miércoles, 16 de mayo de 2012

BIOLCATTI EL CAMPESINO.

Economía, La Provincia, Novedades|mayo 15, 2012

Los terratenientes que se oponen al revalúo inmobiliario cada vez tienen más

Mientras la valuación fiscal de los campos en la provincia de Buenos Aires permaneció inalterable durante más de una década, el valor de esas tierras se multiplicó de manera considerable. En medio de marchas a favor y en contra de la reforma tributaria, Diputados tratará este miércoles de convertir en ley un proyecto fundamental para la equidad impositiva.

La Cámara de Diputados bonaerense buscará mañana aprobar el proyecto de reforma tributaria, que ya cuenta con media sanción del Senado. La iniciativa incluye la actualización de las valuaciones fiscales rurales y un aumento del Impuesto Inmobiliario.
En este marco, se movilizarán hasta la Legislatura bonaerense militantes de distintas agrupaciones kirchneristas, entre ellas La Cámpora y el Movimiento Evita, además de sectores de la CTA, ministros provinciales y un importante grupo de intendentes, que sostienen que la ley generará “mayores recursos para la provincia”.

Como contrapartida, se lanzó también una convocatoria a una concentración en La Plata de las entidades patronales Carbap, Sociedad Rural, Federación Agraria Argentina y Coninagro, que se oponen a la sanción del paquete impositivo y que el jueves pasado provocaron desmanes y hechos de violencia cuando intentaron entrar al Senado para impedir el tratamiento de la norma.
La nueva ley impositiva contempla una serie de medidas con las que el Poder Ejecutivo estima recaudar unos 2.600 millones de pesos, de los cuales casi 1.000 millones serán girados a los municipios.
Además, en la sesión se autorizaría al Poder Ejecutivo a contraer un nuevo endeudamiento de 2.4000 millones de pesos.
Junto con la actualización fiscal de los campos, el proyecto establece aumentos en Ingresos Brutos para algunos rubros y elimina las exenciones fiscales que gozan cooperativas que en la actualidad brindan el servicio de televisión por cable y la telefonía móvil.

El ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia, Gustavo Arrieta, explicó hoy que a diferencia de los campos, “las propiedades urbanas fueron revaluadas seis veces durante los últimos 10 años”, y en las rurales “hace 15 años que no se realiza ningún tipo de revalúo”.
“Existe una inequidad impositiva y asimetrías que no se corresponden con la realidad”, dijo el funcionario y comentó que pese a haberse reunido varias veces con las entidades agropecuarias “no hemos llegado a acuerdos en este tema”.

Arrieta aclaró que “donde el valor de la tierra está muy distorsionado”, el aumento del impuesto superará el 40 por ciento, pero que “sobre un total de 17 millones de hectáreas, en 4 millones queda igual o baja”.
Los dueños de la tierra que actualmente ponen el grito en el cielo por la reforma tributaria, como lo hace Hugo Biolcati y otros dirigentes de las patronales del agro, son los mismos que multiplicaron fuertemente en la última década su poder de compra.
Mientras la valuación fiscal de los campos bonaerenses permaneció inalterable, el valor inmobiliario de esas mismas tierras se multiplicó hasta por 6,5 veces dependiendo de su uso.

Como estos valores crecieron muy por encima del valor del metro cuadrado, por ejemplo, de un departamento usado en Belgrano o Recoleta, en 10 años el propietario de un campo sojero pasó a poder adquirir más del doble de metros cuadrados en esos lujosos barrios porteños, y el dueño de un campo de cría, casi el triple.

De acuerdo a los números suministrados a por la agencia Télam, el valor de una hectárea agrícola sojera aumentó casi 5 veces en los últimos diez años.
En 2001 la unidad de superficie de un campo sojero cotizaba a U$S 3.592. Un año más tarde producto de la crisis en que casi no hubo operaciones ese valor cayó a U$S 2.692.

Pero el año siguiente, trepó a U$S 3.950, para volver a subir fuerte en 2004 a U$S 5.317. Al promediar la década, el precio de ese mismo campo no se detuvo y aumentó a U$S 6.067 para seguir en ascenso hasta U$S 9.167.
Ya en 2007 saltó a U$S 11.825 para retroceder al año siguiente U$S 10.533 pero retomar la fuerte senda alcista en 2010 y cerrar el Bicentenario en U$S 14.000. A esta altura, en mayo de 2012, esa misma hectárea cotiza a U$S 17.500.

En ese mismo periodo, el valor de un departamento usado en la zona de Belgrano y Recoleta se duplicó. En 2001, el metro cuadrado costaba U$S 1.008.

En medio de la crisis 2002, y casi sin operaciones en el mercado, cayó a U$S 600, para recuperarse y cotizar a U$S 940 un año después.
Doce meses más tarde, cotizaba a US$ 1.050; y en 2005 a U$S 1.150. Ya en 2006, se valorizó en U$S 1.350; y al año siguiente el precio estaba en U$S 1.500.

Para 2007, la unidad de superficie valía U$S 1.750; y entre 2009 y 2010 se estacionó en U$S 1.900. Este año cotiza a U$S 2.300.
Para el caso de los campos destinados a la cría de ganado, la diferencia entre los U$S 513 que costaba la hectárea en 2001 y los U$S 3.300 actuales, dan como resultado un crecimiento de 6,5 veces; es decir, mayor al de los campos sojeros.

Así, en 2001 con una hectárea sojera se compraba 3,56 metros cuadrados; y en la actualidad se pueden adquirir 7,6. En tanto, con una hectárea de cría se adquirían 0,51 metros cuadrados, y ahora 1,43.
Claramente, mientras el poder de compra de los propietarios se multiplicó en una década, sus obligaciones tributarias no siguieron la misma progresividad.

En tanto, las viviendas, cuya cotización comercial aumentó, aunque en menor proporción que los campos, fueron revaluadas por el fisco con una mayor equidad que las hectáreas rurales.

FUENTE AGEPEBA

GB

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