Por Soledad Vallejos
El hombre robusto que el domingo por la noche estaba escaleras arriba, en la entrada de la catedral de Mar del Plata, escribió: “Fueron a incendiar la iglesia. Las feministas extremas y organizaciones como hijos, Movimiento Evita, PRML y varias tiraron las rejas (no son vallas, sino rejas que rompieron), y lastimaron a varios policías y católicos que rezaban pacíficamente. Lo demás es cuento”. En Facebook, Carlos Gustavo Pampillón, que se presenta a sí mismo como “patriota argentino” y “dirigente del Fonapa” (Foro Nacional Patriótico), cifró su militancia de ayer en postear en la red social videos, fotos, declaraciones belicosas sobre las manifestantes que protestaron ante la catedral y chanzas con sus amigos de muro, que comentaban lo sucedido en Mar del Plata a causa de las “femitroskas” y “choriplaneras”. Para evidenciar el peso de su presencia en el lugar, y su papel decisivo a la hora de “resistir el intento de incendiar la catedral”, Pampillón coronó su perfil en la red social con la foto –tomada poco antes del enfrentamiento– que acompaña estas líneas. A fin de cuentas, no siempre estuvo tan acompañado públicamente en sus acciones.
En Mar del Plata, Pampillón es conocido por varias cosas: por irrumpir en sesiones del Concejo Deliberante y, luego, ser declarado por el cuerpo legislativo como persona non grata en todo el Partido de General Pueyrredón; por vandalizar el monumento de la Base Naval marplatense que señaliza que allí, durante la dictadura, funcionó un centro clandestino de detención; por atacar y, nuevamente, vandalizar el Centro de Residentes Bolivianos. Por esas aventuras, actualmente está procesado por la Justicia, que confirmó lo complicado de su situación hace sólo tres meses. En todas esas peripecias, Pampillón reivindicó su liderazgo en Fonapa, de inspiración neonazi y corazón nacionalista profundamente adscripta al integrismo católico, que, por otra parte, reivindica al carapintada Mohamed Alí Seineldín.
La geografía de Mar del Plata no limita su radio de acción. En 2013, luego de que los estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires levantaran la toma durante la cual algunos de ellos causaron destrozos en la iglesia San Ignacio, Pampillón llegó a Buenos Aires. El sábado 28 de septiembre, por la mañana, cuando en el establecimiento sólo funcionan algunos talleres de extensión estudiantil, el líder de Fonapa y algunos hombres con camperas ornadas por insignias neonazis desplegaron banderas en la entrada del Colegio. Encendieron megáfonos y cantaron letras para amedrentar a los estudiantes. Una de las chicas contó entonces: “Desde la esquina ya se escuchaba, cantaban algo como que no fuéramos más a la iglesia porque atacaban sus creencias”. Pampillón se dejó retratar sin problemas durante el episodio, y hasta repitió las consignas para una mujer que le pidió registrarlo en video cantándolas.
En la Base Naval de Mar del Plata, un monumento recuerda lo que sucedió allí durante la última dictadura. Sobre un pie que indica “aquí funcionó el centro de clandestino de detención Base Naval”, hay tres columnas, cada una con una leyenda: “memoria”, “verdad”, “justicia”. El 8 de septiembre de 2011, la agrupación de Pampillón atacó el memorial: sobre la base, escribieron con aerosol “aquí se defiende la patria”; sobre la columna que pide “memoria”, escribieron “completa”. El fiscal de Distrito Daniel Adler ordenó una investigación, que quedó a cargo del fiscal que entonces subrogaba la Fiscalía Nº 2, Pablo Larriera, quien pidió al juez Santiago Inchausti llamar a Pampillón para declaración indagatoria, por considerarlo instigador “prima facie” de la profanación. A principios de julio de este año, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata confirmó su procesamiento, sin prisión preventiva. La Justicia lo considera autor penalmente responsable por daño doblemente agravado, en un expediente que investiga ese ataque y otro cometido contra el Centro de Residentes Bolivianos, que terminó vandalizado con pintadas xenófobas. Hace sólo unas semanas, los dirigentes del Centro de Residentes Bolivianos denunciaron ante el Inadi al candidato a intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo (Cambiemos), por declaraciones xenófobas contra esa comunidad de migrantes, al tiempo que manifestaron preocupación porque el político, además, cuenta con “apoyos explícitos de Pampillón” y su a su vez tiene apoyo del “operador político” del candidato, Emiliano Giri, quien mantiene “vínculos” con el líder de Fonapa.
En octubre del año pasado, mientras el Concejo Deliberante marplatense se aprestaba a debatir la remoción de la presidenta del cuerpo, Vilma Baragiola (UCR), Pampillón irrumpió en el lugar a los gritos y asestando golpes a la barra radical. El 2 de noviembre, por unanimidad, el Concejo lo declaró persona non grata en todo el Partido de General Pueyrredón.
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