viernes, 8 de marzo de 2013

CRISTINA Y HUGO

CRISTINA KIRCHNER REGRESO AL PAIS TRAS DESPEDIR AL FALLECIDO PRESIDENTE DE VENEZUELA “Quiero recordarlo vivo, porque está vivo” La Presidenta saluda a la gente en Caracas al salir del velatorio de Hugo Chávez. Imagen: Télam La Presidenta explicó su decisión de volver ayer a la Argentina e hizo un relato pormenorizado de su estadía en Caracas. Destacó que Chávez “vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista”. “Hombres como Chávez no mueren nunca. Vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista”, sentenció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anoche, mientras volaba de regreso desde Venezuela, adonde despidió los restos del mandatario de ese país, Hugo Chávez. A través de Twitter, la jefa de Estado explicó los motivos por los que no se quedó para participar de la ceremonia protocolar, que se lleva a cabo a partir de esta mañana: “No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo”, aseguró, antes de relatar una extensa crónica de su estadía en Caracas. Luego de velar al líder bolivariano durante toda la tarde del miércoles y la mañana de ayer, como parte de la Guardia de Honor, CFK partió del aeropuerto de Maiquetía Simón Bolívar a las dos y media de la tarde de Venezuela y arribó en el Tango 01 al área militar del aeroparque metropolitano alrededor de las diez de la noche de Argentina, informaron fuentes oficiales. No tiene actividad oficial programada para hoy. Aunque estaba previsto que Fernández de Kirchner permaneciera en Venezuela para participar del acto protocolar de esta mañana, a última hora del miércoles tomó la decisión de regresar a la Argentina ayer. Si bien no hubo explicaciones oficiales acerca del motivo del cambio de planes, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, que formó parte de la comitiva oficial, descartó que hubiera estado relacionado con la confirmación de que el presidente iraní, Mahmud Ahmedinejad, viajaría a Caracas. Fuentes del Gobierno explicaron a Página/12 que así como la mandataria decidió viajar no bien tuvo noticias de la muerte de Chávez, 48 horas antes de que lo hicieran otros presidentes de la región, a causa de la relación personal que los unía y en reciprocidad al gesto del venezolano ante el fallecimiento de Néstor Kirchner, en 2010, de la misma forma decidió evitar el ceremonial programado para hoy. En el mismo sentido se manifestó CFK a través de Twitter, algo más tarde: “El acto protocolar para presidentes será el viernes. Le aviso (al canciller venezolano Elías Jaua) que en esta ocasión lo mío no es protocolar y me iré el jueves. No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo”, publicó, en medio de una detallada crónica sobre su paso por tierra venezolana que sigue a continuacion: “Tango 01. El martes pasado, no bien me avisaron lo de Hugo, decidí viajar de inmediato a Caracas. Florencia me acompaña. No podía esperar, infinita tristeza: nuestro compañero, el amigo de Argentina, había emprendido la partida. Al menos, eso creí. Llama Evo, pregunta cuándo viajo: ¡ya! Le noto la voz muy triste. Llama Pepe, pregunta si vamos juntos. Claro. Viene con su compañera Lucía. ”Llegamos miércoles a la madrugada. Elías Jaua, canciller venezolano, me avisa que a las 11hs. saldrá el cortejo desde el hospital rumbo a la Academia Militar, a la que piensan arribar a las 16hs. SU ACADEMIA. Allí donde cenamos en la Cumbre de países africanos y la Celac. El acto protocolar para presidentes será el viernes. Le aviso que en esta ocasión lo mío no es protocolar y me iré el jueves. ”No vine a despedir a un presidente, sino a un compañero y un amigo. El mejor amigo que tuvo la Argentina cuando todos le soltaron la mano. Le guste a quien le guste. Pepe me dijo en el avión, cuando viajábamos, que no recordaba en la historia un gobernante tan generoso. ”Miércoles al mediodía. Veo a Evo acompañando a Hugo, Nicolás y todo el gobierno en medio de una marea roja y tricolor. ¡Cómo me gustaría estar ahí! No puedo: el calor, la hipotensión crónica y el médico me lo prohíben. ”No aguanto más en el hotel, voy a esperarlo a la Academia. Luego de horas finalmente llega. En la entrada un tumulto indescriptible. Pido permiso a los soldados y subimos con mi hija a un banco de madera para verlo llegar. Cuánto dolor. Siento que me alcanzan otros momentos. Cuando hacemos con Evo, Pepe y Lucía la primera Guardia de Honor del féretro, no lo miro. Sólo quiero recordarlo vivo. Porque está vivo. ”Lo compruebo definitivamente el jueves por la mañana. Cuando miles y miles comienzan a acercarse a la capilla ardiente. Niños, mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, discapacitados, soldados, trabajadores, médicos, docentes, familias. SU VENEZUELA. Algunos lo lloran, lo saludan, muchos se cuadran, gritan que nunca morirá. Estoy allí, frente a ellos, me saludan con el puño en el corazón o con un beso, me llaman por mi nombre, me extienden su mano. No se necesita más para entenderse, hay un código en común. ”Hombres como Chávez no mueren nunca. Vive y vivirá en cada venezolano y venezolana que dejó de ser invisible y se tornó protagonista. Este hombre les abrió la cabeza. Ya nadie se las podrá cerrar, jamás. ”Antes de partir me acerco y sin mirarlo toco la bandera que está sobre el féretro. Me despido, por ahora. Nicolás Maduro y Cilia, su mujer, me acompañan hasta la puerta de la Academia. Miles y miles de hombres y mujeres que saludan. Otra vez la marea roja y tricolor que grita. ¡Queremos ver a Chávez!, repiten una y otra vez. ¿No les dije? Chávez está Vivo. Para siempre.” 08/03/13 Página|12

jueves, 7 de marzo de 2013

El mundo | Jueves, 7 de marzo de 2013 Binner dijo que él habría votado a Capriles y generó diferencias en el FAP Antichavista hasta las últimas En medio de la conmoción por la muerte de Chávez, el líder del FAP sorprendió con su confesión. Legisladores de su fuerza como Claudio Lozano hoy viajarán a Caracas para estar en las exequias del ex presidente.

Por Miguel Jorquera “Yo hubiera votado por Capriles.” El sinceramiento de Hermes Binner de que habría respaldado al candidato de la alianza antichavista Henrique Capriles en las últimas elecciones presidenciales venezolanas –apenas unas horas después del fallecimiento del presidente Hugo Chávez– no cayó bien entre varios de sus aliados en el Frente Amplio Progresista. Desde la Unidad Popular (UP) y Libres del Sur, en cambio, elogiaron los logros y el aporte del líder bolivariano a la unidad latinoamericana. Aunque luego sus socios políticos esquivaron confrontar públicamente con el principal referente del FAP en un año electoral, el diputado Claudio Lozano decidió integrar la delegación parlamentaria argentina que partirá hoy hacia Caracas para participar del funeral de Chávez. También participará de esa comitiva Fernando “Pino” Solanas, a quien varios en el FAP quieren dentro de ese frente electoral porteño en las legislativas de octubre. Ayer Binner evitó repetir la frase que provocó disgusto entre algunos de sus aliados en el FAP. Aunque ya sumergido en la campaña electoral y decidido a sumar voluntades de quienes critican la experiencia venezolana y la asocian con el kirchnerismo, el presidente del Partido Socialista volvió a cuestionar a Chávez en otros términos. “Durante sus gobiernos se generó una integración de Venezuela en el Mercosur, que dio lugar a una serie de hechos positivos que ayudaron a la Argentina. Pero también hay situaciones que prendieron luces amarillas, como la relación que tiene Venezuela con Irán y Siria”, sostuvo Binner en una entrevista radial, donde también recordó hechos “vinculados a Venezuela” y “no aclarados, como la valija de Antonini Wilson”. “El populismo vive a través de una persona que tiene acciones positivas y negativas, pero se diluye en el tiempo. Los populismos siempre tuvieron dificultad para encontrar continuadores de los procesos políticos”, agregó Binner y reconoció que “Chávez surgió en el marco del gran desconcierto generado por los partidos políticos venezolanos de entonces, que no encontraron un modelo de sociedad que mejore la vida de sus habitantes”. No todos en el FAP coincidieron con Binner. “América latina llora la muerte de un líder regional que no sólo supo darle una esperanza a su pueblo frente a la corrupción y el sistema político de Venezuela, que además supo plantarse ante los Estados Unidos y fue clave en la estrategia contra el ALCA y levantó las banderas de la integración y de la necesidad de una nueva sociedad”, sostuvo Claudio Lozano en un comunicado que refleja la opinión de la Unidad Popular que conforma junto a Víctor De Gennaro. Aunque nadie en la UP quiso confrontar públicamente con Binner, algunos decidieron diferenciarse con hechos. Lozano fue unos de los diputados que le propusieron al oficialismo conformar una delegación parlamentaria “plural” para viajar a Venezuela para las exequias de Chávez. La comitiva oficial de la Cámara de Diputados (cinco oficialistas y cuatro opositores) partirá hoy hacia Caracas. De ésta formará parte Solanas, el líder de Proyecto Sur a quien la mayoría del FAP quiere incorporar al frente electoral porteño. El propio delfín de Binner, el gobernador socialista de Santa Fe Antonio Bonfatti, había sido más cauto al opinar sobre la muerte de Chávez. “Condolencias al pueblo venezolano por la muerte de un presidente elegido en forma democrática. No es tiempo de consideraciones políticas”, había dicho Bonfatti al concluir un encuentro con la cúpula nacional de la UCR para “analizar la situación de la provincia” en la que comparten una alianza electoral. GB

Luego de estar 54 días paralizada, anoche reabrió la controvertida línea A de subtes con coches 0 km, aire acondicionado y hasta aroma a limón.

Línea A: pegatinas en las ventanillas recuerdan quién pagó por los vagones EL FLAMANTE RAMAL, EN MEDIO DE LA SED POR RECONOCIMIENTO Sabido es que la renovación de la línea ha sido motivo de encontronazos entre el gobierno nacional y el porteño desde sus inicios. Desde su paralización hasta quién se llevaba los laureles sobre su reforma total. Lo cierto es que en sus primeros viajes pudieron verse las ventanillas de la flamante línea con un recordatorio autoadhesivo: “Estos vagones fueron comprados por el gobierno nacional. ¡Gracias Cristina!” Ayer miércoles tuvo lugar la reinauguración del ramal en un acto realizado en la estación Puán por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el ministro de Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo. Mientras Macri decía: "Pusimos a la línea A en el siglo XXI", Randazzo recordaba: “En los últimos años la Casa Rosada invirtió 1000 millones de pesos en mantenimiento del ramal”. Y es que la nueva flota de la línea A —45 vagones chinos— fue comprada por el gobierno nacional por 100 millones de dólares, y en medio de fuertes críticas a la política de transporte de la Nación, esto no podía no ser resaltado. En enero pasado y por cadena nacional, Cristina hacía una no muy solapada referencia a ello: “Esta administración compró 40 vagones para la Línea A del subte. Me hubiera gustado un guiño de ojo del jefe de Gobierno, como diciendo ‘gracias’”. Macri no lo dijo, pero las pegatinas ahora sí. http://periodicotribuna.com.ar/14007-linea-a-pegatinas-en-las-ventanillas-recuerdan-quien-pago-por-los-vagones.html

LOS MERCENARIOS DE LA SIP POR PEPE STEINLEGER.

Hugo Chávez y los mercenarios de la SIP Por José Steinsleger La muerte del presidente Hugo Chávez se prestará como lúgubre y festivo telón de fondo para los magnates y achichincles de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que el próximo fin de semana se reunirán en el hotel Intercontinental de Puebla. Uno de los invitados especiales (digamos Enrique Krauze) insinuó hace poco a la entrevistadora Carmen Aristegui que sólo la muerte liberaría al pueblo venezolano de su "caudillo redentor". Con el estilo anfibológico que lo caracteriza, el "héroe" de la "libertad de prensa" de la SIP había cerrado en 2011 un texto dedicado a Chávez diciendo: “La historia de Venezuela –podría decir el comandante– no es más que mi propia autobiografía, la autobiografía de Hugo Chávez. ¿Qué capítulo escribirá ahora el redentor enfermo?” ( Redentores, Debate, p. 508). Flatos de odio contenido que para sus amigos fascistas de España bien merecían un premio de 20 mil dólares. Fuera de los 50 mil que, según dicen, recibió de la "oposición" venezolana por otro libro dedicado a Chávez ( El poder y el delirio, Tusquets, 2008). El último encuentro tuvo lugar en Sao Paulo, con motivo de la 68 asamblea anual que la SIP realiza desde su fundación (La Habana, 1943), habiéndose convertido, durante más de medio siglo, en vocera de los intereses de Washington en América Latina. Por consiguiente, asociar CIA y SIP sería pura tautología. Recordemos el rol de El Mercurio y la SIP en el golpe de Pinochet contra Salvador Allende. O aquel anuncio de La Nación de Buenos Aires (gaceta ganadera y diario favorito de Jorge Luis Borges), en vísperas del genocidio instaurado en marzo de 1976: “¡Argentinos de Pie!… la hora obliga a cerrar filas, estar atentos, la mente fresca, el músculo tenso. ¡No vaciles en defender hoy lo que puedes perder mañana!” ( La Nación, 27 de octubre de 1975). Firmado por una apócrifa "Acción-proformación de brigadas de voluntarios", el comunicado sugería a los interesados "dirigirse al Estado Mayor Conjunto". Interpelados por un lector algo suicida, un cultísimo editorialista de La Nación advirtió que se trataba de un "anuncio pagado" y, por tanto, inserto en el derecho de los "ciudadanos" a la "libertad de expresión"… Sin embargo, 35 años después, la SIP cargó (y en fastidiosa sintonía con algunas "izquierdas") contra el nuevo "enemigo de Occidente" en América Latina: el "populismo autoritario" (o neopoulismo ídem). De 13 resoluciones, dos apuntaron contra el gobierno argentino. Como bien observó el periodista Emilio Marín, la presidenta Cristina Fernández fue tratada como cruel dictadora que tiene secuestrada a la "libertad de prensa". Y los otros "sentenciados" fueron (cómo no) el ecuatoriano Rafael Correa y el venezolano Hugo Chávez, que para los "pelotones de fusilamiento" de la SIP eran “los tres peores verdugos de la ‘libertad de informar’ (sic) en la región”. Naturalmente, frente a cualquier intento de democratizar la comunicación, la maniquea SIP sólo distingue afanes de "control" gubernamentales. Y tal será el contenido de los "debates" en la reunión de Puebla, que da inicio el próximo viernes. Aquelarre que contará con la presencia de la bloguera cubana Yoani Sánchez, una de las personalidades que según las revistas Time y Foreign Policy figuran entre “las más influyentes del mundo…”. Pero en el barrio habanero donde vive, le llaman Miss Nadie. ¡Qué desinformación! Envidia de los funcionarios del gobierno y de los dirigentes del Partido Comunista (pues ella sí cuenta misteriosamente con banda ancha de Internet y se conecta a diario con todo mundo), Yoani fue galardonada en 2008 con el Premio Ortega y Gasset que otorga el "objetivo" diario español El País, a más de haber sido elegida por la CNN entre las veinticinco "mejores blogueras del mundo". Imparable con sus "logros" profesionales, Yoani ganó un importante concurso de la radioemisora alemana Deutsche Welle, y fue la primera en obtener el prestigiado premio Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia (2009). O sea, el mismo trofeo obtenido por tantos merolicos del periodismo latinoamericano, y que en 1952 obtuvo el coronel de la CIA Jules Dubois, fundador del llamado Comité por la Libertad de Expresión de la SIP. Con la "ética" y "objetividad" que caracterizan a las huestes de la SIP, Yoani niega que se reúna frecuentemente y reciba instrucciones de la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA). Y que las respuestas de una publicitada "entrevista" con el presidente Barack Obama (hasta hoy inédita pero ya mero) fueron redactadas por la SINA. Temblando de emoción, Miss Nadie confesó al académico francés Sami Lamrani: "Estados Unidos desea un cambio de gobierno en Cuba, y eso es lo que deseo yo también". De la mafia cubana de Miami dijo: “No diría que el loby es enemigo de la patria”. "¡Ay, patria mía!..." (diría Chávez). De las personas que defienden las sanciones económicas a Cuba (o sea, el bloqueo criminal de medio siglo) Yoani piensa que “…defienden a Cuba según sus propios criterios”. ¡Eso, mimi! ¡La "libertad de expresión" ante todo! ¿Acaso no merece una gran "bienvenida" en Puebla? La Jornada, México

EL EXILIO DE CARRILLO

El exilio de Carrillo Por Carlos del Frade El primer Ministro de Salud Pública de la Nación, el santiagueño Ramón Carrillo, nació el 7 de marzo de 1906 y era hijo de un militante radical. Se recibió como médico en 1929 con medalla de oro por ser el mejor alumno de su promoción. Perfeccionó sus estudios en Europa y a su regreso, en plena década infame luego del primer golpe de estado en la Argentina que terminó con la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen, empezó a compartir inquietudes políticas con otro santiagueño de fina sensibilidad y alto compromiso político, Homero Nicolás Manzione, menos desconocido por Homero Manzi. Que no era solamente un poeta exquisito sino un notable político e integrante de FORJA, Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, verdadero puente entre el yrigoyenismo y “el subsuelo de la patria sublevado”, como le llamaría Raúl Scalabrini Ortiz al movimiento surgido el 17 de octubre de 1945. En 1946, Perón le ofreció el ministerio de Educación, el que rechazó. Pero cuando Carrillo propuso la creación del Ministerio de Salud Pública fue el encargado de conducirlo a partir de 1949. El único antecedente hasta entonces había sido el llamado Departamento Nacional de Higiene. “…En sólo ocho años, se construyeron 4229 establecimientos sanitarios en todo el país. Esto amplió la capacidad hospitalaria en 130.180 camas. Jamás antes ni después la salud pública argentina recibió un impulso de esta magnitud. La tasa de mortalidad infantil disminuyó claramente y la esperanza de vida al nacer aumentó de 61,7 años promedio a 66,5 en menos de una década. En 1947, inaugura el Instituto de Medicina Preventiva y su gestión edita el Plan Analítico de Salud Pública de la Nación. En 1949, publica su obra Política Sanitaria Argentina, considerada -junto con Teoría del Hospital (1953)- un tratado de consulta, aún hoy, en todo el mundo. Impulsó y creó la especialización de médicos higienistas, hoy sanitaristas. Innovador, crea en 1948 los centros de salud, e inaugura los primeros 50. Se erradicó por completo el paludismo y enfermedades como sífilis y tuberculosis disminuyeron a niveles equiparables a países más desarrollados. Los argentinos debemos saber que el Servicio Nacional de Salud británico, considerado ejemplo de un sistema universal y público, data de 1949. Ya para entonces el sistema público de salud argentino superaba al británico, tanto en recursos aplicados como en resultados obtenidos”, narra el historiador Pedro Borio. “Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría”, sostenía Carrillo. También creía que “solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo.” Murió el 20 de diciembre de 1956 en Belem do Pará, en el triste exilio al que lo condenó la dictadura que produjo el golpe de estado del 16 de setiembre de 1955. “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”, repitió hasta el cansancio. En 2010, Carrillo parece ser una sombra lejana. Según el CICOP, el gremio de los médicos de la provincia de Buenos Aires, en el primer estado de la Argentina hay “cuatro camas cada mil habitantes”; una “proporción preocupante, ya que apenas llega a la mitad de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud”; y sostienen que “teniendo en cuenta el crecimiento poblacional, el presupuesto es menor al de hace diez años”, apuntan los trabajadores que no se resignan a olvidar a aquel fenomenal sanitarista santiagueño. Agencia de Noticias Pelota de Trapo

ARGENTINA Y BRASIL CON MADURO.

SI GANA LA PRESIDENCIA, SERA EL TERCER SINDICALISTA DE SUDAMERICA Maduro, el preferido de la Argentina y Brasil Ex dirigente sindical del sistema de transporte de Caracas y miembro del núcleo del Partido Socialista Unificado de Venezuela, Nicolás Maduro fue el interlocutor más frecuente de líderes extranjeros después de Chávez. Por Martín Granovsky Si su candidatura queda firme, como parece, y si resulta electo presidente por el chavismo, Nicolás Maduro se convertirá en el tercer sindicalista que alcanza la presidencia de un país sudamericano en los últimos diez años. El primero fue Luiz Inácio Lula da Silva, en 2003. El segundo, Evo Morales, en 2006. Sin el poder gremial de los dos primeros, Maduro se formó políticamente como dirigente del gremio de colectiveros. Este año cumplirá 51 años. Nacido el 23 de noviembre de 1962, seguirá dejando al ecuatoriano Rafael Correa, nacido el 6 de abril de 1963 y a punto de cumplir los 50, en el puesto de presidente más joven de la región. No sólo Chávez lo señaló como su candidato. Aunque no hubo pronunciamientos oficiales, este diario pudo saber por funcionarios que pidieron reserva de su identidad que tanto el gobierno de la Argentina como el de Brasil preferían a Maduro como eventual sucesor. Maduro asumió como canciller en 2006. Hasta su renuncia llevaba lo mismo en ese puesto que el boliviano David Choquehuanca, pero más que sus colegas de la Argentina (Héctor Timerman, 2010) y de Brasil (Antonio Patriota, 2011). No es una simple cuestión de tiempo. Casi siete años de canciller significan que, después de Chávez, Maduro fue el interlocutor venezolano más asiduo de los presidentes, presidentas y ministros de Sudamérica. “No tengo dudas de que a Nicolás le irá bien, porque es un cuadro político con experiencia y formación y porque sus años de canciller le permitieron tener una visión del mundo, de sus protagonistas, de los jefes políticos de Sudamérica”, dijo Rafael Follonier, un funcionario con rango de secretario de Estado que fue el principal colaborador de Néstor Kirchner en Unasur y es uno de los argentinos con más horas frente a Chávez y Maduro. Es posible que muerto Chávez afloren mayores contradicciones dentro del chavismo. Vivir en medio de las contradicciones es parte de la política. O de la vida. Lo que parece extremo, en un escenario como ése, es pensar que Maduro sería una especie de técnico sin inserción en el aparato chavista frente a, por ejemplo, un militar retirado como Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional. Luego de su período como dirigente sindical, el propio Maduro ocupó ese puesto. Y también lo ocupó su mujer, Cilia Flores. En cuanto a la política exterior, la Agencia Venezolana de Noticias, estatal, en octubre de 2012 trazó de este modo su perfil: “Durante su cargo como jefe de la diplomacia del país, se logró consolidar la integración en la región con el impulso de bloques como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”. La nota consignaba que “en su gestión, se logra el ingreso del país al Mercado Común del Sur (Mercosur)”. Y añadía este párrafo: “Maduro Moros logró estrechar las relaciones de Venezuela con naciones hermanas como China, Rusia, Bielorrusia e Irán, además de consolidar vínculos existentes con naciones suramericanas como Argentina, Brasil y Bolivia, así como con la caribeña Cuba”. Negociador nato, como buen sindicalista, quienes trataron con Maduro lo describen como un hombre capaz de buscar caminos alternativos, de mostrarse duro o blando según la conveniencia, de representar el papel que le tocase según las instrucciones de Chávez y de ponerse en el papel del otro como hipótesis intelectual necesaria para una discusión que busca resultados. El perfil no coincide con la sorprendente tosquedad de presentar la enfermedad de Chávez como una conspiración cancerígena, tesis que había adelantado el mismo Chávez el año pasado. Puede tratarse, también, de una estrategia para instalar la épica del Chávez inmortal que sólo sucumbió ante una conspiración de los Estados Unidos. En ese caso, la presentación sería compatible con el párrafo de la agencia de noticias que describe a Bielorrusia e Irán como “hermanas” y no lo hace con la Argentina o Brasil. ¿Convicción, provocación táctica a Washington o las dos cosas a la vez? Como canciller, Maduro fue capaz de enrolarse en el equilibrio heterogéneo de la diplomacia chavista. Por un lado, la idea de que el enemigo de mi enemigo, como Irán respecto de los Estados Unidos, es mi amigo. Por otro lado, la diversificación de los suministros militares apelando a Rusia y también a España. Siempre, la búsqueda de un lugar expectante en la OPEP, la Organización de Países Exportadores de Petróleo, donde el actual secretario de Unasur Alí Rodríguez llegó a ser secretario general. De paso: en diálogo con Página/12, Rodríguez expuso que la OPEP era una muestra de espíritu práctico, porque reunía bajo un interés común a países tan disímiles en la relación con la Casa Blanca como Irán y Arabia Saudita. El equilibrio heterogéneo de Caracas debería incluir un ingrediente más: el régimen discursivamente más antinorteamericano de Sudamérica mantiene un excelente nivel de relaciones comerciales con los Estados Unidos. Según datos de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria, ni siquiera la baja en las exportaciones petroleras quitó a los Estados Unidos su lugar de primer socio comercial de Venezuela, que exporta al mercado norteamericano un millón y medio de barriles de petróleo por día. El objetivo de Chávez fue reemplazar parte de la demanda norteamericana por el mercado chino. El intercambio comercial entre Venezuela y Estados Unidos cayó un 3,14 por ciento en los primeros seis meses de 2012, al pasar de 28.214 millones de dólares en 2011 a 27.332 millones, y el saldo comercial favorable al país sudamericano se redujo en un 33,47 por ciento, de 17.030 millones a 11.330 millones en el mismo lapso. De acuerdo con un informe difundido hoy por la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (Venamcham), la acentuada disminución comercial se debe, principalmente, a un descenso del 15,75 por ciento en las exportaciones petroleras de Venezuela a EE.UU., pasando de 22.039 millones de dólares en el primer semestre de 2011 a 18.567 millones del presente año. EE.UU. es el primer socio comercial de Venezuela y el destino de alrededor de 1,5 millones de los 2,5 millones de barriles de crudo que exporta todos los días, aunque el gobierno de Hugo Chávez estaba tratando de desplazar esa tendencia a favor de China. Un periodista brasileño de Carta Maior, el doctor en Historia Gilberto Maringoni, escribió antes de la muerte de Chávez un cuadro de situación que tenía, entre otros, estos cuatro elementos: - En las últimas elecciones, el Partido Socialista Unificado de Venezuela obtuvo una victoria inédita y llegó a gobernar en 20 de los 23 estados nacionales, en especial el estratégico Zulia, donde está concentrada la mayor parte de la producción de petróleo. Esta es una buena base para un chavismo sin Chávez. - A pesar del dato anterior, el chavismo sin Chávez tiene el desafío de superar un proceso político que se basó en la legitimidad popular de su líder, que en las últimas elecciones alcanzó el 54 por ciento. - La figura de Chávez mantuvo a través de 15 elecciones una construcción política “en un país que en poco más de dos décadas vivió una sucesión de enfrentamientos internos de altísima intensidad: una tentativa de golpe de Estado, un lockout de más de dos meses, tres referendos, un cerco mediático permanente, oscilaciones económicas, sabotajes, incapacidad administrativa y varios intentos de aislamiento internacional”. - “Es difícil saber si Nicolás Maduro, que exhibió un desempeño respetable y eficiente como canciller, conseguirá asegurar el bastón de mando que Chávez le confió. No es un problema de capacidad personal, algo que el ex conductor de ómnibus parece tener. La cuestión es saber si el proceso político ya maduró lo suficiente para la existencia de un chavismo sin Chávez”. Maduró es tercera persona del pretérito indefinido del indicativo. Maduro, primera persona del singular del presente del indicativo o adjetivo que significa “haber llegado a su completo desarrollo o que está en su punto o en su mejor momento”. Quiere decir también “prudente” y “juicioso”. Un simple juego de semántica. Más sencillito que la política pura y dura. martin.granovsky@gmail.com 07/03/13 Página|12

HUGO Y CRISTINA

En octubre de 2010, Hugo Chávez acudió a dar el pésame a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, por la muerte de su esposo, Néstor Kirchner. Foto Ap Evo Morales, Oliver Stone y Hugo Chávez, reunidos el 23 de septiembre de 2009. Foto Ap Hugo Chávez, el niño pobre de Sabaneta Por Luis Hernández Navarro Hugo Chávez fue un personaje de carne y hueso sacado de la más fantasiosa novela de Gabriel García Márquez. Niño pobre de Sabaneta (capital del estado de Barinas) que juró no traicionar su infancia de escasez y precariedad, aprendió desde muy pronto a sembrar y vender golosinas. Hijo de maestros de primaria que creció con su abuela Rosa Inés y otros dos de sus hermanos, vivió en una casa de palma, con pared y piso de tierra, que se inundaba con la lluvia. Menor que soñaba con ser pintor y que traía en el alma la fantasía de jugar beisbol en las Grandes Ligas, se nutrió toda su vida de sus orígenes humildes. De la mano de su abuela, a la que llamaba Mamá Rosa, aprendió a leer y escribir antes de entrar a primer grado. Al lado de ella supo de las injusticias de este mundo y conoció la estrechez económica y el dolor, pero también la solidaridad. De los labios de ella, extraordinaria narradora, recibió sus primeras lecciones de historia patria, mezclada con leyendas familiares. El niño Hugo Chávez viajó por el mundo a través de las ilustraciones y las historias que leyó en cuatro tomos grandes y gruesos de la Enciclopedia Autodidacta Quillet, obsequio de su padre. En sexto grado fue escogido para dar un discurso al obispo González Ramírez, el primero en llegar a su pueblo. Desde entonces le encontró el gusto a hablar en público y a los demás el interés por escucharlo. Su ídolo fue Isaías Látigo Chávez, pítcher en las Grandes Ligas. Nunca lo vio, pero lo imaginaba al escuchar los partidos en la radio. El día que su héroe murió en un accidente de aviación, al joven Hugo, de 14 años de edad, se le vino el mundo encima. Para ser como el Látigo, el muchacho de monte entró al ejército. Gracias a sus cualidades de pelotero se le abrieron las puertas de la Academia Militar en 1971. Cuatro años después se graduó como subteniente y licenciado en ciencias y artes militares, con un diploma en contrainsurgencia, con una brújula que marcaba como su norte el rumbo del camino revolucionario. Su toma de conciencia fue un proceso largo y complejo, en el que se combinaron lecturas, conocimiento de personajes claves y acontecimientos políticos en América Latina. En uno más de los episodios de realismo mágico que marcaron su vida, en 1975, en un operativo el subteniente Chávez encontró en la Marqueseña, Barinas, un Mercedes Benz negro escondido en el monte. Al abrir el maletero con un destornillador se topó con un arsenal subversivo compuesto por libros de Carlos Marx y Valdimir Ilich Lenin, que comenzó a leer. En la forja de sus actitudes políticas influyó, decisivamente, su hermano mayor Adán, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). También su participación en un experimento educativo de las fuerzas armadas llamado Plan Andrés Bello, preocupado por brindar a los militares una formación humanista. De la misma manera, fue clave en su formación política el descubrimiento de Simón Bolívar y la voracidad intelectual de Chávez, que lo condujo a leer cuanto documento encontró sobre la biografía y el pensamiento del prócer. Más adelante sería definitiva en él la influencia de Fidel Castro, a quien trató como si fuera su padre. El derrocamiento de Salvador Allende en 1973 le provocó un gran desprecio hacia los militares de la cuña de Augusto Pinochet, tan extendidos en América Latina. Por el contrario, el conocimiento de la obra del panameño Omar Torrijos y del peruano Juan Velasco Alvarado le mostró la existencia de otro tipo de fuerzas armadas de vocación nacionalista y popular, tan diferentes de los gorilas formadas en la Escuela de las Américas. Rebelde ante el atropello, descubrió en servicio los abusos y la corrupción de sus mandos, y como pudo los enfrentó. “Yo vine a Palacio por primera vez –contaba Chávez– a buscar una caja de whisky para la fiesta de un oficial”. Para removerlos, en el aniversario de la muerte de Simón Bolívar en 1982, un pequeño grupo de oficiales del cuerpo castrense, entre los que se encontraba Chávez, hizo el juramento de Samán de Güere, en el que fundaron el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200). Casi siete años más tarde se produjo un levantamiento espontáneo de los barrios pobres de Caracas en contra de las medidas de austeridad del gobierno de Carlos Andrés Pérez. El caracazo fue sofocado a sangre y fuego. La rebelión popular dio un gran impulso al movimiento de los militares bolivarianos. En 1992, Chávez y sus compañeros se levantaron en armas. La asonada fracasó y Chávez fue a prisión. Frente a los medios de comunicación asumió la responsabilidad. Su popularidad y ascendencia política a partir de entonces fueron en ascenso. Al salir libre su presencia política creció aceleradamente ante el colapso del sistema político tradicional. En las elecciones presidenciales de 1998 triunfó con votación de 56 por ciento. A partir de ese momento nadie lo pudo parar. Una y otra vez ganó casi todos los comicios y referendos en los que participó, al tiempo que sobrevivió milagrosamente a un golpe de Estado y un paro petrolero. A lo largo de los casi 20 años que condujo el Estado venezolano, el teniente coronel refundó su país, lo descolonizó, hizo visibles a los invisibles, redistribuyó la renta petrolera, abatió el analfabetismo y la pobreza, elevó increíblemente los índices de sanidad, incrementó el salario mínimo e hizo crecer la economía. Al mismo tiempo, y en la pista internacional, fortaleció el polo de los países petroleros por sobre las grandes compañías privadas, descarriló el proyecto de un área de libre comercio para las Américas impulsado desde Washington, creó un proyecto alternativo de integración continental y sentó las bases para un socialismo acorde al nuevo siglo. Hugo Chávez fue un formidable comunicador, un incansable contador de historias, un educador popular. Sus relatos, herencia de los cuentos que Mamá Rosa le obsequiaba en su infancia, mezclaban historia patria, lecturas teóricas, anécdotas personales, con frecuencia en tiempo presente. En todas ellas el sentido del humor estaba presente. “Si tu mujer te pide que te eches por la ventana –jugaba jocoso– es hora de que te mudes a la planta baja...” Sus narraciones seguían el modelo clásico de las sonatas musicales, en el que dos temas contrastantes se desarrollan en tonalidades vecinas. En sus discursos echaba mano por igual de la poesía y el canto. “Yo canto muy mal –se justificaba–, pero, como dijo aquel llanero, Chávez canta mal, pero canta bonito”, para, a continuación, interpretar una canción ranchera o una balada. Antimperialista, antineoliberal, comenzó a hacer el milagro de construir los cimientos de la utopía en un país que imaginariamente estaba más cerca de Miami que de La Habana. Llanero de pura cepa, fabulador incansable, Chávez soñó revivir el ideal socialista cuando muy pocos querían hablar de él. Y lo hizo, para no traicionar nunca su infancia de niño pobre de Sabaneta. La Jornada, México