jueves, 4 de octubre de 2012

LAS MUJERES Y LA PRESIDENTA, OPINION


Por Luciana Sousa I Yegua montonera, vieja puta, conchuda. En un rápido repaso de las consignas de buena parte de los que se manifiestan con sus cacerolas se pueden rastrear insultos a la Presidenta atravesados por la cuestión de género. Lo mismo sucede en varios diarios online, donde los comentaristas se refieren en estos términos, sobretodo, comentaristas mujeres.
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¿Por qué las mujeres atacan con agravios de género a Cristina? Como menciona Luciana Sánchez, de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto, en el dossier de Mujeres y Política, “durante los gobiernos kirchneristas, pero sobre todo en los de Cristina, fue cuando más impulso se dio a los derechos de las mujeres”. La participación de mujeres en todos los poderes del Estado, da cuenta de este fenómeno, a punto tal que Argentina es país modelo en Latinoamérica en la formulación y aplicación de la Ley de Cupo.
Cristina Fernández es, junto a Dilma Roussef en Brasil y Laura Chinchilla en Costa Rica, una de las tres presidentas mujeres, quienes hoy gobiernan al 40% de la población de América Latina. Con este panorama, resulta difícil explicar por qué un sector femenino de la ciudadanía insiste en reproducir agravios machistas y conservadores ya que, como sugiere la diputada del FPV, Juliana Di Tullio, si agreden a Cristina por ser mujer, agreden a todas las mujeres: “si en Bolivia, Evo Morales representa a los pueblos originarios de su país, y en Estados Unidos, el Presidente Obama representa a los afrodescendientes; en Argentina Cristina Fernández representa a las mujeres”. En ese sentido, la Diputada amplía: “a ningún espacio o sector de oposición se le ocurriría denostar un Presidente varón en su condición de genero masculino pero sí se lo hace con una Presidenta mujer. Las mujeres ejerciendo poder, los afrodescendientes o los representantes de pueblos originarios generan mas allá de oposiciones políticas, agresiones por sus condiciones específicas”.

Oprimidas que oprimen

"Con esa personalidad no vas a conseguir marido", se le decía y aún dice a una niña contestataria, que hace escuchar su voz. "No hagas sentir a los hombres menos inteligentes que vos", nos aconsejaban nuestras madres y tal vez algunas sigan dando esos consejos, -sostiene Elsa Ducraroff, escritora, crítica y docente feminista-. ¿Cómo esta mujer se planta y dice "soy inteligente, sé hacer las cosas, tengo poder"? Eso es "soberbia". Si lo dice Cavallo, si lo decía Menem, estaba bien, ¿pero una mujer? Como todo grupo oprimido, las mujeres desarrollan resentimiento y odio entre sí, para salir de esa posición hay que construir una conciencia de género que nos muestre que esa desunión y esa envidia son una victoria de nuestros opresores”.
“Hay una visión patriarcal que persiste en el seno de las sociedades, -sostiene la Diputada Di Tullio-. Todavía existen esos patrones socioculturales misóginos, machistas y violentos. Es quizás, en los sectores de mayor poder adquisitivo en donde hay un mayor rechazo a la equidad y distribución de esos roles ya que los varones “proveedores” parecen ser los que les garantizan a las mujeres la “pertenencia perpetua” a ese sector social”.

Di Tullio opina que “la reacción de estas mujeres, es una reacción al vértigo de lo desconocido, lo no establecido que se percibe como amenazante, peligroso, malo. Recordemos que todo cambio conlleva los miedos antes mencionados, y acáestamos hablando de cambios culturales y socio políticos muy importantes, nada menos que el rol de una mujer con investidura Presidencial, una mujer que decide y tiene voz propia y que habla, una mujer que se impone, no solo desde la fuerza del discurso, sino con medidas de gobierno”.

“Las mujeres que ofenden a Cristina desde el género son víctimas de su propia concepción cultural, -opina el periodista Hernán Brienza-. Hay mucho de machismo pero también hay mucho de envidia en aquellas mujeres que no han podido lograr aquello que querían de sus vidas, y que ven en ella su propia frustración. En general, son mujeres que saben poco o nada de política y se enfrentan a la imposibilidad de realizar un planteo político serio”.

“Por supuesto que es posible hacer planteos políticos críticos hacia Cristina, objetarle cosas, pero esa furia particularmente ensañada que Cristina despierta entre muchas es la otra cara de la admiración y la envidia porque ella ejerce de frente y con legitimidad lo que las mujeres tenemos culturalmente prohibido ejercer, salvo con tretas oscuras e ilegítimas: el poder”, sintetiza Drucaroff.

A la sombra de Evita

¿Es posible poner en relación los ataques misóginos a Cristina con los que recibiera hace más de medio siglo atrás Evita? “Evita resignifica el lugar de la mujer en particular, como parte fundamental de los procesos de cambio que comenzaron a durante ese período histórico en nuestro país.  Con Evita surge a la vida pública un nuevo actor social que amenaza el status quo y de esa manera  se gana el odio de un sector de la sociedad, en especial mujeres, incluso después de muerta, -explica Di Tullio-. Son esos mismos sectores que dicen hoy que Cristina debería ir a hacerle compañía a Néstor, los mismos que vivaban el cáncer”.
Por su parte, Ducraroff opina: “además del componente de género entra el componente de clase: el odio  porque Cristina desde el poder hace una cierta política redistributiva. Una clase dominante cebada durante décadas en imponer su más absoluto antojo y negocio sin que el estado le ponga límite alguno encuentra en este pequeño límite una afrenta intolerable, revive el odio enfurecido contra el primer peronismo, odio de clase, por eso el gorilismo que pide a gritos muerte a Cristina. En la comparación con Evita se cruzan odio de género con odio de clase”.

El rol de los medios

Buena parte de la prensa no solo no colabora, si no que incentiva este odio. Todavía es reciente la polémica que suscitó la última tapa de la Revista Noticias, que tiene una larga tradición en materia de ataques misóginos a la Presidenta. Sin embargo, existen avisos publicitarios, series, revistas, notas periodísticas y ficciones que a fuerza de insistir sobre el papel de la mujer en la sociedad, adoctrinan a las jóvenes y perpetúan un modelo de mujer arcaico, machista y reaccionario.
En ese sentido, la periodista y militante feminista Amanda Alba, en una nota a esta agencia, señala:

“Vivimos en una sociedad patriarcal que tiene una mirada sobre los roles de género. Sobre los roles que debemos cubrir hombres y mujeres y en ese sentido se van construyendo relatos en relación a esto. Me parece que los grandes medios de comunicación intentan permanentemente ponernos en un lugar de que las mujeres estamos tratando de salir todo el tiempo, de ese rol del cuidado para los otros, maternal, como es exclusivo de las mujeres, de servicio para el resto de la familia”.

“Históricamente, los medios de comunicación, cualquiera haya sido siglos atrás o en la actualidad de forma más masiva e inmediata; han contribuido a perpetuar estos roles, -señala Di Tullio-. Lo que se advierte es que se está llevando a cabo una fenomenal embestida opositora contra el Gobierno de Cristina Fernández pero ya no en su forma de Gobierno, sino en su figura personal”.
“El movimiento es dialéctico; los medios reproducen un modelo que también reciben de una parte de la audiencia femenina que se ve a sí misma en esos roles. Es un juego perverso que se retroalimenta”, sostiene Brienza, quien afirma que la última tapa de la Revista Noticias no le preocupa tanto “en cuanto a la imagen, desde lo estético, sino que se utilice el goce para deslegitimar una gestión de Gobierno liderada por una mujer”.

“Los ataques provienen principalmente de los medios concentrados, que ven seriamente amenazada su rentabilidad a partir de la Ley de medios de comunicación audiovisual que impide la concentración de voces, -asegura Di Tullio-. Es clara la violencia psicológica y simbólica ya que a través de patrones estereotipados, se transmite desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad y  demostrando además un profundo menosprecio por la condición femenina”.
La nueva Ley de Comunicación Audiovisual incluye tres artículos relacionados con la no estigmatización de las mujeres en los medios. “Es complicado reglamentar estas cuestiones. Es un avance que esté en la Ley, pero depende mucho de la reglamentación y cómo se aplica”, cree Brienza.

GB

ARTE Y PERONISMO.

Juan Maresca, artista ideológico
“Todo el mundo es peronista”

Por Leandro Filozof

Nació en La Boca, vive en Brasil y expone en Tecnópolis. Descree de los museos y reivindica el arte popular. El colectivo 33 que definió su vocación.

En uno de los pabellones de Tecnópolis, Juan Maresca, con aerosol en mano, se queja de los olores que produce el producto. Termina los últimos retoques para dar vida a su muestra “Orgulloso de ser argentino”. Trece cuadros con breves textos explicativos recorren distintos tópicos: trabajadores, soldados de Malvinas, familias, parejas gays, son algunas de las pinturas que para Maresca reflejan y explican su concepto: “Cuando yo estudiaba Ciencias Económicas me enseñaban que el crecimiento de un país se da por varias razones, pero jamás me hablaron de que era porque la gente está orgullosa. Para mí la variable para que crezca un país es que la gente esté orgullosa y por eso esta muestra. Reivindico el orgullo de ser argentino, hay cosas buenas pero sin eso, no funciona”.

–¿Qué buscás con la obra?

–Mostrar las aristas del orgullo. El Gobierno no puede quedarse sólo en la comunicación de hechos de gobierno. También debería entrar en la comunicación de los valores que nos unen. Esos valores existen, son muchos y el orgullo es lo que mejor representa esa unión de valores comunes.

–¿Cuáles son esos valores?

–La solidaridad me parece un valor nuestro que murió por millones de razones. Desde la dictadura, pero para mí está ahí y hay que rescatarla. Evita dijo que el trabajo dignifica. Esa frase no la entendí hasta que trabajé. Yo era de familia peronista pero de chico veía la frase y no la entendía. Cuando trabajé, me dieron el salario y me sentí digno. La libertad me parece importante y por eso hay un cuadro que toma como ejemplo el casamiento gay. Yo estaba en Brasil cuando salió la ley y me sentí orgulloso de ser argentino. Luchar hace bien, es un valor y es importante. Y me parece que hay que estar contento como los brasileños.

–Tu familia es peronista, ¿vos también?

–Yo soy re peronista. Creo que todo el mundo es peronista pero no se dio cuenta. Hay millones de peronismos y esa es la trampa o la genialidad, o las dos. Pero dentro de todas las variables del peronismo creo que tenemos algo en común que es tener conciencia social. Yo soy del peronismo que dice: “Donde hay una necesidad hay un derecho”. Y: “Che, pará, hay gente que la está pasando mal”. Después no sé si hacemos algo, capaz que sí o no, pero tenemos la conciencia del problema. Creo que los otros no tienen el ruidito en la cabeza. Ahora, si me decís a mí que eso lo tienen los comunistas, socialistas, también soy de esos entonces. Meteme dentro de los que tienen conciencia social y los que dicen “donde hay una necesidad, hay un derecho”.

Maresca cuenta que de chico quiso estudiar diseño gráfico pero un día, viajando en el colectivo 33, “frenó y se fue a la mierda la maqueta. Largué todo. Ya venía pensando que me iba a costar ser artista porque para serlo hay que dar el paso y abandonarse al arte. Pensé: ‘Me voy a cagar de hambre, voy a estudiar Ciencias Económicas o Abogacía’. Abogacía no me cerraba, estudié Administración y me recibí”. Al tiempo consiguió un trabajo en Brasil en una empresa de marketing, “que está más relacionada al arte pero desde el negocio. En paralelo seguí haciendo mis cositas, en la oficina tengo un atril. La inspiración viene en cualquier momento. Nos parecemos a Dios en que somos creadores. El trabajo que genera creación nos hace a imagen y semejanza de Dios. Si la Iglesia en vez de hablar boludeces dijera que trabajar dignifica y trabajar es crear, estaría mucho mejor todo”. En uno de esos momentos de inspiración llegó POPulismo mágico, una obra que pensaba al peronismo en Brasil –a Perón lo llamarían “O primer trabalhador”, y a Evita, “Evinha”– y al getulismo en la Argentina.

“Cuando hice el populismo mágico de Eva, Perón y Getulio, un crítico me dijo que mi obra tenía mucho color. Yo soy de La Boca, de Caminito. Y lo reafiancé hasta llegar al fosforescente. Y el mismo crítico fue el que definió mi estilo sin darse cuenta. Me dijo: ‘Tu arte es ideológico y hoy el arte no es más ideológico’. Claro que es ideológico mi arte; hacer la naturaleza muerta no existe más, el arte es comunicación y provocación. Y yo hago comunicación, trabajo de eso. Si no generás algo, nadie te da pelota porque estamos expuesto a tres mil mensajes publicitarios por día”.

–¿Por qué unificar Brasil y Argentina?

–Porque el orgullo por tu país hay que ampliarlo a la patria grande. Aparte vivo en Brasil y está bueno ampliarlo. Allá contaba el concepto de patria grande y todos los brasileños decían “yo firmo eso”. Cuando venía en avión para acá pensaba, “qué bueno hacer una publicidad que diga: ‘Dejá tu patria y vení a la patria grande’”.

–Sostenés la idea de arte para todos…

–Claro, se puede y no es complejo. El museo es un lugar muerto y frío. Yo prefiero estar en el living de la casa de un tipo que camina acá, que en un museo de Costantini. ¿Qué carajo hago con Costantini? Hay varios modelos de arte que murieron y yo no soy artista. Yo ni sé cómo se vende esto de la obra. Lo que sí entendí es que hacer la naturaleza muerta, el retrato de alguien, no va más. Uno tiene que hacer algo del lugar de lucha y yo quiero comunicar estos valores.

–¿Por eso en la muestra te definís como artista callejero?

–El arte debe ser popular. El museo para pocos es algo del pasado, esos museos donde se hacen brindis con champagne y canapés. Debería existir un museo al aire libre, que esté en las calles, en los barrios, algo que sea para todos.

–Hiciste un collage de Mao Tse Tung...

–Con Mao es interesante porque para mí es un tema estético. Siempre me gustó mucho la propaganda política. Para mí, los mejores fueron los soviéticos y la China maoísta de esa época. No porque adhiera a los pensamientos sino porque adhiero a la estética que habla del orgullo de un país. Si fuera de los norteamericanos, estaría todo bien: no soy ni comunista ni pronorteamericano.

–¿Y entonces intentaste emular esa propaganda?

–Quería copiar la propaganda soviética y busqué cómo la hacían. Probé varias cosas y después dije es collage, sí o sí. Esa gente tenía los colores negro, rojo y amarillo. Y dije no, quiero darle color latino. Empecé con collage, que es importante porque podés hacer mil copias o millones y con eso comunicás. Para que sea arte popular y para todos, lo que hablábamos antes, hay que seriar la obra. No son obras únicas, hay que seriarlas quinientas mil veces y vender cada una a un peso, no vender una a 500 mil pesos. No existe una sola, un David de Miguel Ángel. Hacé ochenta mil y rompele a uno el dedo, a otro el ojo y son todos únicos.

–Después dejaste el collage.

–Empecé con esténcil pero no me gustó porque con collage la línea quedaba mejor. Hasta que agarré los collage, los escaneé y los llevé a vectorizar. Así los podía ajustar mejor y darles colores más vivos. Estoy en esa etapa. Después de vectorizar, les quito partes, los dejo en blanco y les agrego aerosol. Y así puedo imprimir muchos y los regalo, los doy al costo. Le encontré el estilo. Uno tiene que buscar la diferenciación total. Yo hago arte ideológico, le pongo colores, le meto fosforescente y dejo un mensaje.

26/09/12 Veintitrés


GB

MAS SOBRE LOS UNIFORMADOS DEMANDANTES, OPINION.

Sobre el golpismo y la violencia
Por Mempo Giardinelli

Si esto no es un intento de golpe, que me digan el nombre. Y no hablo de los prefectos y gendarmes que se sublevaron, y que son, desde luego, trabajadores, y como tales tienen reivindicaciones y derechos. Admitamos que las de ellos en esta ocasión fueron justas y atendibles. No es de ellos que habla esta reflexión.

Pero sí de la impresionante histeria de los golpistas. De los viejos fragoteros, los profesionales y los nostálgicos con resurrecciones periodísticas como la del Sr. Aldo Rico. Como viejos lobos que salen a ladrar, desesperan por tumbar al gobierno constitucional a como dé lugar, a cualquier costo. Azuzados, desde atrás, por La Nación y Clarín, verdaderos interesados en la caída de un gobierno que los vuelve locos porque quiere que se cumplan ciertas leyes que afectan sus intereses.

Semejante animosidad, sólo vista hace más de medio siglo cuando se llegó a bombardear la Plaza de Mayo, es sencillamente absurda en esta etapa de la democracia.

Pero está sucediendo, y ya sabíamos muchos que algo así iban a intentar. Lo tengo escrito y los tiempos sombríos son el hoy de esta atormentada sociedad que somos los argentinos.

Desde ya que algunos van a decir que éstas son exageraciones y que el golpismo destituyente no existe. Pero ahí están las furias y puteadas que se escucharon últimamente, y los mails mentirosos e incendiarios que están circulando y que han venido haciendo efecto en cierta pobre inocencia de alguna gente. Minoritaria, pero sustantiva. Y atendible, como todo en democracia. Pero no determinante y, sobre todo, no válida como recurso de autoritarios y oportunistas.

Basta ver los comentarios de supuestos lectores en los diarios que los admiten, donde las amenazas son ya cotidianas. Así crean ese clima de miedo, presentándose como “defensores de libertades”. Falsos, desde luego.

Habrá que tener mucho cuidado, porque las espirales de violencia, cuanto más irracionales y negadas son, más peligrosas. Recuérdese no sólo aquel 16 de junio porteño sino también el Bogotazo cuando asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, y tanto más. Y que nadie diga que esto es exagerar. Ninguna exageración es mucha, en esta materia.

Curiosamente, lo que hay que hacer es ayudarlos. Paradójicamente hay que ayudarlos calmándolos. Serenando a quienes desde las sombras engañan a muchas buenas personas que no saben por qué están enojadas. Que “creen” que aspiran a una libertad que hoy es plena y que precisamente se les terminaría si –hipótesis imposible– acaso un golpe triunfara.

Y es que ahora mismo la Argentina está pasando por uno de sus mejores momentos en términos de democracia, igualitarismo, desarrollo e inclusión social. Nada menos. Y cuando eso pasa –se vio en Ecuador y en Bolivia últimamente–, algunos trogloditas se excitan y estimulan la violencia desde atrás y sin dar la cara.

Cierto que falta concretar muchísimas reivindicaciones, pero jamás en el último medio siglo les ha ido tan bien a los argentinos; jamás hemos tenido una soberanía económica como la actual; ni tienen nuestras clases medias mejores posibilidades para sus hijos, para crecer y educarse. Obvio que hay miles de problemas, pero hay que recordar cómo estaba este país hace unos años. Con Cavallo y sus corrales. Con los recortes del señor López Murphy a los jubilados y a la educación. Con los ricos que no pagaban impuestos; con los capitales que venían no a invertir sino a especular; y con los negociados fabulosos que era cada renegociación de una deuda interminable.

Hay que achicarles a todos el miedo absurdo que tienen: a los que echan leña al fuego e incluso a los que desde las sombras sueñan horribles revanchas. Primero comprenderlos, no devolverles los gritos. Resolver la cuestión de los salarios de los trabajadores de la seguridad y desarmar en el acto toda artimaña golpista. Denunciarlo internacionalmente y alertar a la ciudadanía para que se exprese, en todo momento, por la paz.

El Gobierno, además de despedir a los responsables de este uso político de estos trabajadores, debe hacer una tarea fenomenal con sus propios, con sus funcionarios, con sus jóvenes. Todos deben dar ejemplo de calma, de comprensión de los diferentes, de contención de los equivocados.

Y también hay que destacar el casi en ningún medio mencionado silencio del socialismo y el radicalismo. Que yo quiero leer como gesto de prudencia y sabiduría para no hacerle el juego a la perrada. Y ojalá no me equivoque.

Este episodio debe terminar siendo una gran oportunidad para la paz, porque la Argentina ya tuvo exceso de la perversa medicina de la violencia. Esta nación no puede suicidarse nuevamente. Ya votó a sus verdugos y/o los aplaudió más de una vez. Pero ahora nunca más, y hacerlo en paz. Sin violencia. Que es lo único que debe estar absolutamente prohibido y para siempre en esta tierra.

04/10/12 Página|12

GB

CACELORAS UNIFORMADAS ? OPINION.

Reflejos democráticos
Por Mario Wainfeld

Gendarmes y prefectos repetían que no estaban armados y que no son golpistas. Sobre lo primero hay dudas. Lo segundo puede ser cierto en la mayoría de los casos o acaso en todos. Aun así, su conducta violó las reglas básicas del sistema democrático y las que rigen a cualquier fuerza armada. No están legitimados para obrar así quienes son armados por el Estado para ejercer el monopolio legítimo de la fuerza física. Toda comparación con otros reclamos de trabajadores es disparatada. Por añadidura hubo agresiones, golpizas, privaciones transitorias de la libertad, uso de esposas para cerrar puertas o accesos. La movida que tuvo en vilo a la ciudadanía quebranta principios esenciales de convivencia y de obediencia jerárquica.

De ahí la firme respuesta de todo el arco político, de organizaciones sociales y de derechos humanos que fueron, en un contexto preocupante, la buena noticia del día de ayer.

La resolución firmada por todos los bloques de Diputados fue, seguramente, el punto más alto. Su propia presentación, con firmas aclaradas a mano, dio cuenta de la urgencia de la decisión que se adoptó sin exceso de chicanas ni demoras. Una señal republicana, incluyendo a sectores muy enfrentados al oficialismo, en la Cámara más pluralista, aquélla donde hay más fuerzas representadas. Supieron discernir lo sustancial respecto de las disputas cotidianas, en buena hora y con buena praxis republicana.

En el Senado la resolución se aprobó por amplia mayoría, pues defeccionaron radicales y peronistas federales. Privilegiaron diferenciarse sin reparar cuál era el eje principal de la jornada: se desmarcaron del conjunto sin gracia ni virtud.

La breve presentación del jefe de Gobierno Mauricio Macri, más allá de algún giro ladino que se comentará más adelante, tuvo como mensaje principal “vuelvan a sus casas”. O sea, estuvo en línea con un criterio general que primó en la jornada.

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La protesta se salió de madre, aunque la demanda originaria era legítima y legal. La liquidación de los salarios con recortes imbancables e injustificables fue lógico detonante de broncas: nadie admite que le toquen el bolsillo, menos que menos sin asidero legal. Pero el Gobierno reaccionó rápidamente, reconoció el error, ofreció corregirlo de inmediato. El gesto fue ninguneado, doblando la apuesta y manteniendo el estado de insurrección que había perdido su sustento original.

La chispa que detonó la movilización fue superflua, un error feroz o algo peor. Jamás debió producirse y será forzoso investigar la génesis de la falla, más allá del drástico descabezamiento de las cúpulas de Prefectura y Gendarmería. Revisar en serio, en el Estado, supone buscar a los autores concretos del desquicio, a quienes los alentaron o condujeron (si los hubo). Y también a los que, por falta de diligencia o vigilancia, no lo impidieron debiendo o pudiendo hacerlo.

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El malestar con los salarios no nació esta semana ni este año. Viene de lejos, comienza con el menemismo y se prolonga con gobiernos posteriores, incluyendo los kirchneristas.

Los aumentos otorgados con carácter no remunerativo distorsionan la retribución y mellan beneficios salariales y sociales. Un fallo de la Corte Suprema del año 2010, caratulado “Oriolo”, sancionó esa irregularidad. Las sentencias valen solo para el expediente en que se dictan. La consecuencia de cajón fue que se incrementaran amparos (ya los había, más vale) invocando la doctrina de la Corte. Muchos fueron admitidos. Entre ellos hubo numerosos con abusos en la liquidación, que llevaron los haberes a cifras exorbitantes. Tras algún zigzagueo, la Corte fijó un mecanismo de cálculo en la causa “Zanotti, Oscar”: el objetivo fue “evitar una indebida repotenciación de los aumentos otorgados”, esto es subsanar los efectos de sentencias exorbitantes.

Los uniformados tenían derecho a acudir a Tribunales, en defensa de sus derechos, la Corte así lo reconoció. Pero la dinámica del Foro, que atiende caso por caso, no puede resolver cuestiones atinentes al Ejecutivo, a quien le competen las decisiones de carácter general. Los abusos y trampas de muchos abogados litigantes, con la imaginable anuencia de magistrados “amigables”, empiojaron más el panorama.

La forma de equilibrar el desorden y las desigualdades (que en sesgo favorecen a los mandos altos) es regularizar todos los salarios. A esa tarea se abocaron hace ya un tiempo representantes del Gobierno y de las fuerzas. El decreto 1307/2012 procuraba ese objetivo, pero por graves fallas de implementación produjo el efecto inverso.

La regularización salarial con la supresión de abusos es, todavía, una tarea pendiente, de ardua ejecución. Forzoso es realizarla, imposible lograrlo en horas, menos bajo presiones o aprietes.

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El Gobierno se mostró enérgico y resolutivo, sin caer en desbordes verbales que le agregaran adversarios en un trance tenso. La oposición, casi toda, estuvo a la altura de los acontecimientos y del desafío.

Macri “hizo política”, lo que puede resultar molesto pero tiene su lógica. Aprovechó para cuestionar la política kirchnerista en materia de seguridad, un presunto destrato al personal. Pero el eje de su mensaje fue democrático, el núcleo fue desautorizar la metodología elegida, enfatizar los severos deberes de quienes portan armas, pedirles que abandonaran su conducta. Una traducción posible del slogan que habrán imaginado sus creativos publicitarios sería: “Esto es una democracia, no hay alternativa. Para que esto cambie, esperen y vótenme en su momento”. Quiso sacar tajada, mostrarse solo como principal referente opositor, pero no desentonó con el núcleo expresado por la dirigencia en general.

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Al cierre de esta nota, medianoche de un miércoles mayormente de miércoles, no había trazas de desconcentración. Escenarios de ese tipo son siempre riesgosos, en proporción creciente: el transcurso del tiempo, la fatiga enardecen más de lo que calman. Los discursos de muchos medios audiovisuales, exaltatorios sin tomar ninguna distancia ni hacerse cargo de la lógica democrática, arrojan su porción de nafta al fuego, de momento relativamente contenido. Es de esperar que pronto prime la sensatez y se encarrilen las cuestiones de intereses que son válidas.

Siempre es incómodo para un cronista terminar una nota escrita contrarreloj sin que se conozca el desenlace de los hechos. El sabor acre se multiplica por la gravedad de los sucesos que insumieron más de un día y que posibilitaron evocaciones de instancias terribles de nuestra historia. U otros sucedidos recientemente en Venezuela, Ecuador, Honduras o Paraguay. La sincronía siempre es una señal de alerta. Pero conviene no dejarse arrastrar por el temor, desconocer diferencias y soslayar cuánto ha avanzado el sistema democrático en la Argentina. Las instituciones son más consistentes de lo que se suele decir, casi 30 años de continuidad afirman sus cimientos, su piso es firme. Claro que jamás hay que bajar los brazos, nunca distraerse ni admitir ningún escenario que (a propósito o por falta de responsabilidad o límites) pueda favorecer conductas destituyentes.

Hay mayorías sólidas, organizadas, que concuerdan en defender con enjundia el sistema, ayer tuvieron los reflejos adecuados. Los golpistas, que los hay y siempre tratan de pescar en río revuelto, son minorías notorias. Su mayor potencial no es el número ni el consenso que pueden conseguir, sino su brutalidad y falta de escrúpulos. Los que con buena fe se enfurecieron por una privación injusta, ya subsanada, dicen no ser golpistas. Deben cuidarse también para no serles funcionales. Y obrar en consecuencia.

mwainfeld@pagina12.com.ar

04/10/12 Página|12


GB

miércoles, 3 de octubre de 2012

LA GUERRILLA MEDIATICA, OPINION

La guerrilla mediática y el poder político real
Por Alejandro Horowicz

¿El 7 de diciembre será el parteaguas, o tan sólo un horizonte brumoso que se deshilachará sin más? “No hay enemigo intelectual más temible que el que no tiene razón, salvo el que no la tiene pero cuenta con toda la moral social de su parte.” Juan José Saer

La atmósfera política se corta con cuchillo. La más ínfima de las expresiones públicas de la presidenta cobra inusitado espacio público. Todos opinan. Mirtha Legrand, Beatriz Sarlo, Pinky, Jorge Lanata. Una oración de Cristina Fernández gatilla cataratas de curiosos comentarios; comentarios que "interpretan" chicaneramente lo dicho, y convenientemente entresacados bajan desde la tapa de los diarios comerciales a la radio y la TV, para cobrar forma definitiva en las redes sociales. Una guerrilla mediática ha sido eficazmente instalada.

Aclaremos los tantos. No se trata de un debate sobre la verdad, sino de lograr que la sospecha infecte todo. Una igualación bostiferante hacia abajo; todos y todo son iguales: ladrones, corruptos, mentirosos.

Aun así, como esta es una guerrilla oligárquica, la corrupción y la mentira que deben eliminarse son las de un solo bando. Por eso, una foto de Guillermo Moreno, dentro de un ataúd con un disparo en la cabeza, no pudo ser ignorada por nadie. En verdad, llamar "estrategia política" a una fotografía trucada pareciera excesivo. Y sin embargo, si el deseo de asesinar a un funcionario se volviera realidad, si realmente fuera asesinado, no cabe ninguna duda de que un sector de la sociedad aplaudiría hasta que le dolieran las manos, ante la consternación de la mayoría.

La foto navega en sustitución del asesinato real. Tanto los bombardeos de la Plaza de Mayo, como la política de desapariciones de la dictadura burguesa terrorista del '76 fueron ejecutadas por profesionales de la violencia. Nunca se trató de ninguna acción espontánea, sino de los organismos de represión del Estado. Ese es el punto, esta guerrilla oligárquica sustituye el golpe real; las fuerzas armadas son incapaces de dar un golpe de Estado, y nadie lo ignora. Así era en 2001 y así sigue siendo. Por eso, ningún uniformado habla. El silencio militar remite a una lectura clave: las FF AA ya no son un factor político.

Retomemos el piolín. Existe una percepción compartida: se avecinan momentos decisivos. ¿El 7 de diciembre será el parteaguas, o tan sólo un horizonte brumoso que se deshilachará sin más?

La sociedad argentina tolera muy mal el conflicto. La política del terror sistemático, ejecutada en el pasado reciente, capturó la mirada y la sensibilidad colectivas. Enfrentamiento equivale –desde esa perspectiva– a derrota popular, y derrota popular, quién lo ignora, hace temer que el terrible ciclo de captura, tortura, violación y asesinato reviva. Entonces, para evitar la derrota popular, parecería preciso obviar el enfrentamiento. Rendirse sin lucha, porque la lucha misma se ve como imposible.

Ese es el pedido aterrado de un fragmento de la sociedad: basta de conflicto. El otro fragmento hace circular fotos de Moreno para revivir, restablecer, alimentar ese terror con cierto éxito. Hay un tercer segmento, el que está pensando qué hacer.

La sociedad argentina perdió el hábito de procesar políticamente las diferencias, y por tanto no puede imaginar sino en términos de catástrofe un cambio en la relación de fuerzas mediáticas. Además, la idea de que los dueños de Clarín y La Nación pierdan el control de un orden construido a su medida, para que la política no sea ninguna otra cosa que la continuación de los negocios por otros medios, de sus negocios, armoniza con un horizonte global de sometimiento irrestricto al poder fáctico. En ninguna parte del mundo "civilizado" sucede otra cosa, por qué habría de suceder acá. A lo sumo las víctimas protestan y la policía, por ejemplo la española, reprime como acá se reprime a los pueblos originarios.

Si la sociedad argentina acepta que termine por no pasar nada, si la frontera del 7 de diciembre sólo queda en un montoncito de palabras, la estrategia habrá funcionado evitando el conflicto, pero sin ninguna eficacia transformadora.

Conviene no equivocarse. Este no es un problema K o anti-K, si el 7 de diciembre quedara claro que las leyes del Congreso y la Corte Suprema solamente rigen si Clarín y La Nación quieren, el poder estaría en sus manos. Un poder de veto ejercido sin cortapisas nos recordaría que el único interés legítimo es el del bloque de clases dominantes. Dicho de un tirón, se trata de saber si Clarín y La Nación conservan en sus manos el poder intacto, o si la sociedad argentina (los integrantes del bloque popular) son capaces de recuperar la política como instrumento de transformación. Si hemos clausurado mediante una victoria popular la democracia de la derrota donde, votaras a quien votaras, votabas lo mismo, o si la guerrilla mediática oligárquica termina siendo a la postre suficiente. Es decir, la guerrilla intenta poner en discusión quién manda.

PARADOJAS ARGENTINAS. Toda la campaña oligárquica, en el sentido aristotélico del término, parte de una presuposición: no olviden que los políticos sólo se proponen enriquecerse a nuestra costa, si atacan a un monopolio es para construir otro más afín, para decirlo en los términos del '76: el "festín de los corruptos", ya que "gobiernan para sí mismos".

La eficacia del postulado es simple: la mayor parte de los funcionarios del oficialismo fueron a su vez funcionarios de los gobiernos anteriores. Y sus posturas de entonces no diferían demasiado del menemismo clásico. Y como menemistas eran todos, justo ahora se les ocurrió "cambiar". No será gatopardismo vulgar, que algo cambie para que siga todo igual.

Sostuvo Mariano Grondona, impensable "pensador" K, en sus conferencias del '92 sobre la corrupción: "En los países donde hay estado de corrupción, en cambio, la investigación es entendida como persecución. Desde el momento en que se da por supuesto que todos son culpables de algo, desde el primer mandatario hasta el ciudadano que evade los impuestos, cuando se investiga a una persona esta se pregunta, con alguna razón: ¿por qué a mí?"

Ese es el punto. Cambiar la Suprema Corte menemista por otra de alta calidad jurídica y moral, fue la primera medida importante posterior a 2001. La significación de esa Corte se aquilató con la derogación, a pedido del Congreso, de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Es decir, restableció la relación entre los delitos y las penas, entre las palabras y las cosas, entre la política y la ley. Restableció la igualdad ante la ley, y por tanto la posibilidad misma de "la investigación". Ahora bien, paradójicamente, el gobierno K responsable de esta Corte reclutó en buena parte a sus funcionarios entre los profesionales de la política. Y, por tanto, no soporta él mismo el "nuevo" y exigente postulado: igualdad ante la ley, castigo para todos los delitos.

No se trata de caer en el cinismo ("de dónde saldrían funcionarios mejores") sino de entender la intensidad de la derrota de los sectores populares. Los represores juzgados y condenados nunca fueron hasta hoy acusados de imponer la modalidad "botín de guerra". El "roban pero hacen" menemista no es más que la versión civil de ese postulado militar. Y ningún político relevante propuso una estrategia elemental contra la corrupción: devolver la plata, que los funcionarios corruptos tengan que pagar con sus bienes personales.

La guerrilla mediática oligárquica golpea en este punto débil. Para contrarrestarla, este orden de cosas no puede ni debe sostenerse a futuro. Mientras Carlos Saúl Menem siga siendo un inimputable, las sospechas seguirán teniendo asidero lógico y político. Esto no supone que todos los que hacen política sean iguales, sino que la diferencia entre corruptos y decentes debería dejar de ser discrecional para pasar a ser objeto del examen colectivo. El bloque popular no debe olvidar que decir la verdad sigue siendo revolucionario.

01/10/12 Tiempo Argentino

GB

POR LAS DUDAS AQUI ESTAMOS

¡Al gran pueblo argentino salud!
Comunicado de Madres de Plaza de Mayo
Hace varios días empezamos a ver una película que no queremos volver a ver. Sentimos en carne propia lo que ya vivimos en el 76, y unos meses antes.

El cajón con el cuerpo de Moreno con un balazo en la cabeza nos mostró que los mismos asesinos de la Triple A, insertados después en el ejército y en la marina, no estaban lejos.

Las Madres, que salimos a la calle en el primer momento y que nunca la dejamos, le pedimos al pueblo argentino que tome conciencia, que no nos dejemos invadir por las televisiones malditas, que en vez de tirar balazos nos tiran mentiras, difamaciones, que son mucho más fuertes que las balas.

A todos los compañeros y compañeras que nos acompañan de todos los puntos del país apoyemos con todas nuestras fuerzas a este proyecto nacional y popular, que es el que está llevando a nuestra patria a un lugar donde nunca estuvo. Es la primera vez que estamos así.

Nosotros repudiamos y nos da asco que haya hombres y mujeres, todavía, que quieran adueñarse del país. Por eso nos castigan, por eso se convocan, por eso hacen cacerolazos. Son los mismos: los dueños de la tierra, de las empresas, los dueños de los canales, y quieren ser también los dueños de nuestras vidas.

Muchos antes algunos no lo permitieron, y después nuestros hijos, y después nosotras. Y ahora todos los jóvenes y todo el pueblo argentino, que no va a aguantar ni se va a bancar estas prepotencias y bravuconadas de los que nos tienen votos y por eso quieren hacer lo que hacen, porque nadie los va a votar, y como van a perder la quieren sacar de prepo a Cristina.

Desde aquí, desde la casa de las Madres, convoco al Ejército argentino, a ese nuevo Ejército, de hombres y mujeres jóvenes que tienen otra formación y otra preparación: no se dejen convencer. Ya una vez tuvimos que gritarles en la cara, años y años, “asesinos y torturadores”. Ya hace un tiempo que esa marca no la tienen ustedes. Por favor, piénselo bien, no sólo esa marca de asesinos y torturadores la tienen los Videla, Massera y todos los que quedaron atrás sino también su familia. Así que si ustedes no se unen y se juntan al pueblo va a ser muy difícil que se puedan sacar esa marca que hoy tienen los asesinos para siempre sobre sus miserables vidas.

Y a la Suprema Corte: que alguna vez también se ponga del lado del pueblo y no se quede en la mitad, porque en la mitad está solo el vacío.

Hasta la victoria, siempre, queridos hijos.

Hebe de Bonafini
Presidenta de la Asociación
Madres de Plaza de Mayo
GB

POR DIOS Y POR LA PATRIA, ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO

Diputados instó a las fuerzas a adecuarse “a pautas de funcionamiento democrático”
Diputados representantes de distintos partidos políticos instaron a los integrantes de las fuerzas de seguridad y otras "a adecuar sus acciones a pautas de funcionamiento democrático y subordinación a las autoridades legalmente constituidas".
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Los diputados nacionales hicieron referencia a la protesta que realizan efectivos de Prefectura a través de un documento conjunto elaborado por diputados de diferentes bloques, durante una reunión que mantuvieron esta tarde en el despacho del titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

El texto está firmado por el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, María Teresa García y Juliana Di Tullio, del FPV; Ricardo Gil Lavedra (UCR); Carlos Heller (Nuevo Encuentro); Alicia Ciciliani, Victoria Donda y Juan Carlos Zabalza (FAP).

También suscribieron el documento los diputados Federico Pinedo (PRO); Eduardo Amadeo (Frente Peronista); Norma Abdala de Matarazo (Frente Cívico por Santiago); Alfonso Prat Gay (Coalición Civica) y Patricia Bullrich (Unión por Todos).

"Los diputados nacionales representantes de los diferentes partidos políticos, instamos a los integrantes de las Fuerzas de Seguridad y otras a adecuar sus acciones a pautas de funcionamiento democrático y subordinación a las autoridades legalmente constituidas, en todo de acuerdo con la Constitución nacional", sostiene el texto.
Garré anunció el pase a retiro de la cúpula de la Prefectura y de la Gendarmería
La ministra de Seguridad anunció que se determinó "el pase a retiro" de 10 prefectos generales de la Prefectura Naval y 10 comandantes generales de la Gendarmería.

Garré anunció que a cargo de Gendarmería fue nombrado el comandante general Enrique Zach en reemplazo de Héctor Schenone, y en Prefectura fue designado el prefecto general Luis Alberto Heiler en reemplazo de Oscar Arce.

"Con lo cual queda normalizada la situación en las dos fuerzas de seguridad", concluyó Garré en su contacto con los medios desde el edificio Centinela.

El Ministerio de Seguridad designó como nuevo Subjefe de la Gendarmería, en tanto, al comandante general Carlos José Pereyra, en reemplazo de Juan Obdulio Sainz.

En la Prefectura Naval, el subjefe de la fuerza hasta la fecha, Enrique Cingolani, será reemplazado por el prefecto general Andrés Manuel Monzón, según se informó a través de un comunicado.
"Gendarmería cobrará lo mismo que el mes pasado y Prefectura recibirá compensaciones"
El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, afirmó que la aplicación del decreto 1307 que hizo la Prefectura para la liquidación de haberes fue "desastrosa" y anunció que de ahora en más esa tarea la hará el Ministerio de Seguridad.

El jefe de Gabinete anunció la decisión del gobierno nacional de que el personal de Gendarmería cobre "exactamente el mismo salario que el mes pasado".

En tanto, en el caso de la Prefectura, consignó que se realizará "por única vez un pago compensatorio de los agentes que cobren 12.500 pesos o menos para que cobren exactamente lo mismo que el mes anterior".

Además, garantizó que el gobierno nacional inició una "investigación interna y externa" para determinar "quiénes fueron los responsables de todo esto", en relación al conflicto planteado por la implementación de un decreto que buscó reordenar los salarios de esas fuerzas de seguridad, y señaló que durante este mes se trabajará en la "correcta implementación" de esta norma.

"No sabemos si fue un problema administrativo o tenemos serias sospechas de que se está usando a los (efectivos) de más abajo, como carne de una maniobra por los que quieren mantener sus privilegios", dijo Abal Medina en Casa de Gobierno.

El funcionario anunció que se decidió que "las fuerzas no se autoliquiden sus salarios y en los próximos días, el ministerio de Seguridad -con asistencia del ministerio de Economía- liquidará los salarios de Gendarmería y Prefectura".

Télam
GB