domingo, 1 de septiembre de 2013

Las cuestiones de Estado y los vaivenes electorales Por Daniel Miguez politica@miradasalsur.com

La presidenta anunció el martes la reapertura del canje de deuda para el 7% restante de bonistas. La agitada semana que termina dejó lugar para múltiples lecturas en cada uno de los hechos más importantes, como los cambios en el Impuesto a las Ganancias, el proyecto para reabrir el canje de la deuda ante la ofensiva buitre, el avance para la exploración del yacimiento de Vaca Muerta y las dilatorias audiencias públicas por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Pero siempre hubo un eje en común: el Gobierno enfrentando la ofensiva cada vez más intensa del poder económico. Mientras, Sergio Massa siguió con su lógica estrategia de hacer la plancha y once gobernadores peronistas se reunieron en Corrientes, un dato que en este contexto político no pasa inadvertido. Al disponer la exención del pago del Impuesto a las Ganancias a quienes tienen sueldos menores a 15.000 pesos, el Gobierno mostró que sabe reaccionar. Es cierto también que dejaba servido en bandeja el argumento opositor de que se trataba de una decisión electoralista y que Massa, que se había apropiado fácilmente de esa bandera, también iba a instalar que el oficialismo había tomado su propuesta. El Gobierno pudo haberse ahorrado esto si hubiera hecho el anuncio antes de las PASO. Pero no menos cierto es que para los beneficiarios de las medidas –además de no pagar el impuesto, muchos empezarán a cobrar nuevamente el llamado salario familiar–, lo que verán como importante es que desde este mes tendrán más dinero en sus bolsillos. La deuda buitre. Aunque ése fue el tema que más impactó en la clase media, como siempre los asuntos más profundos tienden a ser banalizados por el conglomerado de medios opositores. La modificación en el Impuesto a las Ganancias es absolutamente insignificante comparada con el panorama que presenta la decisión de la Cámara de Apelaciones de Nueva York de darles la razón a los fondos buitre. Aunque los demandantes sean sólo una mínima porción del 7% de bonistas que no entraron en los canjes de la deuda externa de 2005 y 2010, el fallo significa un campo minado que genera incertidumbres y obliga a caminar con extremo cuidado. Eso, claro, en lo que dependa del Gobierno. Porque aunque se elija el camino correcto para que no estallen las minas, habrá también francotiradores dispuestos en las azoteas del poder. Ahora la Corte Suprema de Estados Unidos tiene que decidir si toma el caso, algo que, según los que dicen saber del tema, no podría ocurrir antes de octubre de 2014. Como toda Corte Suprema, tomará una decisión política. Si acepta el caso y falla a favor de la Argentina, no será por la Argentina, claro, sino por el antecedente que significaría para otros países europeos que deben reestructurar su deuda. Pero existe también la posibilidad de que decida no recibir la causa, con lo que la sentencia de la Cámara quedará firme a favor de los buitres. Si Argentina le paga a ese pequeño grupo estaría incumpliendo el acuerdo con el 97% de los bonistas que aceptaron el canje con quita de deuda y lo más probable es que éstos recurran de inmediato a los tribunales a exigir ellos también el 100%, es decir el valor nominal de los bonos sin quita. La Presidenta también en este caso tuvo una reacción rápida y oportuna: enviar al Congreso el proyecto para reabrir el canje, para que al menos parte de ese 7% de bonistas acepten esta vez la quita y así poder achicar aún más el porcentaje de los holdouts. Es un asunto central para el país, una cuestión de Estado como pocas. Hasta ahora la oposición, salvo excepciones, lo tomó como una mera cuestión de campaña. Y los medios opositores aprovecharon para criticar la política de desendeudamiento del kirchnerismo, cuando fue una de las acciones más brillantes de estos diez años, aun sabiendo desde siempre que existía el riesgo que emerge ahora. El juicio eterno. Y ya que estamos discurriendo sobre dinero y política, conviene mencionar aquí el nuevo capítulo que sigue difiriendo una definición judicial sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Durante dos días de audiencias públicas, los miembros de la Corte cumplieron con la formalidad de escuchar a defensores del Grupo Clarín y a defensores de la ley votada por amplia mayoría en el Congreso. Nadie dijo nada que no se supiera y menos aún que no supieran los miembros de la Corte. ¿Cómo fallará la Corte? Una posibilidad de razonamiento es actuar en función de dos hechos: que Cristina ya no será presidenta en 2015 y que Clarín va a seguir existiendo. La otra, es temerle al juicio de la historia ante el bochorno de darle la razón a un monopolio al decidir sobre una ley antimonopólica. ¿Cuándo fallará la Corte? Desde que la causa llegó a sus escritorios, en los Tribunales se especuló con que la sentencia definitiva se daría a conocer en agosto o a más tardar en septiembre. No estaba en los cálculos esta reciente convocatoria a una audiencia pública. ¿Ahora esperarán que pasen las elecciones del 27 de octubre para pronunciarse? Es probable. Las PASO dieron un indicio del resultado, pero no son el resultado final. Mientras, el Gobierno presiona por todos los micrófonos que puede para que la definición sea cuanto antes. El futuro de YPF. El crecimiento sostenido de la economía durante diez años y la política de desinversión de Repsol llevaron a la Argentina a tener que gastar cada vez más en la importación energética. El primer paso para revertir la situación fue la estatización de YPF. El segundo, buscar un socio que aportara el capital necesario para un nuevo proceso de exploración y eventual extracción de petróleo y gas. Lo encontró en la estadounidense Chevron y firmó un acuerdo más que razonable para el interés nacional. Son socios en un 50% cada parte y el control de toda la operatoria queda en manos de YPF. Comparten el riesgo de explorar sin resultados positivos. Y sólo si se llega a la extracción, Chevron pondrá enviar el 20% de sus regalías al exterior. Esta semana el acuerdo fue aprobado por la Legislatura de Neuquén, ya que en su territorio está Vaca Muerta, el yacimiento a explorar. Manifestantes del trotskismo y de la CTA opositora, encapuchados, con palos, piedras y bombas molotov, quisieron impedir que el Congreso neuquino sesionase. Se puede descreer en el sistema democrático, pero si se participa y hasta se pide “un milagro” para ser votados, después hay que aceptar las reglas del juego. Es elemental. La policía neuquina no tiene los mejores antecedentes, como quedó en evidencia con el asesinato de Carlos Fuentealba, en abril de 2007, durante el gobierno de Jorge Sobisch. Pero en este caso intentó impedir un asalto al Congreso. Los medios opositores, insistieron en poner el acento en la represión a los manifestantes, un detalle que se les pasó por alto en otras verdaderas represiones que dejaron muertos. Lo cierto es que la suerte de YPF y del abastecimiento energético de la Argentina están en gran medida atada al éxito de esta operatoria. Otra cuestión de Estado banalizada. Gobernadores en Corrientes. El viernes pasado, once gobernadores oficialistas se reunieron en Corrientes con el propósito de respaldar a Cristina y apoyar al candidato del kirchnerismo a la gobernación de esa provincia, en las elecciones del 15 de septiembre, el actual intendente de la ciudad capital, Carlos Camau Espínola. Allí estuvieron Daniel Scioli, Sergio Urribarri, Jorge Capitanich, José Alperovich, Eduardo Fellner, José Luis Gioja, Juan Manuel Urtubey, Martín Buzzi, Gildo Insfrán, Maurice Closs y Luis Beder Herrera. Pero no estuvieron solos. Los acompañaron el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, y el presidente de la Anses, Diego Bossio. Sería naïf limitar el significado de este encuentro sólo a las razones oficiales de la convocatoria. Allí había gobernadores con vocación presidencial explícita como Scioli y Urribarri. Allí hubo discursos del más encendido cristinismo, como los de Urribarri y Capitanich, y otros de tono más pejotista, aunque siempre destacando la conducción de Cristina. En general, entre los gobernadores, se aludió más al peronismo que al kirchnerismo. Con la foto de esos once gobernadores puede empezar a barajarse el futuro del proyecto kirchnerista en 2015. Las luces en Corrientes apuntaron principalmente a Scioli, pero también estaba allí Abal Medina, un funcionario de máxima confianza de Cristina. Cada vez son más las voces subterráneas –y algunas públicas– que no ven mal la posible definición de una candidatura presidencial en las PASO de 2015. Pero eso sólo ocurrirá si Cristina tiene más de un candidato. 01/09/13 Miradas al Sur

No hay comentarios:

Publicar un comentario