El uruguayo calificó de "espías" a los enviados argentinos para auditar las elecciones bolivianas y así desacreditar sus informes, en los que hablan de irregularidades y de la publicación anticipada de los resultados.
A medida que pasan los días, crecen las dudas sobre cuál fue el rol que tuvo la misión de la OEA en el golpe de Estado en Bolivia y el de su secretario General, el uruguayo Luis Almagro.
El domingo por la mañana, cuando aún faltaban al menos dos días para que se difundiera el informe sobre la elección presidencial, la Organización de Estados Americanos publicó un informe preliminar que desencadenó un nuevo llamado a elecciones por parte de Evo Morales y luego su renuncian, presionado por sectores militares y policiales.
Ya consumado el golpe y con decenas de muertos en las calles por la represión, Almagro habló con un medio mexicano para denunciar que en la misión para auditar las elecciones “había dos espías argentinos, no eran técnicos con capacidades electorales, es un despropósito, eso no se hace, es inmoral”.
La denuncia de Almagro hace referencia a Santiago Eguren y Gerónimo Javier Ustarroz, apoderados del Frente de Todos designados por el presidente electo Alberto Fernández para integrar la comitiva.
"Es llamativo que diga que éramos espías cuando ellos nos contactaron. Tengo los Whastapp, mails y los cheques con los que nos pagaron. Dormíamos en el mismo hotel que ellos, comíamos y desayunábamos juntos. Somos apoderados del Frente de Todos, no somos dos desconocidos", contó Ustarroz, primo del diputado Eduardo ‘Wado’ De Pedro, en diálogo con varios medios, y agregó: “Ellos sacaron el informe anticipadamente y desencadenó una locura con muertos en las calles. No decimos que el informe que presentaron sea falso, sino que no aplicaron metodológicamente las herramientas que tenían que realizar".
Según contó Ustarroz, el informe iba a ser publicado el martes o miércoles pero el domingo por la madrugada la misión de la OEA decidió publicar un informe preliminar que hablaba de irregularidades en el escrutinio.
“La auditoría iba a estar el martes o miércoles, según los propios tuits de la OEA. Ellos mismos dicen que son doce días a partir del primer día. Veníamos trabajando para evaluar los informes y hacer el informe de auditoría final. Pero el domingo a las dos de la madrugada, el jefe de la misión me mandó un mensaje avisándome que iban a sacar un informe preliminar. Y ahí se desencadenó todo lo que se desencadenó”, contó.
A partir de esta información, Alberto fue uno de los primeros en denunciar la “enorme responsabilidad” de la OEA en el golpe a Evo y también cargó contra Almagro, al señalar que gestión “será recordada como la más penosa” que ha tenido el organismo internacional.
Los dos enviados argentinos no respaldaron el informe oficial de la OEA sobre las irregularidades en el escrutinio. Señalaron que no pudieron acceder a los informes técnicos en los que se basó el organismo que conduce Almagro.
“Propusimos solicitar las actas de escrutinio para compararla con los datos cargados y eso no fue realizado”, contó a Clarín Ustarroz, quien también cuestionó que la auditoría analizara el escrutinio provisorio, que no tiene validez legal, y no el definitivo.
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