domingo, 9 de diciembre de 2012
JUICIO Y CASTIGO EN LA RIOJA.
UN DOCUMENTO DE LA POLICIA RIOJANA DEMUESTRA EL ESPIONAJE A LOS SACERDOTES DE LA PROVINCIA DURANTE EL TERRORISMO DE ESTADO
La Diócesis perseguida
El informe de Inteligencia sirvió como prueba en el juicio que terminó el viernes en La Rioja sobre el asesinato de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville. El plan de “persecución sistemática” a los integrantes de la pastoral de Enrique Angelelli, asesinado poco tiempo después de los curas.
Por Alejandra Dandan
A la luz de este mapa, la provincia de La Rioja parece otra. Los treinta nombres de sacerdotes localizados con flechas y señales en cada una de sus comunidades son producto de las actividades del espionaje ilegal del departamento de Inteligencia de la policía de La Rioja durante la dictadura. Entre los nombres no están ni el obispo Enrique Angelelli ni los dos sacerdotes asesinados en Chamical, Carlos Murias y el francés Gabriel Longueville, sobre cuyos crímenes se hizo justicia el viernes. El mapa y las referencias se hicieron después de sus asesinatos, el 1º noviembre de 1977. Los espías llamaron al informe “Sacerdotes Tercermundistas existentes en La Rioja” y en el juicio oral que acaba de concluir se tomó como una de las pruebas que puso en evidencia que los crímenes de los dos mártires de Chamical deben leerse en el contexto de lo que singularizó a la represión en la provincia de La Rioja y que este mapa revela como una poderosa fotografía: que existió un plan de “persecución sistemática” a los integrantes de la pastoral del obispo Enrique Angelelli, asesinado poco después de los curas.
“Nos interesa analizar las particularidades que ese plan represivo tuvo en esta provincia, que fue un objetivo bien claro y preciso”, dijo el fiscal Carlos Gonella en su alegato. “Eliminar la pastoral social de Enrique Angelelli bajo el pretexto de que la Iglesia riojana estaba infiltrada por el comunismo.” En estos términos se pronunciaron los testigos. Teresita Luna recordó, por ejemplo, que tomó distancia de la hija del ahora condenado a perpetua jefe de la base aérea de Chamical, Luis Fernando Estrella, cuando empezó a decirle que la Iglesia riojana estaba infiltrada por el comunismo. “A monseñor Angelelli y a casi todos los curas de su diócesis, incluidos por supuesto Murias y Longueville, se les reprochaban vínculos con la subversión por haber hecho de su profesión de fe una praxis a favor de los pobres”, dijo el fiscal.
Los documentos
El mapa y sus referencias tienen un código de lectura propio. Muestran como un negativo lo que urdían desde algún sótano aquellos que luego actuaban en la superficie. Los papeles estuvieron en manos de la policía provincial hasta 2004, luego pasaron al Ministerio Público Fiscal de La Rioja, supuestamente para las investigaciones que estaban en trámite.
El primer dato que se desprende de los documentos es que el interés por los curas cercanos a Angelelli continuó después del asesinato del obispo. Es interesante observar, en ese contexto, el tipo de caracterización que hicieron del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM): aparece retratado como un “enemigo” político en un escenario en el que la Iglesia riojana y lo que sucedía allí aparece construido como “cuestión de Estado”: el Movimiento de los curas “rojos” es retratado como una herramienta más del comunismo y de la irradiación del marxismo que asolaba en todas partes, con agentes “infiltrados” en “el catolicismo riojano”.
En esa línea, donde se mezclan los intereses del Estado y del “catolicismo riojano”, pueden leerse algunos fragmentos:
- (25) Arturo Pinto, “párroco” en San Blas: “Hombre de confianza del ex obispo Angelelli, a quien acompañaba cuando el accidente mortal de éste y el principal autor de las versiones solapadas que quieren presentar el hecho como un atentado. Jugó un papel importante en la infiltración del clero riojano y la concientización de la juventud...”.
- (08) Martín Horacio Gómez, de Matadero: “Concientizado en Europa (...) Tercermundista convencido, fue uno de los tres primeros afiliados riojanos al MSTM. Bajo Angelelli tuvo inicialmente activa participación en el proceso de infiltración del catolicismo riojano...”
Los documentos rastrean con la lógica de los espías, vida privada y pública de los curas, moral y buenas costumbres. Pero sobre todo hablan de ellos como “infiltrados”: “infiltrados” en “colegios” o en el “movimiento obrero”.
Esta línea puede hacer pensar otro eje de los documentos, sobre el “problema” más importante que tenía la represión en esa zona: una vez asesinado el obispo, el “problema” continuaba porque no se trataba sólo del obispo, sino del compromiso de la diócesis. Así, se afirma en el papel:
- (01) Julio Guzmán, vicario general: “Catequizado por Arturo Paoli y luego de que se le efectuó un verdadero ‘lavado de cerebro’ en Córdoba, con el pretexto de un tratamiento psiquiátrico adhirió al M.S.T.M. en tiempos del obispo Angelelli”.
- (02) Fabriciano Sigampa, secretario canciller: “Fue activista en Aimogasta, donde estaba vinculado al Movimiento Severo Chumbita, primero peronista luego peronista ‘auténtico’ y finalmente montonero”.
- (28) Juan Aurelio Ortiz, Aimogasta: “(Es) de los tres primeros adherentes riojanos al MSTM. Elocuente, activo e inescrupuloso, especialista en trabajar con la juventud y más tarde asesor del Movimiento Laico de Apoyo a la Iglesia riojana y el Movimiento de Apoyo a Codetral. Fue el encargado de seleccionar las obras que integran el cancionero ‘Vida y Canción’, que incluye muchas canciones subversivas (...) Es uno de los elementos más peligrosos del clero secular y uno de los mejores conocedores de la acción subversiva del ex obispo Angelelli”.
- (15) Antonio Puigjané, de Chepes: “Otro de los agitadores tercermundistas (...) casettes con música de protesta grabada (‘A desalambrar’, ‘Seta bala’, ‘Camilo Torres’, etc.)”.
- (2/) Hilario Correas, de Guandacol. “Promotor de cooperativas de fachada que encubrían ... subversivos. Hizo pública mofa de María Santísima prestando las sagradas vestiduras para la confección de disfraces en un carnaval”.
Otro de los datos que figura con insistencia en los informes es el enfrentamiento (real) entre los curas de la pastoral del obispo Angelelli y los movimientos de la derecha católica en donde se articulaban a la vez sectores del poder económico y medios gráficos, como el diario El Sol de esa época.
Lo que ocurrió con los documentos muestra por qué costó tantos años llegar al primer juicio real de lesa humanidad en la provincia, el que terminó el viernes: el mapa y las referencias llegaron a manos de fiscales del juicio y las querellas unos pocos días antes del comienzo del juicio. Hasta ese momento, ni ellos ni el juez de instrucción que tenía la causa sabían que los papeles existían. Según una fuente de la investigación, estaban guardados en el despacho del fiscal general Horacio Salman, quien debió ser reemplazado en este juicio por Gonella porque él se excusó por su relación con el abogado defensor de Domingo Benito Vera, uno de los acusados.
MAURICIO DRIOLLET, SACERDOTE FRANCES
“Gabriel era entregado y lúcido”
Por Alejandra Dandan
Mauricio Driollet es uno de los sacerdotes franceses que vivió en la Argentina durante la dictadura. Perteneció a la misma congregación de misioneros de Gabriel Longueville, a quien conoció en 1970 en la Argentina cuando Longueville llegó al país. Driollet hoy tiene 82 años y vive en Francia. Durante su estadía en el país visitó a Gabriel en Chamical, conoció al obispo Enrique Angelelli y a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Dice que cuando supo del asesinato de Longueville se asustó porque se preguntó si ahora iban a empezar a matarlos a todos de esa forma.
“Eramos muchos del (Movimiento de Sacerdotes para el) Tercer Mundo, yo era simpatizante. En esa época directamente compromiso político no teníamos, pero como trabajábamos por la gente humilde, era muy difícil imaginarse, para los dirigentes políticos de la época y el gobierno militar, cómo iban a venir curas franceses a vivir en los barrios más humildes de la Diócesis. ¿Y por qué estábamos en los lugares más humildes? Porque primero no había sacerdotes, y así era.”
–¿Puede contar algo de Longueville?
–Lo conocí desde los primeros días de su llegada a la Argentina, cuando llegó a Corrientes. Era 1970. Yo, Mauricio Driollet, sacerdote, estando en Resistencia, Chaco, éramos vecinos. Nos visitábamos mucho, así como con los demás sacerdotes franceses del NEA. Luego, cuando él se fue a Chamical, hicimos en su casa un encuentro de varios días de todos los sacerdotes franceses en la Argentina. ¿De qué se trataba? De intercambiar (experiencias) sobre nuestro trabajo sacerdotal de evangelización en tierra argentina. A Gabriel lo veía muy respetuoso de la gente, había aprendido el idioma muy bien y se notaba el deseo de estar muy cerca de la gente más necesitada. Muy entregado, pero también muy lúcido, porque el momento era bravo. Se lo sentía sereno, listo para enfrentar el porvenir con coraje y mucha fe.
–¿Por qué se fue a La Rioja?
–En La Rioja escaseaban más los sacerdotes. Eso estimó y por eso se fue a Chamical, para estar más cerca de la gente más necesitada, más abandonada, digamos.
–¿Gabriel les habló de Angelelli?
–Angelelli, cuando venía con nosotros, era uno más, aportaba su punto de vista de sacerdote, su sabiduría sacerdotal, su afán de cristianizar. Estaba muy cerca de la gente humilde.
–¿Qué pasó cuando se enteraron de la muerte?
–Eran las vacaciones de invierno y teníamos unos encuentros de catequesis; y cuando esto llegó a mí me entró un susto, el susto de qué va a ocurrir ahora si empiezan a matarnos sobre todo de esta forma, porque enseguida supimos cómo había ocurrido la cosa. Nos quedamos cuidándonos, lógicamente, sabiendo que hacía falta poca cosa para perder la vida.
–¿Cómo se cuidaban?
–Nos cuidábamos, por ejemplo, no saliendo mucho de nuestra parroquia. Me cuidaba de lo que decía en los sermones; cuando salía de casa, sobre todo a la noche, porque hacía falta hacer encuentros, siempre tenía a mano mi cédula y qué sé yo...
El silencio de la Iglesia
El juicio por los curas de Chamical estuvo signado por testimonios que dieron cuenta de ellos como parte de la pastoral del obispo Enrique Angelelli. Entre otras razones porque el mismo Angelelli situó los asesinatos de los dos curas y más tarde el del laico Wenceslao Pedernera como parte de una espiral de violencia que iba destinada hacia él. Los alegatos dijeron que las razones de la muerte debían ser buscadas en esa trama. Pero también recordaron el rol que cumplió la jerarquía de la Iglesia y en particular Raúl Primatesta, que primero se sacó de encima a Angelelli mandándolo a La Rioja y luego no le dio protección cuando el obispo lo requirió. El fiscal Carlos Gonella señaló la complicidad de la jerarquía de la Iglesia Católica con lo que sucedió en el país. De los datos que surgieron en ese sentido durante el juicio, recordó el testimonio que dio Rafael Sifre, del movimiento rural, sobre un encuentro entre Primatesta y Angelelli: “¿Quién te manda a meterte en estas cosas?”, le dijo Primatesta al obispo. Fue la respuesta de Primatesta a Angelelli cuando él le pedía apoyo con lágrimas en los ojos apoyo porque le estaban matando a la gente.
Los franceses
Los fiscales destacaron en el alegato que la embajada de Francia y la familia de Gabriel Longueville, a través de su abogada Sophie Thonon, estuvieron siguiendo permanentemente el juicio. Algunos testigos iban a declarar desde Francia, pero finalmente no lo hicieron porque los jueces abreviaron la etapa de las pruebas, ya que dos de ellos iban a formar parte del debate que comenzó esta semana en Córdoba por el centro clandestino de La Perla y La Rivera.
09/12/12 Página|12
GB
La Diócesis perseguida
El informe de Inteligencia sirvió como prueba en el juicio que terminó el viernes en La Rioja sobre el asesinato de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville. El plan de “persecución sistemática” a los integrantes de la pastoral de Enrique Angelelli, asesinado poco tiempo después de los curas.
Por Alejandra Dandan
A la luz de este mapa, la provincia de La Rioja parece otra. Los treinta nombres de sacerdotes localizados con flechas y señales en cada una de sus comunidades son producto de las actividades del espionaje ilegal del departamento de Inteligencia de la policía de La Rioja durante la dictadura. Entre los nombres no están ni el obispo Enrique Angelelli ni los dos sacerdotes asesinados en Chamical, Carlos Murias y el francés Gabriel Longueville, sobre cuyos crímenes se hizo justicia el viernes. El mapa y las referencias se hicieron después de sus asesinatos, el 1º noviembre de 1977. Los espías llamaron al informe “Sacerdotes Tercermundistas existentes en La Rioja” y en el juicio oral que acaba de concluir se tomó como una de las pruebas que puso en evidencia que los crímenes de los dos mártires de Chamical deben leerse en el contexto de lo que singularizó a la represión en la provincia de La Rioja y que este mapa revela como una poderosa fotografía: que existió un plan de “persecución sistemática” a los integrantes de la pastoral del obispo Enrique Angelelli, asesinado poco después de los curas.
“Nos interesa analizar las particularidades que ese plan represivo tuvo en esta provincia, que fue un objetivo bien claro y preciso”, dijo el fiscal Carlos Gonella en su alegato. “Eliminar la pastoral social de Enrique Angelelli bajo el pretexto de que la Iglesia riojana estaba infiltrada por el comunismo.” En estos términos se pronunciaron los testigos. Teresita Luna recordó, por ejemplo, que tomó distancia de la hija del ahora condenado a perpetua jefe de la base aérea de Chamical, Luis Fernando Estrella, cuando empezó a decirle que la Iglesia riojana estaba infiltrada por el comunismo. “A monseñor Angelelli y a casi todos los curas de su diócesis, incluidos por supuesto Murias y Longueville, se les reprochaban vínculos con la subversión por haber hecho de su profesión de fe una praxis a favor de los pobres”, dijo el fiscal.
Los documentos
El mapa y sus referencias tienen un código de lectura propio. Muestran como un negativo lo que urdían desde algún sótano aquellos que luego actuaban en la superficie. Los papeles estuvieron en manos de la policía provincial hasta 2004, luego pasaron al Ministerio Público Fiscal de La Rioja, supuestamente para las investigaciones que estaban en trámite.
El primer dato que se desprende de los documentos es que el interés por los curas cercanos a Angelelli continuó después del asesinato del obispo. Es interesante observar, en ese contexto, el tipo de caracterización que hicieron del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM): aparece retratado como un “enemigo” político en un escenario en el que la Iglesia riojana y lo que sucedía allí aparece construido como “cuestión de Estado”: el Movimiento de los curas “rojos” es retratado como una herramienta más del comunismo y de la irradiación del marxismo que asolaba en todas partes, con agentes “infiltrados” en “el catolicismo riojano”.
En esa línea, donde se mezclan los intereses del Estado y del “catolicismo riojano”, pueden leerse algunos fragmentos:
- (25) Arturo Pinto, “párroco” en San Blas: “Hombre de confianza del ex obispo Angelelli, a quien acompañaba cuando el accidente mortal de éste y el principal autor de las versiones solapadas que quieren presentar el hecho como un atentado. Jugó un papel importante en la infiltración del clero riojano y la concientización de la juventud...”.
- (08) Martín Horacio Gómez, de Matadero: “Concientizado en Europa (...) Tercermundista convencido, fue uno de los tres primeros afiliados riojanos al MSTM. Bajo Angelelli tuvo inicialmente activa participación en el proceso de infiltración del catolicismo riojano...”
Los documentos rastrean con la lógica de los espías, vida privada y pública de los curas, moral y buenas costumbres. Pero sobre todo hablan de ellos como “infiltrados”: “infiltrados” en “colegios” o en el “movimiento obrero”.
Esta línea puede hacer pensar otro eje de los documentos, sobre el “problema” más importante que tenía la represión en esa zona: una vez asesinado el obispo, el “problema” continuaba porque no se trataba sólo del obispo, sino del compromiso de la diócesis. Así, se afirma en el papel:
- (01) Julio Guzmán, vicario general: “Catequizado por Arturo Paoli y luego de que se le efectuó un verdadero ‘lavado de cerebro’ en Córdoba, con el pretexto de un tratamiento psiquiátrico adhirió al M.S.T.M. en tiempos del obispo Angelelli”.
- (02) Fabriciano Sigampa, secretario canciller: “Fue activista en Aimogasta, donde estaba vinculado al Movimiento Severo Chumbita, primero peronista luego peronista ‘auténtico’ y finalmente montonero”.
- (28) Juan Aurelio Ortiz, Aimogasta: “(Es) de los tres primeros adherentes riojanos al MSTM. Elocuente, activo e inescrupuloso, especialista en trabajar con la juventud y más tarde asesor del Movimiento Laico de Apoyo a la Iglesia riojana y el Movimiento de Apoyo a Codetral. Fue el encargado de seleccionar las obras que integran el cancionero ‘Vida y Canción’, que incluye muchas canciones subversivas (...) Es uno de los elementos más peligrosos del clero secular y uno de los mejores conocedores de la acción subversiva del ex obispo Angelelli”.
- (15) Antonio Puigjané, de Chepes: “Otro de los agitadores tercermundistas (...) casettes con música de protesta grabada (‘A desalambrar’, ‘Seta bala’, ‘Camilo Torres’, etc.)”.
- (2/) Hilario Correas, de Guandacol. “Promotor de cooperativas de fachada que encubrían ... subversivos. Hizo pública mofa de María Santísima prestando las sagradas vestiduras para la confección de disfraces en un carnaval”.
Otro de los datos que figura con insistencia en los informes es el enfrentamiento (real) entre los curas de la pastoral del obispo Angelelli y los movimientos de la derecha católica en donde se articulaban a la vez sectores del poder económico y medios gráficos, como el diario El Sol de esa época.
Lo que ocurrió con los documentos muestra por qué costó tantos años llegar al primer juicio real de lesa humanidad en la provincia, el que terminó el viernes: el mapa y las referencias llegaron a manos de fiscales del juicio y las querellas unos pocos días antes del comienzo del juicio. Hasta ese momento, ni ellos ni el juez de instrucción que tenía la causa sabían que los papeles existían. Según una fuente de la investigación, estaban guardados en el despacho del fiscal general Horacio Salman, quien debió ser reemplazado en este juicio por Gonella porque él se excusó por su relación con el abogado defensor de Domingo Benito Vera, uno de los acusados.
MAURICIO DRIOLLET, SACERDOTE FRANCES
“Gabriel era entregado y lúcido”
Por Alejandra Dandan
Mauricio Driollet es uno de los sacerdotes franceses que vivió en la Argentina durante la dictadura. Perteneció a la misma congregación de misioneros de Gabriel Longueville, a quien conoció en 1970 en la Argentina cuando Longueville llegó al país. Driollet hoy tiene 82 años y vive en Francia. Durante su estadía en el país visitó a Gabriel en Chamical, conoció al obispo Enrique Angelelli y a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Dice que cuando supo del asesinato de Longueville se asustó porque se preguntó si ahora iban a empezar a matarlos a todos de esa forma.
“Eramos muchos del (Movimiento de Sacerdotes para el) Tercer Mundo, yo era simpatizante. En esa época directamente compromiso político no teníamos, pero como trabajábamos por la gente humilde, era muy difícil imaginarse, para los dirigentes políticos de la época y el gobierno militar, cómo iban a venir curas franceses a vivir en los barrios más humildes de la Diócesis. ¿Y por qué estábamos en los lugares más humildes? Porque primero no había sacerdotes, y así era.”
–¿Puede contar algo de Longueville?
–Lo conocí desde los primeros días de su llegada a la Argentina, cuando llegó a Corrientes. Era 1970. Yo, Mauricio Driollet, sacerdote, estando en Resistencia, Chaco, éramos vecinos. Nos visitábamos mucho, así como con los demás sacerdotes franceses del NEA. Luego, cuando él se fue a Chamical, hicimos en su casa un encuentro de varios días de todos los sacerdotes franceses en la Argentina. ¿De qué se trataba? De intercambiar (experiencias) sobre nuestro trabajo sacerdotal de evangelización en tierra argentina. A Gabriel lo veía muy respetuoso de la gente, había aprendido el idioma muy bien y se notaba el deseo de estar muy cerca de la gente más necesitada. Muy entregado, pero también muy lúcido, porque el momento era bravo. Se lo sentía sereno, listo para enfrentar el porvenir con coraje y mucha fe.
–¿Por qué se fue a La Rioja?
–En La Rioja escaseaban más los sacerdotes. Eso estimó y por eso se fue a Chamical, para estar más cerca de la gente más necesitada, más abandonada, digamos.
–¿Gabriel les habló de Angelelli?
–Angelelli, cuando venía con nosotros, era uno más, aportaba su punto de vista de sacerdote, su sabiduría sacerdotal, su afán de cristianizar. Estaba muy cerca de la gente humilde.
–¿Qué pasó cuando se enteraron de la muerte?
–Eran las vacaciones de invierno y teníamos unos encuentros de catequesis; y cuando esto llegó a mí me entró un susto, el susto de qué va a ocurrir ahora si empiezan a matarnos sobre todo de esta forma, porque enseguida supimos cómo había ocurrido la cosa. Nos quedamos cuidándonos, lógicamente, sabiendo que hacía falta poca cosa para perder la vida.
–¿Cómo se cuidaban?
–Nos cuidábamos, por ejemplo, no saliendo mucho de nuestra parroquia. Me cuidaba de lo que decía en los sermones; cuando salía de casa, sobre todo a la noche, porque hacía falta hacer encuentros, siempre tenía a mano mi cédula y qué sé yo...
El silencio de la Iglesia
El juicio por los curas de Chamical estuvo signado por testimonios que dieron cuenta de ellos como parte de la pastoral del obispo Enrique Angelelli. Entre otras razones porque el mismo Angelelli situó los asesinatos de los dos curas y más tarde el del laico Wenceslao Pedernera como parte de una espiral de violencia que iba destinada hacia él. Los alegatos dijeron que las razones de la muerte debían ser buscadas en esa trama. Pero también recordaron el rol que cumplió la jerarquía de la Iglesia y en particular Raúl Primatesta, que primero se sacó de encima a Angelelli mandándolo a La Rioja y luego no le dio protección cuando el obispo lo requirió. El fiscal Carlos Gonella señaló la complicidad de la jerarquía de la Iglesia Católica con lo que sucedió en el país. De los datos que surgieron en ese sentido durante el juicio, recordó el testimonio que dio Rafael Sifre, del movimiento rural, sobre un encuentro entre Primatesta y Angelelli: “¿Quién te manda a meterte en estas cosas?”, le dijo Primatesta al obispo. Fue la respuesta de Primatesta a Angelelli cuando él le pedía apoyo con lágrimas en los ojos apoyo porque le estaban matando a la gente.
Los franceses
Los fiscales destacaron en el alegato que la embajada de Francia y la familia de Gabriel Longueville, a través de su abogada Sophie Thonon, estuvieron siguiendo permanentemente el juicio. Algunos testigos iban a declarar desde Francia, pero finalmente no lo hicieron porque los jueces abreviaron la etapa de las pruebas, ya que dos de ellos iban a formar parte del debate que comenzó esta semana en Córdoba por el centro clandestino de La Perla y La Rivera.
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GB
LOS CURAS VERDADEROS, LOS QUE ESTAN CON EL PUEBLO.
DOCUMENTO DE LOS CURAS EN OPCION POR LOS POBRES
“Buenas noticias” para la Navidad
Con un fuerte repudio a “las autoridades eclesiásticas, cómplices del poder de turno”, el grupo hizo un recuento de logros sociales, salarios y ayuda a los chicos como una lista de razones para “cantar”.
Por Washington Uranga
El 8 de diciembre es la fecha indicada para que las comunidades cristianas comiencen a preparar la Navidad. Para marcar el día, el grupo de Curas en Opción por los Pobres difundió un mensaje “a las comunidades y a la sociedad” que resalta las “buenas noticias”. La carta anuncia que “para Dios los bienaventurados son los pobres y los pequeños” y subraya que “este Dios no está con los gobiernos y poderosos de la violencia; no está con los que eligen la muerte, la desaparición de niños inocentes y la mentira; no está con las autoridades eclesiásticas, cómplices del poder de turno, que eligen ignorar las promesas de Dios y prefieren no acercarse a la pobreza del poder, hablando y pontificando desde palacios y templos; no está con los imperios que amenazan al Niño del Pesebre que ya desde su pequeñez empieza a mostrar el conflicto que con El se desata, y su compromiso ineludible y patente por las víctimas de la historia”. El mensaje contrasta claramente con el difundido días atrás por los obispos de la Conferencia Episcopal, donde se subrayaron los aspectos negativos de la realidad actual.
Los sacerdotes católicos del grupo, a través de su Secretariado Nacional y con la firma de Eduardo de la Serna, sostienen que “en la solidaridad de los hermanos, Dios despliega la fuerza amorosa de su brazo” y que es “en está comunión donde quedan desautorizados los poderosos, los que desprecian a los pobres y sus votos, los que quieren manipular sus mentes y anunciar sólo ‘malas noticias’”. Por eso “tenemos memoria y recordamos que hubo tiempos cercanos en que todo era ‘al revés’ y unos muy pocos cantaban que ‘el dios Mercado derribó de sus puestos... a los humildes y exaltó más todavía a los poderosos’”.
Para los curas que trabajan en medios populares “hoy sabemos, porque lo hemos visto en nuestras comunidades, que las cosas son distintas y lo celebramos” y por ese motivo han decidido “cantar” junto a la Virgen María “las buenas noticias” aunque “hay todavía mucho por hacer”. Entre estas “buenas noticias” destacan “la mayor distribución del ingreso”, porque “la participación de los asalariados creció del 34 por ciento al 44 por ciento del PBI” y porque “vemos en nuestros barrios y pueblos menos gente ociosa porque se crearon 5 millones de puestos de trabajo”.
También subrayan la incorporación al sistema jubilatorio de “2,4 millones de personas que no tenían los aportes suficientes” y el hecho de que las familias “están más cerca de sus hijos” porque “la Asignación Universal por Hijo permitió cambiar la lógica abandónica de un sistema que los excluía dejando a muchos en la calle para sobrevivir”. Y entonces “¡cómo no celebrar que esta asignación universal cubre a 3,6 millones de niños y jóvenes hijos de padres sin trabajo o con trabajo informal y a madres embarazadas!”
Señalan también entre las “buenas noticias” el acceso al crédito de los pequeños productores, “porque el Estado está cada día más presente en sus ámbitos cumpliendo la Ley nacional de promoción del microcrédito (Nº 26.117) con 250.000 microcréditos otorgados para 165.000 unidades productivas de la economía social y solidaria, para la adquisición de capital de trabajo en todo el país” y subrayan que “la mayoría de sus beneficiarios son mujeres y menores de 35 años”.
Suman a todo lo anterior el alto nivel de escolarización de los niños, la participación de los jóvenes en cursos de capacitación en comunicación y que “la vigencia plena de la anhelada ley de medios democratiza y humaniza la información, y facilita el desarrollo de esta herramienta comunitaria para todos y todas”. En el mismo sentido celebran que “los jóvenes pobres e históricamente relegados, estudian y comparten en las plazas de sus pueblos con sus netbooks, encontrando un nuevo modo de relacionarse y crecer, porque el plan Conectar igualdad les permite salir del analfabetismo informático a cientos de miles de adolescentes abriéndoles nuevas puertas al conocimiento”.
Dicen los curas que “vivimos en comunidades que, paso a paso, se van apropiando de los centros integradores comunitarios (CIC) de cada pueblo y los habitan con sus actividades propias: salud en manos de la comunidad capitalizando la sabiduría popular, etc., allí donde muy pocos pueblos tenían un lugar de encuentro para todos” y celebran “las viviendas populares, la erradicación de ranchos y –para la clase media– el Plan Federal en todo el país, la consiguiente generación de empleo y una mayor infraestructura en nuestras comunidades rurales”.
Manifiestan también que hay logros en educación porque “se concretaron innumerables posibilidades para la culminación del primario y del secundario” a través de “becas estudiantiles, tutorías, metodologías innovadoras y populares, las casi mil Escuelas del Bicentenario, jardines de infantes, computadoras, materiales didácticos, capacitaciones y las paritarias docentes que dan reconocimiento a los y las trabajadoras de la educación”.
Entre las “buenas noticias” se incluyen “la asistencia y promoción de la familia rural, promoviendo el protagonismo del pequeño y mediano productor con capacitaciones, trabajos en redes con otras organizaciones de la sociedad civil, la electrificación rural, construcción de aljibes, pozos de balde, represas, viviendas, entrega de semillas para forrajes, etc. y la indispensable presencia del Estado en zonas donde nunca antes se había llegado”.
Según los Curas en la Opción por los Pobres “se va recuperando el sentido del ciudadano como sujeto de derechos” y “el Estado ha intentado –con éxitos, fracasos y cuentas pendientes– pasar de ser sólo benefactor o asistencialista a ser un Estado que promueve y garantiza los derechos para vivir una democracia más igualitaria”. Por este camino, sostienen, “se ha recuperado la participación, la organización, el sentido de lo político promoviendo nuevos actores y dirigentes, celebrando especialmente la participación de miles de jóvenes”. Aunque advierten que “somos conscientes que estos signos de crecimiento coexisten con la vieja política pero se van dando pasos”.
No faltan tampoco las observaciones críticas porque “hay todavía mucho por hacer, en especial en el terreno de la desigualdad en la distribución del ingreso, la pobreza, la educación, el desarrollo humano con justicia, la protección del derecho a la tierra de nuestros pueblos originarios y de nuestros campesinos, genuinos poseedores; el daño que causan los agrotóxicos, la industria sojera que desmonta; la regulación de la actividad minera o petrolera, que daña el ambiente que es de todos”. Sin embargo, insisten, “eso no significa que no haya buenas noticias para los pobres”.
Por eso deciden “cantar” estas “buenas noticias” en Navidad “porque creemos que Jesús sigue naciendo en esos niños, madres, ancianos, campesinos, pobres y desocupados...” y porque Dios –aseguran– “está indisimuladamente de su lado, y no del lado de los que desprecian o invisibilizan a los pobres, sus luchas y sus causas hablando de ‘dictadura con votos’, de ‘voto calificado’, o de cualquier otra actitud que ignore o rechace –con las palabras, con políticas o desde los medios de comunicación– a los preferidos de Jesús”.
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GB
“Buenas noticias” para la Navidad
Con un fuerte repudio a “las autoridades eclesiásticas, cómplices del poder de turno”, el grupo hizo un recuento de logros sociales, salarios y ayuda a los chicos como una lista de razones para “cantar”.
Por Washington Uranga
El 8 de diciembre es la fecha indicada para que las comunidades cristianas comiencen a preparar la Navidad. Para marcar el día, el grupo de Curas en Opción por los Pobres difundió un mensaje “a las comunidades y a la sociedad” que resalta las “buenas noticias”. La carta anuncia que “para Dios los bienaventurados son los pobres y los pequeños” y subraya que “este Dios no está con los gobiernos y poderosos de la violencia; no está con los que eligen la muerte, la desaparición de niños inocentes y la mentira; no está con las autoridades eclesiásticas, cómplices del poder de turno, que eligen ignorar las promesas de Dios y prefieren no acercarse a la pobreza del poder, hablando y pontificando desde palacios y templos; no está con los imperios que amenazan al Niño del Pesebre que ya desde su pequeñez empieza a mostrar el conflicto que con El se desata, y su compromiso ineludible y patente por las víctimas de la historia”. El mensaje contrasta claramente con el difundido días atrás por los obispos de la Conferencia Episcopal, donde se subrayaron los aspectos negativos de la realidad actual.
Los sacerdotes católicos del grupo, a través de su Secretariado Nacional y con la firma de Eduardo de la Serna, sostienen que “en la solidaridad de los hermanos, Dios despliega la fuerza amorosa de su brazo” y que es “en está comunión donde quedan desautorizados los poderosos, los que desprecian a los pobres y sus votos, los que quieren manipular sus mentes y anunciar sólo ‘malas noticias’”. Por eso “tenemos memoria y recordamos que hubo tiempos cercanos en que todo era ‘al revés’ y unos muy pocos cantaban que ‘el dios Mercado derribó de sus puestos... a los humildes y exaltó más todavía a los poderosos’”.
Para los curas que trabajan en medios populares “hoy sabemos, porque lo hemos visto en nuestras comunidades, que las cosas son distintas y lo celebramos” y por ese motivo han decidido “cantar” junto a la Virgen María “las buenas noticias” aunque “hay todavía mucho por hacer”. Entre estas “buenas noticias” destacan “la mayor distribución del ingreso”, porque “la participación de los asalariados creció del 34 por ciento al 44 por ciento del PBI” y porque “vemos en nuestros barrios y pueblos menos gente ociosa porque se crearon 5 millones de puestos de trabajo”.
También subrayan la incorporación al sistema jubilatorio de “2,4 millones de personas que no tenían los aportes suficientes” y el hecho de que las familias “están más cerca de sus hijos” porque “la Asignación Universal por Hijo permitió cambiar la lógica abandónica de un sistema que los excluía dejando a muchos en la calle para sobrevivir”. Y entonces “¡cómo no celebrar que esta asignación universal cubre a 3,6 millones de niños y jóvenes hijos de padres sin trabajo o con trabajo informal y a madres embarazadas!”
Señalan también entre las “buenas noticias” el acceso al crédito de los pequeños productores, “porque el Estado está cada día más presente en sus ámbitos cumpliendo la Ley nacional de promoción del microcrédito (Nº 26.117) con 250.000 microcréditos otorgados para 165.000 unidades productivas de la economía social y solidaria, para la adquisición de capital de trabajo en todo el país” y subrayan que “la mayoría de sus beneficiarios son mujeres y menores de 35 años”.
Suman a todo lo anterior el alto nivel de escolarización de los niños, la participación de los jóvenes en cursos de capacitación en comunicación y que “la vigencia plena de la anhelada ley de medios democratiza y humaniza la información, y facilita el desarrollo de esta herramienta comunitaria para todos y todas”. En el mismo sentido celebran que “los jóvenes pobres e históricamente relegados, estudian y comparten en las plazas de sus pueblos con sus netbooks, encontrando un nuevo modo de relacionarse y crecer, porque el plan Conectar igualdad les permite salir del analfabetismo informático a cientos de miles de adolescentes abriéndoles nuevas puertas al conocimiento”.
Dicen los curas que “vivimos en comunidades que, paso a paso, se van apropiando de los centros integradores comunitarios (CIC) de cada pueblo y los habitan con sus actividades propias: salud en manos de la comunidad capitalizando la sabiduría popular, etc., allí donde muy pocos pueblos tenían un lugar de encuentro para todos” y celebran “las viviendas populares, la erradicación de ranchos y –para la clase media– el Plan Federal en todo el país, la consiguiente generación de empleo y una mayor infraestructura en nuestras comunidades rurales”.
Manifiestan también que hay logros en educación porque “se concretaron innumerables posibilidades para la culminación del primario y del secundario” a través de “becas estudiantiles, tutorías, metodologías innovadoras y populares, las casi mil Escuelas del Bicentenario, jardines de infantes, computadoras, materiales didácticos, capacitaciones y las paritarias docentes que dan reconocimiento a los y las trabajadoras de la educación”.
Entre las “buenas noticias” se incluyen “la asistencia y promoción de la familia rural, promoviendo el protagonismo del pequeño y mediano productor con capacitaciones, trabajos en redes con otras organizaciones de la sociedad civil, la electrificación rural, construcción de aljibes, pozos de balde, represas, viviendas, entrega de semillas para forrajes, etc. y la indispensable presencia del Estado en zonas donde nunca antes se había llegado”.
Según los Curas en la Opción por los Pobres “se va recuperando el sentido del ciudadano como sujeto de derechos” y “el Estado ha intentado –con éxitos, fracasos y cuentas pendientes– pasar de ser sólo benefactor o asistencialista a ser un Estado que promueve y garantiza los derechos para vivir una democracia más igualitaria”. Por este camino, sostienen, “se ha recuperado la participación, la organización, el sentido de lo político promoviendo nuevos actores y dirigentes, celebrando especialmente la participación de miles de jóvenes”. Aunque advierten que “somos conscientes que estos signos de crecimiento coexisten con la vieja política pero se van dando pasos”.
No faltan tampoco las observaciones críticas porque “hay todavía mucho por hacer, en especial en el terreno de la desigualdad en la distribución del ingreso, la pobreza, la educación, el desarrollo humano con justicia, la protección del derecho a la tierra de nuestros pueblos originarios y de nuestros campesinos, genuinos poseedores; el daño que causan los agrotóxicos, la industria sojera que desmonta; la regulación de la actividad minera o petrolera, que daña el ambiente que es de todos”. Sin embargo, insisten, “eso no significa que no haya buenas noticias para los pobres”.
Por eso deciden “cantar” estas “buenas noticias” en Navidad “porque creemos que Jesús sigue naciendo en esos niños, madres, ancianos, campesinos, pobres y desocupados...” y porque Dios –aseguran– “está indisimuladamente de su lado, y no del lado de los que desprecian o invisibilizan a los pobres, sus luchas y sus causas hablando de ‘dictadura con votos’, de ‘voto calificado’, o de cualquier otra actitud que ignore o rechace –con las palabras, con políticas o desde los medios de comunicación– a los preferidos de Jesús”.
09/12/12 Página|12
GB
GANANDO TIEMPO POR EDUARDO MOCCA, OPINION
Para qué gana tiempo el Grupo Clarín
Por Edgardo Mocca
El Grupo Clarín ha conseguido, una vez más, “ganar tiempo” en su resistencia contra la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que lo obliga a desprenderse de una parte de su gigantesco emporio mediático. Esta afirmación bien podría ser usada para ratificar la condición de “propalador de los mensajes gubernamentales” adjudicada a un conjunto de periodistas y funcionarios –que incluye a este comentarista– por los abogados del multimedios en una reciente denuncia penal oportunamente retirada después del abrumador repudio social que recogiera. Pero no es así. No es este comentario el primero en poner de relieve la estrategia político-jurídica adoptada por el Grupo. En el fallo de la Corte Suprema del 22 de mayo, que marcara el 7 de diciembre de este año como el final de la vigencia de la medida cautelar que le permitiera al oligopolio postergar tres años la aplicación de la ley, se dice textualmente: “... no es posible tolerar que, a partir de la obtención de tales medidas (las cautelares) –que pueden en ocasiones agotar o suplir el contenido de la pretensión principal–, una de las partes pueda desentenderse de la marcha del proceso principal o prolongar artificialmente su duración, ya que ello constituye un supuesto de ejercicio contrario a los fines que la ley tuvo en miras al reconocer este tipo de medidas”. El juicio corresponde en particular, según el argumento de la Corte, al año transcurrido entre la solicitud de la cautelar por parte del Grupo y la notificación de la demanda de fondo. Lo dijo la Corte: el Grupo Clarín quiere ganar tiempo.
En este caso, el modo de ganar tiempo incluye un fallo bochornoso de la Cámara Civil y Comercial que se burla de la doctrina establecida por la Corte y se interna en una materia que no había sido puesta a su consideración, al afirmar que el Grupo dispondría de un año para adecuarse a la ley después de un eventual fallo en contra de su demanda de inconstitucionalidad. Más no le podía pedir el Grupo.
La estrategia jurídica de Magnetto tiene, como se ve, poderosos resortes judiciales. Tan poderosos e incondicionales que alcanzan para restar toda consideración a la denuncia presentada por el Gobierno contra el juez De las Carreras por presuntas dádivas recibidas del Grupo; una denuncia cuyos fundamentos alcanzaron para la excusación voluntaria del juez Recondo del caso, pero ni siquiera fueron tenidos en cuenta para analizar el pedido de recusación del mencionado camarista. En la retórica de los órganos del multimedios, desgraciadamente adoptada por un numeroso conjunto de jueces, la participación de magistrados en congresos auspiciados por poderosas empresas periodísticas de la región son un ejercicio de la independencia judicial, mientras que la denuncia de que esa participación cuestiona la imparcialidad de un juez en una causa que afecta a una de esas empresas constituye una “presión sobre la justicia”.
Pero es posible que la estrategia judicial del Grupo y los poderosos puntos de apoyo con que cuenta en el Poder Judicial no sean el aspecto más interesante de la cuestión. Lo que acaso merezca ser situado en el centro del análisis es el lado político de la estrategia. Porque la pregunta más importante cuando alguien “gana tiempo” es para qué lo gana y cómo lo utiliza. La estrategia, oportunamente advertida por la Corte, nace incluso antes de la aprobación de la ley en cuestión. Más precisamente cuando ésta se estaba discutiendo en el Congreso. Y se expresó en un fallido pedido de medida cautelar, a propósito de supuestas irregularidades de procedimiento en su discusión en la Cámara de Diputados. Como al pasar, puede decirse que el episodio revela la abrumadora articulación entre las chicanas de algunos diputados opositores y el contenido de la demanda: el Grupo llevó a la Justicia las impugnaciones que una minoría de diputados presentaron en la Cámara. El resultado no podía ser sino el rechazo de una medida que hubiera significado una grosera interferencia del Poder Judicial sobre el Legislativo.
El pedido de cautelar finalmente aceptado se refiere a la ley ya aprobada y promulgada y está fechado en diciembre de 2009. La estrategia cautelar del Grupo Clarín está claramente enmarcada en un momento político concreto. Recordemos: en junio de ese año, o sea seis meses antes, el Gobierno había sufrido una fuerte sangría de votos en las elecciones legislativas de medio término. El clima que se respiraba –fuertemente impulsado, claro está, por los medios de prensa dominantes– era el del irreversible ocaso de la experiencia kirchnerista. Según las plumas emblemáticas del establishment, el país tenía que prepararse para el “poskirchnerismo”. Solamente cabía la duda sobre si el epitafio para esa experiencia lo redactaría el hemisferio opositor o el peronismo finalmente desembarazado del malentendido provocado por la hecatombe de fines de 2001. Pocos días después de habilitada la medida cautelar, el país político se estremecía con el autoacuartelamiento de Martín Redrado en el Banco Central contra la decisión gubernamental de utilizar reservas para el pago de vencimientos de la deuda pública. En ese mismo período una heterogénea y poco consistente coalición parlamentaria opositora se había repartido direcciones y mayorías en las comisiones legislativas de la Cámara de Diputados preanunciando un sistemático bloqueo al Gobierno en el Congreso. Si se quiere comprender a fondo lo que significaba en ese momento la estrategia de “ganar tiempo” denunciada por la Corte, no tiene más que revisitar las columnas de los periodistas más connotados del diario Clarín y de su socio en Papel Prensa, La Nación. La “ley de medios” caería, según esas miradas, bajo el insoportable peso de una crisis política terminal de la experiencia kirchnerista.
Los nueve meses siguientes corresponden a la larga siesta de la demanda de fondo del Grupo contra la ley. Recién en noviembre de 2010, esa demanda es notificada a la contraparte estatal: a esa altura ya podía dudarse de la inevitabilidad del derrumbe del Gobierno y la caída de la ley como su efecto inevitable. El abuso empresario-judicial en la utilización del recurso cautelar permitió al Grupo seguir ganando tiempo, aun en condiciones políticas progresivamente transformadas. El Gobierno empieza a recuperar sustento social después de la mencionada crisis del Banco Central y al calor de medidas de gran repercusión popular como la asignación universal por hijo. La muerte de Néstor Kirchner acentúa intensamente esa tendencia que no se invertiría en los meses que faltaban para la elección presidencial.
A pesar del marcado giro de la situación política, el Grupo Clarín no modificó su estrategia político-jurídica. Después del contundente fracaso electoral de una oposición casi absolutamente atada a esa estrategia, las hostilidades se intensificaron aún más. Se trataba de que, mientras la medida cautelar congelaba el tiempo jurídico, el clima político volviera a descomponerse. Un rápido repaso por la línea editorial de la prensa dominante durante los últimos meses permite detectar claramente su articulación dentro de esa estrategia. No se trata, claro está, de recaer en una lectura conspirativa de todos los episodios que la política argentina vivió en este período. Pero el modo en que los grupos mediáticos concentrados tratan de convertir cada episodio conflictivo en una herramienta para la intoxicación de la atmósfera política desautoriza plenariamente la pretensión de adjudicarles a los medios una inocente actitud de descripción independiente de la realidad. La estrategia no encontró límites ni siquiera en aquellas situaciones que de modo evidente involucraban el interés nacional: se amplificó la reacción británica contra las medidas nacionales y regionales favorables a la apertura del diálogo por la soberanía en Malvinas, tanto como se celebró el fallo de Griesa a favor de los fondos buitre y el default argentino cuya inminencia se mostraba como una de sus consecuencias. Cualquier desorden social, viniera de gendarmes o de líderes sindicales bruscamente cambiados de posición y de discurso, contó (y contará de modo inflexible) con el “desinteresado” apoyo de los oligopolios. Los cacerolazos son un éxito indudable de esa estrategia; no se convertirán fácilmente en un bloque político-electoral alternativo, pero sirven para aprovechar el tiempo que se gana.
La ya citada denuncia contra periodistas y funcionarios consistió, justamente, en la acusación de que esos “propaladores” trataban de adjudicar al Grupo Clarín todos los conflictos que enfrentaba el Gobierno. A pesar de la infinita torpeza de esa acción, puede detectarse en ella la huella de una obsesión: la de despejar todos los obstáculos a la estrategia desestabilizadora, incluidos los que se expresen a través de la opinión oral o escrita. Lo más grave no es que el Grupo gane tiempo. Tampoco –aunque su gravedad es inmensa– el apoyo judicial a ese objetivo. Lo más grave es cómo el Grupo y sus aliados del poder económico utilizan ese tiempo ganado.
09/12/12 Página|12
GB
Por Edgardo Mocca
El Grupo Clarín ha conseguido, una vez más, “ganar tiempo” en su resistencia contra la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que lo obliga a desprenderse de una parte de su gigantesco emporio mediático. Esta afirmación bien podría ser usada para ratificar la condición de “propalador de los mensajes gubernamentales” adjudicada a un conjunto de periodistas y funcionarios –que incluye a este comentarista– por los abogados del multimedios en una reciente denuncia penal oportunamente retirada después del abrumador repudio social que recogiera. Pero no es así. No es este comentario el primero en poner de relieve la estrategia político-jurídica adoptada por el Grupo. En el fallo de la Corte Suprema del 22 de mayo, que marcara el 7 de diciembre de este año como el final de la vigencia de la medida cautelar que le permitiera al oligopolio postergar tres años la aplicación de la ley, se dice textualmente: “... no es posible tolerar que, a partir de la obtención de tales medidas (las cautelares) –que pueden en ocasiones agotar o suplir el contenido de la pretensión principal–, una de las partes pueda desentenderse de la marcha del proceso principal o prolongar artificialmente su duración, ya que ello constituye un supuesto de ejercicio contrario a los fines que la ley tuvo en miras al reconocer este tipo de medidas”. El juicio corresponde en particular, según el argumento de la Corte, al año transcurrido entre la solicitud de la cautelar por parte del Grupo y la notificación de la demanda de fondo. Lo dijo la Corte: el Grupo Clarín quiere ganar tiempo.
En este caso, el modo de ganar tiempo incluye un fallo bochornoso de la Cámara Civil y Comercial que se burla de la doctrina establecida por la Corte y se interna en una materia que no había sido puesta a su consideración, al afirmar que el Grupo dispondría de un año para adecuarse a la ley después de un eventual fallo en contra de su demanda de inconstitucionalidad. Más no le podía pedir el Grupo.
La estrategia jurídica de Magnetto tiene, como se ve, poderosos resortes judiciales. Tan poderosos e incondicionales que alcanzan para restar toda consideración a la denuncia presentada por el Gobierno contra el juez De las Carreras por presuntas dádivas recibidas del Grupo; una denuncia cuyos fundamentos alcanzaron para la excusación voluntaria del juez Recondo del caso, pero ni siquiera fueron tenidos en cuenta para analizar el pedido de recusación del mencionado camarista. En la retórica de los órganos del multimedios, desgraciadamente adoptada por un numeroso conjunto de jueces, la participación de magistrados en congresos auspiciados por poderosas empresas periodísticas de la región son un ejercicio de la independencia judicial, mientras que la denuncia de que esa participación cuestiona la imparcialidad de un juez en una causa que afecta a una de esas empresas constituye una “presión sobre la justicia”.
Pero es posible que la estrategia judicial del Grupo y los poderosos puntos de apoyo con que cuenta en el Poder Judicial no sean el aspecto más interesante de la cuestión. Lo que acaso merezca ser situado en el centro del análisis es el lado político de la estrategia. Porque la pregunta más importante cuando alguien “gana tiempo” es para qué lo gana y cómo lo utiliza. La estrategia, oportunamente advertida por la Corte, nace incluso antes de la aprobación de la ley en cuestión. Más precisamente cuando ésta se estaba discutiendo en el Congreso. Y se expresó en un fallido pedido de medida cautelar, a propósito de supuestas irregularidades de procedimiento en su discusión en la Cámara de Diputados. Como al pasar, puede decirse que el episodio revela la abrumadora articulación entre las chicanas de algunos diputados opositores y el contenido de la demanda: el Grupo llevó a la Justicia las impugnaciones que una minoría de diputados presentaron en la Cámara. El resultado no podía ser sino el rechazo de una medida que hubiera significado una grosera interferencia del Poder Judicial sobre el Legislativo.
El pedido de cautelar finalmente aceptado se refiere a la ley ya aprobada y promulgada y está fechado en diciembre de 2009. La estrategia cautelar del Grupo Clarín está claramente enmarcada en un momento político concreto. Recordemos: en junio de ese año, o sea seis meses antes, el Gobierno había sufrido una fuerte sangría de votos en las elecciones legislativas de medio término. El clima que se respiraba –fuertemente impulsado, claro está, por los medios de prensa dominantes– era el del irreversible ocaso de la experiencia kirchnerista. Según las plumas emblemáticas del establishment, el país tenía que prepararse para el “poskirchnerismo”. Solamente cabía la duda sobre si el epitafio para esa experiencia lo redactaría el hemisferio opositor o el peronismo finalmente desembarazado del malentendido provocado por la hecatombe de fines de 2001. Pocos días después de habilitada la medida cautelar, el país político se estremecía con el autoacuartelamiento de Martín Redrado en el Banco Central contra la decisión gubernamental de utilizar reservas para el pago de vencimientos de la deuda pública. En ese mismo período una heterogénea y poco consistente coalición parlamentaria opositora se había repartido direcciones y mayorías en las comisiones legislativas de la Cámara de Diputados preanunciando un sistemático bloqueo al Gobierno en el Congreso. Si se quiere comprender a fondo lo que significaba en ese momento la estrategia de “ganar tiempo” denunciada por la Corte, no tiene más que revisitar las columnas de los periodistas más connotados del diario Clarín y de su socio en Papel Prensa, La Nación. La “ley de medios” caería, según esas miradas, bajo el insoportable peso de una crisis política terminal de la experiencia kirchnerista.
Los nueve meses siguientes corresponden a la larga siesta de la demanda de fondo del Grupo contra la ley. Recién en noviembre de 2010, esa demanda es notificada a la contraparte estatal: a esa altura ya podía dudarse de la inevitabilidad del derrumbe del Gobierno y la caída de la ley como su efecto inevitable. El abuso empresario-judicial en la utilización del recurso cautelar permitió al Grupo seguir ganando tiempo, aun en condiciones políticas progresivamente transformadas. El Gobierno empieza a recuperar sustento social después de la mencionada crisis del Banco Central y al calor de medidas de gran repercusión popular como la asignación universal por hijo. La muerte de Néstor Kirchner acentúa intensamente esa tendencia que no se invertiría en los meses que faltaban para la elección presidencial.
A pesar del marcado giro de la situación política, el Grupo Clarín no modificó su estrategia político-jurídica. Después del contundente fracaso electoral de una oposición casi absolutamente atada a esa estrategia, las hostilidades se intensificaron aún más. Se trataba de que, mientras la medida cautelar congelaba el tiempo jurídico, el clima político volviera a descomponerse. Un rápido repaso por la línea editorial de la prensa dominante durante los últimos meses permite detectar claramente su articulación dentro de esa estrategia. No se trata, claro está, de recaer en una lectura conspirativa de todos los episodios que la política argentina vivió en este período. Pero el modo en que los grupos mediáticos concentrados tratan de convertir cada episodio conflictivo en una herramienta para la intoxicación de la atmósfera política desautoriza plenariamente la pretensión de adjudicarles a los medios una inocente actitud de descripción independiente de la realidad. La estrategia no encontró límites ni siquiera en aquellas situaciones que de modo evidente involucraban el interés nacional: se amplificó la reacción británica contra las medidas nacionales y regionales favorables a la apertura del diálogo por la soberanía en Malvinas, tanto como se celebró el fallo de Griesa a favor de los fondos buitre y el default argentino cuya inminencia se mostraba como una de sus consecuencias. Cualquier desorden social, viniera de gendarmes o de líderes sindicales bruscamente cambiados de posición y de discurso, contó (y contará de modo inflexible) con el “desinteresado” apoyo de los oligopolios. Los cacerolazos son un éxito indudable de esa estrategia; no se convertirán fácilmente en un bloque político-electoral alternativo, pero sirven para aprovechar el tiempo que se gana.
La ya citada denuncia contra periodistas y funcionarios consistió, justamente, en la acusación de que esos “propaladores” trataban de adjudicar al Grupo Clarín todos los conflictos que enfrentaba el Gobierno. A pesar de la infinita torpeza de esa acción, puede detectarse en ella la huella de una obsesión: la de despejar todos los obstáculos a la estrategia desestabilizadora, incluidos los que se expresen a través de la opinión oral o escrita. Lo más grave no es que el Grupo gane tiempo. Tampoco –aunque su gravedad es inmensa– el apoyo judicial a ese objetivo. Lo más grave es cómo el Grupo y sus aliados del poder económico utilizan ese tiempo ganado.
09/12/12 Página|12
GB
FIESTA DE LA DEMOCRACIA
EL FESTIVAL Y LA MOVILIZACION QUE SE REALIZARA HOY EN PLAZA DE MAYO
Una convocatoria festiva
Se espera la presencia de la Presidenta. Cerrarán Charly García y Fito Páez. Se movilizarán todas las agrupaciones kirchneristas. Funcionarán puestos regionales, de colectividades y estatales.
Por Nicolás Lantos
La decisión de la Cámara Civil y Comercial de extender la medida cautelar que le permite a Clarín mantenerse exceptuado de la desinversión establecida por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tuvo efectos colaterales más allá (o en los márgenes) de la disputa entre el gobierno nacional y el multimedios. Entre ellos, un vuelco en el significado que le dará el kirchnerismo a la Fiesta Patria Popular planeada para esta tarde en Plaza de Mayo y los alrededores, en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos y de un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia en la Argentina. Lo que se había imaginado como la celebración de una fecha elegida como simbólica para marcar el comienzo de la plena aplicación de la ley, se volvió, merced de la decisión de los camaristas, una convocatoria de repudio al nuevo beneficio otorgado al Grupo mediático, y de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien estará presente en el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada, como en aquel Acto por la Democracia en junio de 2008 en pleno conflicto con las patronales agrarias.
“Lo del jueves fue una traba más de todas las que pone Clarín porque sabe lo que le espera al final del camino: no hay que dramatizar. Al contrario, la decisión de los jueces no hizo más que redoblar la convocatoria para ir a la Plaza a mostrarle a la Presidenta que cuando se redoblan los esfuerzos de la derecha por debilitar a este gobierno, el pueblo sabe siempre de qué lado debe estar”, matiza un funcionario con despacho en la Casa Rosada, en diálogo con Página/12. Aunque hay optimismo entre los organizadores respecto del caudal de gente que se acercará al centro para participar de las celebraciones, nadie quiere entrar en comparaciones con las recientes manifestaciones opositoras.
Lo cierto es que a la asistencia “inorgánica” que es habitual en este tipo de convocatorias kirchneristas habrá que sumarle el nada despreciable aporte de todas las agrupaciones que forman parte del colectivo Unidos y Organizados, que en abril de este año llenaron el estadio de Vélez: La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Transversal, Nuevo Encuentro, Kolina, el Peronismo Militante, la Corriente Peronista Descamisados, la Martín Fierro, Miles y la CTA, entre otros espacios, realizaron su convocatoria a la Plaza. La Tupac Amaru, con Milagro Sala a la cabeza, anunció su participación. La mayoría de los intendentes oficialistas harán su aporte, tal como acordaron el viernes en la reunión del Consejo Justicialista bonaerense, con asistencia casi perfecta, y dejaron plasmado en un documento sin ambigüedades. Además, algunos funcionarios estarán al frente de las columnas que se movilizarán hacia la Plaza: el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, caminará con agrupaciones vinculadas con el campo; Martín Sa-bbatella, de la Afsca, hará lo propio con sectores de la comunicación. Los artistas también se organizarán y marcharán juntos.
Con la finalidad de adecuar todo el centro porteño para que funcione como un gigantesco escenario de la Fiesta Patria Popular, desde ayer que esa zona, delimitada por las avenidas Alem, Paseo Colón, Belgrano, 9 de Julio y Corrientes está cortada al tránsito. La convocatoria oficial llama a concentrar a partir de las 16.30, sin embargo desde las tres de la tarde habrá actividades sobre Avenida de Mayo y las diagonales Norte y Sur (rebautizadas para la ocasión como Av. de la Diversidad, Paseo de la Integración y Av. de la Pluralidad), donde funcionarán puestos regionales, de colectividades y de carteras del gobierno (como el Ministerio de Industria o la Secretaría de Derechos Humanos), con una idea similar (aunque en escala) a la que rige en Tecnópolis.
Sobre la Plaza de Mayo, de espaldas a la Casa de Gobierno, se montó el escenario principal donde tendrán lugar los números musicales: Charly García, Fito Páez, Illya Kuryaki & The Valderramas, La Bomba de Tiempo, Los Pericos, el colombiano Carlos Vives, Teresa Parodi, El Choque Urbano y Víctor Heredia, son algunos de los artistas que desfilarán desde la tardecita hasta la medianoche, cuando se dará fin a la vigilia y se saludará la bienvenida al Día de la Democracia y los Derechos Humanos con un show de fuegos artificiales.
En algún momento, entre recital y recital, se espera que Cristina Fernández de Kirchner suba al escenario para hablarle a la Plaza. Por la importancia de la fecha y la innegable particularidad de la coyuntura, se descuenta que el cuerpo del mensaje presidencial se articulará alrededor de la pugna por la plena aplicación de la ley de medios y las batallas tangenciales que se abrieron en el camino, particularmente la candente relación entre el Ejecutivo y un sector del Poder Judicial, que intentó pararse de manos esta semana. Cerca de la mandataria hablan de “un discurso de barricada” y no descartan algún anuncio sorpresivo, aunque el secreto alrededor del texto es hermético.
“Cada vez que creen que lo tienen acorralado el kirchnerismo, redobla la apuesta y sale ganando, pero cada vez la apuesta es más alta y el riesgo es mayor, así que no hay que recostarse en esa seguridad, hay que redoblar esfuerzos”, comenta un dirigente de Unidos y Organizados con una larga trayectoria sobre sus espaldas. Así como después del 13S y del 8N se evitó salir a contestar movilización con movilización para evitar calentar el clima político, ahora, a un mes de la manifestación opositora y a veinte días del paro con bloqueos del sindicalismo disidente, la apuesta para desdibujar el efecto que dejaron esos tragos amargos es masividad, paz y un clima festivo que contrasten con el espíritu de aquellas protestas, a pesar de que las últimas noticias no hayan sido las deseadas.
09/12/12 Página|12
GB
Una convocatoria festiva
Se espera la presencia de la Presidenta. Cerrarán Charly García y Fito Páez. Se movilizarán todas las agrupaciones kirchneristas. Funcionarán puestos regionales, de colectividades y estatales.
Por Nicolás Lantos
La decisión de la Cámara Civil y Comercial de extender la medida cautelar que le permite a Clarín mantenerse exceptuado de la desinversión establecida por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tuvo efectos colaterales más allá (o en los márgenes) de la disputa entre el gobierno nacional y el multimedios. Entre ellos, un vuelco en el significado que le dará el kirchnerismo a la Fiesta Patria Popular planeada para esta tarde en Plaza de Mayo y los alrededores, en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos y de un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia en la Argentina. Lo que se había imaginado como la celebración de una fecha elegida como simbólica para marcar el comienzo de la plena aplicación de la ley, se volvió, merced de la decisión de los camaristas, una convocatoria de repudio al nuevo beneficio otorgado al Grupo mediático, y de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien estará presente en el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada, como en aquel Acto por la Democracia en junio de 2008 en pleno conflicto con las patronales agrarias.
“Lo del jueves fue una traba más de todas las que pone Clarín porque sabe lo que le espera al final del camino: no hay que dramatizar. Al contrario, la decisión de los jueces no hizo más que redoblar la convocatoria para ir a la Plaza a mostrarle a la Presidenta que cuando se redoblan los esfuerzos de la derecha por debilitar a este gobierno, el pueblo sabe siempre de qué lado debe estar”, matiza un funcionario con despacho en la Casa Rosada, en diálogo con Página/12. Aunque hay optimismo entre los organizadores respecto del caudal de gente que se acercará al centro para participar de las celebraciones, nadie quiere entrar en comparaciones con las recientes manifestaciones opositoras.
Lo cierto es que a la asistencia “inorgánica” que es habitual en este tipo de convocatorias kirchneristas habrá que sumarle el nada despreciable aporte de todas las agrupaciones que forman parte del colectivo Unidos y Organizados, que en abril de este año llenaron el estadio de Vélez: La Cámpora, el Movimiento Evita, el Frente Transversal, Nuevo Encuentro, Kolina, el Peronismo Militante, la Corriente Peronista Descamisados, la Martín Fierro, Miles y la CTA, entre otros espacios, realizaron su convocatoria a la Plaza. La Tupac Amaru, con Milagro Sala a la cabeza, anunció su participación. La mayoría de los intendentes oficialistas harán su aporte, tal como acordaron el viernes en la reunión del Consejo Justicialista bonaerense, con asistencia casi perfecta, y dejaron plasmado en un documento sin ambigüedades. Además, algunos funcionarios estarán al frente de las columnas que se movilizarán hacia la Plaza: el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, caminará con agrupaciones vinculadas con el campo; Martín Sa-bbatella, de la Afsca, hará lo propio con sectores de la comunicación. Los artistas también se organizarán y marcharán juntos.
Con la finalidad de adecuar todo el centro porteño para que funcione como un gigantesco escenario de la Fiesta Patria Popular, desde ayer que esa zona, delimitada por las avenidas Alem, Paseo Colón, Belgrano, 9 de Julio y Corrientes está cortada al tránsito. La convocatoria oficial llama a concentrar a partir de las 16.30, sin embargo desde las tres de la tarde habrá actividades sobre Avenida de Mayo y las diagonales Norte y Sur (rebautizadas para la ocasión como Av. de la Diversidad, Paseo de la Integración y Av. de la Pluralidad), donde funcionarán puestos regionales, de colectividades y de carteras del gobierno (como el Ministerio de Industria o la Secretaría de Derechos Humanos), con una idea similar (aunque en escala) a la que rige en Tecnópolis.
Sobre la Plaza de Mayo, de espaldas a la Casa de Gobierno, se montó el escenario principal donde tendrán lugar los números musicales: Charly García, Fito Páez, Illya Kuryaki & The Valderramas, La Bomba de Tiempo, Los Pericos, el colombiano Carlos Vives, Teresa Parodi, El Choque Urbano y Víctor Heredia, son algunos de los artistas que desfilarán desde la tardecita hasta la medianoche, cuando se dará fin a la vigilia y se saludará la bienvenida al Día de la Democracia y los Derechos Humanos con un show de fuegos artificiales.
En algún momento, entre recital y recital, se espera que Cristina Fernández de Kirchner suba al escenario para hablarle a la Plaza. Por la importancia de la fecha y la innegable particularidad de la coyuntura, se descuenta que el cuerpo del mensaje presidencial se articulará alrededor de la pugna por la plena aplicación de la ley de medios y las batallas tangenciales que se abrieron en el camino, particularmente la candente relación entre el Ejecutivo y un sector del Poder Judicial, que intentó pararse de manos esta semana. Cerca de la mandataria hablan de “un discurso de barricada” y no descartan algún anuncio sorpresivo, aunque el secreto alrededor del texto es hermético.
“Cada vez que creen que lo tienen acorralado el kirchnerismo, redobla la apuesta y sale ganando, pero cada vez la apuesta es más alta y el riesgo es mayor, así que no hay que recostarse en esa seguridad, hay que redoblar esfuerzos”, comenta un dirigente de Unidos y Organizados con una larga trayectoria sobre sus espaldas. Así como después del 13S y del 8N se evitó salir a contestar movilización con movilización para evitar calentar el clima político, ahora, a un mes de la manifestación opositora y a veinte días del paro con bloqueos del sindicalismo disidente, la apuesta para desdibujar el efecto que dejaron esos tragos amargos es masividad, paz y un clima festivo que contrasten con el espíritu de aquellas protestas, a pesar de que las últimas noticias no hayan sido las deseadas.
09/12/12 Página|12
GB
CLARIN Y SU GOLPE.
Clarín y un golpe(cito) de derecha
Por Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com
La idea de valerse del calendario para establecer con anticipación qué va a pasar no parece dar resultados. El viernes quedó claro que no es bueno dar a publicidad una conducta futura sabiendo que, en el medio, hay muchos otros que pueden tomar decisiones y modificar el escenario. Hubo hasta una publicidad radial oficial que anunciaba a diario “faltan equis días para que un grupo de familias se desprendan de…” en referencia a las licencias operadas por el Grupo Clarín por fuera de las autorizadas en la ley de medios pero que cuentan con la ventaja de tener una medida cautelar que las favorece. Sin embargo, esta visión crítica de la instalación del 7D como una fecha en la que se presagiaba un cambio drástico creó un escenario donde los errores pueden verse –claro, al día siguiente– con mayor detenimiento. Se puede decir que presagiar lo que iba a ocurrir el viernes pasado fue un error. Sin embargo, también puede verse de otra manera: el 7D sirvió para precipitar comportamientos justamente cuando toda la defensa del Grupo Clarín consistía en ganar tiempo, de cualquier manera.
Se puede criticar cierta altanería en la comunicación del Gobierno, pero no puede decirse, de ningún modo, que el Ejecutivo se haya corrido ni una línea del respeto a la división de poderes. Del Grupo Clarín puede decirse que saboreó de una manera ingrata lo que ellos mismos consideraron su propio triunfo, “porque el 7D no pasó nada”. Ingrata por la manipulación de la agenda periodística y lo que a juicio de este cronista –pero quizá no para sus miles y miles de lectores– se convierte en una intoxicación informativa con efectos muy preocupantes. Un ejemplo: al día siguiente de la resolución aviesa con que los jueces Francisco de las Carreras y Susana Najurieta prorrogaran la medida cautelar hasta que haya “sentencia definitiva”, el dibujante Hermenegildo Sábat dibujó a la Presidenta con un ojo hinchado, fruto de su imaginación que, dicho sea de paso, guió un golpe de derecha hacia el rostro presidencial. El caricaturista, que tiene prestigio de artista, tuvo la osadía de volver a poner sus lápices sobre la cara de Cristina. Todos recuerdan aquella boca tapada en abril de 2008 en pleno conflicto con las patronales agropecuarias.
Aquellas fueron jornadas movidas, con verdaderas maniobras destituyentes y calles con manifestantes de un lado y del otro. Esta vez, el escenario parece ser bastante distinto y sería bueno desapasionarse un poco. La ley de medios está vigente. Sólo un artículo está suspendido. El Ejecutivo avanzó en algunas cosas y en otras no tanto. Por ejemplo, el llamado a concurso de licencias de televisión para que haya más voces –sobre todo las organizaciones sin fines de lucro– no depende del artículo 161 sino de la voluntad política de avanzar. Para más datos: la misma Presidenta se lanzó a la reelección en 2011 justamente cuando acompañó a Gabriel Mariotto en un acto donde se abrían los concursos para un par de cientos de licencias. Esa convocatoria quedó en agua de borrajas. Sería bueno que de este escenario surja la decisión de avanzar más con la pluralidad de voces para que sean las organizaciones populares, las universidades, las cooperativas o los sindicatos los que puedan amplificar sus voces.
Respecto de las enseñanzas de lo que pasó esta semana, fue caliente en los tribunales y en la agenda de los medios respecto de la extensión de la cautelar. Incluso, corrió de la agenda periodística a los asuntos de interés de los sectores populares. En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires, la basura, el transporte, las inundaciones o los hechos policiales inquietan mucho más al ciudadano de a pie que el artículo 161. Y en esos temas el Estado –nacional, provincial o de la Ciudad– tiene mucho que ver y, sobre todo, tiene mucho para avanzar en concreción de medidas interjurisdiccionales.
Mirar la perspectiva. Mañana se conmemoran 29 años de continuidad democrática en los cuales, sin quebrar las instituciones, debe verse que los poderes fácticos –grupos económicos con incidencia en las instituciones del Estado– lograron grandes beneficios. La crisis de diciembre de 2011 fue un quiebre y desde la asunción de Néstor Kirchner, el pueblo vive un cambio de rumbo que lo tiene como protagonista y también como beneficiario real de los derechos sociales.
Eso es para celebrar y seguramente hoy, en la Plaza de Mayo y en miles de plazas del país, se recordará con festejos.
Muchos asociarán esta perspectiva histórica con la negativa del Grupo Clarín a cumplir con la ley. Para muchos, Clarín, como empresa, es un ejemplo clarísimo de querer imponer su poder corriendo las normas a través de aliados en la Justicia y otras instituciones públicas. Es probable que el juez Horacio Alfonso, que lleva ya siete semanas al frente de la causa, esté madurando una definición. Es probable que mañana mismo la Corte Suprema se avoque a tratar los reclamos presentados por el Ejecutivo el viernes pasado. No hay nada fuera de cauce. Al menos del cauce establecido. Si se quiere reformar y transparentar la Justicia –en serio– se entraría en otro debate, mucho más importante, más beneficioso. Pero las críticas –absolutamente ciertas– de que los jueces son vitalicios y no pagan impuestos no pueden ser un argumento lateral para augurar un fallo en tal o cual sentido y tratar de maniobrar para que otras sentencias se prolonguen o cambien de juzgado.
Para terminar, unos párrafos de un correo electrónico tomado de un interesante debate colectivo entre militantes kirchneristas. Uno de ellos, cuyo nombre no viene al caso, decía:
eanguita@miradasalsur.com
La idea de valerse del calendario para establecer con anticipación qué va a pasar no parece dar resultados. El viernes quedó claro que no es bueno dar a publicidad una conducta futura sabiendo que, en el medio, hay muchos otros que pueden tomar decisiones y modificar el escenario. Hubo hasta una publicidad radial oficial que anunciaba a diario “faltan equis días para que un grupo de familias se desprendan de…” en referencia a las licencias operadas por el Grupo Clarín por fuera de las autorizadas en la ley de medios pero que cuentan con la ventaja de tener una medida cautelar que las favorece. Sin embargo, esta visión crítica de la instalación del 7D como una fecha en la que se presagiaba un cambio drástico creó un escenario donde los errores pueden verse –claro, al día siguiente– con mayor detenimiento. Se puede decir que presagiar lo que iba a ocurrir el viernes pasado fue un error. Sin embargo, también puede verse de otra manera: el 7D sirvió para precipitar comportamientos justamente cuando toda la defensa del Grupo Clarín consistía en ganar tiempo, de cualquier manera.
Se puede criticar cierta altanería en la comunicación del Gobierno, pero no puede decirse, de ningún modo, que el Ejecutivo se haya corrido ni una línea del respeto a la división de poderes. Del Grupo Clarín puede decirse que saboreó de una manera ingrata lo que ellos mismos consideraron su propio triunfo, “porque el 7D no pasó nada”. Ingrata por la manipulación de la agenda periodística y lo que a juicio de este cronista –pero quizá no para sus miles y miles de lectores– se convierte en una intoxicación informativa con efectos muy preocupantes. Un ejemplo: al día siguiente de la resolución aviesa con que los jueces Francisco de las Carreras y Susana Najurieta prorrogaran la medida cautelar hasta que haya “sentencia definitiva”, el dibujante Hermenegildo Sábat dibujó a la Presidenta con un ojo hinchado, fruto de su imaginación que, dicho sea de paso, guió un golpe de derecha hacia el rostro presidencial. El caricaturista, que tiene prestigio de artista, tuvo la osadía de volver a poner sus lápices sobre la cara de Cristina. Todos recuerdan aquella boca tapada en abril de 2008 en pleno conflicto con las patronales agropecuarias.
Aquellas fueron jornadas movidas, con verdaderas maniobras destituyentes y calles con manifestantes de un lado y del otro. Esta vez, el escenario parece ser bastante distinto y sería bueno desapasionarse un poco. La ley de medios está vigente. Sólo un artículo está suspendido. El Ejecutivo avanzó en algunas cosas y en otras no tanto. Por ejemplo, el llamado a concurso de licencias de televisión para que haya más voces –sobre todo las organizaciones sin fines de lucro– no depende del artículo 161 sino de la voluntad política de avanzar. Para más datos: la misma Presidenta se lanzó a la reelección en 2011 justamente cuando acompañó a Gabriel Mariotto en un acto donde se abrían los concursos para un par de cientos de licencias. Esa convocatoria quedó en agua de borrajas. Sería bueno que de este escenario surja la decisión de avanzar más con la pluralidad de voces para que sean las organizaciones populares, las universidades, las cooperativas o los sindicatos los que puedan amplificar sus voces.
Respecto de las enseñanzas de lo que pasó esta semana, fue caliente en los tribunales y en la agenda de los medios respecto de la extensión de la cautelar. Incluso, corrió de la agenda periodística a los asuntos de interés de los sectores populares. En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires, la basura, el transporte, las inundaciones o los hechos policiales inquietan mucho más al ciudadano de a pie que el artículo 161. Y en esos temas el Estado –nacional, provincial o de la Ciudad– tiene mucho que ver y, sobre todo, tiene mucho para avanzar en concreción de medidas interjurisdiccionales.
Mirar la perspectiva. Mañana se conmemoran 29 años de continuidad democrática en los cuales, sin quebrar las instituciones, debe verse que los poderes fácticos –grupos económicos con incidencia en las instituciones del Estado– lograron grandes beneficios. La crisis de diciembre de 2011 fue un quiebre y desde la asunción de Néstor Kirchner, el pueblo vive un cambio de rumbo que lo tiene como protagonista y también como beneficiario real de los derechos sociales.
Eso es para celebrar y seguramente hoy, en la Plaza de Mayo y en miles de plazas del país, se recordará con festejos.
Muchos asociarán esta perspectiva histórica con la negativa del Grupo Clarín a cumplir con la ley. Para muchos, Clarín, como empresa, es un ejemplo clarísimo de querer imponer su poder corriendo las normas a través de aliados en la Justicia y otras instituciones públicas. Es probable que el juez Horacio Alfonso, que lleva ya siete semanas al frente de la causa, esté madurando una definición. Es probable que mañana mismo la Corte Suprema se avoque a tratar los reclamos presentados por el Ejecutivo el viernes pasado. No hay nada fuera de cauce. Al menos del cauce establecido. Si se quiere reformar y transparentar la Justicia –en serio– se entraría en otro debate, mucho más importante, más beneficioso. Pero las críticas –absolutamente ciertas– de que los jueces son vitalicios y no pagan impuestos no pueden ser un argumento lateral para augurar un fallo en tal o cual sentido y tratar de maniobrar para que otras sentencias se prolonguen o cambien de juzgado.
Para terminar, unos párrafos de un correo electrónico tomado de un interesante debate colectivo entre militantes kirchneristas. Uno de ellos, cuyo nombre no viene al caso, decía:
“Es una buena oportunidad para poner de relieve que quizás estuvo muy mal poner todas las fichas a la epopeya del 7D, por la sencilla razón de que la ley de medios ya está produciendo logros: en La Pampa, una cooperativa surgida gracias a la ley está ofreciendo Internet a 89 pesos, y está desplazando a Cablevisión; en Jujuy, hay una radio que transmite parte en castellano, parte en quechua, también producto de esta ley. Haber dado trascendencia al 7D como se le dio, como batalla en la cual íbamos a empezar a terminar con los privilegios de Clarín, podía terminar como terminó: que el 7 de diciembre Hermenegildo Sábat sacara como sacó una caricatura de Cristina con un ojo morado. Si hubiéramos puesto el acento en cómo estábamos avanzando, en vez de anunciar el día de la gran derrota de Clarín, no sólo hubiera convocado a más conciencia de la legitimidad de la ley de medios.
Estaríamos menos expuestos a la afrenta del otro actor que no estábamos considerando: la corporación judicial, cuyo papel aparece ahora agigantado. La soberbia de la que tenemos que tomar nota no es por gestos de la persona de la Presidenta, ni por su estilo comunicacional, la soberbia es el ninguneo respecto de la fuerza del adversario, del enemigo. Por supuesto que estaremos en la Plaza el domingo, pero nuestros gritos no pueden simular ser gritos de victoria, el asunto es si nos replanteamos algunas cosas a partir del lunes”.
09/12/12 Miradas al Sur
gb
Estaríamos menos expuestos a la afrenta del otro actor que no estábamos considerando: la corporación judicial, cuyo papel aparece ahora agigantado. La soberbia de la que tenemos que tomar nota no es por gestos de la persona de la Presidenta, ni por su estilo comunicacional, la soberbia es el ninguneo respecto de la fuerza del adversario, del enemigo. Por supuesto que estaremos en la Plaza el domingo, pero nuestros gritos no pueden simular ser gritos de victoria, el asunto es si nos replanteamos algunas cosas a partir del lunes”.
09/12/12 Miradas al Sur
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