viernes, 2 de noviembre de 2012

TRAMPOSOS BANQUEROS POR RAMONET, OPINION

Tramposos banqueros
Por Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique

“Poderoso caballero es Don Dinero”. Francisco de Quevedo

A aquellos ciudadanos que aún lo ignoraban, la crisis les está demostrando que los mercados financieros son los principales protagonistas del actual momento económico de Europa. Representan un cambio fundamental: el poder ha pasado de los políticos a los especuladores de Bolsa y a una cohorte de tramposos banqueros.

Cada día, los mercados mueven sumas colosales. Por ejemplo, casi 7 billones de euros, sólo en deudas de los Estados de la eurozona, según el Banco Central Europeo. La decisión colectiva diaria de esos mercados puede ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos.

El drama, además, es que estos nuevos “amos del mundo” no sienten ninguna preocupación por el bien común. La solidaridad no es su problema. Menos aún la preservación del Estado de bienestar. La única racionalidad que los motiva es la codicia. Especuladores y banqueros, movidos por la avidez, llegan a comportarse como mafias, con mentalidad de aves de rapiña. Y con una impunidad casi total.

Desde que, en 2008, estalló la crisis –en gran parte causada por ellos–, ninguna reforma seria ha conseguido reglamentar los mercados, ni meter en vereda a los banqueros. Y a pesar de todas las críticas formuladas contra la “irracionalidad del sistema”, el comportamiento de muchos actores financieros sigue siendo igual de cínico.

Es evidente que los bancos representan un papel clave en el sistema económico. Y que sus actividades tradicionales –estimular el ahorro, dar crédito a las familias, financiar las empresas, impulsar el comercio– son constructivas. Pero desde la generalización, en los años 1990-2000, del modelo del “banco universal”, que añadió toda clase de actividades especulativas y de inversión, los riesgos para los ahorradores se han multiplicado así como los fraudes, los engaños y los escándalos.

Recordemos, por ejemplo, uno de los más desvergonzados, protagonizado por el poderoso banco de negocios estadounidense Goldman Sachs que hoy domina el universo financiero. En 2001, ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas para que Atenas cumpliese los requisitos y pudiese ingresar en el euro, la moneda única europea. Pero en menos de siete años, aquella fullería se descubrió y la realidad estalló como una bomba. Consecuencia: “Casi un continente sumido en la crisis de la deuda; un país, Grecia, expoliado y de rodillas; recesión, despidos masivos, pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores; reestructuraciones y sacrificios de los beneficios sociales; planes de ajuste y miseria” (1).

¿Qué sanciones recibieron los autores de tan nefasto engaño? Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs para Europa, al corriente por tanto del fraude, fue premiado con la presidencia del Banco Central Europeo (BCE)… Y Goldman Sachs cobró en recompensa, por el maquillaje de las cuentas, 600 millones de euros… Confirmando así un principio: en materia de grandes estafas organizadas por los bancos, la impunidad es la regla.

Lo pueden confirmar los miles de ahorradores españoles que compraron acciones de Bankia el día en que esta entidad salió a Bolsa. Se sabía que no tenía ninguna credibilidad y que el valor de su acción, según las agencias de calificación, ya estaba a un paso del bono basura…

Los ahorradores confiaron en Rodrigo Rato, presidente entonces de Bankia y ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien no dudó en afirmar el 2 de mayo de 2012 (cinco días antes de dimitir ante la presión de los mercados y poco antes de que el Estado tuviese que inyectar en la ­entidad 23.500 millones de euros para evitar su quiebra): “Estamos en una situación de mucha robustez desde el punto de vista de solvencia y también desde el punto de vista de liquidez” (2)…

Cierto es que, menos de un año antes, en julio de 2011, Bankia había superado aparentemente las “pruebas de resistencia” realizadas por la European Banking Authority (EBA) a las 91 mayores entidades financieras de Europa. Bankia había obtenido un Core Tier I Capital (capital de máxima resistencia) del 5,4% (3), frente a un mínimo exigido del 5% en una situación de máximo estrés. Lo cual da una idea de la incompetencia e ineptitud de la EBA, organismo europeo encargado de garantizar la solidez de nuestros bancos…

Otras personas que pueden testimoniar sobre la desfachatez de los banqueros son las víctimas, en España, del “escándalo de las participaciones preferentes”. Un fraude que afecta a más de 700.000 ahorradores que han perdido sus economías. Se les hizo creer que adquirían algo parecido a un depósito a plazo fijo… Pero las participaciones preferentes son un producto financiero que no está cubierto por el fondo de garantía de los bancos. Éstos no están obligados –si no poseen liquidez– a devolver el capital inicial, ni los intereses generados.

Este timo también ha revelado que los ahorradores españoles víctimas de engaños bancarios no pueden contar con la protección del Banco de España o de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) (4). Ni, obviamente, con la del Gobierno que sigue ayudando masivamente a la banca mientras su política de recortes y austeridad castiga en permanencia a la ciudadanía. Para ayudar al sistema bancario español, Mariano Rajoy solicitó a la Unión Europea un crédito de hasta 100.000 millones de euros. Entretanto, los bancos españoles siguen favoreciendo la huida masiva de capitales… Se estima que, hasta septiembre pasado, 220 000 millones de euros se habían fugado oficialmente de España (5) … Una suma más de dos veces superior al crédito solicitado a Europa para salvar el sistema bancario español…

Pero no terminan aquí los escándalos. Podríamos recordar que, estos últimos meses, los fraudes bancarios no han cesado. El banco HSBC fue acusado de blanquear el dinero de la droga y de los narcotraficantes mexicanos. El JP Morgan se lanzó a especulaciones desmedidas asumiendo inauditos riesgos que le acarrearon pérdidas de 7.500 millones de euros, arruinando a decenas de clientes. Igual le sucedió a Knight Capital que perdió más de 323 millones de euros en una sola noche a causa de un error de un programa informático de especulación automática por ordenador…

Pero el escándalo que más está irritando, a escala mundial, es el del Libor. ¿De qué se trata? La Asociación de Banqueros Británicos propone cada día un tipo interbancario llamado “London interbank offered rate” o Libor por sus siglas en inglés. El cálculo de esa tasa lo realiza la agencia Reuters la cual, diariamente, pregunta a dieciséis grandes bancos a qué tipo de interés están obteniendo créditos. Y establece una media. Como es el tipo al que se prestan dinero los principales bancos entre ellos, el Libor se convierte en una referencia fundamental de todo el sistema financiero mundial. En particular, sirve para determinar, por ejemplo, los tipos de las hipotecas de las familias. En la zona euro, el equivalente del Libor se llama Euribor y se calcula sobre la base de la actividad de unos sesenta grandes bancos. En el mundo, el Libor influye sobre unos 350 billones de euros de créditos… Cualquier variación –por mínima que sea– de ese tipo puede tener una incidencia colosal.

¿En qué consistió el fraude? Varios bancos (de los que sirven de referencia para establecer el Libor) se concertaron entre ellos y decidieron mentir sobre sus tipos, manipulando de ese modo el Libor y todos los contratos derivados, o sea los créditos a los hogares y a las empresas. Y eso durante años.

Las investigaciones han demostrado que una decena de grandes bancos internacionales –Barclays, Citigroup, JP Morgan Chase, Bank of America, Deutsche Bank, HSBC, Crédit Suisse, UBS (Union des Banques Suisses), Société Générale, Crédit Agricole, Royal Bank of Scotland– se organizaron para manipular el Libor.

Este enorme escándalo demuestra que la delincuencia se halla en el corazón mismo de las finanzas internacionales. Y que, probablemente, millones de familias pagaron sus hipotecas a unas tasas indebidas. Muchas tuvieron que renunciar a sus viviendas. Otras fueron expulsadas de ellas por no poder pagar unos créditos artificialmente manipulados (6)… Una vez más, las autoridades encargadas de velar por el buen funcionamiento de los mercados hicieron la vista gorda. Nadie ha sido sancionado, aparte de cuatro compinches (7). Todos los bancos implicados siguen haciendo negocios.

¿Hasta cuándo las democracias podrán soportar esa impunidad? En 1932, en Estados Unidos, Ferdinand Pecora, un hijo de emigrantes italianos que llegó a ser fiscal de Nueva York, fue nombrado por el presidente Herbert Hoover para investigar la responsabilidad de los bancos en las causas de la crisis de 1929. Su informe fue abrumador. Propuso el término de “banksters” para calificar a los “banqueros gángsteres”. Sobre la base de ese informe, el presidente Franklin D. Roosevelt decidió proteger a los ciudadanos de los riesgos de la especulación. Sancionó a toda la banca imponiéndole el “Glass-Steagal Act” y estableciendo (hasta 1999) una incompatibilidad entre dos tipos de actividades: los bancos de depósitos y los bancos de inversión. ¿Qué gobierno europeo de la zona euro tomará una decisión semejante?

Notas

(1) Eduardo Febbro, “El gran truco que usó Goldman Sachs con Grecia”, Página 12, Buenos Aires, 13 de marzo de 2012.

(2) El País, Madrid, 2 de mayo de 2012.

(3) Basándose en ese deplorable informe, algunos ‘analistas’ afirmaban –¡hace apenas quince meses!– que el sistema bancario español figuraba entre “los más sólidos del mundo”… He aquí, por ejemplo, lo que escribía un ‘diario de referencia’: “De hecho, los grandes bancos españoles superan holgadamente los requisitos de capital exigidos para resistir un hipotético deterioro extremo de la economía durante los próximos dos años” (El País, Madrid,15 de julio de 2011).

(4) Varias asociaciones han puesto a disposición de las víctimas su gabinete juridico. Consúltese, por ejemplo: la Asociación de Usuarios de Bancos, Seguros y Cajas de Ahorro (ADICAE) (adicae.net), y la Unión de Consumidores de España (www.uniondeconsumidores.info).

(5) Cinco días, Madrid, 21 de octubre de 2012.

(6) En España, país que tiene la ley más brutal en la materia, desde que se inició la crisis en 2008, más de 400.000 desahucios –es decir, desalojos a la fuerza de viviendas o locales–, han sido ordenados por los jueces.

(7) El banco Barclays fue condenado a una multa de 365 millones de euros. Despidió a su presidente, Marcus Agius. Su Consejero Delegado, Bob Diamond, uno de los responsables de la manipulación del Libor, dimitió… a cambio de una indemnización de aproximadamente 2,5 millones de euros.

Fuente original: http://www.monde-diplomatique.es/
www.rebelion.org

CACEROLAS, POR RICARDO ROUVIER, OPINION

La preparación de las cacerolas
Por Ricardo Rouvier*

Por las redes sociales se prepara con minuciosidad el próximo cacerolazo, y los grandes medios amplifican y difunden la convocatoria. Facebook, twitter, sms, son los canales que el ciberespacio pone a disposición de esta nueva ciudadanía mundial que se está gestando desde la tecnología.

Para analizar la manifestación venidera es necesario acercarnos a la anterior, sobre la suposición de que las razones son las mismas que provocaron el 13 de setiembre pasado. Constituyó, lo que fue a la vista de todos, un acontecimiento político. Independientemente de la cantidad de gente que se agolpó en las calles de la ciudad de Bs. As. y en algunas plazas del interior, sea mínima o sea mucha, el acontecimiento tiene los condimentos y el perfil de lo político; y así debe considerarse y analizarse. Desde el conflicto con el campo, no se habían producido reacciones antigubernamentales de estas características. La masividad no impide observar segmentadamente la concentración; y precisamos que la movilización fue compuesta mayoritariamente por la clase media. Aunque cuando nos referimos a la clase media estamos hablando de un segmento complejo, nos referimos a su multiplicidad que involucra desde sectores profesionales hasta dueños de taxis, y hasta las diferencias intrínsecas, sobre todo de sus exigencias aspiracionales.

Muchas veces la imagen acústica del significante mencionando “clase media” incluye solo a la clase media-media, recortando extremos. Y es un error. Si se lo supone además; que es un sector encapsulado y cristalizado en la interpelación que viene desde las izquierdas, peronistas o no peronistas, calificando a estos sectores como “la derecha”. Olvidando, que aquellas expresiones políticas son hijas de la clase media. ¿Qué fue sino el camporismo? ¿Qué es el kirchnerismo ? ¿Cuál fue la fuente originaria del radicalismo como irrupción social progresista en la Argentina oligárquica? La clase media acompañó buena parte de la gestión del primer gobierno de Perón, y en el segundo lo abandonó. Este movimiento se iba a repetir muchas veces en nuestra historia contemporánea, y hoy, vuelve a producirse un cierto alejamiento de esos sectores que adhirieron al kirchnerismo.

Esta expresión callejera de sectores antioficialistas del 13 de setiembre generó una señal para el gobierno y para la oposición. Para el gobierno, porque ante una oposición profesional inexistente, esta avanzada sobre la vía pública señala un cambio en el humor social; y para lo oposición, porque esta manifestación sin cabeza refleja su propia debilidad, su propia impotencia. Esa dificultad hace que aquél encuentro como el próximo fluya entre redes sociales y comunicación mediática, pero no en los partidos o dirigentes de la oposición; y que no sea capitalizado por nadie.

Si continuamos con la descripción sobre el 13 de Setiembre, podemos decir que tuvo varios núcleos concéntricos. Un núcleo duro, fuertemente activo y que, sin duda, podemos señalar como la derecha sin comillas; no votaron a Cristina, y su protesta se adentró en el insulto y la verbalización destituyente. Para Presidente, en Octubre de 2011, se orientaron preferentemente hacia Duhalde y Rodríguez Saá. Hay que recordar que en el territorio porteño, Duhalde fue la salida al voto anti-k, en los barrios de clase media alta y alta; más que por amor: por espanto. Alrededor hubo sectores más blandos, incluido un sector minoritario de votantes del FPV en octubre del ´11. Los principales ejes de la protesta fueron: la posibilidad reeleccionista, la inflación, la disponibilidad de divisa, la inseguridad, la corrupción, etc.; y entre estos, había votantes de Binner, Alfonsín y la izquierda.

Los medios oficiales recortaron la protesta y se quedaron con lo más conveniente, que era el grupo de sectores medios altos que injuriaron a la Presidenta. Pero, no eran los únicos que estuvieron en la calle.

Esta misma agenda es la que cocina la próxima reunión; agenda cuyo formato es más político que económico. El desaceleramiento de la economía influye, empeora, pero no es la causa principal de los encuentros. Se está produciendo un cambio en el campo psicológico-social de la población, que consiste en separar contenidos políticos de como le va en la góndola. Las reivindicaciones planteadas son estrictamente políticas y se aglutinan en que estos sectores viven al gobierno como una amenaza. ¿Cómo una amenaza? ¿A qué? A sus libertades individuales, consideran que están en peligro y que nuestro país se mimetiza, a futuro, con la Venezuela de Chávez. Profecía incumplible. Además, en la propia calle hacen un ejercicio evidente de la libertad de expresión.

No ven, no perciben, o el gobierno no logra persuadirlos, que los avances en los Derechos Civiles en nuestro país nos ubican a la avanzada en la conquista de los derechos individuales. Pero, la cuestión que pasa por la restricción a la disponibilidad de divisa, o que pasa por no comprender lo que significa pesificar la economía como logro soberano, coloca a este núcleo de la clase media en posturas opositoras claramente retrógradas.

Sin embargo, sienten que el populismo vigente se mete en sus decisiones más personales, o en las tierras de los countries. Pero esto en política es lógicamente inevitable, si consideramos que el kirchnerismo desde el 2003 viene provocando a la sociedad nacional, interpelando aquello que parecía congelado e imposible, y tensionando las cuerdas de la armonía social en función de un discurso popular y progresista.

No sabemos como será el 8N, pero presumimos que estimulados por el anterior es probable que concurra más población que la anterior. En este caso, las directivas que circulan establecen algunas cuestiones que parecen ridículas; por ejemplo, el como ir vestido, tratando de no denotar la procedencia social. Se intentarán evitar agravios a la figura presidencial. Algunos dirigentes de la oposición concurrirán en mayor número que la vez pasada, pero su incidencia será solo fotográfica.

No obstante, es un problema para la política que esta contradicción se dirima entre un sector de la población sin encuadramiento político, y sin liderazgos, frente a CFK , una presidenta que no dispone de filtros o mediatizaciones que permitan mantener la autoridad más protegida. En momentos en que se agudiza el conflicto con el grupo Clarín, y en momentos en que la economía no luce lo suficiente, el oficialismo marcha hacia fin de año con una cantidad de preguntas y acechanzas. Pero, más allá de las mediciones y tendencias, CFK sigue siendo la principal protagonista de la coyuntura.

A pesar de su orfandad, o por eso mismo, no sabemos las derivaciones y evoluciones futuras de esta protesta; pero sin duda la manifestación es ya un dato importante del escenario. No hay duda que esta marcha se yuxtapone, con mayor o menor coincidencia, con el proceso que tiene al mayor multimedio en jaque ante el posible desprendimiento de algunas de sus propiedades. Una corporación que cubrirá sus intereses con el valor de la libertad de expresión, y de un gobierno que considera que esta es una batalla decisiva en su consolidación de poder.

Todo esto es preparatorio de la evaluación a la gestión que se realizará el año que viene en la elección legislativa, en la prueba de medio término. La dinámica política nacional, como nos tiene acostumbrados, produce en forma continua desafíos cuyas resoluciones, solo serán respondidos por el tiempo. Las hipótesis giran alrededor de si estas quejas con cacerolas tendrán algún efecto en las políticas del oficialismo y la oposición; y otra sobre su propia evolución: será un fenómeno en crecimiento hacia formas más orgánicas de la política, o se irá diluyendo por su falta de engarce con la acción política concreta.

* Sociólogo y Analista Político

http://www.lateclaene.blogspot.com.ar

GB

Raymundo Gleyzer - Ni olvido ni perdón 1972, la masacre de Trelew ( 1972 )

IDENTIDAD, POR SUSANA CELLA, OPINION, ULTIMA PARTE.

En la consideración de lo semejante, no sólo es importante destacar la semejanza que no se confunde con lo idéntico, es decir una fórmula como A igual a A, que nos llevaría a una suerte de tautología, sino que también vale pensar en lo distinto como aquello que tiene otra coloratura, la nitidez de lo distinto enfatiza la singularidad. Lo diferente, como aquello que va hacia otra parte, que lleva hacia otra cosa permite ver, recortándose sobre el fondo de la semejanza, lo que difiere, justamente, en los términos comparados.
 
Y cabe subrayar, en el fondo de la semejanza, a fin de preservar la idea de la copresencia de matices, variaciones, modalidades que pueden, en un marco común, coexistir y hasta potenciarse, mientras lo contrario, la práctica que tratamos de criticar en la alienación que produce la adaptación a ciertas creencias y concepciones de la superioridad y desigualdad naturalizadas, sería soslayar dicha coexistencia mediante las formas abiertas o encubiertas de la supresión el otro, semejante o no, y la implantación del otricidio en el plano real pero también en el simbólico.
 
Lo diverso implica otra dirección, el lugar en que el camino se bifurca, lo que podríamos llamar las singularidades y la multiplicidad de escenarios en que tales problemáticas tienen lugar, involucra lo espacial, y a propósito de esto  quisiera evocar el excelente trabajo de Michel Serres, quien en el marco de sus  reflexiones sobre Hermes o la comunicación, señalaba en el congreso de Levy Strauss: “…mi cuerpo no está inmerso en un espacio único, sino en la difícil intersección de esta numerosa familia, en el conjunto de las conexiones y transmisiones a practicar entre estas variedades. Esto no está dado, o, como suele decirse, no está allí desde siempre. Esta intersección, estas conexiones siempre han de ser construidas.
 
Mi cuerpo habita, una vez más, tantos espacios como ha conformado la sociedad, el grupo o la colectividad... los espacios del lenguaje, de la fábrica, de la familia, del partido político, etc. Una cultura en general, construye, en su historia y a través de ella, una intersección original entre tales variedades, un nudo de conexiones muy preciso y particular...Lo que diferencia las culturas es la forma del conjunto de los enlaces, su funcionamiento, y también, sus cambios de estado, sus fluctuaciones. Pero lo que tienen en común y que las instituye como tales, es la operación misma de ligar, de conectar.”

Pensando un álgebra combinatoria según la cual se traman los relatos -los mitos- y teniendo en cuenta los accidentes del camino y las formas de conexión, los puentes, Serres  encuentra la relación conflictiva entre el espacio euclídeo y la topología salvaje, y la crisis de la razón y el resurgir del habla de los mitos como la nueva situación en cuyo espacio, ha de pensarse, como constructo, la identidad. Como lo que nos construye mutuamente, y en la búsqueda del otro como la de sí en el conjunto de operaciones identificatorias y de diferenciación, la búsqueda de lo mismo y de lo otro se vincula con la búsqueda de sí mismo, que no se define por el alcance de la meta -el supuesto encuentro consigo mismo- sino que halla su sentido en el trayecto.
 
El sentimiento de existencia -la relativa autonomía, la insersión en el orden simbólico, las formas dialógicas, el acercamiento a lo real- radican en el trayecto. En el mismo sentido, Michel de Certau (La toma de la palabra y otros discursos, Historia y Psicoanálisis) se pronuncia no sólo contra una idea esencialista de identidad, sino también contra lo que ella tiene de estereotipo. Desde luego esto no implica su negación y la aceptación de entidades cuyo interés es deshacer esos lazos e identificaciones que constituyen una identidad en favor de modularla sobre una matriz prevalentemente económica, en favor de esa construcción de lo “común” (sentido común) para modularla en el achatamiento de especificidades y rasgos diferenciales en matriz globalizante...
 
Tanto desde una perspectiva más vinculada con la topología (Serres), como desde la inserta en reflexiones sobre subjetividad e historia (de Certeau), podemos concluir que la referencia al campo de lo semejante y lo otro debe dejar de ser un "objeto de estudio" para pasar a ser una manera de hacer, para la búsqueda de un estilo –con lo que de marca particular inscripta alude- en la zona en que cada individuo se desarrolla.
 
De otro modo, nos encontramos con ciertas manifestaciones esquizofrénicas entre un discurso supuestamente democrático y aun de izquierda o defensor de las llamadas tradiciones emancipadoras, que encubre mediante la utilización perversa de los valores históricos de estos, la justificación de políticas y aun de privados intereses individuales.
 
Porque en tales prácticas de la constitución de un nosotros, se deja ver algo así como la corrosión de lo homogéneo de estas agrupaciones supuestamente identitarias, y no precisamente en favor del logro de la construcción de una identidad que tuviera en perspectiva la preservación, comunicación, interacción, diálogo, desde un lugar específico,  la aparición de nuevos mitos como nuevos relatos que nos provean sentidos (en relación a los planteos de Frank Kermode), y sentido en tanto vector, es decir dirección a nuestros trayectos, sino de lo que podríamos llamar el aspecto negativo de esa supuesta homogeneidad: la apelación a esos nosotros en un sentido que evoca el "entre nous" de las élites.
En estos intersticios se producen una serie de conductas que pueden parecer ambiguas, poco comprensibles o en contradicción con los principios que se sostienen. Así por ejemplo, una continua apelación a la ética o a la democracia, puede tener como contrapartida, acuerdos tácitos o implícitos, alianzas no signadas por alguna regla de orden (una ideología en común, un proyecto compartido) sino más bien una lógica de las conveniencias tendiente a establecer los pactos que funcionarían en una fachada de comportamiento "transparente" y que conllevarían la exclusión de quienes no participan en él por razones más que diversas.
 
Así las formas de exclusión se verificarían desde sus modos más fuertes (los que quedan fuera de la sociedad administrada) hasta las que aparecen en los ámbitos de lo supuestamente incorporado al sistema disimuladas bajo las prácticas supuestamente democráticas, pero tendientes en el fondo a favorecer las desigualdades. Podría aducirse que tales prácticas no son nada novedoso en lo que a los comportamientos humanos e institucionales se refieren, sin embargo, lo que queremos destacar, en la generalización de estas conductas, es la prevalencia de los intereses individuales (por minúsculos que estos sean) por sobre las actividades de conjunto, dando como resultado -en muchos ámbitos- una virtual imposibilidad de establecer y proponer relaciones solidarias firmes de amplio alcance.
 
La competitividad, no vista en el sesgo positivo que se le quiere dar sino analizada como instancia que opone a unos contra otros, en pos de una "ganancia" diferencial y que tendría que ver menos con una gratificación (el premio a un esfuerzo, por ejemplo) que a un acceso a una instancia de poder mayor sobre los otros, se relaciona directamente con la cuestión del semejante. Las situaciones de competencia ocurren entre los que poseen semejantes cualidades que los hacen aptos para confrontar. En estos casos ya no es la otredad, la diferencia, lo que prevalece, sino lo que puede caber en el dominio de las analogías. El otro semejante se convierte en mi enemigo, el cual debe ser sacado del medio, destruido, aniquilado. Devenida en valor absoluto, la competencia se convierte en guerra de exterminio simbólico, pero exterminio al fin.
 
Si se promueve o atesora, aun secretamente, una individualidad a ultranza librada de toda pauta ética, una libertad que por otra parte no es sino la contracara de la sujeción a un poder único (al que el sujeto supuesto dominador obedece), quedan los humanos librados a su identidad narcisística como rechazo de la alteridad. No hace falta hacer demasiados comentarios acerca del culto del yo autónomo, sujeto del consumo y esclavo, casi a la manera de Sade, de la procura del propio placer y beneficio (imaginario).
Ante la pérdida de las prohibiciones fundamentales capaces de regular las relaciones interhumanas -el genocidio por ejemplo- la engañosa libertad del sujeto devenido autónomo y monarca implica su propio aislamiento sin otro límite que el poder narcisístico y según esta condición se realizarían los intercambios fundamentales con nuestros prójimos, nuestros semejantes negando la posibilidad de volver críticamente sobre ellos para recorrerlos –conocerlos, interrogarlos, verlos, entrar en relaciones dialógicas- según esa idea de trayectos antes señalada.
¿Cuáles son las formas de lo que podría denominarse un encuentro con el otro?
Podemos pensar en aquellas relaciones como el amor o la amistad, propiciatorias del encuentro. Pero, hasta dónde llega el conocimiento del otro, amado o amigo. Y, por el contrario, en los encuentros en que lo prevalente es el odio, el desprecio, la envidia e incluso el deseo -reprimido o actuado- de aniquilar al semejante, hasta dónde llegaría ese conocimiento, y más, hasta dónde en un último intento no se trataría justamente de destruir esa relación de semejanza para convertir al otro en algo radicalmente diferente que perdiendo su semblante tendiera a devenir mero instrumento.
En resumen, y con toda la complejidad que aquí apenas si llega a esbozarse, la reflexión sobre todas estas cuestiones, y más, las prácticas relacionadas con estos conflictos son más que necesarias en el caso en que querramos sobrepasar el declarativismo para un hacer que nos hace; prácticas que demandan mirar al prójimo (al que está próximo, al lado) para verlo/vernos, mirarlo/mirarse, en doble reflexión. Reflexión y refracción, la del turbulento espejo que bien puede ser una superficie de agua refractante.


Poeta y novelista. Profesora titular de la carrera de Letras, UBA. Colabora habitualmente en la sección libros de Radar. Tiene a su cargo una sección en la revista Caras y Caretas y dirige el Departamento de Literatura y Sociedad del Centro Cultural de la Cooperación.
 
Porf GB

IDENTIDAD, POR SUSANA CELLA, OPINION, 2da., PARTE

Entre el repliegue en el territorio, en el espacio aislado de la separación y una unidad de la naturaleza humana, una Identidad Universal del Hombre, las preguntas de Benoist giraban sobre todo en torno de la desustancialización del concepto y de la crisis de identidad como síntoma de condiciones objetivas, crisis de la subjetividad, lugar efímero del sujeto (del individuo) en el entramado mayor de la historia y la naturaleza y, podemos agregar, al paso del tiempo, crisis acrecentada por los fenómenos derivados de la globalización y la ilusión "comunicativa" de los medios masivos.
 
Benoist propone el concepto de destotalización para romper la cerrazón de un mundo compacto y autolimitado. Esta operación no sólo puede relacionarse con lo que hace a grupos más o menos cerrados -etnias, migrantes, por ejemplo- sino que también podemos pensarla, desde el punto de vista ideológico, como una desconstrucción de un imaginario de aquellos grupos que no sólo no son marginales, sino que se colocan en situaciones de poder, más o menos importantes, más o menos efectivas o imaginadas.
 
En este sentido se nota una operación de desideologización, en el sentido de ideología como veladura de las relaciones reales. La operación de destotalización es posible a partir de la confrontación con el otro, operación dialéctica, que permite que la identidad pueda definirse por relaciones de semejanzas y diferencias.
"Aquí se afirman -dice Benoist- los derechos de un descentramiento como constitutivo del problema de la identidad antes que toda recaptura, fruto de una lógica parménidea de la tautología, o de la identidad consigo mismo; hay más elementos y también separación, diferencias, en los orígenes de lo simbólico, y esta separación diferencial es el lugar mismo en que se afirma la posibilidad de inserción del sujeto en el orden de lo simbólico..."
 
La referencia a ese orden permite deshacer las formas imaginarias de la identidad grupal, concebida como una especie de alianza que ignora la ley fundadora de la constitución del sujeto y del grupo para suplantarla por un sistema de pactos que como tales, menos se explicitan que subyacen en forma de conflictos latentes. Por otra parte, tener en cuenta el proceso de identificaciones por el cual se constituye la personalidad resulta fundamental en las consideraciones acerca de la identidad, ésta implica en este sentido una construcción diferencial dada por una serie de identificaciones, en definitiva, un trayecto. Por otra parte, permite considerar el proceso en cuanto una operación transitiva es decir referida a un objeto al que se reconoce, se identifica como perteneciente a un orden, grupo, clase, etc.
 
Esto implica para el sujeto y para el grupo la puesta en cuestión de cierta concepción del sujeto, no una desubjetivización, que también lleva a la crítica de formas psicológicas e ingenuamente fenomenológicas de la identidad como las que manejan los empiristas, los funcionalistas y los culturalistas, según observa Benoist.
 
La postulación de la multiplicidad de culturas -"listadas por el nivelador pluralismo o multiculturalismo liberal" según dice Julio Ortega en "La identidad revisitada"- puede dar cabida a una variada gama de agrupamientos que, muchas veces parecen padecer de ese carácter de totalización y de la negación a la destotalización, practicando una suerte de esencialismo.
 
 
El carácter relacional es ineludible cuando se trata de referirse a la otredad tanto en la consideración del semejante como en los aspectos más ligados con los enfoques antropológicos del "otro" (como no semejante).
 
Dieciséis años después del seminario de Levi-Strauss, se realizó en Nueva York un encuentro que tuvo como tema central, también, la cuestión de la identidad. Entre los participantes, Cornel West vinculaba la identidad al deseo primario de protección, de pertenencia y atendía especialmente a la relación entre ese deseo y la muerte implicada de diversas formas en él -padecer la muerte a causa del sostenimiento de una identidad, morir en defensa de una identidad-. ¿Qué sucede cuando en las prácticas sociales las posibles formas identitarias se ven tanto atacadas desde el exterior como minadas en su interior? ¿Cuando lo que podría ser un reconocimiento del semejante en la formación de una entidad solidaria se destroza por medio de la formación de subidentidades de "incluidos", "adaptados", “relevantes”, o el nombre que se quieran dar. Pareciera que ese nivel de lo estructurante se ocluye y en un olvido que alcanza a las mismas palabras y que se aloja en eufemismos o silencios, no atiende a lo que Cornel West manifiesta como una especie de advertencia: "dada nuestra inevitable extinción tenemos que encontrar el modo de constituirnos con la significancia". Es decir, en la construcción de un sentido coherente con valores éticos a fin de que no prevalezcan las formas de destrucción del otro en sus variadas realizaciones, mínimas y máximas.
 
 
Siguiendo a Benoist, cabe pensar en la destotalización en el sentido de tener en cuenta las contradicciones internas del nos-otros que cuestionan la razón unificante para abrir en campo de la escisión y diferencia en el seno de lo supuestamente homogéneo. En tal sentido interesa destacar, cuando advierte la importancia de considerar entre los factores de cohesión que generan las identidades, el de la clase; lo que señala  Cornel West en el citado congreso de New York: "La clase todavía está presente aunque no haya sido capaz de constituir una identidad que tuviera la relevancia y potencia de otras identidades" ... para pronunciarse en favor de generar orientaciones "transgenéricas, transraciales, transexuales", que, dice, apelando a un nosotros que parece referido a quienes comparten un proyecto radical democrático, "no hemos sido capaces de generar".
 
Al margen de que se suscriba o no la idea de la falta de potencia de la clase para construir identidades, resulta importante la advertencia en el sentido de que, si bien no resulta un factor cohesivo de la misma pregnancia que tuvo anteriormente, ni tampoco aparece como el elemento homogeneizador por exclusión de los otros, ni puede conservarse el mismo esquema de clases, sectores de clases, etc. como si este se mantuviera invariable: sin embargo, continúa siendo, aunque fuera soterradamente, un elemento de fundamental importancia en la constitución de las diversas prácticas identitarias.
 
¿Quién es el semejante de un sujeto de clase media -alta, media, baja-, de letrado, de un no letrado, de un semiocupado o desocupado, de un obrero, de un cuentapropista, de un campesino y así siguiendo? ¿Y cómo actúan esas diferencias y esas semejanzas en la recepción de las imágenes "unificantes" propuestas por los media? ¿Qué resulta del procesamiento de esas imágenes, obviamente distinto en los variados casos citados respecto de los otros pero también en el interior de cada agrupamiento?
 
Estos aspectos en lo referente a la construcción de identidades y en la relación con la cultura popular y la cultura de masas son de primordial importancia puesto que al poner en cuestión los aspectos internos y externos, sociales y subjetivos de las relaciones semejantes/ semejantes; semejantes/ diferentes, permiten una mirada crítica sobre un populismo complaciente o sobre las cerrazones grupales de “pares”.
 
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IDENTIDAD, POR SUSANA CELLA, OPINION, 1ra PARTE

Nos/ Otros

El tema del "otro" y del "otro semejante" interesa  en cuanto a las posibles formas de comunicación y de constitución del yo: ¿qué sería lo que el otro hace sobre la conciencia de sí mismo? Y a la inversa, ¿puede uno colocarse en el lugar de otro, en tanto una de las formas de la com-pasión, com-pañía, com-prensión? Las cuestiones referidas al encuentro con el otro, implican la consideración de una serie de posibilidades que van desde verlo como objeto del yo: objeto de deseo, como sea el que sea: conocerlo, sentirlo, entenderlo, tender a la identificación, o verlo como límite de las propias acciones, concebirlo como rival o enemigo. Se trata entonces de analizar tal lógica para mostrar la falacia e hipocresía que conlleva y para contraponerle una forma de relación interhumana, con el semejante, con el diferente, sustentada en la posibilidad del encuentro con el otro en una sociedad fracturada.

Por Susana Cella*
(para La Tecl@ Eñe)


Quisiera comenzar por una escena en un supermercado: entra un hombre muy lejos de toda traza de señorito, se acerca a la boliviana que vende las verduras y le pide manzanas, ella le contesta que se habían terminado, el agreste muchacho le dice: ¡Boliviana de mierda!  Y se va, furioso. Una chica que estaba haciendo la fila, se indigna por el insulto del tipo, y en solidaridad con su hermana latinoamericana a su vez le grita: ¡Andate, negro de mierda!  Otro episodio: dice una señora refiriéndose a un funcionario público de poco limpia trayectoria: ¡A ese negro no lo puedo ver! La hija de la señora, reprocha a su madre la expresión tan políticamente incorrecta, y la madre responde: Yo no tengo nada contra la gente negra [sic], que es toda muy buena, nada más que a ese le digo negro para insultarlo.

En nítidos colores, las anécdotas van hacia algo que anda circulando entre nosotros, en los discursos de todos los días, en una trama de vindicaciones pero sobre todo en manifestaciones de odio que pueden no alcanzar la dimensión del exabrupto pero que más o menos solapadas no dejan de percibirse, aun en detalles como una expresión facial, una frase en apariencia inocente pero altamente descalificadora, una ironía “risueña”, o gestos y dichos que evidencian desprecios y ninguneos. Desde luego nadie está pensando en un armonioso mundo, imposible por otra parte dada nuestra llamada naturaleza humana (baste aludir aquí a El malestar en la cultura para saber de qué hablo. Ni tampoco a esa escena desconflictuada y aséptica como quirófano, que David Viñas supo describir como “la comunión de los santos”, sin pólemos, sin debate, anodinamente siniestra.
 
Sin embargo, en este hoy, en la proliferación de expresiones diversas que remiten a un imaginario de jerarquías (imaginarias también), se evidencia un síntoma que remite como huevo de la serpiente, a posicionamientos en las relaciones sociales, mostradas en su desnudez en ciertos enunciados que sin tapujos sencillamente proclaman el aniquilamiento del otro. De ahí, ciertas reflexiones acerca de lo que se denomina "el otro" y que incluye al semejante. El tema del "otro" y del "otro semejante" interesa  en cuanto a las posibles formas de comunicación y de constitución del yo: ¿qué sería lo que el otro hace sobre la conciencia del sí mismo, sirve como medio o como obstáculo para capturar mi imagen, o mi ideal de imagen, y a la inversa, puede uno colocarse en el lugar de otro, en tanto una de las formas de la com-pasión, com-pañía, com-prensión, etc.?
 
 Las cuestiones referidas al encuentro con el otro, implican la consideración de una serie de posibilidades que van desde verlo como objeto del yo: objeto de deseo, sea el que sea: conocerlo, sentirlo, entenderlo, tender a la identificación, verlo como límite de las propias acciones, concebirlo como rival, enemigo. Una especie de fractura en el tejido de las relaciones interhumanas tendría como horizonte máximo las prácticas más aberrantes de la tortura tendientes a reducir al otro a lo no humano hasta llegar, incluso más allá de lo genérico, más allá de la animalidad, hasta la bestialidad que sin embargo se ejerce mediante procedimientos específicamente humanos: la lógica de la humillación, la tortura psicofísica. Pero más acá y cotidianamente, cuáles son las prácticas que se realizan cuando se conjugan sin contradicción aparente fórmulas como proclamación de ética o transparencia con toda clase de trampas y subterfugios "legales" o "legalizados". Se trata entonces de analizar tal lógica para mostrar la falacia e hipocresía que conlleva y para contraponerle una forma de relación interhumana, con el semejante, con el diferente, sustentada en la posibilidad del encuentro con el otro en una sociedad fracturada.
 
Me parece importante encarar la cuestión de lo que genéricamente podemos denominar "las relaciones con los demás" y que actúan no sólo en los ámbitos de lo cotidiano sino también en las prácticas relativas a lo que se vincula con lo político y social en un aspecto no restringido, sino amplio: en el marco de instituciones de todo tipo, en el interior de las mismas, en las acciones que se desarrollan, etc. tratando de ver cuáles son las situaciones intersubjetivas que se establecen en relación con rupturas de vínculos sociales y  modalidades de relaciones intersubjetivas.
 
Las reflexiones acerca de la otredad, ya sea teniendo en cuenta lo que difiere de un yo, como lo que difiere de un nosotros que nos induce a pensar en las posibles especulaciones acerca de ese nos-otros y los otros, se vinculan con lo que atañe a las formas de semejanza y al mismo tiempo nos llevan también a repensar el concepto de identidad.
Jean Marie Benoist señalaba, en ocasión del Seminario sobre la identidad convocado por Claude Lévi-Strauss en 1974:  “Ya vemos perfilarse los dos límites de una problemática de la identidad oscilando entre el polo de una singularidad desconectada y el de una unidad globalizante, poco respetuosa de las diferencias"
 
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PIBE TROSKO Y EL VOTO A LOS 16

Me proscribieron.
Sí, así como escuchaste. Me-pros-cri-bie-ron.
Me sorprende?
Y, no. A esta altura lo único que me sorprende es seguir vivo. Me sorprende que no hayan venido a buscarme Cabandié, Larroque y su polémico ejército K para agarrarme de los pelos del culo y colgarme del Obelisco.
Pero que me hayan proscripto no, eso no me sorprende. Ya estoy acostumbrado. A vos te sorprende?

Ayer, camar...
adas, estuve en el Congreso. Pedí que me dieran la palabra durante el debate en Diputados por el voto a los 16. Saben lo que me dijeron? Que yo no soy Diputado y por ende no tengo derecho a hablar desde el recinto. Pero yo, al igual que Riquelme, anticipo la jugada antes de que me llegue la pelota.
Así es, como estamos en el Siglo XXI y Facebook tiene más peso que el Congreso de la Nación, guardé el discurso que tenía preparado para compartirlo con ustedes y armar acá, entre nosotros, nuestra propia Cámara Legislativa. Si total, es lo mismo.

Aquí va mi discurso:

"Hermanos, camaradas, legisladores burgueses, chupaculos del Estado, público en general:
Hoy estamos aquí reunidos no solo para torcer el futuro, sino también para reparar daños del pasado. Hoy estamos aquí reunidos para justificar nuestro sueldo y para ver si metemos algún escandalete mediático que nos coloque en las tapas de los principales matutinos.
Hoy estamos aquí reunidos para discutir la ampliación de derechos civiles.
No quiero extenderme mucho porque la avanzada edad y la narcolepsia de algunos legisladores les impiden poder estar atentos por más de 10 minutos. Esos viejos son los mismos que hoy se oponen a que yo, líder intergaláctico de la revolución cybernética, y miles de otros camaradas, podamos votar y liberarnos de este sistema de opresión.
Ustedes, viejos de mierda, que toman viagra para no mojar la tabla del indoro, NO TIENEN AUTORIDAD MORAL, para decirnos a nosotros que somos incapaces de elegir representantes.
Ustedes, viejos de mierda, son los que administraron el Estado durante tantos años, y cuyas consecuencias están a la vista.
Ustedes, viejos vinagres, no advierten que nosotros, los pibes, no solo tenemos la capacidad de darle amor a sus esposas sin recurrir a la mafia farmacéutica, sino que además podemos torcer el rumbo de la Patria que USTEDES se encargaron de hundir.
Viejitos, se les pasó el tren. El protagonista de los sábados ya no es Pipo Mancera. Los protagonistas del campeonato ya no son Pastoriza, Santoro, Bertoni y Leopoldo Jacinto Luque. El protagonista de las radios ya no es Palito Ortega. La protagonista de la Calle Corrientes ya no es Zulma Faiad. Y los protagonistas de la política ya no son ustedes! Se les pasó el tren camaradas!
Esperen! No! No se vayan del recinto! No es la mejor estrategia para ganarse el voto jóven irse justo ahora que estamos votando la Ley. Vamos che! Déjenme terminar. Sean respetuosos carajo!

Viejitos. A partir de ahora, además de Amigacho, Ricardito, Guido Suller, los 2 Funes Mori, Bullrich, Fer Iglesias, Laura Alonso, Barone, Lubertino, Jorgito Porcel, Fort, Pando, Hotton y la Enana Feudale, vamos a poder votar los pibes.

Y ustedes, velocirraptors, tiranosaurios y brontosaurios, adáptense. Estamos en el Siglo XXI. Ya se les pasó el tren...alguien se los tenía que decir."

VAMOS LOS PIBES!
PATRIA O SUERTE.
VENCEREMOS.