viernes, 2 de noviembre de 2012

ELECCIONES EN USA, OPINION.

Trickle or treat

Por Miguel Marín Bosch

Lo que pudo haber sido una relección tranquila se le ha complicado al presidente Barack Obama. No está generando el tipo de entusiasmo entre los jóvenes que lo llevó a la Casa Blanca hace cuatro años.

Tampoco le ha ayudado a Obama su triste papel ante el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney en el primero de los tres debates televisados. Dichos debates no suelen influir mucho en la opinión pública, pero el papelón de Obama hizo subir los bonos de Romney entre el electorado. Según las encuestas, hoy hay un empate técnico entre los candidatos.

Obama ha ido perdiendo una pequeña ventaja que tenía tras las convenciones de los partidos. Romney le está quitando preferencias entre el llamado voto femenino, pero Obama parece mantener su ventaja entre los potenciales votantes no blancos (latinos y negros).

En ese primer debate Romney acusó a Obama de querer “trickle down government”. Se trata de un juego de palabras con la idea de que el partido republicano aboga por una economía en la que la creciente riqueza de los que más tienen irá "filtrándose" hacia abajo, a los que menos tienen.

Cuando se reduce a su mínima expresión la contienda presidencial en Estados Unidos nos quedamos con dos visiones encontradas del papel del Estado. Por un lado, están los herederos de la tradición de un gobierno intervencionista que busca incidir en la economía y asegurar el bienestar de los ciudadanos. Piensen en Franklin Delano Roosevelt y John Maynard Keynes.

Por el otro, están los que buscan reducir a un mínimo el papel del Estado y dejar que las fuerzas del mercado dicten el rumbo de la economía. Piensen en el liberalismo de la llamada escuela austriaca representada por Friedrich Hayek y luego ampliada por Milton Friedman y otros neoliberales. Ahí está también Margaret Thatcher y, en algunos aspectos, Ronald Reagan.

En Estados Unidos los neoliberales se refieren despectivamente al modelo europeo del estado del bienestar como el nanny state o Estado niñera. Se oponen a la idea de que el Estado cuide o proteja a los ciudadanos "desde la cuna hasta la tumba". No quieren saber nada de los servicios sociales, los sistemas de salud, etcétera.

Desde Roosevelt, los dos partidos principales en Estados Unidos se han identificado con una u otra de esas escuelas económicas. Desde luego que las diferencias no siempre fueron tan tajantes como aparecen hoy. Con Bill Clinton se borraron muchas de esas diferencias, sobre todo durante su segunda administración. En el Reino Unido Tony Blair se encargó de imitar esa llamada tercera vía.

A George W. Bush tampoco se le puede identificar como un republicano de ultraderecha en materia de política interna. Pero algo ocurrió dentro del partido republicano a partir de la llegada de Obama a la presidencia en 2009. Surgió un movimiento llamado Tea Party, que exigió un posicionamiento más ortodoxo y de derecha. Cobró vida en las elecciones para el Congreso federal en 2010 y ahuyentó a los llamados republicanos moderados.

El Tea Party es un movimiento antigobierno, antinmigrante, antigasto público con fines sociales y anticualquier acuerdo de compromiso con la oposición. Tomó su nombre del Boston Tea Party de 1773, uno de los detonadores de la guerra de independencia y un símbolo histórico de quienes se oponen a los impuestos.

Ello explica el triste espectáculo que ofreció el proceso de primarias del Partido Republicano para seleccionar a su candidato presidencial. Los aspirantes se esforzaron por complacer a los representantes del Tea Party y fueron adoptando una línea cada vez más reaccionaria. Mitt Romney tuvo que hacerles el juego y asumir posiciones muy conservadoras. Por ejemplo, tuvo que criticar el sistema de salud que había apoyado para el estado de Massachusetts, mismo que en muchos aspectos fue reproducido a escala nacional por Obama. También "matizó" su idea acerca del aborto.

Desde luego que el Tea Party agrupa a muchos individuos que no esconden su racismo. Son parte de ese sector de la población que simplemente no acepta a un presidente negro. También defienden a ultranza esa idea que la sociedad les ha inculcado a tantos estadunidenses: que Estados Unidos es lo máximo. Ésa es la llamada tesis del "excepcionalismo".

Los políticos no se atreven a cuestionar esa tesis. Se les antoja suicida mencionar los puestos tan bajos que ocupa Estados Unidos en los estudios que miden los distintos factores de desarrollo de los países.

Mitt Romney ciertamente comparte la idea de que Estados Unidos es el número uno en el mundo. Su problema es que le gustan las máscaras. Un día aparece con la de un hombre de negocios exitoso y eficiente; otro día con la de un gobernador republicano en un estado mayoritariamente demócrata capaz de negociar acuerdos con la oposición en beneficio de los habitantes de Massachusetts, y en ciertas ocasiones se pone la máscara de un republicano ultraconservador y reaccionario. Como me decía un amigo hindú: “Romney tiene más posiciones que el Kamasutra”.

Anoche fue Halloween. Se trata de una fiesta tradicional céltica que los irlandeses introdujeron en Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Es la víspera de Todos los Santos, las fechas en que los europeos recuerdan a los difuntos y se mezcla con una dosis de brujería y fantasmas. Los niños se disfrazan y van de puerta en puerta pidiendo caramelos y otras golosinas. Se no reciben sus dulces amenazan con gastarles una broma a los inquilinos de la casa. De ahí la expresión “trick-or-treat”.

Desde hace medio siglo, el trick-or-treat se ha comercializado mucho y se ha extendido a otros países. Entre los disfraces que uno puede comprar están las máscaras de los candidatos a la presidencia. Cabe señalar que desde 1996 se han venido monitoreando las ventas de dichas máscaras e invariablemente ha triunfado el candidato cuya máscara se ha vendido más. Al parecer, este Halloween la máscara de Obama se vendió mucho más que la de Romney. Quizás ésa sea la encuesta más fidedigna.

La Jornada, México
GB

EL VOTO A LOS 16, EL VOTO EN LA HISTORIA.

Derechos que se amplían
Por Sergio Wischñevsky *

Hay derechos en la historia que se conquistaron luego de un largo y tortuoso camino de luchas. Hay derechos, en cambio, que se implementaron como estímulo, como reconocimiento, como voluntad creadora.

La primera ley electoral argentina se promulgó en Buenos Aires en 1821. Sufragio universal masculino, voluntario, para todos los hombres libres de la provincia mayores de 21 años. Como explicó Hilda Sabato, lo que en otras regiones de América latina implicó una lucha de varias décadas en pos del voto, un punto de llegada, aquí, desde el inicio mismo de la vida independiente, el sufragio popular fue una premisa, el punto de partida. El tema es que la política se definía en las calles. Gobernaba el que podía juntar la fuerza necesaria para imponerse. La historia del sufragio en la Argentina conoce dos carriles paralelos, una cosa son los derechos y otra la realidad efectiva. Porque si bien el derecho a votar quedó establecido tan tempranamente, lo cierto es que muy poca gente participaba en los comicios. Los números son contundentes: en la primera elección en Buenos Aires sobre un total de 60 mil personas habilitadas para votar, sólo lo hicieron 300. Entre el derecho y el hecho hubo mucho trecho.


La Constitución de 1853 dejó un vacío jurídico respecto del sistema electoral. Tal vez porque su autor, Juan Bautista Alberdi, tuvo la preocupación liberal de erigir un estado de derecho que encauce y domestique a la salvaje democracia, a la tumultuosa participación popular. De ahí la advertencia de que “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”. Las elecciones constituyeron la fuente de legitimidad de los gobiernos. Aunque votaran tan pocos, aunque se supiera que eran fraudulentas.

La manera de instrumentarlas queda brillantemente explicada por el padre del aula, Domingo Faustino Sarmiento, en una carta que le escribe a su amigo Oro, refiriéndose justamente a las elecciones de 1857: “Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror que, empleados hábilmente, han dado este resultado admirable e inesperado. Establecimos en varios puntos depósitos de armas y encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad, acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros; en fin: fue tal el terror que sembramos entre toda esta gente con estos y otros medios que el día 29 triunfamos sin oposición”.
Las presidencias previas a la Ley Sáenz Peña tienen a las elecciones como una gran puesta en escena, pero los resultados se deciden en acuerdos de cúpulas. La participación popular fue asombrosamente exigua. Urquiza se coronó presidente con el uno por ciento de los que podrían haber votado. En 1862, Mitre consiguió la presidencia con el uno por ciento. Julio Argentino Roca llegó al 2 por ciento en 1880.

En 1912, la Ley Sáenz Peña promovió un gran avance al establecer el voto secreto y obligatorio para los varones mayores de 18 años. Esta conquista llevó más de veinte años de luchas y revoluciones. La ampliación de la participación popular fue enorme, puesto que votaron 745 mil personas, lo que equivalió al 62 por ciento de los habilitados para hacerlo. Aun así, hay que tener en cuenta que Yrigoyen se convirtió en presidente con 341 mil votos, sobre una población en la Argentina de aproximadamente ocho millones de habitantes. Faltaba recorrer el camino que llevara a los millones de inmigrantes a obtener la carta de ciudadanía.

La conquista del voto femenino durante el primer gobierno peronista significó el más colosal salto en ampliación de derechos políticos. El fraude dejó de ser la herramienta del cercenamiento de la voluntad popular reemplazado por una recurrente seguidilla de golpes de Estado.

Con 29 años ininterrumpidos de democracia, esta ampliación de los derechos políticos de los jóvenes puede ser un formidable estímulo a que se comprometan como ciudadanos y una herramienta para seguir ampliando sus derechos sociales.

* Historiador, UBA.

02/11/12 Página|12


Prof GB

VENEZUELA Y LA LIBERTAD DE EXPRESION, OPINION

“Es poco creíble que alguien publique a plena portada que no hay libertad de expresión"
Entrevista con Íñigo Errejón, doctor en Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid

Por Carlos Heras Rodríguez
poppol.es

Íñigo Errejón (Madrid, 1983) es doctor e investigador en Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y miembro del consejo ejecutivo de la fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales). Doctorado con una tesis sobre el proceso boliviano, el MAS y la construcción de hegemonía, es un gran conocedor de los procesos de cambio de Ecuador, Venezuela y Bolivia. Junto con Alfredo Serrano ha editado el libro ¡Ahora es cuando, carajo! Del asalto a la transformación del estado en Bolivia (2011). Es asimismo miembro del consejo editorial de la revista de análisis político Viento Sur. Ha realizado recientemente una estancia de investigación de siete meses en la Universidad Central de Venezuela. De las últimas elecciones y el proceso de cambio que vive el país lationamericano hablamos en esta primera parte de entrevista. También de las posibles analogías y traducciones, de los diferentes tratamientos a un lado y a otro del Atlántico.

El 7 de octubre Chávez ganó las elecciones contra una oposición unida que aceptó los resultados. ¿Supone esto un cambio de escenario?

Sí. Yo creo que la novedad fundamental no se ha producido por el lado de la candidatura de Chávez, sino por el lado de la candidatura de la oposición. No solo porque reconociera los resultados, que ya es muy significativo, y que me parece a mí que indica una voluntad de aceptar el marco del sistema político en el que tienen que competir e ir hacia una competición a largo plazo. Pero lo más importante para mí ha sido me parece el entendimiento, no sé si eso es una cosa política muy profunda o más en términos de estrategia electoral, de que hay cosas que ya han cambiado en el país, de que los valores, las cosas que los venezolanos consideran buenas y malas, los criterios de legitimidad, la cultura del país ha cambiado, y por tanto hay que disputar dentro de esa nueva cultura. Ahí está por ejemplo el reconocimiento o la declaración del candidato de la derecha de que las misiones sociales tenían que ser respetadas, de un intento de disputarle la identidad nacional y la cuestión de la soberanía.

¿Cuáles son los retos del proceso venezolano para los próximos seis años?

Lo que la gente ha expresado en las urnas, que siempre es difícil saberlo… Es que hay fundamentalmente un mandato de seguir el proceso de cambio político pero con mayores niveles de eficacia. Me parece que hay un cierto cansancio del choque político permanente, y hay una voluntad de seguir con las políticas sociales. Determinadas políticas públicas que funcionen: hay una reclamación importante con la cuestión de la seguridad, que en todo caso es un problema regional. Hay una reclamación importante sobre la vialidad, sobre la electricidad. Hay básicamente un acuerdo en la mayoría de los venezolanos sobre el modelo político, pero corrigiendo cosas, corrigiendo hacia el interior.

El Presidente es la figura dominante de la política de Venezuela. ¿Hay sucesores? ¿Habrá chavismo después de Chávez?

Divido las preguntas: lo habrá con toda seguridad. Creo que el chavismo es una identidad política que ha llegado para quedarse en la política venezolana, y que la va a seguir marcando las siguientes décadas. En un cierto sentido estamos hablando de un fenómeno parecido al peronismo en Argentina, lo que pasa que con menos ambivalencias. Es decir, en el chavismo no caben posiciones casi de extrema derecha como cabían en el peronismo clásico. Pero sin duda estamos ante la identidad política más importante, la que sigue dividiendo los amores y los odios de la gran mayoría de los venezolanos. Hay una mayoría política pero tiene en frente a un 30-35% que tiene como factor de cohesión detestar. Eso seguirá, y seguirá por tiempo. Y ahí se ha generado una identidad, un desguace, unos nuevos valores, un sentimiento de comunidad afectivo, mítico, que va a permanecer.

¿Habrá sucesores? Es difícil pensarlo. Es difícil pensarlo ahora, no porque no los haya, sino porque ese tipo de liderazgos no dejan que surja un segundo. Eso habrá que verlo en el momento en que Chávez ya no esté en el centro de la vida política. Sin duda, habrá estímulos para que haya personas que rescaten o que encarnen la continuación del chavismo sin Chávez, pero es pronto para decirlo.

El pasado 16 de octubre, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dio a conocer una resolución sobre Venezuela donde exige al gobierno venezolano cesar la persecución política, policial y judicial contra los periodistas y medios. Es una constante criticar al gobierno venezolano (y también al de Ecuador) de déficits en cuanto a libertad de prensa, ¿qué hay de cierto en esto?

Hay que contextualizar: la SIP es la patronal de los propietarios de medios de comunicación privados. Es una asociación de empresarios que tiene derecho a emitir los dictámenes que quiera pero que se ha acostumbrado durante demasiados tiempo a que un derechos como es el derecho a la comunicación y a la información esté concentrado en pocas manos. Y en pocas manos no en razón de ninguna legitimidad democrática, sino de la propiedad. Es decir: es un gremio de propietarios que defiende lo que hasta ahora ha sido un oligopolio: muy pocas familias controlando los medios que generaban opinión. Y de ahí se derivaba claramente un importante caudal de poder político.

Que en Venezuela hay libertad de prensa es algo que es obvio, se dice permanentemente y basta comprobarlo en el país. Hay afirmaciones en programas de televisión, portadas de diarios que en España serían prohibidos, que en España habrían hecho que cerrara el medio. Sin embargo se expresan permanentemente con una beligerancia desconocida para el público europeo contra el gobierno. Con una beligerancia que además es aumentada por el hecho de que son casi el 80% del espectro mediático. Y por tanto sobrerrepresenta una posición política que es relevante en el país pero en el mejor de los casos llega al 45%. Es decir, esa posición política tiene el 80% de los medios de comunicación y los utiliza como trincheras contra el gobierno. Está en su derecho. Pero claro, es poco creíble que alguien publique en plena portada que no hay libertad de expresión. Me parece una contradicción en los términos. En todo caso es una de las peleas fundamentales abiertas en América Latina.

Sin embargo sí que es cierto que ha habido emisoras de radio cerradas, y que se extinguió la licencia de Radio Caracas Televisión en 2007.

Sí, lo que sí que ha habido en Venezuela son medios a los que se les ha caducado la licencia y no se les ha renovado. A pesar de lo cual sigue habiendo una increíble mayoría de medios de propiedad privada. Pero sí, es verdad que a RCTV, a un canal golpista –pero no golpista por la ideología que defienda, golpista por sus posiciones declaradas, explícitas, en apoyo a un golpe contra un gobierno constitucional – que ha seguido emitiendo y cuando se le acabó la licencia no se le renovó. Si en España hubiera un medio de comunicación que alentase un golpe de estado y ese golpe de estado fracasara, ese medio desaparecería al día siguiente. Yo creo que esto no le cuesta a nadie entenderlo.

Cruzamos el charco pero seguimos hablando de medios. Los españoles cubrieron la campaña de Chávez usando expresiones como “régimen” o “caudillo” para referirse a su gobierno y a su persona mientras tomaban partido por el candidato opositor. ¿Por qué sucede esto?

Diría que hay dos razones. Hay una primera muy burda, muy poco sofisticada: los propietarios de los medios de comunicación tienen intereses económicos en América Latina, y esos intereses se ven amenazados por los gobiernos que recuperan la soberanía y que toman control de parte importante de sus recursos. Y por tanto esos gobiernos tienen intereses objetivamente contrapuestos a los del oligopolio mediático. Ahí está por ejemplo la postura especialmente beligerante de PRISA, que es una máquina de guerra contra los gobiernos progresistas de América Latina, y lo es en primer lugar porque tiene sus intereses comerciales afectados.

Pero hay un segundo motivo, que es el más complicado y que yo creo que pasa desapercibido, puede que incluso para muchos de los periodistas que escriben esas noticias agresivas contra los gobiernos de izquierdas en América Latina: es la identificación de democracia y liberalismo, que además tiene que ver con una cierta mirada colonial por la cual se piensa que en el fondo los electorados latinoamericanos son menos maduros que los europeos y lo que votan no tiene el mismo valor democrático.

¿Es posible que surja una figura de liderazgo similar a Hugo Chávez o Evo Morales en Europa, o estos son fenómenos específicamente latinoamericanos?

La forma concreta de liderazgo no, me parece más raro pensar que aparezca aquí. Ahora, creo que América Latina enseña muchas cosas que no deben ser tomados como “lationamericanismos” sino como formas de expresión de la transformación política. Es decir cuando la política se hace conflictiva, tumultuosa y de masas emergen rasgos que en Europa tenemos olvidados porque llevamos sin ver ejemplos de política de masas 35 años. Creo que vamos a ver que, si hay fenómenos de cambio político en Europa, inequívocamente van a pasar por una cierta producción de nuevos liderazgos, eso seguro.

Y eso va a obligar a repensar, también a una parte importante de la izquierda, la relación entre liderazgo y democracia. Hay una cosa asentada en algunos sitios de la izquierda por la cual si hay liderazgos fuertes eso es incompatible con la democracia, que es una idea que para mí no se sostiene. Entiendo la relación de representación como una relación de negociación mutua: uno representa a una sensibilidad popular en la medida en que cumple con sus anhelos. Y cuando los deja de cumplir deja de representar y por lo tanto de ejercer el liderazgo.

No obstante, esos liderazgos que surjan no van a tener la forma, el carácter, el aspecto, el lenguaje del liderazgo de Chávez o del de Evo Morales. Porque las sociedades son diferentes. El liderazgo se va a parecer más a nuestras formas culturales. Yo por eso pienso –no es una preferencia, es, digamos, una intuición- que un liderazgo aquí se parecería más a uno como el de Correa en Ecuador que a una cosa como la de Evo Morales en Bolivia. Básicamente por la composición de la sociedad y por quiénes son los actores que se están empobreciendo que pueden en algún momento dado encarnar sus aspiraciones en una persona, que creo que es algo que sí que vamos a ir viendo.

¿Qué papel tienen el nacionalismo y el antiimperialismo en los procesos latinoamericanos de Ecuador, Bolivia y Venezuela?

Crucial. Esto cuesta entenderlo porque es una tradición relativamente ajena, por lo menos en las últimas décadas, a la política europea y a la política de la izquierda europea. Los relatos fundamentales que han construido procesos de cambio en América Latina han sido relatos de lo que algunos autores llaman identidades nacional-populares. Son unos relatos que identifican el interés general del país con sus capas más desfavorecidas, que por tanto entienden que la reivindicación de la patria coincide con la reivindicación de sus mayorías subalternas, su parte más olvidada. Eso en Bolivia se traduce por reinventar la idea de nación poniendo en el centro a los pueblos indígenas. O en Venezuela a las mayorías históricamente excluidas en los barrios, de la población rural… Me parece que la recuperación y la disputa de la idea de nación juega un papel absolutamente central en los procesos políticos de cambio latinoamericanos. Hasta el punto de que han desplazado la idea liberal conservadora de nación, denunciando que las repúblicas que existían antes eran repúblicas formalmente democráticas pero sustancialmente oligárquicas. Y eso es gran parte de la clave que permite entender la construcción de mayorías por el cambio político en los procesos latinoamericanos de avance.

Carlos Heras Rodríguez @CarlosHerasRo (continúa en los próximos días)

Fuente: http://www.poppol.es/2012/10/entrevista-con-inigo-errejon-12-es-poco.html

www.rebelion.org

MAS SOBRE INFANCIA CLANDESTINA POR JUAN NARDI.

Vigilar y castigar
Sobre el film “Infancia clandestina”

Por Juan Pablo Nardi *
La recientemente estrenada y representante argentina para los Oscar, Infancia clandestina (Benjamín Ávila; 2012) refresca el abordaje de la temática sobre el golpe cívico-militar del 76 narrando la historia de una familia que vuelve del exilio en Cuba para militar en la clandestinidad de Montoneros desde la mirada de un niño de 12 años.

Más allá de centrarse en aspectos relacionados con lo político (solo se nos muestran unas pocas escenas de reuniones partidarias alcanzándose a ver muy ligeramente cuestiones relacionadas con el operar y la metodología montonera) el film se basa, entre otras cosas, en resaltar los aspectos emocionales por los que pasa esta familia que vive una sofocante cotidianeidad clandestina repartida por una lado entre la organización de la guerrilla montonera para derrocar al régimen militar y por otro entre la crianza de sus hijos.

De hecho, la gran mayoría de los pequeños conflictos del film, todos los enfrentamientos y discusiones entre los personajes, se desprenden de esta dificultad de vivir en familia y militar en la clandestinidad. Muestras de esto son los tensos enfrentamientos que se dan, por ejemplo, entre la abuela de los niños (Cristina Banegas), que encarna de una manera brillante el tan propagado discurso militar del "no te metas", pidiéndole a su hija (Natalia Oreiro) que deje a los chicos con ella y que abandone la causa por la que lucha o las discusiones entre el tío Beto (Ernesto Alterio) y Daniel, el padre (César Troncoso) por la decisión de si festejar o no el cumpleaños de su hijo Ernesto (Teo Gutiérrez Romero) por la peligrosidad que despierta tal llamada de atención en la situación que se encuentran o también, ¿porque no? el hecho de que Ernesto abandone la escuela a causa de que la familia tiene que dejar la casa donde viven por las persecuciones militares. En fin, no son las mejores condiciones para el pleno desarrollo de una infancia saludable. El enemigo y el terror están constantemente al acecho.

Y es en la representación de ese enemigo militar y el terror que este suscita, en donde se haya una de las construcciones mas interesantes del film y que más estimula los sentidos y las emociones del espectador (principalmente las relacionadas justamente con el terror y con el miedo). Esos sanguinarios villanos, contra los que se enfrentan la familia, nunca nos son mostrados en la pantalla, nunca los vemos, toda su presencia esta siempre fuera de campo, ese espacio que se encuentra por fuera de los limites del plano, por fuera de los marcos de la pantalla y que no podemos ver, pero que existe y sobre todo en la mente del espectador.

Es así que nunca vemos a los milicos, pero sabemos que siempre están ahí, al acecho de cualquier conducta sospechosa que pueda llegar a interrumpir (cuestionar) el orden de las cosas. El villano es y esta en el fuera de campo. Todo el tiempo ese espacio excita la imaginación del espectador, sea con sonidos de sirenas que se escuchan a lo lejos pero acercándose lentamente y planteándonos hipótesis sobre una posible carnicería de la familia o con enfrentamientos armados entre las patrullas militares y los padres de Ernesto, a los cuales no podemos ver pero aventuramos sobre su destino.

El fuera de campo es la muerte. Todas las muertes ocurren fuera de nuestro campo de visión. Nunca vemos a los personajes en su momento de agonía, sino que están ahí y de un plano para el otro, desaparecen. Simplemente dejamos de verlos. Pero sabemos que no desaparecieron, sabemos lo que les hicieron y sobre todo sabemos quienes son los culpables.

Es así que el fuera de campo es el villano, esa gran maquinaria estatal terrorista la cual es tan poderosa que pareciese no puede ser abarcada por los estrechos límites de la pantalla. Pero este problema de visión (que como espectadores no vemos a los sicarios pero tenemos la sensación de que ellos si nos ven a nosotros) esta fundamentado en que la película adopta el punto de vista de un niño de 12 años, el cual al estar siempre protegido por los padres, es puesto en lugares en donde el peligro y la acción no están al alcance de sus ojos (y por lo tanto de los nuestros tampoco). Y al no poder ver, no podemos controlar la situación, todo es inseguro, todo es miedo. - ¡En esta casa no se usa el teléfono! le reta la madre a Ernesto cuando lo encuentra telefoneando a su noviecita del colegio. Ellos pueden estar ahí afuera, donde no los vemos, escuchándonos.

Y es así como se sentía la gente en la dictadura: vigilada. Era vista sin poder ver y era incitada desde la propaganda terrorista a mirar para otro lado, a involucrarse lo menos posible. Y esta condición le daba al estado asesino el control para elegir como y cuando atacar a aquellos curiosos que deseaban poner sus ojos sobre los secretos y oscuros mecanismos del saqueo, la persecución y la destrucción militar.


* Comunicador Audiovisual y columnista en Radio Universidad La Plata.
juan.nardi@hotmail.com

 

LA CRISIS EUROPEA, OPINION.

No sólo la periferia europea afronta protestas populares
Alemania les pide ajustes a todos los países europeos para aprobar salvatajes pero no es ajena a la crisis.

Por Fernando Del Corro

Curiosamente, mientras la mayor parte de los medios de todo el mundo se ocupa de las dificultades por las que atraviesan países de la periferia europea como España y Grecia ahora, y hace un tiempo como Irlanda o Portugal, es poco frecuente y a veces directamente ignorado, lo que sucede en los países centrales del capitalismo financiero contemporáneo como los propios Estados Unidos de América y Alemania, la cabeza de la Unión Europea (UE), donde recientemente se produjeron manifestaciones tanto en Berlín, como en Bochum, Bremen, Colonia, Frankfurt y Hamburgo, entre otras ciudades. Ni siquiera la propia prensa local dio mayor trascendencia al hecho.

Alemania les pide ajustes a todos los países europeos para aprobar salvatajes, pero ella misma no es ajena a la crisis. La información dada a conocer por la publicación Business Week, del Grupo Bloomberg, a fines de 2011, indicaba que debía 2,84 veces su Producto Interno Bruto, bastante más que el pasivo récord que llegó a tener la Argentina tras el megacanje de Domingo Felipe Cavallo bajo la administración de Fernando De la Rúa. Algo que muestra que tampoco su sistema financiero está en las mejores condiciones.

Los 40 mil manifestantes (3000 en Bremen, 4000 en Colonia, 5000 en Berlín, 5000 en Frankfurt, 6000 en Bochum, 7000 en Hamburgo y 10 mil en diversas ciudades) reclamaron contra el progresivo abandono de las prácticas del Estado de Bienestar que se comenzaron a poner en práctica en ese país a mediados del Siglo XIX por el entonces canciller Otto Eduard Leopold von Bismarck, lo que dio lugar a la aparición de una visión evolucionista del socialismo de la mano de Ferdinand Lassalle. De la Alemania bismarckiana, donde a los junkers (señores feudales) se los obligaba a invertir en la industria y a generar trabajo, se ha pasado a una realidad donde el 0,1 por ciento de la población acumula el 22,5% de la riqueza; el 0,9% posee el 23,3%; el 9,0% el 30,8%; el 40,0% el 32,3%; y el 50,0% el 1,4 por ciento. Sumando los tres primeros quintiles se llega a que el 10% de la población posee el 66,6% de todo, según el propio Ministerio de Trabajo de ese país.

No curiosamente las manifestaciones se produjeron en coincidencia con un acto realizado en Hamburgo con motivo de la visita de Alexis Tsipras, el líder de la izquierda griega. Las mismas se vienen incrementando desde hace un par de meses impulsadas por diferentes organizaciones sociales, sindicales y políticas que reclaman una más justa redistribución de la riqueza. Los mayores reclamos apuntan contra el sector financiero sobre el que solicitan un impuesto a la especulación destinado a atender la cuestión de la pobreza; cuestión que la hacen universal para afrontar el problema de la crisis contemporánea global. Precisamente las marchas tuvieron como lema “Redistribución, gravar la riqueza”. Los reclamos incluyeron perseguir la evasión y poner coto a los paraísos fiscales al tiempo que un gravamen sobre el patrimonio.

El secretario general del sindicato Verdi, que agrupa a los trabajadores de los servicios, Frank Bsirke, al hablar en Frankfurt, según citó Rafael Poch, el corresponsal del diario catalán La Vanguardia, puntualizó que “treinta años de neoliberalismo y desregulación de los mercados de trabajo y financiero han ampliado la brecha entre ricos y pobres”, ya que “El contribuyente está pagando los rescates de la crisis financiera y con ello se trata, en primer lugar, de asegurar el capital de los más ricos”, por lo que “Ha llegado la hora de que quienes se beneficiaron con aquello contribuyan”.

Pero no es solamente la gran cabeza de la UE la que está en problemas. Francia, que acaba se superar los cuatro millones de desempleados, según el mismo estudio de Bloomberg, debía el 341% de su PIB, del cual el 88% correspondía al Estado, alrededor de la mitad al particular y el resto a su sistema financiero. No es casual, entonces, que a pesar de los mayores costos de transporte, los españoles, por ejemplo, prefieran escapar de su propia crisis encaminándose a países como la Argentina, Cuba, Brasil y hasta México y no hacia sus vecinos. La deuda española, acrecentada en el último año, llegaba cuando dicho informe, al 366% de su PIB, con una participación estatal del 66%, un poco más del sector privado y el resto de su banca en bancarrota.

Vale la pena señalar que el abanderado entre los deudores es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte con el 497% de su PIB, a la fecha de referencia, con el 77% en manos del Estado, una cantidad similar de los privados, y la inmensa mayoría de su banca, aquella que alguna vez fuera la que manejara las finanzas mundiales y que con la Baring Brothers desaparecida en 1995, fundamentalmente, endeudara en el primer cuarto del siglo XIX a todos los nuevos estados independientes de América Latina. Hace poco el Banco Barclays, el mismo que recientemente incurrió en importantes irregularidades, solicitó perdones a la Reserva Federal estadounidense para su filial en ese país.

Italia era el mayor deudor estatal con el 110%, a lo que sumaba algo menos de la mitad de eso para sus privados y un fenomenal pasivo financiero que hacía que la suma total alcanzase al 313% de su PIB. Pero las cosas tampoco terminan en Europa ya que la del Japón, la tercera economía planetaria detrás de los Estados Unidos de América y China, y la cuarta, si se cuenta a la UE como un bloque, está en severas complicaciones, como ha empezado a traslucirse. El Japón debía un año atrás el 492% de su PIB compuesto por un pasivo del 213% del Estado, un poco más del sistema financiero, y una cifra menor de los privados. Ese país que lleva más de una década de estancamiento y que, como contracara, es el segundo mayor acreedor de los EUA, por el momento ha venido capeando el temporal, sobre la generación de una deuda interna basada en aquello que John Maynard Keynes anticipara como la “trampa de liquidez” que se avecinaba sobre el capitalismo.

El otro país asiático que no debe omitirse es Sur Corea con un pasivo del 306% de su PIB, del cual apenas el 30% correspondía al Estado, aproximadamente lo mismo al sector privado y el resto a la banca. En América del Norte, además de los EUA, la situación del Canadá tampoco es brillante con una deuda total del 274% del PIB, un poco menos que la alemana, y dentro de la cual al Estado le corresponde el 68%, a los privados algo más y el resto al sistema financiero. Y el mayor deudor cuantitativo, aunque no en términos de su PIB, eran los EUA, con un 289% del cual el Estado federal cargaba sobre sí el 80%, a lo que corresponde añadir un pasivo de los municipios cercano a los tres billones (millones de millones) de dólares estadounidenses y a los de sus estados en graves complicaciones como el más grave caso de California. El sistema financiero sigue atravesando graves complicaciones y hace días la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos autorizaron nuevas medidas de salvataje, incluyendo cierres de sucursales que en el caso del Bank of América, según se estima, implicarán unas 12 mil cesantías. Mientras, el Congreso de ese país es renuente para tratar la propuesta del presidente Barack Hussein Obama tendiente a buscar una solución para los millones de hipotecados que se encuentran ante la perspectiva de perder sus hogares. -<dl

(*) Docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y miembro del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego.

02/11/12 Tiempo Argentino

TRAMPOSOS BANQUEROS POR RAMONET, OPINION

Tramposos banqueros
Por Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique

“Poderoso caballero es Don Dinero”. Francisco de Quevedo

A aquellos ciudadanos que aún lo ignoraban, la crisis les está demostrando que los mercados financieros son los principales protagonistas del actual momento económico de Europa. Representan un cambio fundamental: el poder ha pasado de los políticos a los especuladores de Bolsa y a una cohorte de tramposos banqueros.

Cada día, los mercados mueven sumas colosales. Por ejemplo, casi 7 billones de euros, sólo en deudas de los Estados de la eurozona, según el Banco Central Europeo. La decisión colectiva diaria de esos mercados puede ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos.

El drama, además, es que estos nuevos “amos del mundo” no sienten ninguna preocupación por el bien común. La solidaridad no es su problema. Menos aún la preservación del Estado de bienestar. La única racionalidad que los motiva es la codicia. Especuladores y banqueros, movidos por la avidez, llegan a comportarse como mafias, con mentalidad de aves de rapiña. Y con una impunidad casi total.

Desde que, en 2008, estalló la crisis –en gran parte causada por ellos–, ninguna reforma seria ha conseguido reglamentar los mercados, ni meter en vereda a los banqueros. Y a pesar de todas las críticas formuladas contra la “irracionalidad del sistema”, el comportamiento de muchos actores financieros sigue siendo igual de cínico.

Es evidente que los bancos representan un papel clave en el sistema económico. Y que sus actividades tradicionales –estimular el ahorro, dar crédito a las familias, financiar las empresas, impulsar el comercio– son constructivas. Pero desde la generalización, en los años 1990-2000, del modelo del “banco universal”, que añadió toda clase de actividades especulativas y de inversión, los riesgos para los ahorradores se han multiplicado así como los fraudes, los engaños y los escándalos.

Recordemos, por ejemplo, uno de los más desvergonzados, protagonizado por el poderoso banco de negocios estadounidense Goldman Sachs que hoy domina el universo financiero. En 2001, ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas para que Atenas cumpliese los requisitos y pudiese ingresar en el euro, la moneda única europea. Pero en menos de siete años, aquella fullería se descubrió y la realidad estalló como una bomba. Consecuencia: “Casi un continente sumido en la crisis de la deuda; un país, Grecia, expoliado y de rodillas; recesión, despidos masivos, pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores; reestructuraciones y sacrificios de los beneficios sociales; planes de ajuste y miseria” (1).

¿Qué sanciones recibieron los autores de tan nefasto engaño? Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs para Europa, al corriente por tanto del fraude, fue premiado con la presidencia del Banco Central Europeo (BCE)… Y Goldman Sachs cobró en recompensa, por el maquillaje de las cuentas, 600 millones de euros… Confirmando así un principio: en materia de grandes estafas organizadas por los bancos, la impunidad es la regla.

Lo pueden confirmar los miles de ahorradores españoles que compraron acciones de Bankia el día en que esta entidad salió a Bolsa. Se sabía que no tenía ninguna credibilidad y que el valor de su acción, según las agencias de calificación, ya estaba a un paso del bono basura…

Los ahorradores confiaron en Rodrigo Rato, presidente entonces de Bankia y ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien no dudó en afirmar el 2 de mayo de 2012 (cinco días antes de dimitir ante la presión de los mercados y poco antes de que el Estado tuviese que inyectar en la ­entidad 23.500 millones de euros para evitar su quiebra): “Estamos en una situación de mucha robustez desde el punto de vista de solvencia y también desde el punto de vista de liquidez” (2)…

Cierto es que, menos de un año antes, en julio de 2011, Bankia había superado aparentemente las “pruebas de resistencia” realizadas por la European Banking Authority (EBA) a las 91 mayores entidades financieras de Europa. Bankia había obtenido un Core Tier I Capital (capital de máxima resistencia) del 5,4% (3), frente a un mínimo exigido del 5% en una situación de máximo estrés. Lo cual da una idea de la incompetencia e ineptitud de la EBA, organismo europeo encargado de garantizar la solidez de nuestros bancos…

Otras personas que pueden testimoniar sobre la desfachatez de los banqueros son las víctimas, en España, del “escándalo de las participaciones preferentes”. Un fraude que afecta a más de 700.000 ahorradores que han perdido sus economías. Se les hizo creer que adquirían algo parecido a un depósito a plazo fijo… Pero las participaciones preferentes son un producto financiero que no está cubierto por el fondo de garantía de los bancos. Éstos no están obligados –si no poseen liquidez– a devolver el capital inicial, ni los intereses generados.

Este timo también ha revelado que los ahorradores españoles víctimas de engaños bancarios no pueden contar con la protección del Banco de España o de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) (4). Ni, obviamente, con la del Gobierno que sigue ayudando masivamente a la banca mientras su política de recortes y austeridad castiga en permanencia a la ciudadanía. Para ayudar al sistema bancario español, Mariano Rajoy solicitó a la Unión Europea un crédito de hasta 100.000 millones de euros. Entretanto, los bancos españoles siguen favoreciendo la huida masiva de capitales… Se estima que, hasta septiembre pasado, 220 000 millones de euros se habían fugado oficialmente de España (5) … Una suma más de dos veces superior al crédito solicitado a Europa para salvar el sistema bancario español…

Pero no terminan aquí los escándalos. Podríamos recordar que, estos últimos meses, los fraudes bancarios no han cesado. El banco HSBC fue acusado de blanquear el dinero de la droga y de los narcotraficantes mexicanos. El JP Morgan se lanzó a especulaciones desmedidas asumiendo inauditos riesgos que le acarrearon pérdidas de 7.500 millones de euros, arruinando a decenas de clientes. Igual le sucedió a Knight Capital que perdió más de 323 millones de euros en una sola noche a causa de un error de un programa informático de especulación automática por ordenador…

Pero el escándalo que más está irritando, a escala mundial, es el del Libor. ¿De qué se trata? La Asociación de Banqueros Británicos propone cada día un tipo interbancario llamado “London interbank offered rate” o Libor por sus siglas en inglés. El cálculo de esa tasa lo realiza la agencia Reuters la cual, diariamente, pregunta a dieciséis grandes bancos a qué tipo de interés están obteniendo créditos. Y establece una media. Como es el tipo al que se prestan dinero los principales bancos entre ellos, el Libor se convierte en una referencia fundamental de todo el sistema financiero mundial. En particular, sirve para determinar, por ejemplo, los tipos de las hipotecas de las familias. En la zona euro, el equivalente del Libor se llama Euribor y se calcula sobre la base de la actividad de unos sesenta grandes bancos. En el mundo, el Libor influye sobre unos 350 billones de euros de créditos… Cualquier variación –por mínima que sea– de ese tipo puede tener una incidencia colosal.

¿En qué consistió el fraude? Varios bancos (de los que sirven de referencia para establecer el Libor) se concertaron entre ellos y decidieron mentir sobre sus tipos, manipulando de ese modo el Libor y todos los contratos derivados, o sea los créditos a los hogares y a las empresas. Y eso durante años.

Las investigaciones han demostrado que una decena de grandes bancos internacionales –Barclays, Citigroup, JP Morgan Chase, Bank of America, Deutsche Bank, HSBC, Crédit Suisse, UBS (Union des Banques Suisses), Société Générale, Crédit Agricole, Royal Bank of Scotland– se organizaron para manipular el Libor.

Este enorme escándalo demuestra que la delincuencia se halla en el corazón mismo de las finanzas internacionales. Y que, probablemente, millones de familias pagaron sus hipotecas a unas tasas indebidas. Muchas tuvieron que renunciar a sus viviendas. Otras fueron expulsadas de ellas por no poder pagar unos créditos artificialmente manipulados (6)… Una vez más, las autoridades encargadas de velar por el buen funcionamiento de los mercados hicieron la vista gorda. Nadie ha sido sancionado, aparte de cuatro compinches (7). Todos los bancos implicados siguen haciendo negocios.

¿Hasta cuándo las democracias podrán soportar esa impunidad? En 1932, en Estados Unidos, Ferdinand Pecora, un hijo de emigrantes italianos que llegó a ser fiscal de Nueva York, fue nombrado por el presidente Herbert Hoover para investigar la responsabilidad de los bancos en las causas de la crisis de 1929. Su informe fue abrumador. Propuso el término de “banksters” para calificar a los “banqueros gángsteres”. Sobre la base de ese informe, el presidente Franklin D. Roosevelt decidió proteger a los ciudadanos de los riesgos de la especulación. Sancionó a toda la banca imponiéndole el “Glass-Steagal Act” y estableciendo (hasta 1999) una incompatibilidad entre dos tipos de actividades: los bancos de depósitos y los bancos de inversión. ¿Qué gobierno europeo de la zona euro tomará una decisión semejante?

Notas

(1) Eduardo Febbro, “El gran truco que usó Goldman Sachs con Grecia”, Página 12, Buenos Aires, 13 de marzo de 2012.

(2) El País, Madrid, 2 de mayo de 2012.

(3) Basándose en ese deplorable informe, algunos ‘analistas’ afirmaban –¡hace apenas quince meses!– que el sistema bancario español figuraba entre “los más sólidos del mundo”… He aquí, por ejemplo, lo que escribía un ‘diario de referencia’: “De hecho, los grandes bancos españoles superan holgadamente los requisitos de capital exigidos para resistir un hipotético deterioro extremo de la economía durante los próximos dos años” (El País, Madrid,15 de julio de 2011).

(4) Varias asociaciones han puesto a disposición de las víctimas su gabinete juridico. Consúltese, por ejemplo: la Asociación de Usuarios de Bancos, Seguros y Cajas de Ahorro (ADICAE) (adicae.net), y la Unión de Consumidores de España (www.uniondeconsumidores.info).

(5) Cinco días, Madrid, 21 de octubre de 2012.

(6) En España, país que tiene la ley más brutal en la materia, desde que se inició la crisis en 2008, más de 400.000 desahucios –es decir, desalojos a la fuerza de viviendas o locales–, han sido ordenados por los jueces.

(7) El banco Barclays fue condenado a una multa de 365 millones de euros. Despidió a su presidente, Marcus Agius. Su Consejero Delegado, Bob Diamond, uno de los responsables de la manipulación del Libor, dimitió… a cambio de una indemnización de aproximadamente 2,5 millones de euros.

Fuente original: http://www.monde-diplomatique.es/
www.rebelion.org

CACEROLAS, POR RICARDO ROUVIER, OPINION

La preparación de las cacerolas
Por Ricardo Rouvier*

Por las redes sociales se prepara con minuciosidad el próximo cacerolazo, y los grandes medios amplifican y difunden la convocatoria. Facebook, twitter, sms, son los canales que el ciberespacio pone a disposición de esta nueva ciudadanía mundial que se está gestando desde la tecnología.

Para analizar la manifestación venidera es necesario acercarnos a la anterior, sobre la suposición de que las razones son las mismas que provocaron el 13 de setiembre pasado. Constituyó, lo que fue a la vista de todos, un acontecimiento político. Independientemente de la cantidad de gente que se agolpó en las calles de la ciudad de Bs. As. y en algunas plazas del interior, sea mínima o sea mucha, el acontecimiento tiene los condimentos y el perfil de lo político; y así debe considerarse y analizarse. Desde el conflicto con el campo, no se habían producido reacciones antigubernamentales de estas características. La masividad no impide observar segmentadamente la concentración; y precisamos que la movilización fue compuesta mayoritariamente por la clase media. Aunque cuando nos referimos a la clase media estamos hablando de un segmento complejo, nos referimos a su multiplicidad que involucra desde sectores profesionales hasta dueños de taxis, y hasta las diferencias intrínsecas, sobre todo de sus exigencias aspiracionales.

Muchas veces la imagen acústica del significante mencionando “clase media” incluye solo a la clase media-media, recortando extremos. Y es un error. Si se lo supone además; que es un sector encapsulado y cristalizado en la interpelación que viene desde las izquierdas, peronistas o no peronistas, calificando a estos sectores como “la derecha”. Olvidando, que aquellas expresiones políticas son hijas de la clase media. ¿Qué fue sino el camporismo? ¿Qué es el kirchnerismo ? ¿Cuál fue la fuente originaria del radicalismo como irrupción social progresista en la Argentina oligárquica? La clase media acompañó buena parte de la gestión del primer gobierno de Perón, y en el segundo lo abandonó. Este movimiento se iba a repetir muchas veces en nuestra historia contemporánea, y hoy, vuelve a producirse un cierto alejamiento de esos sectores que adhirieron al kirchnerismo.

Esta expresión callejera de sectores antioficialistas del 13 de setiembre generó una señal para el gobierno y para la oposición. Para el gobierno, porque ante una oposición profesional inexistente, esta avanzada sobre la vía pública señala un cambio en el humor social; y para lo oposición, porque esta manifestación sin cabeza refleja su propia debilidad, su propia impotencia. Esa dificultad hace que aquél encuentro como el próximo fluya entre redes sociales y comunicación mediática, pero no en los partidos o dirigentes de la oposición; y que no sea capitalizado por nadie.

Si continuamos con la descripción sobre el 13 de Setiembre, podemos decir que tuvo varios núcleos concéntricos. Un núcleo duro, fuertemente activo y que, sin duda, podemos señalar como la derecha sin comillas; no votaron a Cristina, y su protesta se adentró en el insulto y la verbalización destituyente. Para Presidente, en Octubre de 2011, se orientaron preferentemente hacia Duhalde y Rodríguez Saá. Hay que recordar que en el territorio porteño, Duhalde fue la salida al voto anti-k, en los barrios de clase media alta y alta; más que por amor: por espanto. Alrededor hubo sectores más blandos, incluido un sector minoritario de votantes del FPV en octubre del ´11. Los principales ejes de la protesta fueron: la posibilidad reeleccionista, la inflación, la disponibilidad de divisa, la inseguridad, la corrupción, etc.; y entre estos, había votantes de Binner, Alfonsín y la izquierda.

Los medios oficiales recortaron la protesta y se quedaron con lo más conveniente, que era el grupo de sectores medios altos que injuriaron a la Presidenta. Pero, no eran los únicos que estuvieron en la calle.

Esta misma agenda es la que cocina la próxima reunión; agenda cuyo formato es más político que económico. El desaceleramiento de la economía influye, empeora, pero no es la causa principal de los encuentros. Se está produciendo un cambio en el campo psicológico-social de la población, que consiste en separar contenidos políticos de como le va en la góndola. Las reivindicaciones planteadas son estrictamente políticas y se aglutinan en que estos sectores viven al gobierno como una amenaza. ¿Cómo una amenaza? ¿A qué? A sus libertades individuales, consideran que están en peligro y que nuestro país se mimetiza, a futuro, con la Venezuela de Chávez. Profecía incumplible. Además, en la propia calle hacen un ejercicio evidente de la libertad de expresión.

No ven, no perciben, o el gobierno no logra persuadirlos, que los avances en los Derechos Civiles en nuestro país nos ubican a la avanzada en la conquista de los derechos individuales. Pero, la cuestión que pasa por la restricción a la disponibilidad de divisa, o que pasa por no comprender lo que significa pesificar la economía como logro soberano, coloca a este núcleo de la clase media en posturas opositoras claramente retrógradas.

Sin embargo, sienten que el populismo vigente se mete en sus decisiones más personales, o en las tierras de los countries. Pero esto en política es lógicamente inevitable, si consideramos que el kirchnerismo desde el 2003 viene provocando a la sociedad nacional, interpelando aquello que parecía congelado e imposible, y tensionando las cuerdas de la armonía social en función de un discurso popular y progresista.

No sabemos como será el 8N, pero presumimos que estimulados por el anterior es probable que concurra más población que la anterior. En este caso, las directivas que circulan establecen algunas cuestiones que parecen ridículas; por ejemplo, el como ir vestido, tratando de no denotar la procedencia social. Se intentarán evitar agravios a la figura presidencial. Algunos dirigentes de la oposición concurrirán en mayor número que la vez pasada, pero su incidencia será solo fotográfica.

No obstante, es un problema para la política que esta contradicción se dirima entre un sector de la población sin encuadramiento político, y sin liderazgos, frente a CFK , una presidenta que no dispone de filtros o mediatizaciones que permitan mantener la autoridad más protegida. En momentos en que se agudiza el conflicto con el grupo Clarín, y en momentos en que la economía no luce lo suficiente, el oficialismo marcha hacia fin de año con una cantidad de preguntas y acechanzas. Pero, más allá de las mediciones y tendencias, CFK sigue siendo la principal protagonista de la coyuntura.

A pesar de su orfandad, o por eso mismo, no sabemos las derivaciones y evoluciones futuras de esta protesta; pero sin duda la manifestación es ya un dato importante del escenario. No hay duda que esta marcha se yuxtapone, con mayor o menor coincidencia, con el proceso que tiene al mayor multimedio en jaque ante el posible desprendimiento de algunas de sus propiedades. Una corporación que cubrirá sus intereses con el valor de la libertad de expresión, y de un gobierno que considera que esta es una batalla decisiva en su consolidación de poder.

Todo esto es preparatorio de la evaluación a la gestión que se realizará el año que viene en la elección legislativa, en la prueba de medio término. La dinámica política nacional, como nos tiene acostumbrados, produce en forma continua desafíos cuyas resoluciones, solo serán respondidos por el tiempo. Las hipótesis giran alrededor de si estas quejas con cacerolas tendrán algún efecto en las políticas del oficialismo y la oposición; y otra sobre su propia evolución: será un fenómeno en crecimiento hacia formas más orgánicas de la política, o se irá diluyendo por su falta de engarce con la acción política concreta.

* Sociólogo y Analista Político

http://www.lateclaene.blogspot.com.ar

GB