El presidente Mauricio Macri seguía ayer el desarrollo del debate por la reforma previsional y la feroz represión en las inmediaciones del Congreso desde la Quinta de Olivos. Su círculo íntimo, desde la Cámara Baja, le iba brindando información acerca de la conformación del quórom, la multitudinaria concentración y los violentos choques entre policías y manifestantes.
Sin embargo, cuando la represión alcanzó su mayor intensidad y violencia, los colaboradores del Presidente no lograban comunicarse con él. Para distenderse, Macri había decidido encarar una actividad recreativa. Según reveló América 24, se dedicó a uno de sus pasatiempos preferidos en la residencia de Olivos: jugar al paddle.
Así, cuando el jefe de Gabinete Marcos Peña intentó comunicarse por teléfono con Macri, no pudo hacerlo. En medio de una jornada cargada de tensiones, el Presidente había decidido tomarse una hora para jugar al paddel, su deporte preferido.
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