El cuento perverso de la Hidrovía
Aparte de la agenda cretina que impone la beligerante oposición, esta semana que
pasó fue también de intensos debates patrióticos alrededor de la perdida,
pero todavía recuperable soberanía sobre el río Paraná.
Soberanía sin medias tintas, es la consigna de much@s compatriotas para
quienes es urgente terminar con las concesiones -–como la de Menem al
consorcio belga Jean-de Nul-– que además fue incontrolada durante
un cuarto de siglo y hasta el día de hoy.
En pleno empiojamiento ético e incomunicacional de la vida política,
fogoneado por mentidiarios, telebasura y pretendidos éticos de lengua que
la van de moralistas -–y en un contexto en que a los estragos de la peste,
la justicia manipulada, el abuso empresarial, bancario y de los agrobandidos,
se suman la creciente violencia opositora de corte fascista y sus mitologías
idiotas–- el drama fundamental de este país es el hambre que padecen
millones de compatriotas.
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