Pirulo de tapa
La intervención de las potencias occidentales en Libia, en 2011, contra el gobierno de Muammar Khadaffi desató una sangrienta guerra que aún continúa seis años después. Ahora hay un grupo de inversores británicos interesados en desarrollar el turismo en el convulsionado país. El conservador ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Jhonson, declaró ayer que por sus playas, la ciudad libia de Sirte “tiene el potencial para convertirse en la próxima Dubai, lo único que tienen que hacer es retirar los cadáveres”.
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