El Congreso del Perú aprobó el martes el adelanto de las elecciones generales para abril de 2024. Pero aún deberá pasar por una segunda votación que, además, deberá ratificar que tanto la presidenta Dina Boluarte como el actual Parlamento concluyan su mandato en julio de ese mismo año. Mientras tanto, eso ocurría, el país continua viviendo las consecuencias de la crisis política desatada por el intento de golpe de estado del ex presidente Pedro Castillo, en estado de excepción, con la violencia arreciando en las calles, y la paz que promueven las tradicionales fiestas cristianas como una quimera.
Balance trágico. Tras 10 días de protestas y disturbios en Perú a consecuencia de la destitución del Pedro Castillo por intentar disolver el Congreso en un autogolpe de estado fallido, el saldo es lamentable. El primer fallecido se registró a 4 días de la vacancia de Castillo y, desde entonces, la estadística fatal sólo ha crecido. 20 personas murieron en los enfrentamientos ocurridos entre manifestantes y las fuerzas del orden, mientras que el resto perdieron la vida en accidentes de tránsito y otras situaciones provocadas por los cortes de ruta. Además, hay cerca de 700 heridos, entre policías y civiles, muchos de ellos con lesiones graves provocadas por impacto de bala y esquirlas de granadas.
Turistas. En el Machu Pichu, que en 2021 ganó el premio a la “Atracción líder en el mundo”, cientos de turistas de todas las nacionalidades se encuentran varados como consecuencia de la crisis política que vive el Perú. Entre ellos, hay muchos latinoamericanos, sobre todo argentinos, uruguayos y chilenos. Los cortes de rutas y el servicio de trenes suspendido, así como las protestas y los atentados contra los aeropuertos, han hecho que los visitantes no puedan regresar a sus casas como tenían previsto. A la vez, el aislamiento está provocando la escasez de alimentos en la zona, lo cual complica aún más las cosas. También hay turistas varados en otras regiones del país.
Asilo. México brindó asilo político a la familia de Pedro Castillo y Perú reaccionó expulsando al embajador mexicano. El martes, el gobierno peruano le concedió un salvoconducto a Lilia Paredes Navarro, la esposa del expresidente, y a sus dos hijos, que se encontraban en la embajada mexicana en Lima. A continuación, declaró persona no grata al embajador de dicha nación, Pablo Monroy Conesa, y lo intimó para que abandonar el país en menos de 72 horas. En un comunicado oficial, la cancillería peruana informó que la medida tomada responde a "las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país (México) sobre la situación política en el Perú”. Cabe recordar que López Obrador, junto a los presidentes de Argentina, Bolivia y Colombia, emitieron un comunicado conjunto tras el frustrado intento de golpe en el cual aseguraban que Pedro Castillo “ha sido víctima de un antidemocrático hostigamiento”. Algo que generó una ola de indignación en el gobierno y el parlamento peruanos.
Foto: Protestas fuera de la Prefectura de Lima, donde se encontraba detenido Pedro Castillo tras el Intento de autogolpe de Estado de Perú, Creative Commons |
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