miércoles, 29 de junio de 2011

FORJA: PATRIA PAN Y PODER AL PUEBLO.

El 29 de Junio de 1935, la Asamblea Constituyente de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (F.O.R.J.A.), consideró que: “SOMOS UNA ARGENTINA COLONIAL… QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE”.Como otra de las tantas fechas de importancia en el acontecer político de los argentinos, ésta no es debidamente recordada a nivel de las efemérides establecidas.

Aquel día, Arturo Jauretche, Gabriel del Mazo, Raúl Dellepiane, Homero Nicolás Manzione (Homero Manzi), Jorge del Río, Raúl Scalabrini Ortiz, Manuel Ortíz Pereyra, Atilio García Mellid, Guillermo y Carlos Maya, Francisco Capelli, Oscar Meana y Juan B. Fleitas, entre tantos otros, fundan un movimiento profundamente ideológico surgido de la crisis de la Unión Cívica Radical acelerado a raíz de la muerte de Hipólito Yrigoyen.

Fue un intento de recuperar el Partido para las ideas que el Caudillo había puesto en marcha en su larga carrera de conductor.F.O.R.J.A, preconizó el retorno a los principios federalistas, sus integrantes fueron hispanoamericanistas y antiimperialistas, y criticaron activamente la política del gobierno durante la llamada Década Infame por su sumisión a los intereses del capital internacional.

Arturo Jauretche en “"FORJA y la década infame" señala que "Fue una labor humilde y difícil, porque tuvimos que destruir hasta en nosotros mismos, y en primer término, el pensamiento en el que se nos había formado como al resto del país, y desvincularnos de todo medio de publicidad, de información y de acción pues ellos estaban en manos de los instrumentos de dominación, empeñados en ocultar la verdad".Agregando que el desafío de los Forjistas fue "...renunciar a todas las doctrinas y las soluciones que daban las cátedras”.

Considerando que "...era un signo evidente que por debajo de las superestructuras culturales, había ya un nuevo pensamiento en marcha, con el que no coordinaban las viejas fuerzas políticas.".Asimismo, dice "Éramos la primera manifestación de una conciencia argentina que se estaba creando con las transformaciones del país" y finaliza manifestando "Habíamos contribuido a la maduración de un pensamiento nacional que sólo esperaba el momento histórico y su conducción para manifestarse". (Fuente: www.elortiba.org – Cuadernos de la Memoria – Arturo Jauretche).Ese pensamiento nacional tiene su “momento histórico” a partir del 17 de Octubre de 1945, día, (parafraseando a Raúl Scalabrini Ortiz) de la sublevación del subsuelo de la Patria. En ese momento y cómo bien lo señalara el autor de “Historia de los Ferrocarriles Argentinos”…

“Era el cimiento básico de la nación que asomaba”.Mucho y extenso es lo que se ha escrito sobre este movimiento político, y sobre sus principales referentes, pero vale la pena traer a colación lo que Francisco José Pestanha pone de relieve en su artículo “FORJA: la conciencia nacional en marcha” (www.pensamientonacional.com.ar), cuando dice: “La profunda intuición desarrollada por los forjistas a partir del cuestionamiento al orden establecido les permitió por su parte visualizar claramente un proceso que venía acuñándose en el subsuelo material y cultural de la patria. Ello era lógico, ya que ellos mismos eran integrantes de ese subsuelo patrio, y además, de una generación que protagonizaba una profunda revolución ética y estética. Tal como lo enseña Juan W. Wally, los componentes de Forja integraron una de las progenies más brillantes de la argentina desde todas la ramas del quehacer cultural reaccionando contra un proyecto oligárquico de país que pretendía hacer la Europa en América”.Y en otro trabajo del mismo autor, titulado “FORJA enseña”, (misma fuente) manifiesta “Dos razones fundamentan la indubitable vigencia que mantiene el pensamiento forjista en estos días.

La primera, la agudeza y lucidez de un cúmulo de aportes teóricos que han logrado trascender su propia existencia como agrupamiento político (entre 1935 y 1945). La segunda, la notoria similitud existente entre aquellos tiempos históricos y los nuestros”.Y es aquí en donde debemos detenernos y preguntarnos: ¿el sometimiento al imperialismo de turno feneció? ¿los dictados imperiales han desaparecido?.No cabe dar respuesta, la misma está inmersa en la realidad no coyuntural, sino histórica, que nos ha tocado vivir desde 1955 en adelante.

Osvaldo Vergara BerticheRosario, Provincia de Santa Fe, República Argentinaculturaynacion@Argentina.comFuente: www.lagazeta.com.ar

GB

lunes, 27 de junio de 2011

Mentiras piadosas (?)











Que el torneo estaba arreglado dice Susana Viau la escriba el monopolio y repiten los coreutas magdalenianos, majulianos, lanattianos y etcs.





Y Gimnasia y Esgrima de la Plata, EQUIPO del cual nuestra presidenta es hincha y su madre es dirigenta, anda penando en la promoción, que Ríver, claro, se salva, obvio, y que Independiente dirigido por un ex Huracán club contra el cual se enfrenta (y le hace CINCO GOLES), se entrega, según el técnico Caruso Lombardi, para perjudicar al ya descendido Quilmes,( del cual el Jefe de Gabinete es vicepresidente.)



Que los árbitros coimeados, que se juega sin público para que no haya inconvenientes y el gobierno se favoresca, "imaginate disturbios a pocos días de las elecciones en Capital, noo, Cristina no se va a arriesgar", que "con público porque Cristina se gana la simpatía de los hinchas de Ríver", que es culpa del gobierno ( dice el herido gorila rivBerplatense Longobardi junto al economista y director de Poliarquía Sergio Bernstein, también herido rivBerplatense y gorila ad hoc) todo lo ocurrido ayer al término del partido.



Que la tv pública no mostró los incidentes ( lo hizo durante media hora, no durante tres horas, vale aclararlo) según María O' Donnel, Magdalena, el monopolio y La Nación y Leuco, y Goebbels el ministro de propaganda del nazismo, quien mentía, mentía porque al final algo quedaría.



Que en este país de las falacias que plantea le enemigo mediático la gente NO CONSUME: SABEN QUE ? DESAHORRA, SI NO HAY CONSUMO HAY DESAHORRO.

En síntesis, todo sirve, para esmerilar al gobierno que, desde Catamarca hasta aquí ganó las elecciones en 8 PROVINCIAS con-se-cu-tivas, incluída la derrota por 350 votos en la Chubut del vice del duhaldismo...

No, si yo ya sabía que los medios marcan la agenda y la gente es tonta.


GB


PD ESTA TODO ARREGLADO.






viernes, 24 de junio de 2011

1º de Mayo del año 1947




“La Nación no es patrimonio de los doctos ni menos de los adinerados, sino que está formada por todos. Por los ricos y por los , pobres, por los cultos y por los ignorantes. Entre todos se forma la vida diaria. Sin la ciencia y sin la inteligencia es verdad que llevaríamos una existencia primitiva, pero no es menos cierto que sin el esfuerzo muscular, sin la habilidad manual, la ciencia y la inteligencia no encontrarían, o ten­drían muy limitado, el campo de sus actividades. La cultura de los trabaja­dores modestos podrá ser deficiente, pero ellos conocen mejor que nadie las necesidades y los problemas de los núcleos más débiles.






Su experiencia suple las deficiencias de su preparación y su labor legislativa -por ajus­tada alas realidades- puede ser más útil que la de los meros teorizantes; que la de quienes de buena fe viven en un mundo ficticio; que la de quie­nes, enceguecidos por su dinero, creen que sólo son elementos dignos de consideración los que gastan o dilapidan por encima de tantos pesos al año y que quienes no alcanzan ese nivel sólo son populacho despreciable; que la de quienes ahora se asustan de que hablemos de "descamisados", olvidando que fueron ellos los que, por su egoísmo, dejaron a los obreros en camisa; que la de quienes ahora se acuerdan de llamar "trabajadores dignos" a los mismos obreros que despreciaron y explotaron.”



Juan D. Perón.



Prof GB

Doctrina.








"La solución del problema argentino está en aumentar la producción, en el orden de la producción misma, en el orden de su industrialización y aun de su comercialización. Para ello debemos ir pernsando en la encesidad de organizar nuestra riqueza, que hasta ahora está totalmente desorganziada, lo que ha dado lugar a que hasta ahora el repsente el beneficio de esa riqueza haya ido a parar a manos de cuatro monopolios, mientras los argentinos no han podido disfrutar de un mínimo de esa riqueza. Esa riqueza se ha perdido por falta de organización. ¿Y quién ha de organizar la riqueza?. ¿Los monopolios? Se habla de economía dirigida. Y yo pregunto: ¿Dónde la economía es libre? Cuando no la dirige el Estado, la dirigen los monopolios, con la única diferencia de que el Estado lo puede ahcer para repartir los beneficios de la riqueza entre los catroce millones de argentinos, mientras los monopolios lo hacen para ir engrosando los inmensos capitales de sus casas matrices, allá lejos, en el extranjero.


¿La iniciativa privada? Bienvenida, pero para producir, no para especular."


Exposición de los aspectos fundamentales del Paln Quinquenal en la Cámara de Diputados, 21 de octubre de 1946.


Prof GB

Dice el General Perón

"La oligarquía, está compuesta por dos clases de hombres: los que desde los gandes buffets internacionales manejan a los otros, que son los que con el nombre de funcionarios se hallan al frente de un gobierno-. Al decir oligarquía nos referimos a los garndes financistas que han dominado el país, porque el dueño de una fábrica que trabaja y la hace producir no constituye un peligro para el Estado, sino que el peligro lo constituyen, precisamente, los grandes consorcios.
Hoy los verdaderos productores, industriales y comerciantes, han comprendido la realidad, y estamos en guerra no solamente con esos reductos de la oligarquía, con lo que pagan y con los que gobernaban pagados por ellos; pero, afortunadamente, estamos venciendo a esas fuerzas del mal dentro de la economía argentina. Ellos publican todos los días en esos diarios, que se llaman "prensa seria", artículos que todos sabemos quién los hace y quién los paga. Esas fuerzas de la oligarquía se hallan en plena retirada, pero a nosotros no nos satisface la retirada y solamente habremos de dejar de perseguirlos cuando los hayamos aniquilado total y definitivamente."

En el acto de la firma del convenio de la industria del calzado, 11 de octubre de 1946.

Prof GB

miércoles, 22 de junio de 2011

Las Frazadas de la Fundación, en Agenda de Reflexión.



Días pasados comentaba el clima que había dejado en mi memoria emotiva el episodio de los fusilamientos en José León Suárez y la simbología del monolito a los ojos de un niño.

Posteriormente, el amigo Nando Bonatto describe los sucesos de los bombardeos a Plaza de Mayo de junio del ‘55 infiriendo como habían provocado en su alma; su “primera indignación y toma de partido”, según sus propias palabras.

Evoco ahora, otra de esas marcas indelebles que quedaron en mi memoria, cuando los mayores me contaban acerca de la destrucción de todo aquello que había generado la Fundación “Eva Perón”, movida por un odio irracional que simbolizaba el despojo de lo que tuviera como destino a los más necesitados.
Pero de toda una larga lista de objetos me impactaron particularmente: las frazadas.
Era aquello que protegía del frío a los chicos en las cerradas noches del invierno.
Eso fue lo que me dolió en el alma. Y todo porque una etiqueta aseguraba que su procedencia era de la Fundación de aquella joven mujer que suscitó tanto miedo y odio en aquella gente mezquina y despiadada, que se vio obligada a desaparecer su cadáver, previamente vejado por exigencia de su bajeza sin límites.

De esta Fundación, considerada: “un peligroso ejemplo de demagogia populista y antidemocrática”, fueron destruidos, miles y miles de: colchones - sábanas - frazadas - alfombras - cortinas - prendas de vestir - utensilios - bicicletas, pelotas de fútbol y juguetes diversos.
La depredación abarcó incluso a las unidades turístico-termales de alta montaña como Puente del Inca y Las Cuevas, donde se llegó a tirar al río Mendoza, vajilla y cristalería importada de Finlandia y Checoslovaquia. La Revolución Libertadora desalojó a los niños internos del Hogar de Termas de Reyes Evita, en Jujuy, y habilitó sus instalaciones como casino de juegos; interrumpió también la construcción en marcha de tres hogares de ancianos en Córdoba, Santa Fe y Tucumán, de un policlínico en Corrientes, y abandonó las obras del Policlínico de Niños y Lactantes de la calle Warnes, en la Capital Federal, ya muy adelantadas, y en las cuales la Fundación había invertido 400 millones de pesos).

Los trabajadores, en general, contemplaban los viajes de vacaciones como una cosa lejana, irreal, propia de gente adinerada con las que ellos nunca habían tenido contacto, es decir, característica de una clase a la que ellos no pertenecían. Imaginaban esta “aventura”, compleja y elaborada y sentían temor de no poder desenvolverse en ese medio extraño.
Estos programas de turismo social ofrecidos por la Fundación., fueron desactivados a partir de 1955.
De los cuantiosos fondos con que contaba al momento de ser intervenida (3.280.458.812,10 pesos moneda nacional en activos -que, sumando un interés anual del 4 %, ascenderían hoy a más de 1.000 millones de dólares post-convertibilidad- y 504.188.931,03 pesos moneda nacional en deudas) las autoridades golpistas jamás dieron cuenta de su destino.
A todo esto, hay que sumar su solidaridad con los países extranjeros, en situaciones de catástrofe o necesidad; tal el caso de Ecuador, España, Italia, Israel, Francia, Japón, Perú y Bolivia.
Y así y todo, la Fundación Eva Perón le dejó a la sociedad:
- 23 modernos policlínicos generales, de cirugía y maternidad, con una capacidad media de 500 camas
- Policlínico para tuberculosos
- Clínica de readaptación para niños
- Clínica para reumáticos en Termas de Reyes (Jujuy)
- Institutos para alienados
- Instituto del Quemado
- Hospitales en todo el país y servicios de urgencia modelo
- Escuela de Enfermería y Tren Sanitario. Este último, dotado de la más moderna aparatología, cumplía con la tarea de relevamiento y protección de la salud de las poblaciones más alejadas de los grandes centros urbanos.
- 3 hogares de tránsito en Capital Federal, que hallaron su réplica en el interior, además del hogar de la empleada General San Martín para mujeres sin hijos que sufrían la carencia de alojamiento definitivo.
- 1.000 escuelas
- 18 Hogares Escuelas para niños de padres sin recursos
- Ciudades Infantiles en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza
- Ciudad Estudiantil para adolescentes del interior que estudiaban en la Capital Federal,
- Ciudades Universitarias de Córdoba (para 2.000 estudiantes argentinos y 400 extranjeros) y de Mendoza.
- Campeonatos infantiles y juveniles de fútbol, ampliados luego a torneos de atletismo, natación, básquetbol, esgrima, etcétera, con un sistema que chequeaba la salud de 300.000 jóvenes por año.
- Colonias de Vacaciones en Córdoba, Mar del Plata y Buenos Aires, que trasladaban anualmente a 70.000 niños hacia esos lugares de esparcimiento.
- Pensiones a la vejez (entregadas por primera vez)
- Hogares de Ancianos con trabajos voluntariamente en forma remunerada en labores productivas adecuadas a su edad y vocación, asistencia a biblioteca y sala de música, con paseos, charlas y otras actividades de esparcimiento
- Cadena de Hogares de Tránsito
- Barrios en Saavedra y La Matanza), que proporcionaron casa propia a 25.000 familias, y otros en el interior del país.
- Plan Agrario donde operaron en el interior del país los primeros 170 tractores, 125 sembradoras, además de arados y rastras de diverso tipo, cultivadoras, juntadoras de maíz, acoplados y otros automotores que había adquirido para pequeños propietarios y colonos, con Talleres rodantes que permanentemente recorrían los campos dando auxilio mecánico a quien lo necesitara.
- Plan de trabajo rural organizado
- 181 proveedurías para apoyar el programa de abaratamiento de precios que los monopolios comerciales se negaban a acatar. En las proveedurías la gente encontraba a bajo precio los artículos de primera necesidad que por entonces los monopolios sustraían del mercado para provocar su encarecimiento.

Publicado por Unfor en 2010 en el aguante peronista[Texto gentileza de Rodolfo Parbst y la lista Conozcamos la historia]

EL IMPERIO Y EL PUEBLO.



Los ingleses ante Buenos Aires (18 al 26 de junio).El 18 de junio se reciben las primeras informaciones de encontrarse buques enemigos en las cercanías de la isla de Flores. Sobremonte no toma otra medida que una relación de los capitanes de milicias sobre el estado de caballos y monturas. Pasan seis días de nerviosa expectativa; el 24 a las cuatro y media de la tarde se avistan navíos de guerra frente a Quilmes; al anochecer, el comandante de Ensenada, capitán de navío Santiago Liniers, entrevé unos buques “alterosos y de poco guinda” que le parecen mercantes holandeses.


Esa noche el virrey celebraba una fiesta familiar epilogada con una función en la Casa de Comedias (la representación de “El sí de las niñas”, de Moratín, ha quedado clásica). Allí le entregan nuevos pliegos de Liniers rectificando que los buques no eran mercantes holandeses sino navíos de guerra ingleses, pues acaban de dispararle unos cañonazos que habría replicado con sus baterías costeras.Eran las 9 de la noche. Sobremonte se retira a la Fortaleza. Convoca a las milicias urbanas para la mañana siguiente en los cuarteles del Fijo y de Dragones, desocupados por estar los cuerpos en Montevideo. Sube a la azotea de la Fortaleza para “hacer señales a los buques corsarios a fin de que se cobijaran” (esta actitud hizo creer que estuviese en connivencia con los atacantes), ordena que el subinspector de Milicias y Tropas Regladas, Pedro Arze, con las “más aparentes” milicias cubriese el puesto de Quilmes, mientras el teniente-coronel de blandengues, Manuel Gutiérrez, con doscientos de los suyos iría a proteger a Ensenada. Y se va a dormir.Al amanecer del 25 las milicias de infantería se aglomeran en La Ranchería, cuartel del Fijo, y las de caballería en Las Catalinas, asiento de los dragones: son mil trescientos hombres en cada cuartel, fuerza ponderable si tuviese instrucción y armas.


Hacia las nueve de la mañana se presenta la escuadra inglesa, que había cambiado tiros la noche anterior en Ensenada, a la vista de la ciudad y en formación de guerra: en la Fortaleza disparan tres cañonazos en señal de alarma, lo que congrega en la plaza a considerable gente – calculada en mil quinientos entre hombres, viejos y niños – que vivan al rey y piden armas para “defender la Patria” (la patria era la ciudad en la terminología de la época). Sobremonte se muestra en los balcones, y los arenga. Por primera y única vez en su vida es aclamado; dice que “están tomadas todas las providencias”, y los invita a retirarse “a almorzar, que él vigilaría” con su catalejo.
El desembarco (25 de junio).A las 11 de la mañana del 25 los ingleses, después de recorrer la costa en busca del mejor lugar, empiezan el desembarco en Quilmes. Son veinte botes que van y vienen con soldados uniformados de rojo, cañones, caballos, arreos, pólvora, que depositan trabajosamente en la playa bajo una llovizna fría; un bañado los separa de la barranca. Desde allí un sargento de artillería española con cinco hombres y una de las piezas encargadas de las señales dispara el cañonazo de alarma, conforme a lo convenido, y permanece firme. Tal vez los ingleses creen que hay más tropas ocultas en los espinillos, pues se quedan en la playa, calados y ateridos.


Hasta el anochecer dura el desembarco de los 1.635 hombres, con sus implementos.Arze llega a mediodía a Quilmes con 400 milicianos elegidos entre los más dispuestos y mejor montados, a los que ha agregado cien blandengues, dos cañoncitos de a 4 y un obús de a 6. Toma posición en las barrancas junto al sargento del cañón y no hace nada, nada, en toda la tarde. Mirar, nada más. Los milicianos y blandengues desean cargarse al grupo de ateridos ingleses, que se va engrosando cada vez más, pero el subinspector sólo quiere obrar sobre seguro. Manda pedir refuerzos; y mientras vienen, seguirá esperando.Llega la noticia del desembarco a Buenos Aires. Sobremonte manda tocar generala a las dos y media de la tarde, y la multitud vuelve a congregarse en la plaza; los milicianos reclaman armas, pero el virrey no se atreve a armar a las milicias, dirá más tarde el cabildo en su informe. Se limita a distribuirlas, desarmadas, en compañías al mando de algunos oficiales veteranos. Sólo más tarde les dará una carabina con cuatro tiros a los de caballería.


“Se tocó la alarma general – dirá Belgrano en su Autobiografía – y conducido del honor volé a la Fortaleza, punto de reunión: allí no había orden ni concierto en cosa alguna como debía suceder en grupos de hombres ignorantes de toda disciplina y sin subordinación alguna. Allí se formaron las compañías y yo fui agregado a una de ellas, avergonzado de ignorar hasta los rudimentos más triviales de la milicia”.Sobremonte ordena que la caballería vaya al puente de Gálvez (hoy puente Pueyrredón) donde atraviesa el Riachuelo el camino del sur: son 129 hombres de a caballo, la mitad mal armados. El resto de las milicias debe concentrarse en sus cuarteles, a la espera de armas y órdenes. El virrey revista los 129 del puente, a quienes agrega un tren volante de artillería; luego vuelve a la Fortaleza a disponer se saquen los caudales para el interior, conforme a lo previsto, con una escolta de cien blandengues. Como ha cumplido su deber, se va otra vez a dormir.Combate de Quilmes (26 de junio).Todo parece una comedia. Los ingleses completan el desembarco al anochecer del 25, pero se quedan en la playa, entre el río y el bañado, empapados por la lluvia. Arze, como fascinado, no se mueve en toda la noche, no obstante que la lluvia hubiese favorecido el ataque. Al amanecer del 26, los ingleses inician lentamente el avance por la tosca húmeda y anegada: cruzan el bañado con el agua por las rodillas arrastrando los cañones. Arze se limita a mirarlos desde su altura. Los invasores se despliegan en orden de combate ante la posición de Arze (“la más bella posible” dirá uno de ellos), y solamente entonces el caballeroso subinspector rompe e1 fuego con los dos cañoncitos y el obús; los ingleses responden con sus schrapnell.Al oír los disparos, Sobremonte sube con su edecán a la azotea de la Fortaleza.


Mira con un catalejo: “los ingleses saldrán bien escarmentados”, asegura satisfecho. No habría tal: estallan los schrcpnell entre los milicianos en el momento de llegar algunos refuerzos que vienen desde el puente de Gálvez: las tropas de Arze y las recién llegadas quedan envueltas por el humo de la metralla y el sub-inspector sólo atina a ordenar retirada. Es una huída general, y Arze, que no será de los más lerdos, amonesta a los reclutas: “¡Yo ordené tocar retirada, y no desordenada fuga!”, para lamentarse a grandes voces: “¡Qué dirán las mujeres de Buenos Aires!”. Eso es el “combate de Quilmes”.Sobremonte no alcanza a distinguir con su catalejo el alcance del escarmiento. Algo pasa, pero la distancia, neblina y el humo de los cañones le impiden saber qué es. Deja la Fortaleza, va al puente de Gálvez, vuelve, torna nuevamente al puente; nadie sabe nada. Empiezan a llegar los fugitivos; el trémulo subinspector da verbalmente el parte de la derrota: “eran entre cuatro o cinco mil” los enemigos “bien disciplinados y aguerridos”; por eso debió dejarles el campo con los cañoncitos y el obús. “Antes de la oración – asegura a gritos – los tendremos en el puente". A Sobremonte no se le ocurre nada ante el peligro: ni cavar trincheras, ni distribuir a las milicias los 400.000 tiros del parque, que más tarde caerán en poder de los ingleses, ni preparar el Fuerte con sus 35 cañones de a 24. Sólo atina a destruir el puente y poner las embarcaciones amarradas en el Riachuelo en la orilla izquierda, “así los enemigos no pueden usarlas”.Después, padre y marido ejemplar, piensa en los suyos. Vuelve a la Fortaleza, hace aprontar un carruaje, que con la correspondiente escolta llevará a su esposa, hijas y futuro yerno a la seguridad de la quinta de Monte Castro (Floresta), donde se les habría de reunir el cabeza de familia “una vez agotadas las medidas que requiere el honor”. Se le ha ocurrido una idea: hacer del Fuerte, con sus 35 cañones de a 24 y su sólida construcción de ladrillo, un baluarte. Allí ordenará replegarse a los milicianos del puente, mientras él escribirá al gobernador Ruiz Huidobro, de Montevideo, para que le mande a Monte Castro, con premura, las tropas veteranas acantonadas en la Banda Oriental. Cuando lleguen aplastará a Beresford entre ellas y la Fortaleza. Ordena al coronel José Pérez Brito quedarse en la Fortaleza con “el mando de la ciudad", mientras él operaría desde el exterior.En ese momento se le acercan los oidores a preguntar noticias y qué deben hacer. Les informa la delegación del mando militar “y el político quedará en las manos V. Mercedes, que se encerrarán aquí (la Fortaleza) para hacer una rigurosa defensa”.


Los oidores se miran: ¿el marqués estará en sus cabales? “No dejamos de extrañar – dirán después de la Reconquista – que el virrey... hubiese tratado que el Tribunal se encerrase en el Fuerte para objetos tan extraños a su profesión y conocimientos”.Brito, alarmado, pregunta: “¿Qué defensa podré hacer yo en el Fuerte?”; ¡Que caigan abajo sus cimientos! responde heroico Sobremonte; “¿Y qué víveres hay para ello?”; “Pues, cuando no haya más remedio podrán hacer VV. (Brito y los oidores) una capitulación honrosa”. Y tomando la puerta: “Señores, las circunstancias apremian”.No había cobardía en Sobremonte; no la tuvo en toda su carrera, y no se le despierta ahora. Sólo está mareado: él sirve para obedecer pero no atina lo que debe mandarse. A las siete de la noche va nuevamente al puente de Gálvez, que ha sido volado. Echados cuerpo a tierra, en la ribera junto al Riachuelo, están los milicianos de la plaza, a quienes se les ha repartido algunos fusiles pero mezquinado las municiones (los ingleses se incautarán de los 400.000 tiros sin usar). Unos artilleros tienen cañoncitos de a 2. No hay más oficial superior que el asustado Arze, que no deja de infundir ánimo: “¡son muchísimos, y aguerridos los ingleses!”.


Sobremonte ordena a los milicianos que deben “replegarse a la Fortaleza”; como nadie se mueve repite la orden a su edecán, que la trasmite en voz fueite. Se levantan protestas: “¿Cómo se entiende eso de retirarse cuando no se sabe de qué color es el uniforme del enemigo?” se oye a algunos. “Nadie levante la voz – ordena el edecán –. Pena de la vida a quien no obedezca al señor Virrey”.“Acción” de Gálvez (27 de junio).En ese momento – las ocho de la noche – llegan a la otra orilla las primeras avanzadas inglesas, recibidas con fuego de fusilería por los milicianos; los cañones – manejados por veteranos – quedan mudos. Beresford detiene el avance hasta salir el sol, para ver el obstáculo que se interpone. Sobremonte, al tiempo de volver a su carruaje, ordena seguirle a los veteranos y reitera a las milicias la orden de replegarse a la Fortaleza. Hay un momento de esperanza: el virrey irá seguramente al paso Chico a cruzar el Riachuelo y tomar a los ingleses por retaguardia. No hay tal: ha terminado la jornada y el virrey se repliega a dormir a la quinta de Doma en San Telmo.Al amanecer del 27 ocurre la “acción” del puente de Gálvez. No dura una hora: algunos marineros ingleses han cruzado el Riachuelo a nado y traído las embarcaciones a la orilla derecha; los schrapnell caen sobre los milicianos que se retiran en confusión. Con las barcas los ingleses tienden rápidamente un puente y cruzan el río.


Sobremonte desde la azotea del Hospital en lo alto de San Telmo sigue “la acción” con su catalejo. De allí se irá a Monte Grande con su escolta de veteranos, mientras las milicias entran a la ciudad a cumplir la orden de “replegarse a la Fortaleza”.“Todos disgustados – escribe un testigo – tomamos la calle del bajo (Defensa) dirigiéndonos a la Real Fortaleza confusos y llenos de vergüenza, sin osar levantar la vista, y muchos llorando de pena, dejando en esa forma el paso franco a un enemigo débil”.La rendición (27 de junio de 1806).Los milicianos entran en la Fortaleza. Pérez Brito consulta con los oidores al saber la “acción” de Gálvez. Hay que rendirse, para evitar sufrimientos a la ciudad; por supuesto deben cumplirse formalidades, redactar una capitulación con “todos los honores”, etc., firmada por el virrey. Pero ir al Monte de Castro es correr el riesgo de toparse con los ingleses “que ya se vienen”. Deliberan toda la mañana los oidores con Pérez Brito y algunos vecinos; nadie sabe los trámites de una rendición. Mientras tratan de informarse, mandan un parlamentario al general inglés a pedirle “detenga su marcha hasta tener listos los preparativos de la capitulación”.


El enviado se encuentra en el camino con un oficial inglés, Ensigh Gordon, que viene en nombre de Beresford; lo acompaña a la Fortaleza y gentilmente le sirve de intérprete. ¿Cómo se hace una rendición? Afortunadamente Juan Larrea trae de su casa un libro de arte militar con un modelo de capitulación. Las formalidades han quedado salvadas: Pérez Brito copia la “capitulación” acomodándola a las circunstancias – no olvida poner lo de “todos los honores” –, la firma en nombre de la “Junta de Guerra”; Gordon la llevará a Beresford. Es la una y media de la tarde.Una hora después vuelve Gordon con el documento tan trabajosamente logrado: Beresford no quiere recibirlo “porque no es hora de capitulaciones”. Él, como vencedor, impondrá las condiciones de la rendición; pero sólo después de entregarle “los caudales del Rey y cualquier otro que hubiese de la Real Hacienda”, haciendo responsable a la “junta de guerra” si hubiesen sido ocultados.


Se miran los oficiosos capitulados: “¿Dónde están los caudales?'’. Alguien se comide a ir al Monte de Castro a pedirlos al virrey. Y ¿los “honores de guerra”?: Los concede el oficial inglés : los milicianos que están en el Fuerte, con la “junta de guerra” a la cabeza, podrán salir con banderas desplegadas y redoblar de tambores a depositar sus armas a los pies del vencedor.A las tres de la tarde los primeros ingleses entran por la calle Defensa a la plaza Mayor. Tras cruzar bajo el arco de la Recoba, a manera de arco de triunfo, forman alineados en la plaza. A las cuatro, Beresford llega a la Fortaleza. Con disgusto, los oidores y Pérez Brito han debido pasarse sin la salida “con honores” y la entrega de las armas, porque los milicianos han roto sus fusiles y se han ido sin ceremonias por la puerta trasera, llamada “de socorro”.


Fuentes:- José Maria Rosa. “Historia Argentina”, Tomo II- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar