Ayer, y hoy, el peronismo como el agua permea estructuras.
Con sus contradicciones, "sus derechas y sus izquierdas" como a los liberales les gusta definir.
Con sus emergentes, liderazgos hechos en la calle junto al Pueblo.
Pocos o ningunos en el 2003, pensaban, analizaban, creían en NK; su procentaje de votos no llegaba siquiera al obtenido por el radical Illia en el año 1963.
La Argentina post 2001, desvastada con un 60 % de pobres y dentro de este procentaje casi un 30 % de indigentes, se debatía en su tiempo agónico.
En la Ciudad de Buenos Aires, el trueque reemplazaba a la moneda en lugares de altísimo consumo de sectores medios-altos, como Parque Rivadavia o Centenario en Caballito.
El trotskysmo navegaba seguro en esos mares de lágrimas y desazón.
La violencia social claramente expresaba un capitalismo vernáculo predador, salvaje, impune, y la consigna "piquetes-cacerolas la lucha es una sola", nos mostraba además una clase obrera ausente, derrotada, a la defensiva en la coyuntura de fin de siglo.
El peronismo, una vez mas, con rostro patagónico y aires extrañamente setentistas, volvía a poner el hombro a la Patria.
Y Néstor empezó a andar desde la asunción, un 25 de mayo, fecha doblemente histórica para el peronismo, por la Revolución de 1810 y por la democracia popular recuperada en 1973.
En este verano explosivo de consumos records en cada rincón, con masas movilizadas de norte a sur disfrutando su tierra, pero con un capitalismo vernáculo fiel a sus valores individualistas aunque contenido y vigilado por un Estado, que, hace casi ocho años mas que ausente estaba desaparecido.
Con respuestas justas a cada reclamo, con demandas insatisfechas pero reconocidas; a veces llegando tarde a la necesidad para que se transforme en derecho adquirido, pero está, el justicialismo está, porque una impronta diferente en el SXXI, la de Néstor, solidaria, con cultura del trabajo, movilizada, de justicia social y castigo justo a los dictadores civiles y militares. Descubrió cómo dársela a esta Argentina todavía muy clase mediera en gran parte de su mentalidad, bajando muchas caretas, de esas conocidas, cómplices que saben disimular su idiotez y apareándose para despistar y así flotar esperando volver a dañar; brillan en las pantallas o en el éter.
Pero, Néstor, como un militante mas...
Y el movimiento obrero, y los intelectuales, y los artistas, y los profesionales, y los pibes y las pibas, (recién horneados como pan caliente llorando y militando), bancando, al Proyecto Nacional, a su Presidenta, CFK; si pareciera que el agua-mar justicialista rebrota fresca cada vez que el dolor nos golpea a la puerta.
A tres meses, a poco de andar apenas unos años, el nestornauta como dice la pintada de una pared vieja en Berazategui, aquí está y...sin olvido, queremos recordarte/lo.
Memoria, Identidad y Resistencia, porque sin la primera no habría peronismo, sin la segunda no hubieramos traído al General de vuelta con la pasión de Evita, y con la tercera el 2011 es nuestro.
GB