sábado, 28 de abril de 2012

EL MODELO DE MACRI

VELEZ

Cristina convocó a la juventud a “tomar la posta y las banderas de 200 años de historia”
Al hablar en el estadio de Vélez, en el noveno aniversario de la elección que llevó a Néstor Kirchner a la Casa Rosada, la Presidenta dijo que “tenemos la necesidad de encontrar la unidad nacional”. Además, agradeció a todas las fuerzas políticas que acompañan la recuperación de YPF porque la petrolera “es de todos los argentinos y para todos los argentinos”.

Tras saludar a las distintas organizaciones que colmaron el estadio de Liniers y cantar el Himno Nacional Argentino “con el corazón celeste y blanco”, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner describió el acto de hoy como “una maravillosa fiesta de alegría, júbilo y nacionalidad”.

“Hace exactamente 9 años atrás, esta militante junto a su compañero de toda la vida se encontraba en el sur de la patria, allá en Santa Cruz esperando los resultados de una elección, en un país que había explotado”, dijo Cristina en referencia al noveno aniversario de la elección que llevó a Néstor Kirchner a la Presidencia, en el 2003.
En este sentido, recordó que en 2003 “había un 22 por ciento que nos daba legalidad, pero faltaba legitimidad… Eso sí, nos sobraba coraje para dar vuelta la taba de la Argentina”.

“Quién podía imaginar aquel 25 de mayo de 2003 que aquel presidente que se comprometió ante los argentinos a no dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada iba a cumplir, quién iba a pensar que iba a sacarnos de la deuda, y que los genocidas iban a ser juzgados por las leyes de la Constitución”, enumeró Cristina, entre otros tantos logros de la gestión del ex presidente.

En otro tramo de su discurso, la Presidenta se refirió al proyecto de expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF, que ya cuenta con media sanción del Senado y que la semana que viene será debatido en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación.
“El consenso mayoritario de las fuerzas políticas de la Argentina que acompañaron al país, más allá de este gobierno, permite la recuperación de YPF”, dijo Cristina al considerar que la petrolera “es de todos los argentinos y para todos los argentinos”.

“La voluntad, el compromiso y el sacrificio personal sirven para que las cosas salgan bien: por eso tenemos que trabajar juntos y organizados para que las cosas en el país salgan mejor”, enfatizó.
Luego convocó a la juventud, “como generación del Bicentenario”, a “tomar la posta y las banderas de 200 años de historia para que nuestras Malvinas vuelvan a formar parte de nuestras instituciones, porque de nuestra historia y geografía ya lo son”.

“No me voy a cansar de pedirles, casi tercamente, unidad y organización. La historia no se escribe en línea recta, tiene marchas y contramarchas, por eso tenemos que tener claridad. Después de vivir una Argentina dividida, tenemos la necesidad de encontrar la unidad nacional, más aún en este mundo complejo y con la oportunidad histórica que se nos abre como país y región”, dijo Cristina en medio de una gran ovación.

Durante el acto, la Presidenta destacó la presencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y pidió recordar la historia “desde el corazón y desde el conocimiento de lo que nos pasó para que nunca más nos vuelva a pasar y podamos seguir construyendo esta Argentina para los jóvenes y las futuras generaciones”.

“Para que nunca más haya mujeres que se tengan que poner un pañuelo en la cabeza y para que nunca más haya trabajadores que tengan que hacer cola por un puesto de trabajo”, agregó la mandataria ante un Vélez repleto de militantes, funcionarios, legisladores, intendentes y gobernadores.

FUENTE agepeba.

GB

viernes, 27 de abril de 2012

MARX y el Acto de hoy, 27 de abril en Vélez.

MODELO CAPITALISTA INTERNACIONAL

" A fines del siglo XIX, el liberalismo mercantil se transforma en imperialismo. Ya en las postrimerías de la centuria , este fenómeno económico se presenta con todos sus atributos actuales. Los monopolios, formaciones económicas altamente concentradas del capital desplazan al antiguo mercado autorregulador fundado en la libre competencia. Este proceso aglutinador que pone las economías nacionales, convertidas ahora en economía internacional, en pocas manos, encontró en el formidable desarrollo de la técnica -particularmente de los transportes- su impulso motor. La sociedad anónima sustituye a la libre empresa, la grande industria a la pequeña, con su consecuencia, la concentración monopólica de la producción en gran escala.

El adelanto técnico, además planteó la cuestión de la hegemonía mundial de los países de alto desarrollo industrial. Tres grandes potencias luchan por el dominio del mercado internacionalizado, hasta entonces controlado por Inglaterra, Alemania y EE.UU., y en menor grado Rusia, que en el S.XIX ha iniciado la industrialización y manifiesta en potencia, una enérgica fuerza expansiva pese a su atraso general.

En el orden social, la contracara de este irracional sistema productivo ha sido el peso histórico de las masas y su correlativo malestar revolucionario. Rasgos que definen a nuestro tiempo con caracteres únicos en la Historia Universal."

Fuente: "La Formación de la Conciencia Nacional", Hernández Arregui, Juan José, p. 35.

Prof GB

Roberto Noble fundador de Clarín:

"Mussolini -decía Noble- es el modelo viviente del  moderno hombre de Estado...El sueño anheloso de Nietzsche, que predecía para el futuro la implantación de una estirpe directora de superhombres, parece concretarse en este espléndido retoño de los grandes de la antigua Roma...Los argentinos nos regocijamos con alegría de hermanos por la gloria de Italia y de Mussolini". Ese era, en realidad , el famoso "socialista" Roberto Noble."

Biografía de Palacios, Víctor García Costa.
Gracias al Prof. L. Mera.

El deporte que soñamos


Por Osvaldo Jara
En marzo de 1974 el Congreso de la Nación sancionó la legislación más importante en materia deportiva que haya tenido el país. Se trata de la condensación de una política impulsada por el peronismo a partir de 1943. La Ley Nacional del Deporte es la concreción de un pensamiento democratizador. Esta legislación abarca todos los ámbitos posibles de esta actividad, constituyendo un pilar fundamental para la participación de la sociedad en las decisiones.
Los dos primeros periodos presidenciales de Juan Domingo Perón significaron para vastos sectores una ampliación en las conquistas sociales. El deporte se transformó en un espacio representativo a partir de una planificación deportiva sin precedentes. Es así como surgen certámenes de profundo arraigo social como los Campeonatos Evita, los Intercolegiales o las competencias desarrolladas por la UES. Este nuevo cuadro produjo un profundo cambio en la sociedad. En 1955 ya se había logrado cumplir el objetivo de que cinco millones de argentinos practicaran alguna actividad física. Por otro lado, desde el Estado Nacional se respaldó a los deportistas que se encontraban en el alto nivel. De esta manera se obtuvieron importantes logros. Los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos disputados en Buenos Aires (1951) dieron una muestra de tal avance ya que conquistó el primer lugar en las posiciones finales del medallero, superando a EE.UU.
En esta etapa también se sancionaron normas de fundamental importancia, tanto a nivel masivo como para la alta competencia. Sin dudas, la obligatoriedad de la revisación médica para todo aquel que hiciera deportes fue vital. Significó la herramienta que le dio cuerpo a un plan de salud preventivo de gran magnitud. La Licencia Especial para el Deportista fue otra de las conquistas posibilitando que los atletas pudieran tener el tiempo necesario para prepararse antes de una competencia. A su vez, en el Segundo Plan Quinquenal quedaron estipuladas las líneas de acción para desarrollar y fortalecer la actividad. Sin embargo, hasta ese momento no existía una legislación que trazara un marco general para direccionar al deporte. Se debió esperar diecinueve años para que se produjera una disposición de este tipo.
En la tercera presidencia del general Perón logra concretarse la legislación más importante en materia deportiva y comunitaria. La Ley 20.655 ordena y promueve la actividad previendo su libre acceso al Pueblo y nominándolo como un derecho inalienable. En su artículo primero resalta que el Estado atenderá al deporte en todas sus expresiones teniendo como principal objetivo “la utilización del deporte como factor educativo coadyuvante a la formación integral del hombre y como recurso para la recreación y esparcimiento de la población”. Este punto es esencial ya que resume el pensamiento del peronismo en este ámbito. El deporte es la base principal para el desarrollo de una sociedad.
Una pormenorizada investigación del dirigente e historiador Víctor Lupo en su libro “Historia política del deporte argentino” permite entender los pormenores y el sentido de la normativa. A su juicio, son tres los puntos en que se apoya esta ley. La primera de ellas es la creación del Consejo Nacional del Deporte (Co.Na.De), conformado por todas las instituciones deportivas del país. Este ente es considerado el Organismo Máximo de Conducción, teniendo como principales objetivos dirigir la política deportiva general y manejar el presupuesto. Este cuerpo se apoya en consejos regionales del que participan distintos representantes de organismos e instituciones provinciales.
Por otra parte, el Fondo Nacional del Deporte es la fuente de recursos para construir y ampliar instalaciones deportivas, capacitar a deportistas y profesionales, además de fomentar el deporte a través de distintas competencias.
Otro ítem de importancia es que el texto señala que todas las provincias tienen la potestad de  adherir total o parcialmente a esta legislación, debiendo ser aprobadas por medio de asambleas legislativas. En la actualidad todos los distritos provinciales la adoptaron. No es un dato menor ya que permite discutir y coordinar acciones en conjunto.
Luego de intensos debates en el Congreso Nacional la Ley del Deporte fue sancionada el 21 de marzo de 1974. Luego del fallecimiento del General Perón las reuniones para terminar de concretar esta legislación se suspendieron. La irrupción del golpe militar de 1976 impidió que esta ley llegara a reglamentarse. Durante esta etapa se intervinieron la mayoría de las federaciones y se interrumpieron las manifestaciones deportivas a nivel masivo. A la vuelta a la democracia, y a pesar de los intentos, no se pudo poner en vigencia la ley, hasta noviembre de 1989.

En ese momento se logró reglamentarla a través del Decreto Nacional 1.237. Es así como se convocó a los dirigentes de todo el país para decidir colectivamente los principales temas del ámbito deportivo.  A su vez, se impulsaron  competencias como los Campeonatos Evita o los Intercolegiales. La apuesta estuvo en apoyar a los jóvenes atletas que estaban en su última etapa de formación. Dirigentes como el chubutense  Eduardo Bernal fue uno de los partícipes fundamentales en esta etapa. “Fueron dos años de intenso trabajo, de análisis, discusiones, pero fundamentalmente de respeto por la voluntad de las mayorías. Así se encaró la reconstrucción del CENARD, se lanzó el Plan hacia Mar del Plata 95, que sirvió para realizar los Juegos Panamericanos y reivindicar en parte el brillo que había tenido, cuando su creador y gestor, el General Perón, los llevó a cabo en Buenos Aires”. Se puede decir, que era la primera vez que se ponía en práctica la Ley Nacional del Deporte.

La aplicación de esta legislación ha sufrido constantes variaciones. En 1993 asume la Secretaría de Deportes Livio Forneris e interrumpe las funciones del Co.Na.De. Alegando que los costos para concretar sus reuniones eran excesivos. La voluntad para que este organismo democrático tuviera continuidad encontró ciertas reticencias por parte de distintos funcionarios de gobierno. El licenciado Alfredo Aguirre, un estudioso del tema, sostiene que con las nuevas tecnologías la argumentación del enorme gasto que puede demandar una organización de este tipo queda absolutamente desechada. El país atravesó políticas neoliberales que han dejado al deporte al margen de las prioridades. Cabe recordar que en el mismo gobierno de Carlos Menem se tuvieron dos posturas diferentes con respecto a la planificación deportiva.

Desde 2003 se incrementó el presupuesto nacional para el área de deportes. En 2010 se realizó en Mar del Plata la primera reunión del Co.Na.De. En esta nueva etapa. Los principales problemas a resolver son el sedentarismo y medidas tendientes a propiciar la medicina preventiva. Una de las medidas prioritarias es la creación de un censo de deportistas federados e infraestructura deportiva.
Sin dudas esta legislación trasciende lo deportivo y se inserta en lo cultural. Establece las bases para consolidar un proyecto político-deportivo que permita la inclusión social.
“La Ley 20.655 -dice Eduardo Bernal- quizá reclamaría algún cambio, pero es una herramienta formidable de participación y transparencia. Es un verdadero Parlamento Deportivo.  Los que estuvimos en su gestación y los que tuvimos la oportunidad de verla en funcionamiento, seguimos luchando para que vuelva a ser puesta en valor”.
Osvaldo JaraPublicado en el Suplemento De galera y bastón de Telam.

Peor-distas, lobbystas, albertofernandistas, repsol

Columnas, Medios, Política|abril 25, 2012

El “periodismo” a cirugía mayor

La primera plana de Tiempo Argentino del domingo pasado y el texto de su director sobre quiénes están pagos por Repsol, no sólo revelaron la desfachatez de un tal Alberto Fernández y de ciertas figuras de la prensa hegemónica, sino que incrustaron en la discusión teórica sobre periodismo y comunicación un punto de gravedad que habla por sí mismo.


Por Víctor Ego Ducrot (*) | No se trata aquí de fustigar los posicionamientos editoriales, ni siquiera aquellos que puedan ubicarse en las antípodas del mío propio; ni aun, a título de extremo límite teórico, los que sean pasibles de ser calificados como antidemocráticos, con el solo límite de lo que prescribe la ley, se entiende. Y ese no fustigar no responde a un arranque de generosa amplitud ideológica, menos todavía a un capítulo de tonta resignación. No se trata de fustigar posicionamientos editoriales –de aquí en más en este texto los denominaremos intencionalidades– porque ello significaría una tarea ontológicamente imposible; desde que el periodismo existe como práctica, digamos que a partir de la modernidad, ya que a las prácticas informativas anteriores a ella prefiero ubicarlas dentro del llamado protoperiodismo, no existe registro histórico de caso alguno que no haya respondido a la siguiente premisa: todo acto de nuestra práctica profesional lleva implícita su carga ideológica y política.

Sucede que, originalmente, el periodismo fue una herramienta de construcción de sentido en favor del orden burgués, cuando este no se había terminado de imponer sobre el mundo anterior, que se derrumbaba; y por eso, tanto en la Europa metropolitana como al interior de los procesos emancipatorios de nuestro país y de América Latina, los medios y los periodistas se asumían como militantes y argumentaban desde allí, en pos de sus objetivos y compromisos. Pero cuando ese orden burgués resolvió en su favor la crisis de hegemonía que supone todo punto de inflexión histórica, y en consecuencia su aparato de sentido ya no confrontaba sino que debía imponerse como controlador y disciplinador cultural del conjunto de la sociedad, entonces el periodismo se convirtió en “profesional”, o lo que es lo mismo, decidió ocultar sus intencionalidades editoriales, disfrazándolas de información “objetiva”, de principio de verdad.

Hasta ahí sólo estamos ante un escenario previsible, sobre el cual la prensa hegemónica encubre sus relatos (e intereses) económicos y políticos, y su impronta ideológica, y aquella otra, que disputa esa hegemonía, no sólo se ve obligada a denunciar este tipos de dispositivos, sino que además concurre ante los usuarios de la información con agendas, voces y estilos propios. Me animo a decir que eso es lo que hacemos quienes ejercemos el periodismo en este diario y en otros medios que apuntan contra los monopolios de la comunicación y contra las miradas y acciones del poder oligárquico y antirrepublicano; en una palabra, que nos asumimos como oficialistas de un proyecto político transformar del país desde el año 2003, con una perspectiva democrática con densidad y volumen de inclusión ciudadana, y de confortación ante el poder de las corporaciones.
La primera plana de Tiempo Argentino del domingo pasado y el texto de su director, Roberto Caballero, sobre quiénes están pagos por Repsol, no sólo revelaron la desfachatez de un tal Alberto Fernández y de ciertas figuras de la prensa hegemónica, a esta altura decididamente canalla, sino que incrustaron en la discusión teórica sobre periodismo y comunicación un punto de gravedad que habla por sí mismo.
Ya no se trata, como venimos señalando desde la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de dejar al desnudo la trama de elementos que algunos teóricos llaman economía política de los medios y nosotros (académicos y periodistas que desarrollamos allí el modelo teórico y metodológico “intencionalidad editorial”) preferimos considerar como “base de materialidad para la producción de contenidos periodísticos”.

Cuando Tiempo Argentino reveló que varios responsables de la línea editorial del Grupo Clarín y de La Nación, como así también familiares de estos y Alberto Fernández y otros “expertos” y “dirigentes políticos”, en tanto “fuentes” informativas y de análisis perpetuas, cuentan con más o menos jugosos contratos con la petrolera expropiada, lo que sucedió fue muy simple; este diario constató y puso en evidencia crítica (atención con la palabra “evidencia” porque más adelante será retomada) otra premisa de las reflexiones teóricas recién aludidas: la capacidad de manipulación y disciplinamiento social de los medios de comunicación hegemónicos es inversamente proporcional a la capacidad de movilización e intervención política concreta de actores individuales y colectivos, con posibilidades ciertas de conmover y desarmar la red de intereses y perspectivas económicas, políticas, sociales y culturales de aquel poder hegemónico.
Sólo desde esa pérdida de capacidad disciplinadora puede entenderse la tendencia de los medios oligárquicos, ya no al encubrimiento de sus respectivas intencionalidades editoriales, mediante las técnicas “profesionales” del periodismo, sino a la recurrencia de modos que nos hablan de cierta perversión del modelo propio, de cierta enfermedad terminal; no sé si curable, incluso con cirugía mayor.

Las noticias necesitan fuentes, que pueden ser diversas y de diferentes naturalezas; aunque, a título de mera síntesis, cabe clasificarlas en testimoniales y documentales, directas o indirectas. Lo afirmado por Caballero en el artículo comentado ofrece una contundencia demoledora, que revela y congela en cuadro fijo el sistema de evidencias preexistente respecto de las barrabasadas acometidas con fruición por las plumas y voces más características del oligopolio mediático, toda vez que reconozcamos las siguientes acepciones de la palabra “evidencia”, conforme al diccionario: “certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”; “certidumbre de algo, de modo que el sentir o juzgar lo contrario sea tenido por temeridad “; y dejamos de lado la siguiente –“prueba determinante en un proceso”– porque se trata de periodismo, no de fiscales, jueces y abogados defensores.
Cómo dudar entonces del porqué de las andanadas sistemáticas a las que nos tienen acostumbrados el oligopolio, y sus “periodistas” y “fuentes” a sueldo de Repsol y otras empresas. Puestos en el lugar que los puso la enfermedad terminal de esos modos profesionales de la comunicación, es que son capaces de llegar al absurdo, como lo hicieron al borde de la semana, según dos artículos de Clarín comentados por la agencia pública de la provincia de Buenos Aires (www.agepeba.org).
En el primer caso, para el diario de Héctor Magnetto, una decisión de la Cámara de Diputados bonaerense tendiente a prohibir el consumo de tabaco en los bingos y salas de juego no fue otra cosa que una “agresión kirchnerista”; hablaron de una “ley K” contra la empresa Boldt. Pero eso no fue nada; en otra nota, Walter Curia encuentra similitudes políticas entre el fallecido Mao y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pues afirma que “los cambios en el gobierno (…) se parecen a la Revolución Cultural emprendida por (el líder chino) a finales de los sesenta.
¿Habrá terapias para semejantes patologías?
(*) Periodista, docente universitario, director de AgePeBA (nota publicada hoy en Tiempo Argentino)

gb