Las máximas de Morón
En el acto de la militancia realizado ayer en Morón, Máximo Kirchner fue directo en sus críticas a Macrì y Rodríguez Larreta, y en forma indirecta pero clara también cuestionó a los principales socios en el FdT. Llegó a decir que el país fue puesto de rodillas y anunció las tres flexibilizaciones que le reclamarán: laboral, impositiva y ambiental, a las que se opuso. Esas son algunas de sus definiciones más nítidas:
- Cuando Macrì lo maltrata, Rodríguez Larreta baja la mirada, se la agarra con los pibes y manda la policía a sus casas. Los acusan de inflexibles e intransigentes, igual que a los trabajadores del neumático. En contra de quienes proponían cárcel o bala elogió la solución negociada de ese conflicto. «Con Macrì tenías que ser inflexible para que no nos endeude, no con los pibes de 16 años que luchan por sus ideas».
- Pero a las cerealeras, que pusieron de rodillas al país, hubo que darles otro dólar para que liquiden. Las cerealeras no son intransigentes ni inflexibles, no va la policía a verlos. Hay que darles un privilegio.
- La distribución del ingreso que era de 51 a 49% en favor de los trabajadores en 2015, hoy es 60 a 40% en contra. Esos diez puntos que desaparecieron de la mesa de los argentinos les dan un poder que utilizan para extorsionar y poner de rodillas al Estado. ¿Cómo piensan que termina esto?
- Es posible el regreso al gobierno de Lula, después de 20 años de su primera elección y pese a todo lo que le han hecho, porque tiene convicciones, sabe qué quiere, para qué ser Presidente.
- De la antipolítica no vendrá nada bueno. Si todo es una mierda, hay que cambiarla. No nos conformamos con que el mundo sea de una manera, aspiramos a transformarlo y a nosotros mismos, ser mejores en serio.
- Además de la derecha de los CEOs, que demostró no ser eficiente ni democrática, fustigó al discurso de la moderación y reclamó decisiones a favor de la gente.
- Cuando hay trabajadores formales por debajo de la línea de la pobreza, la solución no puede ser más violencia y odio.
Ya en el final, dijo que «no puede ser visto como un drama cuando nosotros planteamos y nosotras planteamos cuestiones que, entendemos, no funcionan bien de nuestro gobierno. ¿Cuándo fue el día que nuestro gobierno entró a desconfiar de Cristina, de nosotros, de nosotras, cuando reclamamos para que nuestro país esté mejor? No puede ser, muchas veces que esas cosas hayan sucedido. Queremos lo mejor para la patria. Queremos más viviendas, más hospitales, más maestras y maestros y también más estudiantes. Más escuelas. Queremos debatir y discutir donde digan. No queremos estar esperando en cuál próxima unidad básica va a estallar una bomba. No quiero estar pensando cuando vengo a un acto si alguien va a hacer algo que no tiene que hacer. Esa Argentina se tiene que acabar. Esa Argentina no es buena para nadie. No es necesario insultar y denigrar a nadie. Es necesario proponer y debatir».
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