lunes, 25 de julio de 2016

Por los pasillos del Palacio de Tribunales la nueva Casación porteña lleva la carga de ser estigmatizada como la 'Cámara K' y es vista como un lugar de castigo donde el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, envía a los empleados con los que mantiene un enfrentamiento ideológico o personal.
El tribunal de alzada lleva más de un año de funcionamiento pero es discriminado por Lorenzetti. Para "deszaffaronizar" a la corte, envía allí a aquellos con quienes está enfrentado ideológicamente.
DE TIEMPOAR.COM.AR

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