lunes, 2 de septiembre de 2013
DOCUMENTOS MILITANTES.
2.3 Los responsables políticos-ideológicos y sus vinculaciones entre sí
La estructura descrita permite pensar la organización del cacerolazo de una forma vertical, que va desde la ejecución de las tareas operativas por parte de “las bases” hasta la interrelación de los responsables políticos e ideológicos de estas fundaciones a las que responden los sujetos operativos, que tienen amplias vinculaciones políticas y definen la orientación de la estrategia general.
En su mayoría, estos grupos vienen actuando en forma conjunta desde hace tiempo, aunque recién el cacerolazo surgió como un aglutinante que les permitió obtener un importante grado de masividad y aunar esfuerzos entre las corrientes más liberales y las más “duras” dentro de la derecha argentina, poniendo por encima de sus diferencias el rechazo al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como común denominador.
En líneas generales, el grupo presentado de Fundaciones liberales actúa como un bloque profundamente interrelacionado. Sus vinculaciones políticas con la oposición van especialmente por el lado de la Coalición Cívica (con dirigentes propiamente de la Coalición, como Héctor Flores y, fundamentalmente, con la diputada Patricia Bullrich, de Unión por Todos, actualmente cercana al macrismo) y del PRO, siendo de hecho el presidente de una de las fundaciones (Gerardo Bongiovanni, de Fundación Libertad) un cuadro político del partido que integra la Fundación Pensar y uno de los responsables operativos del financiamiento publicitario del cacerolazo (Aníbal Calafell) ex-concejal por el PRO y director en la Fundación Despertar, que conduce Luciano Miguens, ex presidente de la Rural y académico en la Fundación Pensar.
También Agustín Etchebarne (presidente de Libertad y Progreso) y Ricardo López Murphy (integrante de esta misma fundación) aparecen vinculados al macrismo, siendo RECREAR (el partido que liderara López Murphy) hoy una parte del PRO. Agustín Etchebarne, en tanto, no sólo fue uno de los referentes de la junta interna de RECREAR sino que además se ha desempeñado en condición de asesor en Argentina Ciudadana, la fundación del legislador PRO Rabino Bergman.
La Fundación Libertad y Progreso, como se ve, actúa como la agrupación núcleo, ampliamente vinculada con las demás (Junior Achievement, Friedrich Naumann, Despertar). De hecho, tiene firmadas alianzas estratégicas con la Fundación Despertar, con Junior Achievement, con la Sociedad Rural, con la Fundación Libertad y con la patronal agraria CARBAP, además de una alianza internacional con la Fundación Friedrich Naumann por la Libertad y con el Cato Institute.
Alianzas Nacionales de Libertad y Progreso
Asimismo, un importante grupo de estas fundaciones ya tienen una experiencia de trabajo conjunto en 2011 cuando organizaron, junto a los principales partidos de la oposición, la campaña “Soy Fiscal”, para capacitar fiscales de mesa que actúen para los candidatos opositores el día de la jornada electoral. Argentina Ciudadana (de Bergman), Fundación Fragua (de Max Gulmanelli), la Fundación Despertar (de Miguens y Escribano), Carbap, la Sociedad Rural y Foro Republicano (actual Libertad y Progreso) integraron dicha campaña.
Más atrás aún, Página12 identificó a varios de estos referentes del sector liberal como los impulsores de las marchas en defensa de las AFJP cuando el Estado decidió retomar el control de los fondos jubilatorios.
Link de la investigación: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-114375-2008-11-02.html
Libertad y Progreso funciona como un conglomerado donde, si bien predominan las corrientes liberales, tienen lugar sectores de derecha dura, entre los que vemos ejemplos como Carlos Manfroni (autor de numerosas publicaciones donde apunta directamente contra la agrupación guerrillera “Montoneros”) y los altos funcionarios de la dictadura Manuel Solanet y José María Dagnino Pastore, que desempeñaron cargos clave (Secretari de Hacienda y Ministro de Economía, respectivamente) durante la dictadura.
El ala liberal, en tanto, está representada por cuadros técnicos puramente ortodoxos, especialmente economistas, entre los que encontramos a Roberto Cachanosky, Martín Krause o Aldo Abram.
También encontramos en este sector a Eduardo Marty, uno de los dirigentes más activos en los intentos por organizar y darle orgánica a la derecha liberal argentina. Marty ha sido el impulsor, a fines de 2010, del intento de creación del Tea Party Argentino. El dato resulta interesante pues permite comprender ideológicamente a estos núcleos: al igual que en el Tea Party Estadounidense, en este grupo “pionero” a nivel local, que fracasó en la consolidación del partido en Argentina pero que se mantuvo coordinado hasta la fecha, conviven sectores de derecha más liberales con el conservadurismo más recalcitrante, teniendo el mantenimiento de los privilegios económicos de los que gozan como prioridad común.
La intención de imitar experiencias internacionales al organizar la derecha argentina es visible tanto en esta búsqueda de replicar el Tea Party como en la existencia de un movimiento de “Argentinos Indignados” desde el cual se organiza la convocatoria al cacerolazo (intento de réplica de los movimientos con nombres similares que existen en España, EEUU y otros países desarrollados).
Marty recurrió, en su intento de organizar el Tea Party Argentino, al aporte económico de la Fundación Naumann que le permitió costear un costoso evento en el cinco estrellas porteño Four Seasons Hotel, en el barrio de Retiro. Participaron de aquel primer grupo el presidente, el vicepresidente y el coordinador nacional del Partido Liberal Libertario (Gonzalo Blousson, Franco Amati y Alan Duvobe), Nicolás Márquez y Agustín Laje Arrigoni (titulares del medio “La Prensa Popular”, ver sección sobre medios), el presidente de Libertad y Progreso Agustín Etchebarne, el economista de la misma fundación Martín Krause, entre otros.
Eduardo Marty, actualmente, se expone personalmente en la organización de los cacerolazos, ofreciendo en los grupos de Facebook desde donde se convoca un número de teléfono donde llamar para pedir la provisión de afiches y material para la marcha.
Marty dirige la Fundación Junior Achievement que opera en nuestro país intentando impartir talleres para niños de escuelas públicas difundiendo los valores neoliberales y de libre mercado. En dicha fundación, trabaja además su hija Belén Marty, que integra el Cato Institute y es parte de la orgánica del Partido Liberal Libertario.
El Partido Liberal Libertario (PLL), en tanto, opera como el brazo político de estas fundaciones, mostrando una imagen más “amigable” con el público joven. Su presencia en las redes es amplia y, de hecho, está dirigido por 3 empresarios expertos en Informática (Gonzalo Blousson, Franco Amati y Juan Pablo Largente). Ha logrado visibilidad a través de diferentes consignas que le valieron repercusión mediática. Pese a que intentan presentarse con un “aspecto juvenil”, tienen una relación estrecha con las fundaciones descriptas, participando de numerosos eventos en conjunto que son organizados por los referentes del PLL junto con los principales cuadros de las fundaciones de derecha (Eduardo Marty, José Benegas, Agustín Etchebarne, entre otros) e incluso del intento de crear el Tea Party Argentino.
Asimismo, uno de los miembros organizativos de Libertad y Progreso es Luciano Bugallo, quien es señalado en Facebook como el administrador del evento de “Homenaje a Milton Friedman”, una actividad organizada por Libertad y Progreso para
Bugallo, como ya vimos, es uno de los miembros más visibles de la organización de los cacerolazos ya desde junio, administrando varias de las páginas desde donde se fijan las fechas y se difunde la convocatoria. Además de participar en Libertad y Progreso, Bugallo ha sido miembro activo en Fragua (la fundación de Max Gulmanelli, funcionario macrista que describe a Bugallo en LinkedIn como un “excelente cybermilitante”) y lidera detrás de Claudio Bargach (dirigente de la Coalición Cívica, que fue candidato a legislador porteño en 2011 acompañando la candidatura de la Senadora Nacional María Eugenia Estenssoro), la organización “REC” (Red Encuentro Ciudadano) que se dedica esencialmente a convocar a charlas con dirigentes opositores en las instalaciones de la Legislatura Porteña.
Bugallo recibe recomendaciones en su currícumum, como vimos, de Max Gulmanelli pero también de Aníbal Calafell (dirigente del PRO en Vicente López, capitán de la Armada durante la dictadura y director en la Fundación Despertar, además de ser uno de los que financian la publicidad del cacerolazo), con quien trabajaron juntos en cuestiones del sector agrario.
La Fundación Libertad y Progreso ha contado en varios de sus eventos con la participación de Héctor “Toty” Flores, dirigente de la Coalición Cívica quién ha sido Diputado Nacional por esta fuerza.
Flores también ha participado en varios eventos de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad. Pero además, ha organizado movilizaciones del movimiento social que dirige (Movimiento Humanista de Resistencia y Construcción) en conjunto con la comunidad “Argentinos Indignados”, dirigida por Jorge Sonnante y que se ha constituido en uno de los grupos más activos en la organización del cacerolazo.
3. Patrones de conducta mediáticos. Ejemplos de operaciones
3.1 El rol de los medios hegemónicos
Los dos principales grupos empresariales de medios de nuestro país -Grupo Clarín y La Nación- aparecen ampliamente vinculados a la organización de la convocatoria y a las fundaciones e instituciones involucradas.
Tanto Clarín como La Nación e incluso otros medios como Infobae o Perfil están estrechamente ligados a la Fundación Libertad y Progreso. De hecho, dos de los miembros del Consejo Académico de la Fundación (Mercedes Manfroni y Marcos Aguinis) son columnistas del diario. Mercedes Manfroni se especializa en asuntos agrarios, en tanto que Aguinis realiza análisis políticos. Otros miembros escriben artículos en el mismo diario con frecuencia (Alberto Benegas Lynch, Carlos Manfroni).
En tanto, la Fundación ha sido la fuente a partir de la cual los medios lograron elaborar de numerosas operaciones de prensa siguiendo la siguiente dinámica:
-La Fundación, aprovechando el “poder de verdad” que le otorgaría su supuesta condición técnica y apolítica, realiza informes más que críticos con el gobierno, distorsionando datos económicos y forzando interpretaciones.
-Dichos informes conllevan conclusiones con consignas fácilmente “vendibles” por los medios de derecha, como la “falta de libertades económicas”, la “baja calidad institucional”, la “manipulación del INDEC”, entre otras “denuncias” repetidas hasta el hartazgo por el periodismo opositor.
-Estas conclusiones de los informes son aprovechadas por los diarios para titular de manera impersonal con las consignas que luego, como se vio, son las más repetidas en los cacerolazos, como por ejemplo:
-“Argentina, entre los peores países en materia de libertad económica”
-”Argentina, entre los diez países con menor protección a la libertad”
-”Aseguran que a fin de año la presión fiscal superará el 42% del PBI”
-”Argentina reprobó en calidad institucional”
-”Los kelpers tienen razón”
-”Cada vez menos calidad institucional”
-Así, vemos que las mismas fundaciones que dirigen operativamente la convocatoria son las que previamente se ocupan de generar y sostener argumentalmente las consignas que repiten los manifestantes.
La difusión de los eventos donde Libertad y Progreso presenta sus informes suelen contar con la presencia de figuras destacadas de estos grupos mediáticos. Así, los constitucionalistas Sabsay y Badeni, referencia obligada de estos grupos a la hora de tildar de “anticonstitucional” cualquier propuesta del Gobierno, participan de la presentación de un reciente informe de Libertad y Progreso -que tuvo amplia repercusión mediática- donde colocan a nuestro país en uno de los peores lugares en un ranking mundial de calidad institucional, a la altura de países subdesarrollados de África.
Este ranking se presenta anualmente y cuenta, siempre, con el apoyo directo de figuras de la oposición política y mediática. En 2011, por ejemplo, los invitados al panel de presentación fueron Claudio Jacquelin -secretario de Redacción de La Nación- y el consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi.
La Fundación Libertad y Progreso, asimismo, creó hace algunas semanas un video que fue visto por alrededor de 200 mil personas en Internet y donde se sostenían y argumentaban muchas de las consignas que fueron el eje del cacerolazo en relación con la presión fiscal, el recorte a las libertades económicas y la supuesta voracidad desmedida del Estado en materia recaudatoria. Dicho video comenzó a ser difundido en las redes pero “explotó” en cantidad de reproducciones cuando fue levantado directamente por los medios hegemónicos, que se refirieron al mismo en varios artículos.
La relación entre estos medios y Libertad y Progreso ha permitido que la misma -así como sus principales voceros y referentes en cuestiones técnicas- hayan sido citados en más de cien notas periodísticas, todas con valoración negativa de la gestión del oficialismo. Esto los lleva, incluso, a redactar notas contrarias a los intereses del país como la columna escrita por Aldo Abram (director ejecutivo economista “estrella” de Libertad y Progreso, titular de la Consultora Exante) titulada “En algo, los kelpers tienen razón” donde defiende que los kelpers se rehúsen porque -textualmente- el gobierno “ahoga a las empresas (...), la libertad de expresión y prensa está continuamente en jaque con el objetivo de imponer un relato único, hay que pedirle permiso a un organismo público que decide como ahorramos”, entre otras acusaciones, y concluye que “los argentinos siquiera podemos asumirnos como ciudadanos” (http://www.clarin.com/opinion/kelpers-razon_0_682131910.html)
Asimismo, numerosos responsables operativos de las fundaciones participan personalmente de la difusión de los cacerolazos en los medios del grupo Clarín y de La Nación. Bugallo, Jorge Sonnante, Yamil Santoro, Sergio Koltan y Michael Ibarra son algunos ejemplos. Además, la Fundación Despertar -cuyo director Aníbal Calafell financia publicitariamente el evento- tiene como Vicepresidente Honorario al ex vicedirector de La Nación, José Claudio Escribano.
La presencia de estas fundaciones y sus referentes es de una altísima frecuencia en las notas de Clarín y La Nación, lo que permite convertirlas en un dispositivo clave en el armado de sus operaciones de prensa, existiendo más de 200 artículos publicados donde se las menciona como fuente.
Asimismo, vale destacar que el Diario Clarín realiza publicidad paga en Google para facilitar el acceso a links propios sobre los cacerolazos.
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