Garavano le envió el pésame a la familia de un represor fallecido

El ministro de Justicia de la Nación publicó sus condolencias por la muerte del General de Brigada (R) Carlos Bernardo Chasseing, quien fue interventor de facto del Gobierno de Córdoba entre 1976 y 1979. Organismos de derechos humanos expresaron su rechazo.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, publicó sus condolencias por el fallecimiento del General de Brigada (R) Carlos Bernardo Chasseing en los avisos fúnebres del diario La Nación. Chasseing fue interventor de la provincia de Córdoba entre abril de 1976 y febrero de 1979. Es decir, durante la última dictadura cívico-militar.

Organismos de Derechos Humanos de Córdoba expresaron su rechazo a las condolencias emitidas y subrayaron: “Chasseing fue la mano derecha del genocida Menéndez durante la aplicación del Terrorismo de Estado en Córdoba, por lo cual es incompatible con su función pública que, desde el más alto cargo que instituye la democracia para llevar adelante políticas de Justicia y Derechos Humanos el Dr. Garavano salude al más alto funcionario público durante la aplicación del terrorismo de estado en Córdoba entre 1976 y 1979”.

El nombre de Chasseing figura en la lista de represores elaborada por los organismos de Derechos Humanos, pero se vio beneficiado por la ley de Punto Final y no fue juzgado.

Los organismos de Derechos Humanos sostuvieron que el mensaje de Garavano va en contra de lo que él mismo declara como parte de su misión institucional: “Entender en la formulación y aplicación de políticas y programas de promoción y fortalecimiento de los derechos humanos.” 

“¿Cómo puede el Ministro Garavano ‘promover y fortalecer los Derechos Humanos’ si saluda desde su investidura pública democrática a uno de los dictadores feroces que tuvo la última dictadura cívico-militar?”, expresó el comunicado difundido por los organismos y agregó: “Las declaraciones del Dr. Garavano no sólo ofenden y agravian la memoria de las víctimas del Terrorismo de Estado, sino que manifiestan, una vez más, que su sentir más profundo es contrario al avance de la Democracia y Derechos Humanos, por lo cual debería dejar la cartera que ocupa en manos de alguien que realmente quiera aportar a la construcción de la Justicia y los Derechos Humanos en nuestro país y no que defienda y salude a genocidas”.