Por José Cornejo I El autor se pregunta porqué los radicales
fueron la única fuerza política expulsada de Plaza de Mayo el pasado 24 de
marzo.
El sábado 24 pasado, hubo dos marchas a Plaza de Mayo. Está la movilización
oficial de los organismos de Derechos Humanos: Madres, Abuelas e H.I.J.O.S. Y
como es usual desde 2003, los partidos de la izquierda trostkista organizan su
marcha paralela.
Las atrocidades cometidas por la última dictadura (en el campo humanitario,
económico, bélico) y el compromiso de los organismos le han dado una formidable
legitimidad a las banderas de los Derechos Humanos. Por eso, a pesar de haber
transcurrido 36 años del golpe militar, Plaza de Mayo rebosa de asistentes.
Así las cosas, una fracción de la Unión Cívica Radical se decidió a
participar de la movilización. Se trató de un sector de la Franja Morada, frente
universitario de la UCR y “Los irromplibles”, un colectivo territorial con mucha
presencia en Caballito. Mucha perplejidad causó entre los transeúntes que el
radicalismo acompañara desde Plaza Congreso hasta la Plaza de Mayo al Partido
Obrero y al Partido de los Trabajadores Socialistas. Lo único que estas fuerzas
tiene en común es su oposición al kirchnerismo.
La paradoja se resolvió cuando un cordón del PTS enfrentó a la UCR. Si bien
un hombre mayor del trostkismo fue lastimado por “batatas” radicales, la columna
de la UCR fue obligada a retroceder y terminó abandonando la Plaza por Diagonal
Sur sin haber entrado. La presidencia de Raúl Alfonsín asumió el primer gobierno
democrático y llevó a las Juntas Militares, responsables máximos del genocidio,
al banquillo, un hecho insólito en la historia latinoamericana. Además, era un
día de repudio al autoritarismo. ¿Por qué entonces los radicales fueron
expulsados?
Una respuesta puede encontrarse en los cánticos del PTS. Hacían mención a las
“leyes de impunidad”: la Ley de Obediencia Debida (solo los superiores eran
responsables) y la Ley de Punto Final (las denuncias tenían una fecha límite
para ser presentadas). El gobierno alfonsinista finalizó su gestión en una
profunda crisis económica y desatando un vendaval represivo que se daba de
bruces con la consigna radical de que “con la democracia se come, se cura, se
educa”. El regreso radical en el bienio 1999-2001 fue aún menos feliz. La crisis
económica fue más aguda y la represión todavía más feroz. El mandato de Fernando
De la Rúa utilizó el estado de sitio para dejar 38 muertos (http://www.agenciapacourondo.com.ar/secciones/ddhh/6116).
Uno de los objetivos de la conmemoración es consolidar, profundizar un gran
frente social de repudio a la dictadura. Expulsar a la UCR, aún con todas sus
complicidades no ayuda. La izquierda trostkista se caracteriza por sus
desmesuras, como cuando silenció los micrófonos de las Madres de Plaza de Mayo,
el 24 de marzo de 2006 (http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article1823)
para poder difundir sus consignas partidarias.
Aún así, los dirigentes de la UCR deberían hacer un profundo análisis de
porqué no pueden participar de la movilización masiva del 24 de marzo. Quizás
así pueda salir del ostracismo el partido centenario.
Agencia Paco Urondo.
GB
José Cornejo se equivoca.
ResponderEliminarPrimero, no existe (nunca existió) una 'movilización oficial' a Plaza de Mayo cada 24 de marzo. Ni las Madres (de Hebe y Línea Fundadora), ni las Abuelas, ni los HIJOS, ni los Ex Detenidos Desaparecidos, ni la LADH, ni la APDH, ni ningún otro organismo de derechos humanos se ha arrogado nunca la representación 'oficial' de la conmemoración y denuncia del golpe de Estado ni mucho menos. A lo largo de los años los organismos de derechos humanos tradicionales y los que surgieron al calor de esta 'democracia' han confluido y se han distanciado, y eso se fue expresando en diversas movilizaciones, sin haber sido denominada ninguna como la 'oficial'. Que algunas de ellas hayan contado con el apoyo (económico y político) del Estado no les confiere carácter de 'oficial' frente al pueblo movilizado.
Segundo, la llamada 'marcha paralela' no está organizada sólo por la izquierda trotskista, sino por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, un conjunto de más de 300 organizaciones políticas, de derechos humanos, sociales, gremiales, estudiantiles, culturales y artísticas.
Tercero, el EMVyJ existe desde hace más de 12 años. En su blog www.encuentromvyj.wordpress.com están los documentos leídos en la Plaza cada 24 desde el año 2000. Antes existía también, teniendo sus primeras reuniones allá por 1996, tras 20 años de impunidad.
Cuarto, a los radicales no sólo los ‘expulsó’ de la plaza el PTS, sino que contó con el apoyo masivo de gran parte de la concurrencia que iba ingresando a la Plaza de Mayo. La identificación de esas boinas blancas con el perdón a los genocidas y con los crímenes del 2001 no daba lugar a ninguna confusión respecto de la negativa a que estuvieran presentes como organización política en este aniversario del golpe. Pero sobre todo fueron 'frenados' y 'repudiados' los radicales cuando intentaron ingresar a la plaza rompiendo las columnas de miles de militantes del PTS y otras organizaciones, pretendiendo ocupar un lugar en la conmemoración que, paradógicamente, los tenía como destinatarios de varias de las denuncias del EMVyJ.
Quinto, en el año 2006 no fue la izquierda trotskista la que 'silenció' los micrófonos de las Madres de Plaza de Mayo. Fue el EMVyJ quien, como organizador del acto, logró impedir que Néstor Kirchner y su gobierno transformaran el aniversario del golpe de Estado en un acto oficialista utilizando como 'punta de lanza' a algunos organismos de derechos humanos históticos.
Suena contradictorio que se diga que existe una 'movilización oficial' cada 24 y que al mismo tiempo se le dé a la 'izquierda trotskista', 'desmesurada', el poder de hacer callar en uno de esos actos nada menos que a las Madres. A no ser que se haya querido decir 'oficialista' en lugar de 'oficial'. Ahí es otra la historia.
Por último, para Cornejo uno de los objetivos de las marchas de cada 24 de marzo es 'consolidar, profundizar un gran frente social de repudio a la dictadura'. Muy bien.
ResponderEliminarAhora, sería bueno recordar otro de los objetivo de estas movilizaciones: la denuncia permanente y clara de las violaciones a los derechos humanos que se desarrollan en la actualidad, sin dictaduras a la vista, con 'democracia' y 'gobernabilidad'. Violaciones que se suceden día a día en miles de casos de gatillo fácil, desapariciones (¿Y Julio López? ¿y Luciano Arruga? ¿y Miguel Bru? ¿y Marita Verón?), torturas en cárceles y comisarías, falta de trabajo, vivienda, salud y educación para millones de personas, y un largo etc.
Para denunciar estas continuidades de la opresión por parte de las mismas clases dominantes que llamaron al golpe en el '76 y hoy manejan los resorte del país, cada 24 de marzo somos miles los que marchamos bajo las banderas del EMVyJ. Banderas que, cada año, son sostenidas por más y más compañeras y compañeros.
Daniel Satur
PD: mis ojos de humedecieron de emoción al ver retirarse a los radicales de Alfonsín de la Plaza de Mayo el último sábado. La dignidad del pueblo nos sigue dando buenas sorpresas.
Ante todo te agradezco la opinión.
ResponderEliminarDe todos modos, no acuerdo con encomillar a "esta democracia" y si bien es cierto que cientos de agrupamientos en los últimos 20 años surgieron precisamente al calor de la democracia; no lo es menos que el voto popular refrenda a los gobiernos como el vigente, por ejemplo.
Y, sí , las clases dominantes y las de in-seguridad y etcs son a las que debemos enfrentar permanentemente, y si podemos rescatar a quienes mas allá de sus conducciones intentan aportar contra el enemigo común.
No son los radicales estos últimos.
Como tampoco 30 a 40 mil personas de cualquier ideología representan el sentir popular ni la dignidad del pueblo (salvo que seamos los dueños de este sujeto social y lo interpretemos dogmáticamente para saciar nuestras utopías) .
De lo contrario, estaremos abonando la teoría: "a peor mejor", y soñando con revoluciones obreras y campesinas que nunca llegan.
Cordialmente
Prof GB