Jueves 24 de Mayo de 2012 14:33
"Violencia", dijo Lanata cuando le pregunté qué quería de la nota que me habia encargado para la revista XXI, 24 hs en una patrulla bonaerense. Fui varias semanas para encontrar violencia, porque los canas eran unos gordos mamertos.
Después me encargó la investigación del crimen de Cabezas. Lo hacía con un compañero. Nos metimos hasta los huevos. Cuando le llevamos la investigación, que conducía a la policía bonaerense y entonces a Duhalde, decidió que no iba a ser publicado y me mandó a cubrir desfiles de moda y a mi compañero lo echo impunemente.
Tiempo después me pidió perdón y me dijo que había sido una operación política de su ladero de siempre, Alfieri. Pero en Critica estaba Alfieri y yo no estaba. No me quiso dar trabajo a pesar de la necesidad que tenía y de la relación que había tenido con mi viejo.
Nos vendió, había dicho mi compañero y tenía razón. Yo vi a Lanata traicionar cada una de sus ideas. Dejar dos veces cientos de personas en la calle. Vestirse de marcas en Miami. Venderse a Fontevecchia y luego al grupo Clarin. Siempre para pagar sus deudas.
El gordo es excesivo y tiene carisma. Pero no puedo creer que le den credibilidad a un hombre que ha dicho una cosa y la contraria, que con los hechos ha demostrado ser un cagón, y por eso un hijo de puta.
Al final es un fiel exponente de nuestra clase media que por un poco de guita vende hasta el apellido.
Queria compartirlo.
Muchas gracias
GB