En síntesis, la batalla política/comunicacional en la Legislatura bonaerense de PBA la ganaron solo 200 personas. Ellos son el 6% de los constribuyentes: son propietarios de campos de más de 2.000 hectáreas. Algunos nombres: Bullrich, Bunge y Born, Pueyrredón, Fortabat, Anchorena, Larreta, Pereyra Iraola, Gómez Alzaga y Werthein.
Por Álvaro Erices
Esto no fue una batalla política de recinto solamente. El antiperonismo desenfundó toda su artillería multimediática para confundir a la ciudadanía e instalar el “feroz impuestazo de Kicillof”, agitando fantasmas, generando temores referidos al “75% de aumento impositivo”, cuando en realidad el 94% de los contribuyentes no pagarían más de 7.590 pesos al año (incluso con el beneficio de hacerlo en 5 cuotas). Cabe mencionar que el 50% de este grupo solo pagaría un máximo de 1.000 pesos anuales. Asimismo, 1.574 personas pagarían de 0 a 500 pesos al año. En realidad, el mentado impuesto del 75% se compone de un 20% propuesto por el nuevo gobierno de la PBA y de un 55% de inflación anual que dejó el macrismo.
Es el momento preciso para que la conducción estratégica del peronismo elabore una política comunicacional efectiva que le ponga freno al leviatán massmediático que tenemos en frente. Mediante una táctica bien aplicada por los cuadros auxiliares que, por un lado, eviten el desgaste comunicacional de Axel y Alberto, y por el otro, implementen un modo de explicar de forma simple y de cara a la ciudadanía los puntos más importantes de las acciones de gobierno.
Es preciso ejercer una táctica que proteja el contenido solidario de las leyes que se envíen a los recintos legislativos para evitar las tergiversaciones y que gran porcentaje de la militancia o fuerza propia o simpatizantes del peronismo puedan salir a defender discursivamente a los desprevenidos y malintencionados que mienten sin verguenza alguna.
En síntesis, la batalla política/comunicacional del viernes 27 de diciembre de 2019 en la PBA la ganaron solo 200 personas. Ellos son el 6% propietario de terrenos de más de 2.000 hectáreas. Lo reprochable es que fue gracias a la acción de políticos que supuestamente están en la legislatura bonaerense “representando” a millones que los votaron.
La propuesta de la ley enviada por Kicillof era muy simple: descuento del 20% para los que paguen en una cuota (de acuerdo al 55% de inflación anual). El mentado “impuestazo” del 75% sería obligatorio si decidieran abonarlo en 5 cuotas.
El impuesto inmobiliario no es sustancial en términos de recaudación para la PBA. Es el 4% de la totalidad de ingresos de la Provincia, pero es un impuesto progresivo, característica que el nuevo gobierno bonaerense acentuó levemente para ir en línea con el gobierno nacional: no cargar sobre las espaldas de los que menos tienen un esfuerzo que no pueden hacer.
En términos gramscianos, esto es un problema de hegemonía y también de sentido común: el adversario avanza cuando logra instalar en la mente de la ciudadanía intereses que no le corresponden y ésta los defiende como propios. ¿Qué tienen que ver las clases medias en todo esto? Nada, absolutamente nada. El 6% bonaerense rural, los 200 dueños de los campos más rentables y grandes,ganaron esta vez, pero no de forma permanente.
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