martes, 20 de septiembre de 2011
Arturo Jauretche.
"El posibilismo y la imaginación suelen ser deprimentes cuando se contrasta el sueño con la realidad. No es así en este caso. Porque nos reconforta todo lo que se ha podido salvar y todo lo que se ha hecho a pesar de una "intelligentzia" rectora que trabajó en contra del destino común y que hasta ha presentado nuestras derrotas como victorias. Pues hubo otra inteligencia, esa sí argentina, que desmedrada y todo salvó lo esencial.Fue ese oscuro instinto de los caudillos federales, la clara visión de un patrón de estancia, que aplicó al gobierno las normas del sentido común, no dejándose confundir por las añagazas de la "intelligentzia"."
Prof GB
Raúl Scalabrini Ortiz.
"Todo lo que nos rodea es falso e irreal. Es falsa la historia que nos enseñaron. Flasas las historias económicas que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentan y las disyuntivas políticas que nos ofrecen. Todo lo material, todo lo venal, transmitible o reproductivo, es extranjero o está sometido a la hegamonía financiera extranjera."
José María Rosa
"Pero afortunadamente hay otro pasado argentino que no por desconocido es menos real.
Hay una historia argentina que reconforta a quienes siempre creímos en la Argentina y en sus destinos; una historia en la que abundan hombres y rasgos de firme y neto patriotismo. No importa que la historia libertal haya ocultado esos rasgos y lapidado a esos hombres con epítetos denigrantes, para mejor cumplir su tarea."
Prof GB
lunes, 19 de septiembre de 2011
Verbitsky duro con Lanata: "la consigna ´que se vayan todos´ que postula es la voz de orden de la antipolítica"
En su columna habitual en Página 12, el periodista siguió la discusión con su colega de Libre. El debate: ¿Qué pasó con la renovación de los cuadros políticos desde el 2001 a la fecha?
Gracias, Jorge Por Horacio Verbitsky
Le agradezco a Jorge Lanata la respuesta a mi columna del domingo pasado “Se fueron todos”, porque me permite profundizar una cuestión significativa para la democracia argentina. Su opinión titulada “La nueva política” no tiene mucho sentido, pero por lo menos te hace reír, cosa que no ocurre con las señoras de distintos sexos que se escandalizan ante todo lo que ocurre desde sus columnas de la prensa escrita y audiovisual. Su propuesta de rebautizarme Cachorro es tan divertida como su descalificación de mis cálculos sobre la rotación de personal político como “el 0,6% del 1,5 elevado a la potencia Pi del coseno de 18”. Humor del bueno. Pero cuando terminamos de reírnos sigue en pie una cuestión de fondo: ¿hubo o no una profunda renovación política en los diez años vertiginosos que van desde la crisis de 2001? En un reportaje en una radio, en el que también habló de mí, Lanata rechazó el denominado “periodismo militante” y dijo que “a la propaganda se la contrarresta con información”. Estoy tan de acuerdo, que vengo haciéndolo desde antes de que él naciera. Cualquier posición política es respetable, pero ninguna exime de la deontología profesional. En eso consistía la columna que él quiso desdeñar, con el chisporroteo de la televisión o las tablas, donde se siente vivo. Sospecho que lo hizo sin demasiada convicción, sólo porque el motor más auténtico de su personalidad es la disputa, cualquiera sea el tema, el escenario y el interlocutor. Ojalá viva los años necesarios para aprender a distinguir lo esencial de lo accesorio. La única información que aportó fue que nueve ministros del actual gobierno ocuparon antes otros cargos nacionales, provinciales o municipales. Contestaciones instantáneas como ésta, disparadas por el mero gusto de la réplica, en medios livianos como el pasquín “Libre”, son eficientes para demoler a políticos culposos, que tienen cosas para ocultar y temen su ironía. Pero no sirven para debatir cuestiones importantes, con antagonistas informados. Los ministros son secretarios del Poder Ejecutivo, que es unipersonal. Ésa debe ser la unidad de cotejo. El poder que ejercen es delegado, por eso se dice que están a tiro de decreto, cosa que no ocurre con un diputado o un miembro del Congreso. Aun si Cristina fuera reelecta en octubre, como a Lanata le molesta, su mandato sería más breve que los de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Felipe González en España o François Mitterrand en Francia (y con los dos últimos se quedaría corta incluso sumando el de Néstor Kirchner, como suele hacer la prensa militante). Respecto de los secretarios de Estado, nadie los recluta en los colegios. Llegan ahí luego de adquirir experiencia en cargos inferiores en otras jurisdicciones. Aún así, de los nueve miembros del gabinete que menciona Lanata, sólo Aníbal Fernández ya era ministro nacional en 2001. En realidad, con Carlos Tomada, son dos sobre los 16 que lo integran, o el 12,5 por ciento. Si el cotejo no se hiciera con 2001 sino con 2003, se les agregarían Alicia Kirchner y Julio De Vido, es decir 4 sobre 16, sólo el 25 por ciento.
Una crítica válida sería la inexistencia de una carrera estable de administradores gubernamentales y la falta de una reglamentación efectiva sobre el acceso por méritos a la función pública, que en cambio cruje de parientes y amigos. Ese es un problema real, que se refleja en una baja calidad de la gestión, cualquiera sea el gobierno. Pero el grado de renovación de los cargos políticos en esta década ha sido uno de los más altos del mundo. El cuadro que acompaña esta nota lo compara con Estados Unidos, no porque me simpatice sino porque es una de las democracias más antiguas y estables del mundo, cuyo ordenamiento constitucional inspiró el nuestro. De los 434 diputados norteamericanos de hoy, 191 ya lo eran en 2001, y de 100 senadores de 2011, 44 ocupaban las mismas bancas hace una década. En ambos casos, esto equivale al 44 por ciento. Si además se toman en cuenta los 18 diputados de 2001 que ascendieron a senadores ahora, 253 de los 534 miembros de la actual Asamblea Legislativa ya la integraban hace diez años, nada menos que el 47,38 por ciento. Incluso hay algunos diputados reelectos desde 1955 y 1965 y senadores que ocupan su banca a partir de 1963 y muchos desde la década del 70. Para pensar bien lo que significa, es como si en la Argentina aún legislaran John William Cooke, Arturo Frondizi, Alfredo L. Palacios u Oscar Alende. Si se considera a los gobernadores de los 50 estados de la Unión, sólo uno ya lo era cuando George W. Bush llegó a la presidencia, es decir el 2 por ciento, y equivalen al 12 por ciento los seis gobernadores de entonces que hoy ocupan bancas en el Capitolio.
Esa clase política, tanto más estable que la argentina, tiene un alto grado de subordinación a los intereses económicos y financieros, que aportan a sus campañas por vías legales e ilegales y que sostienen a los mayores medios de comunicación, aquellos que definen el canon de lo admisible. Es posible apartarse de esa ideología dominante, pero al costo de convertirse en un excéntrico o un marginal. Tal vez esto explique que en las elecciones presidenciales vote alrededor del 50 por ciento del padrón, porque el resto no tiene la menor expectativa de que sea posible cambiar algo. Recién cuando se presentó como gran novedad Obama, las ilusiones que despertó elevaron ese porcentaje casi al 62 por ciento. En esas condiciones, reclamar que se vayan todos sería una forma de propiciar que la política se reconectara con los intereses populares, como en los tiempos en que Abraham Lincoln decía en el Labor Day que “el capital es sólo el fruto del trabajo, y nunca podría haber existido sin la existencia previa del trabajo, que es el que merece la más alta consideración”, como recordó hace una semana el Washington Post. En cambio en las primarias argentinas de agosto pasó por el cuarto oscuro casi el 80 por ciento de los empadronados, reflejo de la recuperación del valor de la política, que ha dejado de ser el oficio de viabilizar las recetas del Consenso de Washington, de apertura, desregulación, privatización y desindustrialización, porque los gobiernos de ambos Kirchner se propusieron en forma activa mostrar “la más alta consideración” por quienes los eligieron y no por el capital. Hoy y aquí, la consigna “que se vayan todos” que postulan Lanata y Clarín, es la voz de orden de la antipolítica.
Lo sepan o no quienes la resucitan, implica preferir que las decisiones las tomen los poderes fácticos, con sus consecuencias de empobrecimiento colectivo, desempleo, violencia y represión. A todo eso le dijo no el voto popular el mes pasado. Uy, cuánta información. Qué aburrido se puso esto. Esperá la respuesta de Jorge y nos reímos de nuevo.
Agencia Paco Urondo,
GB
Gracias, Jorge Por Horacio Verbitsky
Le agradezco a Jorge Lanata la respuesta a mi columna del domingo pasado “Se fueron todos”, porque me permite profundizar una cuestión significativa para la democracia argentina. Su opinión titulada “La nueva política” no tiene mucho sentido, pero por lo menos te hace reír, cosa que no ocurre con las señoras de distintos sexos que se escandalizan ante todo lo que ocurre desde sus columnas de la prensa escrita y audiovisual. Su propuesta de rebautizarme Cachorro es tan divertida como su descalificación de mis cálculos sobre la rotación de personal político como “el 0,6% del 1,5 elevado a la potencia Pi del coseno de 18”. Humor del bueno. Pero cuando terminamos de reírnos sigue en pie una cuestión de fondo: ¿hubo o no una profunda renovación política en los diez años vertiginosos que van desde la crisis de 2001? En un reportaje en una radio, en el que también habló de mí, Lanata rechazó el denominado “periodismo militante” y dijo que “a la propaganda se la contrarresta con información”. Estoy tan de acuerdo, que vengo haciéndolo desde antes de que él naciera. Cualquier posición política es respetable, pero ninguna exime de la deontología profesional. En eso consistía la columna que él quiso desdeñar, con el chisporroteo de la televisión o las tablas, donde se siente vivo. Sospecho que lo hizo sin demasiada convicción, sólo porque el motor más auténtico de su personalidad es la disputa, cualquiera sea el tema, el escenario y el interlocutor. Ojalá viva los años necesarios para aprender a distinguir lo esencial de lo accesorio. La única información que aportó fue que nueve ministros del actual gobierno ocuparon antes otros cargos nacionales, provinciales o municipales. Contestaciones instantáneas como ésta, disparadas por el mero gusto de la réplica, en medios livianos como el pasquín “Libre”, son eficientes para demoler a políticos culposos, que tienen cosas para ocultar y temen su ironía. Pero no sirven para debatir cuestiones importantes, con antagonistas informados. Los ministros son secretarios del Poder Ejecutivo, que es unipersonal. Ésa debe ser la unidad de cotejo. El poder que ejercen es delegado, por eso se dice que están a tiro de decreto, cosa que no ocurre con un diputado o un miembro del Congreso. Aun si Cristina fuera reelecta en octubre, como a Lanata le molesta, su mandato sería más breve que los de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Felipe González en España o François Mitterrand en Francia (y con los dos últimos se quedaría corta incluso sumando el de Néstor Kirchner, como suele hacer la prensa militante). Respecto de los secretarios de Estado, nadie los recluta en los colegios. Llegan ahí luego de adquirir experiencia en cargos inferiores en otras jurisdicciones. Aún así, de los nueve miembros del gabinete que menciona Lanata, sólo Aníbal Fernández ya era ministro nacional en 2001. En realidad, con Carlos Tomada, son dos sobre los 16 que lo integran, o el 12,5 por ciento. Si el cotejo no se hiciera con 2001 sino con 2003, se les agregarían Alicia Kirchner y Julio De Vido, es decir 4 sobre 16, sólo el 25 por ciento.
Una crítica válida sería la inexistencia de una carrera estable de administradores gubernamentales y la falta de una reglamentación efectiva sobre el acceso por méritos a la función pública, que en cambio cruje de parientes y amigos. Ese es un problema real, que se refleja en una baja calidad de la gestión, cualquiera sea el gobierno. Pero el grado de renovación de los cargos políticos en esta década ha sido uno de los más altos del mundo. El cuadro que acompaña esta nota lo compara con Estados Unidos, no porque me simpatice sino porque es una de las democracias más antiguas y estables del mundo, cuyo ordenamiento constitucional inspiró el nuestro. De los 434 diputados norteamericanos de hoy, 191 ya lo eran en 2001, y de 100 senadores de 2011, 44 ocupaban las mismas bancas hace una década. En ambos casos, esto equivale al 44 por ciento. Si además se toman en cuenta los 18 diputados de 2001 que ascendieron a senadores ahora, 253 de los 534 miembros de la actual Asamblea Legislativa ya la integraban hace diez años, nada menos que el 47,38 por ciento. Incluso hay algunos diputados reelectos desde 1955 y 1965 y senadores que ocupan su banca a partir de 1963 y muchos desde la década del 70. Para pensar bien lo que significa, es como si en la Argentina aún legislaran John William Cooke, Arturo Frondizi, Alfredo L. Palacios u Oscar Alende. Si se considera a los gobernadores de los 50 estados de la Unión, sólo uno ya lo era cuando George W. Bush llegó a la presidencia, es decir el 2 por ciento, y equivalen al 12 por ciento los seis gobernadores de entonces que hoy ocupan bancas en el Capitolio.
Esa clase política, tanto más estable que la argentina, tiene un alto grado de subordinación a los intereses económicos y financieros, que aportan a sus campañas por vías legales e ilegales y que sostienen a los mayores medios de comunicación, aquellos que definen el canon de lo admisible. Es posible apartarse de esa ideología dominante, pero al costo de convertirse en un excéntrico o un marginal. Tal vez esto explique que en las elecciones presidenciales vote alrededor del 50 por ciento del padrón, porque el resto no tiene la menor expectativa de que sea posible cambiar algo. Recién cuando se presentó como gran novedad Obama, las ilusiones que despertó elevaron ese porcentaje casi al 62 por ciento. En esas condiciones, reclamar que se vayan todos sería una forma de propiciar que la política se reconectara con los intereses populares, como en los tiempos en que Abraham Lincoln decía en el Labor Day que “el capital es sólo el fruto del trabajo, y nunca podría haber existido sin la existencia previa del trabajo, que es el que merece la más alta consideración”, como recordó hace una semana el Washington Post. En cambio en las primarias argentinas de agosto pasó por el cuarto oscuro casi el 80 por ciento de los empadronados, reflejo de la recuperación del valor de la política, que ha dejado de ser el oficio de viabilizar las recetas del Consenso de Washington, de apertura, desregulación, privatización y desindustrialización, porque los gobiernos de ambos Kirchner se propusieron en forma activa mostrar “la más alta consideración” por quienes los eligieron y no por el capital. Hoy y aquí, la consigna “que se vayan todos” que postulan Lanata y Clarín, es la voz de orden de la antipolítica.
Lo sepan o no quienes la resucitan, implica preferir que las decisiones las tomen los poderes fácticos, con sus consecuencias de empobrecimiento colectivo, desempleo, violencia y represión. A todo eso le dijo no el voto popular el mes pasado. Uy, cuánta información. Qué aburrido se puso esto. Esperá la respuesta de Jorge y nos reímos de nuevo.
Agencia Paco Urondo,
GB
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El máximo referente del rock nacional brindó una entrevista en la que habló de Los Redondos, de Skay, de la salud de Cerati y hasta de política.
Aunque escapa a las entrevistas, el Indio habló con "La Garganta Poderosa".
Sin dudas, es el máximo referente del rock en Argentina. Arrasa con cada ciudad que visita movilizando miles y miles de fieles. Carlos "El Indio" Solari, despierta todo tipo de pasiones entre sus seguidores y es innegable el enorme poder de convocatoria que posee. Pero aunque este músico también es conocido por escapar siempre a las entrevistas, le concedió una a la revista "La Garganta Poderosa", una publicación mensual enteramente producida y distribuida por vecinos de las villas.
Allí habló de todo: de Los Redondos, del estado de salud de Gustavo Cerati y hasta de política En la entrevista, cuyo audio se reprodujo en Duro de Domar, el Indio no se calló nada: "Estoy muy refugiado en mi familia, y en mi actividad. A diferencia de otras épocas, donde vivía de noche", arrancó contando sobre su vida cotidiana.
"No me llevo muy bien con las gentes"
"Yo extraño Nueva York en vez de extrañar Buenos Aires, porque donde puedo ir a hacer vida urbana con mi mujer y mi hijo es ahí, sino me vuelven loco", afirmó. Y contó la anécdota de cuando aprovechó un día de elecciones para ir a un shopping con su hijo, que terminó con los empleados de los locales... pidiéndole una foto.
"Estoy prácticamente encerrado en casa, no me llevo muy bien con las 'gentes'. Se debe al personaje, es muy difícil hacerse cargo del cariño de miles. El escenario es el lugar más cómodo que tengo sobre la faz de la tierra, ahí está todo el mundo a favor mío", dijo a la publicación.
¿Vuelven los Redondos?
Solari también respondió la pregunta del millón: ¿vuelven los Redonditos de Ricota? "No, para mí hay cosas que no tienen remedio", afirmó contundente. Y se refirió a su ex compañero de banda, Skay Beilinson, con quien terminó enemistado por un problema de dinero y autorías. "La amistad es la amistad o no es. Si yo te cag... a vos con algo, no puedo, se acabó. Sobre todo cuando depositaste mucho cariño, mucho amor, en alguien, la decepción es mucho más grande. La traición es jodida en los leales, de los que vos no esperás nada, te importa un queso".
Politica
El Indio habló de la situación política actual e hizo referencia también a su relación con los medios de comunicación y los periodistas.
"Creo que estamos en un momento social, hay posibilidades que hace años no había, creo que hay una buena administración y que lo ha reconocido la gente en las últimas elecciones. Espero que esta gente trabaje para la historia ¿no?"
"Hay pequeñas cosas que ha logrado este Gobierno contra las corporaciones, es bastante pero no alcanza, es una lucha permanente. Hay gente muy poderosa y para mantener ese poder son muy desalmados."
"Entonces trato de vivir en una casa que tiene, no como dice el pel... de Mariano del Mazo, que me tiene podrido la verdad. Es un periodista de Clarín, es un resentido y habla de mi palacio. Tengo una casa de campo, lo que más tengo es una hectárea de árboles, pero es una casa de campo, no vivo en un palacio."
"En general estamos acostumbrados a periodistas que les gustan los artistas mediocres porque los tienen bajo su pulgar. Lo que pasa con los medios es que la gente cree que eran el cuarto poder y es le poder más importante que hay sobre la tierra, las corporaciones de las noticias."
"Lo que no me gusta a mi es cuando se vende neutralidad, ni el estilo neutral. Desgraciadamente las corporaciones periodísticas con muy poderosas en todo el mundo, están acostumbradas a hacer caer gobiernos. ¿Cómo haces para vivir mintiendo miserablemente? Mintiendo y bastardeando la verdad, sabiendo el daño que se causa. Entonces no se cómo se hace para vivir desde esa ignominia, desde ese lugar de mier.."
Gustavo Cerati y Charly García
Por otra parte, El Indio habló del estado de salud de Gustavo Cerati: "Lo que me jode de la muerte de John Lennon es que me perdí de todo lo que podría haber hecho, que yo lo extraño. Lo mismo me pasa con Gustavo. Tengo mucho respeto por su obra, aunque no tengamos la misma "tarjeta". Es uno de los mejores músicos que ha habido en la cultura del rock, es uno de los más prolijos, los más meticulosos, y lo respeto porque yo trato de hacer lo mismo".
Además descartó una rivalidad con el ex líder de Soda Stereo: "Nunca existió de mi parte. Supongo que en el caso de él tampoco nunca existió. Es decir, me ha pasado con otros músicos, pero no con él. Nunca me gustó eso de 'Luca no se murió, que se muera Cerati...'", dijo Solari, en referencia al cantito popular de los seguidores de Los Redonditos de Ricota.
Por último, brindó su opinión sobre Charly García: "Tiene cosas buenas, pero no soy un seguidor de García. Cuando para mí hay muchos cambio de acordes, se le aparece una bossa nova rápida que me rompe las pelotas en la cultura del rock", dijo.
Agencia Paco Urondo.
GB
Aunque escapa a las entrevistas, el Indio habló con "La Garganta Poderosa".
Sin dudas, es el máximo referente del rock en Argentina. Arrasa con cada ciudad que visita movilizando miles y miles de fieles. Carlos "El Indio" Solari, despierta todo tipo de pasiones entre sus seguidores y es innegable el enorme poder de convocatoria que posee. Pero aunque este músico también es conocido por escapar siempre a las entrevistas, le concedió una a la revista "La Garganta Poderosa", una publicación mensual enteramente producida y distribuida por vecinos de las villas.
Allí habló de todo: de Los Redondos, del estado de salud de Gustavo Cerati y hasta de política En la entrevista, cuyo audio se reprodujo en Duro de Domar, el Indio no se calló nada: "Estoy muy refugiado en mi familia, y en mi actividad. A diferencia de otras épocas, donde vivía de noche", arrancó contando sobre su vida cotidiana.
"No me llevo muy bien con las gentes"
"Yo extraño Nueva York en vez de extrañar Buenos Aires, porque donde puedo ir a hacer vida urbana con mi mujer y mi hijo es ahí, sino me vuelven loco", afirmó. Y contó la anécdota de cuando aprovechó un día de elecciones para ir a un shopping con su hijo, que terminó con los empleados de los locales... pidiéndole una foto.
"Estoy prácticamente encerrado en casa, no me llevo muy bien con las 'gentes'. Se debe al personaje, es muy difícil hacerse cargo del cariño de miles. El escenario es el lugar más cómodo que tengo sobre la faz de la tierra, ahí está todo el mundo a favor mío", dijo a la publicación.
¿Vuelven los Redondos?
Solari también respondió la pregunta del millón: ¿vuelven los Redonditos de Ricota? "No, para mí hay cosas que no tienen remedio", afirmó contundente. Y se refirió a su ex compañero de banda, Skay Beilinson, con quien terminó enemistado por un problema de dinero y autorías. "La amistad es la amistad o no es. Si yo te cag... a vos con algo, no puedo, se acabó. Sobre todo cuando depositaste mucho cariño, mucho amor, en alguien, la decepción es mucho más grande. La traición es jodida en los leales, de los que vos no esperás nada, te importa un queso".
Politica
El Indio habló de la situación política actual e hizo referencia también a su relación con los medios de comunicación y los periodistas.
"Creo que estamos en un momento social, hay posibilidades que hace años no había, creo que hay una buena administración y que lo ha reconocido la gente en las últimas elecciones. Espero que esta gente trabaje para la historia ¿no?"
"Hay pequeñas cosas que ha logrado este Gobierno contra las corporaciones, es bastante pero no alcanza, es una lucha permanente. Hay gente muy poderosa y para mantener ese poder son muy desalmados."
"Entonces trato de vivir en una casa que tiene, no como dice el pel... de Mariano del Mazo, que me tiene podrido la verdad. Es un periodista de Clarín, es un resentido y habla de mi palacio. Tengo una casa de campo, lo que más tengo es una hectárea de árboles, pero es una casa de campo, no vivo en un palacio."
"En general estamos acostumbrados a periodistas que les gustan los artistas mediocres porque los tienen bajo su pulgar. Lo que pasa con los medios es que la gente cree que eran el cuarto poder y es le poder más importante que hay sobre la tierra, las corporaciones de las noticias."
"Lo que no me gusta a mi es cuando se vende neutralidad, ni el estilo neutral. Desgraciadamente las corporaciones periodísticas con muy poderosas en todo el mundo, están acostumbradas a hacer caer gobiernos. ¿Cómo haces para vivir mintiendo miserablemente? Mintiendo y bastardeando la verdad, sabiendo el daño que se causa. Entonces no se cómo se hace para vivir desde esa ignominia, desde ese lugar de mier.."
Gustavo Cerati y Charly García
Por otra parte, El Indio habló del estado de salud de Gustavo Cerati: "Lo que me jode de la muerte de John Lennon es que me perdí de todo lo que podría haber hecho, que yo lo extraño. Lo mismo me pasa con Gustavo. Tengo mucho respeto por su obra, aunque no tengamos la misma "tarjeta". Es uno de los mejores músicos que ha habido en la cultura del rock, es uno de los más prolijos, los más meticulosos, y lo respeto porque yo trato de hacer lo mismo".
Además descartó una rivalidad con el ex líder de Soda Stereo: "Nunca existió de mi parte. Supongo que en el caso de él tampoco nunca existió. Es decir, me ha pasado con otros músicos, pero no con él. Nunca me gustó eso de 'Luca no se murió, que se muera Cerati...'", dijo Solari, en referencia al cantito popular de los seguidores de Los Redonditos de Ricota.
Por último, brindó su opinión sobre Charly García: "Tiene cosas buenas, pero no soy un seguidor de García. Cuando para mí hay muchos cambio de acordes, se le aparece una bossa nova rápida que me rompe las pelotas en la cultura del rock", dijo.
Agencia Paco Urondo.
GB
domingo, 18 de septiembre de 2011
MEMORIA, PARA ESO MILITAMOS.
“ Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires, cada lucha debe empezar de nuevo, separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.” Rodolfo Walsh.
Prof GB.
sábado, 17 de septiembre de 2011
UES Heredera de los años felices.
Cristián Caretti, fundador de la UES
Nacido el 17 de abril de 1954 en Capital Federal, el "Gringo" Caretti era un líder natural de los estudiantes secundarios, dueño de un carisma único. Su niñez la disfrutó con sus cinco hermanos, en un viejo caserón de la calle Ugarte en el barrio de Palermo, entre adoquines, barritas de pibes con hondas y pelotas de goma, glicinas en flor y los primeros puchos y besos a escondidas. La divisoria de aguas que el peronismo significó para la sociedad argentina en su conjunto en la década del ’50, también llegó a su familia. Su padre un excelente profesional médico colaborador del sanitarista Ramón Carrillo, fue echado de su trabajo por venganza en 1955. Su madre, que provenía de una familia de alcurnia, no vio con malos ojos el derrocamiento de Perón. El "Gringo" buscó su propio camino. Desde el Colegio Nicolás Avellaneda fue uno de los fundadores de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Esta organización fue el fruto de la proliferación de nucleamientos juveniles ligados a la militancia de la Juventud Peronista y de la consigna "Luche y Vuelve", que de modo superactivo y determinante, volcó en forma temporaria la lucha para el lado del pueblo a partir de 1972. Precisamente para el año siguiente, se decide luego de varios encuentros previos, darle forma y contenido a una estructura nacional que defina las propuestas a implementar en el frente estudiantil secundario. El acto fundacional de la UES fue el 20 de abril de 1973, en un atiborrado salón de actos del Sindicato del Calzado. A partir de ahí como una ola gigante, como un tsunami incontenible, la propuesta llegó hasta el último ámbito estudiantil de la Patria. El "Gringo" Caretti por valentía personal, convicción ideológica y decisión militante irá ascendiendo en la estructura partidaria y en la consideración de sus compañeros, hasta ser un referente nacional. En tal sentido debe recordarse que fue el único representante que designó la UES, en enero de 1974 para entrevistarse con el general panameño Omar Torrijos, líder natural de su pueblo y enemigo de la política imperialista norteamericana en la zona de Centroamérica.
Se sumó a Montoneros, convirtiéndose en un cuadro de relevancia, en la Zona Norte del Gran Buenos Aires. En terribles condiciones de aislamiento y persecución donde todos los días caían asesinados compañeros a manos de la Triple A, el "Gringo" siguió organizando y sumando voluntades para la causa. Quienes lo conocieron, recuerdan que su base de operaciones, para encuentros familiares a escondidas y reuniones partidarias clandestinas, era el viejo bar de la esquina de avenida Santa Fe y Jerónimo Salguero, bien cerquita de su querido barrio porteño que lo vio nacer. El 24 de marzo de 1976 se entroniza la dictadura militar más sangrienta que padecimos. El "Gringo" como tantos otros compañeros del peronismo revolucionario les dará pelea hasta morir. Cae en combate el 14 de septiembre de 1976, en Paraná y Avenida Maipú, localidad de Martínez, provincia de Buenos Aires, cuando a las 8 de la mañana, con otros integrantes de la "orga" esperaba el paso de un ejecutivo norteamericano de la firma textil Sudamtex en conflicto con su personal, luego del despido y desaparición de los delegados gremiales fabriles, fieles al mandato de sus bases.
El "Gringo" Caretti también cultivaba la poesía. Su querida Evita fue motivo de una glosa: "Te queremos desde un puño estallando, desde los balcones divididos de la plaza tan tristes, tan vacíos..."; quizá como una alegoría recordando cuando él y tantos otros jóvenes nos fuimos –nadie nos echó- de esa misma plaza en desacuerdo con la política implementada por Perón, un 1° de mayo de 1974.
Rememoró, su compañero en Montoneros, Jorge "Yuyo" Rubino: "Valiente hasta el exceso, solidario, crítico original; con pensamiento propio que lo llevaba a cuestionarlo todo permanentemente. También un tipo sensible, capaz de escribir una poesía a un amigo dolido, un rato antes de salir él mismo, a jugarse la vida. El ‘Gringo’ Caretti era así: querido por sus compañeros y adorado por sus compañeras. Dejó a su querida Cecilia y a un hijo que esperaba con entusiasmo y al que no llegó a ver nacer. También nos dejó muy solos a los demás. Fue mi mejor amigo en esa época y también el de muchos otros, que sabían que podían contar siempre con su presencia".
Querido "Gringo". Estoy seguro que algún compañerito nuevo, de esos que se suman a diario con tantas energías a nuestra larga lucha por la liberación nacional, al leer estas líneas, querrá saber más sobre tu vida y tu compromiso y no me extrañaría que pusiera tu nombre a alguna agrupación que se constituya. Pero más allá de ese justo homenaje que te merecés con creces, yo sé que solamente te sentirás realizado cuando triunfemos definitivamente sobre el hambre y la explotación, logrando que todos nuestros compatriotas gocen por igual de trabajo, salud y educación, para ellos, sus familias y sus descendientes.
Con este escrito en la mano y Evita siempre en el corazón, (no te rías, adapté una frase que le sumamos a la Marchita en el ‘73 ... ¿te acordás como decía?), yo, te recuerdo con inmenso cariño y te digo que: La sangre que derramaste no será negociada, el ideal que defendiste no será traicionado y la lucha que iniciaste no será interrumpida, hasta lograr la victoria final.
¡Hasta la Victoria Siempre, Gringo!
Roberto Baschetti
Fuente: www.nacionalypopular.com
GB
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