EL FALSO INFORME BALISTICO PARA ACUSAR A MARCELO MALLO
Los peritos bajo sospecha
La Justicia Federal de San Isidro ordenó ayer que se investigue a los peritos del Sistema Automatizado de Identificación Balística (SAIB) de la Policía Federal que en una primera prueba balística –luego refutada– determinaron que la pistola secuestrada a Marcelo Mallo y que pertenecía a Leandro Giso había sido usada en 2008 en los homicidios de Unicenter, donde fueron asesinados los colombianos Jorge Alexander Quintero Gartner y Héctor Edilson Duke Ceballos como parte de una disputa entre carteles de droga. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó la libertad de Mallo, que fue el organizador de Hinchadas Unidas Argentinas, quien no será excarcelado hasta que se determine si tiene otras causas pendientes, en tanto Giso recuperó la libertad desde el penal de Ezeiza luego de que se dictara su falta de mérito, según informó su abogado Damián Odette.
El fallido informe de la Policía Federal –como adelantó Página/12– había establecido que los narcos colombianos fueron ejecutados con una pistola Tanfoglio calibre 40 perteneciente a Giso, un empleado público que luego se la entregó para vendérsela a Mallo, ex miembro de una agrupación quilmeña a la que se vinculaba con el ex jefe de gabinete Aníbal Fernández. Por el supuesto vínculo de esa pistola con el doble crimen fue detenido primero Mallo y luego su amigo Giso, quien se entregó dos semanas atrás en un estudio de TV luego de permanecer prófugo desde fines de junio. Sin embargo, una nueva pericia realizada por las policías Federal, Bonaerense y Metropolitana junto con peritos de parte determinó que las vainas y los plomos recogidos en el centro de compras y en los cuerpos de las víctimas no coinciden con los de ese arma.
La historia comenzó con un informe de la Bonaerense durante la fuga de los hermanos Lanatta y Martín Schillaci del penal de General Alvear. Los policías dijeron que los prófugos habían estado en la casa de Mallo después del tiroteo en Ranchos. Quienes supervisaban la investigación de la fuga eran el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y su par de la Nación, Patricia Bullrich. El fiscal a cargo de ese expediente, Mariano Sibuet, ordenó allanar la casa de Mallo el 3 de enero y no encontró nada relacionado con los prófugos. Se incautaron teléfonos, computadoras y un arma: la Tanfoglio calibre 40. La pistola se mandó a peritar y dio negativo: no se usó en el tiroteo de Ranchos.
Como la Tanfoglio es un arma poco usual, el fiscal acordó con la Policía Científica de la Bonaerense que se realizara un cotejo en la Federal, la fuerza que maneja el SAIB y que tiene un archivo de proyectiles o vainas que se usaron en delitos graves. Lo asombroso es que después de un primer dictamen, la Federal hizo un segundo peritaje con la misma arma. Se hicieron doce disparos y, según el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, volvió a haber coincidencia con el arma usada en Unicenter. Todo indica que la Federal no se quiso desdecir y que Ferrari se ató de tan débil elemento para acusar públicamente a Mallo.
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