Conferencia dada en 1960 en la facultad de Arquitectura (Montevideo)
José María Rosa
ARTIGAS, LA REVOLUCIÓN DE MAYO Y LA UNIDAD HISPANOAMERICANA
Significado de Artigas para nosotros.
Evoco esta tarde a Artigas en tierra oriental. Lo hago como argentino, y seria una frase hueca decir que lo hago en desagravio por la torpeza como trataron al prócer Mitre y López, No la hago en desagravio de Artigas, que no necesita ese desagravio. Lo hago como reivindicación de un argentino a una figura que es nuestra tanto como de vosotros: pues Artigas pertenece a ambas orillas del Plata. Es más: pertenece, por sus ideales políticos, por su acción, por su temple, a la América Hispana entera.
Artigas es la Revolución hecha pueblo. En Buenos Aires se festeja en estos momentos el sesquicentenario del pronunciamiento de Mayo. Es un hecho glorioso, pero no es aún la revolución. Falta pueblo. Es un "antecedente" de la revolución, como las invasiones inglesas de 1806 y 7, como el Cabildo abierto de Montevideo de 1808, como la tentativa porteña de 1809. Vive una inquietud el Plata que no se ha traducido aún en ‘revolución” por cuanto no ha llegado al pueblo, Pasa entre gentes de la llamada "clase principal y decente de la población".
La Revolución llega con Artigas: en 1811 hay una insurrección de masas rurales; hay un aliento de democracia, hay turbulencias de un pueblo entero conmovido. Aquí se habla por primera vez de "independencia absoluta" por que el pueblo y el caudillo dan la tónica del movimiento. Los señores de la “clase principal” están inquietos y no saben porqué: no saben si su inquietud se calma con constituciones liberales, o con junta como en España que gobiernen a nombre de Fernando VII. Es el pueblo quien sabe adonde va, y es el caudillo del pueblo. De allí que hable de Artigas como el primer revolucionario del Plata.
EL CAUDILLO
Artigas es un caudillo. Eso se ha dicho en sentido peyorativo por los liberales. Un “caudillo” es algo que no se encuentra en los libros de derecho constitucional comparado; porque los libros de derecho constitucional comparado han sido escritos para sistemas donde gobierna y detenta los privilegios una sola clase de la población. Gobiernan consejos o asamblea en público, y logias en secreto. Yo hay jefes, no puede haberlos: el "jefe” es la negación de los intereses particulares. Y Artigas es un “caudillo”, un “jefe" porque su gobierno es popular: la sola manera que tienen los pueblos de gobernar. El caudillo es la multitud misma, por ella habla y gesticula el pueblo: lo “representa” porque sabe interpretarlo, lo conduce, porque tiene sensibilidad para comprenderlo.
Artigas es lo vernáculo contra lo foráneo, la realidad contra el artificio, la Patria contra la colonia: lo nuestro, lo americano, lo auténtico, en pugna contra lo ajeno, lo importado, lo europeo. No bastaba con llamarse "revolucionario” para serlo, como ocurría en los triunviratos y directorios de Buenos Aires de mentalidad colonial e ideales puramente formales. Ellos no se llamaban “coloniales” ni se sentían así: para ellos lo colonial era lo español, y creían que dejaban de ser colonia al hacerse afrancesados o anglófilos. Porque no sentían lo nuestro. Su actitud era terriblemente colonial. porque hasta arrasaba con esa innegable raíz española que estaba en al fondo de las cosas criollas.
LA OLIGARQUÍA Y EL IMPERIALISMO
Artigas es el pueblo contra la oligarquía. Llamo oligarcas a quienes se consideran y obran como clase privilegiada. No solamente a los privilegiados económicamente, sino también a los falsos intelectuales – los inteligentuales que dijo alguno – que comprenden las cosas de todos los países menos del suyo, que viven de espaldas a la realidad, sordos y ciegos a su medio. Esos “inteligentuales”, aunque lo renieguen, son siempre aliados de los oligarcas: siempre son instrumentos de los imperialismos ajenos. Contra ellos está el pueblo, que es la reserva de la nacionalidad en todas partes; sobre todo en los Países coloniales o semicoloniales donde la oligarquía obra como beneficiaria, gerente o propagandista de los imperialismos. (Uso la palabra "imperialismo" por comodidad. Entiendo el “imperialismo" al dominio comercial que Inglaterra y en menor grado Francia, querían tener de todo el mundo apenas la revolución industrial las convirtieran en emporios productores de materias manufacturadas). Esto lo digo para entenderme con quienes llaman solamente "imperialismo” al financiero de fines del siglo pasado. Antes del imperialismo financiero hubo un imperialismo comercial con características de dominio bien evidentes. Ahí tenemos las invasiones inglesas de 1806 y 1807 ahí tenemos la apertura del puerto de Buenos Aires al libre comercio en 1809, ahí tenemos la ayuda de lord Strangford a los directorios y triunviratos porteños, y ahí tendremos luego la intervención francesa de 1838-40 y la posterior anglo francesa de 1845-50).
EL REVISIONISMO HISTÓRICO ¿QUE ES EL REVISIONISMO?
Mis palabras tal vez chocarán a algunos porque pertenezco a la escuela revisionista de la historia Argentina, que bien puede llamarse de la historia latinoamericana ¿Que es el “revisionismo histórico? Ante todo es emplear el método histórico en la investigación del pasado: reconstruir los hechos lo más aproximadamente posible a su veracidad. Y enseñar públicamente esa verdad: en la escuela, en los colegios, en la universidad. Y si no se puede allí, en conferencias, en plazas públicas: porque nuestra auténtica historia ha sido escamoteada deliberadamente por la oligarquía para mantenernos en un estado de mediatización colonial para ser colonias pacíficas y tranquilas. La historia es el alma de los pueblos, y se nos ha querido quitar el alma para que no seamos jamás un pueblo. Pero además de este restablecimiento de la veracidad histórica por la auténtica reconstrucción de los hechos históricos, el revisionismo hace otra cosa. Los interpreta No los interpreta como la historia liberal desde las conveniencias del liberalismo, ni desde las vaguedades de la humanidad, la libertad, la civilización, etc. Nosotros los interpretamos desde aquí, desde el suelo que pisamos, y si me apuran mucho diré que desde la hora que vivimos. Porque la historia no es algo muerto: es algo vivo, algo que enseña el camino a un pueblo. Aquello que carece de actualidad no nos interesa: interesa a los eruditos, La historia no es erudición: es quehacer político.Interpretamos a la historia. Es decir valoremos los hombres y las cosas del pasado desde las conveniencias de Hispanoamérica como unidad nacional. No nos interesa que sus gobernantes hubieran sido constitucionales o inconstitucionales, “tiranos” o libertadores (para usar la terminología liberal que llama "tiranos” a los gobernantes populares). Nos interesa si fueron patriotas y sobre todo si obraron con patriotismo. Todo lo demás lo consideramos no sustancial, adjetivo.¿Qué se propone el revisionismo? Esencialmente quebrar al coloniaje. Al coloniaje político, económico y sobre todo cultural lo quebrará mostrando donde está la “patria”, borrando a los falsos próceres que hoy se muestran como ejemplo y que hicieron de la Argentina (no quiero hablar sino de las cosas de mi tierra) esa colonia sin alma que hoy es. Que hicieron de toda Latinoamérica (aquí si puedo hablar) ese mercado de materias primas y víveres de los grandes imperialismos cuyos ideales se nos dice son la "libertad” (la libertad para que nos exploten: la libertad para pocos: la libertad del zorro libre en el gallinero libre que dijo alguno) y la “democracia” sin demos, la democracia controlada, conducida, engañada por los dueños de ultramar.
SIGNIFICADO DE ARTIGAS
Me he extendido demasiado, y os pido disculpas. He querido fijar nuestra posición ante la historia y el objeto da mis palabras a vosotros. He dicho que Artigas significa la revolución echa pueblo, la independencia; y además un sentido heroico de ha vida, la idea del federalismo, y el concepto de la unidad americana, de la "unidad hispanoamericana”.
INDEPENDENCIA
Me es muy fácil demostrar estas proposiciones. La idea de independencia latente en el grito de Asencio encuentra su exteriorización escrita el 13 de abril de 1813 en la primera de las famosas instrucciones del Año XIII. Allí habla Artigas (el primero, Juntamente con otro americano llegado hace poco de España, José de San Martín) de independencia absoluta. Cuando los triunviratos, directorios y asambleas de Buenos Aires hablaban de incorporación lisa y llana a Inglaterra (como Alvear en 1815 con la misión de Manuel José García ante lord Strangford o a Juan VI de Portugal (como el congreso de Tucumán) o más tarde del protectorado francés con la coronación del príncipe de Luca protegido (contra Artigas precisamente) por un fuerte ejercito francés.
Quiero leer con vosotros unos párrafos de la Oración de abril remitida el 5 de abril de 1813 por Artigas al congreso de la Provincia Oriental. Es el reconocimiento de la supremacía del pueblo. Artigas es el Jefe de los Orientales por reconocimiento implícito de los suyos, y confirmado en 1811 al iniciarse el Éxodo en octubre de 1811. Pero devuelve esa autoridad en abril de 1813, al Congreso porque “los pueblos deben ser libres”: porque él se inclina ante el “voto sagrado de la voluntad general". Solamente un Caudillo puede hablar así; un caudillo que sabe al pueblo por encima suyo.
EL SUFRAGIO UNIVERSAL Y LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS PLATENSES
Podrán algunos profesores de historia constitucional comparada criticar la suma de poderes que tuvo Artigas como “gobernador militar" de su provincia, primero, y como Protector de los Pueblos Libres después, No era la suya la concepción tripartita de los poderes de Montesquieu. Y no lo era, porque Artigas no traía nada de afuera, no era un “inteligentual”. Algunos han encontrado libros leídos por el Protector, escritos por Payne y traducidos por García de Sena y se entusiasman porque creen haber rastreado el origen de sus ideas populares y federales. Que un hombre lea un libro no significa que ese libro sea su guía. Artigas habrá leído a Payne y muchos más, pero su concepción política es totalmente criolla. No tomaba el federalismo norteamericano sino los municipios indianos como modelo. Mejor dicho, tomaba la misma realidad “plasmándola de acuerdo a las circunstancias, como debe hacerlo, un auténtico político.
Yo encuentro que la esencia política del artiguismo es el "sufragio universal”. Como quiso establecerlo por el Reglamento de 1815, como lo establecieron en sus constituciones o estatutos de los Pueblos Libres creados por él de Santa Fe y de Entre Ríos. Y eso no lo tomó de Payne ni de ninguna parte: porque en tiempos de Artigas no había sufragio universal en Estados Unidos, ni en Francia, ni en Inglaterra, Lo había sí en la provincia Oriental, en Entre Ríos, Santa Fe y en Corrientes.
¿De dónde sale el “sufragio universal’, que podemos llamar la institución básica política del Plata? Sale de la milicia; es decir de la formación de todos los hombres en edad de llevar armas con la obligación de defender su municipio. Cuando el pueblo irrumpe en la historia del Plata lo hace formando en milicias comandado por su Jefe o caudillo (así se llame al jefe de las milicias en las antiguas leyes españolas). Elige en la plaza a este caudillo y le da los poderes suficientes para defender a la comunidad. “El primer derecho y deber del pueblo es elegir un Caudillo” dice el Estatuto de Santa Fe de 1819 dado por Estanislao López, cuando Santa Fe era un “Pueblo Libre” federado a la Liga de la Purificación. Que el caudillo tuviera todos los poderes, que mandara el ejercito, dictara las leyes por su cuenta, y conciencia, o hiciere justicia en definitiva apelación les puede horrorizar a muchos; pero a mí me gusta que el caudillo fuese emanación del pueblo y pudiera hacer todo eso mientras interpretara al pueblo; es decir que fuera el mismo pueblo gobernando. Después de 1819 la provincia de Santa Fe habrá tenido muchas constituciones muy perfectas, con sus poderes divididos y reglamentados. Pero me temo que nunca estuvo el pueblo tan presente como en 1819.
ARTIGAS Y EL FEDERALISMO
Artigas es el creador del federalismo argentino. Al decir “creador” no quiero decir que lo inventara éL Pero tuvo el acierto de encontrarlo en el fondo de los viejos cabildos indianos; y lo hizo realidad de la conducción política de la Revolución.
Nuestro federalismo es municipal esencialmente. Comunas que se consideran iguales en derechos y resisten la imposición de aquella gran comuna sin sentido nacional que es Buenos Aires. No lo resisten por desamor a Buenos Aires, sino porque Buenos Aires (o mejor dicho los hombres que gobernaban a Buenas Aires pertenecientes a la oligarquía) no tenían sentido nacional. En cambio las comunas de los Pueblos Libres, cuyos gobernantes surgían del pueblo sí lo tenían. De allí que la voz de Artigas hablando de independencia absoluta gobiernos Populares y federalismo, se extendiera más allá del Uruguay. En Buenos Aires se decían que la prepotencia o ambición de Artigas lo hacia extender su dominio. No lo podían comprender Era la suya la verdadera patria aflorando en el litoral: en los “Pueblos Libres” estaba en germen la Confederación Argentina de 1831.
Artigas hacía la unión por simple ejemplo, sin inmiscuirse en las cosas internas de las otras provincias, sin prepotencias inútiles e inconducentes. “Yo, adorador eterno de la soberanía de los pueblos – dice al cabildo de Corrientes que le reclama su protección en 1814 – solo me he valido de la obediencia con que me han nombrado para ordenarles que sean Libres.” ¡Ordenarles que sean Libres! Ese es el lenguaje de los grandes. “Ellos sólo tienen el derecho de darse la forma que gusten” – agrega – Formalizarán su Liga preciosa entre sí mismos y con nosotros, declarándome yo su Protector.”
EL SENTIDO HISPANOAMERICANO EN ARTIGAS
¿Cuál era la Patria de Artigas? ¿Era solamente su amada, provincia, su “patria chica” por la que tanto luchó? ¿Era la Liga de los Pueblos Libres? ¿Eran las provincias Unidas del Plata?Sí. Todo eso, y algo más también. Artigas era oriental y por ser muy oriental era muy argentino. (no hablo de “argentino” como sinónimo de porteño, y pido que se me entienda; argento es el habitante de las provincias del Plata como lo dice la etimología). Pero no se detenía allí su idea de patria: por ser muy argentino era muy americano, muy hispanoamericano.
Para él su patria era la unión de todas las porciones de América Española. Unirán en un mismo Estado o Confederación de Estados, o una misma fraternidad, que para el caso es lo mismo. Lo importante no es lo formal, sino lo esencial: que haya conciencia de unidad de origen y unidad de destino.
Eso era el pensamiento de los hombres de la primera década revolucionaria. La artiguista provincia do Santa Fe en su mencionado Estatuto considera “ciudadano de Santa Fe” a todos los nacidos en América, española.Pero luego vinieron otras cosas, Nos perdieron entre constituciones y recelos: fraccionaron en veinte partes insondables la fraternidad hispanoamericana ¿Lo hicimos nosotros? Si... los gobiernos oligarcas eran tesoneramente separatistas: en Buenos Aires había un Rivadavia que nada quería saber con Bolívar, Fueron los gobiernos de la oligarquía orientados y dirigidos desde afuera. Es el “dividir para reinar" clásico, de los hábiles.Cuando ocurre eso, Artigas ya no existe políticamente. Yo veo en su retiro de Curuguaty, en su muerte política voluntariamente impuesta, en su soledad y abandono, una protesta por la pérdida de la Patria Grande, porque América no tomaba el rumbo que él señalara.Aquí tengo un documento de Artigas. Es el oficio que manda el 7 de diciembre de 1811 desde orillas del Dayman al cabildo de Paraguay, Pongámonos en el momento. Artigas encabeza el Éxodo: se dirige al Ayuí con todo su pueblo, en protesta del armisticio con Elío y para sustraer a los orientales del dominio español. En el Ayuí va a prepararse para recuperar la Banda Oriental. Y pide ayuda a Paraguay, entre otros.
Habla de su éxodo. Es una hazaña gigante: “yo llegaré muy en breve a mi destino con este pueblo de héroes” dice. Pero no la considera patrimonio oriental solamente; no ha hecho sino repetir el éxodo de La Paz en 1809. Primer manifestación de solidaridad americanaHay más. Pide la ayuda paraguaya porque Asunción se defiende a sí misma defendiendo a los orientales. "Fuera cual fuere la suerte de la Banda Oriental, deberá trasmitirse hasta esa parte del norte de nuestra América”. La guerra de la independencia era una sola.Yo les llamo la atención sobre la fecha de este documento: 7 de diciembre de 1811. Ocurre un año antes que Bolívar hiciera su conocido manifiesto de Cartagena – como lo recalcara el profesor oriental Petit Muñoz – solicitando la ayuda de Nueva Granada para a recuperar Caracas. Porque la defensa de Nueva Granada estaba más allá de sus límites formales. La América española era una sola, pese a sus límites administrativos.
EL FRACASO DE ARTIGAS
Artigas no triunfó. Tuvo poderosos enemigos que acabaron por arrojarlo fuera de su Banda Oriental, vencido. No son esos enemigos ni Francisco Ramírez, ni Otorgués, ni los directoriales de Buenos Aires que engañaron a Ramírez con el inicuo tratado del Pilar. Artigas no triunfó porque no había llegado su hora: porque se había adelantado a su Hora. Porque la unidad de América hispana con gobiernos populares (sola manera de lograr esa unidad) no se podía hacer ante un enemigo tan poderoso como era Inglaterra entonces. Y con una oligarquía fuerte y sin desmantelar adentro.
Después de Cepeda, el 1º de febrero de 1820, Artigas debió entrar en Buenos Aires y extender los Pueblos Libres por todo el territorio occidental; Con los recursos de Buenos Aires, arrojar de la Banda Oriental a los portugueses; y erigirse él desde Buenos Aires (al fin y al cabo centro geográfico del Plata) en Jefe o Protector de la agrandada federación. Ayudar a San Martín y tenderle la mano a Bolívar, Otra seria la historia americana entonces. Pero no fué así. Ocurrió (culpa de los de afuera más que de José Miguel Carrera, o de la logia porteña, o de las ambiciones de Ramirez) la baja traición del Pilar y se eliminó a Artigas y a la Provincia Oriental de la argentinidad. Es decir se le eliminó la posibilidad de integrar la unión Hispanoamericana.
Artigas se fue y no volvió más. Pero dejó su espíritu en ambas márgenes del Plata. Los 33 tomaron el sentido heroico del artiguismo para defender la “patria chica”, y Juan Manuel de Rosas tomó el espíritu de Artigas para reconstruir la Confederación.
ARTIGAS Y ROSAS
Acerco las figuras de Artigas y Rosas, que para algunos parecerá herejía, Artigas tiene estatua y Rosas aún no. Pero Rosas, para mi, fue el continuador de Artigas.
Aunque no se diera cuenta, aunque no valorara a Artigas en su justa medida (que no es el caso). Rosas es el triunfo de la idea de los Pueblos Libres" en la margen occidental del Plata. La Confederación se forma en 1831) y su Pacto del 4 de enero es un eco de las instrucciones del XIII. Esa liga de gobiernos populares, confederados, con un Encargado de Negocios Extranjeros: esa formación sólida, de granito que es el Pacto Federal que Rosas hace aprobar a todas las provincias argentinas y de donde nace la Confederación Argentina, es la vieja idea de Artigas. El Restaurador ha tomado la bandera del Protector. Hasta su color punzó luce en su divisa.
Y no es solamente en los gobiernos populares y confederados como Rosas se asemeja Artigas. Así como éste lucha contra los portugueses, Rosas lo hace contra los ingleses y los franceses: la defensa de la soberanía es común a ambos.
Y finalmente el "americanismo”. El "sistema americano" de Rosas ha sido mal comprendido por muchos.
Han creído en una prepotencia de Buenos Aires sobre el Plata. No fue así. Rosas quería. la unidad del Plata, y algo más que la unidad del Plata: la unidad hispanoamericana. Pero la quería como Artigas a base de una propia decisión de los pueblos, sin prepotencias inconducentes por una política de mutuo respeto y común defensa. Esa unidad tal vez no llegaría a asumir la forma de una Confederación o de un Estado Federal, sino de una “fraternidad”. Eso bastaba, la fraternidad sellada con sangre entre argentinos y orientales cuando las intervenciones extranjeras de 1838 a 1850 mostraba con elocuencia el común destino de ambos.
Para muchos, la palabra “Rosas" es mala palabra. Es que Rosas – como Artigas – han sido muy calumniados. La calumnia que encuentra eco en la gente de mentalidad colonial. O en los interesados en mantener el orden colonial bajo un manto de sonoras palabras.
Pero yo quiero recordar a vosotros, aquí y sean estas mis últimas palabras, dos títulos de gratitud de la Banda Oriental hacia Rosas. No hablo de las intervenciones, ni del sitio, ni de la invasión brasileña de 1851 y los inicuos tratados de octubre de ese año donde siempre se encuentra a Rosas junto a los orientales. Hablo de otras cosas, generalmente ignoradas.
La primera es la intervención de Rosas en la expedición de los Treinta y Tres Orientales. La preparó visitando la Banda Oriental con el pretexto de la compra de unos campos, como era un estanciero que no intervenía aparentemente en política, los portugueses lo dejaron recorrer la tierra. Hablo, con los jefes artiguistas y les anunció el arribo a la playa de la Agraciada. Y después él, junto con otros, financió la expedición de Lavalleja y Oribe.
La segunda es la actitud de Rosas ante el tratado proyectado por Brasil el 24 de marzo de 1843. Brasil le entrega allí prácticamente el dominio de la Banda Oriental a condición de la ayuda de Rosas para concluir con la, revolución independiente de Río Grande.
Aquellos que creen que Rosas tenía “ambiciones territoriales argentinas” no pueden comprender porqué Rosas rechazó ese tratado. Que lo venía a salvar de la intervención anglo-francesa (que no se haría si Brasil y la Confederación presentaban un bloque unido), y le daría a la Banda Oriental.
Es que Rosas era mucho más ambicioso que eso. No quería dominarla con prepotencias, quería por propia y decidida voluntad de todos llegar a una unidad definitiva Haría la unidad americana como hizo la unidad Argentina: sin dominio de Buenos Aires sobre el interior, en perfecta igualdad las provincias, hasta quitando privilegios de Buenos Aires (como el librecambio que obstaban al desarrollo de la economía del interior).
Porque Rosas, estanciero porteño, no gobernó para los estancieros ni para Buenos Aires; sino para una América libre de dominios foráneos y unida por gobiernos populares.
Como Artigas, nacido en Montevideo y militar de profesión, no gobernó para su ciudad natal ni para su clase militar.
No triunfó, como no triunfó Rosas, pero nos dejaron la lección que hemos de recoger en este siglo. Siglo de nacionalidades, donde se baten en retirada los imperialismos y sus servidores conscientes e inconscientes, con su fárrago de palabras huecas y de esquemas falsos.
Fuente: www.lagazeta.com.ar
GB.
viernes, 23 de septiembre de 2011
Recordando al Protector de los Pueblos Libres.
Inicio
JOSÉ GERVASIO DE ARTIGAS
Protector de los Pueblos Libres
Los primeros pasos
José Gervasio de Artigas nació el 9 de Julio de 1764 en el pueblo oriental de Sauce, Canelones, próximo a Montevideo.
Considerado en Uruguay como un héroe y fundador de la patria, su influencia política comprendía amplios territorios de lo que hoy es Argentina. Fue declarado "Protector de los pueblos Libres" que conformaron las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Córdoba y por supuesto la Banda Oriental que incluían los territorios actuales de Uruguay y Río Grande Do Sul.
Artigas pertenecía a una de las familias fundadoras de la ciudad de Montevideo. Combatió contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Prefirió la vida en las estancias familiares junto a los gauchos; fue oficial de Blandengues, formado por la autoridad virreinal en 1797 para vigilar la actividad de los contrabandistas en las fronteras con los territorios brasileños.
Se trasladó a Buenos Aires para ofrecer sus servicios tras estallar en 1810 la insurrección contra el dominio español en el virreinato del Río de la Plata, la denominada Revolución de Mayo, se unió a las fuerzas insurgentes.
Protector de los pueblos libres
Por invitación de Rondeau, envió representantes a la Asamblea del Año XIII con explícitas instrucciones escritas y sugerencias a favor de una constitución confederada.
"Mi autoridad emana de vosotros -dice Artigas ante el pueblo- y ella cesa por vuestra presencia soberana."
Entre los principales conceptos dados en las instrucciones a los delegados ante dicha asamblea, podemos citar, “…la declaración de la independencia absoluta de estas Colonias..” (Art.1) y que “No admitirá otro sistema que el de la confederación para el pacto recíproco con las Provincias que forman nuestro Estado” (Art.2). Proponía la separación de poderes que “…se dividirán en poder legislativo, ejecutivo y judicial” (Art.5) y agregaba que “Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí…” (Art.6). Declaraba además la autonomía de cada provincia, que dictaría su propia Constitución, siendo el transito de sus habitante libre entre las provincias, y el comercio libre de regulaciones o tasas, y reinvindicaba como propios los territorios de la Misiones usurpados por los portugueses. (Art. 9, 11, y 14). Estas instrucciones, de por si contrarias al centralismo porteño, se completaban con una que resultaba inadmisible: “Que precisa e indispensable sea fuera de Buenos Aires donde resida el sitio del Gobr>bierno de las Provincias Unidas” (Art. 19)
Estas instrucciones provocaron la oposición de Buenos Aires, que con argumentos de forma rechazó lisa y llanamente la incorporación de los delegados orientales a la Asamblea. Cuando las credenciales de los delegados fueron rechazadas, Artigas rompió con Rondeau y se dedicó a la formación de una federación de las provincias argentinas del litoral, incluyendo Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, Misiones y la Banda Oriental. Por su influencia se dictó el 19 de abril de 1813 la Constitución de la Provincia Oriental del Uruguay, como parte integrante del Estado denominado Provincias Unidas del Río de la Plata.
En 1814 organizó la Liga o Federal o Liga de los Pueblos Libres, donde se fueron incorporando las provincias rioplatenses de inclinaciones federalistas, de la que se declaró Protector, convirtiéndose en una verdadera amenaza para el gobierno centralista Buenos Aires.
Exilio y muerte.
El liderazgo de Artigas perdura hasta 1820. Tras la completa victoria de las fuerzas federales contra las porteñas, el 19 de febrero en los campos de Cepeda, y la posterior firma del Tratado de Pilar, Artigas le reprocha al cautillo entrerriano Francisco “Pancho” Ramírez no haber previsto en dicho tratado el desalojo de las fuerzas brasileñas que habían ocupado la Banda Oriental. Ramírez le contesta airadamente al caudillo oriental, desconociendo su autoridad, y ambos caudillos se enfrentan con las armas. Luego de distintas alternativas en la suerte de las armas en sucesivos combates, Ramírez se impone sobre Artigas, que se retira vencido al Paraguay.
José Gervasio de Artigas se exilió en Paraguay, donde permaneció prácticamente aislado y alejado de la política. “Ya no tengo Patria” declaró al saber su tierra separada de las Provincias Unidas y sojuzgada por los brasileños. Sobrevivió del escuerzo de su trabajo rodeado de nativos paraguayos, y murió 30 años más tarde, el 23 de septiembre de 1853.
Legado de Artigas
“No hay circunstancia capaz de inducirme a variar de opinión. Esclavo de mi grandeza, sabré llevarla a cabo, dominado siempre de mi justicia y razón. Podrán arrancarme la vida pero no envilecerme. El honor ha formado siempre mi carácter. Él reglará mis pasos.” (José Artigas, carta al General Sarratea, 11 de febrero de 1813.)
Emilio Ravignani opinó: “este asunto de Artigas que es bandera del patriotismo uruguayo y que los argentinos han tomado a menudo como centro de polémica…Artigas no pensaba fundar una república independiente; lo que quería era conseguir autonomía como provincia. Así resultó al argentino más federal que el país tuvo en el pasado y es el que sienta un precedente que imitan los demás caudillos.” (Ravignani, Emilio. “Historia Constitucional de la Republica Argentina”, Bs.As. 1926, t.I, p.217)
Fuentes:
- Gonzalez Arzac, Alberto. Artigas, caudillo artentino. Revista N°34 del Inst.de Ivest.Hist.J.M-de Rosas. Enero/marzo 1994
- Reyes Abadie, Washington. Artigas y el federalismo en el Río de la Plata
- Obras citadas
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
PD. Para el gobierno directorial contemporáneo a la Asamblea del Año XIII, Artigas era un traidor a la Patria.
Porque se negaba a detener el enfrentsmiento con el Portugal y así, se le prohíbe acercar sus propuestas de unas Provincias Unidas federales y populares a dicha Asamblea.
El centralismo porteño bonaerense que ya pergeñeba sus planes disgregaores terminaría entregando a instancias británicas la provincia oriental al plan geoestratégico del Imperio inglés.
Hasta el propio general San Martín se negará a combatir a los gauchos de Artigas y continuará con su plan libertador en 1814.
En medio de la guerras independentistas los intereses del puerto jugaban claramente a la derrota popular.
San Martín y Artigas, Belgrano y Güemes, como antes Moreno lo sabían.
El Pueblo también.
Prof GB
martes, 20 de septiembre de 2011
Arturo Jauretche.
"El posibilismo y la imaginación suelen ser deprimentes cuando se contrasta el sueño con la realidad. No es así en este caso. Porque nos reconforta todo lo que se ha podido salvar y todo lo que se ha hecho a pesar de una "intelligentzia" rectora que trabajó en contra del destino común y que hasta ha presentado nuestras derrotas como victorias. Pues hubo otra inteligencia, esa sí argentina, que desmedrada y todo salvó lo esencial.Fue ese oscuro instinto de los caudillos federales, la clara visión de un patrón de estancia, que aplicó al gobierno las normas del sentido común, no dejándose confundir por las añagazas de la "intelligentzia"."
Prof GB
Raúl Scalabrini Ortiz.
"Todo lo que nos rodea es falso e irreal. Es falsa la historia que nos enseñaron. Flasas las historias económicas que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentan y las disyuntivas políticas que nos ofrecen. Todo lo material, todo lo venal, transmitible o reproductivo, es extranjero o está sometido a la hegamonía financiera extranjera."
José María Rosa
"Pero afortunadamente hay otro pasado argentino que no por desconocido es menos real.
Hay una historia argentina que reconforta a quienes siempre creímos en la Argentina y en sus destinos; una historia en la que abundan hombres y rasgos de firme y neto patriotismo. No importa que la historia libertal haya ocultado esos rasgos y lapidado a esos hombres con epítetos denigrantes, para mejor cumplir su tarea."
Prof GB
lunes, 19 de septiembre de 2011
Verbitsky duro con Lanata: "la consigna ´que se vayan todos´ que postula es la voz de orden de la antipolítica"
En su columna habitual en Página 12, el periodista siguió la discusión con su colega de Libre. El debate: ¿Qué pasó con la renovación de los cuadros políticos desde el 2001 a la fecha?
Gracias, Jorge Por Horacio Verbitsky
Le agradezco a Jorge Lanata la respuesta a mi columna del domingo pasado “Se fueron todos”, porque me permite profundizar una cuestión significativa para la democracia argentina. Su opinión titulada “La nueva política” no tiene mucho sentido, pero por lo menos te hace reír, cosa que no ocurre con las señoras de distintos sexos que se escandalizan ante todo lo que ocurre desde sus columnas de la prensa escrita y audiovisual. Su propuesta de rebautizarme Cachorro es tan divertida como su descalificación de mis cálculos sobre la rotación de personal político como “el 0,6% del 1,5 elevado a la potencia Pi del coseno de 18”. Humor del bueno. Pero cuando terminamos de reírnos sigue en pie una cuestión de fondo: ¿hubo o no una profunda renovación política en los diez años vertiginosos que van desde la crisis de 2001? En un reportaje en una radio, en el que también habló de mí, Lanata rechazó el denominado “periodismo militante” y dijo que “a la propaganda se la contrarresta con información”. Estoy tan de acuerdo, que vengo haciéndolo desde antes de que él naciera. Cualquier posición política es respetable, pero ninguna exime de la deontología profesional. En eso consistía la columna que él quiso desdeñar, con el chisporroteo de la televisión o las tablas, donde se siente vivo. Sospecho que lo hizo sin demasiada convicción, sólo porque el motor más auténtico de su personalidad es la disputa, cualquiera sea el tema, el escenario y el interlocutor. Ojalá viva los años necesarios para aprender a distinguir lo esencial de lo accesorio. La única información que aportó fue que nueve ministros del actual gobierno ocuparon antes otros cargos nacionales, provinciales o municipales. Contestaciones instantáneas como ésta, disparadas por el mero gusto de la réplica, en medios livianos como el pasquín “Libre”, son eficientes para demoler a políticos culposos, que tienen cosas para ocultar y temen su ironía. Pero no sirven para debatir cuestiones importantes, con antagonistas informados. Los ministros son secretarios del Poder Ejecutivo, que es unipersonal. Ésa debe ser la unidad de cotejo. El poder que ejercen es delegado, por eso se dice que están a tiro de decreto, cosa que no ocurre con un diputado o un miembro del Congreso. Aun si Cristina fuera reelecta en octubre, como a Lanata le molesta, su mandato sería más breve que los de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Felipe González en España o François Mitterrand en Francia (y con los dos últimos se quedaría corta incluso sumando el de Néstor Kirchner, como suele hacer la prensa militante). Respecto de los secretarios de Estado, nadie los recluta en los colegios. Llegan ahí luego de adquirir experiencia en cargos inferiores en otras jurisdicciones. Aún así, de los nueve miembros del gabinete que menciona Lanata, sólo Aníbal Fernández ya era ministro nacional en 2001. En realidad, con Carlos Tomada, son dos sobre los 16 que lo integran, o el 12,5 por ciento. Si el cotejo no se hiciera con 2001 sino con 2003, se les agregarían Alicia Kirchner y Julio De Vido, es decir 4 sobre 16, sólo el 25 por ciento.
Una crítica válida sería la inexistencia de una carrera estable de administradores gubernamentales y la falta de una reglamentación efectiva sobre el acceso por méritos a la función pública, que en cambio cruje de parientes y amigos. Ese es un problema real, que se refleja en una baja calidad de la gestión, cualquiera sea el gobierno. Pero el grado de renovación de los cargos políticos en esta década ha sido uno de los más altos del mundo. El cuadro que acompaña esta nota lo compara con Estados Unidos, no porque me simpatice sino porque es una de las democracias más antiguas y estables del mundo, cuyo ordenamiento constitucional inspiró el nuestro. De los 434 diputados norteamericanos de hoy, 191 ya lo eran en 2001, y de 100 senadores de 2011, 44 ocupaban las mismas bancas hace una década. En ambos casos, esto equivale al 44 por ciento. Si además se toman en cuenta los 18 diputados de 2001 que ascendieron a senadores ahora, 253 de los 534 miembros de la actual Asamblea Legislativa ya la integraban hace diez años, nada menos que el 47,38 por ciento. Incluso hay algunos diputados reelectos desde 1955 y 1965 y senadores que ocupan su banca a partir de 1963 y muchos desde la década del 70. Para pensar bien lo que significa, es como si en la Argentina aún legislaran John William Cooke, Arturo Frondizi, Alfredo L. Palacios u Oscar Alende. Si se considera a los gobernadores de los 50 estados de la Unión, sólo uno ya lo era cuando George W. Bush llegó a la presidencia, es decir el 2 por ciento, y equivalen al 12 por ciento los seis gobernadores de entonces que hoy ocupan bancas en el Capitolio.
Esa clase política, tanto más estable que la argentina, tiene un alto grado de subordinación a los intereses económicos y financieros, que aportan a sus campañas por vías legales e ilegales y que sostienen a los mayores medios de comunicación, aquellos que definen el canon de lo admisible. Es posible apartarse de esa ideología dominante, pero al costo de convertirse en un excéntrico o un marginal. Tal vez esto explique que en las elecciones presidenciales vote alrededor del 50 por ciento del padrón, porque el resto no tiene la menor expectativa de que sea posible cambiar algo. Recién cuando se presentó como gran novedad Obama, las ilusiones que despertó elevaron ese porcentaje casi al 62 por ciento. En esas condiciones, reclamar que se vayan todos sería una forma de propiciar que la política se reconectara con los intereses populares, como en los tiempos en que Abraham Lincoln decía en el Labor Day que “el capital es sólo el fruto del trabajo, y nunca podría haber existido sin la existencia previa del trabajo, que es el que merece la más alta consideración”, como recordó hace una semana el Washington Post. En cambio en las primarias argentinas de agosto pasó por el cuarto oscuro casi el 80 por ciento de los empadronados, reflejo de la recuperación del valor de la política, que ha dejado de ser el oficio de viabilizar las recetas del Consenso de Washington, de apertura, desregulación, privatización y desindustrialización, porque los gobiernos de ambos Kirchner se propusieron en forma activa mostrar “la más alta consideración” por quienes los eligieron y no por el capital. Hoy y aquí, la consigna “que se vayan todos” que postulan Lanata y Clarín, es la voz de orden de la antipolítica.
Lo sepan o no quienes la resucitan, implica preferir que las decisiones las tomen los poderes fácticos, con sus consecuencias de empobrecimiento colectivo, desempleo, violencia y represión. A todo eso le dijo no el voto popular el mes pasado. Uy, cuánta información. Qué aburrido se puso esto. Esperá la respuesta de Jorge y nos reímos de nuevo.
Agencia Paco Urondo,
GB
Gracias, Jorge Por Horacio Verbitsky
Le agradezco a Jorge Lanata la respuesta a mi columna del domingo pasado “Se fueron todos”, porque me permite profundizar una cuestión significativa para la democracia argentina. Su opinión titulada “La nueva política” no tiene mucho sentido, pero por lo menos te hace reír, cosa que no ocurre con las señoras de distintos sexos que se escandalizan ante todo lo que ocurre desde sus columnas de la prensa escrita y audiovisual. Su propuesta de rebautizarme Cachorro es tan divertida como su descalificación de mis cálculos sobre la rotación de personal político como “el 0,6% del 1,5 elevado a la potencia Pi del coseno de 18”. Humor del bueno. Pero cuando terminamos de reírnos sigue en pie una cuestión de fondo: ¿hubo o no una profunda renovación política en los diez años vertiginosos que van desde la crisis de 2001? En un reportaje en una radio, en el que también habló de mí, Lanata rechazó el denominado “periodismo militante” y dijo que “a la propaganda se la contrarresta con información”. Estoy tan de acuerdo, que vengo haciéndolo desde antes de que él naciera. Cualquier posición política es respetable, pero ninguna exime de la deontología profesional. En eso consistía la columna que él quiso desdeñar, con el chisporroteo de la televisión o las tablas, donde se siente vivo. Sospecho que lo hizo sin demasiada convicción, sólo porque el motor más auténtico de su personalidad es la disputa, cualquiera sea el tema, el escenario y el interlocutor. Ojalá viva los años necesarios para aprender a distinguir lo esencial de lo accesorio. La única información que aportó fue que nueve ministros del actual gobierno ocuparon antes otros cargos nacionales, provinciales o municipales. Contestaciones instantáneas como ésta, disparadas por el mero gusto de la réplica, en medios livianos como el pasquín “Libre”, son eficientes para demoler a políticos culposos, que tienen cosas para ocultar y temen su ironía. Pero no sirven para debatir cuestiones importantes, con antagonistas informados. Los ministros son secretarios del Poder Ejecutivo, que es unipersonal. Ésa debe ser la unidad de cotejo. El poder que ejercen es delegado, por eso se dice que están a tiro de decreto, cosa que no ocurre con un diputado o un miembro del Congreso. Aun si Cristina fuera reelecta en octubre, como a Lanata le molesta, su mandato sería más breve que los de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Felipe González en España o François Mitterrand en Francia (y con los dos últimos se quedaría corta incluso sumando el de Néstor Kirchner, como suele hacer la prensa militante). Respecto de los secretarios de Estado, nadie los recluta en los colegios. Llegan ahí luego de adquirir experiencia en cargos inferiores en otras jurisdicciones. Aún así, de los nueve miembros del gabinete que menciona Lanata, sólo Aníbal Fernández ya era ministro nacional en 2001. En realidad, con Carlos Tomada, son dos sobre los 16 que lo integran, o el 12,5 por ciento. Si el cotejo no se hiciera con 2001 sino con 2003, se les agregarían Alicia Kirchner y Julio De Vido, es decir 4 sobre 16, sólo el 25 por ciento.
Una crítica válida sería la inexistencia de una carrera estable de administradores gubernamentales y la falta de una reglamentación efectiva sobre el acceso por méritos a la función pública, que en cambio cruje de parientes y amigos. Ese es un problema real, que se refleja en una baja calidad de la gestión, cualquiera sea el gobierno. Pero el grado de renovación de los cargos políticos en esta década ha sido uno de los más altos del mundo. El cuadro que acompaña esta nota lo compara con Estados Unidos, no porque me simpatice sino porque es una de las democracias más antiguas y estables del mundo, cuyo ordenamiento constitucional inspiró el nuestro. De los 434 diputados norteamericanos de hoy, 191 ya lo eran en 2001, y de 100 senadores de 2011, 44 ocupaban las mismas bancas hace una década. En ambos casos, esto equivale al 44 por ciento. Si además se toman en cuenta los 18 diputados de 2001 que ascendieron a senadores ahora, 253 de los 534 miembros de la actual Asamblea Legislativa ya la integraban hace diez años, nada menos que el 47,38 por ciento. Incluso hay algunos diputados reelectos desde 1955 y 1965 y senadores que ocupan su banca a partir de 1963 y muchos desde la década del 70. Para pensar bien lo que significa, es como si en la Argentina aún legislaran John William Cooke, Arturo Frondizi, Alfredo L. Palacios u Oscar Alende. Si se considera a los gobernadores de los 50 estados de la Unión, sólo uno ya lo era cuando George W. Bush llegó a la presidencia, es decir el 2 por ciento, y equivalen al 12 por ciento los seis gobernadores de entonces que hoy ocupan bancas en el Capitolio.
Esa clase política, tanto más estable que la argentina, tiene un alto grado de subordinación a los intereses económicos y financieros, que aportan a sus campañas por vías legales e ilegales y que sostienen a los mayores medios de comunicación, aquellos que definen el canon de lo admisible. Es posible apartarse de esa ideología dominante, pero al costo de convertirse en un excéntrico o un marginal. Tal vez esto explique que en las elecciones presidenciales vote alrededor del 50 por ciento del padrón, porque el resto no tiene la menor expectativa de que sea posible cambiar algo. Recién cuando se presentó como gran novedad Obama, las ilusiones que despertó elevaron ese porcentaje casi al 62 por ciento. En esas condiciones, reclamar que se vayan todos sería una forma de propiciar que la política se reconectara con los intereses populares, como en los tiempos en que Abraham Lincoln decía en el Labor Day que “el capital es sólo el fruto del trabajo, y nunca podría haber existido sin la existencia previa del trabajo, que es el que merece la más alta consideración”, como recordó hace una semana el Washington Post. En cambio en las primarias argentinas de agosto pasó por el cuarto oscuro casi el 80 por ciento de los empadronados, reflejo de la recuperación del valor de la política, que ha dejado de ser el oficio de viabilizar las recetas del Consenso de Washington, de apertura, desregulación, privatización y desindustrialización, porque los gobiernos de ambos Kirchner se propusieron en forma activa mostrar “la más alta consideración” por quienes los eligieron y no por el capital. Hoy y aquí, la consigna “que se vayan todos” que postulan Lanata y Clarín, es la voz de orden de la antipolítica.
Lo sepan o no quienes la resucitan, implica preferir que las decisiones las tomen los poderes fácticos, con sus consecuencias de empobrecimiento colectivo, desempleo, violencia y represión. A todo eso le dijo no el voto popular el mes pasado. Uy, cuánta información. Qué aburrido se puso esto. Esperá la respuesta de Jorge y nos reímos de nuevo.
Agencia Paco Urondo,
GB
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El máximo referente del rock nacional brindó una entrevista en la que habló de Los Redondos, de Skay, de la salud de Cerati y hasta de política.
Aunque escapa a las entrevistas, el Indio habló con "La Garganta Poderosa".
Sin dudas, es el máximo referente del rock en Argentina. Arrasa con cada ciudad que visita movilizando miles y miles de fieles. Carlos "El Indio" Solari, despierta todo tipo de pasiones entre sus seguidores y es innegable el enorme poder de convocatoria que posee. Pero aunque este músico también es conocido por escapar siempre a las entrevistas, le concedió una a la revista "La Garganta Poderosa", una publicación mensual enteramente producida y distribuida por vecinos de las villas.
Allí habló de todo: de Los Redondos, del estado de salud de Gustavo Cerati y hasta de política En la entrevista, cuyo audio se reprodujo en Duro de Domar, el Indio no se calló nada: "Estoy muy refugiado en mi familia, y en mi actividad. A diferencia de otras épocas, donde vivía de noche", arrancó contando sobre su vida cotidiana.
"No me llevo muy bien con las gentes"
"Yo extraño Nueva York en vez de extrañar Buenos Aires, porque donde puedo ir a hacer vida urbana con mi mujer y mi hijo es ahí, sino me vuelven loco", afirmó. Y contó la anécdota de cuando aprovechó un día de elecciones para ir a un shopping con su hijo, que terminó con los empleados de los locales... pidiéndole una foto.
"Estoy prácticamente encerrado en casa, no me llevo muy bien con las 'gentes'. Se debe al personaje, es muy difícil hacerse cargo del cariño de miles. El escenario es el lugar más cómodo que tengo sobre la faz de la tierra, ahí está todo el mundo a favor mío", dijo a la publicación.
¿Vuelven los Redondos?
Solari también respondió la pregunta del millón: ¿vuelven los Redonditos de Ricota? "No, para mí hay cosas que no tienen remedio", afirmó contundente. Y se refirió a su ex compañero de banda, Skay Beilinson, con quien terminó enemistado por un problema de dinero y autorías. "La amistad es la amistad o no es. Si yo te cag... a vos con algo, no puedo, se acabó. Sobre todo cuando depositaste mucho cariño, mucho amor, en alguien, la decepción es mucho más grande. La traición es jodida en los leales, de los que vos no esperás nada, te importa un queso".
Politica
El Indio habló de la situación política actual e hizo referencia también a su relación con los medios de comunicación y los periodistas.
"Creo que estamos en un momento social, hay posibilidades que hace años no había, creo que hay una buena administración y que lo ha reconocido la gente en las últimas elecciones. Espero que esta gente trabaje para la historia ¿no?"
"Hay pequeñas cosas que ha logrado este Gobierno contra las corporaciones, es bastante pero no alcanza, es una lucha permanente. Hay gente muy poderosa y para mantener ese poder son muy desalmados."
"Entonces trato de vivir en una casa que tiene, no como dice el pel... de Mariano del Mazo, que me tiene podrido la verdad. Es un periodista de Clarín, es un resentido y habla de mi palacio. Tengo una casa de campo, lo que más tengo es una hectárea de árboles, pero es una casa de campo, no vivo en un palacio."
"En general estamos acostumbrados a periodistas que les gustan los artistas mediocres porque los tienen bajo su pulgar. Lo que pasa con los medios es que la gente cree que eran el cuarto poder y es le poder más importante que hay sobre la tierra, las corporaciones de las noticias."
"Lo que no me gusta a mi es cuando se vende neutralidad, ni el estilo neutral. Desgraciadamente las corporaciones periodísticas con muy poderosas en todo el mundo, están acostumbradas a hacer caer gobiernos. ¿Cómo haces para vivir mintiendo miserablemente? Mintiendo y bastardeando la verdad, sabiendo el daño que se causa. Entonces no se cómo se hace para vivir desde esa ignominia, desde ese lugar de mier.."
Gustavo Cerati y Charly García
Por otra parte, El Indio habló del estado de salud de Gustavo Cerati: "Lo que me jode de la muerte de John Lennon es que me perdí de todo lo que podría haber hecho, que yo lo extraño. Lo mismo me pasa con Gustavo. Tengo mucho respeto por su obra, aunque no tengamos la misma "tarjeta". Es uno de los mejores músicos que ha habido en la cultura del rock, es uno de los más prolijos, los más meticulosos, y lo respeto porque yo trato de hacer lo mismo".
Además descartó una rivalidad con el ex líder de Soda Stereo: "Nunca existió de mi parte. Supongo que en el caso de él tampoco nunca existió. Es decir, me ha pasado con otros músicos, pero no con él. Nunca me gustó eso de 'Luca no se murió, que se muera Cerati...'", dijo Solari, en referencia al cantito popular de los seguidores de Los Redonditos de Ricota.
Por último, brindó su opinión sobre Charly García: "Tiene cosas buenas, pero no soy un seguidor de García. Cuando para mí hay muchos cambio de acordes, se le aparece una bossa nova rápida que me rompe las pelotas en la cultura del rock", dijo.
Agencia Paco Urondo.
GB
Aunque escapa a las entrevistas, el Indio habló con "La Garganta Poderosa".
Sin dudas, es el máximo referente del rock en Argentina. Arrasa con cada ciudad que visita movilizando miles y miles de fieles. Carlos "El Indio" Solari, despierta todo tipo de pasiones entre sus seguidores y es innegable el enorme poder de convocatoria que posee. Pero aunque este músico también es conocido por escapar siempre a las entrevistas, le concedió una a la revista "La Garganta Poderosa", una publicación mensual enteramente producida y distribuida por vecinos de las villas.
Allí habló de todo: de Los Redondos, del estado de salud de Gustavo Cerati y hasta de política En la entrevista, cuyo audio se reprodujo en Duro de Domar, el Indio no se calló nada: "Estoy muy refugiado en mi familia, y en mi actividad. A diferencia de otras épocas, donde vivía de noche", arrancó contando sobre su vida cotidiana.
"No me llevo muy bien con las gentes"
"Yo extraño Nueva York en vez de extrañar Buenos Aires, porque donde puedo ir a hacer vida urbana con mi mujer y mi hijo es ahí, sino me vuelven loco", afirmó. Y contó la anécdota de cuando aprovechó un día de elecciones para ir a un shopping con su hijo, que terminó con los empleados de los locales... pidiéndole una foto.
"Estoy prácticamente encerrado en casa, no me llevo muy bien con las 'gentes'. Se debe al personaje, es muy difícil hacerse cargo del cariño de miles. El escenario es el lugar más cómodo que tengo sobre la faz de la tierra, ahí está todo el mundo a favor mío", dijo a la publicación.
¿Vuelven los Redondos?
Solari también respondió la pregunta del millón: ¿vuelven los Redonditos de Ricota? "No, para mí hay cosas que no tienen remedio", afirmó contundente. Y se refirió a su ex compañero de banda, Skay Beilinson, con quien terminó enemistado por un problema de dinero y autorías. "La amistad es la amistad o no es. Si yo te cag... a vos con algo, no puedo, se acabó. Sobre todo cuando depositaste mucho cariño, mucho amor, en alguien, la decepción es mucho más grande. La traición es jodida en los leales, de los que vos no esperás nada, te importa un queso".
Politica
El Indio habló de la situación política actual e hizo referencia también a su relación con los medios de comunicación y los periodistas.
"Creo que estamos en un momento social, hay posibilidades que hace años no había, creo que hay una buena administración y que lo ha reconocido la gente en las últimas elecciones. Espero que esta gente trabaje para la historia ¿no?"
"Hay pequeñas cosas que ha logrado este Gobierno contra las corporaciones, es bastante pero no alcanza, es una lucha permanente. Hay gente muy poderosa y para mantener ese poder son muy desalmados."
"Entonces trato de vivir en una casa que tiene, no como dice el pel... de Mariano del Mazo, que me tiene podrido la verdad. Es un periodista de Clarín, es un resentido y habla de mi palacio. Tengo una casa de campo, lo que más tengo es una hectárea de árboles, pero es una casa de campo, no vivo en un palacio."
"En general estamos acostumbrados a periodistas que les gustan los artistas mediocres porque los tienen bajo su pulgar. Lo que pasa con los medios es que la gente cree que eran el cuarto poder y es le poder más importante que hay sobre la tierra, las corporaciones de las noticias."
"Lo que no me gusta a mi es cuando se vende neutralidad, ni el estilo neutral. Desgraciadamente las corporaciones periodísticas con muy poderosas en todo el mundo, están acostumbradas a hacer caer gobiernos. ¿Cómo haces para vivir mintiendo miserablemente? Mintiendo y bastardeando la verdad, sabiendo el daño que se causa. Entonces no se cómo se hace para vivir desde esa ignominia, desde ese lugar de mier.."
Gustavo Cerati y Charly García
Por otra parte, El Indio habló del estado de salud de Gustavo Cerati: "Lo que me jode de la muerte de John Lennon es que me perdí de todo lo que podría haber hecho, que yo lo extraño. Lo mismo me pasa con Gustavo. Tengo mucho respeto por su obra, aunque no tengamos la misma "tarjeta". Es uno de los mejores músicos que ha habido en la cultura del rock, es uno de los más prolijos, los más meticulosos, y lo respeto porque yo trato de hacer lo mismo".
Además descartó una rivalidad con el ex líder de Soda Stereo: "Nunca existió de mi parte. Supongo que en el caso de él tampoco nunca existió. Es decir, me ha pasado con otros músicos, pero no con él. Nunca me gustó eso de 'Luca no se murió, que se muera Cerati...'", dijo Solari, en referencia al cantito popular de los seguidores de Los Redonditos de Ricota.
Por último, brindó su opinión sobre Charly García: "Tiene cosas buenas, pero no soy un seguidor de García. Cuando para mí hay muchos cambio de acordes, se le aparece una bossa nova rápida que me rompe las pelotas en la cultura del rock", dijo.
Agencia Paco Urondo.
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