sábado, 9 de marzo de 2013

CONTRA EL OLVIDO DEL ESPIRITU SANTO, LEONARDO BOFF

Contra el olvido del Espíritu Santo Por Leonardo Boff* En el artículo anterior nos esforzábamos por rescatar la dimensión del “espíritu” muy ahogado en la cultura materialista y consumista de la modernidad. Ahora queremos rescatar la figura del Espíritu Santo, siempre al margen u olvidada en la Iglesia latina. Como es una Iglesia de poder, convive mal con el carisma, propio del Espíritu Santo. Él es la fantasía de Dios y el motor del cambio, todo lo que la vieja institución jerárquica no desea. Pero Él está volviendo. El Concilio Vaticano II afirma enfáticamente: «El Espíritu de Dios dirige el curso de la historia con admirable providencia, renueva la faz de la Tierra y está presente en la evolución» (Gaudium et Spes, 26/281). El Espíritu está siempre en acción. Pero aparece con mayor intensidad cuando se producen rupturas instauradoras de lo nuevo. Cuatro rupturas, cercanas a nosotros, merecen ser mencionadas: la realización del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965), la Conferencia Episcopal de obispos latinoamericanos en Medellín (1969), el surgimiento de la Iglesia de la Liberación, y la Renovación Carismática Católica. Por el Vaticano II (1962-1965), la Iglesia acompasó su paso con el del mundo moderno y sus libertades. Especialmente estableció un diálogo con la tecnociencia, con el mundo del trabajo, con la secularización, con el ecumenismo, con otras religiones y con los derechos humanos fundamentales. El Espíritu rejuveneció con aire nuevo el crepuscular edificio de la Iglesia. En Medellín (1968) se puso a caminar con el submundo de la pobreza y de la miseria que caracterizaba y sigue caracterizando al continente latinoamericano. En la fuerza del Espíritu Santo, los pastores latinoamericanos hicieron una opción por los pobres y contra la pobreza y decidieron llevar a cabo una práctica pastoral que fuese de liberación integral: liberación no sólo de nuestros pecados personales y colectivos, sino liberación del pecado de opresión, del empobrecimiento de las masas, de la discriminación de los pueblos indígenas, del desprecio por los afrodescendientes y del pecado de la dominación patriarcal de los hombres sobre las mujeres desde el Neolítico. De esta práctica nació la Iglesia de la liberación. Ella muestra su cara en la apropiación de la lectura de la Biblia por el pueblo, en la nueva forma de ser Iglesia de las comunidades eclesiales de base, en las diferentes pastorales sociales (de los indígenas, los afrodescendientes, de la tierra, la salud, los niños y otras) y en su reflexión correspondiente que es la Teología de la Liberación. Esta Iglesia de la liberación creó cristianos comprometidos políticamente del lado de los oprimidos y en contra de las dictaduras militares, que sufrieron persecuciones, encarcelamientos, torturas y asesinatos. Es posiblemente una de las pocas Iglesias que puede contar con tantos mártires, como la hermana Dorothy Stang e incluso obispos como Angelleli en Argentina y Oscar Arnulfo Romero en El Salvador. La cuarta irrupción fue el surgimiento de la Renovación Carismática Católica en Estados Unidos desde 1967 y en América Latina desde los años 70 del siglo XX. Ella trajo de vuelta la centralidad de la oración, la espiritualidad, la vivencia de los carismas del Espíritu. Se crearon comunidades de oración, de cultivo de los dones del Espíritu Santo y de asistencia a los pobres y enfermos. Esta renovación ayudó a superar la rigidez de la organización eclesial, la frialdad de las doctrinas y rompió el monopolio de la Palabra, en poder del clero, abriendo espacio a la libre expresión de los creyentes. Estos cuatro eventos sólo se evalúan bien teológicamente cuando se ponen bajo la óptica del Espíritu Santo. Él irrumpe siempre en la historia y de forma innovadora en la Iglesia, que entonces se hace generadora de esperanza y de alegría de vivir la fe. Hoy en día vivimos en la, tal vez, mayor crisis de la historia humana. Es su mayor crisis, porque puede ser terminal. En efecto, nos hemos dado los instrumentos de auto-destrucción. Hemos construido una máquina de muerte que puede matarnos a todos y liquidar toda nuestra civilización tan costosamente construida a lo largo de miles y miles de años de trabajo creativo. Y con nosotros podrá morir gran parte de la biodiversidad. Si esta tragedia ocurre, la Tierra continuará su camino, cubierta de cadáveres, devastada y empobrecida, pero sin nosotros. Por esta razón, decimos que nuestra tecnología de muerte ha abierto una nueva era geológica: el Antropoceno. Es decir, el ser humano se está mostrando como el gran meteorito rasante amenazador de la vida. Él puede preferir autodestruirse a sí mismo y dañar perversamente a la Tierra viva, Gaia, a cambiar su estilo de vida y su relación con la naturaleza y con la Madre Tierra. Como una vez en Palestina los judíos prefirieron Barrabás a Jesús, los enemigos actuales de la vida pueden preferir Herodes a los niños inocentes. Se mostrará en realidad como el Satanás de la Tierra en lugar de ser el ángel guardián de la creación. En ese momento invocamos, suplicamos y gritamos la oración litúrgica de la fiesta de Pentecostés: Veni, Sancte Spiritus et emite coelitus, Lucis tuae radio: «Ven Espíritu Santo y envía del cielo un rayo de tu luz». Sin la vuelta del Espíritu, corremos el riesgo de que la crisis deje de ser una oportunidad de acrisolamiento y degenere en una tragedia sin retorno. En las comunidades eclesiales se canta: «Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la Tierra». *Leonardo Boff nació en Concórdia, Brasil, en 1938, es teólogo y filósofo, autor de "Proteger a Terra-cuidar da vida: como evitar o fim do mundo", Record 2010, entre otros. Información de Leonardo Boff en Wikipedia: www.es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_Boff Columnas semanales de Leonardo Boff: http://servicioskoinonia.org/boff Página web de Leonardo Boff: http://leonardoboff.com GB

REFORMA O REVOLUCION EN EL TRANSPORTE FERROVIARIO

Por Federico Poore | Debate El sistema ferroviario exige soluciones de fondo y estrategias para mejorar el servicio de transporte de pasajeros. Si el Estado quiere modernizar el sistema ferroviario deberá duplicar la cifra destinada a todo el esquema de transportes del país y volcarla exclusivamente a mejorar el servicio que hoy brindan los trenes argentinos. Así lo aseguran a Debate distintos especialistas en la materia que, más allá de sus enfoques, creen que el país debería invertir entre 600 y 1.000 millones de dólares por año durante la próxima década para mejorar la seguridad en los trenes, aumentar su capacidad y reducir los tiempos de viaje que hoy sufren los pasajeros del Área Metropolitana. Sin perjuicio de este diagnóstico, en los doce meses que trascurrieron desde la tragedia del Once, el gobierno nacional rescindió el contrato con Trenes de Buenos Aires (TBA), anunció la compra de 409 vagones para las líneas Sarmiento y Mitre, y comenzó un plan de emergencia que incluye renovación de vías, durmientes y pasos a nivel. ¿Estamos en presencia de un proceso real de mejora que transformará la calidad de vida de quienes viajan diariamente al trabajo y a sus hogares? ¿O estas medidas son cambios cosméticos para un sistema global de gestión que fracasó y que exige soluciones de fondo? ESTADO DE SITUACIÓN El miércoles 22 de febrero de 2012, a las 8.32 de la mañana, una formación del ferrocarril Sarmiento proveniente de Moreno se estrelló contra el paragolpes hidráulico de la estación Once, provocando la muerte de 52 personas y dejando más de setecientos heridos. Independientemente de sus causas -que hoy se investigan en la Justicia-, el siniestro puso en el ojo de la tormenta a un sistema ferroviario deteriorado, con serios problemas de control por parte del Estado. Como respuesta al accidente, el gobierno nacional elevó a rango ministerial la Secretaría de Transporte -que hoy conduce Florencio Randazzo- y le quitó las concesiones a TBA. Estas formaciones hoy son operadas por una unidad de emergencia a cuenta y orden del Estado nacional, una medida similar a la que el Estado había tomado con las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca, que tras repetidos incumplimientos por parte de los concesionarios pasaron a funcionar bajo la órbita de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe). De esta manera, las únicas líneas del área metropolitana que siguen funcionando mediante el sistema de concesiones a privados iniciado en 1994 son Urquiza (operada por la empresa Metrovías) y Belgrano Norte (que maneja Ferrovías). Estas compañías, además, comparten junto al Estado la operación de las uniones de emergencia que operan el resto de las líneas. “El progreso que hicimos en estas líneas ha sido muy significativo”, afirma a esta revista Eduardo Montenegro, gerente de Relaciones Institucionales de Ugofe. “Hemos mejorado la regularidad y la oferta de transporte. Viajar es mucho más seguro que un año atrás”, insiste. Sin embargo, tanto Ugofe como Ugoms –su contraparte en las ex líneas de TBA– siguen siendo mandatarias del Estado nacional. Es decir, que no son empresas concesionarias, pero tampoco son empresas del Estado. Los voceros de Ugofe admiten que lo que se hizo en el último año no es más que “una continuidad de lo que se viene haciendo” desde 2004, cuando el gobierno de Néstor Kirchner le sacó la concesión a Ferrocarriles Metropolitanos y comenzó este modelo transitorio de gestión. LÍNEA POR LÍNEA Con el objetivo de prevenir futuros accidentes, el Gobierno intensificó las obras más urgentes y retiró de circulación las formaciones más defectuosas. Estos trabajos en las líneas implicaron una menor frecuencia y la suspensión de algunos servicios nocturnos. ¿Es más seguro viajar hoy que hace un año? “Hay una serie de precauciones que se están tomando, pero falta mucho en cuanto a la infraestructura, las vías y el material rodante”, opina Edgardo Reynoso, delegado de la línea Sarmiento. “Observamos una serie de medidas de emergencia con una reducción de las frecuencias en las líneas más complicadas, vinculadas a la seguridad y al funcionamiento de los trenes. Lo que se busca es disminuir la repetición de accidentes a costa de generar problemas temporales de congestión”, explica Lucio Castro, director del Programa de Integración Global y Desarrollo Productivo de Cippec. El secretario de Transporte, Alejandro Ramos, sostuvo en un reportaje reciente con esta revista que las empresas que hoy conforman la unidad de emergencia “tienen un servicio que podemos constatar”. Ugofe, en tanto, presentó su Informe de Gestión 2012 para las líneas Roca, San Martín y Belgrano Sur, en el que dice haber logrado una “mejora sustancial en el cumplimiento del programa y regularidad de los servicios” de las trazas que opera. Sin embargo, el propio Randazzo admitió en diciembre que “hay trenes que andan pésimamente mal” y que las líneas Mitre y Sarmiento “dan vergüenza”. Los servicios actuales son dispares según las líneas. San Martín: Ugofe comenzó a operarla en 2005, un año después de que el gobierno nacional le quitara la concesión a Ferrocarriles Metropolitanos. En estos siete años pasó de un parque de 15 locomotoras a uno de 28, y los coches remolcados pasaron de 108 a 141. Sin embargo, estas incorporaciones parecen no haberse acelerado tras el accidente del Once, ya que (según datos del propio Ugofe) en todo 2012 sólo se sumó una locomotora más a la línea. Sí mejoró la puntualidad, dado que el indicador que la mide subió -según datos de la empresa- del 85 por ciento en 2007 al 93,3 por ciento en julio del año pasado. En todo este tiempo se inauguró una sola estación nueva (Sol y Verde, a mitad de camino entre José C. Paz y Presidente Derqui), en 2008. Belgrano Sur: Los usuarios coinciden en que se trata de la línea más castigada y peor mantenida de las que operan en el área metropolitana. Tiene una cantidad de formaciones diésel bastante inferior a la que correspondería por su demanda, lo que explica las formaciones colmadas de pasajeros que se observan cada mañana. En este contexto, las reparaciones anunciadas por Ugofe saben a poco. Por ejemplo, la tan mentada incorporación de nuevos furgones consistió en “transformar los interiores de las unidades de larga distancia (con puertas angostas en los extremos) en coches urbanos”, según revela el propio informe de gestión. Por otra parte, el porcentaje de trenes a horario no parece haber mejorado, al menos en dos de los tres tramos cubiertos por la línea. Las trazas que van de Buenos Aires a González Catán y a la estación Marinos del Crucero General Belgrano, en Merlo, tienen hoy regularidades inferiores al 89 por ciento, iguales o peores a las del inicio de la gestión, en agosto de 2007. La excepción es el trayecto de Puente Alsina a Aldo Bonzi, que -según la empresa- hoy ostenta una regularidad del 99,1 por ciento. La compañía agregó que los talleres de esta línea, ubicados en la localidad de Tapiales, están siendo acondicionados. Esto incluye un nuevo galpón para el taller de locomotoras y nuevas fosas en la planta revisora de coches. Roca: Entre las tareas realizadas está la reparación de 21 locomotoras, que más allá de detalles cosméticos (“pintura con los colores institucionales” figura entre los puntos destacados por Ugofe) parecen apuntar a una mayor seguridad. Se destaca la reforma del circuito eléctrico de tracción y la instalación de una llave que anula motores en grupos de a dos (permitiendo la continuidad de la marcha aun si falla uno de ellos). En cuanto al servicio eléctrico del Roca, Ugofe destacó la incorporación de doce coches Sorefame (de origen canadiense, comprados a Portugal). Sin embargo, trabajadores de los talleres de Remedios de Escalada aseguran que sólo dos de estos doce siguen en funcionamiento, dado que los demás llegaron con fisuras en chasis y carrocería. “Fueron diseñados para hacer tramos de larga distancia y transportar pasajeros sentados, pero acá funcionaron en horarios pico, cargados de gente”, explicó Leandro Franzin, electricista de la línea, en una nota publicada por el semanario Marcha. El mismo trabajador dijo que si bien las formaciones del Roca son más seguras que las de la línea Sarmiento (al tener un sistema de freno y señalamiento totalmente automatizado) presentan reiterados problemas con el compresor principal, lo que hace pensar que estos coches serán obsoletos en poco tiempo. Mitre: El servicio -uno de los pocos que incluía aire acondicionado en sus unidades- solía ser el mejor del sistema metropolitano, pero la falta de inversión fue deteriorando sus formaciones. Lo mismo sucedió con los ramales a José León Suárez y a Bartolomé Mitre. Desde la quita de concesión a TBA se registraron algunos avances, vinculados sobre todo a la renovación de durmientes -en las curvas Carranza e Hipódromo- y de pasos a nivel (Ugoms promete renovar y mejorar 27 kilómetros de vías en los próximos seis meses). Sin embargo, el desarrollo de las obras obligó a las formaciones a circular a baja velocidad, lo que volvió ficticios los horarios de los servicios anunciados por la empresa. Sarmiento: Esta línea fue la protagonista de los dos últimos accidentes graves: la tragedia de Once, en febrero de 2012, y el choque entre un colectivo de la línea 92 y dos de sus formaciones en un paso a nivel de la estación Flores, seis meses antes, que dejó once muertos y más de doscientos heridos. “La capacidad operativa del Ferrocarril Sarmiento está casi al límite, siendo imposible agregarle una mayor frecuencia de servicio por la presencia de más de 52 pasos a nivel, que deberían ser poco menos que cerrados para permitir la circulación de los trenes”, sostuvo el Ministerio del Interior y Transporte en un comunicado. En los últimos cinco años, la línea redujo sus servicios en un 21 por ciento. En este contexto, cobra importancia el soterramiento del ferrocarril, anunciado en 2008 pero demorado por la falta de adecuación por inflación. Tras el accidente del Once, el Gobierno aceleró el inicio de los trabajos, y en junio pasado comenzó a ensamblarse la tuneladora “Argentina” en las inmediaciones de la estación Haedo. Este artefacto, ubicado a 25 metros de profundidad, buscará completar el primer tramo del soterramiento (Caballito-Haedo) en los próximos años. Una vez realizado –aseguran- la frecuencia del servicio bajará de ocho a tres minutos por tren. Mientras tanto, la red actual exige mejoras urgentes. En ese sentido, la Ugoms anunció que ya se renovaron 12 kilómetros de vías entre Once y Liniers y se repararon cinco pasos a nivel, entre ellos, el de Artigas, donde en 2011 ocurrió el choque con el colectivo 92. Un dato central aportado por los delegados de la línea es que hoy funcionan solamente dieciséis formaciones, cuando lo ideal sería tener veintitrés. Urquiza: El estado de las formaciones y estaciones de esta línea (que transporta un millón y medio de pasajeros por mes) es “regular”, según un informe realizado por la Fundación Confianza Pública, que preside la ex ministra de Salud Graciela Ocaña. Durante un relevamiento realizado entre el trayecto de General Lemos a Federico Lacroze sólo se advirtió presencia policial en tres paradas. Es operada por Metrovías, la empresa que gestiona el servicio de subtes de la Ciudad de Buenos Aires. Belgrano Norte: Si bien se la reconoce como la línea menos destruida de las siete que componen la trama metropolitana, Confianza Pública apuntó como “regular” la limpieza y la conservación general de sus 22 estaciones, que cubren barrios de la Capital Federal y de Vicente López, San Isidro, Tigre, Malvinas Argentinas y Pilar. La opera Ferrovías y es usada por tres millones y medio de pasajeros al mes. ¿QUÉ HACER CON LOS TRENES? El desafío de refundar todo el esquema exige pensar más allá de la coyuntura. ¿Qué sistema ferroviario, para quiénes, de acuerdo a qué modelo de desarrollo? “La primera medida que debería tomar el Estado es la realización de un estudio urgente sobre la situación de los ferrocarriles. Debemos conocer el verdadero estado de los rieles y los coches”, sostiene Juan Carlos Cena, ex trabajador ferroviario y autor del libro El Ferricidio. El especialista reclama, ante todo, dar por terminado el sistema de concesiones a privados -que el año pasado recibió 5.969 millones de pesos en subsidios del Estado- ya que en los hechos demostró ser “un alquiler al revés, pagarle una guita para que viva en mi casa”. “La empresa se queda con la recaudación de los boletos, un subsidio mensual y encima le pagan los salarios”, asegura. (En este sentido, un paso adelante encarado por la gestión en Transporte fue la publicación, en la página del Ministerio, del detalle de los subsidios entregados a cada medio de transporte, diferenciado por empresa y en el que se revela el destino de los fondos millonarios que el Estado paga cada mes). Desde la línea Sarmiento, Edgardo Reynoso agrega: “No existe otra forma de tener servicios de ferrocarriles en este país si no se produce la reestatización bajo un esquema único, que incluya la carga, y que ésta financie de forma genuina al resto del sistema. El problema ferroviario no se limita al área suburbana sino que debe ser pensado en función de los tres millones de kilómetros cuadrados de superficie del país”. Los especialistas del Cippec disienten. “De acuerdo con la experiencia histórica y con las condiciones actuales, parece más eficaz incorporar correcciones al modelo de participación privada que intentar una reestatización generalizada de los servicios”, sostiene José Barbero en un documento publicado por la organización en mayo pasado. Su colega en el Programa de Integración Global del Cippec, Lucio Castro, afirma que existe una gran heterogeneidad entre las líneas, es decir, que ciertos concesionarios operan mejor que otros. “Lo que está claro es que existen problemas graves a nivel de inversión y una tarifa muy lejos del nivel de equilibrio. El costo del boleto -sin tener en cuenta que hoy apenas el cincuenta por ciento de los pasajeros lo paga- sólo puede financiar los costos operativos, no las inversiones.” Castro reconoce que la inversión real directa en el área de transporte -medida como porcentaje del PBI- se triplicó en los últimos años, pero que más del ochenta por ciento de esa cifra fue a parar al sistema de transporte de carreteras (rutas, pavimento). “Los trenes fueron la línea ‘fea’ del transporte, donde menos se invirtió. A fines de los noventa los concesionarios hacían el treinta por ciento de las inversiones: hoy representan menos del dos por ciento”, revela. Por eso, las fuentes consultadas coinciden en reclamar un núcleo de inversiones básicas en el corto plazo y otras de largo aliento, vinculadas a la reorganización y modernización del sistema. Entre las medidas más urgentes se encuentra la ampliación de la capacidad de transporte en las líneas, para poder atender a una demanda mayor. Aquí se enmarcan los pasos bajo nivel, viaductos y soterramientos que apunten a separar las redes ferroviarias de la red vial, algo que redundaría en una mayor frecuencia de los servicios. Otro aspecto a considerar es la modernización de la tecnología en los trenes: lejos de ser accesoria, está estrechamente vinculada a la seguridad de los pasajeros. Como posibles políticas se encuentran la incorporación de mecanismos de conducción automática, la instalación de sistemas nuevos de señalamiento y la electrificación de las líneas que aún cuentan con tracción a diésel. A mediano plazo pueden pensarse estrategias para perfeccionar el servicio y reducir los tiempos de viaje, como la habilitación de servicios expresos, la incorporación de nuevas estaciones y el desplazamiento de terminales. “Uno de los grandes retos a enfrentar es captar más pasajeros del primer cordón del conurbano, organizando servicios rápidos para el segundo y tercer cordón”, explica José Barbero, decano del Instituto Tecnológico Ferroviario de la Universidad de San Martín, en la columna que acompaña esta edición. En última instancia, plantea Cippec, lo que debe diseñarse es un plan maestro de desarrollo de los ferrocarriles metropolitanos, que incluya un programa de obras, un modelo de gestión (“con un marco regulatorio que lo respalde”) y un esquema de financiamiento. La cuestión económica no es menor. El ex titular de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (Apdfa), Elido Veschi, cree que para rediseñar el sistema ferroviario hace falta invertir no menos de 600 millones de dólares anuales. Desde la Unsam, José Barbero eleva esta cifra hasta los 1.000 millones (“10 mil millones de dólares en un plazo de diez a doce años”, detalla), lo que requerirá reorientar montos que hoy se utilizan para subsidios y disponer de “montos adicionales” anuales por 750 millones de dólares. Lo cierto es que el esquema de emergencia de Ugofe y Ugoms no puede prolongarse para siempre. Lo mismo sucede con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), que luego de una década de intervención sigue sin haber armado un plan de reestructuración para el organismo -el objetivo por el cual se lo intervino en primer lugar-, tal como denunció el año pasado la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). La normalización de los sistemas de control, medidas excepcionales de seguridad y una mayor inversión -constante para mantener un servicio aceptable, excepcional para rediseñar la red- parece ser el camino a transitar si lo que se busca es refundar el medio de transporte público más barato, eficiente y seguro. Trenes metropolitanos: Un siglo y medio de avances y retrocesos ferroviarios 1876. Se inaugura oficialmente el Ferrocarril Central Norte, el primer tren construido y administrado por el Estado nacional. 1909. Se publica una ley orgánica que centraliza la administración de trenes bajo la dependencia del Ministerio de Obras Públicas. 1948. Juan Domingo Perón nacionaliza 25.000 kilómetros de ferrocarriles de propiedad británica y reorganiza la red en siete líneas. 1976. La dictadura clausura diez mil kilómetros de vías, mil estaciones y suprime sesenta mil empleos. 1985. Raúl Alfonsín inaugura el servicio eléctrico del Ferrocarril Roca, que implicó la compra de coches fabricados por Toshiba. 1991. Carlos Menem inicia el proceso de privatización del tren al dividir la red en segmentos y otorgar concesiones a privados. 2002. Eduardo Duhalde firma el decreto 2075, aún vigente, que plantea la Emergencia Ferroviaria y suspende planes de inversión. USOS DE LA SUBE Desde 2011, el gobierno nacional explicitó su deseo de continuar subsidiando el transporte público pero con un progresivo cambio en la modalidad: en lugar de subsidiar empresas transportadoras, el objetivo será subsidiar personas. Esta medida, que el Estado se propone instrumentar por medio de la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico), permitirá que los beneficiarios de planes sociales como la Asignación Universal por Hijo, los jubilados, estudiantes y veteranos de guerra paguen menos por su boleto que el resto de la población. De esta manera, se irán quitando progresivamente algunos subsidios, tal como ocurrió con las facturas de luz y gas que reciben los usuarios del área metropolitana. En diciembre, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunció la segunda etapa de segmentación de tarifas y explicó que a partir de esa semana comenzaría a regir un nuevo esquema de valores: los jubilados y pensionados, beneficiarios de la AUH, ex combatientes de Malvinas y estudiantes continuarán pagando como hasta ahora, mientras que el resto de los usuarios de la SUBE pasarán a pagar un peso el abono mínimo de tren y 1,50 el de colectivo. Por último, quienes no usen la tarjeta pagarán el doble del boleto mínimo tanto en trenes como en colectivos. El funcionario sostuvo que “la instrumentación de la tarjeta SUBE fue absolutamente exitosa” y aseguró que hoy la usa más del 95 por ciento de los pasajeros. “Éste es un paso más para que el aporte que hace el Estado se oriente a los pasajeros de manera más racional y eficiente, empezando a tener una mayor ponderación la demanda que la oferta”, concluyó Randazzo. LA CAUSA JUDICIAL Al cierre de esta edición, las causas judiciales por la tragedia ferroviaria del 22 de febrero de 2012 continuaban tramitándose en tres juzgados distintos. El juez federal Claudio Bonadío investiga a los directivos del holding Cometrans, controlante de TBA, por presunto “desvío de fondos públicos” (según estableció el Cuerpo de Peritos de la Corte, controlante y controlada se prestaban dinero y firmaban entre sí contratos de asesoramiento). El magistrado Sebastián Ramos, en tanto, tiene a su cargo una investigación anterior sobre el desvío y mal uso de subsidios del Estado en el transporte público, y Ariel Lijo tramita el caso por supuestas irregularidades en la búsqueda del cuerpo de Lucas Menghini Rey. En el marco de estas batallas judiciales -que ya no son más la “megacausa” que había comenzado a tramitarse el año pasado- están procesados los empresarios de TBA Claudio y Mario Cirigliano (dueños también del Grupo Plaza), así como los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Este último había dicho a dos días de la tragedia de Once que si el accidente “hubiera ocurrido ayer, que era un día feriado, seguramente ese coche hubiera impactado y hubiera sido una cosa mucho menor y no de la gravedad que fue hoy, que lo constituyó en un accidente extremísimo”. El 11 de enero, la Justicia confirmó su procesamiento y el de Jaime por “administración fraudulenta” y “estrago culposo” por la falta de control que derivó en la tragedia. Quedaron en idéntica situación procesal el ex subsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna, y los ex interventores de la CNRT Pedro Ochoa Romero y Eduardo Sícaro. MANO A MANO Elido Veschi ex titular de Apdfa* «Necesitamos gente preparada» Por F. P. ¿Qué ejemplos debería tomar la Argentina de cara a un desarrollo ferroviario? El de Francia, donde el Estado se alió al sector privado para desarrollar tecnologías, o el de España, aunque hay que decir que ellos tardaron quince años en implantar algo razonable. De todas maneras, no hay modelos únicos. En la Argentina en la década del setenta se presentaron estudios profundos que explicaban cómo unir ciertas ciudades del país por medio del tren. ¿Cuál es su propuesta? Un plan estratégico vinculado a un modelo de desarrollo industrial. Analizar qué se hizo con los inventarios entregados a los concesionarios, 35 mil millones de dólares en material rodante… Seguir la ruta de los subsidios. Por último, explicarle al Poder Ejecutivo que no será fácil recuperar un sistema que ha sido completamente destruido. ¿Qué de esto debería hacerse ya mismo y qué se puede plantear como un proyecto a largo plazo? Ante todo, debería existir un plan a tres años de estabilización. En segundo lugar, un desarrollo de 11.000 kilómetros de vías -incluyendo 8.000 kilómetros para trenes interurbanos- que podrá hacerse de acá a cinco años. Esto incluiría la mejora de los servicios de carga, siempre y cuando no se manejen mediante el sistema de concesiones. Por último, un plan a diez años donde comenzaría la modernización del sistema. Pero para esto necesitamos equipos de gente preparada, que hoy faltan. ¿Cómo puede suplirse la falta de cuadros técnicos? No es imposible, ni tan ambicioso. Lo que hace falta es iniciar a 20 o 25 personas en lo que sería el planeamiento estratégico del ferrocarril. ¿Es posible –o deseable– que el país deje de importar material rodante y vuelva a tener fábricas vinculadas a la construcción de ferrocarriles? Por supuesto. La prueba está en los subterráneos. Cualquiera te puede confirmar que los mejores coches que tenemos fueron fabricados por Fiat en la década del sesenta. Sin embargo, estamos importando un material de Chile que ha tenido bastantes problemas. Hay iniciativas para volver a producir acá. ¿En cuánto calcula la inversión necesaria para rehabilitar y rediseñar el sistema? Las cifras que manejamos, y que figuran en proyectos de ley que hoy están durmiendo en el Congreso, hablan de 600 millones de dólares al año. *Asoc. del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos ¿MADE IN ARGENTINA? El 10 de enero, la presidenta Cristina Kirchner anunció la compra de 409 coches para las líneas Sarmiento y Mitre a la empresa china CSR, una inversión de 4.900 millones de pesos. Los nuevos trenes, dijo la mandataria, se pondrán en funcionamiento en los próximos meses y “serán reparados en nuestros talleres, que ya ocupan a más de 1.200 trabajadores que arreglan los coches de otras líneas de pasajeros”. Sin embargo, la Argentina sigue siendo “un país con ferrocarriles pero sin industria ferroviaria”, como escribió alguna vez el politólogo Matias Rohmer. Su diagnóstico venía acompañado por una serie de postales: los rieles sobre los cuales andan nuestros trenes los fabricó la vieja Somisa, la siderúrgica estatal; muchos de los vagones y locomotoras producidos en el país son copias de modelos japoneses o norteamericanos; otros son material en desuso de los países centrales; como frutilla del postre, dice Rohmer, los últimos planes de renovación ferroviaria -55 nuevas formaciones que comenzarán a operar entre febrero de 2014 y noviembre de 2015- se tradujeron en importaciones chinas. En el reportaje que acompaña esta edición, Elido Veschi, ex titular de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (Apdfa), sostiene que muchas de las importaciones de material rodante terminan fracasando en sus versiones adaptadas y asegura que es posible volver a producir material ferroviario en el país (y que, además, existen numerosos proyectos locales que detallan cómo se podría hacer). El Gobierno, en tanto, asegura que está negociando con los gremios del sector para reactivar los talleres de Tafí Viejo, en Tucumán. Revista Debate http://www.revistadebate.com.ar/2013/03/01/5921.php GB

EL LIBERTADOR DE NUESTRO TIEMPO

El Libertador de nuestro tiempo iluminó la eternidad Por Pedro Jorge Solans* Duelo en todos los rincones de América Latina. Duelo en el alma. Dolor en mi corazón. Pero cierro los ojos y te sueño comandante, resplandeciente, bajando de Petare con las alforjas llenas de vida, tarareando las canciones de Alí Primera. Te veo comandante dando identidad y visibilidad a los nuestros, a esos que eran meros números, o clientes, o eran portadores de ese mismo dolor que siente mi tierra profunda. Nadie más, ni nadie menos, que la América Negra, que la América india, que la América mestiza, que la América libre, sabe de ese dolor. Tu dolor, mi dolor por tu dolor, comandante de las Américas. Hugo Chávez ya no sos vos, ahora sos mi comandante, sos el comandante de millones de latinoamericanos que amamos la vida, que amamos nuestras banderas, que amamos la libertad, que amamos nuestra tierra, que amamos el sol, que amamos lo finito, que sencillamente amamos. Pero resulta, Comandante, que ese dolor por tu ausencia física no será de llanto, ni pena, será de milagro y de luz, de fuerza y de alegría para embanderarnos en tu eternidad. Sé, estoy seguro, y pondré las manos en el fuego por el encuentro entre vos, Ernesto Che Guevara, y Néstor Kirchner: Leyendas Patrióticas de nuestro ser. Pondré las manos en el fuego por la rebeldía libertaria de tus enseñanzas, y será el fuego de compromiso y de amor. Serás sueño siempre. Serás maestro y guía siempre. Serás el río Orinoco, serás el río Caroní, serás mar, y por allí bajarás de tu Caribe caliente hacia Los Andes, de las selvas húmedas hasta los hielos continentales. Te veo en Puerto Ordaz, en Cumaná, en toda la región de Sucre, en Mérida, en Caracas, en Zuliá, en Valencia, en Barquisemeto, en los llanos, en las islas. Comandante te veo enseñando a escribir, dando de comer, dando nombre y apellido a nuestros hermanos, esos que los otros solo los llaman “los nadies”. Te veo, comandante, bailar y cantar por las aguas caribeñas y el calor de las calles de Bariñas y de los lugares donde nadie otro como vos lo saben caminar. Pero caminaremos por tu nombre, comandante por esa Venezuela maravillosa que le sacaste lustre, que le sacaste brillo inconmensurable de cariño y pasión. Vos que dignificaste a esa Venezuela, y resucitaste a Simón Bolívar en Santa Marta, a Francisco Miranda en Caracas, a José de San Martín en Boulogne Sur Mer, a Manuel Belgrano en Buenos Aires, a Antonio José Sucre en Cumaná, y a Néstor Kirchner en Calafate. Vos que ibas y decías: - ¡Arriba que tenemos que seguir! Y se levantaron con vos, y ahora nos levantaremos nosotros con vos, comandante. Porque vos nos enseñaste que la vida es revolución, que la vida es amar hasta confundirse con la Patria y la Patria con la Tierra. Y estarás siempre en el cielo limpio de nuestro horizonte. Volverás, y estaremos en tu Venezuela querido comandante Hugo Chávez, querido libertador de nuestro tiempo. * Director de www.eldiariodecarlospaz.com

EL PT CONSTRUCTOR DE VICTORIAS.

TRES DÉCADAS CRECIENDO El PT, constructor de victorias Por Cecilia Escudero | Debate Es el socio mayoritario de la coalición que gobierna Brasil desde hace diez años. Y un partido de izquierda convertido en una imbatible maquinaria electoral. “Yo soy PT, Dilma es PT, todos nosotros somos PT. Y vos, ¿sos PT?”, preguntaba entusiasmado Luiz Inácio Lula da Silva en un corto publicitario por el aniversario número treinta del Partido de los Trabajadores, celebrado el 10 de febrero de 2010. Era tiempo de festejo, aunque también era el momento de encolumnar las bases del partido detrás de la candidatura de Dilma Rousseff. Una figura que, hasta hacía poco, no era más que un cuadro técnico en las filas oficialistas. Por entonces, y pese a la oposición de algunos díscolos, el PT acató las directivas del líder, y no se equivocó. Hoy, quien es la actual presidenta del país logró lo imposible: igualar en popularidad a su mentor, en una cifra que supera el 70 por ciento. Con todo, actualmente, el partido suma más motivos para celebrar. En enero de 2013, cumplió diez años como socio mayoritario de la coalición de fuerzas que gobierna la sexta economía del mundo. Un lapso de tiempo (que abarca los dos mandatos de Lula y los dos años que lleva el de Dilma) que conllevó una gran transformación económica, social y política a fuerza de la aplicación de nuevos mecanismos redistributivos. Pese a que el futuro sigue siendo prometedor, el ejercicio del poder de esta fuerza política proveniente del campo popular estuvo plagado de altibajos. Los escándalos de corrupción ensombrecieron gran parte del trayecto, e hicieron caer a varios de sus líderes históricos. Sin embargo, las últimas encuestas indican que el candidato del PT será el triunfador en las presidenciales de 2015. El pronóstico vale tanto para Lula como para Dilma, aunque es demasiado temprano para prever cuál de los dos dará la próxima batalla en las urnas. CON PESO PROPIO En este contexto, las preguntas sobre la naturaleza de la organización partidaria que instauró una suerte de “socialdemocracia del sur” son materia de discusión. Después de todo, se trata de la plataforma del denominado “lulismo”, una de cuyas virtudes radica en ir más allá de todas las corrientes y fricciones internas del partido. El coordinador del Programa de Política Internacional del Laboratorio de Políticas Públicas, Gabriel Puricelli, opina, en diálogo con Debate, que “el PT es prácticamente el único partido nacional que existe en Brasil, aunque tenga distinto peso electoral en las regiones del país”. Según este analista, tanto su unidad programática como su organización homogénea dan forma a una fuerza competitiva frente al bloque opositor. Producto de estas características, el PT funcionó como “un gobierno en espera” antes de su llegada a la presidencia. Por lo que una vez que ocupó el Palacio de Planalto pudo abastecer al gobierno de los cuadros necesarios para ocupar los ministerios clave, desde donde se estructuró la visión estratégica del gobierno, según explica Puricelli (ver recuadro). En este sentido, el analista Fabián Calle remarca, en comunicación con esta revista, que el PT fue creciendo desde abajo hacia arriba. “Más que un partido es un movimiento que trabajó desde las bases. Es un conglomerado de grupos de diversas raíces, que tienen cierta coherencia ideológica más allá de su carácter heterogéneo”, afirma Calle, magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad de Bologna. ORÍGENES Entre las condiciones que hicieron posible el nacimiento del Partido dos Trabalhadores se puede subrayar la “transición democrática” iniciada hacia 1978, y que formalmente recién concluyó en 1989. Se trató de un proceso de apertura política que provocó la reorganización de las fuerzas sociales en el ocaso de la dictadura militar iniciada en 1964, tras el golpe de Estado al gobierno de João Goulart, la última expresión de la era varguista en el poder. Asimismo, la fuerte industrialización que experimentó el país durante los gobiernos de facto también funcionó como caldo de cultivo para la creación del PT. El crecimiento económico denominado el “milagro brasileño” (1967-1973) generó, entre otras cosas, un nuevo “proletariado” concentrado en el ABC de San Pablo, lo que propició “una nueva dinámica del movimiento obrero”, raíces del actual PT, afirma el politólogo Ricardo Romero en Alternativas en América Latina. Los dilemas de la izquierda en el siglo XXI. “El PT nace de la nueva estructuración social del Brasil posmilagro”, explica. El partido fue fundado en febrero de 1980, y su primer estatuto lo identifica con el “socialismo democrático”. Sus creadores fueron sindicalistas, miembros de la Iglesia Católica identificados con la Teología de la Liberación, intelectuales de prestigio, ex integrantes de la lucha armada, y diversas figuras del movimiento popular. Entre los fundadores, como se sabe, se encontraba Lula, de oficio tornero mecánico y prominente dirigente sindical, que fue presidente del partido hasta 1987, e incluso hasta hoy es su presidente honorario. BARAJAR Y DAR DE NUEVO Puricelli destaca el carácter rupturista de esta fuerza durante su gestación, ya que “rompe con todas las tradiciones y dogmatismos de la izquierda brasileña”. Así, el PT se diferencia del varguismo y de quien, en los ochenta, se constituyó en su heredero político, Leonel Brizola. Precisamente, el Partido Democrático Laborista (que fundó Brizola y al cual se afilió Dilma Rousseff una vez restablecida la democracia) y el PT fueron las dos grandes fuerzas de izquierda hasta fines de la década del noventa. Ambas se posicionaron como acérrimas opositoras a los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso. Sin embargo, con el correr del tiempo, el PDL perdió fuerza y el PT se convirtió en la organización opositora dominante, referente de la izquierda regional e internacional. Asimismo, la trayectoria que hizo de este movimiento de izquierda una imbatible maquinaria electoral hace difícil su comparación con otras experiencias en la región. En el último número de la Revista de Ciencias Sociales de la UBA, el politólogo Amílcar Salas Oroño realiza una comparación entre el “kirchnerismo” y el “lulismo”, en la medida en que se desplegaron sobre terrenos bien diferentes, y responden a herencias singulares. El especialista explica que mientras el kirchnerismo produjo un realineamiento partidario luego de la fragmentación y deslegitimación del sistema político, a comienzos de este siglo, en Brasil, el lulismo resultaba ser la consagración de una larga trayectoria. Así, si bien en los ochenta en el país vecino reinaba el “multipartidismo caótico”, hacia 2002, y en gran medida “a partir de la influencia ejercida por el Partido dos Trabalhadores”, el escenario tendía hacia “una estabilización de las opciones electorales”. PASO A PASO Doctor en Economía de la Universidad de Santa Catarina, el brasileño Nildo Domingos Ouriques afirma a Debate que “el PT es una gran conquista y un gran fracaso brasileño. Una conquista porque significó el reencuentro de la izquierda brasileña con la gran masa de la población, cuyo lazo se había roto con el golpe de 1964”. ¿Y por qué un fracaso? Este especialista asegura que el partido abandonó con el tiempo una “perspectiva nacional democrática y popular”, la que había caracterizado, por caso, al gobierno derrocado de Goulart. Domingos Ouriques señala que la fuerza política que había nacido de “la unión de sindicalistas y numerosas fuerzas de la izquierda marxista, sea leninista o trotskista” fue girando progresivamente hacia la derecha a partir de 1989, con la celebración de las primeras elecciones directas en 25 años. Allí, Lula perdió contra Fernando Collor de Mello -cuya candidatura es conocida por haber sido “fabricada” por el grupo de medios O Globo- quien en 1992 dimitió al cargo acosado por el desarrollo de un juicio político casi sin apoyos en el Parlamento. En tanto indiscutida principal figura del PT, y en ascenso siempre creciente dado su carisma y capacidad de liderazgo, Lula fue candidato a presidente en representación del PT y sus aliados en dos ocasiones más: en 1994 y en 1998, cuando perdió las dos veces frente a Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Para entonces, y hasta hoy, el sistema político se estructura en gran medida alrededor de estos dos polos antagónicos. Es decir, uno de ellos, liderado por los socialdemócratas, y el otro, encabezado por los petistas. EN EL PODER Cuando la victoria llegó al fin en 2002, el PT siguió virando hacia el centro del espectro político. Esto le valió una serie de apoyos importantes, pero también generó disidencias con algunos dirigentes y movimientos sociales que apoyaban el partido, como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra. Incluso, ciertas tendencias internas conformaron nuevas opciones electorales, como el Partido Socialismo y Libertad, que tuvo una buena performance en las elecciones municipales de octubre. “Un partido político es aquél capaz de dirigir intelectual y moralmente la transformación de un país. El PT sigue siendo una gran máquina electoral, se constituye en una gran pieza de la democracia pero es incapaz de proponer cambios profundos”, dice Domingos Ouriques. Con todo, el PT se ha situado, en muchas ocasiones, a la izquierda de la coalición gubernamental, que incluye fuerzas que transitan todo el arco ideológico. E, incluso, no fueron pocas las fricciones entre el partido y las decisiones del gobierno, especialmente en materia económica, ya que Lula, en líneas generales, optó por seguir con la política económica implementada durante los gobiernos de Cardoso. Al respecto, Calle asegura que no debe resultar llamativo que, una vez que el PT consagró su ingreso en la elite política brasileña, “haya mantenido ciertas continuidades”. Opina que “en Brasil, al contrario de lo que ha ocurrido en la historia argentina, no hay incendios fundacionales que inauguren una nueva de vez en cuando”. Por ello, este analista asegura que, previsiblemente, Lula prefirió trabajar sobre un terreno firme, alejado de alternativas extremas. “Como todo país ballena, se mueve lento, con todo lo bueno y malo que eso implica”, remata el especialista. “PRESIDENCIALISMO DE COALISIÓN” En este contexto, otro factor que mueve la balanza a favor de la moderación, es la necesidad de alcanzar consensos en el interior de la coalición gubernamental. Así, pese a que, incluso hasta hoy, “la imagen y la referencia a Lula es lo que sustenta a los gobiernos encabezados por el PT” (como afirma el brasileño Marcelo Valença, ver recuadro) es el denominado “presidencialismo de coalición” el que obliga a la construcción de consensos. Actualmente, la coalición gubernamental suma diez partidos en total -en 2002 eran cinco-, siendo el centrista Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) el más importante. La alianza con esta fuerza se enmarcó en la necesidad por parte de Lula de extender su red de apoyos en momentos en que el PT vivía una de las más graves crisis en su historia: los escándalos de corrupción de 2005, conocidos como el “Mensalão”, que consistió en una red de sobornos en el Parlamento. Domingos Ouriques define este hecho como una suerte de “ahorcamiento” del PT, que provocó una “crisis moral en el partido”, al verse afectados dirigentes de la talla de José Dirceu, por entonces heredero natural a suceder a Lula en la presidencia. Asimismo, este analista sostiene que los escándalos generaron cierto “alejamiento” tanto de Lula como de Dilma del partido, en un intento por despegarse de la imagen de corrupción que irradiaba esta fuerza política. Entonces, Lula formalizó puentes con fuerzas amigas como un modo de garantizar “la gobernabilidad”. Sin duda, la experiencia de Collor de Mello había dejado una enseñanza importante para la dirigencia. EL FUTURO El Mensalão fue un gran golpe para el PT, pero no mortal. Al contrario, impulsó un proceso de renovación de cuadros que tuvo su cumbre con la elección de Dilma como presidenta de la República. La victoria, en octubre último, del hasta hace poco desconocido Fernando Haddad como alcalde de San Pablo es otro símbolo de los nuevos tiempos. Su candidatura fue promocionada y respaldada por Lula en persona. Quedó claro que su intención fue promover caras frescas en el PT paulista, un grupo que desde mediados de los noventa dirige el partido a nivel nacional, y cuyos referentes eran nada menos que Dirceu o Antonio Palloci (jefe de Gabinete de Dilma que tuvo que renunciar debido a las denuncias de enriquecimiento ilícito). En gran medida, la crisis por corrupción fue transferida al partido, y no cargó sobre la espalda de Lula. Mucho menos sobre la de Dilma. Sin embargo, ambos necesitan del PT como soporte para gobernar, y más aún como garante para vencer en futuras elecciones. Después de todo, es la organización partidaria más votada del país, y la más popular entre los brasileños desde el año 2000. Cuenta con un millón quinientos mil afiliados, y una estructura organizativa sólida. Por ello, Lula, de tanto en tanto, sale a aunar voluntades y a interpelar sobre la identidad partidaria. “Todos somos PT”, recuerda. SE BUSCAN SUCESORES Profesor en el Programa de Posgrado en la Universidad del estado de Río de Janeiro, el brasileño Marcelo M. Valença asegura, en diálogo con Debate, que el gobernante Partido de los Trabajadores carece de una planificación a largo plazo de cara a la preparación de sucesores o renovación de cuadros. Un proceso, acaso, indispensable a fin de evitar las “brechas generacionales”, que hacen que un dirigente importante no tenga un heredero político definido una vez que se aleja del poder. El experto asegura que, actualmente, hacia el interior del PT se libra una discusión acerca de cómo fortalecer las instituciones políticas. Asimismo, hay un esfuerzo por mejorar la imagen del partido -afectada luego de sucesivos escándalos de corrupción- y por evitar ser identificados con los manejos partidarios que este mismo criticaba cuando era oposición. Por ello, según este académico, algunas corrientes del PT defienden la renovación interna. “En el Norte, ya van surgiendo nuevos liderazgos con ánimos de cambiar la cara de la organización. El problema está en el sureste y el sur, donde el partido parece ser más homogéneo cuando, en verdad, es más centralizado”, afirma. Con respecto a qué peso tiene en el partido la figura de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente honorario del PT, Valença asegura que, pese a que pueda ser controvertido su análisis, considera que “la figura de culto de Chávez es muy cercana a la de Lula, una persona más allá del bien y del mal, que representa la última defensa de los valores del partido y de la sociedad”. ASCENSO PROGRESIVO Sociólogo e investigador del Laboratorio de Políticas Públicas, Gabriel Puricelli considera, en diálogo con esta revista, que “efectivamente hay una relación de autonomía relativa tanto de Lula como de Dilma respecto del PT”. Según este analista, el ex mandatario consiguió posicionarse por encima de las corrientes internas del partido, en gran medida debido a ese “plus” que le otorgan su carisma, gran capacidad de liderazgo y popularidad entre el electorado. La presidenta Dilma Rousseff, en opinión de Puricelli, seguiría los pasos de su mentor, en la medida en que, en primer lugar, no es socia fundadora del PT como Lula, y dentro de esta organización siempre había cultivado un perfil más bien técnico. “De todas maneras, la autonomía que ambos ejercen no ha llegado a provocar conflictos ni rupturas con el partido, en cambio se trata de una tensión con éste más bien productiva”, afirma. Ante una pregunta de esta revista, Puricelli afirma que Lula proviene de una facción dominante dentro del PT que en un primer momento se denominó “Articulación”, y luego “Campo Mayoritario”. Ésta se define por su “carácter aluvional”, en la medida en que conforma una gran corriente que sintetiza los distintos espíritus doctrinarios del PT. Por otra parte, ante una pregunta de Debate, Puricelli subraya que Lula, al contrario de otros líderes regionales contemporáneos, no emerge como producto de una implosión del sistema partidario y su consecuente crisis de representación. Este analista destaca, al contrario el recorrido consistente y lineal de Lula en el poder. Revista Debate http://www.revistadebate.com.ar/2013/03/01/5928.php GB

LA OPO Y CHAVEZ

LA MUERTE DE CHAVEZ GENERO REACCIONES ENCONTRADAS ENTRE LOS DIRIGENTES ARGENTINOS Una oposición dividida por Venezuela Mauricio Macri reaccionó ante unos afiches que aparecieron en las calles porteñas homenajeando a Chávez. En el FAP hubo nuevas reacciones ante las declaraciones de Hermes Binner a favor de Capriles. También opinaron radicales. Por Werner Pertot Mauricio Macri, Hermes Binner, Claudio Lozano y Oscar Aguad, con distintas visiones del chavismo. La opinión sobre Hugo Chávez de la oposición argentina no es homogénea. El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, pidió que “no sigamos en nada a Chávez”. Aclaró que lo hacía “con todo respeto”. Se trata de una declaración esperable y que no le generará al líder del PRO ningún conflicto entre sus seguidores ni en su electorado. No ocurrió lo mismo con el referente del FAP, Hermes Binner, quien admitió que hubiera votado a Henrique Capriles. Se diferenciaron otros integrantes del FAP como Claudio Lozano y Victoria Donda, aunque la diputada aclaró que tenía críticas al chavismo. Dirigentes radicales de distinta extracción como Oscar Aguad o Leopoldo Moreau hicieron una semblanza moderada sobre el presidente venezolano. A Macri le preguntaron en una entrevista radial por unos afiches pegados en Buenos Aires que dicen “Por siempre, Comandante: llorarlo sería poco, hay que seguir su ejemplo”. “Con todo el respeto, esperamos que nosotros no sigamos nada de él. Hemos aprendido a interpretar muy bien lo que pasó en los últimos años en la Argentina, y todo ese aprendizaje nos aleja de lo que hizo Chávez en Venezuela.” El procesado jefe de Gobierno aseguró que los argentinos ya entendieron “qué es lo que no nos sirve: justamente el populismo, el facilismo, el ‘vale todo’ si sos amigo y ‘vale todo’ en contra tuyo si no pensás igual”. “Hay que seguir el ejemplo de Dilma Rousseff en Brasil, Chile en los últimos 20 años o lo que está haciendo Perú”, definió Macri su visión regional. Por supuesto, a nadie en el macrismo le resultó extraño ni se diferenció. Binner no tuvo la misma suerte. Desde que dijo que hubiera votado a Henrique Capriles, diversos dirigentes del FAP se vieron en la obligación de diferenciarse. Uno de los primeros fue Claudio Lozano. “Me parece una expresión desafortunada. Detrás de Capriles está el viejo sistema político venezolano que jamás favoreció al pueblo.” Lozano viajó a Venezuela a despedir al presidente venezolano. Ayer la diputada de Libres del Sur Victoria Donda también contradijo a Binner: “Yo hubiera votado a Chávez en Venezuela”, definió. “Tenemos diferencias con Binner, pero queremos un mismo proyecto de país. Es parte de la diversidad política. Lo peor que podemos hacer es negar diferencias que hay, pero ninguno de nosotros es venezolano. Nos ponemos de acuerdo para gobernar este país”, aclaró. “Uno no puede opinar sobre política internacional sin conocer qué está pasando en cada uno de los lugares. Tenemos críticas sobre el chavismo, pero entre Chávez y Capriles no había opción. Capriles representa un movimiento que es grande, pero fundamentalmente representa una vieja estructura de Venezuela. Capriles fue puesto en un conglomerado donde hay sectores de izquierda también”, afirmó Donda, que no aclaró cuáles eran las críticas a Chávez. Por su parte, el dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, dejó en claro sus diferencias con el referente del FAP: “A Capriles, ni muerto. Participé en Venezuela en lucha contra el sabotaje petrolero. Venezuela es el único país que no mandó tropas a Haití”. En el radicalismo hubo visiones moderadas sobre el fallecido presidente. “Chávez fue un punto de inflexión para Venezuela, habida cuenta de que cambió de manera decisiva el curso que tenía la renta petrolera, que hasta ese entonces iba a manos de una minoría oligárquica que ni siquiera la invertía en el país, sino que incluso la desviaba al exterior, razón por la cual Miami en un momento dado llegó a ser el paraíso de los millonarios venezolanos”, analizó Leopoldo Moreau. “Independientemente de los matices o errores que uno pueda evaluar sobre la gestión de Chávez, sin ser chavista, pero ya sólo con tener una mirada latinoamericanista uno no puede dejar de reconocer que sus políticas beneficiaron a las grandes mayorías”, indicó. “En síntesis, fue un dirigente que pertenecía a lo que podemos denominar el campo del pueblo”, destacó. En el otro extremo del espectro dentro de la UCR, Oscar Aguad consideró que “más allá del liderazgo de Chávez, que es indudable, pienso que tiene el mismo efecto del primer Perón. Incorporó a la visibilidad a la clase obrera. Anteriormente, Yrigoyen había incorporado a los inmigrantes”. Para Aguad, “el problema es lo que pasó después de Perón: el populismo se apoderó de la Argentina y ya llevamos siete décadas sin superarlo. Esto podría pasarle a Venezuela. Chávez sacó a más del 25 por ciento de la población de la pobreza. La pregunta es cómo podrá tener evolución social, si sólo depende de la producción petrolera. Venezuela va a vivir un proceso muy similar al que vivió la Argentina a partir de la década del cincuenta”. “Advierto que los populismos se han mostrado ineficientes, para generar riqueza –destacó Aguad– utilizan los recursos que existen en los países y agotan los stocks sin reponerlos y sin crear riquezas nuevas.” 09/03/13 Página|12

SABER PODER Y MORAL POR ANA JARAMILLO

Saber, poder y moral Por Ana Jaramillo* Todos sabemos que la relación entre el saber, el poder y la moral se va modificando a lo largo de los tiempos, mas sin embargo, algunos poderes y sectores privilegiados “dueños del poder letrado” se abroquelan muchas veces impertérritos en lo que Ángel Rama llama la “ciudad letrada”. Algunos no se enteraron que la mayoría de los ciudadanos ya somos “letrados”, y el porcentaje de analfabetismo que aún persiste en la población local y mundial sigue siendo una afrenta a los derechos humanos y un escarnio para quienes no hacen nada para modificar esa situación. Las primeras universidades creadas en Occidente tienen ya más de mil años, fueron establecidas en pleno Medioevo y estaban formadas principalmente por clérigos que eran los únicos que sabían leer y escribir. Se encargaban de traducir, de copiar y de interpretar la palabra divina, o sea la Verdad. La Verdad no se modificaba, aunque la morfología social, las relaciones de poder, las costumbres y la moral social general lo hicieran, porque era palabra de Dios. Así como los príncipes se amurallaban en su castillo y defendían su poder con la espada y la seguridad de sus tropas, los clérigos se amurallaban en la Verdad de las escrituras sagradas que sólo ellos podían interpretar y transmitir a unas pocas y selectas minorías. La Corona española fundó más de treinta universidades en sus otrora colonias en América Latina y se dedicó a evangelizar a la población nativa y a seguir interpretando e imponiendo la eterna palabra de Dios. En el magnífico ensayo del oriental Rama prologado por el mexicano Carlos Monsiváis, se examinan las relaciones entre el saber, el poder y la moral en la América hispana desde el descubrimiento (o encubrimiento de la cultura preexistente, al decir del filósofo Leopoldo Zea), desde las primeras escrituras en las ciudades que especulaban la distribución de la riqueza en los planos urbanos que terminan pareciendo “sagradas escrituras” por la inamovilidad de sus edificaciones y organización territorial hasta el siglo XX. Para Rama “en el centro de toda ciudad hubo siempre una ciudad letrada que componía el anillo protector del poder y era el eje conductor de sus órdenes. Son religiosos, profesionales y múltiples servidores intelectuales”. Para Monsiváis, “la arrogancia de la ciudad letrada proviene de su afán de hablar en sabio, por lo que sus textos intensifican lo ininteligible”… “la ciudad letrada secuestra el idioma, y lo aleja de la gente común”. Continúa Rama sosteniendo que “Más significativo y cargado de consecuencias que el elevado número de integrantes de la ciudad letrada, que los recursos de que dispusieron, que la preeminencia pública que alcanzaron y que las funciones sociales que cumplieron, fue la capacidad que demostraron para institucionalizarse a partir de sus funciones específicas (dueños de la letra) procurando volverse un poder autónomo, dentro de las instituciones del poder a que pertenecieron: Audiencias, Capítulos, Seminarios, Colegios, Universidades… No sólo sirven al poder, sino que también son dueños de un poder” La supremacía de la ciudad letrada en una población analfabeta estaba pertrechada para ocupar el lugar de las religiones cuando la sociedad comenzó a secularizarse. Las dos lenguas, la pública y de aparato y la popular, que para Rama se formó en la Colonia , se mantuvo desde la Independencia hasta nuestros días. Citando a Bolívar que califica de “república aérea” a la función escrituraria despegada de la realidad se prolonga en el desencuentro entre el corpus legal y la vida social. Tanto las Universidades como quienes legislan para esta realidad del siglo XXI, deberían entender lo que Monsiváis toma de Whitehead lo “indetenible de la idea que ha llegado”. La idea que parece indetenible es la de construir una sociedad más equitativa, sin privilegios escudados en escrituras, reglamentaciones o códigos escritos en un lenguaje críptico que sólo algunos descifran pero casi todos intuyen y comprenden. Códigos que no reflejan la sociedad real ni las modificaciones en la moral social general, ni las nuevas problemáticas de nuestro país. Códigos que son legales pero ya no legítimos. La ciudad letrada se sigue amparando en la autonomía institucionalizada de su poder. Todavía no comprendió que no es autónoma de la cambiante realidad y que tampoco es autónoma de la sociedad en general y que la “verdad” debe corresponderse con la época y la sociedad en que se vive y con los proyectos y la voluntad de cambio de la comunidad a la que se pertenece. Mientras los legisladores acabaron con las jubilaciones de privilegio de los funcionarios públicos, los jueces siguen decidiendo a qué edad se jubilan sin importarles la edad que fija la Constitución Nacional. Mientras todos los ciudadanos pagamos impuestos a las ganancias, los jueces sostienen que sus sueldos son “intangibles” sin importar las situaciones o debacles económicas nacionales ya que se lo fijan ellos mismos. Para ellos no hay paritarias. Mientras se comienzan a juzgar a civiles y sacerdotes cómplices de la última dictadura, todavía subsisten jueces que avalaron con su “letra” por acción u omisión los crímenes aberrantes y de lesa humanidad. Mientras los académicos tienen que refrendar sus concursos, para los jueces los concursos son vitalicios. Mientras se eliminaron los aranceles universitarios en 1949 y se siguen creando universidades para acercarlas a la gente, las escuelas judiciales dependientes de los Consejos de la Magistratura son las únicas que otorgan puntaje para concursar y de nada vale la formación universitaria de posgrado en las universidades públicas acreditadas para impartir los estudios de posgrado como especializaciones, maestrías y doctorados. Mientras varias universidades ya integramos a la decisión del Consejo Superior del gobierno de la universidad al Consejo Social Comunitario con voz y voto, junto a los docentes, no docentes, estudiantes y graduados, los jueces no convocan a ningún jurado ni siquiera escabinado para compartir sus decisiones con la sociedad. Las universidades también deben democratizarse. Mientras a cualquier ciudadano en un juicio se le pregunta si le caben las generales de la ley, algunos jueces vinculados con lo que tienen que juzgar, se los debe recusar en vez de excusarse ellos mismos. Democratizar implica distribuir el poder ya sea letrado, económico, cultural, político o social. Los tres poderes del Estado republicano son independientes entre sí, pero todos seguirán dependiendo del plebiscito permanente de los ciudadanos. Que ya no se acepta el “despotismo ilustrado” ni los principios aristocratizantes de muchas legislaciones o interpretaciones caprichosas de algún poder, es una idea indetenible que se llama democracia, donde el único soberano es el pueblo. En el siglo XVIII, se declararon los derechos del hombre y del ciudadano, comunes a todos. Como sostiene Ortega y Gasset, todo derecho afecto a condiciones especiales quedaba condenado como privilegio. En su libro la Rebelión de las masas, nos decía que en el siglo XIX, la masa lo veía como un ideal. No ejercitaba los derechos, no los sentía propios ni los sentía, porque bajo las legislaciones democráticas seguía como bajo el antiguo régimen y concluía: “el pueblo sabía ya que era soberano; pero no lo creía”. Ya en 1946, Ortega sostenía que “los derechos niveladores de la generosa inspiración democrática se han convertido, de aspiraciones e ideales, en apetitos y supuestos inconscientes…el sentido de aquellos derechos no era otro que sacar las almas humanas de su interna servidumbre y proclamar dentro de ellas una cierta condición de señorío y dignidad. ¿no era esto lo que se quería? ¿Qué el hombre medio se sintiese amo, dueño, señor de sí mismo y de su vida? ya está logrado. ¿Por qué se quejan los liberales, los demócratas, los progresistas de hace treinta años? O es como los niños, que quieren una cosa, pero no sus consecuencias? Se quiere que el hombre medio sea señor. Entonces no se extrañe que actúe por sí y ante sí, que reclame todos los placeres, que imponga decidido su voluntad, que se niegue a toda servidumbre, que no siga dócil a nadie, que cuide su persona y sus ocios, que perfile su indumentaria: son algunos atributos perennes que acompañan a la conciencia de señorío. Hoy los hallamos residiendo en el hombre medio, en la masa”. También nos decía Ortega y Gasset que ideas tenemos, pero en las creencias estamos. Y en la Argentina creemos que de la idea de una sociedad cada día más democrática, sin aristocracias letradas ni despotismos ilustrados, ya no hay marcha atrás. *Socióloga, rectora de la Universidad Nacional de Lanús

NO PODRAN CON NOSOTROS

“Comandante, no pudieron contigo, no podrán jamás con nosotros” Durante el funeral de Estado del presidente Hugo Chávez, su sucesor, Nicolás Maduro, aseguró que "la vida entera de nuestro comandante ha sido su testamento. Su palabra, su acción, el pueblo de Venezuela somos su testamento vivo". , y convocó a quienes quieran "rasgar la mentira de la canalla mediática, la mentira psicológica mundial" a leer la Constitución bolivariana. Maduro repasó, más adelante, "las cinco tareas que nos dejó el comandante: mantener la independencia lograda en 14 años de revolución, construir 'nuestro socialismo', convertir a Venezuela en una gran potencia, construir un mundo de equilibrio, sin imperios" y, la que definió como la más ambiciosa, luchar por "la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana". "Este mundo debe cambiar", concluyó Maduro: "Misión cumplida, comandante, la lucha sigue". "Su alma y su cuerpo andan ahora por este universo expandiéndose, llenándose de justicia y amor", dijo Maduro con la voz entrecortada, al recordar a quien explícitamente lo designó como su sucesor. "No pudieron las mentiras y el odio, porque aquí está nuestro comandante. Tenía el escudo más poderoso de un hombre: el escudo de la pureza, de la verdad, de hijo de Cristo", enfatizó. Para Maduro, "jamás en 200 años se mintió tanto sobre un hombre, Ni aquí ni en ningún lado". Ni siquiera, señaló, el Libertador Simón Bolívar lo fue tanto, pues aunque fue traicionado en su momento, se le respetó su gloria. Maduro hizo un recuento de atropellos sufridos por Venezuela a lo largo de la historia, sobre todo de quienes "vinieron por nuestro petróleo". En otro momento de su larga intervención posterior a la misa, Maduro reveló que Chávez los convocó a él y a otros dirigentes para pedirles ayuda en la redacción de su testimomio político "pero no pudimo cumplir su orden, era imposible. Porque su vida entera ha sido un testamento, una pasión. El pueblo de Venezuela es su testamento. Los oprimidos, nosotros, los nietos de los esclavos", añadió Maduro, exchofer de ómnibus. "(Chávez) fue un redentor en Cristo (...). Cuando descubrió por su propio camino que en el capitalismo neoliberal era imposible darles felicidad a los pueblos y darles estabilidad a las economías, abrazó un socialismo americano, indígena, bolivariano", agregó. La ceremonia comenzó con la entrega simbólica del sable de Bolívar, que maduro colocó sobre el ataud de Chávez y continuó con la guardia de honor de los presidentes del ALBA y la Celac. También participaron del homenaje los presidentes de Bielorrusia, Alexander Lukachenko, y de Irán, Mahmud Ahmadinejad, además de los cancilleres de Rusia y China , y figuras destacadas de la cultura y del deporte de Venezuela. La guardia continuó con la presencia de "la juventud de oro de la revolución". "Chávez no murió, Chávez se multiplicó", gritaron los asistentes desde las gradas. El funeral se realizó en el mismo salón Simón Bolívar de la Academia Militar donde está instalada la capilla ardiente, con la participación de un total de 33 mandatarios. "Quiero dar mis profundas condolencias al pueblo venezolano y a todos los pueblos del mundo, sobre todo los latinoamericanos", afirmó Ahmadinejad a su llegada a Caracas. "El presidente Chávez ha sido símbolo de todos los que buscan justicia, el amor y paz en el mundo", agregó. Entretanto, miles de simpatizantes del chavismo serpentean las calles aledañas a la Academia Militar para llegar ante el féretro del expresidente -cuyo cuerpo será embalsamado- y rendirle su último tributo: "No importa las horas que esperemos, pero aquí vamos a estar hasta que lo veamos", dijo Luis Herrera. ADIÓS A HUGO CHÁVEZ Una multitud acongojada pero entusiasta rodeó la ceremonia oficial Una multitud inmensa, a la vez acongojada y entusiasta, rodeó bajo el sol quemante y más de 30 grados de calor la ceremonia oficial de homenaje al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. En el interior de la movilización masiva, parte de la concurrencia se extendía en una fila serpenteante de varios kilómetros a la espera de acceder este viernes, sábado o en días subsiguientes a la capilla ardiente, en la Academia Militar en Caracas, para permanecer durante un segundo junto al féretro. Vista con gran angular, la manifestación exteriorizaba su sentido en las consignas, las banderas, las camisas rojas, las remeras con inscripciones e imágenes de Chávez y los altavoces que alternaban entrevistas, música e indicaciones para que pudieran reencontrarse familiares o integrantes de grupos y organizaciones separados involuntariamente dentro del laberinto humano. Ese mismo sentido, pero matizado y singular se manifestaba también en breves entrevistas aleatorias realizadas en el lugar por Télam. Fue el caso de Alicia, de Carabobo: "Vine a ver a mi comandante. Estoy aquí (en la cola) desde las dos de la tarde de ayer", explicó a esta agencia pasado el mediodía y, consultada sobre la obra gubernamental, señaló en primer lugar las misiones sociales. "Yo me gradué de enfermera en la misión Rivas, gracias a Hugo Chávez. El sigue aquí, en el corazón de todos nosotros, en el corazón del pueblo. Y ahora vamos a apoyar a Nicolás Maduro, como él lo dijo", agregó con la aprobación de quienes la rodeaban en la fila. Entre ellos, el caraqueño Julio, que trabaja en estadísticas de salud, afirmó que en esa materia "cambió todo, desde las misiones (que llevaron la atención de la salud a los barrios) hasta el acceso a los medicamentos". Pese a la magnitud de la movilización, era difícil advertir fuertes estructuras organizadas y parecían prevalecer los grupos de vecinos provenientes de un mismo barrio, sea de la capital venezolana o de otros estados, o compañeros de trabajo y otros colectivos. Una excepción era el numeroso y estentóreo grupo de integrantes del Frente Francisco de Miranda, organización fundadora de las misiones sociales surgida en 2004 a partir de cursos recibidos en Cuba en 2004 por jóvenes venezolanos. "Surgimos con la tarea de llevar las misiones a los barrios, a rescatar al desamparado", explicó Derlis. "Somos parte del ejército social de Chávez y sólo nos queda seguir su enseñanza: siempre, cuando tengas dudas, equivócate para el pueblo, equivócate para la izquierda", expresó. Buena parte de los consultados respondieron a esta agencia con palabras que parecían sumar oración y juramento, como las alusiones al "legado de Chávez" y la certeza en "la continuidad de la revolución", acompañados de argumentación y razones propias. "Hemos tenido tan buena suerte y tan mala suerte. Suerte, porque el Presidente nos abrió las ideas, los conocimientos; mala, porque ya no lo tenemos en físico, pero lo tenemos espiritualmente", dijo Alan, de la barriada de Catia, uno de los bastiones populares chavistas en los cerros de la capital del país. El seguramente mayor de los entrevistados, el ex guerrillero Nelson, profesor universitario jubilado, acudió a la movilización con uniforme de la Milicia bolivariana pero desarmado. "Nuestro comandante nos dejó una patria libre, independiente y abrió el camino a la integración latinoamericana, con la visión de Bolívar de la Patria Grande", sostuvo y explicó que la organización miliciana es "coadyuvante de las fuerzas regulares". Tan chavista como Nelson, a pocos metros Daniel, de Guárico, interpretaba en arpa piezas musicales junto a su hijo del mismo nombre y nueve años, que lo acompañaba con maracas. "En Venezuela, así como hay arpa llanera, hay arpa mirandina", explicó mientras tocaba un "seis por derecho", el joropo de otras regiones y mencionaba cuando menos una decena de ritmos folclóricos más. Cada uno a su modo, muchos más explicaron las razones del "todos somos Chávez", tal vez la consigna dominante o más representativa de la movilización popular masiva de estos días, a raíz de la muerte de Chávez. Ese era el caso del obrero petrolero carabobeño Eliecer, que habló de su militancia sindical, política y del compromiso con objetivos sociales, "como esa tarea que nos encomendó el comandante Chávez de cambiar ranchos por viviendas dignas". Por su parte, Adán, un joven licenciado en administración de empresas del estado Yaracuy, señaló que "son muchos sentimientos encontrados, rabia, dolor, tristeza, porque se nos ha ido un líder de los que no todos los días nacen, nacen cada 100 o 200 años". De la misma profesión pero del estado Táchira, otro muchacho fue el único en opinar contracorriente, en una de las entrevistas que este enviado de Télam realizó junto a un colega de La Nación de Buenos Aires. El licenciado en administración deploró que acceda a la presidencia Nicolás Maduro y desgranó de viva voz una serie de opiniones, todas compatibles con las de la coalición opositora MUD, sin evidenciar temor alguno. Entre quienes lo rodeaban, algunos manifestantes comenzaron a prestarle atención y desaprobaban sus dichos con gestos, como negar con la cabeza, pero con total respeto y sin interrumpirlo. Consultado por Télam, uno de ellos, del estado Cojedes, expuso sus contra-argumentos en el mismo tono, con total tolerancia y después todos siguieron igual, como si nada. Tanta gente, tanta pasión, tanto cansancio en los que llevaban horas y hasta días en el lugar, y nada que lamentar en costo humano o en hechos que salpicaran el masivo homenaje, hasta donde esta agencia pudo ver. El responsable de una de las cuatro Unidades Clínicas móviles del Ministerio de Salud ubicadas en la proximidad de la Academia Militar Bolivariana dijo a Télam que habían atendido numerosos casos, ninguno de ellos grave. Los cuatro médicos y los numerosos paramédicos de esta unidad atendieron en 24 horas unas 180 consultas, casi todas por causas originadas en el calor agobiante y las horas de espera, en muchos casos más de un día, además de una mujer con luxación de hombro. Unidades médicas similares pero de otras dependencias (como Protección Civil y Bomberos) fueron desplegadas en diversos puntos más periféricos de la concentración y a lo largo de la serpenteante fila de varios kilómetros formada por quienes aguardaban ingresar a la capilla ardiente con los restos de Chávez. "Asumo esta banda para hacer cumplir el legado de Chávez" En su asunción a la presidencia de Venezuela tras el fallecimiento de Hugo Chávez, Nicolás Maduro contó que en plena enfermedad el Comandante "nos hizo leer la constitución y ahí nos dio la órden, si llegara a suceder, tu, Nicolás, tienes que asumir". Jorge Arreaza será el vicepresidente ejecutivo. En su primer discurso como presidente del pueblo venezolano, Nicolás Maduro saludó a sus compatriotas visiblemente constarnernado: "Perdonen nuestro dolor, nuestras lágrimas", pidió, y recordó que "esta presidencia le corresponde a nuestro comandante en jefe". Contó, también, cómo se vivió el "terrible hallazgo en el último examen de la reincidencia de esta enfermedad": "Cultivamos un amor profundo, lo acompañamos en cada segundo", dijo. Agregó también que desde un primer momento "nos dijo todo con crudeza absoluta, como si estuviera dando una batalla, más allá de su propia vida". "Nos preparamos para ayudar eternamente a Hugo Chávez", dijo el nuevo primer mandatario, quien se dio tiempo para recordar algunas vivencias que pintan de cuerpo entero al líder bolivariano: "Nos hizo leer la constitución y ahí nos dio la órden, si llegara a suceder que no paso la operación o se alarga la situación y yo no llego asumir, tú, Nicolás, tienes que asumir y llevar al país a un proceso electoral constitucional". Ante la situación que le explicaba Chávez, Maduro quedó inmóvil: "Yo no pude hablar del dolor que tenía, él creía que yo quizás en ese momento no entendía su decisión pero la verdad es que no podía hablar porque yo sabía que siempre la intuición de Hugo Chávez había sido certera, y su intuición le decía que él no iba a salir de este trance, y más aún que ya no tenía fuerzas para salir de la propia operación. Él nos dijo: 'Esto va a ser peor de lo que ustedes y los médicos están pensando'. Jorge Arriaza y yo estuvimos seis horas con el comandante, casi hasta el amancecer; y el comandante nos dijo ampliamente lo que ya ha explicado a nuestros compañeros: 'Ustedes se van a acordar de mi', nos dijo". En cuanto a la enfermedad de Chávez, Maduro la calificó como extraña y adelantó que se conocerá la opinión de médicos del mundo". "Asumo esta banda de él para proteger al pueblo, para defenderlo, para hacer cumplir el legado de Chávez", afirmó. Por otro lado, señaló que no está en el cargo "por ambición personal o por vanidad o por que mi apellido Maduro sea de la oligarquía rancia, ni el apellido Chávez que tampoco era de la oligarquía y que lo llevo aquí (se señaló el corazón), por ser su hijo, no estoy aquí porque represento a grupos económicos de la oligarquía ni intereses norteamericanos". La revolución de los pobres de Venezuela continuará su rumbo socialista". Agregó que "estoy aquí junto a todos nuestros compañeros y cuerpo de ministros para garantizar la paz, seguridad, estabilidad de Venezuela" Además, dejó un mensaje a la oposición: "La oligarquía piensa que nosotros debemos seguir siendo sus esclavos y que no tenemos derecho a la vida, a los pequeños grupos de la ultraderecha le pedimos respeto a quienes están respetando. Que nadie se deje provocar". Además, sentenció: "Aquí hay pueblo para que la Revolución continúe, estamos abiertos a unir patriotas a estas filas" En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, indicó: "Nosotros amamos también al pueblo de Estados Unidos y tenemos relaciones extraordinarias con muchos de ellos", sin embargo, agregó que "las élites imperialistas que gobiernan EEUU deberán aprender a vivir con los pueblos insurrectos de la América" y remarcó que "nadie nos quita la independencia reconquistada". Télam