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01/12/2020 Hola, ¿cómo estás? Espero que todo lo bien que te lo permita el 2020. Poco puedo decir de la despedida de Diego que ya no haya escrito Zequi. Así que vamos a lo nuestro con una certeza incomprensible: hoy arrancó diciembre. El riesgo del Teorema VernetMario Negri, Cristian Ritondo y Maximiliano Ferraro habían pedido un apartamiento del reglamento en labor parlamentaria para tratar la ley de etiquetado frontal. “Creímos que no lo iban a aceptar, lo hicimos para extender la sesión”, le confesó a #OffTheRecord un diputado del PRO que recordaba la humorada de Silvia Lospennato: “Nos van a acusar de filibusteros”. El objetivo deliberado de JxC fue intentar hacer caer la sesión para no tratar la quita de coparticipación a CABA; poco objetable desde el punto de vista de la estrategia parlamentaria. Especular con una ley tan importante para el electorado que dicen representar merece una mayor atención. El fracaso de la gestión opositora generó recelos internos. “Los jujeños ya votan todo con el gobierno”, se quejó un radical a las 2.31 de la mañana. Se cumplía el Teorema de Vernet: “Perder no es grave. El problema es la cara de bol... que te queda”. La horizontalidad producto de la falta de conducción de Mauricio Macri encuentra estos cauces. Los problemas de la democracia. No es la principal preocupación que tiene el ex Presidente. El acuerdo que dejó trascender estaría dispuesto a evaluar con los libertarios tiene un objetivo central: tabicar el fugaducto de votos que, según estudios, podrían derivar desde los votantes de sectores altos y medios bajos del macrismo hacia los posibles candidatos José Luis Espert o Javier Milei. Mientras tanto, Eduardo Caminal, candidato de Rogelio Frigerio en Entre Ríos, aplastó 78-22 a Roberto Niez, apadrinado por Patricia Bullrich con poco entusiasmo. Niez tuvo un papel más gravitante del que su nombre lo indica para el gran público: fue quien convenció a Elisa Carrió de que el entonces ministro del Interior tenía sus estímulos puestos en el peronismo y hacía campaña para Enrique Cresto lo que generó, tiempo después, una ruptura pública de Lilita con uno de los representantes del ala política. Había sido el propio Frigerio quien lo había puesto a Niez en la Represa de Salto Grande en Concordia con un sueldo de diez mil dólares por mes. Parece que no alcanzaba. El peronismo también tuvo su test electoral, pero no una interna sino el intento -finalmente exitoso- de reelección de Juan Manuel Llamosas en Río Cuarto. Como Marcos Juárez para Cambiemos, esta era una instancia gravitante para ver el funcionamiento electoral de ese artefacto tan complejo que es el Frente de Todos. El triunfo oficialista contó con la presencia del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Interior y Obras Públicas, Eduardo “Wado” de Pedro y Gabriel Katopodis respectivamente. Una buena noticia que el peronismo necesitaba luego del espectáculo montado alrededor de la despedida de Diego Armando Maradona. Al pecado original de no advertirle a la familia que las condiciones para un funeral de Estado las ponía el anfitrión, se le sumaron el deslinde de responsabilidades en los representantes civiles del conflicto y la orden de Seguridad de cortar un acceso cuando la viralización de la información sobre el horario de cierre se hizo imparable. A esto se le agregó una represión injustificada, pero habitual de una Policía de la Ciudad que no logra mostrar el profesionalismo que los funcionarios porteños aseguran que tiene. La muerte de Diego recorrió el mundo y llegó a la tapa de los medios más importantes a nivel global, entre ellos The Guardian que lo homenajeó con más de la mitad de su portada. Debajo de su foto, un título recordaba que la economía de Gran Bretaña sufre la peor caída en 300 años. El coronavirus le provocó un lío al Reino Unido sólo comparable a la piña que se pegaron después de la Revolución Industrial, pero para nuestros parroquianos la responsabilidad es sólo del Presidente. Alberto Fernández, por su parte, tuvo dos encuentros cuya repercusión fue mucho menor que la toma de los campos de los Etchevehere, pero más gravitante en materia de inversiones. Por un lado, y luego de la recomendación del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), el Estado extendió la concesión de Aeropuertos Argentina 2000 hasta 2038 lo que significarán inversiones por USD 2.500 millones de los cuales USD 1.400 se desembolsarán en los primeros siete años según le explicó el CEO de la compañía, Daniel Ketchibachian, a #OffTheRecord. ¿En qué consiste la extensión de la concesión y por qué hacer esta operación en un momento tan delicado de la industria? Este momento, tan delicado para nosotros y para la industria, fue lo que nos motivó a buscar soluciones. Sabemos cómo está el Estado argentino y no hubiésemos pretendido apoyos o subsidios sino que nos pusimos a pensar cómo podemos hacer para acelerar la salida de la crisis. Habíamos cumplido las inversiones establecidas y teníamos una serie de años por delante en los cuales si no invertíamos íbamos a entrar en un espiral muy negativo. Entonces aprovechando una cláusula que está en el contrato de concesión se sugiere esa prórroga al organismo regulador y esos años nos ayudan a refinanciar nuestras deudas, armarnos mejor financieramente y a poder entrar en un plan de inversiones que consideren los años que tenemos por delante para poder hacer el repago de esas inversiones. ¿Creen que es un buen momento para invertir aún con la incertidumbre de la pandemia? Creemos que sí, porque es un momento de baja actividad. Si nosotros planificamos inversiones en los próximos años con mayor intensidad, la salida de la pandemia va a ser mucho más veloz. Cuando el mercado retome actividad vamos a estar mucho mejor preparados en materia de infraestructura, por eso creemos que es un buen momento para invertir. Por otro lado, se puso en marcha el Plan Gas. El gobierno atiende la demanda al consumo residencial, Pymes y comercios que reciben el gas de distribuidoras -no así las grandes empresas que compran gas en el mercado mayorista- y subsidia el componente de la factura que es el precio del gas. Como el precio que se necesita para reactivar la inversión es alrededor de 3,5 dólares, y el Ejecutivo no lo puede trasladar a tarifas, va a subsidiar el 30% de ese número y le asegura a las empresas que durante cuatro años le garantiza ese monto en dólares al tipo de cambio oficial para que las compañías puedan hacer el flujo de fondos y proyectar a través de una suerte de seguro de precios. Esto va a permitir producir gas localmente e importar menos, pero tiene un riesgo evidente: si el Estado no toca tarifas y la moneda se sigue depreciando, el nivel de subsidios aumenta porque la demanda no va a pagar USD 2,3 -de aquellos USD 3,5- sino menos de dos y el Estado va a tener que compensar casi 1,5. Entonces, si bien el Plan Gas garantiza no trasladar todo el costo a la demanda, eso no implica que no tenga que haber aumentos de tarifas. En un año electoral, sólo mencionarlo es nitroglicerina. Justicia perseguirás“¿Por qué Casación iba a absorber el costo de voltear la causa cuando puede ocurrir o por Corte o por el propio Tribunal Oral en un juicio imposible de realizarse?”. La pregunta de alguien que comprende las señales de los Tribunales tiene sentido. La cantidad de imputados, hechos y pruebas llevaría de 10 a 12 años -sin contar el ejército de abogados de cada uno- y no hay registro alguno de un proceso de esas características. El punto más relevante del fallo de Casación es que reiteran algo básico: en la ley está previsto que el testimonio no sirve por sí solo para dictar una condena. Cuando se cruza eso con la instrucción de la causa parece ser una llave para que quien tenga ganas la haga volar por los aires en el futuro mediato: Bonadio no tiene cerradas las confirmaciones de los arrepentidos en base a prueba material externa sino que fue acomodando esos indicios conforme le aparecían los testimonios. Nadie da certezas del procedimiento alternativo que utilizó el fallecido juez que, por otro lado, jamás investigó la contabilidad de las empresas y, por lo tanto, no está acreditado cómo se estructuraban los pagos y cómo se hacía la contabilidad paralela. Quien también tuvo buenas noticias ayer fue el juez Sebastián Casanello: el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 condenó este viernes a tres años de prisión condicional a los dos testigos falsos que dijeron haber visto al juez federal en la Quinta de Olivos. Los jueces le dan una suerte de recomendación al juez y el fiscal de instrucción para que avancen en la determinación de las responsabilidades de quienes les ordenaron mentir a Gabriel Corizzo y Carlos Scozzino. La operación de inteligencia contra Casanello tuvo como camaradas de ruta a (casi) todas las vacas sagradas del periodismo argentino e importantes figuras de la oposición como la diputada Graciela Ocaña. “Este tipo de conductas, amplificada por la concurrencia de los eventuales interesados a los medios de prensa afectan especialmente a las instituciones de la República, máxime cuando, como en el caso, pretenden instalar a partir de un embuste un sentimiento de sospecha acerca del funcionamiento de los poderes públicos, socavando la confianza de la comunidad toda acerca de un factor trascendental como es la probidad de los miembros que los conforman. En el caso, de un juez federal cuya competencia y austera rectitud intentó ser puesta en duda con la finalidad espuria antes detallada”, describe el fallo firmado por los magistrados. Tres empanadas para ilusionarseSi no contamos el anuncio del acuerdo con los acreedores, que técnicamente fue un acuerdo entre privados, el de ayer fue el día más exitoso en la política exterior del gobierno de Alberto Fernández desde su asunción hace casi un año. En la misma jornada, el presidente argentino se comunicó y mantuvo largas conversaciones con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, y con su par estadounidense, Joseph Biden. Si bien ambas conversaciones no aparecen vinculadas directamente entre sí, hay un hilo conductor común además del eficiente y silencioso trabajo de la cancillería comandada por Felipe Solá y los embajadores Daniel Scioli y Jorge Argüello. La derrota de Donald Trump abrió una oportunidad interesante para el país. En sus tres relaciones bilaterales más importantes, Argentina puede estar más cerca de sus socios que lo que ellos se encuentran entre sí. El mérito, dudoso pero trabajado, es del gobierno de Bolsonaro, que se encargó de trazar grietas innecesarias con la administración china -a la que acusó por la pandemia y cuestionó abiertamente por el manejo de datos de las redes de comunicación- e, insólitamente, con Biden, donde el mandatario brasileño fue el único en el mundo en hacerse eco de las absurdas acusaciones de fraude electoral. Entre Estados Unidos y China, el enfrentamiento es estructural. La inédita situación aumenta las chances de éxito de una política exterior autónoma, que permita reducir vulnerabilidades existentes. La conversación con ambos presidentes giró sobre las agendas de trabajo comunes y se realizó en un tono cordial. Los reclamos en relación a la Amazonía por parte de Alberto Fernández y a la burocracia del Mercosur, de parte de Bolsonaro, dejaron en claro, sin embargo, las profundas diferencias de prioridades que habrá que acomodar para reconducir de manera exitosa la relación más importante que tiene el país. A favor de la Argentina, la relación es valorada por una parte abrumadora del establishment político brasileño, incluyendo a los militares, mientras Bolsonaro debe recalcular sus relaciones ahora que no tendrá un hermano mayor en Washington. Con Biden, las coincidencias fueron amplias en cuanto a la necesidad de reconstruir el multilateralismo institucional internacional y hay un interés de los Estados Unidos en contribuir, al menos en alguna medida, con la estabilidad regional, para la cual sería significativo un apoyo frente a las autoridades del Fondo Monetario Internacional. Claro que las primeras coincidencias de principio no significan, por sí mismas, nada. En cinco días habrá unas muy cuestionadas elecciones legislativas en Venezuela, que podrían dejar las posiciones de Argentina y el gobierno electo demócrata de lados opuestos. La ruptura del eje Washington-Brasilia, las victorias progresistas en las elecciones presidenciales de Bolivia y constituyentes de Chile, sumada a la pérdida de popularidad de los gobiernos de Ecuador y Colombia son todos factores que pesan para un país que aparecía encorsetado por sus vecinos y hoy puede respirar mejor. El futuro muestra grandes potenciales, pero también el desafío de poder aprovecharlos. Bonus track
Antes del libro, te quiero recordar que –producto de la situación global y del rubro en particular, pero también del ethos de Cenital– abrimos la posibilidad de que seas parte del proyecto a través del sistema de apoyo económico para poder seguir creciendo. Esta semana estaremos entregando nuevas becas para estudiar idiomas en el CUI y otros beneficios para la comunidad. La recomendación de hoy es Mi libro enterrado de Mauro Libertella. Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio. Iván | |||
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