Los columnistas que construyen una nueva esperanza “anti K”
Expresan su odio al gobierno nacional y buscan personalizar en el gobernador de la Provincia la posibilidad de un cambio de época. Toda una cruzada.
Por Germán Celesia / Los medios que marcan la agenda y las líneas gruesas del análisis político dominante en la prensa, van creciendo en nivel de violencia verbal hacia el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y cada vez más desembozadamente buscan crear alternativas que impliquen un “cambio de época” afín a los intereses que defienden. Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín, habla en su artículo dominical de “la semana que vivimos en peligro”, y personaliza ese “peligro” en el vicepresidente, Amado Boudou, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, y el Secretario de Seguridad, Sergio Berni. A todos les dedica palabras destempladas. “Mariotto dejó hecho un poroto a Cobos : se dedicó a usar la pelea con Moyano para atacar a su jefe Scioli, aprovechando que estaba de viaje. La manera de hablar de Mariotto es como su presencia: tosca. Y además, obsecuente: de cada tres frases, una la dedicó a pegarle al gobernador, otra a repetir consignas y la tercera a ensalzar a Cristina, como en las propagandas de Fútbol para Todos. Es de los que cree que progresar en el Gobierno consiste básicamente en practicar la alcahuetería”, dice Roa.
“Látigo y billetera, la medicina destinada a Scioli y De la Sota”, afirma Julio Blanck. Para el columnista, “ninguno termina de someterse a Cristina en los términos que el cristinismo quisiera y eso, en el rudimentario razonamiento del poder, los coloca en la categoría de enemigos”. Allí se refiere a los fondos nacionales que Scioli necesitaría para abonar sueldos y aguinaldos en fecha. Lo curiosos es que, según Blanck, no se trata de un préstamo sino de parte de una “deuda” de 15 mil millones que mantendría el Estado nacional con el bonaerense. El origen de esa supuesta obligación no es revelado por el columnista.
Blanck desestima cualquier vinculación del gobernador con el paro de los camioneros y afirma, sin evidencia alguna que respalde su afirmación, que un “emisario” de Scioli “intercedió ante Moyano cuando todo parecía incendiarse, para que levantara el bloqueo al transporte de combustibles”.
En nota aparte, Clarín asegura: “Los ΄tuiteros K΄ hacen punta para difundir otra supuesta ΄conspiración΄(…)”. Según Clarín, “La nueva campaña propagandística y de desprestigio iniciada por ese espacio esparce desde hace varios días por la red imágenes que intentan vincular a Moyano con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y también con el Grupo Clarín, como si formaran parte de un vértice político que puso en marcha una ΄conspiración΄ que buscaría afectar a la presidenta Cristina Kirchner”. El lunes, también hablando de “conspiración” para desacreditar la postura del gobierno nacional, Eduardo Aulicino se refiere al tema: “Otra figura que incomoda es Scioli, con su resistente perfil frente a los golpes cristinistas y su imagen de posible recambio en 2015. Moyano y el gobernador son las caras más visibles del malestar presidencial, pero no los únicos”.
El análisis de Clarín coincide palabra por palabra con el de Moyano, quien habló por radio Mitre, del Grupo Clarín como TN, el medio que utilizó de marco para anunciar el paro del miércoles. “El vicegobernador me acusa de interna, ¿y él qué está haciendo en la provincia? Lo vuelve loco al gobernador, no lo deja gobernar, ¿qué es lo que está haciendo? (…) ¿Se habla de complot con Scioli? Es tan estúpido, tanta estupidez”, fueron algunas de sus expresiones.
A contrapelo de este escenario de confrontación, “Scioli sigue con el fútbol y ayer recibió al Kun y a Maradona”, dice el diario, como otros medios-eco.
Una provincia “en disputa”
En el suplemento Enfoques de la Nación, con firma de Laura di Marco, se habla de la provincia como un “territorio en disputa” entre el gobernador y el “kirchnerismo duro”, uno de los tantos motes con que la prensa hegemónica busca estigmatizar a los partidarios de la Jefa de Estado. El artículo está plagado de elucubraciones y contiene pocos elementos de existencia comprobable con facilidad. El artículo se complementa con la opinión de un grupo de politólogos que sostienen, entre otras cosas, que la disputa se debe a la buena imagen que el gobernador obtendría en las encuestas, lo que lo transformaría en un eventual desafiante a la autoridad política de la presidenta.
Fernando Laborda firma un artículo en el que parece burlarse de la “cruzada antigolpista” de la jefa de Estado que, según una dudosa interpretación histórica, tendría características “macartistas” y se centraría en Scioli, Moyano, y los medios opositores. “En el discurso oficialista no han tardado en aparecer referencias directas a una supuesta triple alianza entre Moyano, Daniel Scioli y el Grupo Clarín para que se modifique el rumbo del ΄modelo΄ y del país (…) El vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, es uno de los voceros de la embestida cristinista”, dice Laborada.
El lunes, Marcelo Veneranda anticipa que, “Scioli mantendrá su relación con Moyano” aún en caso de que no llegara la ayuda nacional solicitada a través de los medios.
Para José Picón, columnista domical de El Día, “nunca antes el kirchnerismo había llegado tan lejos en su política de erosión hacia Daniel Scioli. Ya no se trata de aprobar pedidos de informes a su gestión o criticar las políticas de seguridad: la ofensiva parece ahora haber ingresado en una segunda fase, con una mayor carga de virulencia. El Gobernador ha sido prácticamente elevado a la peligrosa categoría de enemigo del modelo K. Puede que, en ese nuevo rol en que lo ha colocado la Casa Rosada, haya momentos más o menos álgidos, pero nadie en el poder central se atrevería a sugerir que Scioli forma parte de un supuesto complot contra el gobierno nacional si no fuera porque existe una clara decisión de profundizar el proceso tendiente a esmerilar su figura”.
En El Día anuncia además que, “con la consigna de actuar con prudencia para no generar nuevas fricciones con la Casa Rosada, en el gobierno provincial han decidido reprogramar actividades de las agrupaciones políticas del sciolismo. La movida incluye básicamente a dos espacios con el que el sciolismo buscó pisar fuerte el escenario político y apuntalar el proyecto del Gobernador: la Juan Domingo y la DOS, un nombre que remite a las iniciales de Daniel Osvaldo Scioli”.
Infocielo publica, por su parte, un artículo de análisis firmado por Albino Aguirre. Allí se sostiene que la estrategia del mandatario provincial es no apartarse de una estrategia similar a la elaborada por los asesores del ex presidente norteamericano Bill Clinton. “En la idea del Ejecutivo se impone, como máxima, que la principal preocupación es la Economía. Estúpido. Y eso marca el rumbo de las acciones, y de los dichos del Gobernador. Todo lo demás forma parte de lo que, creen, pergeña el kirchnerismo para mantenerse en el Poder creando enemigos en viejos aliados. Más: en calle 6 creen que los embates contra la figura del mandatario provincial por parte del núcleo duro del kirchnerismo con despacho en la Rosada le suman más de lo que les resta. Sobre todo si el mensaje es acusarlo de traidor”.
FUENTE AGEPEBA
GB
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