domingo, 15 de septiembre de 2013
Matías busca un hermano o una hermana.
Matías busca un hermano o una hermana. No sabe bien. Pero sabe que lo busca. Ésa es su certeza. No hace mucho que se enteró, por compañeros y amigos, que su madre estaba embarazada cuando una patota irrumpió en su casa y se la llevó para siempre. Sabe también que puede no encontrarlo nunca o que puede aparecer cualquier día de estos. Por eso lo busca con ansiedad pero también con paciencia.
Marta Elsa Bugnone y Jorge Ayastuy fueron secuestrados de su casa de calle Martín de Gainza, en el barrio porteño de Caballito, por fuerzas conjuntas, cuando recién comenzaba el 6 de diciembre de 1977. En el marco de lo que se denominó Operativo Escoba desaparecieron en dos días cientos de militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) en el que militaban. Matías tenía entonces nueve meses. Esa noche sus padres alcanzaron a pasarlo por un tapial a la casa de una vecina, que a su vez lo pasó a otra del piso de abajo. Pero a las pocas horas otras personas que se identificaron como policías de la zona fueron a buscarlo y también se lo llevaron.
Matías está seguro de que su frágil estado de salud lo salvó de ser uno más de los nietos apropiados. Eso y la rapidez con que se movió su familia biológica. Sus abuelos maternos, Enrique y Elvira, viajaron inmediatamente desde Gualeguaychú y después de buscarlo intensamente, lo encontraron el 23 de diciembre en un hogar estatal de una tal Secretaría del Menor y la Familia.
Matías se crió en Villaguay con Estela, la hermana de su mamá, y Guillermo Almeida, que biológicamente son sus tíos, pero a los que llama “mamá” y “papá”, y con cuatro primas que son sus “hermanas”.
Sus padres, Marta y Jorge, fueron vistos en los centros clandestinos de detención Club Atlético y El Banco hasta julio de 1978. Unos meses antes, a principios de ese año, ocurrió un hecho curioso por lo terrible: el jefe de la represión en Entre Ríos, Juan Carlos Trimarco, llamó a Enrique y Elvira y les entregó las llaves del departamento y del auto, pero dijo no tener datos del paradero de su hija y su yerno.
EL DATO. La familia no supo, hasta hace unos años, que Marta estaba embarazada al momento de ser secuestrada. “No sé bien por qué razones ellos habían decidido ocultar el embarazo, no informar a la familia al menos hasta que estuviera un poco más avanzado”, cuenta Matías a EL DIARIO, desde el otro lado del teléfono, en un alto de sus labores en la sede del gremio docente rosarino.
“En 2008, una compañera de militancia de ellos cuenta ante la Conadi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) que mi mamá tenía un embarazo incipiente, y ésa era una razón más que suficiente para que el grupo familiar se hiciera una extracción de sangre y se cotejaran con las muestras existentes en el Banco Nacional de Datos Genéticos. En ese momento, los análisis dieron negativo, pero en 2012 aparecieron nuevos testimonios, de gente cercana a mis viejos, que confirman que había un embarazo mucho más avanzado, de cinco o seis meses, en el momento en que ella desaparece. Eso hace que aumenten considerablemente las posibilidades de que este hermano o hermana haya nacido y que esté con vida; y entonces pusimos en marcha una nueva campaña de búsqueda”, acotó.
–¿Has podido dar con algún compañero de cautiverio que diga si llegó a dar a luz?
–Ella no fue vista embarazada en ningún centro clandestino de detención; en realidad, tampoco hay tantos testigos que la hayan visto; hay compañeros que compartieron el cautiverio con ella, pero por las condiciones en que se encontraban no pudieron verla. De todas maneras, es bastante llamativo que nadie haya sabido de su embarazo, por más que no la hayan visto, y los nuevos testimonios son de gente que estuvo con ella antes de ser secuestrada.
VOS PODÉS SER. Con los nuevos datos y la certeza de vida, Matías inició una campaña que lleva por lema “Vos podés ser quien buscamos”, que da nombre a una página de Facebook, y a través de algunos afiches y tarjetas postales con fotos de sus padres, busca llegar a personas que cumplan 35 años entre marzo y agosto de 2013, a quienes hayan sido adoptados en 1978 o a cualquier persona que tenga dudas sobre su identidad.
–¿Cómo reaccionó tu familia a toda esta masa nueva de información?
–Al principio, con mucha sorpresa; a todos nos costó elaborarlo, pensar como real esta posibilidad, es como que no caíamos. Pero el primer gran apoyo y abrazo solidario está en el entorno familiar, mi mujer e hijos, mis hermanas, mis viejos, algunos primos, primas, compañeros y amigos que tienen presente la campaña en cada circunstancia. Creo que una forma de sobrellevar todo esto es colectivizando la búsqueda, es decir, no es que yo busco un hermano o hermana, sino que hay sobrinos que buscan a su tío o tía, primos que buscan a su primo o prima, somos varios los que estamos buscando. Entonces, la estrategia es la colectivización de la búsqueda.
–¿Cuáles son las expectativas que tenés con esta búsqueda?
–Hay como un tire y afloje entre expectativas y ansiedad, diluido con la paciencia necesaria de saber que existe la posibilidad de que no lo encuentre nunca o de que puede aparecer en cualquier momento. Pero en realidad lo primero que encontré es una solidaridad increíble de miles y miles de personas que nunca me imaginé que podía llegar a pasar. Todo eso ayuda, a pesar de que es tan difícil focalizar la campaña, porque no sabemos ni sector social, ni sector geográfico, ni cultural, ni nada, no sabemos dónde buscar. Lo único que tenemos es una franja etaria según la cual entre marzo y agosto de este año mi hermano o hermana cumple 35 años. Como es tan escaso ese dato, y es tan incierta la búsqueda, de alguna manera hay que apelar a todos los recursos y a todas las posibilidades que se vayan abriendo.
Marta y Jorge
Marta Bugnone nació el 22 de abril del año 1949 en Gualeguaychú. Jorge Ayastuy, el 23 de junio de 1950 en Vedia, provincia de Buenos Aires. Se conocieron allá por 1969, en un encuentro de amigos, en la ciudad entrerriana; enseguida se enamoraron, se mudaron a Rosario y volvieron para casarse el 28 de diciembre de 1973. Durante años estuvieron vinculados con una comunidad eclesial y hacían trabajos en las villas rosarinas. Allí estaban cuando ingresaron al Partido Comunista Marxista Leninista. A fines de 1974 su casa fue atacada a balazos y ellos amenazados por la Triple A, así que decidieron irse de la ciudad. Estuvieron unos meses en Villaguay y mientras tanto continuaban vinculados al PCML, Marta en la parte estudiantil, y Jorge en inteligencia. A principios de 1977 decidieron marchar a Buenos Aires. Allí nació Matías el 2 de marzo y allí fueron secuestrados, como tantos otros militantes del PCML, en diciembre.
Mensaje
“Si cumplís 35 años entre marzo y agosto de 2013, si naciste entre 1975 y 1983, vos podés ser quien buscamos”, es el lema de la campaña. Las dudas o consultas se pueden realizar en Abuelas de Plaza de Mayo al (011) 4384-0983 o en la sede de la asociación en Rosario, en Laprida 563 - Oficina C o por teléfono al (0341) 448-4421, los días lunes, miércoles y viernes de 10 a 14.
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