Por los pasillos del Palacio de Tribunales la nueva Casación porteña lleva la carga de ser estigmatizada como la 'Cámara K' y es vista como un lugar de castigo donde el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, envía a los empleados con los que mantiene un enfrentamiento ideológico o personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario