memoria identidad y resistencia

Haroldo Conti

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42 años pasaron desde que una patota militar arrancó de su casa a Haroldo, uno de los escritores más claros de la literatura argentina y latinoamericana y también uno de los más comprometidos. "Soy escritor solamente cuando escribo, el resto del tiempo me pierdo entre la gente", se definía. Para muchos, él y sus personajes -Orestes, el Boga, el Príncipe, para mencionar solo algunos...- siguen tan presentes como siempre. Y quizás cada vez mas; como una compañía, como una brújula, como nuestras raíces. La sudestada del fin de semana pasado y la cercanía del aniversario de su desaparición nos hacen recordarlo y volver a disfrutarlo, en un viaje que continúa. "Uno elige, me quedaré hasta que pueda y Dios verá", le escribió a García Márquez en tiempos de clandestinidades y genocidio, cuando el neoliberalismo desgarraba la Patria y se llevaba a sus mejores hombres y mujeres. Su máquina de escribir era su trinchera: "Este es mi lugar de lucha y de aquí no me moverán", dejó escrito en Latín. Y así fue.

Haroldo Conti, PRESENTE.
(25/05/1925-04/05/1976)

"El Príncipe aludió luego a la naturaleza errante de aquel oficio tan distinto de casi todos los otros, generalmente de asiento, y con todo tan acordado con la sustancia del hombre, que es un viajero sobre la Tierra, en perpetuo tránsito, por cuanto errare humanum est y esta vida es un vallecido de lágrimas que se transcurre a los pedos. Aplausos y llantos".

Extracto de "Mascaró, el Cazador Americano", su último novela.