marzo de 2013

lLA HISTORIA ES IMAGINATIVA POR HUGO PRESMAN.

Notas anteriores Memoria Literatura Psicología Pensamiento Tango Pasión de Multitudes Mezcladito La historia es imaginativa Por Hugo Presman El cálculo de probabilidades para ser elegido Papa, tendía a cero. La sanción de la ley del matrimonio igualitario y de identidad de género en la Argentina, uno de los pocos países en el mundo que lo había concretado, lo desubicó. En términos futbolísticos quedó en off-side. Disgustado declaró: “Es la destrucción al plan de Dios, es una movida del diablo. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones". Viajó a Roma con pasaje de vuelta. En el avión habrá recordado su apoyo a las patronales del campo o cuando recibió al héroe provisorio del establishment de aquellos días, el pequeño Cleto. Sus encuentros con todo el arco político desde Mauricio Macri a Daniel Scioli, desde Gabriel Mariotto a Elisa Carrió, desde Julio Bárbaro a Gabriela Michetti, desde Claudio Lozano a Eduardo Duhalde. El único Tedeum que celebró con la presencia del matrimonio Kirchner, allá por 2004. Sus pedidos de “diálogo sincero” y a “dejar de lado la confrontación entre diferentes sectores de la sociedad.” La imposibilidad de cohesionar a una oposición deshilachada. Sus encontronazos con Néstor Kirchner, una confrontación entre temperamentos duros. Cada uno quería jugar de local en el encuentro: él en la Curia y el santacruceño en la Casa Rosada. Su relación conflictiva de menor intensidad con Cristina, precedida por un intento de acercamiento. En este viaje sin esperanzas, tal vez recordó que su gran oportunidad fue en el 2005, cuando fue elegido Ratzinger. En varias votaciones compitió cuerpo a cuerpo con el cardenal alemán hasta que se bajó de la competición. Antes de encerrarse en el cónclave, los artículos de Horacio Verbitsky denunciando su comportamiento dudoso con los curas Jalics y Yorio, que estuvieron desaparecidos en la ESMA, circularon ampliamente en el Vaticano. A los 76 años su vida pastoral parecía cumplida. Seguramente sonrió cuando rememoró el cariño de los curas villeros a los que apoyó incondicionalmente. A 10.000 metros de altura, se sintió acompañado por Pepe Di Paola, Joaquín Giangreco, Martín Carroza, Martín de Chiara, Jorge Torres Carbonell, José Zámolo entre tantos otros que fueron a vivir a las villas a su pedido. A su regreso de Roma, volvería a viajar en el subte de la línea A, a mirar en Fútbol para Todos a su querido San Lorenzo, a continuar con la vida austera de los jesuitas, y a recordar, cuando lo acometiera la nostalgia su paso por el grupo Guardia de Hierro del Justicialismo en su ya lejana juventud. Esa agrupación de la que salieron tantas figuras conocidas, estaba dirigida por Alejandro Alvarez y tomó su nombre de una organización rumana creada por el capitán Corneliu Zelea Codreanu de fuertes rasgos antisemitas. Tal vez medite que sus llamados al consenso entraban en contradicción con la aseveración del General Perón que “para hacer una tortilla hay que romper los huevos” A fin de año se retiraría y se iría a vivir a la casa que posee el clero para jubilados. Seguramente una sonrisa le atravesó el rostro cuando recordó una de sus homilías: “Nos acostumbramos a levantarnos cada día como si no pudiera ser de otra manera, nos acostumbramos a la violencia como algo infaltable en las noticias, nos acostumbramos al paisaje habitual de la pobreza y de la miseria caminando por las calles:” Obviamente esto no ayudaba en la relación con el gobierno y era injusto con el kirchnerismo que había bajado significativamente la pobreza. Recuerda con una profunda satisfacción su apoyo al combate de la trata de personas, su contención a las víctimas de Cromañon, su aliento hacia las víctimas de otras tragedias como la del Once, su apoyo irrestricto sobre la recuperación de las Malvinas y a los combatientes, su promoción del diálogo inter religioso. En ese vuelo con pasaje de retorno, al Cardenal Jorge Mario Bergoglio va hacia el ocaso, acompañado por sus recuerdos y los fantasmas de su pasado, hacia una Europa sacudida por la crisis. Los fantasmas Se lo ha denunciado periodísticamente por no haber protegido a dos curas que realizaban su tarea pastoral en el bajo Flores; o más grave aún haberlos denunciado. Se trata de Orlando Yorio y de Francisco Jalics (quien vive en Alemania) y que estuvieron desaparecidos durante seis meses en la ESMA. Según relata Horacio Verbitsky en su libro “El Silencio”, “Orlando Yorio nunca se recuperó por completo. Trabajó en el Obispado de Quilmes pero se sentía amenazado y se radicó en el Uruguay, donde murió en 2000. Poco antes evocó su relación con Bergoglio: “No tengo ningún motivo para pensar que hizo algo por nuestra libertad, sino todo lo contrario.” Los sacerdotes fueron liberados por las gestiones de Emilio Mignone y la intercesión del Vaticano y no por la actuación de Bergoglio, que fue quien lo entregó” sostiene Angélica Sosa de Mignone. Según la esposa de otro desaparecido, que hizo gestiones ante el nuncio, Laghi le contó que él fue quien consiguió “sacar de la ESMA a los dos sacerdotes. …Según Yorio “el peligro era obvio para todos. No era necesario que nadie avisara. En mayo de 1974 habían ametrallado a Carlos Mugica, poco después mataron a otros dos sacerdotes villeros, en San Isidro y en Bernal. A comienzos de 1975 yo fui separado de mis cátedras de teología en la facultad de los jesuitas de San Miguel sin proceso y sin razones académicas por adherir a la teología de la liberación. Solamente se me dio un mandato de obediencia, cuando Bergoglio era el provincial. El mismo Bergoglio reconoció luego que eso fue muy injusto, pero lo decía como si él hubiera sido un tercero ajeno. Desde San Miguel y el provincialato se hacía correr por debajo, sin darme lugar a defenderme, que yo era comunista, subversivo y guerrillero y que andaba con mujeres, rumores que llegaban de inmediato a los sectores sociales que en ese momento manejaban el poder y la represión. Francisco Jalics varias veces hizo notar el peligro. En ese sentido advirtió por escrito a varios jesuitas que el responsable era Bergoglio…..En cambio Alicia Oliveira, ex Secretaria de Derechos Humanos de la Cancillería , cree que su amigo el cardenal, es un hombre noble y valiente: “Cuando comenzó la represión militar hubo quienes sostenían que lo mejor tanto para los militantes como para la gente de la villa era que quienes iban allí a hacer trabajo de alfabetización y evangelización se alejaran por un tiempo. Yo he participado en discusiones con catequistas que se negaban a hacerlo porque decían que tenían mandato de Dios, y en ese caso no había como obligarlos. Con el mismo criterio de preservar a la gente, Bergoglio les ordenó a los sacerdotes que se alejaran de la villa. Pero la Compañía de Jesús es una orden organizada en forma militar desde San Ignacio de Loyola. No le obedecieron y los separó de la Compañía. Yo no afirmo que ésa haya sido la mejor actitud posible, pero no puede confundirse con entregarlos”. ( Páginas 101 y 102).A su vez el actual Papa, recuerda que se entrevistó dos veces con Videla y Massera y de esa forma le salvó la vida a ambos religiosos. En el juicio en que fue requerido lo hizo como testigo y no como imputado. La parte más dura de la denuncia de Verbitsky contra Bergoglio es aquella que figura en su extensa historia de la Iglesia Argentina en varios tomos y que consta en numerosos artículos periodísticos: “Al quedar en libertad, en noviembre de 1976, Jalics se marchó a Alemania. En 1979 su pasaporte había vencido y Bergoglio pidió a la Cancillería que fuera renovado sin que volviera al país. El Director de Culto Católico de la Cancillería, Anselmo Orcoyen, recomendó rechazar el pedido “en atención a los antecedentes del peticionante”, que le fueron suministrados “por el propio padre Bergoglio, firmante de la nota, con especial recomendación de que no se hiciera lugar a lo que solicita”. Decía que Jalics tuvo conflictos de obediencia y una actividad disolvente en congregaciones religiosas femeninas, y que estuvo “detenido” en la ESMA junto con Yorio, “sospechoso de contactos con guerrilleros”. Es decir, los mismos cargos que le habían formulado Yorio y Jalics (y que corroboraron muchos sacerdotes y laicos que entrevisté): mientras aparentaba ayudarlos, Bergoglio los acusaba a sus espaldas. Es lógico que este hecho de 1979 no alcance para una condena legal por el secuestro de 1976. El documento firmado por Orcoyen ni siquiera fue incorporado al expediente, pero perfila una línea de conducta. Sumar al Director de Culto Católico de la dictadura a una conspiración contra la Iglesia sería demasiado. Por eso, Bergoglio y su portavoz callan sobre estos documentos y prefieren descalificar a quien los encontró, preservó y publicó.” El otro caso que no deja bien parado al Papa Francisco, está vinculado a la primera presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Licha de la Cuadra, que perdió a un hijo de nombre Roberto José, a una hija de nombre Elena, la cual tuvo a su bebe en cautiverio a la que le habría dado el nombre Ana Libertad. El esposo de Licha hizo gestiones ante Bergoglio en octubre de 1977. Éste escribió una nota al obispo auxiliar de La Plata Mario Picchi y se desentendió del caso. Estela de Carlotto agregó que la respuesta fue: “No busquen más que la niña está en buenas manos.” Estela, la tía, declaró esto en sede judicial. La presidenta de las abuelas de Plaza de Mayo agregó: “Él tuvo que ir a declarar y dijo desconocer la charla. Además aseguró, ya en los noventa, que desconocía el tema de los desaparecidos” Queda claro entonces que Bergoglio, como muchos otros religiosos tuvo una actitud contradictoria, en una institución como la Iglesia cuya complicidad con la dictadura establishment- militar no ofrece dudas. Ya cardenal no adoptó ninguna medida de orden religioso contra el cura Cristian Von Wernich condenado por la justicia en virtud de delitos de lesa humanidad, y otro tanto hizo con el cura Julio Grassi condenado por delítos en perjuicio de menores. La sorpresa Contra todos los pronósticos, Jorge Bergoglio fue coronado Papa, y la alegría y el estupor cubrieron el territorio nacional. La oposición y los medios dominantes lo tomaron como un triunfo, mientras en el gobierno la sorpresa desconcertó y dividió a sus seguidores. La Presidenta reaccionó con rapidez y emitió un comunicado preciso y carente de adjetivaciones elogiosas para su destinatario. En el Frente para la Victoria hubo un sector alineado con la Presidenta que reivindicó el pasado peronista de Bergoglio y el hecho de ser argentino, el primer Papa no europeo. Un sector minoritario, recordó el rol opositor del ex Cardenal y su complicidad durante la dictadura establishmet- militar. De éste sector surgió la hipótesis que su papado sería para los gobiernos populares de América Latina el equivalente al papel que cumplió Juan Pablo II en la demolición del bloque soviético. Y desde las filas opositoras, hay quienes alientan las mismas expectativas, como el periodista Roberto García quien en Perfil escribió: “El recuerdo de otro papa que, luego de ser ungido volvió a su tierra polaca, hizo más líder a un sindicalista como Lech Walesa y sin duda contribuyó al desmoronamiento del gobierno comunista. Repasar la historia, a veces genera estremecedoras pesadillas, hasta en los iniciados en el relato” Tal vez no toman en cuenta la importante influencia que sobre Bergoglio ha ejercido el ensayista Alberto Methol Ferrer, un referente de la izquierda nacional uruguaya, que siempre levantó la bandera de la unidad latinoamericana. La oposición al kirchnerismo acaricia la esperanza que la vertebración de su unificación será conducida y bendecida desde San Pedro. La idea de un nuevo Corpus Christie, 57 años después, circula por algunas cabezas calenturientas, entre los que se encuentran los terroristas de estado sometidos a juicio. ´Sería conveniente advertirle que a Bergoglio no se le reconocen aún milagros. La sobreactuación superlativa quedó evidenciada por el habitualmente inexpresivo jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que exhibiendo una alegría superlativa formuló declaraciones estruendosas : “ Es la noticia más importante de la historia argentina.” Y decretó el asueto escolar para el día martes en la ceremonia de asunción, que empieza a una hora desusada para la audiencia televisiva infantil y juvenil. La historia es imaginativa La historia es imaginativa y muchas veces sorpresiva. Bergoglio deberá cancelar su pasaje de retorno. Es una personalidad compleja, un conservador popular, un cuadro político. Eso ha dividido el posicionamiento de mucha gente vinculada a los derechos humano: Graciela Fernandez Meijide, Pérez Esquivel, Alicia Oliveira, el reconocido religioso brasileño Leonardo Boff se han manifestado positivamente. El cura Eduardo de la Serna, que no es precisamente un admirador del pontífice escribió: “Sabe moverse en los pliegues como nadie…te entrega los alfiles y la reina porque tiene el jaque mate en la cabeza…….Mirando los cardenales de San Pablo, Budapest, Milán, que resonaban, uno tiene la tentación de decir que al lado de ellos Bergoglio es Messi, Maradona, Cristiano Ronaldo y Pelé juntos.” Sin caer en el ombliguismo, su papado tendrá repercusiones en la política de nuestro país. El periodista Carlos Barragán imaginó una escena tal vez fantasiosa, tal vez un adelanto de alguna foto futura: “….. un sueño, no un sueño mío porque últimamente la realidad parece sueño y pesadilla, lo cual me viene quitando las ganas oníricas. Se trata de un sueño evidente, elemental. Un sueño que podría ser de Carrió, o Biolcatti, o Morales Solá, o Binner, o Aguad, o Altamira, o todos ellos juntos. Sería así: que dentro de unos años, 2015 sería una fecha a soñar, antes de las elecciones, venga el Papa Francisco a la Argentina, y en una multitudinaria misa en el monumento a la bandera –Rosario sería el lugar ideal- hablara sobre los pobres, los desposeídos, los que no tienen justicia, los que sufren, los que son víctimas de la violencia y la corrupción de los políticos, de un gobierno autoritario, antidemocrático, que no escucha ni dialoga, que no atiende a los más débiles, que quiere el poder eterno, que es soberbio, y que degrada la vida y las almas de los ciudadanos. Amén. Y los stickers en los autos “Yo voto al Papa porque soy argentino”. Porque como Dios no los viene ayudando, el Papa parece ser una esperanza.” A su vez, periodistas que no se había pronunciado durante años por la seriedad de la investigación de Horacio Verbitsky sobre Bergoglio, salieron a defender al Papa y a atacar despiadadamente al autor de “Robo para la Corona.” Desde esa vereda, disparó Alfredo Leuco en el bisemanario Perfil del 17 de marzo: “Horacio Verbitsky se convirtió en el mariscal de la derrota del ala más impopular y dogmática. Impulsado por sus odios ancestrales, intenta manchar las manos de Bergoglio con sangre, pero está flojo de papeles.” Clarín ha salido a blanquearlo, elevándolo casi a la condición de santo. Joaquín Morales Morales, desde La Nación del 17 de marzo, calificó a las denuncias como “Una campaña argentina contra el Papa.” Bergoglio llega a dirigir una organización que pierde adeptos, que está involucrada en hechos penosos que van desde violaciones a protección de pederastas, lavado de dinero, escándalos financieros, asociaciones con la mafia, que sufre además la falta de vocaciones sacerdotales. Una religión que atrasa, con práctica de reminiscencias medievales. Un milagro digno de su fe lo ha puesto en un lugar privilegiado en circunstancias particularmente adversas. Conviene no tomar posiciones apresuradas, en función de un pasado con agujeros negros. Basta pensar en nuestra propia historia reciente donde también se han registrado sorpresas en la última década. Cuando un cardenal se convierte en Papa, en circunstancias que obligan indefectiblemente a un cambio, puede suceder que muera el cardenal y nazca un Papa que niegue en su accionar aspectos de su propia historia. Más si proviene de una orden con esquema militar, como la jesuita, acostumbrado a obedecer al superior y ahora encumbrado a mandar sin tener a nadie humano por encima. Es conveniente no enarbolar un optimismo tonto ni un pesimismo ideologizado. Como bien sostiene el ensayista Alejandro Horowicz en el diario Tiempo Argentino del 18 de marzo: “El Papa no jugará sus naipes en el tablero global según la lógica local.” Sus primeros pasos son interesantes y promisorios, poblados de gestos a los cuales ha sido también muy afecto el kirchnerismo. La historia es imaginativa y sorpresiva, con la misma frecuencia que suele transitar por los caminos previstos. Bergoglio y Cristina no se reunían cuando estaban a pocos metros de distancia, distanciados políticamente, y se encontraron en Roma, el primero convertido en el Papa Francisco, en la primera y extensa audiencia papal. La historia es imaginativa. Como dicen en el campo hay que esperar que el Papa camine. Al rengo sólo se lo advierte cuando se echa a andar. Diario Registrado GB

DETRAS DEL ARBOLITO POR RAUL DELLATORRE

Detrás del arbolito Por Raúl Dellatorre Lo ocurrido en la última semana en el mercado cambiario, en su segmento marginal o ilegal, provocó preocupación, desconcierto, pronósticos pesimistas y un debate poco transparente (sin revelar, en muchos casos, las intenciones) en torno de la interpretación de las motivaciones de la presión sobre el dólar. El nuevo escenario creado fue aprovechado para reinstalar la pretensión de quienes quieren volver a un modelo económico y financiero con escasa o nula capacidad de regulación del Estado, cuyos argumentos –una vez más– se asientan en querer demostrar que toda intervención termina siendo inútil, porque “los mercados” a la larga ganarán la pulseada. Del lado de quienes dicen defender el modelo se buscó blindar su defensa negando toda importancia a la disparada del “blue” y a su propia existencia, como si la economía real (y la política) pudiera ignorar por completo sus turbulencias. Pero no es así. Las autoridades no deberían desconocer o negar los desequilibrios, aunque lo peor que podrían hacer es actuar en el sentido sugerido por quienes reclaman que las regulaciones abandonen el campo de juego. Intentar una aproximación al fenómeno ocurrido exige atender las diferentes miradas y develar su sentido. Es un ejercicio de interpretación, no necesariamente para sacar conclusiones sobre “qué va a pasar” como resultado de esta particular puja. Lo primero sería tratar de entender cómo se determina “el precio” en el mercado marginal. Quienes pretenden legitimarlo lo explican como una puja entre oferta y demanda: a más restricciones del Gobierno a la compra en el mercado oficial, mayor demanda en el paralelo. Entonces, sube el precio. Así explican que, tras la suba en las retenciones de la AFIP sobre los gastos en divisas con tarjeta en el exterior o compras de paquetes turísticos o pasajes en pesos con cualquier medio de pago en el país (para viajes al exterior), el dólar ilegal haya sufrido una trepada de 50 centavos (entre martes y miércoles). Después de eso, la única novedad, según la propia versión de los agentes del mercado, es que el Gobierno ajustó la presión sobre las denominadas “cuevas” y provocó que varias dejaran de vender. Es decir, redujo la oferta de dólares. Si había tanta demanda “genuina” de los que planificaban viajar, para escapar de las retenciones que aumentó Echegaray (titular de la AFIP), ¿no tendría que haber seguido subiendo el valor del dólar en lugar de bajar entre jueves y viernes unos 30 centavos? Al “libre juego de la oferta y demanda” se le cayó la careta. Para seguir intentando entender la composición de este opaco mercado marginal, busquemos analizar cómo se compone la demanda. En la clase media y la media alta, con niveles de ingresos que le generan excedentes sobre sus consumos y gastos habituales, hay una marcada avidez por ahorrar en dólares. Y cuando “las noticias” informan que la divisa viene subiendo a los saltos, lo que se espera es que siga subiendo. Por lo tanto, hay mayor ansiedad por comprar “ahora” y no más adelante, para no perder la carrera. Estos sectores no negocian el precio: temerosos de perder sus ahorros en pesos, pagan lo que le pidan para transformarlos en dólares. El miércoles y jueves, muchos deben haber comprado según el precio “esperado” para el día siguiente, que obviamente era a la suba. De allí que se hayan pactado operaciones a nueve pesos, aunque después el precio descendiera a menos de 8,50. Si del otro lado, es decir de la oferta, no hay un vendedor en igualdad de condiciones, sino alguien que ejerce una posición dominante, en vez de hablar de “mercado libre”, como ingenua o intencionadamente lo llaman algunos, habría que denominar a estas operaciones como estafa. Si se intenta observar cómo se conforma la oferta, hay una figura clave que surge de inmediato: la “captación” del cliente en la calle se hace por el llamado “arbolito”, persona que ofrece a media voz los dólares con el clásico “cambio, cambio” dicho al pasar de los transeúntes. Si el interesado se acerca, le informarán la cotización, y si sigue interesado, la dirección a la cual dirigirse, usualmente a pocos metros del lugar de la intercomunicación. La metodología del “arbolito” para ofrecer dólares también se utilizaba cuando la venta de divisas era legal y se hacía en las mismas zonas, calles e intersecciones que se hacen ahora. Por entonces, al cliente se lo enviaba hacia alguna casa de cambio o agencia cercana. Hoy lo hacen hacia direcciones no muy distantes a las de entonces. La segunda figura clave que compone “la oferta” del mercado marginal o irregular es “la cueva”, denominación usada en los comentarios periodísticos, que refiere a un lugar secreto donde se concretan las transacciones. Lógicamente, es aquél al que se orienta al cliente captado en la calle por el “arbolito”. Estas “cuevas”, funcionalmente, son una parte del sistema financiero, que formalmente componen las entidades bancarias y cambiarias autorizadas. ¿Compiten con estas últimas o son su “forma complementaria”? Hay una tercera fase o figura componente de la oferta de divisas en el mercado marginal, de la que poco se habla. Se trata del que alimenta con divisas ese mercado. “Arbolitos” y “cuevas” son intermediarios, los dólares que se venden a precios exorbitantes son de otros, dispuestos a cambiarlos por pesos a diario. ¿Cómo se manejan? ¿De dónde salen? ¿Se originan en negocios ilegales? ¿Son desvíos de fondos de origen legal, pero contablemente maquillados para posibilitar su cambio de moneda sin ser declarados? Sin llegar a tener las respuestas a estos últimos interrogantes, pareciera evidente que la amenaza de controles oficiales sobre el mercado del jueves y viernes fue lo que provocó que esta oferta encubierta optara por retirarse del mercado, lo que provocó que se desinflara el volumen de operaciones y, al mismo tiempo, el precio que, más que nunca quedó en claro, se determina unilateralmente y no por una puja de compradores y vendedores. Otro factor a tener en cuenta es la relación entre la dimensión y repercusión de este mercado. Quienes informan a diario sobre cotizaciones y movimiento del mercado del dólar marginal, los operadores y agentes financieros, señalan que en momentos de auge pueden llegar a negociarse en un día 20 o 25 millones de dólares. En las primeras jornadas de la semana, cuando el valor del billete picó hasta 8,75 pesos, se operaban unos 8 a 10 millones ¡de pesos! por día. Es decir, alrededor de un millón de dólares. Entre jueves y viernes, con un mercado restringido, se operó menos de la mitad de esa última cifra. En tanto, en el mercado oficial de cambios se habían registrado, desde el inicio del año hasta mediados de esta semana, unos 20 mil millones de dólares. Esto da un promedio de entre 300 y 400 millones de dólares diarios: veinte veces más que lo que opera el marginal en momentos excepcionales, 300 o 400 veces lo que operaba en las últimas semanas. Y, sin embargo, la repercusión del marginal es tal que genera expectativas de que un alza en su cotización puede arrastrar a imponer una devaluación en el mercado oficial. Pero aunque la devaluación no surja como una necesidad en términos macroeconómicos, quienes se resisten a aceptar que el Banco Central avance en controles sobre la actividad financiera y la AFIP utilice los pagos al exterior de los individuos como herramienta de control de la capacidad contributiva, fogonean la idea de que el actual panorama es lo más parecido a un descalabro y es una olla pronta a estallar. Razones tendrán para ello, y habrá que verlas en los intereses que defienden, más vinculados CON la especulación financiera, los negocios con propiedades y productos valorizados en dólares y con la circulación de divisas entre nuestro país y los paraísos fiscales en el exterior. Contra estos sectores es la batalla que libra el Gobierno. El enemigo no es el “arbolito”, sino los que manejan los mecanismos financieros que facilitan las maniobras de tráfico ilegal de divisas y los capitales que lo sostienen. Un delito al que hay que detectar y castigar. Tratar de persuadirlos para que bajen la cotización sólo conseguiría, en el mejor de los casos, darles otra oportunidad. Y tiempo para que planifiquen un nuevo ataque. CUEVAS Y CASAS DE CAMBIO PRACTICAMENTE NO VENDIERON DOLARES BLUE Un mercado negro congelado Las casas de cambio sospechadas de realizar operaciones en el mercado ilegal recibieron un llamado del secretario de Comercio Interior, quien las intimó a cesar con las ventas. Casi no hubo operaciones y el blue cerró a 8,48 pesos. Los cueveros atendieron el teléfono y ayer congelaron las operaciones con el dólar blue. El promedio de precios relevados para el segmento informal sumó apenas tres centavos, a 8,48 pesos. Casi no se registraron operaciones, salvo negocios puntuales con clientes asiduos. La inactividad respondió a un pedido del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien se comunicó con algunos bancos sospechados de realizar operaciones paralelas con el blue para que frizaran el mercado. “El compromiso que se nos solicitó fue el de no seguir con estas prácticas. Y hoy no se está trabajando”, admitió uno de los cambistas contactados por el funcionario. En el circuito oficial, el precio en pizarra para el dólar avanzó un centavo, a 5,11 pesos, mientras que en el mayorista hubo un leve reajuste y el Banco Central vendió 20 millones de dólares. Las reservas se ubicaron en 40.950 millones de dólares. El lunes, la AFIP elevó del 15 al 20 por ciento el pago a cuenta para los consumos con tarjeta en el exterior, al tiempo que extendió esta retención a gastos en pesos en paquetes turísticos y pasajes. La respuesta a la medida fue una disparada en el precio del dólar paralelo. La escalada llegó a registrar un ajuste de 50 centavos el miércoles, lo que encendió luces de alerta en el Gobierno. La Presidenta convocó a su gabinete económico para discutir las alternativas. Moreno tomó la posta y el jueves llamó a varios cambistas, con cuevas en la city porteña, para que interrumpieran las operaciones en el paralelo. Según la fuente consultada, el secretario no puso un techo al precio, pero les dijo que dejen de operar con el blue. Pese a la entidad que algunos analistas intentan darles a las operaciones en el segmento informal, se trata de un mercado cuyos montos trocados resultan insignificantes respecto de lo negociado en el circuito oficial. En los últimos días, el promedio se mantuvo cercano al equivalente de 50 millones de pesos diarios. La discrecionalidad de los responsables de cuevas en la formación de precios es absoluta, lo que hace difícil relevarlos con precisión. Es por eso que no puede ponerse un techo para el precio en este tipo de mercados. La apuesta de Moreno es calmar los ánimos hasta que pase el fin de semana largo. La necesidad de divisas por parte de turistas que viajan al exterior por Semana Santa es un factor que explica una demanda que convalida adquirir dólares hasta un 72 por ciento por encima del formal. “No se está trabajando. Todas las entidades que fueron contactadas desde entonces no operan”, señaló el cambista a este diario. Las cuevas no descuidaron a sus clientes, y en el caso de operaciones con compradores asiduos pactaron compras puntuales. En estos casos se trató de compras de buen volumen, por encima de los 10 mil dólares. El comportamiento fue replicado por otras cuevas. El congelamiento en los negocios de ayer se diferenció de la jornada anterior, cuando dos bancos locales con buena sintonía con el Gobierno inyectaron dólares en la city porteña para bajar el blue. La operatoria en el mayorista reflejó el hecho de que algunas entidades financieras mantengan patios traseros (financien cuevas), explicó el responsable de un banco oficial. Si bien la demanda de moneda extranjera se mantiene alta por la llegada del fin de semana largo, se operaron apenas unos 200 millones de dólares, casi un tercio del promedio habitual. En ese segmento, la cotización mayorista, a la que adquieren los bancos, se ubicó en 5,11 pesos, casi a la par del precio en pizarra para el minorista. De todos modos, por fuera del promedio de la city hay bancos o agencias de cambio que venden al público a 5,13 y 5,14 pesos. Lo mismo sucede con la conversión a pesos que realizan las entidades de los consumos en dólares. A lo que se suma el 20 por ciento de retención que le impone la AFIP. El Central volvió a intervenir en el mercado a término y ofreció futuros de dólar como cobertura para los bancos, con el objetivo de que se desprendan de los billetes y los vuelquen al mercado. El precio para el contrato con vencimiento este miércoles se ubicó en 5,11 pesos, mientras que para fines de abril fue de 5,21; mayo y junio se operaron en 5,30 y en 5,38 pesos, respectivamente. EL GOBIERNO LOGRO DISMINUIR LA SALIDA DE DIVISAS EN 2012, CON MEDIDAS DE TODO TIPO Una dura pelea para detener la fuga El Gobierno desplegó el año pasado una estrategia cambiaria y comercial para frenar la salida de divisas. El resultado fue exitoso en comparación con la dinámica previa, pero las restricciones tuvieron costos en materia de actividad e inversión. El sector externo registró durante el año pasado un déficit que se tradujo en una merma de las reservas internacionales en el orden de los 3305 millones de dólares, según el informe trimestral que ayer publicó el Indec. El principal ingreso de dólares a la economía nacional provino de la balanza comercial, un comportamiento característico desde la salida de la convertibilidad. Sin embargo, la cancelación de vencimientos de la deuda externa por parte del BCRA y el Tesoro nacional, la caída de depósitos en dólares y la balanza de servicios determinaron que el saldo global del sector externo fuera negativo. El rojo tuvo lugar a pesar de las férreas restricciones a la compra de dólares para atesoramiento y para viajar al exterior y del freno al giro de ganancias de las empresas multinacionales que operan en el país. Esos rubros habían motivado en 2011 una enorme salida de divisas que no se replicó el año pasado. Las exportaciones en 2012 llegaron a 81.205 millones de dólares, un 3,2 por ciento menos que en 2011, a partir de la merma de la cosecha por factores climáticos que golpeó a la soja y la crisis internacional que afectó a los socios comerciales, en especial a Brasil. En tanto, las importaciones sumaron 65.563 millones, una baja de 7,3 por ciento, a raíz de la desaceleración de la inversión privada y las medidas de protección comercial instrumentadas por el gobierno nacional. El saldo cerró en 15.642 millones de dólares, y supuso la principal fuente de divisas, ante la ausencia de colocaciones de deuda externa o de ingreso masivo del capital extranjero a largo plazo a través de la inversión directa. A diferencia de las mercancías, que se contabilizan en la balanza comercial, la cuenta de servicios, que incluye viajes y servicios empresariales y es estructuralmente negativa, mostró un déficit de 3460 millones de dólares, una fuerte suba interanual explicada por el rubro turismo. Para medir el giro de utilidades y dividendos, que suele ser un factor de peso en la demanda de divisas, el Indec utiliza el criterio “devengado”, que analiza los balances contables de las firmas multinacionales. Según esa información, las utilidades y dividendos llegaron a 8208 millones, un valor similar al de 2011. Sin embargo, al complementar el dato con el informe del balance cambiario del BCRA, surge que las divisas efectivamente vendidas a las firmas extranjeras ascendieron a sólo 280 millones, frente a 4525 millones del año anterior. La diferencia surge a partir de la negativa del Gobierno de vender dólares a las empresas para que los giren al exterior, junto a la estatización de YPF, que dejó de lado a Repsol, firma que enviaba a España una enorme masa de dólares. La diferencia frente a las utilidades y dividendos son “acreditadas” por el Indec como “utilidades reinvertidas” en otras cuentas del balance de pagos, de modo que el resultado final sobre las reservas coincide con el dato que muestra la autoridad monetaria. Por su parte, el pago de intereses de la deuda externa requirió 3053 millones de dólares el año pasado, mientras que los vencimientos de capital afrontados por el BCRA y el gobierno nacional, deducidos los ingresos de deuda, fueron de 6113 millones de dólares. El sector privado no financiero, a partir de la negativa oficial de vender dólares para atesoramiento y para que las firmas giren ganancias al exterior, mostró un saldo positivo de 2069 millones de dólares. En 2011, la fuga de capitales y el envío de divisas a las casas matrices en los países desarrollados motivaron un déficit de 5574 millones en ese rubro. Ahí radica, en buena medida, la menor caída de reservas internacionales en 2012 (3305 millones) con respecto a la de 2011, que fue de 6108 millones. Durante el último trimestre de 2012, el Indec informó que las reservas cayeron 1549 millones de dólares. El saldo de la balanza comercial fue de 2509 millones, por debajo de la marca del año anterior, mientras que la balanza de servicios motivó un déficit de 666 millones, más amplio que en 2011. El pago de intereses de deuda llegó a 2743 millones, y en el pago de vencimientos de capital resalta el desembolso del gobierno nacional para afrontar amortizaciones del Cupón PBI y Discount. Esos pagos del último trimestre explican más de la mitad de las erogaciones totales en el año por parte de la administración central. 23/03/13 Página|12 GB

HABEAS CORPUS EN MENDOZA Y BUENOS AIRES.

PRESENTARON HABEAS CORPUS POR DECENAS DE DESAPARECIDOS EN BUENOS AIRES Y MENDOZA Para conseguir más información La medida llevada adelante por abogados vinculados al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia tiene el objetivo de conseguir datos sobre víctimas de la última dictadura que puedan estar en archivos de diferentes reparticiones del Estado. Por Gustavo Veiga No son los primeros hábeas corpus presentados en democracia ni serán los últimos. Familiares, amigos, compañeros y organizaciones de derechos humanos, reunidos en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, interpusieron ayer ese recurso por decenas de desaparecidos en dos jurisdicciones diferentes: la ciudad de Buenos Aires y Mendoza. Uno de los objetivos que busca esta acción jurídica colectiva es que “se ordene el acceso a los archivos estatales pertinentes que brinden información a la investigación sobre la desaparición de los nombrados”. Ante el Juzgado Nacional en lo Criminal Nº 7 a cargo de Omar Aníbal Peralta, se elevaron veintidós casos y alrededor de un centenar más en la provincia cuyana. En un comunicado conjunto también se exige “la urgente resolución de la Cámara de Casación Penal del hábeas corpus presentado por Nora Cortiñas solicitando la aparición de su hijo Gustavo”, que antecedió a los que se acaban de conocer. La medida, definida como “jurídica pero también simbólica” por abogados y militantes que acompañaron los hábeas corpus, busca obtener un pronunciamiento del Estado sobre la condición de los desaparecidos, pero, sobre todo, más información de la que se dispuso hasta ahora. “Muestra de esto es que en los juicios contra los genocidas han sido las propias víctimas quienes han procedido a reconstruir la historia, consiguiendo las pruebas, y el Estado no ha permitido, porque no se ha ocupado de la apertura de los archivos, de dar cuenta sobre el estado de detención de los desaparecidos”, señala Memoria, Verdad y Justicia. La decisión de este espacio fue difundida por la mañana en un bar de la avenida Callao. Enrique Fuckman, de Ex Detenidos Desaparecidos, fue el único orador. Lo acompañaban familiares y compañeros, distintos dirigentes y militantes de partidos políticos de izquierda como el PO, PTS y MST, del movimiento piquetero y de la asociación Liberpueblo, una de cuyas letradas, Verónica Quinteros, ratificó el hábeas corpus en el Juzgado Nº 7 junto a su colega Liliana Alaniz. Myriam Bregman, abogada en varias causas por violaciones a los derechos humanos, cuestionó la falta de datos que hay sobre los desaparecidos: “Que se abran los archivos del Estado porque, hasta ahora, la única información que se ha ido constatando fue por goteo y en cada uno de los juicios. Un ejemplo: en el de la ESMA, nosotros demostramos que Rodolfo Walsh no estaba desaparecido y que fue asesinado”. El hábeas corpus sobre el que ahora deberá resolver el juez Peralta se interpuso por Manuel Alberto Guerra, Eugenio Cabib, Luis Alberto Santilli, Gustavo Grassi, Fernando Sánchez, Jorgelina Avalos, Adolfo Chorni, César Antebi Harari, Nora Hochman de Antebi, Mario Podgaetzky, Oscar Di Dio, Juan Alejandro Barry, Susana Mata, Enrique Barry, Luján Susana Papic, Guillermo Pagés Larraya, Beatriz Pagés Larraya, María Asunción Artigas, Alfredo Moyano, María Frañol, José Fernández Alvarez y Silvia Valenzi. Los familiares alegan en el escrito que “nuestros padres, hermanos y compañeros son víctimas del delito de desaparición forzada desde la fecha de su secuestro y jamás se ha exhibido ninguna orden que dispusiera la privación de sus libertades y la existencia de procesos judiciales en trámite en los cuales se estuviera determinando la responsabilidad penal de personas en relación a la detención y desaparición forzada de algunos de los nombrados...”. El hábeas corpus alcanza a la pareja integrada por Juan Alejandro Barry y Susana Beatriz Mata, desaparecidos el 15 de diciembre de 1977 en el departamento de Canelones, Uruguay. La hija del matrimonio, Alejandrina Barry, fue apropiada por militares argentinos y de aquel país vecino. En septiembre de 2010, su historia tuvo gran repercusión porque la joven denunció a Editorial Atlántida. Cuando quedó huérfana, apenas tenía tres años y el grupo mediático la presentó en un artículo como una víctima de sus propios padres. “Si querían que los odiara por abandonarme, consiguieron lo contrario. Empecé un largo camino para conocer e investigar lo que había pasado en los ’70, por qué peleó esa generación”, dijo en diferentes entrevistas. Timerman y la CIDH El canciller Héctor Timerman participó de la 44a Asamblea General Extraordinaria de la OEA en Washington. Allí sostuvo que el proceso de revisión sobre el funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “ha sido bueno” y señaló que la “Argentina está satisfecha y contenta de que varias de las propuestas que hemos hecho hayan sido aceptadas”. “Es muy importante que todos estemos satisfechos con el trabajo de la Comisión o que podamos llegar a un consenso que abarque a todos los países y no a una mayoría”, indicó. El canciller destacó que “es necesario fortalecer” la CIDH para que siga cumpliendo su función. 23/03/13 Página|12 GB

REZO POR VOS

Rezo por vos Por Sandra Russo “Recen por mí” es probablemente la frase más pronunciada por el ex cardenal Jorge Bergoglio desde que es el papa Francisco, y va camino a ser uno de sus sellos distintivos. Formó parte de su presentación pública apenas ungido como “obispo de Roma”, según también optó llamarse a sí mismo, en el mismo discurso en el que, por primera vez después de dos papados, fue pronunciada en ese balcón vaticano la palabra “pueblo”. Quién sabe qué palanca espiritual, qué masa de energía encauzada por millones de personas está pidiendo el Papa, qué fuerza extra propone que se geste en colectivo con su feligresía. Pero lo pide, insiste tanto en su “recen por mí”, que ya traspasa lo verbal y anida en una actitud. Su designación desató en la Argentina y en el mundo múltiples interpretaciones y lecturas. ¿El primer papa latinoamericano qué expresaba?, apenas conocida la noticia, inescindible de la sorpresiva renuncia de su antecesor. ¿A qué le llamará ahora la Iglesia Católica “evangelización”? ¿Implicaba esa designación la voluntad de disciplinar con ortodoxia católica a una región que amplía derechos y desoye las recetas económicas que rigen en la latitud donde reinan los papas? ¿O era el gesto autocrítico con el que la Iglesia que equivale a Occidente admite una derrota moral? ¿Exhibía la necesidad de virar el timón para rescatar vocaciones, recuperar prestigio, aplacar escándalos? ¿Era una movida política o espiritual? El primer papa latinoamericano, ¿qué significaba en esas horas del primer impacto? Mucho, seguro. ¿Pero en qué sentido? De toda la región, la Argentina es el país en el que el terrorismo de Estado de hace tres décadas fue puesto con más énfasis y voluntad política sobre la mesa. Eran conocidas las denuncias sobre algún tipo de responsabilidad de Bergoglio que, sobre sus desapariciones, le adjudicaron en su momento los jesuitas Yorio y Jalics. Yorio murió y ahora Jalics desmiente esa responsabilidad. El ex cardenal emerge de la media sombra, porque la poca luz, en esos años, se la quedaron los obispos y los curas que, arraigados en los sectores populares –e involucrados en sus luchas, que muchas veces era la lucha por una vida digna– fueron asesinados junto con miles de opositores a los regímenes autoritarios de esa época. El símbolo de todos ellos fue el obispo Enrique Angelelli. No eran conocidos, en cambio, los testimonios como el del cura Miguel La Civita, colaborador de Angelelli, que esta semana describió cómo, en 1976, él y otros seminaristas de la diócesis riojana fueron alojados y protegidos por Bergoglio en el Colegio Máximo de los jesuitas, de San Miguel, que él dirigía. También se supo, en estos días, que Bergoglio firmó en 2011 el pedido de beatificación del cura Juan de Dios Murias, torturado y asesinado por el terrorismo de Estado en 1976, junto al cura Gabriel Longueville. Esas dos muertes eran las que investigaba Angelelli cuando fue también asesinado un mes más tarde. Se ignora todavía si el nuevo papa dará curso a ese pedido de beatificación del que participó, pero si lo hiciera, ya no estaríamos ante un gesto como el de pagar su hotel o suspender desde Roma su suscripción a La Nación. En ese caso, la beatificación de Murias sería de un peso simbólico enorme y daría visibilidad dentro de la Iglesia Católica a los centenares de sacerdotes de la Teología de la Liberación que durante los años de plomo fueron ejecutados y martirizados en toda la región, junto a miles de personas, no por formar parte de agrupaciones armadas sino por hacer efectivo ese deseo que hoy expresa el Papa: quedarse al lado de los pobres, pedir una Iglesia pobre, volver a las fuentes de lo que alguna vez los inclinó a sus vocaciones. Sin detenerse en estas historias que los argentinos tenemos tan presentes, desde otros puntos de la región hubo reacciones disímiles y temperamentales. Se puso en evidencia, por ejemplo, el carácter de época de los socialismos del siglo XXI, plagados de dirigentes que empatizan con la fe cristiana de sus pueblos, pero que no gobiernan queriendo agradar a Roma. Rafael Correa no tardó en alborozarse con su “¡Viva Francisco I”! En Venezuela, Nicolás Maduro no hesitó en afirmar que en su elección había intervenido el comandante Hugo Chávez desde el cielo. En Uruguay, el presidente José Mujica hizo gala del laicismo que distingue a su país, y dijo que lo único que tiene en común con el Papa es el mate y el tango. La presidenta brasileña Dilma Rousseff le puso onda y dijo el chiste por el que más de uno se ofendió. Por su parte, la presidenta argentina se comportó como lo que siempre dijo que es, una mujer católica, y en ese primer momento del encuentro con el papa Francisco le dijo: “Jorge, esto es increíble. ¿Se acuerda cuando dijimos que nos íbamos a volver a encontrar?” “Y mire dónde fue”, le contestó el Papa. Así estamos, todos y todas, hermanos y hermanas, compañeros y compañeras, subidos a la montaña rusa de la época, que está abierta y es impredecible. Es innegable el corte transversal de la religión. Los que no somos católicos venimos hace décadas, cuando no siglos, pidiéndole a la Iglesia que nos deje en paz con nuestras convicciones personalísimas y se limite a exigir su dogma a sus fieles. Esa postura política no debería enceguecer ante la alegría genuina de tanta gente que de verdad desea que su propia Iglesia se le aproxime. Y en este punto, me permito decir que, si nos dejan, esa alegría se puede compartir, que es un verbo en común entre unos y otros. Si algo caracteriza lo nuevo que encarna la región es que la historia no está escrita sino escribiéndose. Un primer papa latinoamericano puede querer decir muchas cosas que todavía no sabemos o no podemos descifrar. Pero seguramente, en lo que eso finalmente se traduzca no intervendrán solamente ni el Papa ni los presidentes ni los cardenales ni los teólogos ni los intelectuales orgánicos o críticos. Las democracias participativas que han permitido que la región emerja se cocinan en una olla colectiva. El teólogo de la Liberación Leonardo Boff dijo esta semana que “Francisco es más que un nombre. Es un modelo de Iglesia”. Ojalá Bergoglio tenga en lo hondo de su mente y de su corazón ese modelo de Iglesia más piadoso y más humilde. Y ojalá, desde sus decisiones como papa, siga honrando el significado de la palabra pueblo. 23/03/13 Página|12 GB

A LLORAR A LA IGLESIA

Quiénes pierden tras la asunción de Francisco A llorar a la iglesia La línea más retrógrada de la Iglesia, encabezada por el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer (foto), quedó herida tras el nombramiento de Jorge Bergoglio al frente del Vaticano. El egoísmo, los celos y el poder perdido. Las campanas doblaron a lo largo y ancho de toda la Argentina. Se escucharon en iglesias y en pobres capillas. Ocurrió durante la tarde del 13 de marzo, cuando el cardenal francés Jean-Luis Taurant, entre palabras en latín, pronunciaba el nombre de Jorge Mario Bergoglio. Era la primera vez que se nombraba a un Papa no europeo en más de mil años de historia de la Iglesia. También, la primera vez de un latinoamericano y, para sorpresa del mundo, de un argentino. Se agitaron banderas, la Plaza de San Pedro estalló de entusiasmo después de una prolongada vigilia. En la patria del nuevo Pontífice, incredulidad, orgullo y optimismo fueron exteriorizados, aunque no todos reaccionaron de la misma manera. Las torres de la catedral más alta del país contienen grandes campanas, pero no sonaron esa tarde ni tampoco al día siguiente. Quien dio la orden sintió el golpe, recluyéndose por varios días, y con ese gesto no hizo otra cosa que demostrar su rencor. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, se llamó a silencio para procesar su derrota. La cabeza de la ortodoxia más cerrada del catolicismo nunca estuvo a la altura de los cambios que exigía una sociedad en evolución. No pudo o no quiso comprenderlo, y hoy más que nunca la Iglesia será conducida en la tolerancia, el diálogo y el contacto con la realidad. Las diferencias entre Bergoglio y Aguer provienen de sus maneras de ver el rol de la Iglesia y de obrar entre los fieles. “La distancia entre ambos es la misma que la de Juan Pablo II respecto de Benedicto XVI”, aseguró un teólogo reconocido. “Aunque ideológicamente conservadores, Juan Pablo II era como Bergoglio, cercano a la gente. Tanto para Ratzinger como para un integrista como Aguer, los pobres no existen. Aclaro que dentro del conservadurismo hay una diferencia abismal”, agregó la fuente consultada. Esa brecha comenzó a extenderse a principios de 2011 y llegó a su pico máximo a finales de ese mismo año. En febrero, Bergoglio debió viajar al Vaticano en compañía de los arzobispos Luis Villalba, de Tucumán, y José María Arancedo, de Santa Fe. La situación interna en la institución requirió de reuniones de alto nivel para evitar injerencias de los sectores ultraconservadores de la Iglesia local. Aguer viajaba con frecuencia a Roma para operar en contra del ahora Papa, al que criticó por su “débil” intervención en temas como la sanción del matrimonio igualitario. Dentro de la Santa Sede, gozó de la cercanía del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano. En realidad, tanto lobby tenía objetivos. Bergoglio iba a cumplir 75 años y su mandato en el seno de la Conferencia Episcopal Argentina vencía. La Asamblea Plenaria se llevó a cabo durante los primeros días de noviembre. Ciento veinte obispos se alojaron en el Cenáculo de Pilar para las deliberaciones y sólo 84 de ellos tuvieron derecho a votar. Los apellidos Arancedo y Lozano sonaban como favoritos para suceder al arzobispo de Buenos Aires, y ganó el primero. Aguer se tuvo que conformar con sólo 21 votos, y ninguno de sus obispos consiguió alguna comisión. En Roma, el mayor promotor del arzobispo platense en su carrera hacia el obispado fue Esteban “Cacho” Caselli, ex embajador en el Vaticano y ex senador italiano por el partido de Silvio Berlusconi. Además de ser conocido por sus cargos en la diplomacia y la política, Caselli consiguió que Aguer fuera nombrado Capellán Conventual de la Soberana Orden Militar de Malta y Gran Canciller de la Universidad Católica de La Plata. También fue designado por el papa Benedicto XVI como miembro de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. “Se pasó la vida denunciando obispos ante el Vaticano, y por eso es que muchos no lo quieren. Las diferencias con el nuevo Papa son viejas. La posición tan rígida ante el matrimonio igualitario hizo que Aguer lo atacara acusándolo de tibio, y Bergoglio tuvo que endurecer su discurso sobre la marcha”, afirma sin pelos en la lengua el sacerdote Eduardo de la Serna, coordinador de Curas en Opción por los Pobres. “Es claro que para el Vaticano fue más preocupante la homosexualidad que la pobreza en el mundo”. De la Serna da más detalles sobre Aguer: “Hubo un grupo grande, con el nuncio apostólico Adriano Bernardini a la cabeza, que pretendió promoverlo como cardenal, pero creo que su carrera se terminó ahí. Debemos decir que el grupo Verbo Encarnado (congregación católica de ultraderecha) cuenta con el apoyo de Aguer y a su vez criticó a Bergoglio. Que Aguer forme parte de la Consejo Pontificio de Justicia y Paz es como si a mí me nombraran vocal en el club River Plate”. Aguer no es el único enemigo de Bergoglio. El ahora Sumo Pontífice también fue atacado por la agrupación Católicos Alerta. Fue en el contexto del XI Encuentro Arquidiocesano de Niñez y Adolescencia, y la crítica se basaba en que uno de los disertantes era el ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, calificado de “tenebroso” personaje que abogaba por el aborto, la despenalización de las drogas y el matrimonio gay. Héctor Aguer fue designado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992 por Juan Pablo II. Seis años después, nombrado como adjutor en La Plata y arzobispo en 2000. Como presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica puso el grito en el cielo cuando el Ministerio de Educación de la Nación imprimió seis millones de ejemplares de un cuadernillo orientado a la educación sexual en las escuelas. El mismo arzobispo que combate las leyes civiles sancionadas y por sancionar pagó una fianza de un millón de pesos para liberar al banquero Francisco Trusso, condenado a ocho años de prisión por estafar a 20 mil ahorristas del ex Banco de Crédito Provincial. Ausente en las columnas de opinión de diarios amigos, recién rompió su silencio el sábado 16 en el programa de televisión Claves para un mundo mejor, conducido por el periodista Tito Garabal. “No es necesario hacer de este hecho una cuestión futbolística, la noticia es a partir de una cuestión religiosa… Es el hombre que fue puesto en lugar de Pedro y eso es lo que verdaderamente impresiona. Él habló como sucesor de Pedro, como obispo de Roma”. Y minimizó el entusiasmo un día después, al frente de una misa: “Muchas veces los argentinos nos creemos los mejores del mundo. Tenemos a la reina Máxima, a los mejores futbolistas y ahora a un Papa. Pero debemos entender que eso no es lo trascendente y tomar la designación esta de Francisco como una señal”. Dos sectores bien delimitados componen hoy la jerarquía de la Iglesia. El moderado, cercano a Bergoglio, cuenta entre sus filas al obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, de máxima confianza para Francisco. Es el actual presidente de la Comisión de Pastoral Social y estuvo del lado de los asambleístas que pelearon contra la instalación de la papelera Botnia en la frontera con Uruguay. Otros allegados a la línea del Papa son los obispos de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, y el de San Miguel, el jesuita Sergio Fenoy. De la vereda de enfrente y encolumnados detrás de Aguer se encuentran el obispo de Mercedes Luján, Rubén Di Monte; y el de San Rafael, Eduardo Taussig, quien criticó con virulencia el fallo de la Corte Suprema que en su momento ratificó el aval constitucional para los casos de aborto no punible. Otro escudero de la Iglesia superconservadora es el obispo de San Juan y miembro del Opus Dei, Alfonso Delgado, que enfrentó a la presidenta Cristina Fernández con motivo de la ley que habilitó el voto joven. La sucesión en el arzobispado de Buenos Aires será facultad del Papa Francisco, que deberá poner el ojo aquí, en el Vaticano y en los 1.200 millones de fieles alrededor del mundo. A la línea dura le esperan tiempos de reflexión. A Caselli ya nadie lo atiende en el Vaticano y, para colmo de males, no consiguió los votos suficientes para una nueva senaduría italiana. A Aguer le restan cinco años para cumplir los 75, edad límite para acceder a otro peldaño en su carrera. Los desafíos del Papa Por Graciela Moreno Desde que se conoció el nombre del nuevo Papa, todas las miradas están puestas en él. A través de los medios se conoció a su familia, sus vecinos y hasta a su mismísimo diariero. Cada gesto de Francisco fue analizado con lupa y festejado con el mismo rigor. No pasaron desapercibidos ni sus viejos zapatos negros gastados, usados ante un encuentro con 6.000 periodistas del mundo. Claro, contrastaban con los zapatos rojos preferidos por Benedicto XVI. Haber elegido un Papa no europeo ya da un primer indicio de que algo está cambiando. Y que el elegido sea por primera vez un latinoamericano no es un dato menor, teniendo en cuenta que proviene del continente con mayores fieles del planeta. Por eso, al escucharlo decir “¡Cómo quisiera ver una Iglesia pobre y para los pobres!”, muchos volvieron a sentir esperanzas. Son muchas las deudas pendientes de la Iglesia, a Francisco le tocará la difícil tarea de guiarla y sacarla del tsunami en el que está inmersa. La elección del ex cardenal primado de la Argentina como Sumo Pontífice se enmarca en un momento muy complicado. Llega tras la renuncia de Benedicto XVI, luego de que se conocieran diversos escándalos de abusos sexuales y después del “caso Vatileaks”, que implicó la fuga y publicación de documentos, algunos dirigidos hacia el propio Papa. Hasta su antecesor llegó a afirmar que los principales problemas para la Iglesia no eran las violentas persecuciones externas, sino la falta de fidelidad de sus miembros. Una de sus tareas pendientes es la necesidad de reformar la Curia Romana (los organismos que ayudan al Papa en el gobierno de la Iglesia), que permitirá recobrar la confianza y salir de la crisis provocada por las traiciones y filtraciones internas. Pero no sólo el impacto de estos temas complica a la Iglesia. Francisco deberá tener una mayor apertura para poder frenar la fuga de fieles, no sólo a distintas religiones, sino también a cualquier lugar que represente estar alejado de la Iglesia Católica. Esta tarea seguramente comenzará con una convocatoria a los jóvenes, porque justamente una de las necesidades es despertar la vocación sacerdotal. Otro desafío es profundizar la preocupación social de la Iglesia por las injusticias, por los más pobres y necesitados, en especial del Tercer Mundo. La elección de su nombre, en honor a San Francisco de Asís, deja intuir cómo será su estilo y sus prioridades. En su primera homilía hizo un llamado a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social y les pidió ser custodios de la creación y guardianes del otro. Sin ir más lejos, en el primer encuentro que tuvo con la presidenta argentina le obsequió un documento de 2007 del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) en el que se habla de corrupción, políticas públicas y autoritarismo. Un documento originado en Brasil que no sólo puso bajo la lupa la política de la región, sino que también analizó los efectos de la economía mundial. “Trabajar por el bien común global es promover una justa regulación de la economía, finanzas y comercio mundial. Es urgente proseguir en el desendeudamiento externo para favorecer las inversiones en desarrollo y gasto social”, fue una de las principales frases, que siguió con el pedido de “regulaciones globales para prevenir y controlar los movimientos especulativos de capitales, para la promoción de un comercio justo”. En otro de sus párrafos, este análisis que ya tiene cinco años pero no pierde su vigencia, dice: “Después de una época de debilitamiento de los Estados por la aplicación de ajustes estructurales en la economía, recomendados por organismos financieros internacionales, se aprecia actualmente un esfuerzo de los Estados por definir y aplicar políticas públicas en los campos de la salud, educación, seguridad”. Justamente la seguridad tuvo un párrafo aparte: alertaron sobre “el crecimiento de la violencia” en la región, “que se manifiesta en robos, asaltos, secuestros y asesinatos”. A la hora de analizar las causas de esta violencia sostuvieron: “Sus causas son múltiples: la idolatría del dinero, el avance de una ideología individualista y utilitarista, el deterioro del tejido social, la corrupción y la falta de políticas públicas de equidad social”. Los desafíos de Francisco son muchos. Hasta la mismísima presidenta, Cristina Fernández, le pidió que se ocupe de mediar para conseguir un diálogo con Gran Bretaña por el tema Malvinas. Pedido que debe haber dejado sin palabras a Francisco. Ahora resta esperar, para ver cómo logrará revitalizar a una Iglesia desprestigiada. Por ahora, sólo resuenan algunas de las palabras que más ha pronunciado desde que asumió: paz, humildad, fidelidad, pobres y discreción. 21/03/13 Revista Veintitrés GB

LOS MEDIOS ESPAÑOLES Y AMERICA LATINA

Los medios españoles y el maltrato a América latina ¿Estáis nerviosos? Por F.G Con calificaciones peyorativas y hasta imágenes apócrifas, los diarios de la península demuestran que no importa la noticia sino cómo se planta a los personajes en ella. A los ricos les sienta muy mal dejar de serlo”, había dicho Juan Luis Cebrián, en 2008. Tal vez sin advertirlo, el presidente ejecutivo del Grupo Prisa, propietario del diario El País, clarificó el panorama sobre lo que representa en la actualidad la disputa por el sentido para los medios españoles. Con el correr de la crisis, que este año elevaría a un 26,9 por ciento el desempleo en el Estado que preside Mariano Rajoy, El País, ABC y La Razón profundizaron la toma de posición sobre sus coberturas latinoamericanas, olvidando la rigurosidad que alguna vez cultivaron. En ese marco, La Razón, por ejemplo, calificó peyorativamente a la presidenta Cristina Fernández como “Doña Cristina” o “Madre de los necesitados”, según la necesidad. También El País hizo lo propio en estos días, señalando al gobierno argentino como tiránico tras los anuncios sobre una posible reforma del Poder Judicial. Para los diarios españoles parece no importar la noticia, sino la manera de plantar a los personajes en ella. “El año pasado recibimos la visita de profesores de la Universidad Complutense de Madrid y se sorprendieron mucho por la situación del país porque, decían, a España llegaban noticias desoladoras sobre lo que ocurría aquí –recordó Alicia Entel, directora de la Fundación Walter Benjamin, en diálogo con Veintitrés–. El País se ha convertido en una de las propuestas más amarillistas que se haya conocido en los últimos tiempos. Ya no sólo es vergonzoso, sino perverso”. Un antecedente insoslayable es el debate abierto a partir de la foto apócrifa del presidente venezolano Hugo Chávez que, bajo el título “El secreto de la enfermedad de Chávez”, publicó El País en enero de este año. Si bien ese “desliz” se atribuyó a la flexibilización que enfrentaba el diario, que unos meses antes había echado a 301 trabajadores –entre ellos sus plumas más reconocidas–, para Entel “existe una toma de posición por cuestiones político económicas, los medios no son ajenos a eso. Estigmatizan no sólo a los líderes latinoamericanos, sino también a los pueblos de este continente en función de intereses propios, porque en el caso de Prisa está claro que se orienta a lo que dicta el gobierno español presionado por los intereses empresarios, y la decisión de nacionalizar YPF no es menor”. En abril del año pasado, ABC calificó la expropiación como una “decisión emocional” del gobierno argentino. “La manipulación es tan grande como la impunidad –comparó Entel–. En muchos casos, las calificaciones que algunos medios españoles dan a situaciones latinoamericanas rozan lo ilegal. Lamentablemente queda claro que la calidad de la información ya no depende de la ética de los periodistas, sino de las empresas para las que trabajan”. Revista Veintitrés GB

ENSALADA CON PAPAS POR LUIS BRUCHSTEIN, OPINION

Ensalada con papas Por Luis Bruschtein El polaco Karol Wojtyla inició en 1978 un papado muy conservador, con el obispo alemán Josef Ratzinger, su mano derecha, al frente de la Congregación de la Doctrina de la Fe, la ex Inquisición. Durante 35 años la Iglesia representó la imagen militante del statu quo y el antiprogreso. Durante esos 35 años la Iglesia no cambió nada. Pero los dos obispos que controlaron el Vaticano en ese tiempo ya no están. La llegada de Jorge Bergoglio implica un cambio. Todas las señales que se encargó de transmitir el flamante papa Francisco son para demostrar que no habrá continuidad, que habrá un cambio. Se habla de un cambio en la posición del Gobierno, pero lo que ha cambiado ha sido el Vaticano. Resulta tan evidente que no se entiende esa evaluación crítica de la posición oficial ante la Iglesia. Es más, el Gobierno cambia su posición porque percibe el cambio que se quiere plantear desde el Vaticano. Hasta aquí se puede llegar sin hacer futurismo, porque nadie puede predecir hasta dónde llegarán esos cambios tanto en la Iglesia como en el Gobierno en relación con ella. El cambio de papa tiene una proyección que trasciende a la Argentina, que es apenas un hilo en el enmarañado entretejido del Vaticano. El papado de Wojtyla fue el de la hegemonía del neoliberalismo en el mundo, de la caída de los socialismos reales, del surgimiento de un mundo unipolar y de la globalización, de los reinados de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Por eso Wojtyla fue Wojtyla. Como hombre de esa estructura vertical, el arzobispo Bergoglio fue expresión de esa Iglesia. El mundo actual es más complejo, las hegemonías están en discusión, los capitalismos centrales están en crisis y se produce el resurgimiento de procesos populares en América latina. El esquema cortesano y conservador de Wojtyla estaba en decadencia desde hacía varios años, no podía dar respuestas ni interpelar a ese nuevo mundo. Con esa idea de que todo es negocio y oropel, asoció a la Iglesia con grupos empresarios que terminaron por embarrar al Vaticano en un mundo de corrupción. Ese esquema se agotó y por eso se plantea este aparente sinsentido donde el arzobispo Bergoglio, en alguna medida no es exactamente lo mismo que el papa Francisco, aunque sean la misma persona. El primero expresaba el ciclo que se termina, y el segundo, al que empieza. Estos cambios pueden ser sutiles o evidentes, superficiales o profundos. En tan poco tiempo es difícil saberlo. Si realmente beatifica al curita Carlos de Dios Murias, asesinado por la dictadura en La Rioja, implicaría un hecho trascendente. Los responsables de su asesinato están en prisión, entre ellos el ex general Luciano Benjamín Menéndez, el señor de la Muerte en la zona del Tercer Cuerpo de Ejército y amigo personal del entonces arzobispo Raúl Primatesta. La beatificación del curita entrañaría una mirada diferente hacia el pasado. Llevaría implícita una autocrítica por la complicidad de la jerarquía eclesiástica con la dictadura, algo que difícilmente haría la Iglesia argentina en forma explícita. Pero si esa beatificación se cajonea, quedaría como un gesto pour la gallerie, una escenificación del cambio sin que nada cambie. Se pueden hacer muchas disquisiciones sin llegar al hueso. Todas son posibles. La Presidenta pudo percibir esa apertura, la llegada de un escenario diferente. La reacción de la oposición, en cambio, fue de desconcierto, sobre todo en los grandes medios. Los protagonistas no se ajustaron a sus libretos. Todos esperaron una sensación de derrota en el oficialismo y una cantidad de gestos hacia la oposición. Cada quien tuvo lo suyo, pero las dos horas y media que estuvo la Presidenta con el Papa generaron inquietud en la oposición. Son señales, un arzobispo no es lo mismo que el Papa, pero por muy fuertes que sean, sólo son señales. Falta un recorrido. Es cierto que el arzobispo Bergoglio siempre manifestó vocación por estar cerca de los humildes y que efectivamente realizaba misas en las villas. Pero el estado de pobreza no es un estado de gracia ni una situación deseada. Por el contrario, se trata de que los pobres dejen de serlo. Las misas son bienvenidas, pero lo que derrota a la pobreza son las políticas económicas que crean trabajo y los medios para dignificarlo, así como las políticas sociales que contienen a los más vulnerables, como los niños y los ancianos. La Iglesia tiene una Doctrina Social y un sector del peronismo afirma que de allí sale el pensamiento central de sus tesis, algo en lo que Perón nunca hizo demasiado hincapié. Porque a pesar de sostener esa supuesta Doctrina, la Iglesia se opuso a los gobiernos peronistas. Los golpes antiperonistas usaron a las Iglesias para conspirar, y sus símbolos, como el del Cristo Vence, para identificar a sus fuerzas. Perón fue excomulgado por el Vaticano y perdonado después de muchos años. Según se dice, Bergoglio es peronista, pero lo que muestra su relación con el kirchnerismo es que se trata del primer gobierno en cuarenta años que tiene una política económica que abrió millones de puestos de trabajo, que tiene políticas sociales de alto impacto hacia la niñez, como la Asignación Universal por Hijo, y hacia los ancianos, incorporando a millones de personas a una jubilación de la que habían quedado afuera con las AFJP. Es el gobierno que logró por primera vez en 40 años que cambiaran en forma positiva los índices de desocupación, pobreza y mortandad infantil y, sin embargo, ha sido el gobierno al que más se opuso la Iglesia en estos cuarenta años, incluyendo a la dictadura militar y al menemismo, que fueron tratados con beneplácito. Al revés que otros gobiernos populares del siglo pasado, que rápidamente expresaron su antagonismo con la Iglesia, el peronismo –incluyendo al kirchnerismo– siempre trató de llevarse bien con ella, y sin embargo siempre le cerraron las puertas. Por eso mismo y a su pesar, el peronismo ha puesto en evidencia el trasfondo regresivo de la jerarquía eclesiástica. Las tensiones entre los gobiernos kirchneristas y Bergoglio se encuadraron en ese desencuentro histórico en dos ciclos muy conservadores de la Iglesia católica. Uno termina en los años ’60 con el Concilio Vaticano II y el reflujo anticoncilio lo encabeza después el dúo Wojtyla-Ratzinger que le toca al kirchnerismo. El papa Francisco abre un período diferente. Todas las señales, expresamente meditadas, lo presentan así. Pero en tan poco tiempo nadie puede predecir sentidos y densidades. Cada quien lo tomó a su manera. La derecha peronista, a través del ex embajador menemista en el Vaticano Esteban Caselli, apostó primero al cardenal italiano Angelo Scola, que representaba la continuidad de los cortesanos del Vaticano entronizados en los dos papados anteriores. Cuando fue elegido Bergoglio, montaron una operación mediática para sacar al embajador Juan Pablo Cafiero. El cálculo era que se desataría una guerra fulminante entre el papa Francisco y Cristina Kirchner que debilitaría a la Presidenta. Hicieron circular versiones de que Cafiero había hecho campaña contra Bergoglio. “Habría”, “podría”, “haría” y así construyeron una historia indemostrable que fue repetida y enriquecida por sus operadores y periodistas militantes y que se fue pinchando a medida que el nuevo papa no reaccionaba como esperaba la oposición. Para la ultraderecha católica argentina, desde el Opus Dei hasta el obispo de La Plata Héctor Aguer, significó un retroceso aunque celebren tímidamente. Los que esperaban una señal o apenas un gesto a la oposición para las elecciones de medio término de 2013 también se frustraron porque ya se anunció que no viajará a la Argentina cuando visite Brasil, en julio. El gesto es claro, pero en sentido contrario: no quiere visitar a su país en el marco de un proceso electoral. Si resultan incógnitos otros caminos, podría decirse con bastante seguridad que en el plano de los derechos de las minorías sexuales y los derechos de género, como la interrupción del embarazo o las políticas de salud reproductiva, la Iglesia mantendrá el mismo tono. Tras su reunión con el Papa, Dilma Rousseff ya anunció en Brasil que se opondrá a la despenalización del aborto. Esas luchas se darán ahora en un contexto más difícil. Cristina Kirchner no se derramaría en elogios hacia un ex duro adversario y Dilma Rouseff no resignaría un objetivo por el que siempre luchó si no tuvieran una razón para hacerlo. Fue con las jefas de Estado con las que se reunió primero. Y sería muy revelador, seguramente, acceder a los textuales completos de esas dos conversaciones. 23/03/13 Página|12 GB