martes, 4 de diciembre de 2012

SE MATO UN COBARDE

SE MATO ALDO CHECCHI, UNO DE LOS ACUSADOS EN LA CAUSA LA PERLA
Suicidio para no ser juzgado
El mayor retirado era uno de los 46 imputados en la megacausa que comenzará hoy en Córdoba. El militar, de 67 años, se disparó en el hospital en el que se encontraba internado en Buenos Aires.

El mayor retirado de Artillería militar Aldo Carlos Checchi, uno de los 46 imputados del juicio por delitos de lesa humanidad en el marco de la megacausa denominada La Perla o Menéndez III, que comenzará hoy en los Tribunales Federales de Córdoba, se suicidó ayer en Buenos Aires. El militar de 67 años cumplía prisión a la espera de ser trasladado para someterse al proceso de enjuiciamiento, pero se disparó un balazo en el hospital donde estaba internado, según fuentes allegadas al caso. Checchi habría escrito una carta explicando que no soportaría afrontar el juicio, aunque oficialmente el dato no fue confirmado. Organismos defensores de derechos humanos de Córdoba reclamaron a la Justicia que tome medidas para evitar que imputados por crímenes del terrorismo de Estado puedan quitarse la vida y, de esa forma, evitar ser juzgados.

“Resulta inconcebible que quienes están acusados de cometer graves violaciones a los derechos humanos se encuentren en condiciones que les permitan seguir atentando contra la vida, sea la propia o la de los demás”, señalaron las organizaciones en un comunicado conjunto. Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba, Abuelas de Plaza de Mayo, la Asociación Ex Presos Políticos de Córdoba e HIJOS enfatizaron que “hemos demandado insistentemente a la Justicia Federal que, de una vez, aloje a los genocidas imputados donde corresponde: en cárceles comunes”. Y agregaron: “Nos preguntamos cómo es posible que un preso de la peligrosidad de Checchi, que se encontraba imputado por 103 delitos de lesa humanidad, tuviera acceso a los medios que le permitieran no sólo atentar contra su vida sino también impedir el normal desarrollo de un juicio por crímenes cometidos hace más de 36 años”.

Checchi se desempeñó en el Destacamento de Inteligencia 141 entre 1976 y 1979, “murió impune, sin poder ser condenado, conservando así su grado militar y su pensión con honores, como si nada hubiera sucedido durante los años en que actuó como miembro de la ‘Patota’ de La Perla”, resaltaron en el comunicado. Y recordaron que tal como sucedió con César Anadón en 2004 y con tantos otros, “Checchi decidió terminar con su vida para no enfrentar un tribunal y dar cuenta de los cientos de crímenes que cometió”, por lo cual “es imperioso que los juicios se realicen sin más demoras ni dilaciones, no permitamos que otro genocida muera antes de ser juzgado”.

El quinto juicio en Córdoba por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura tiene como principal imputado al ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez. Entre los acusados se encuentran, además, los ex jefes del Destacamento de Inteligencia 141, Ernesto Barreiro, Jorge Acosta y Luis Diedrichs, quienes tenían a cargo el ex centro clandestino La Perla, el segundo en importancia en el país.

04/12/12 Página|12

GB

SIMON RADOWITZKY

Un documental recordará la figura de quien terminó con la vida del jefe de Policía Ramón Falcón
"El anarquista Simón Radowitzky fue un verdadero héroe del pueblo"
Con guión de Osvaldo Bayer y coautoría de Rolando Goldman, y el guionista y realizador Julián Troskberg, se estrena en mayo. El film, según Bayer, rescata la figura de "alguien que mató para terminar con la violencia de arriba".

Por Natalia Páez

En una plaza de Recoleta, el monumento al sangriento Coronel Ramón L. Falcón amanece de cuando en cuando con una leyenda pintada con aerosol sobre el mármol blanco que avisa: "Simón vive". El 14 de noviembre de 1909, en la intersección de las avenidas Callao y Quintana una explosión cambiaría la vida de estos dos personajes. Uno iría a parar a la morgue, el otro a un infierno en los confines del planeta: a la cárcel de Ushuaia.

Simón Radowitzky, ucraniano, había llegado a la Argentina en 1907. Tenía 18 años cuando fabricó la bomba casera con la que destrozó a Falcón, el jefe de Policía que meses antes, había reprimido una marcha obrera y matado a casi un centenar de trabajadores que iban hacia el Congreso.

Un documental convocará su figura y sus ideas, más allá del muñeco de cera que lo recuerda en segundo plano en la que fuera la cárcel más austral del mundo. Simón, se prevé será estrenado en mayo de 2013, para celebrar el día del trabajador y reivindicar su figura. Con el guión de Osvaldo Bayer, en coautoría con el músico Rolando Goldman y el guionista y realizador Julián Troksberg.

Ayer Bayer, sentado en uno de los sillones de su estudio en "El Tugurio" como ha bautizado él mismo a su residencia en Belgrano, muestra las marcas que le dejó el agua de la última gran lluvia en la Ciudad de Buenos Aires, y reniega porque se le inundó ese espacio donde hay libros, más libros y algunos muebles. Muestra sobre la mesa ratona la réplica de una bomba como la que seguramente usó Radowitzky para ajusticiar al represor. Lo acompaña Rolando Goldman, músico, ideólogo del proyecto.

–¿Cómo fue que se organizó esta alianza para el documental?

Rolando Goldman: –Yo le propuse a Troksberg (codirector y coguionista) que habláramos con Osvaldo sobre la posibilidad de hacer un documental sobre la figura de Simón. En lo personal siempre me pareció que era un ícono de las luchas sociales, obreras, de nuestro país. Hace como 30 años yo andaba con el libro que había escrito Osvaldo, Los anarquistas expropiadores y otros ensayos, uno de los cuales está dedicado a Simón Radowitzky. Su historia; me interesó por demás. Lo que disparó esta decisión de avanzar con todo fue que visité la Cárcel de Ushuaia, hoy museo. Allí, durante la visita guiada, se menciona al pasar la figura de Simón pero el eje está en un personaje siniestro, como fue el Petiso Orejudo, que en la forma en que lo presentan hasta termina cayendo simpático para algunos. Así que le propuse al director del museo modificar el texto de la visita.

Osvaldo Bayer: –Y poner en primer plano la figura de alguien que mató para terminar con la violencia de arriba.

RG: –Es controvertido este personaje, pero es mucho más rico que el Orejudo. Le pareció bien, le propusimos a Osvaldo hacer una conferencia en Ushuaia que aceptó gustoso. Aprovechando ese viaje empezamos a tomar escenas del documental. Ahora ya está finalizado el rodaje.

–¿Se trabajó sobre el material del ensayo que figuraba en aquel libro, o se continuó con otras líneas de investigación?

OB: –Es sobre la base de mi ensayo político e histórico que se traerá este hecho de la vida de este joven anarquista de 18 años que termina con la vida de Ramón L. Falcón, que fue un verdadero asesino. Primero, fue el oficial más distinguido de la Campaña del Desierto de Roca. Después, cuando fue jefe de Policía, dirige una represión a las huelgas de los conventillos. Sobre heroicas mujeres que salieron con palos de escoba a resistir los aumentos de los alquileres de aquellos lugares en los que vivían en condiciones terribles. Y es el mismo que después hace una orgía de sangre en la Semana Roja, de 1909, cuando 70 mil obreros que marchaban al Congreso a recordar a los mártires de Chicago –que fueron ahorcados por pedir jornadas de ocho horas de trabajo– los manda reprimir.

–¿Qué aspectos ignorados de aquella jornada pudieron reconstruir?

OB: –Los trabajadores llevaban a sus mujeres y a sus niños a participar de ese acto del socialismo libertario. Ramón Falcón se escondió detrás de la caballería de la policía, cuando llegaron hizo descargar fusiles contra la primera fila, los primeros que cayeron fueron fusilados. Y luego ordenó atacar a los manifestantes a sablazos, algo increíble de crueldad. Se calcula que hubo unos 80 obreros muertos, aunque nunca se dijo ciertamente el número.

–Los anarquistas tenían clara la revancha en la frase: "El que a hierro mata a hierro muere."

OB: –Sí, y esperaron. Hasta el 14 de noviembre de 1909. Simón lo fue a esperar a la salida del Cementerio de La Recoleta, adonde Falcón había asistido al sepelio de un alto funcionario. Allí lo esperó, y cuando había subido a su carro a caballo le tiró la bomba y los hizo volar por el aire al señor coronel y a su secretario. Luego intentó escapar y fue apresado, antes de eso se pegó un tiro en el pecho para suicidarse, pero falló y terminó siendo enviado a la cárcel de Ushuaia, el infierno de hielo para los presos, donde estuvo 21 años.

–¿Fue una decisión tomada en una célula anarquista o individualmente?

OB: –Nunca se sabrá. Él dijo que había sido una decisión individual.

RG: –Nosotros conseguimos mucho material de archivo, la causa que le hicieron y los testimonios de sus descendientes, sobrinos nietos y bisnietos. En uno de los testimonios se comenta que él integraba una célula anarquista con uno de sus hermanos. Se decidió que fuera Simón quien lo realizara porque como era menor de edad no podían aplicarle la pena de muerte. No obstante eso, intentaron hacerlo y alguien presentó la partida de nacimiento, pero lo condenan a prisión perpetua.

–¿Huelga "descolgar el cuadro" de Ramón L. Falcón, de la calle que lleva su nombre o de los monumentos que lo honran?

OB: –Hay una plaza en Floresta, que lleva el nombre de Falcón. Con un grupo de vecinos votamos para cambiar el nombre. Con libertad de nombres ganó por mayoría el de Che Guevara y en tercer lugar Simón Radowitzky. Entonces se sacó el monumento. Pero luego vino el intendente Telerman, y volvió a poner todo en su lugar. Al igual que la segunda calle más larga de Buenos Aires, paralela a Rivadavia. La escuela de Policía hace tres años que ya no lleva su nombre.

–Simón simboliza la lucha por los ideales.

OB: –Fue un hombre que se bancó todo para ponerse al servicio de la lucha obrera. Simbólicamente hoy es difícil encontrar figuras de este tipo. Le pegaban palizas, la cárcel de Ushuaia fue creada ni más ni menos que por Julio A. Roca. Veintiún años pasó por estos pesares, sin embargo era delegado de los presos y eso le valía reprimendas. Cuando salió de la cárcel indultado por Yrigoyen se fue a pelear en la Guerra Civil Española, en contra del franquismo. Terminó en México trabajando en una fábrica de juguetes, murió en 1956. Fue un héroe del pueblo.

RG: –Osvaldo, eso puede funcionar como título del documental.

Una fuga de película

Un episodio cinematográfico en la vida de Simón Radowitzky es que fue el único preso que logró fugarse de la terrible cárcel de Ushuaia. Dicen, fue gracias a la ayuda logística de Salvadora Medina Onrubia, la escritora feminista y anarquista que con 15 años abrazó su causa. El 7 de noviembre de 1911 en lo que se describió como una audaz acción conjunta de los grupos anarquistas chilenos y argentinos Simón logró la única evasión jamás lograda del penal de Ushuaia. Los argentinos Apolinario Barrera y Miguel Arcángel Roscigna y los chilenos Ramón Cifuentes y Ernesto Medina alquilaron un pequeño buque a vela en Punta Arenas. Y coordinaron con Radowitzky el procedimiento. Este, que trabajaba en el taller de la cárcel, se hizo con un traje de guardiacárcel, y abandonó el penal a primera hora de la mañana aprovechando el relevo y la llegada de un grupo de guardiacárceles nuevos. Se encontró entonces con Barrera en una caleta cercana. El plan original era desembarcar a Radowitzky en algún lugar apartado, con víveres y utensilios para resistir un tiempo hasta que la búsqueda se aplacara. Aprovechando el plazo de unas horas hasta que el personal se percatara de su desaparición. Sin embargo, este pensó que le sería más fácil pasar desapercibido en Punta Arenas, por lo que decidieron seguir viaje hasta ese punto. Tras cuatro días de navegación, y ya en territorio chileno de la península de Brunswick, la embarcación fue abordada por un navío de la Armada de Chile, alertado por las autoridades argentinas.

Aunque Radowitzky se tiró intentando escapar a nado, la tripulación fue detenida e interrogada hasta que uno confesó dónde podían hallarlo. Pocas horas más tarde fue interceptado, conducido a una prisión flotante, y luego de dos semanas retornado al presidio. El castigo de la evasión serían dos años de confinamiento solitario en su celda, con sólo media ración de alimento.

"Dicen que una vez que fue indultado por Yrigoyen, y deportado a Uruguay, Salvadora Medina Onrubia fue una vez a visitarlo. Se la vio sentada en las faldas de Simón, en Uruguay. Me contaron ese detalle. No se sabe si fueron amantes", explica Bayer.

04/12/12 Tiempo Argentino


GB

EL BUITRISMO FASE SUPERIOR DEL MITRISMO

El buitrismo, como fase superior del mitrismo
"Civilizado es aquel país cuya seguridad nacional no depende de justicias foráneas. Hacia allí nos dirigimos, guste o no al buitrismo y al texano zaraza."

Por Federico Bernal

Los fondos buitre son la máxima expresión contemporánea del terrorismo financiero y especulador internacional, el buitrismo es, en los albores del siglo XXI y sin resquicio a la más insignificante de las dudas, la fase superior del mitrismo.

Antes de seguir, recomendamos al lector tenga a bien leer completa la editorial que el diario fundado por Bartolomé Mitre publicó el jueves 29 de noviembre. Se titula: "La cuestión moral en el manejo de la deuda". Así arranca: "La primera regla de quien pide prestado es honrar la deuda.

En la tradición lingüística, el uso de la palabra "honrar" como sinónimo de devolver refiere justamente al honor de las personas y, por extensión, al de las instituciones. Ésta fue sin duda la interpretación del presidente Nicolás Avellaneda cuando, en 1876, afirmó que había 'dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros'". Y así termina: "Si la Argentina quiere recuperar el respeto internacional y volver al mundo, es necesario que sus gobiernos e instituciones recuperen los valores morales perdidos, entre ellos el de honrar los compromisos y acatar fallos judiciales". ¡Volvé Jaurecthe! ¡Volvé por favor!

El llanto de la desde ahora rebautizada Tribuna de Buitrina no tiene consuelo ninguno. ¡La Argentina debió haber acatado el fallo de Griesa, honrado al buitre a costa del hambre y sed de millones de compatriotas! De lo que es capaz de engendrar la incubación de 142 años de servicios al imperialismo y al coloniaje, ¿no? Como esta sublime pieza de reacción, dependencia y cipayismo resulta a todas luces insuperable, vaya una muestra de buitrismo in situ (mitrismo en su fase superior, pero operando desde uno de los Estados estadounidenses más conservadores).

Léase a continuación lo que es capaz de engendrar la incubación de un mitrista suelto en Texas. Dos días antes de la referida editorial, tocaba el turno de la defensa del interés semicolonial al diario Infobae. Título: "Es ridículo tomar el fallo del juez Griesa como colonialismo judicial." La nota se basa en declaraciones de un tal Carlos Zarazaga. Carlos es economista y argentino. Pero no ejerce la profesión en la Argentina, sino en los EE UU, más precisamente en la Reserva Federal del Banco de Dallas, Estado de Texas. Es decir, acá nomás. Zarazaga opina del fallo de Griesa en estos términos: el juez dictó sentencia "desde un punto de vista legal.

Tomarlo como colonialismo judicial es ridículo. Argentina es un país soberano y decidió tomar dinero bajo la legislación de Nueva York". Para Zarazaga, los bonistas que le prestaron dinero a la Argentina aceptaron los títulos emitidos bajo legislación estadounidense "porque no querían enfrentar la situación de que en la jurisdicción argentina se les negara el pago".

Cierra su opinión con una desopilante reducción inmobiliaria de la cuestión: "hay que interpretarlo [al fallo de Griesa] como un contrato entre partes, como un contrato de alquiler en el que el inquilino no pagó. Entonces el juez dice 'o paga o es desalojado' [...] Todas las partes tienen derecho a presentar sus argumentos. El juez va a escucharlas, pero hay una diferencia entre las partes en la que el propietario quiere cobrar y el inquilino no quiere pagar. Estas situaciones en los países civilizados se resuelven en la justicia."

¿Qué valiente se anima a repatriar al cerebro este? Pero seamos justos con el autor de "Dolarización y uniones monetarias: pautas de implementación" (2001), verdaderas guías para la unión aduanera de los países latinoamericanos bajo el dólar como moneda única. Seamos justos, en efecto, pues el mitrista texano da en clavo al centrarse en la pérdida de soberanía judicial argentina, herencia directa de la Ley 24.184 (1/12/92), también conocida como Ley Convenio para la Promoción y Protección de Inversiones.

En fin, el colonialismo mediático y el colonialismo judicial están que trinan. El 7 de diciembre marca el inicio de la descolonización del primero. A pensar y trabajar juntos por una fecha, un día, un marco regulatorio y una Constitución que descolonice al segundo.

Civilizado es un país cuya seguridad nacional no depende de justicias foráneas. Hacia allí nos dirigimos, guste o no al buitrismo y al texano zaraza.

02/12/12 InfoNews

gb

lunes, 3 de diciembre de 2012

LAVALLE Y DORREGO




Diciembre de 1828. Noviembre de 2012
Por Enrique Manson
[Lavalle: Asesino “por mi orden” de Manuel Dorrego]

Los obispos argentinos están

Diciembre de 1828.  Noviembre de 2012Por Enrique Manson

[Lavalle: Asesino “por mi orden” de Manuel Dorrego]

Los obispos argentinos están inquietos. Hasta tal punto que han adelantado su mensaje navideño es este año, movidos por el temor ante el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Y hay motivos para ello. Basta recordar la furia de manifestantes pacíficos que rodearon días atrás el obelisco pidiendo el retorno del ex presidente Néstor Kirchner, pero al sólo efecto de que se lleve con él a la yegua que se dejó obligada.

No es nuevo ese odio. Y generalmente, se ha desarrollado en la misma dirección: de arriba hacia abajo. Generalmente las respuestas populares se han caracterizado, sin que les faltara grosería, por la tomadura de pelo. Es que hoy, el pueblo está contento. Son los otros los que están, por decir poco, enojados.

Decíamos que ese odio no es nuevo, ya existía cuando en los 40 y los 50 se acusaba a los negros de levantar el parquet de las casas que recibían de la demagogia de Perón y Evita, para hacer asados. O llenaban de canteros las bañaderas.

Más atrás aún, y de eso se está cumpliendo otro aniversario, los unitarios de levita festejaban el golpe que derrocó a Dorrego y a la chusma federal con coplas llenas de clasismo racista:

La gente baja
ya no domina
y a la cocina
se volverá

Bustos y López
Solá y Quiroga
oliendo a soga
desde hoy están

En diciembre de 1828 no existía estado nacional. Rivadavia –titulado presidente- había intentado imponerse contra la voluntad del pueblo porteño y los derechos de las provincias, pero había caído en medio de un escándalo financiero y de la derrota diplomática en que se había perdido la Banda Oriental.

La guerra contra el Imperio esclavista se había ganado, pero el gobierno de los mercaderes del puerto de Buenos Aires había provocado una paz “a cualquier precio” para traer al ejército y para usarlo contra los enemigos internos.

Los federales denunciaban la vinculación del centralismo político con los negocios mineros del “presidente”. En las pulperías se cantaba:

Dicen que el móvil más grande
de establecer la unidad
es que repare su quiebra
de minas la sociedad

Haciendo referencia a la sociedad que Rivadavia presidía y que quería explotar los yacimientos de oro del Famatina, asociada al capital inglés.

Manuel Dorrego, coronel de la Guerra de la Independencia, y gobernador de Buenos Aires por el voto popular encabezaba la denuncia de los negociados del “padre de las luces.” Nunca lo perdonarían.

Mientras el “padrecito de los pobres”, como lo llamaban irónicamente sus enemigos, y con amor los propios pobres, trataba de arreglar el zafarrancho dejado por los unitarios, estos seducían en el secreto de las logias a los jefes del ejército. Culpaban a Dorrego de haber hecho una paz deshonrosa tras la guerra que los militares habían ganado al emperador brasileño. El general Juan Lavalle, la “espada sin cabeza”, como lo iba a llamar años después Echeverría, fue convencido fácilmente. Había que derrotar al gobernador legal y establecer una dictadura militar que pusiera a la chusma de gauchos y orilleros en su lugar

El 1º de diciembre, Lavalle, el héroe de Río Bamba y de Ituzaingó, se llevó por delante la voluntad popular. Al día siguiente, los pocos que cabían en la pequeña capilla de San Roque, en el atrio de San Francisco, lo eligieron gobernador.

El ejército que se había cubierto de gloria en la guerra de la Independencia y en la lucha contra el Brasil empezó a cubrirse de vergüenza derrocando al gobierno legítimo.

No sería la última vez.

Hoy los tiempos han cambiado. Las “espadas sin cabeza” pretenden ser reemplazadas por corporaciones mediáticas pero, como aquellas, tienen consejeros que sueñan, desde los claustros a veces, “cortar la primera cabeza de la hidra”. De ahí las hipócritas invocaciones de quienes, como han señalado católicos sinceros, no han excluido de la eucaristía a los asesinos.

Pero frente a las conspiraciones, cada vez más torpes, hay una conciencia de lo logrado en estos años. Hay una democracia consolidada, hay una recuperación de la Argentina industrial, hay una más justa distribución de la riqueza, hay una Iberoamérica unida y, en el plano de los símbolos, han sido bajados para siempre los retratos de los herederos de Lavalle de la escuela que forma a los militares argentinos.

Diciembre de 2012
FUENTE elortiba.org
Prof GB

EDUARDO ALIVERTI, OPINION: 7 D, IGLESIA Y OTRAS YERBAS, LAS MISMAS EN REALIDAD

Los pájaros
Por Eduardo Aliverti

Hace una semana, esta columna decía que, frente a la inminencia del 7D, había que disponerse a perder la capacidad de asombro. Una referencia obvia a con qué estarían prestos a tirar los grandes afectados por la batalla cultural —primero económica y finalmente política, como todo— que ese día de diciembre porta uno de sus íconos.

El 7D, es muy probable, generará alguna sorpresa. No el 7, en rigor, sino el lunes 10. Aun así, los efectos de que en esa jornada comience el proceso a través del cual los grupos comunicacionales deberán desprenderse de todo lo que les sobra comenzarían a verse, con viento a favor, bastante después. Martín Sabbattella viene dejando claros ciertos aspectos técnicos al respecto.

 Pero el valor simbólico y legal de esa fecha no tiene retorno. No se espera que antes del viernes suceda algo estrambótico. Y es de tal forma como lo entienden no sólo el principal emporio “perjudicado” sino, casi a la par, las corporaciones que expresan los mismos intereses de discurso único. A todos ellos refería aquello de estar prontos a perder la capacidad de asombro aunque –seamos francos– más bien se trató de una frase con alto grado de legítimo efectismo porque –sabemos de sobra– el volumen de extrañeza nunca debe perderse. Confesión: en buena medida, esta columna se equivocó. Pese a eso del legítimo efectismo, cuando políticamente uno no cree que pueda quedarse estupefacto, dos sucesos de la semana provocan auténtico estupor.

El primero fue la pretensión clarinetística de penalizar a colegas, además de funcionarios, por presunta instigación a la violencia contra El Grupo. Perseguir periodistas, en una palabra, porque no hay que dar vueltas. A partir de ahí, dividamos. Ni siquiera un colifa completamente rematado podría imaginar que algún juez, y en última instancia la Corte o tribunales internacionales a los que el país suscribe, habilitaría mandar presos a trabajadores de prensa.

Al margen de eso, nadie se explica, en ningún ámbito, cómo Clarín incurrió en semejante error y horror, hasta el punto de que varios de los periodistas del propio grupo tuvieran que salir al cruce. ¿Justo cuando venían de la potencia del/su cacerolazo se disparan a los pies? Un alto funcionario del Gobierno, en estricto off, contempló lo siguiente pero previniendo que era sólo un ejercicio especulativo, sin anclaje de data alguna: “Lo único que se me ocurre es que, para después del 7D, tenían armado un bardo de agresión contra instalaciones físicas de Clarín. O algo por el estilo. Y que, entonces, podrían decir ‘nosotros avisamos’. Pero les pasó que se ‘sobregiraron’ con los periodistas. Se fueron al carajo con eso y les salió mal, pero igual no se entiende. O están locos o están desesperados”.


El firmante abona la segunda posibilidad, que no es necesariamente antitética con la primera (en las últimas horas se sumó la hipótesis de que trataron de marcar una ruta hacia la Corte Interamericana de Derechos Humanos). Como si fuera poco, El Grupo puso a dar explicaciones a un abogado de su ejército de bufetes, Hugo Wortman Jofré, quien requiere con urgencia un curso intensivo de oratoria. Pasa que es difícil, muy difícil, esperanzarse con herramientas retóricas cuando no hay el más mínimo convencimiento en torno de lo que se asevera. El agente acabó por señalar que nunca se pretendió acosar periodistas, cuando la presentación judicial afirmaba, de puño y letra, exactamente lo contrario. Todo terminó, por decir, en unas disculpas que publicó el diario en su sección “Del Editor al Lector”, más el bochorno indescriptible de los abogados corporativos al aclarar que los periodistas acusados no deberían desfilar ni apenas como “testigos”.


 La moraleja es aprender que los poderosos acostumbrados a la impunidad también se equivocan muy feo, si hay la voluntad política de enfrentarlos. Medio mundo de los ambientes políticos, periodísticos, intelectuales se rompió la cabeza, estos días, tratando de escudriñar a dónde quiso llegar Clarín con esa presentación judicial persecutoria. Qué se escondía. Resultaría que, como en el cuento de Poe “La carta robada”, el móvil de los desvelos está a simple vista. Si no se asume que una firme decisión política es capaz de alterar al bando oponente, al límite del desvarío o de ponerlo muy nervioso, jamás se podrá tener confianza en las fuerzas propias. El campo popular tiene mucha memoria de grandes derrotas, y quizá se trate de eso la sospecha permanente alrededor de cada movida de sus enemigos. Pero no es un curso irreversible.

Más o menos a la altura del jadeo de Clarín tratando de explicar lo inconcebible, un fallo neoyorquino de segunda instancia frizó la sentencia del cadavérico Griesa a favor de los fondos buitre. La derecha mediática se quedó sin regocijo, pero le faltaba lo peor: el documento de los obispos católicos. Esto requiere cierta explicación. Si es por consuno de intereses oligopólico-culturales (la Madre Iglesia y su sabiduría espiritual “abstracta”; el periodismo independiente que la aprovecha para afirmar que ese saber es el de sus negocios, etcétera), El Grupo, La Nación y compañía se hicieron la fiesta de encabezar en portada con la declaración obispal. El problemita es que lo aseverado por los obispos choca, para empezar, de frente y a lo bestia, con la liberalización de la costumbres. Estos curas se suicidan. Van en contra del matrimonio igualitario, de la emancipación sexual, de actualizar el Código Civil.

Así les va, con sus misas cada vez más raleadas, sus feligreses cada vez más dispersos, su derrota progresiva frente a la religiosidad popular y los colectivos fascinerosos de evangelistas marketineros, pastores televisivos y radiofónicos, encantadores del alma. Pero ese suicidio es lícito, ortodoxo: muero con la mía, no quiero darme cuenta de nada, iré al cielo como guardián pretoriano de mi liturgia. Lo restante, como dato puntual, es que estos príncipes emiten su declaración bien antes de su rígido momento, la Navidad. Antes del 7D. Y como dijeron otros eclesiásticos, los de la Opción por los Pobres, con ironía no necesariamente desprovista de certeza, desde el escritorio del CEO de algún multimedios. Y dicen, en consecuencia, que les preocupa la división de la sociedad, la agresión, los chicos que no estudian ni trabajan. Dicen que la libertad de expresión está bajo amenaza, por supuesto. Dicen, por el amor de Dios, que los alarma “la politización de los jóvenes”. De ahí a “¿sabe usted dónde está su hijo ahora?” no hay ninguna distancia. Ninguna. Anda en ese documento la pluma de monseñor Bergoglio, para todos los habitantes de un pote de yogur que suponían una etapa diferente con monseñor Arancedo.

Nunca son diferentes. Siempre estarán codo a codo con el Poder y en contra de los desposeídos. Siempre. Y a veces, como esta oportunidad en que se juega de qué lado ponerse, sin grises, o con grises que no confundan al enemigo, se les sincera la chaveta y lo dicen con todas las letras: nos preocupa la politización juvenil. La sinceridad extrema, cabe admitir. Tal vez podría agregarse que los irrita la politización a secas, y en todo caso, la juvenil en particular porque cada vez más pibes, y más, y más, están avivados acerca de varias cosas, incluyendo lo que representan estos obispos. Que no fueron capaces de dedicar una sola línea al show de pedófilos que anida en sus filas. Ni una sola. Parece ser que eso no es preocupación pastoral de la Curia, en este país donde ya son paisaje noticioso común los episodios de abuso sexual de los sacerdotes. Hasta el Papa los condenó en público. Hay que remar para quedarse a la derecha de Ratzinger.

Esta parte del todo se clarifica a pasos agigantados. Hay otra que es brumosa y se conforma con los interrogantes del tipo de quién, si no es Cristina. Y si no hay quién, a quién se promociona y cuándo. Y si acaso no está faltando reacción, renovar algo del gabinete, mostrar nuevas cartas, no caer en el embudo que desemboca en Scioli, cómo no seguir dependiendo tan en exceso del frenético trabajo que se centra en Olivos. Pero esa porción del todo, que es tan categórica como prospectivamente angustiante, apunta hacia el techo. La otra enseña cuál es el piso. El nunca menos.

La cuestión es que a los buitres se sumaron los cuervos. Y los caranchos. Si esto sigue así, será un muy buen negocio montarse una pajarería. Están juntándose, como era de prever, todas las variantes de rapiña. Pero en, y desde, un mismo sitio. En la inolvidable escena final de la película de Hitchcock, los pájaros se adueñan del lugar y los moradores de la casa huyen. La diferencia metafórica sería que, en el film, ganan los sagaces porque logran alzarse con la casa. En la actualidad política argentina, en cambio, que los pájaros conquisten el predio simboliza que el mediático es uno de los últimos lugares que les queda para refugiarse.

Y pasando papelones, encima.

03/12/12 Página|12
 

EL PRO Y CLARIN, UNIDOS Y DOMINADOS

PEREZ CHADA PATROCINO LA DENUNCIA A PERIODISTAS Y DEFIENDE AL LIDER DEL PRO
El abogado que va del Grupo a Macri
Alejandro Pérez Chada representa al jefe de Gobierno porteño en la causa de la ex UCEP y ya lo hizo cuando Macri presidía Boca. Como abogado del multimedios suele litigar contra organismos y funcionarios, y participó de la reciente imputación a periodistas.

Por Gustavo Veiga

El abogado Alejandro Raúl Alberto Pérez Chada nos tiene acostumbrados a sus denuncias judiciales en diferentes frentes, a menudo como letrado de ciertos poderes. Dos de sus clientes lo demuestran: el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el Grupo Clarín. Con el líder político de derecha mantiene una relación de vieja data. Lo patrocina en la causa de la ex UCEP y estuvo a sus órdenes cuando Macri era presidente de Boca, como asesor en temas del derecho penal. En el club defendió a dirigentes y hasta al propio Juan Román Riquelme. Como representante legal del multimedios suele litigar contra organismos y funcionarios del gobierno nacional, aunque la última querella por la cual salió a la palestra fue la imputación –luego rectificada– por incitación a la violencia y coacción agravada contra un grupo de periodistas. Esa trayectoria judicial no le impide a Pérez Chada ser agente de jugadores registrado en la AFA desde el año 2002. En agosto pasado, la AFIP le bloqueó el CUIT al igual que a 146 intermediarios cuando investigaba una presunta evasión fiscal por triangulaciones en los pases. Por ese problema, tramitó una certificación ante la entidad que preside Julio Grondona que arrojó su nula actividad como hombre de negocios.

Los vínculos comerciales de Pérez Chada con gente del fútbol van más allá de 2002. El 6 de noviembre de 1998 se asoció con el director técnico Héctor Cuper en un emprendimiento inmobiliario: Puerto Manso S.A. Los demás integrantes de la sociedad eran Armando Germán Mansanti y Pablo Gómez. El Boletín Oficial da cuenta de que su actividad se extendía a los rubros de la industria, construcción y finanzas.

Después que la AFIP posó su mirada en el fútbol por las triangulaciones entre clubes, el abogado se topó con el problema de que no podía cobrar sus honorarios por tener bloqueada su clave fiscal. Así se lo confió a quienes lo recibieron en la AFA. Es curioso. Pérez Chada no realizó movimientos como agente de jugadores, pero tampoco pidió su baja por este motivo después de llevar diez años registrado en la AFA. Otros colegas suyos, Diego Caniggia (hermano de Claudio), Walter Popov y Jorge Horacio Petus tramitaron su salida de la nómina de 223 agentes argentinos luego de que también les bloquearan el CUIT.

Al menos seis de los diez años que lleva como agente en la actividad futbolística coincidieron con la presidencia de Macri en Boca. Pero de los balances del club no se desprende que haya intervenido en transferencias de jugadores cuando tenía la licencia para hacerlo. Pérez Chada, en cambio, ejerce su profesión de abogado en la institución deportiva como asesor en derecho penal. Cumple esa función aunque no es empleado de Boca, según confirmó el departamento de prensa. En ese rol defendió a Luis Buzio, ex secretario general del club, cuando el juez Mariano Bergés lo detuvo por unas horas en mayo de 2004 en el marco de una investigación por adulteración de entradas para un superclásico. “Buzio es un hombre de bien, muy serio y absolutamente impecable. El juez está buscando una aguja en un pajar”, criticó Macri antes de que el letrado asistiera a su compañero de comisión directiva.

Ya con Jorge Amor Ameal en la presidencia del club, le tocó asesorar a Riquelme en un pleito. En diciembre de 2008, la fiscal porteña Florencia Zapata le imputó al jugador las contravenciones “incitación a la violencia” e “incitación al desorden en un espectáculo público” en el festejo de un gol. El hecho era que se había acercado a las plateas bajas para increpar al hincha Agustín Pozzetti, durante el transcurso de un partido con Racing en la Bombonera. Cuando el ídolo fue citado a declarar, ahí estaba de nuevo Pérez Chada ejerciendo su defensa.

En octubre de 2010, hizo una denuncia en la UFI 2 de Avellaneda cuando la Policía bonaerense reprimió con balazos de goma a la hinchada boquense tras un clásico con Independiente. Estas esporádicas diligencias judiciales relacionadas con un club de fútbol representan muy poco si se las compara con el volumen de trabajo que hoy tiene el abogado de Macri y Clarín.

Pérez Chada adujo problemas personales para alejarse de otra ocupación en la Administración General de Ingresos Públicos (AGIP) de la ciudad de Buenos Aires, el 12 de agosto de 2010. Era abogado del gobierno porteño y cuando la directora adjunta de Rentas, Analía Cristina Leguizamón, firmó la resolución donde le aceptó la renuncia, lo exceptuó “de presentar la correspondiente rendición de la cartera judicial asignada, atento no habérsele adjudicado deuda alguna para su ejecución”. A lo que no renunció fue a la defensa de Macri –en la causa de la ex UCEP–, ni de sus funcionarios, como Andrés Ibarra, el ministro de Modernización imputado en el juicio por las escuchas ilegales donde está procesado el jefe de Gobierno.

A comienzos de junio de este año sufrió un revés judicial cuando la Cámara del Crimen le rechazó el recurso de Casación para lograr que quedara firme el sobreseimiento de Macri en el expediente de la ex UCEP. Los camaristas Jorge Rimondi y Luis Bunge Campos, con la disidencia de su colega Alfredo Barbarosch, rechazaron “in limine” el planteo de los letrados Pérez Chada y Eduardo Bonino Méndez.

La notoriedad que le otorga patrocinar al jefe de Gobierno porteño, con todo, no lo expone tanto públicamente como cuando litiga mandatado por el Grupo Clarín. En 2010 –según publicaron distintos medios– ejerció las defensas de Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre en el marco de la causa Papel Prensa y denunció a nombre de aquellos al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien cuestiona el traspaso de acciones desde el Grupo Graiver a manos de Clarín y La Nación durante la última dictadura cívico militar. También inició una querella contra la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, cuando la conducía Eduardo Luis Duhalde. O se ocupó en abril de 2009 de judicializar en el fuero federal el tema de las interferencias que recibían Canal 13 y TN para sus emisiones en el interior y exterior del país.

Pérez Chada volvió a tener su último momento de fama por su desempeño profesional entre el domingo 25 y el lunes 26 de noviembre, cuando su nombre se multiplicó en decenas de menciones por la prensa. Junto a su colega Hugo Wortman Jofré había patrocinado el jueves 22 la querella presentada por el abogado de Clarín, José María Sáenz Valiente, contra los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente, entre otros. En el escrito judicial, donde también se denuncia a distintos funcionarios del gobierno nacional, se lee que todos “han desempeñado el rol de principales propaladores del mensaje gubernamental contra el Grupo Clarín”.

El rebote que causó la divulgación de la causa 12383/12 que se tramita en el Juzgado Federal

Nº 9 fue notable. Cuando la denuncia ya estaba instalada, hubo repudios unánimes desde diferentes sectores políticos, sociales, gremiales y mediáticos. Horas después, el Grupo difundió un comunicado donde argumentaba: “No es el objetivo de esta denuncia imputar a periodistas sino a los responsables políticos de la incitación a la violencia”. Ya era tarde. El doctor Pérez Chada, abogado de gente poderosa y agente de jugadores registrado en la AFA, ahora sabe que el fútbol y los medios, esos mundos donde aparece de manera diferente, pueden dar una combinación asombrosa cuando se potencian ciertas denuncias.

gveiga12@gmail.com
03/12/12 Página|12
GB

MEGAJUICIO III


“ARROJABAN TANQUES CON CUERPOS ADENTRO”
El Delta, “el lugar perfecto”
Un pibe de Villa Paranacito, en Islas de Ibicuy, Entre Ríos, se sienta en el muelle familiar sobre el río Paraná para sintonizar una FM con su Tonomac súper platino. El ruido del agua que golpea contra la costa se interrumpe con el sonido grave de las aspas de un helicóptero, que se posa a diez metros de altura, cerca de la desembocadura del desaguadero del Sauce. De repente, golpes: algo cae al río. Más tarde, en un recodo, en una rama, aparecen cuerpos atados de pies y manos. Luego Prefectura Zona Delta, la misma que alojó al prefecto Héctor Febres hasta que el cianuro lo silenció para siempre, se encarga de desaparecerlos. “‘Estaba en política’ (mala palabra), decían cuando preguntábamos. Esto por lo frecuente, aunque sea una aberración injustificable, era considerado normal.” La historia transcurrió durante la dictadura. El relato y la cita se publicaron en 2007 en la revista La Isla del Delta, que se edita en Campana. El protagonista, testigo de la imagen que Charly García propuso recrear para homenajear a las víctimas de los vuelos, amplió su testimonio ante el periodista entrerriano Fabián Magnotta, que lo acaba de publicar en el libro El lugar perfecto. Vuelos de la muerte y desaparecidos en el delta entrerriano (1976-1980), de Ediciones Cinco.

Magnotta inició su investigación en 2003, cuando un policía que en los ’80 había prestado servicios en Villa Paranacito se presentó ante el juez de instrucción de Gualeguaychú para relatar una historia que le había contado una ex novia. Cuando era niña, recordó, fue testigo del entierro de un hombre joven que había sido arrojado desde el aire adentro de un tambor de 200 litros. “Me contó que ese día todos entendieron qué era lo que había en esos tanques que se veían caer desde helicópteros”, declaró. El juez Eduardo García Jurado ubicó a la mujer, que no se presentó ante la citación. Cuando un móvil policial la trasladó al juzgado, negó el relato. Durante el careo con su ex novio, temblando, volvió a negarlo. “Tienen que entender la idiosincrasia del isleño”, explica ante Página/12 Carlos Ferreyra, el pibe de la Tonomac que tardó tres décadas en contar sus recuerdos. “El isleño se mimetiza con el paisaje, es un observador silencioso, no habla”, dice. “Los habitantes del delta tienen miedo hasta hoy”, agrega.

Magnotta recorrió el delta durante años, volvió una y otra vez para ganarse la confianza de los lugareños y recoger testimonios de primera mano. La hipótesis que desarrolla en su libro es que el delta entrerriano, miles de héctareas de ríos pero también montes, esteros y bañados a los que sólo se accede de a pie, fue el lugar elegido por las Fuerzas Armadas para concluir el ciclo secuestro/interrogatorio/ejecución/desaparición. A partir de los testimonios de lancheros, jornaleros y pescadores, armó un mapa de los lugares donde se encontraron cuerpos o se los vio caer al vacío. Hay menos de cien kilómetros de Buenos Aires, apenas 15 o 20 minutos de avión, apuntó, y destacó la reiterada respuesta de Prefectura cada vez que algún vecino decidió anoticiarla: “usted no vio nada”.

diemar75@gmail.com

03/12/12 Página|12


GB