miércoles, 27 de noviembre de 2013
"El principal obstáculo que tenemos es el no acceso a determinados archivos"
Entrevista a la investigadora Lorena Galeano, una de las impulsoras de la causa que investiga la desaparición de trabajadores de la empresa Molinos Río de la Plata durante los años ´70. "El ejemplo de Papel Prensa alentó a los familiares", subrayó.
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Por Nahuel Placanica
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué hechos aborda la causa Molinos?
Lorena Galeano: Por el momento tenemos corroborados 20 compañeros desaparecidos que trabajaban en Molinos Río de la Plata, tanto de la planta de Avellaneda como la de Paseo Colón. También tenemos el caso de una beba apropiada en el año 1977. Iniciamos la causa hace aproximadamente seis meses, está en etapa de instrucción así que recién están llamando a quienes son querellantes y testigos de la desaparición de los compañeros para poder pasar luego a la etapa de indagatoria.
APU: ¿Cuántos son los querellantes?
LG: Son 20 compañeros desaparecidos y hasta el momento son tres las familias querellantes, se van sumando a medida que vamos reuniendo la documentación necesaria para la querella. Esto sucedió hace 37 años y no es fácil para los familiares tomar la decisión de comprometerse y responsabilizarse con esta búsqueda de justicia.
APU: ¿Ustedes están tratando de impulsarlo a través de una causa única?
LG: Si bien es una causa colectiva, lo que también se está intentando hacer es conectar con otras empresas del grupo Bunge y Born, que también tiene compañeros desaparecidos.
APU: ¿Cómo piensa el rol de empresariado y cuál es la complicidad en estas causas?
LG: La relación uno la establece a partir de la persecución que sufrieron los compañeros. No a partir del año 76, sino previo a eso. Pudimos ver los archivos del departamento de Policía Bonaerense donde estaban estos compañeros con nombre y apellido. A ellos se los acusaba de ser “trotskistas infiltrados dentro del peronismo” y que de generar “boicots dentro de la fábrica”, cosa que no era cierta.
APU: Varios compañeros desaparecidos habían denunciado maniobras de desabastecimiento e incluso violaciones a los derechos de los trabajadores…
LG: Sí, es así. Es más el último discurso que pronuncia Perón en el 74 antes de morir, justamente se hace porque había empresas como Molinos, que generaban desestabilidad e inflación y con eso, una crisis social. Los compañeros de Molinos van a ese último discurso de Perón. Según cuentan los compañeros, dentro de la planta estaban acopiados los alimentos que no sacaban a la venta.
APU: ¿Qué nos puede decir del rol del sindicato en todo esto?
LG: Lo que no puedo por el momento, por una cuestión de la causa, es dar nombres. Pero sí te puedo decir que el sindicato tenía complicidad con la entrega de los compañeros. Los militantes de la agrupación “17 de octubre” estaban enfrentados a la burocracia sindical del sindicato de aceiteros. La empresa Molinos Río de la Plata tiene una particularidad porque todos los obreros no están dentro del sindicato. Pero la planta de Avellaneda era la que le disputaba la conducción del sindicato de aceiteros.
APU: ¿Cree que pueden ser más los trabajadores desaparecidos?
LG: Son 20 compañeros comprobados. Tenemos el testimonio de uno de los compañeros que es ex obrero de Molinos que dice que el 7 de junio del año 76, en tres camiones de las fuerzas represivas, se llevan a 70 compañeros, por lo tanto el número podría elevarse a muchísimo más. Lo que pasa es que pueden no estar denunciados o pueden estar denunciados pero no como obreros de Molinos Río de la Plata, eso lo tiene que revisar la justicia.
También puedo mencionar el caso de Rubén Almaraz, él desaparece junto a su mujer. O sea que no sólo fueron en contra de los obreros, sino también de su familia y hay ex obreros que fueron presos políticos.
APU: ¿Con qué dificultades se fueron encontrando en la investigación?
LG: El problema tiene que ver más que nada con el no acceso a determinados archivos. Primero, a la empresa no se puede ingresar, no tenemos forma de ingresar. A la investigadora anterior la dejaron entrar a la empresa sólo una vez y después le cerraron las puertas desde que Molinos Río de la Plata es de Pérez Companc. Por otro lado, los del sindicato de aceiteros niegan que haya compañeros desaparecidos.
APU: Lo más llamativo es que muchas son previas al 76, como bien remarcaba.
LG: Sí, son previas al 76. Son durante las tomas de las fábricas, a través de las cuales los obreros hacían sus demandas. En el año 74 hay varios compañeros que renuncian a la empresa por recibir estas amenazas. Es muy importante también hablar de la jerarquía que estaba dentro de la empresa, los jefes de personal, los gerentes, pensá que los obreros nunca tuvieron un contacto directo con los Born, ellos tenían contactos con los gerentes, con los jefes de personales, directivos y ellos eran los que los llamaban directamente para presionarlos.
APU: ¿Todas estas empresas son de Bunge y Born?
LG: Sí. Eran en la década del 70 el grupo monopólico Bunge y Born. Hoy, por lo menos Molinos está en manos de Pérez Companc que se vende en la década del 90.
APU: En términos generales, ¿cree que se está avanzando en estas causas que vinculan al empresariado con la persecución de los trabajadores antes o después de la dictadura?
LG: Sí, nosotros lo pudimos ver, es más, creo que una de las cosas que alentó a los familiares fue el ejemplo de Papel Prensa. Si bien a las familias les gana la ansiedad, los tiempos de la justicia no son los tiempos de uno. Quiero remarcar que el Intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, declaró esta causa de interés municipal y eso es una forma de visibilizar este hecho y que también los compañeros familiares se sientan acompañaron desde el Estado.
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