Son muchísimos los análisis, evaluaciones e interpretaciones de las pasadas PASO. Y a la vez, son muchas y muchos los decididos a renovar votos en noviembre por el Frente de Todos, más allá de convicciones abolladas. Porque hay que reconocerlo: si algo se perdió el otro domingo, fue la mística y la alegría. De donde la próxima jornada comicial será, seguro, a cara de perro. Y enhorabuena, especialmente para quienes todavía se manejan con principios y decencia cívica y no se dejan llevar por resentimientos ni propagandas cavernarias.