Macri dice que quiere ser Presidente pero a su vez reconoció que no puede con su cargo de intendente de la Capital Federal
“Señora Presidenta, hágase cargo de la ciudad”. Un ¿fallido, como apuntó la twittera La Pipi de Caseros? El convocó a todos los legisladores para que lo apoyen, cuando éstos en realidad deberían proponer un juicio político al alcalde, por ineptitud sublime.
Por Víctor Ego Ducrot /
Lo más peligroso no es que Mauricio Macri pretenda ocupar el liderazgo de la derecha argentina. Lo más peligroso es que no está capacitado ni para eso. Alguien le preparó un discurso ante la Legislatura con ciertos ingredientes teóricos de esa derecha que insiste en la matriz más profunda del modelo neoliberal: en nombre del federalismo y la descentralización administrativa apunta a la licuación del Estado Nacional; no lo dicen pero el proyecto se propone recuperar los espacios de poder político perdidos desde el 2003 a la fecha, para volver al ataque con eso de reemplazar a las instituciones de la Constitución por “el mercado”.
Sin embargo, la derecha está en un problema: las severas dificultades intelectuales que atraviesan a Mauricio, las mismas que le quitan el sueño a los estrategas de la corporación mediática, que ya no sabe que inventar para mantenerlo blindado, para ocultar su desaguisados e ilegalidades, para mantenerlo en pie como triste “esperanza blanca”.
Había exigido los subtes. Aumentó las tarifas y ayer dijo que no los quiere. Hoy pide tener a su cargo la seguridad de la Capital Federal pero en cada uno de los casos notorios que la Policía Metropolitana debió intervenir, sus funcionarios dijeron que “no estaba preparada”. Sostiene que hay que dedicarse a gobernar pero a cuatro meses de la últimas elecciones nacionales abre su campaña para la presidencia de la República.
Macri vive en cortocircuito. Cada vez que tiene que trabajar unos pocos días seguidos sin vacaciones en el medio – el senador nacional Anibal Fernández debe tener razón cuando dice que el problema del intendente es su vagancia-, se desliza hacia rincones del discurso que los políticos prefieran ver de lejos: el acto fallido.
Las intervenciones de la ciudadanía a través de las redes sociales suelen aportar, y mucho, al flujo informativo. Hoy, minutos después del discurso de Macri la twittera La Pipi de Caseros publicó lo siguiente: “Señora Presidenta, hágase cargo de la ciudad” dijo #Macri en un ¿fallido? #UnMilagroParaMauri >>> http://pic.twitter.com/K37pRVw5.
¿Macri quiere ser presidente pero tiene miedo de seguir siendo intendente? Durante su alocución se lo notó nervioso, ni siquiera podía manejar ese aire de desentendido que los que nunca trabajaron adoptan cuando tienen que hablar en público. Parecía un estudiante de pocos atributos ante una mesa examinadora.
Pero atención que Macri no piensa; ni siquiera lo hacen sus funcionarios ni colaboradores visibles. Sería muy útil para salud de la República que la sociedad pueda conocer quiénes le dan libreto; un libreto que esta vez apeló, como era de esperar, a la manipulación de la tragedia pública como vector de operación política. Se trata de un recurso explícito en todos los manuales sobre acciones encubiertas.
Quizá sea oportuno alertar que las usinas rabiosamente opositoras al gobierno nacional pueden estar pensando en provocar cualquier hecho trágico, doloroso para ser utilizado desde sus designios estratégicos. Y Macri, para eso sí puede serles útil; en su descargo, aunque resulte difícil, él hasta puede no enterarse de nada.
Así son el intendente de la Capital Federal y quienes le soplan al oído mientras lo protegen desde los medios concentrados.
GB
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